Reseña: Density, de Lewis Trondheim, Stan & Vince y Walter

¿Cómic a la francesa con mi querido Lewis Trondheim en el guión? Vamos, por todos los dioses, quién se niega a eso. Lo que sea de este hombre y pronto. Y es que tras mis adorados cómics de Infinity 8 quién demonios no quiere leer más cositas de este autor en el que tiene puesto también el punto de mira Nuevo Nueve Editores.

¿Y con el dueto de ilustradores Stan & Vince que sólo aportan a este primer volumen de Density grandes dibujos de humor y frescura? Sólo dice… Espera, espera y verás.

¿La premisa? Ahora mismo, friends. Un grupo de amigos se va de viaje por USA pues uno de ellos tiene la intención de participar en un congreso sobre ovnis (de los que está convencido de su existencia). Pero cuando recorren el famoso desierto del norte del país tienen cierto contacto con un extraterrestre que no hace otra cosa que (por error) transmitirle a Chloe (en lugar de a Gilles, su hermano, y aficionado al tema UFO), un súper poder en el que puede modificar la densidad de su cuerpo. ¿A partir de ahí? Toda una serie de aventuras para poder dominar esta extraña habilidad que en un principio parece no ser virtud alguna.

Hasta que detectan que con ello podrían salvar a todo la raza humana.

Density es de esos cómics que no esperas que te lo hagan pasar tan bien. Bastante bien llevado, muy entretenido y, a menudo, con situaciones y diálogos que te sacarán una sonrisa (mínimo, si eres duro como yo para ello). Pero te lo hace pasar de lo lindo. Disfrutable, es decir poco. Toda situación es bastante fresca aquí. Insisto en eso: frescura, es lo que define esta serie. Por que sí friends, Density es una serie de volúmenes publicada al otro lado de los Pirineos que me consta que llega hasta el tercer tomo. Pero un cómic que se siente actual y contemporáneo (¿es lo mismo?) gracias al diseño del tandem Stan & Vince. E incluso si os pasa como a mí que al principio era un poco escéptico sobre la representación del extraterrestre en cuestión, terminas por sentirte atrapado dentro de la trama general en muy poco tiempo y gusta lo que se llega a ver. Y eso que la curiosidad por saber a dónde llevará todo esto, me tiene el pulso a mil…

Una serie que no se toma en serio a sí misma y que goza de ritmo, vitalidad y un dibujo afinado. Pocas cosas más se le pueden pedir a un cómic, ¿no?

Diversión.

Reseña: Serena, de Anne-Coraline Pandolfo, Terkel Risbjerg y Ron Rash

He aquí un álbum que desarrolla una extraña historia, en torno a una mujer tan fuerte como enigmática (e inquietante), con además una relación igualmente extraña entre esta mujer (Serena) y su marido. Una historia que agradecí que no se me entregara “todas las llaves” de la mansión argumental que propone, quedando cierto misterio, misterio acentuado por la presencia del alma maldita de Serena. Una señora que realiza sus bajas obras y por tanto la mirada (especie de jorobado manco ante la tez lívida y rostro dañado) signo de la presencia diabólica que es. Además, ¿no es el pelo rojo de Serena la marca del diablo como pensaban muchos en la Edad Media?

El hecho de que la historia transcurra en USA durante la Gran Depresión de los años 30, con sus desgracias laborales y costumbristas (lo vemos aquí con estos pobres trabajadores arriesgando sus vidas para ganar unos míseros) refuerza el lado oscuro de la historia. Por lo tanto, Serena está habitada por una ambición fría, que la hace rechazar todo lo que pueda interponerse en su camino, y yendo hasta el final, ya sea para hacer borrón y cuenta nueva en torno a su marido, sus inversiones en tierras (ver deforestación frenética, que va de la mano mano con la acumulación de muertes que cada vez parecen menos naturales); y si al principio esta chica trabajadora fascina y atrae, rápidamente perdemos la empatía que sentimos y aparece resaltando su lado más oscuro cautivando al lector de un modo pocas veces visto en un cómic.

La frialdad con que se presenta (incluso con su marido) da la impresión de que lleva una máscara. Serena es una especie de personaje de teatro antiguo, carácter enigmático y enfermizo, Serena destila a su alrededor un veneno que actúa con mayor o menor rapidez pero que termina funcionando. Como lectores vais a tomar gradualmente conciencia de su efecto y no solo en el ambiente inquieto que deja durante la lectura sino en la trama que termina por ser un historia súper interesante hasta el final.

Una adaptación de una novela de Ron Rash (no conocía a este autor y no puedo decir si supera o no la inspiración original), pero un álbum que conserva la profundidad psicológica que muchas veces se pierde en la transición de novela a cómic. Estoy seguro sin haber leido la novela. Tenemos un escenario oscuro y triste, solo iluminado por el cabello rojo de Serena. Una trama que se extiende sobre las llanuras del Lejano Oeste, en medio de la tala constante de árboles, en pleno apogeo cuando todo era barato excepto para el pobre o el indígena despojado de su tierra.

Inquietante obra, con la que se cierra la garganta en más de una ocasión. Lo simple pero efectivo de su dibujo me encanta. Nueva joyita de la BD publicada en nuestro país por Ponent Mon.

Reseña: Klimt, de Cornette y Marc-Renier

A mi chica, mi novia, la que es desde hace casi veinte años mi mujer, no le gustaba mucho estudiar Historia del Arte en el instituto. Sin embargo, siempre estuvo enamorada de un lienzo. Un cuadro de Klimt que se llama El Beso. ¿Por qué cuento esto? Muy fácil. Para mostraros la belleza de la cultura, lo que siginifica para todo ser viviente, pese a que no seas forofo, ni fan, de un tema. Desde entonces, en casa tenemos un cojín en el sofá con la representación del lienzo de Klimt. También le regalé unos pendientes y un colgante con esta misma ilustración. No nos gusta mucho El Retrato de Adele Bloch-Bauer (también conocida como La dama dorada o La dama de oro) porque es un rostro, una pintura que da cierto miedito. Pero sí que nos encanta también Danaë. Un óleo de Gustav Klimt, creado en 1907 que es ejemplo del simbolismo, la excelencia del amor divino, la trascendencia, la belleza del cuerpo de la mujer. Decidme ahora entonces si no era vital para mí, leer, degustar y reseñar, en esta magnífica colección que está publicando Norma Editorial sobre grandes pintores, autores de renombre en formato cómic; si no era súper indispensable ponerme con Klimt. Todos los matices de la vida de este genial artista en un cómic inolvidable como bien alega su sinopsis editorial.

Este es el retrato de un pintor bohemio que amaba el arte tanto como a las mujeres. Vivió en Viena, inmiscuido entre la rica burguesía y muy cerquita del famoso doctor Sigmund Freud. Conoceremos en este cómic cómo pintó su cuadro más famoso (El Retrato de Adele Bloch-Bauer), de la que hay que decir que su esposo era un rico mecenas de la industria azucarera. Y mientras leía el cómic me pregunté dónde había visto esta pintura recientemente. Y fue en la película La Dama de Oro con la excelente Helen Mirren, porque esta obra había sido confiscada por los nazis durante su locura asesina contra los judíos. Y es que fue necesaria una larga batalla legal a finales de los 90 para que la heredera recuperara la posesión de la propiedad robada (posteriormente otorgada por 135 millones de dólares a Ronald Lauder, el propietario de los cosméticos Esthée Lauder). Pero en lo nuestro, me encuentro que el guión del cómic describe bastante bien la fase de composición con esta reina egipcia cubierta de oro y joyas suntuosas. Es cierto que hay algunas fases ligeras, pero la lectura del cómic es una trama agradable de principio a fin.

También ayuda conocer a Gustav Klimt, cuya fama se elevó bastante tras su muerte (como suele pasar en la raza humana). Vivió un estrepitoso escándalo durante la exposición en 1901 de su cuadro Medicina, que fue criticado por la crítica, nunca mejor dicho. Obviamente, pero también curiosamente, los médicos tenían un problema con las mujeres desnudas. Por Filosofía, Klimt ya recibió palos por todas partes por plasmar gente desnuda abrazándose en una especie de orgía desbocada. Ochenta y siete profesores universitarios incluso presentaron una petición ante el Ministerio solicitando quitar sus pinturas de ciertos sitios, así que el artista no lo tuvo fácil para que aceptaran Medicina, más aún cuando repitió el concepto de cuerpos flotantes (la vida), un esqueleto (la muerte) y la figura femenina que representa a Hygeia, diosa de la curación, la limpieza y la sanidad (de ahí viene la palabra «higiene»). Vestida con una túnica decorada al estilo Klimt, la diosa tiene una larga serpiente enroscada en su brazo derecho que bebe de su copa. Nos mira de forma solemne y nos da cierta seguridad. Es una maravilla. Pero hay friends, los conservadores…

Este cómic vuelve a ser maravilla para mí por muchas cosas. Es la esencia del arte dentro del noveno arte. En términos de diseño, podemos arrepentirnos de los colores demasiado apagados pero el resto, el contenido y gran parte del continente, es bastante satisfactorio. Cada vez más enamorado de esta colección que Norma Editorial está editando. Además, Klimt sigue siendo noticia a día de hoy porque dos jardineros han encontrado una de sus obras que fue robada hace casi veinte años.

Pasen y vean, como se decía antes en los museos.

Reseña: El Pintor Forajido, de Frantz Duchazeau

Mezclar arte y belicosidad en un cómic es algo que no había visto… o no recuerdo haber visto nunca. Y poco menos que un autor francés para hacer esto bien, ¿no? Ya la portada de El Pintor Forajido atrae bastante y por eso, y un poquito más de tema histórico, me interesé por el álbum recién editado por Ponent Mon en nuestro país de la mano de Frantz Duchazeau.

El álbum comienza con un hecho histórico significativo, el regicidio del pueblo francés y su joven República. Están allí los mirones, los curiosos y varios pintores y diseñadores para congelar este momento en la memoria. La guillotina se destaca sobre un gran tablón en ángulo bajo. En el campo reina cierta anarquía, la muerte del rey no ha solucionado nada porque el pueblo sigue hambriento a pesar de la caída de la monarquía y los bandoleros son legión. Es en este contexto que descubrimos a Lazare Bruandet (un pintor desconocido para mí), un tipo grande, cojo, con una mirada un poco loca que de repente tira a su mujer por la ventana. Gesto que le llevará a huir a Fontainebleau e inmiscuirse entres sus bosques. Zona que conoce bastante bien, por cierto. Donde resurgen recuerdos de la infancia, tanto los buenos como los muy malos, a la vez que una tropa soldados llega a casa de su madre…

Un cómic que muestra escenas y crea tensión a menudo que avanzas. Viñetas por página, algunas silenciosas, que proliferan momentos de incertidumbre sin tener que aportar una sola palabra. Que permiten a su vez contemplar la hermosa naturaleza de los parajes que se recorren. Me gusta mucho el estilo de dibujo de Frantz Duchazeau, los colores también quedan muy bien. Un buen rato leyendo sobre los pasos de este pintor un tanto torturado y una historia que marca y renueva tus ganas por saber más del momento histórico que se refleja.

Frantz Duchazeau se inspira en la tumultuosa vida de un pintor desconocido, Lazare Bruandet (1755-1804), inmerso en la agitación de la Revolución, para pintar un retrato de este pintor fuera de la ley. ¿Pintor fuera de la ley? Pero todo parece relativo dado el caos que reina en París y en el campo. Una violencia omnipresente que tocó a Bruandet desde la infancia y que sin duda contribuyó a forjar su personalidad desmedida en muchos aspectos. Pues el pintor maneja la espada como el pincel y rechaza las convenciones de la pintura de su tiempo. Además, aspira únicamente a practicar su arte sobre el terreno. Una tierra lamentablemente invadida tanto por bandoleros como por las diversas facciones revolucionarias. Pero Frantz Duchazeau tiene la osadía de tomar como héroe de su historia a un personaje que no es simpático ni entrañable, pero que en cierto modo resulta eco de su tiempo. Seguimos sus andanzas con curiosidad, descubriendo poco a poco lugares de su infancia a los que regresa mientras asume de algún modo el papel y los excesos de un pintor maldito.

Brindo por esta elección de Frantz Duchazeau de presentarnos un álbum y un personaje fuera de lo común y hacernos querer saber más sobre el auténtico Bruandet. ¿Pintor loco? No sería el primero ni el último.

Aunque se maravillosa que la naturaleza que lo rodea le inspire para nuevas pinturas.

Reseña: Enemigos, de Kid Toussaint y Tristan Josse

Enemigos nos mete de lleno en la Guerra de Secesión o Guerra Civil Estadounidense (American Civil War). Fue un conflicto bélico librado en USA que duró entre 1861 y 1865, como resultado de una controversia histórica sobre la esclavitud, guerra que estalló en abril de 1861, cuando las fuerzas de los Estados Confederados de América atacaron Fort Sumter en Carolina del Sur. Poco después de que el presidente Abraham Lincoln asumiera su cargo. Los nacionalistas de la Unión proclamaron lealtad a la Constitución de los Estados Unidos y se enfrentaron a secesionistas de los Estados Confederados, que defendían los derechos de los estados a expandir la esclavitud. Se estudia bastante si has nacido allí. Pero en Enemigos, el nuevo integral de cómic europeo que recién publica Ponent Mon, la historia nos lleva al momento exacto en el que el ejército del norte tiene ventaja sobre los del sur, y una compañía de caballería rebelde acosa su retaguardia y se convierte en un obstáculo del que no se pueden librar.

El tema es que como no puede quedarse sin demasiados hombres, un coronel yanqui envía un pequeño comando para arreglar la situación. El teniente a su cabeza solo podrá contar con un grupo muy heterogéneo de cinco soldados, bastante lisiado y de comportamiento algo excéntrico. Y va un niño en el lote. Y como si no fuera ya suficientemente complicado, parece haber un traidor entre ellos. Pero… ¿solo uno? ¿En serio?

En este curioso guion de Kid Toussaint, encontré un dibujo de Tristan Josse, maravilloso. Uno que me recuerda a Munuera, aunque su línea es menos fluida. Tiene la ventaja de saber ilustrar puestas en escena dinámicas y emocionantes, que es lo que una historia así necesita. Con colores muy agradables, en los mismos tonos luminosos al estilo del famoso Casacas Azules, colección que si también lleváis adelante, estaréis pensando constantemente en ella por tratar el mismo  contexto.

Pero en Enemigos, una banda de seis bastardos, todos con sus características bien definidas y todos escondiendo sus pequeños secretos, va a dar mucho juego. Es una trama digna de ser llevada al cine por Quentin Tarantino. Sabes que algo duro se está gestando, pero cuando empiezas a leer la historia paralela donde los soldados que permanecieron en el campamento apostaron sobre quién podría ser el traidor entre ellos, ahí es ya cuando empiezas a escamarte sobre el suspense que mantendrá toda la historia. Mientras tanto, nos dejamos gratamente engañar y seguimos sus aventuras que acaban siendo una carrera de ratas salpicada de agua y piedras por los parajes salvajes preciosos con los que cuenta América del Norte…

Todo al mismo tiempo sazonado de un ligero humor.

Aunque encontré un detalle que me entristeció. Pues soy muy pejiguera con el tema de los contextos históricos detallados y aunque se metan en un cómic de humor, la referencia siempre debe ser verídica si no se explica lo contrario. Me refiero en este caso a que, NO SE PUEDE representar el puente de Brooklyn en Nueva York, años antes de construcción. Aun así, un cómic que gusta leer, que se disfruta bastante y se lee de un tirón. Un recomendable 2×1.

Reseña: Barrio Western, de Téhem

En Barrio Western, el referente del cómic franco-belga Téhem, relata de algún modo su infancia en la isla de La Reunión a través de una road-movie con animalejos que dejará sin aliento a más de uno. Falsamente ingenuo a través de personajes animales, esboza con precisión todas las etnias y utiliza un enigma digno de thriller en el que nos adentramos en una sociedad criolla compleja y multicolor con un suspense en la trama que nos mantendrá en vilo hasta la última página.

Eso cuentan, pero es verdad. Es el típico cómic que sorprende porque su apariencia para nada es lo que es. En el mes de septiembre de 1976, un pequeño barrio cobra vida. En la isla de La Reunión existe una tiendecita que también sirve como bar, comandada por Serge, el cual ama ser fotógrafo en su tiempo libre. Y es que después de haber inmortalizado a algunos habitantes en su postura favorita, espera que sus imágenes se publiquen en la revista del pueblo.

También conoceremos a Titi y Gérard, dos niños traviesos que nunca pierden el ritmo y que van a tener problemas con el sacerdote. También están Céline y Angélo que sueñan con irse de la isla y volar a París para no volver… Y debéis poner especial atención a monsieur Turpin, el jardinero, que… ¡Se va a encontrar con fantasmas! Conoceremos a otros muchos habitantes y viviremos con ellos los momentos que la vida la ha otorgado. Ti-Catorce, madame Massain y su hija o incluso Cazanove…, todos vivirán un día agitado e inolvidable.

En Barrio Western, Téhem nos ofrece un álbum que es como mínimo atractivo. En el prólogo ya presenta a unos pocos personajes que enamoran, luego tres capítulos dan voz a unos pocos y finalmente el último reúne a todo el barrio. Así, a veces, somos testigos de la misma escena pero vista desde una perspectiva diferente. Esto bien hecho -como en este caso-, es un recurso literario que me encanta. Entre robos, persecuciones, peleas, «fantasmas», este barrio de la capital de la famosa isla de dominación franca está lejos de ser tranquilo.

Barrio Western es, en definitiva, una tragicomedia donde el conocido autor de la BD demuestra un realismo que es a la vez triste, chirriante pero también divertido. Sometidos a la pobreza y al racismo, estos habitantes (todos personajes antropomórficos), resultan, sin embargo, entrañables, a pesar de los actos reprobables de algunos. Téhem esboza con precisión a todos los grupos étnicos y nos sumerge en el corazón de un distrito animado digno de film… para adultos. Sobre todo, por el trasfondo de ciertos asuntos donde los lectores más experimentados serán los primeros en pillar las indirectas que transmiten las diferentes escenas. Guión perfectamente dominado y diseño de lo más encantador.

Otro acierto de Nuevo Nueve Ediciones.

Reseña: La Vuelta al Campo, de Jean-Yves Ferri y Manu Larcenet

Hacía mucho tiempo que no me había reído tanto con un cómic. Y eso me recordó que tengo que volver a los álbumes buenos de Gaston Lagaffe, aquellos que con su lectura te sientes rejuvenecer. Son historias que se reflejan muy bien en cómics como La Vuelta al Campo, de Larcenet y Ferri. Evocan lo mismo. Muestran unos muy agradables personajes (en este caso, atípicos rurales) y divertidísimos que con apenas cuatro detalles se grabarán en tu memoria para siempre. Además de Madame Mortemont, en La Vuelta al Campo, el personaje del ermitaño es magnífico. Recuerda muy mucho al personaje del gobernador en las novelas de Carl Hiassen…

La Vuelta al Campo es una oda a esos compradores de edificaciones arruinadas campestres que con dos tablas, un martillo y unos clavos… cambian su mundo de un día para otro. De los que pueden ser felices hasta el día de su muerte solamente sembrando patatas y recogiendo rábanos. Los dos amigos que son Ferri y Larcenet se encuentran por primera vez en esta serie y se puede sentir la complicidad entre autores. Cómic que estructurado en pequeños bocetos de media página cuentan una historia llena de metáforas, a grandes rasgos, la historia de una pareja neorural que intenta adaptarse a su nuevo entorno; decoración bucólica y aislada, vecinos «rústicos»… Y no sé hasta dónde llega Larcenet en el sentido autobiográfico. Pero es él -o un duplicado de él- quien se pone en escena, no convencido de haber tomado la decisión correcta, el cual siguiendo a su novia loca por vivir en un entorno natural y tener un niño; todo resulta fácil y difícil a la vez. Y es que, a veces, hay que luchar por los sueños de otros, ¿no? Por eso diría que Manu Larcenet se abre en canal contándonos su vida en La Vuelta al Campo. Y si no todos los chistes son divertidos, hay una coherencia entre todos ellos, lo que provoca un conjunto de anécdotas chulo y divertido. Algunos buenísimos como cuando «Manu Larssinet» tiene que dibujar el famoso cartel de la fiesta del cerdo del pueblo… Descojone completo.

El equilibrio entre el humor y las reflexiones sobre la vida que encontraréis aquí, agrada mucho. Me atrevería a decir que ningún lector se arrepentirá de haber comprado este magnífico integral que se acaba de marcar Norma Editorial. Un compendio de gags inspirado en la vida real de unos personajes que ansían lo que muchos: vivir en el campo. Tranquilidad, no estrés, paz fuera ruidos y gente que se odia con la mirada…  Empeñarse en vivir.

Para más inri, el estilo de dibujo empleado por Larcenet en esta serie, aparentemente simple, parece perfectamente dominado y lleno de dotes expresivos. La belleza de la simpleza. Para mí, es uno de los mejores dibujantes de este estilo del gremio actual. El diseño de Larcenet es reconocible y eso es lo que destaca a un artista.

La Vuelta al Campo comprende una serie de álbumes que ahora se recogen en un magnífico integral. Un cómic fresco y de buen rollo, es la máxima que me viene a la cabeza para esta serie (bastante cercana en ciertos aspectos autobiográficos a otra serie de Larcenet (Los Combates Cotidianos: https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/los-combates-cotidianos-01), aunque menos seria. Así que, recomendable, recomendable, recomendable.

El guionista de la nueva etapa de Astérix (Jean-Yves Ferri) y el dibujante Manu Larcenet (Los Combates Cotidianos, El informe de Brodeck) firman una comedia desternillante que gira en torno a la dicotomía entre la ciudad y el campo. Maravilloso relato costumbrista.

Reseña: Gerónimo, de Matz y Jef

Otro western chulo que se puede encontrar en librerías en estas fechas para degustar/leer/regalar de buen cómic europeo y específicamente del Oeste, es Gerónimo, publicado por Ponent Mon. Y aunque en resumidas cuentas es lo que es, un western sobre la vida de Gerónimo, el legendario guerrero apache que azotó a los gobiernos de México y EE. UU; tiene esta historia un puntito original muy chulo en el guión empleado por Matz (cuyo nombre real es Alexis Nolent), un guionista francés de renombre que codirige con François Guérif una genial colección de cómic noir -que estoy loco por leer-, en la conocida editorial Casterman.

Gerónimo es un hermoso álbum que pretende ser realista en su histórica transcripción de la carrera de uno de los últimos grandes jefes indios. Un cómic donde los propios indios asumen el papel protagonista, con un guión fluido e interesante donde Matz evita perfectamente la trampa de caer en la simplicidad de contar una biografía tantas veces contada. Resulta una obra humanista donde el énfasis está en los personajes, sus pensamientos y su evolución en las pruebas de vida por las que tienen que pasar. Además, una visión elaborada en capítulos muy bien pensada, cada uno de ellos en última instancia correspondiendo a etapas donde el personaje/persona tuvo que enfrentarse a diversos puntos de no retorno en su vida. Os confieso que tengo bastante reciente la lectura de Gerónimo, El Apache: La Historia del Último Gran Jefe Indio, una biografía completa y detallada de la vida del famoso guerrero. En comparación, este álbum de Matz y Jef presenta por un lado un diseño más atractivo y elaborado, y por otro, una historia que se centra más en los momentos clave de su intensa vida. Ambos tienen sus ventajas, siendo el primero más informativo y completo, mientras que el segundo lee de forma más agradable y sencilla. Mejor dicho, se disfruta visualmente muchísimo gracias a los trazos de Jef, el cual utiliza un dibujo realista que otorga fuerza a la historia del legendario cacique. Ilustraciones y paleta de colores que logran un western de grandes atmósferas con un tratamiento gráfico donde esplenden magníficos y enormes espacios abiertos, paisajes norteamericanos evocadores. Una historia que entra muy bien y que también diría que conocer algún que otro detallito anterior de la biografía de Gerónimo, enriquece la lectura. Pues permite comprender mejor algunos de los pasajes del cómic.

Esi si, en esta versión de su biografía, me sentí un poco menos cercano al personaje ya que aquí da la impresión de encerrarse obstinadamente en una salvaje venganza a toda costa, mientras que el hecho de presentar su entorno y vida familiar, se deja un poco atrás. Pero quizás este detrimento sea más un problema mío por lo que comento de tener muy reciente una lectura parecida y andar constantemente comparando ambos productos. Sin embargo, me quedo con el diseño bellamente elaborado de Jef. En definitiva, un genial tomo de cómic europeo que recomiendo muy mucho a los fans del Lejano Oeste, ese que tanto inspira, en el que tantos dramas y horrores se vivieron.

Os dejo la sinopsis editorial, que me parece muy bien labrada:

1850, norte de México. En las tierras ancestrales de los apaches otra masacre tiene lugar. Un campamento es atacado por soldados mexicanos. Entre las víctimas, la esposa, tres hijos y la madre de un joven curandero de renombre: Goyahkla, “el que bosteza”. Goyahkla, que a partir del ataque tiene el don de la clarividencia, reúne a las diferentes tribus apaches para vengarse del pueblo donde tuvo lugar la masacre. En el combate homérico que seguirá, él gana el rango de guerrero y un nuevo nombre: Gerónimo. Pero si él ha decidido dedicar su vida a vengarse de los mexicanos, la llegada de los blancos lo complicará todo. Los apaches deben enfrentarse a un enemigo aún más numeroso y peligroso que Gerónimo subestimará inicialmente…

Reseña: Piel de Hombre, de Hubert y Zanzim

Con que te digan que estás ante una obra que acumula una decena de premios en Francia, entre los que se encuentran los más conocidos, se te debe poner el vello de punta a poco que ames e intentes degustar todo lo que puedas sobre cómic europeo. Un mínimo de interés crece en ti. Y se transforma de bolita a bola de nieve a medida que te vas interesando por un argumento que encima tiene un giro que puede llegar a dar (y da) mucho de sí. Con esto me refiero a cómo creció mi hype cuando me enteré que Norma Editorial publicaba Piel de Hombre en nuestro país. ¿Y qué pasó? Pues de esas historias que sabes a ciencia cierta que te van a gustar pero que siguen siendo una linda sorpresa. Un relato precioso que nos presenta a personaje inolvidable como Bianca una semana antes de su boda, matrimonio concertado entre dos «buenas» familias, se discuten varios temas, incluida la identidad de género, la condición femenina y la religión. Temas que sigue siendo una pena que sea relevante en muchos países hoy en día. Y como Bianca habla con su madrina antes de casarse la cual le otorga una “piel de hombre» para que conozca y experimente sensaciones y sentimientos del otro sexo. Por lo que ya os adelanto que como mínimo tendrá una visión de su futuro marido desde ángulos sorprendentes.

Hubert (seudónimo de Hubert Boulard) fue un guionista de cómics francés que nos dejó en 2020 con tan solo 49 años. De familia normal pero muy católica (poco favorable a la homosexualidad) provocó que el artista se encontrara en una depresión no diagnosticada ya desde su infancia. Las dificultades por las que atravesaba lo inspiraron a crear, en sus obras, “monstruos y personajes marginados”. Os cuento este tema para que veáis como un autor puede crear las más bellas obras y, sin embargo, lleva toda una vida de sufrimiento. Entre muchos otros títulos, en su último año de vida, Hubert escribió el guión de Piel de Hombre (Peau d’homme), dibujado por Zanzim, obra que hoy os traigo. Un álbum que ganó el Gran Premio de la Crítica 2021, el Premio de los Bibliotecarios 2021 y el Festival de Angoulême 2021, en el apartado Fauve des Lycéens. En el que nos vamos a la Italia del Renacimiento, donde Bianca, una joven de buena familia, está en edad de casarse y sus padres encuentran un prometido de su agrado: Giovanni, un rico comerciante, joven y agradable. La boda parece discurrir sin problemas a pesar de que Bianca no puede ocultar su decepción por tener que casarse con un hombre del que no sabe nada. Pero cuando menos lo espera, se le da a conocer el secreto guardado y legado por las mujeres de su familia durante generaciones: ¡Una piel de hombre! Al ponérsela, Bianca se convierte en Lorenzo y disfruta de todos los atributos de un joven increíblemente hermoso. Ahora podrá recorrer el mundo de los hombres y conocer a su prometido en su entorno natural. Es más, en su piel masculina, Bianca se libera de los límites impuestos a la mujer y descubre el gusto por el amor y la sexualidad de una forma que jamás pudo imaginar.

Pese al entorno creado de cuento medieval y mágico, en Piel de Hombre, Hubert muestra personajes terrenales. Una Bianca bastante desvergonzada, un Giovanni arrogante y «lindo», Angelo el monje inquisitivo y una plétora de papeles secundarios entrañables. Sin olvidar el muy distinguido Lorenzo (Bianca bajo su piel). Me vi envuelto en esta loca historia, donde Hubert destila maliciosamente las escenas atrevidas y más convencionales, encuentra el equilibrio adecuado y de él emana un soplo y oda a la libertad. De hecho, vemos de inmediato hacia dónde dirige el autor sus ideales más certeros y más íntimos, pero nada que interfiera en la lectura. Muy de acuerdo con la opinión de que estamos ante una hermosa oda a la libertad sexual. La moral renacentista que actuó como espejo de la de nuestro siglo y que tanto hincó el diente a querer marcar más la diferencia entre géneros. ¿Tuvo que ver la iglesia y sus propósitos machistas? Siempre tiene que ver la Iglesia, friends… ¿Por qué tachar la libertad al género femenino y ser objeto de desprecio y coerción cuando son las responsables principales de que estemos en este mundo? Jamás lo entenderé.

Zanzim en sus dibujos nos lleva de la mano al arte medieval pocas veces mejor interpretado. Me encanta la disposición a querer mostrarnos un dibujo muy de homenaje a los diseños medievales, los pocos, que se pueden encontrar a día de hoy. Hubert y Zanzim tejen un sofisticado cuento medieval que nos invita a reflexionar sobre el peso de los roles de género y las convenciones sociales…, lo dice la sinopsis y lo corroboro. Además, en un bonito tomo digno de regalo, en tapa dura y una edición preciosa.

Reseña: Wyoming Doll, de Franz

Primer western del año que disfruto, ya había ganas. No es que tengamos mucho cómic del Oeste donde elegir entre las novedades y por eso agradezco enormemente a las contadas editoriales españolas que dan salida a este tipo de títulos, de los que, sin duda, hay cantidad de fans comiqueros en este país. Es por eso que no me cansaré de recomendar nunca los títulos que salten a novedades con esta temática. Muchas de ellas procedentes del mejor cómic europeo, que como he dicho en cantidad de ocasiones, es curiosamente donde mejor se elaboran estas tramas.

Wyoming Doll es un álbum de esos que se te hacen tan corto que terminas, y ya quieres volver a leerlo. Una historia que juega mucho con las pautas marcadas de los clásicos westerns, sinceramente, no revoluciona en absoluto el género, pero las sensaciones finales son de haber disfrutado de un buen cómic. Tiene mucho que ver la trama y el dibujo empleado por Franz; aunque no la forma. Detallado pero no esplende con fuerza debido al conglomerado de viñetas por página. Lo que me  lleva a pensar que, pese estar ante un álbum de sesenta y ocho páginas, Franz tenía mucho que contar y no quiso o no pudo por alguna razón.

La historia tiene un punto original, o mejor dicho, diferente. Después de la masacre clásica de una caravana por parte de los indios de las praderas, una joven escapa y es atendida por una pareja de hombres un poco estrambótica. Un joven blanco algo tosco (que madurará rápidamente), y un Lakota solitario, borracho de venganza que llevará estos términos si hace falta hasta un sentido suicida. Es la amistad entre estos dos hombres -que se convierten en tutores de la niña-, a lo que me refiero como toque original y poco probable. Hablamos de una época difícil donde el egoísmo humano brotaba como cactus en tierras baldías. La honradez brillaba por su ausencia. Cada alma viviente iba a lo suyo y hacía lo que tuviera que hacer para salir adelante. Por eso Wyoming Doll es un himno a la naturaleza, la amistad, a tres personajes en una historia donde intentan reconstruirse juntos. O por separado, pero dándose mutuamente razones para vivir.

Una trama un poco contemplativa que se marca el prolífico guionista e ilustrador de la BD, el señor Franz. Un cómic de lentitud asumida pero tensión constante. Relaciones entre blancos e indios (estamos en el inicio de la conquista de las Grandes Llanuras), así como entre tribus indias (Siouxs y Pawnees a la cabeza, enemigos hereditarios), todo bien llevado. Un álbum de cómic europeo que Ponent Mon pone en librerías este mes, ideal para los que aman el género western tanto o casi como yo. Alternando la visión del indio puro en armonía con la naturaleza y la del mugriento Lejano Oeste de los blancos que apenas tenían donde caerse muertos.

Wyoming Doll es un cómic imbuido de una inmensa tristeza. Una historia, un relato, un cómic, que perfectamente podría haber sido escrito por el mangaka de lo evocador, el desaparecido hace unos años maestro y señor Jiro Taniguchi (https://ponentmon.es/categoria-producto/taniguchi).