Reseña: Pocahontas, de Patrick Prugne

Patrick Prugne es un autor en el que poner en el ojo y en nuestro país lo demuestra que haya varias editoriales que ya han publicado obras suyas. Norma Editorial (en breve), Ponent Mon, Yermo Ediciones… Un autor muy versátil aunque casi que se le ve bastante el plumero en lo que respecta a su amor por la crónica histórica norteamericana. Con esta idea, por ejemplo, le dio por hacer un cómic sobre la “historia india», aludiendo a un famoso personaje (gracias a Disney) como es Pocahontas. Pero el personaje real.

En este álbum tenemos una historia donde la precisión histórica es nítida, el autor ha investigado los hechos, los personajes, pero también los barcos, las armas, la estructura del fuerte construido por los colonos… Todo al servicio de una historia que es ciertamente clásica pero cautivadora a poco que te pongas con ella. Y extraordinariamente narrada. Por lo que se convierte en otro recordatorio más de los horrores de la colonización de América del Norte que hicieron LOS INGLESES. ¿Por qué en mayúsculas? Fácil. Quiero recalcar que todos los colonizadores, todos, en un porcentaje muy alto, fueron maltratadores. Casi que venía con la indumentaria serlo. Y en cierto modo era normal. Tú conquistas, nadie en general quiero ser conquistado, que te arrebaten su libertad y sus pertenencias… Por lo tanto, fuerzas al otro, lo sometes, pero que nadie me diga y promueva que más que otros pueblos conquistadores los españoles fueron los peor. Que nadie borre del cartel a todos los demás. No se lo cree nadie. Todos iguales en mayor o menor medida. Y ahora, después de este alegato que me saca de quicio porque si ha habido alguien pirata y ladrón a lo largo de la historia ese ha sido el Imperio Inglés…, ahora debo calmarme para decir que Patrick Prugne nos lleva de vuelta a la Norteamérica primigenia tras la publicación de Tomahawk (2020), una obra que también debería cruzar los Pirineos.

La historia real de Pocahontas, hija del jefe de una tribu india que conocerá a los primeros exploradores británicos desembarcados cerca de la bahía de Chesapeake. La trama de la historia se desarrolla de la siguiente manera: los colonos británicos vendrán a construir un fuerte cerca del río James y si el contacto no se establece inmediatamente con los lugareños (por contacto me refiero a un encuentro cortés y no a una batalla de flechas) podemos sentir una desconfianza de estos últimos hacia los ingleses. Oliver Pitt, el narrador de la historia, será hecho prisionero por los indios y tejerá un fuerte vínculo con Pocahontas, pero deberá confiar en la perfidia de su superior, una verdadera escoria…

Si siempre es un verdadero placer poder admirar los dibujos en acuarela de Prugne, cabe señalar, sin embargo, que los paisajes elegidos son a menudo los mismos en comparación con álbumes anteriores. Pero claro, ¿quién detecta esto? O bien alguien que haya pasado de un cómic suyo a otro o alguien que tenga tan buena memoria como yo. Y lo mismo para los rostros de los personajes. Es mi queja. Pero casi que no es una queja pues, ¿qué autor no sufre de repetirse? Mucho menos el caso de un ilustrador.

Mas, también mola (aunque no sea la fecha ideal para ello) que toda la historia es en invierno (sin duda, la retomaré para entonces) porque es una delicia la vista de los bosques nevados que representa este señor. Casi se siente el frío al más puro estilo El Renacido, el film de Alejandro González Iñárritu y Di Caprio. Las grandes vistas nos permiten sumergirnos en la atmósfera de los primigenios bosques norteamericanos y obviamente tenemos derecho a magníficas tomas de animales de todo tipo o indios en comunión con la naturaleza. Es una magnífica sensación tener derecho a un título que contiene quince páginas con hermosos dibujos a doble página como si de un cuaderno gráfico se tratara.

Aquí, Prugne hace de Prugne, pero quiero más.

Reseña: El Rayo U y La Flecha Ardiente, de E. P. Jacobs, Jean Van Hamme y VVAA

Sabía que a la hora de ponerme (por primera vez en vida) con la famosa obra de P. Jacobs, debía tener a la mano ambos títulos porque mi ansia iba a querer leer ambos de seguida, de un tirón y no me equivocaba. Cuando me pongo con una buena burguer, voy a querer devorar también una buena ración de patatas fritas y una Coca. Soy así y muchos sonreirán asintiendo pese a que sus mentes no dejan de ser atacadas por eso Ayunos Intermitentes tan de moda. Pero cuando me vaya que no me lloren, como dice la canción, yo me merezco la siesta…

Alguna pega había oído entre los comiqueros de pro como que se esperaba bastante que esta saga recuperara un poco su imagen con la llegada de Jean Van Hamme a los créditos. Y yo, sabiendo a lo que iba, lo que tenía entre manos y trasladando mi mente a la época más pulp, a mí friends, sí que me ha gustado también lo anterior. Pues que duda cabe que la llegada de Van Hamme es una muy buena noticia, sobre todo, para mí, que soy tan fan del maestro. Pero el nivel de Edgar P. Jacobs (hablamos de un cómic de los años 60) es cuando menos digno de ver. Sin embargo, sinceramente, no garantizo que los lectores fan del mainstream vayan a disfrutar de esta obra en su totalidad.

Los norlandianos, a través del profesor Marduk, acaban de hacer un importante descubrimiento científico. Pero necesitan uradio para completar el trabajo. Sin embargo, solo se encuentra en países desconocidos y muy peligrosos, por tanto, se monta una expedición organizada por Marduk y su asistente Sylvia. Pero en dicha compañía anda infiltrado el Capitán Dagon, un espía de los austradianos que tiene como objetivo asegurar que nuestros amigos se encuentren totalmente perdidos cada poco en esa jungla hostil poblada por extrañas criaturas a la que van. ¿Encontrarán el camino de regreso al volcán Urakuwa donde está el uradio? Volver a casa sanos y salvos se convertirá en todo un reto.

El gobierno de Norlandia contra Austradia. Si alguien no lo sabe, El rayo U es el cómic precursor de la genial colección Las aventuras de Blake y Mortimer (https://www.cronicasliterarias.es/?p=4321), una obra que tanto dio que hablar en su día, y que tan de moda se ha puesto en los foros comiqueros en los últimos meses. Parece que Norma Editorial se ha propuesto sacar de nuevo a la palestra estas joyitas rescatadas del fango que pasaron por el top del noveno arte a mitad del siglo pasado. Cosa que obviamente es para aplaudirles. Un fan-service con todas las letras.

El segundo volumen se llama La flecha ardiente. Otra fiesta de primer grado por que aquí es donde entra en vereda el guionista Jean Van Hamme (Thorgal) y los dibujantes Étienne Schréder y Christian Cailleaux; juntos pero no revueltos para retomar el universo y los personajes del célebre álbum anterior de P. Jacobs. La primera frase del álbum dicha por un personaje al emperador Babylos III es declarar: ¡Por todos los infiernos, todavía no sabemos qué es ese famoso Rayo U! Un guiño tremendo de Van Hamme ya que hace que caigamos en la cuenta que, de hecho, el título del álbum inicial nunca se llega a explicar realmente. Todo, para luego continuar con una revelación y una secuencia de persecución pre-histórica, donde encontramos todos los homenajes que a Jacobs se le podría hacer: un dinosaurio completamente improbable persiguiendo a un humano. Pero esta vez el escondite del personaje perseguido no logra detenerlo… Igual que con esta secuencia, Van Hamme se divertirá constantemente desviando códigos clásicos para hacer algo tradicional pero no menos ingenuo. Y también las inevitables alusiones a Blake y Mortimer.

Por el lado del dibujo, Christian Cailleaux y Etienne Schréder, son admirablemente asistidos por el colorista Bruno Tatti. Entregan un trabajo muy limpio. El dibujo a veces me parece un poco más simple e ingenuo que con Jacobs, pero el homenaje gráfico está logrado. Encontramos tanto el espíritu de Jacobs en el dibujo como en la narración (aunque la dosis de textos a leer se reducen en el segundo volumen).

El rayo U y La flecha ardiente componen un díptico lleno de elogios dentro del clásico cómic europeo.

Reseña: San Antonio en Lyon, de Michaël Sanlaville

Tengo un familiar que es un gran fan de San Antonio desde hace más de treinta y cinco años. Se dice pronto. Me contó que descubrió las historias de Sanlaville y desde entonces ninguna le decepcionó. Habla de un supuesto espíritu de los cómics de este señor, sobre todo, en todo lo referente a San-A… como se le conoce más allá de los Pirineos. Mi caso personal es que conocía San Antonio, principalmente por su nombre. Lo imaginé siempre con ese tono a las películas ambientadas en diálogos de Michel Audiard, historias de la elegante pluma de Céline, o incluso de los Pieds Nickelés. De alguna forma, había oído hablar en algún momento de la serie literaria consecuente escrita por Frédéric. Otro autor príncipe de la jerga. Por eso, me he reído mucho y creo que he llegado a lo esencial para entender la «gracia» de San Antonio. Alguien dijo una vez que el argot era el latín de la chusma.

El lenguaje metafórico de la jerga es omnipresente en este cómic que publica por estos lares Nuevo Nueve Editores. En San Antonio en Lyon, ya sea a través del comisario San Antonio o su compañero, está muy presente el palabrerío. ¿Es un problema? Para nada. Creo que en un porcentaje muy alto a cualquiera le hace reír el tema de la ordinariez hablando. Y de eso “peca” y por ellos es conocida esta serie. Con un trama en sí entretenida, en el ambiente de los thrillers de antaño, bastante alejados de los lúgubres thrillers de hoy: Bérurier haciendo de maestro de colegio (en plan Poli de Guardería) en plena región de Beaujolais. Dos alumnos han desaparecido y un maestro ha sido asesinado. En un colegio. Con niños de por medio. Lo que debería representarse como algo aterrador… se presenta como una trama con unos vaivenes entretenidos, una historia llamativa y sorprendente en ocasiones, llena de interesantes escenas a la hora de desenmascarar a los culpables.

Además, el dibujo de Michaël Sanlaville es muy apropiado con el contenido de la historia y no duda en caricaturizar a Eric Zemmour, Dominique Straus-Kahn o Gérard Depardieu entre los más feos secundarios que hacen acto de apariencia. Una investigación en lenguaje «florido», un gran momento de relajación lectora para todo aquel que le quiera dar una oportunidad.

En los años 70 del pasado siglo, Studio Henri Desclez publicó siete álbumes transponiendo Les Aventures du commissaire San-Antonio, de las que este familiar que os digo los comenta como cómics bastante agradables en términos de diseño, pero entretenidos en términos de escenarios. Dice que los fans de esas historias han estado esperando la vuelta de San Antonio después de casi cuarenta años.

Michaël Sanlaville domina muy bien “su negocio” y es poderoso inventando una galería de personajes terrenales que como bien dice la sinopsis editorial están entre James Bond y Torrente. Habrá que buscar más de estos títulos. Cuando el río suena, agua lleva.

Reseña: Los Buenos Veranos (Edición Integral), de Jordi Lafebre y Zidrou

Un integral de los buenos es lo que de vez en cuando se marca Norma Editorial. Al igual que hicieran con aquella maravilla que fue el integral de Blacksad (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/blacksad/blacksad/blacksad-integral-ed-en-castellano), más cómic europeo del bueno. Aunque es cierto que de vez en cuando también lo hacen con cómic americano, esta vez vuelven a la carga con una chulada de tomo que recopila los geniales álbumes de Los Buenos Veranos, de Jordi Lafebre y Zidrou.

¿Existe mejor cómic a recomendar para disfrutar leyendo este verano? Había leído algún que otro álbum de Los Buenos Veranos (Beaux Etes) como para decirles que cada vez tuve una excelente lectura en compañía de esta familia belga, los Faldérault, que regularmente se van de vacaciones (una historia completa por álbum). Pero sabía (conociendo ya un poco a Norma Editorial y la época de tipos de publicaciones en la que andamos) que de esta joyita se haría integral. Y quería esperarme a tenerlo así porque es una obra de la que querrás tenerlo todo. Aquí no hay dramas morbosos ni aventuras bizarras, se invita a los lectores a seguir instalados en un sillón relax, silla de playa o hamaca de las largas, mientras se toma un buen refresco o “aliñado” de época estival. Todo para adentrarte en las desventuras y salidas al lugar de vacaciones, descubrir cómo viven los Faldérault, sus días fuera, su vuelta a casa, en diferentes momentos de su vida. Y se podría pensar que son historias monótonas, que serán siempre lo mismo, pero no. Porque los autores han sabido presentarnos historias suficientemente variadas en cada título. Cada una de ellas, llena de anécdotas muchas veces simpáticas, a veces terrenales, nunca vulgares.

Las historias son sencillas. Faldérault deciden salir a la carretera todos los veranos a bordo de su 4L que les llevará a un camino sembrado de cosas buenas y menos buenas pero un camino que simplemente conduce a la felicidad. Ya sea una granja, un camping en Ardèche, un hotel en Saint-Étienne o una cabaña… aventuras a espuertas. Entre bromas, rituales y contratiempos, nunca dejarán que nada le impida disfrutar de su merecido descanso. Y no solo son momentos dulces, habrá de todo, como lo hay en cualquier vida en familia. ¿Lo peor? (Si es que eso es malo) La nostalgia está muy presente y en ciertos momentos, una lagrimita puede querer asomarse a vuestros ojos, sobre todo, si vivisteis vacaciones intensas con familiares que ya no están…

El dibujo de Jordi Lafebre nos deleitará y calentará nuestro corazón. ¿El dibujo de Jordi Lafebre? Simplemente lo adoro. Sabe hacer entrañables y expresivos a sus personajes sin caer en la caricatura pura y dura. Sus diferentes protagonistas son muy fácilmente identificables a primera vista, permanece constantemente muy legible. El diseño es agradable porque es lo suficientemente aireado. El colorido es agradable con el uso de tonos pastel… ¡Muy buen trabajo! Y además, no podemos negar que Zidrou es un excelente dialogista con su uso de deliciosos juegos de palabras, comentarios infantiles de una ingenuidad y precisión que al menos te sacarán una sonrisa. Vas a pensar esto seguramente cuando empieces a leer alguna de las historias: “Seguro que me lo paso muy bien leyéndolo”. Eso si, insisto, vas a recordar con nostalgia vacaciones pasadas y vas a esperar y coger con ganas las próximas.

Joyita para este verano de 2023.

Reseña: La Bomba, de Didier Alcante, Laurent-Frédéric Bollée y Denis Rodier

El cómic de la BD tiene unos seguidores muy exquisitos, diría que (en su corazón hay) verdaderos amantes de la pintura y la ilustración. Somos solo unas pocas personas los que sentimos amor por estos cómics en concreto; mundos y lugares bellos donde los ojos agradecen casi cada titulo. Pero en su haber también hay obras que rompen todos los esquemas. Y no lo digo por contener un mal dibujo o mal guion, sino todo lo contrario. Me refiero a obras que se convierten en súper ventas de todo un país, seas amante del noveno arte o no. Obras como La Bomba. Y digo más. Buscando referencias sobre este cómic, ahora que Norma Editorial acaba de publicar una asombrosa edición de casi quinientas páginas donde se puede encontrar la historia ilustrada al completo; buscando referencias sobre el cómic que relata la increíble historia de la Bomba Atómica, me topé con el anuncio de ser un titulo que ha vendido más 80.000 ejemplares en toda Francia. ¿Os dice algo eso? Es fácil. Muchos tenemos interés por saber o seguir sabiendo. A los que ya tenemos una edad nos gusta concretar, pero también La Bomba será del disfrute lector de muchos jóvenes que llegan al mundo del cómic -al cómic bélico-, ahora. Que empiezan a conocer la Segunda Guerra Mundial, todos las anécdotas, los miles de casos particulares, anecdóticos, de los que sufrieron o ganaron con ella.

La Bomba es una edición con un tema tan horrible como interesante, donde el diseño es muy bueno y perfecto para este tipo de cómics. Muy informativo y con muestras y detalles del lado político…, quiero decir, las motivaciones de algunos para hacer la bomba, los esfuerzos de USA y Alemania por ser los primeros en tenerla, el espionaje de los soviéticos, las reflexiones de los norteamericanos después de haberlo logrado finalmente, una bomba nuclear que se le llamó la Destructora de Mundos por que, en definitiva, es lo que es. Un volumen completo, nunca mejor dicho, porque seguimos a todos los científicos que imaginaron, luego diseñaron y fabricaron el horror. Sus relaciones, su compromiso (en el contexto de la guerra contra el fascismo), su entusiasmo, pero también las preguntas que se hicieron a sí mismos durante la investigación. Especialmente, desde el momento en que conciben el alcance de su descubrimiento y las consecuencias que podría tener. Uma historia completa por que cada paso, cada «progreso», está claramente señalado. En USA, con un contexto bien establecido: el avance de la guerra, que hace cada vez más necesaria la culminación de esta aventura intelectual, científica e industrial… Sin embargo, también, pasado un tiempo, muestra a una Japón que se arrodilla a la vez que plantea la cuestión moral de la utilidad del uso de esta horrible arma. Y más detalles como el progreso de la investigación en la Inglaterra (pirata siempre) que no se quiere quedar fuera, pero también la propia Japón y la U.R.S.S. Y por último, completo, porque quienes quieran profundizar algo más en el tema leerán con gusto el dossier final y la importante bibliografía que culmina el tomo.

Así es como seguimos el avance de la guerra en paralelo con el diseño de esta arma. Un cómic muy fluido en el que para nada debe asustar su presencia física. Como digo, incluso si el tema apenas te pone, nunca te aburres. Se anima bastante bien incluso el tema de la investigación. Cada personaje está claramente identificado, su personalidad, desarrollada, todos y cada uno son históricos y sus apariciones están llenas de ritmo. Y eso que muchos de ellos, a otros nos gustaría que no fueran reales, dado el daño causado por esta bomba y la constante amenaza que ha representado desde entonces para la humanidad. Pero está muy bien desarrollado el cómic como tal, también por las apuestas industriales, financieras y diplomáticas que se derivaron de ella y que permitieron controlar muchas decisiones fuera del marco democrático por parte del complejo militar-industrial.

Este portentoso álbum también arroja luz sobre cómo los militares, y más ampliamente el complejo militar-industrial, tomaron la delantera a políticos, investigadores (desposeídos de su criatura), los mismos que después se opondrán (demasiado tarde), al uso indiscriminado del arma como arma de destrucción masiva. Y la justificación hipócrita para el uso de las dos bombas (para probar tecnologías diferentes) haciendo que Japón capitulara cuando ya estaba claro que lo haría. Además, por supuesto, de la indirecta a los soviéticos, en una guerra fría que ya empezaba a estar presente en muchos puntos estratégicos del planeta.

Degusté La Bomba en apenas una semana en la que está de moda el tema gracias al estreno de Oppenheimer. Debo decir que el dibujo, realista y preciso -que hace bastante por la fluidez del tomo-, es de los que hace amar el mundo del cómic por las sensaciones que otorga. Excelente, magistral, una historia nada glamourosa, que quizás te pueda hacer odiar el progreso del ser humano.

Reseña: Dolmann y sus Muñecos, de Tom Tully y Eric Bradbury

No me cansaré de repetir que lo que está haciendo Dolmen Editorial a nivel recuperación de cómic clásico europeo no tiene nombre. Es maravilla tras maravilla. Pero no un título o dos al año sino un constante, muchos de los cómics que jamás pensábamos que volveríamos a volver a ver editados, y mucho menos, en geniales tomos en tapa dura. Sumad a eso esta aventura que acaba de llegar como es la genial The House of Dolmann (Dolmann y sus Muñecos), de Tom Tully. Un título precursor al igual que muchos que se nos vendrían encima en aquellos años desde las islas británicas como, por ejemplo, Spider (https://dolmeneditorial.com/tienda/spider/), Steel Claw, Thunderbolt, Phantom Viking, Captain Hurricane, Robot Archie, Kelly: Ojo Mágico (https://dolmeneditorial.com/tienda/kelly-ojo-magico-05/) y/o Cursitor Doom. Y otros que nos contaminaron de aventuras locas, de maestros autores locos ingleses, surgidos de aquellos años locos que fueron los 60 del pasado siglo.

Este primer volumen de Dolmann y sus muñecos reúne el material inicial de Valiant, que abarca desde el 8 de octubre de 1966 (número 208) hasta el 6 de mayo de 1967, además de una entrada tardía como fue el Valiant Super Special de 1980. Una tira que se publicó hasta mayo de 1970 y ha reaparecido varias veces desde entonces, tanto en forma de reimpresión como en nuevas historias. Y es que Dolmann y sus muñecos fue una mezcla curiosa e inexplicablemente cautivadora de una tira cómica de súper espías y detectives de crímenes escrita por el magníficamente prolífico Tom Tully. Un autor cuya producción fue asombrosamente amplia y que incluyó delicias como Roy of the Rovers, Heros the Spartan, Dan Dare, Master of the Marsh, Janus Stark, Mytek the Mighty (https://dolmeneditorial.com/tienda/mytek-el-poderoso-01/), The Wild Wonders, Nipper, Adam Eterno, The Mind of Wolfie Smith, Johnny Red, Harlem Heroes, Mean Arena, Inferno, The Robo Machines, Football Family Robinson, Buster’s Ghost, así como otras muchas tiras comiqueras. Su mano derecha al dibujo en muchos casos fue el siempre Eric Bradbury junto al cual comenzaron a adornar los estantes de los quioscos desde los años 50 de varios países.

Por eso estas ilustraciones nos recuerdan a tantas otras series.

El protagonista principal en Dolmann y sus muñecos es Eric Dolmann, un «genio» creador y experto ventrílocuo que crea un equipo de pequeños muñecos robot cada uno con un conjunto particular de habilidades. Raider es un comando armado con un arma que puede disparar un láser y proyectiles de gas lacrimógeno. Mole puede cavar profundamente en la tierra. Togo es un robot súper fuerte junto a Giggler y algunos más que van apareciendo. Dolmann usa el Dolmobile, un helicóptero de su propio diseño para mantenerse al día contra criminales. Al principio, sus enemigos son delincuentes menores dedicados a la extorsión o secuestradores de camiones pero con el paso de las aventuras todo apunta a un enemigo de gran relevancia como es el grupo D.A.R.T. (Departamento de Incendios Provocados, Revolución y Terror); ahí, sin ocultarse lo más mínimo… jajaj. Un cómic por tanto donde las aventuras son cortas, ocasionalmente en dos partes, pero casi todo hecho en pocas páginas. Es un volumen de historias que se devora en nada. Las historias no son lo suficientemente largas como para hacer que un lector se vaya del tema, pese a la posibilidad de dejar la lectura a medias.

Tom Tully y Eric Bradbury introdujeron uno de los equipos de lucha contra el crimen más extraños que existen y solo por esa originalidad recomiendo la lectura de esta viejunada recuperada a día de hoy.

Diferente como pocas.

Reseña: La Moda al Desnudo, de Zoé Thouron y Frédéric Godart

¿Todo lo que siempre quisiste saber sobre moda pero nunca te atreviste a preguntar? Y algunos detallitos más en formato cómic, cómic europeo, de la mano de Zoé Thouron y un sociólogo como es Frédéric Godart. Dos autores que nos muestran La moda al desnudo, un álbum muy chulo que acaba de publicar Norma Editorial en nuestro país, donde se lucha por comprender la moda y sus paradojas. Y yo, que le doy a todo, lo disfruté.

La moda al desnudo nos brinda un análisis sin concesiones de este entorno cerrado y exclusivo que es el mundo de la moda. Utilizarán entre otros el personaje de la reina María Antonieta que habría introducido cierta forma de elegancia en el reino de Francia llamando a filas a una de las primeras sombrereras de la historia del país galo. También se referirán al famoso dandy inglés George Bryan Brummell quien tuvo la distinción de lustrar sus zapatos con champán un día cualquiera (imagino que esto debe ser un rumor muy comentado dentro de este mundillo pero yo me acabo de enterar). Y los delirios continuarán a través de personajes famosos como los filósofos Platón y Aristóteles, pero entendemos que definir la moda no es tan simple como esto. Los grandes modistos, los desfiles de moda con modelos anoréxicas y los cambios de imagen ya no tendrán ningún secreto para ti, lector, cuando decidas leer este cómic. Donde es cierto que el diablo viste de Prada.

Partamos de la observación de que la decisión de vestirse es un acto social para una representación de sí mismo es todo un evento que mueve millones de euros/dólares. Pero obviando lo obvio, en La moda al desnudo se intenta transmitir sobre todo el concepto de que la moda no es otra cosa que una especie de orillas de olas constantes en el que se lanzan ideas sobre ideas centradas en como cambiar los gustos de millones de personas. Lo que nos lleva a ver que cien mil millones de prendas vendidas cada año, la industria textil es una de las más contaminantes del mundo, emitiendo 1,2 mil millones de toneladas de gases de efecto invernadero. Para los jeans (los vaqueros que usamos cada vez más) se tienen que usar 11.000 litros de agua, el equivalente a casi trescientas duchas. Y qué decir de los residuos con más de un tercio de ropa sin vender. Solo en Francia, se tiran más de 600.000 toneladas de ropa cada año. En definitiva, toda una dimensión ecológica a tener en cuenta para evitar los residuos a gran escala, aunque como es un tema directamente relacionado a ricachones pues apenas sale en las noticias. Y las denuncias sobre este tema también acaban en el fondo del mar.

Tras el impacto sobre el medio ambiente, también hay que fijarse en esta sobreproducción a bajo coste laboral en los países emergentes. Recordamos el derrumbe en abril de 2013 de un edificio que albergaba talleres textiles en Bangladesh, que dejó mil cien muertos y más de dos mil heridos. En La moda al desnudo se comentan también estas “cositas” no es solo una reivindicación mía. Y algunas ideas son lo suficientemente interesantes como para que las sigamos con cierto interés, incluso si el dibujo es bastante desordenado y la secuencia de viñetas y escenas en algunas partes del cómic es muy barroca. La moda al desnudo ofrece una mirada bastante interesante a este fenómeno y no tiene miedo de abordar todos los temas que atañen a este curioso arte, de los más lujosos creado por el ser humano.

Recomendable lectura.

Reseña: Afrikakorps, de Olivier Speltens

En su día, vi bastantes películas de Hollywood, británicas e italianas (e incluso francesas) sobre esta campaña africana de la Segunda Guerra Mundial. Nunca logré entender qué demonios estaban haciendo allí ingleses, alemanes e italianos. Pero me contenté al final viendo el espectáculo de la guerra desde el otro lado, una historia supuestamente ficticia o no. En efecto, películas como Tobruk (1967), Hijos de bastardos (1968), La batalla de Alamein (1969) y algunas otras, me instruyeron sobre estos episodios dejándome un punto de vista italiano o mejor dicho muy franco-italiano por todo lo que se cuenta. Pero en Afrikakorps todo se ve desde un ángulo puramente alemán. Y es un cómic que proporciona una verdadera inmersión en el infierno africano de esa Libia de 1941 y 1942. Una inmersión que se hace a través de los ojos de los enemigos de los Aliados donde estamos prácticamente a los mandos de un panzer con el teniente Von Richter y su tripulación, en un ambiente agobiante lleno de arena y calor. Por lo que me pregunto si es bueno recomendar este cómic con la que nos está cayendo encima en los últimos días.

Pero allá vamos (siempre te quedará el aire acondicionado o tener playa/piscina a un paso a la hora de disfrutarlo), a lo que iba, podemos encontrar similitudes con Kaleunt que daba caña a la tripulación de un submarino en aquella película alemana llamada The Boat (Das Boot), porque aquí es casi lo mismo pero en un panzer, dando vida en su interior a luchadores con sus miedos, sus dudas, sus convicciones, sus desengaños, con una omnipresente sensación de encierro en esta enorme lata blindada. Una impresión que pondrá a prueba a las fuerzas enemigas porque ya sabéis aquello de: Nunca os enfrentéis a un animal que no tiene una puerta por donde escapar.

Afrikakorps cuenta una historia que sigue siendo atractiva para el lado aventurero. La nueva obra de uno de los grandes maestros del bélico actual como atestigua Norma Editorial. Donde el teniente Joachim Von Richter forma parte del Afrikakorps, la fuerza terrestre alemana que a las órdenes del comandante Rommel, siembra el terror en el norte de África durante la II Guerra Mundial. Y a bordo de ese panzer, Joachim y sus hombres participarán en los episodios más comprometidos de una ofensiva librada a sangre y fuego. Y entonces, no se puede resumir mejor. Una historia instructiva y bien documentada en la que aprendemos que los panzer no están adaptados a las difíciles condiciones del desierto, siendo el gran enemigo la arena que se incrustaba por todas partes y obstruía los motores. Condiciones que claro está, también ejercen presión sobre los organismos humanos que lleva dentro. Y eso que aportaba el lado astuto de los alemanes que son superados en número por los británicos y que tienen que hacer creer a la gente mediante ingeniosas estratagemas que son gente numerosa lo que tienen al frente.

Además, el gran puerto de Tobruk, en poder de los australianos, impedía que el ejército alemán se aprovisionara por barco, y Trípoli, la única base de abastecimiento, se encontraba a 1.500 km del frente…; uno de los muchos datos chulos que aporta este cómic. ¿Similitudes con la película Corazones de Acero (Fury) donde la tripulación estadounidense de un tanque comandado por Brad Pitt fue abordada a nivel humano e inmersivo? Experimentamos la misma sensación aquí. Si os gustó la peli, os encantará Afrikakorps. Muy recomendable para los amantes del cómic bélico.

Reseña: Archibald, de Kim Hyun-Min

Una muestra de que tras un buen dibujo infantil puede haber un gran personaje, un digno investigador de casos paranormales, es Archibald, el cómic que recién publica Nuevo Nueve Editores. Un volumen ameno con cantidad de historias divertidas, refrescante e ideal para disfrutar estas tardes de piscineo y playa que se avecinan. Y obviamente no solo yo, mi mujer e hijos también disfrutaron de esta fantástica y divertida serie, por lo que todos contentos y solo por eso me esperé a tener la opinión de todos ellos para ver si solo era yo el que había disfrutado tanto de esta serie tan agradable de leer.

Archibald completa muy bien la colección de todos esos fans que tenemos una sección de nuestra biblioteca asignada a detectives cazadores de monstruos. En este caso, un joven detective que trabaja para la DIM (Oficina de Investigación de Monstruos), con su fiel compañero Monk, un perro cíclope tan hablador como cobarde, pero que resuelve casos sobrenaturales como nadie. Así tenemos zombis, trolls, vampiros, hombres lobo y monstruos-piratas que se presentan ante Archibald y Monk, con todos y cada uno de los escenarios bien trabajados. Además de un buen de lenguaje que es ingenioso y vivo. Estamos ante una serie de historias que enganchan a la lectura con giros frecuentes y efectivos. Los mismos que ponen a Archibald y Monk frente a oponentes duros. Pero lo que mola es que ves a Archibald como sale transformado de cada una de esas aventuras, cada una, una historia completa, por cierto. De principio a fin. Nada queda a expensas de ser cerrado más adelante. Por eso es bueno comenzar por el principio para comprender completamente la personalidad de los personajes, la atmósfera de la serie y su evolución.

Aunque coreano, Kim Hyun-Min sitúa su escenario y su dibujo en un contexto muy europeo. El pequeño Archibald presenta un look de Sherlock junior en un ambiente de pueblos europeos del siglo XIX. Cinco historias componen la serie. Encontramos aquí la leyendas negras más famosas repescadas de cuentos de terror del viejo continente. Kim usa la línea clara para sus gráficos. Es muy expresivo y cada viñeta se nota bien trabajada. Muchos detalles. Pero los exteriores también están bien cuidados. El corte es moderno con viñetas no rectas que le dan un lado caprichoso a lo visual. Y los colores funciona mucho en las escenas nocturnas azuladas, un escenario propicio para los encuentros con el terror… Difícil llevarse mejores sensaciones para toda la familia por menos precio.

Reseña: Corto Maltés. Mû, El Continente Perdido, de Hugo Pratt

Hugo Pratt recurrió con frecuencia en Corto Maltés a desdibujar las líneas entre la realidad y el misticismo, llevándolo todo a su cenit en las impenetrables reflexiones de algunos de sus últimos títulos. Pero en Mû, el continente perdido da un paso atrás, y brinda una atadura más fuerte a la realidad. Un estado de ensueño se perpetúa desde una escena de apertura a bordo de un barco poblado por una variedad de amigos y aliados de Corto de tramas anteriores, que da la sensación que Pratt escenifica una obra de despedida reuniendo a un elenco de actores secundarios recordados con cariño los cuales se van a ver por última vez. Es más, los diversos historiadores reunidos alrededor de Corto discuten leyendas de civilizaciones perdidas, levantamientos volcánicos que causaron el hundimiento de islas y decodificación de artefactos mayas…, creo que estamos ante el cómic más interesante que puede encontrar un amante de las aventuras clásicas. Un inicio potente.

Mû, el continente perdido es el álbum con que Norma Editorial culmina tan majestuosa colección del icónico y mito del cómic Corto Maltés. Colección completa, larga, maravillosa y portentosa en cualquier cómicteca que se precie. Un hito del noveno arte que tan siempre recomendable editorial ha ido publicando en ediciones a color y en blanco y negro, a gusto del consumidor. Un cómic en el que como os decía, la ambigüedad prevalece cuando Pratt vuelve a desdibujar las líneas, brindando una trama de aventura trivial de los intentos de Corto por rescatar a un amigo secuestrado. Pero eso es sólo una concesión. Porque el verdadero propósito de es contemplar las conexiones y lo que dejamos atrás. Y entonces, ¿qué conecta el mito y la realidad, el pasado con el presente, el simbolismo con el significado?

A pesar de estar en una misión que se convierte en otra, a Corto nunca le falta tiempo para tener una discusión filosófica con los excéntricos que se cruzan en su camino, y esto proporciona una mayor realidad a las interacciones escenificadas con el elenco de apoyo de aventuras anteriores. Pues aquí Corto parte al corazón del Caribe en busca del legendario continente perdido de Mû. Lo acompañan Levi Columbia, Tristán Bantam, Boca Dorada y el mismísimo Rasputín. Una vez allí, atracará en las inmediaciones de una isla misteriosa y se verá empujado al interior de un extraño laberinto donde tendrá que superar las pruebas más insólitas.

Así como el misticismo y la espiritualidad chocan en la historia, hay una dualidad en el arte donde Pratt transmite una gloriosa y desenfrenada sensación de rapidez, sus viñetas están impecablemente diseñadas, pero no incluyen más de lo necesario a la hora de definir personas y lugares, algunos de los primeros casi abstracciones precipitadas. Sin embargo, aplica la precisión de un arquitecto al suministrar los diversos detalles de un yate, representado con gran detalle, incluso cuando el barco se ve en la distancia. Y Rasputín como comodín de Pratt. El único del elenco secundario que cuenta, una presencia intrusiva y fortuita impuesta al público y aceptada benignamente por Corto sin importar la atrocidad que cometa. Representa la naturaleza básica de la humanidad. Es maravilloso.

La consideración de Pratt de los mitos latinoamericanos, las continuaciones del Evangelio, el realismo místico, aquí Corto Maltés te hace pensar en la idea de: ¿por qué si existiera un Creador tendería repetirse constantemente?

Cómic brillante, como el noventa y nueve por ciento de la obra.