Reseña: Marvel Must-Have. Planeta Hulk, de Greg Pak, Carlo Pagulayan y Aaron Lopresti

«Los niños de hoy en día son muy listos». Una frase recurrente. La decímos ahora como padres o abuelos pero también la decían los padres y abuelos de hace medio siglo, y diría que mucho antes. Hace unos años fui con mi hija y mi mujer al estreno en cines de Capitán América: Civil War. No pasó mucho tiempo de metraje cuando mi niña me dijo: Papá, ¿dónde está Hulk? Acostumbrada desde muy pequeña a ver pelis de superhéroes, con una madre que ha leido desde siempre cómics y un padre polifriki; ya ella sabía que faltaba alguien y que si por alguna razón (que en el film comentan muy de pasada), una Civil War significaba que iban a pelearse todos contra todos… A ella lo que le importaba es que faltaba uno. Y Hulk no estaba. Entonces, le expliqué así por encima lo que se escondía tras ese tema. Aunque en realidad, me hubiera gustado que hubiese sido algo más mayor (¿Cinco años más?) y decirle como padre orgulloso: Rubita, es hora de que leas Planet Hulk.

Una historia genial y alternativa que Joe Quesada, director editorial de la Marvel de entonces, tuvo claro que Hulk no podía estar en la Tierra en el momento en que desencadenase aquella batalla. Era obvio que el bando que contase con el gigante verde, sería claro ganador de la contienda. Por supuesto, hablo de cómics. Ya sabemos lo chiste que es Hulk en comparación con otros superhéroes de la MCU. Así que fue Quesada quién comenzó a mover la maquinaria que sacaría a Hulk de nuestro planeta para a la postre iniciar con él un proceso de reconstrucción del héroe más que necesario para adaptar al personaje a la nueva edad de grandeza a la que Quesada estaba llevando a los principales héroes de la editorial. Y se parió así toda una saga que recupera Panini Cómics ahora nuevamente en una colección en la que sin duda debe estar un guionazo como es Planeta Hulk. Un Must-Have en toda regla, uno de los integrales mejor cuadrados que he leído de Marvel en mucho tiempo. Donde descubrí toda una serie de maldades, sobre uno de los personajes que más me han molado de La Casa de las Ideas, precisamente por eso mismo, por ser uno de los más denostados.

Los Illuminati (un grupo formado por Tony Stark, Reed Richards, Rayo Negro, Namor, y el Dr. Stephen Strange y Charles Xavier) se reúnen para engañar a Hulk y enviarlo lejos de la Tierra ante el enorme conflicto social que se avecina. Pero la decisión de depositar a Hulk en un planeta deshabitado y pacífico con vida no más inteligente que él, se ve truncada cuando la nave espacial es interrumpida por un agujero de gusano, colocando a la mole verde en un violento planeta llamado Sakaar, inmerso en guerra de sociedades. El guerrero de piel verde se une rápidamente a otros vilipendiados del Universo para sobrevir en una curiosa arena de gladiadores. Es entonces cuando empieza a despuntar como uno de los mayores enemigos del césar-manda-más de los reinos, el llamado Rey Rojo.

A través de toda una serie de conflictos y problemas, Hulk une todo un planeta matando al tirano regente, a la vez que encuentra un alma gemela y se enamora de la guerrera Caiera. Hulk es el salvador de las especies. Es coronado rey, con Caiera como reina. Pero la paz no dura eternamente, nunca lo hace, el goliat verde ve como los mundos (al igual que su amada Tierra) tarde o temprano, están abocados al desastre, a la aniquilación interna por los conflictos entre razas, generada por la falta de recursos. Su golpe de estado parece haber dado inicio a la destrucción del planeta Sakaar y a lo que en breve se llamará World War Hulk con su regreso a casa…

No existe paraíso para Hulk. Permitidme haber ahondado un poquito bastante en el inicio de esta saga, no lo suelo hacer, pero necesitaba que viérais que aquí (de momento) hay muy poco de lo que con los años metieron en Thor: Ragnarok. Un film que gusta por la genial mezcla de comedia y epicidad, pero donde se vuelve a denigrar la verdadera fuerza de La Masa, el Hulk que ha llegado a nuestros días, que en los cómics todos temen. En este Planeta Hulk sí que hay originalidad por los cuatro costados. Puede ser una de las historias de El Bicho, más recomendadas. Y con razón. Perderte en este integral como lo hice yo, no tiene precio. Como igual de alucinante es ver pelear a la mole verde contra Silver Surfer en una arena de gladiadores…

Como os decía, los eventos de Planeta Hulk continúan con la ira desatada de la mole verde en World War Hulk. Otra aventura que en mi opinición también tiene cabida en dicha colección. Obras que pueden vivir la una sin la otra, pero que se complementan bastante bien. Así que lo dicho: he gozado como un cosaco, como un poseso, pues eso: Alta recomendación.

Gloriosa aventura extraterrestre que no debe faltar en ninguna cómicteca.

Reseña: Meddling Kids, de Edgar Cantero

Ha tardado pero ya está aquí, en nuestro idioma, este libro que tan buenas sensaciones dio al publico norteamericano en 2017. Un español petándolo en la lista de best-sellers del New York Times.

Oí sobre Meddling Kids, de Edgar Cantero, comparaciones de todo tipo; que si Los Goonies, E.T., Cuenta Conmigo (Stand by me) o la concurrida para estos argumentos de grupos de niños en apuros con misterio de fondo, Stranger Things. Incluso, Scooby Doo…, que aunque tiene algo, en mi opinión, no le hace ningún bien esa comparación. Es más It. Y es cierto que recuerda a estos grandes títulos, pero friends, queridos friends, siempre hay más. Meddling Kids es una idea brillante unida a una ejecución hermosa y con un tono perfecto. Una yuxtaposición de nostalgia de casos detectivescos de colores primarios con un subtexto de sobreviviente de trauma seriamente oscuro que golpea como agua helada cada vez que empiezas a divertirte demasiado. Por muchas cosas. En especial, esos recuerdos que tenemos de vez en cuando, a lo que debe haber sido ser un niño asustado, con un monstruo en la puerta arañando para entrar.

Bien, pues la nueva novela de Edgar Cantero ya está aquí de la mano de Insólita Editorial, con una buena traducción de Christian Rodríguez . Donde de primeras nos topamos con Andy, uno de los cuatro personajes principales, miembro de por vida del Club de Detectives de Verano de Blyton que en el bonito año de 1977 (jeje) desenmascaró al monstruo del lago Sleepy muy a lo Scooby Doo, pues resultó ser un imbécil con una máscara de goma que intentaba ahuyentar a la gente de la mansión encantada del pueblo donde buscaba oro. Trece años después, estos chicos viven atormentados por los recuerdos de unos hechos que difícilmente pudieron ser obra de un tipo con una máscara. Hay cosas que no cuadran cuando las piensas con mente de adulto. Andy fue la bossie a la que probablemente y pese a sus travesuras a todo el mundo le caía bien. Tim, cabe señalar, es un perro. Un weimaraner, bisnieto del intrépido Sean, quien junto con Andy, Kerri, Peter y Nate años atrás, vivió aventuras de detectives en sus veranos -vacaciones escolares- en Blyton Hills, Oregon. Junto al canino, Kerri, la otra niña del grupo de entonces, ahora ahoga sus penas en el alcohol. Nate, el fanático de las novelas de terror está internado en el manicomio de Arkham, Massachusetts, pero Nate sigue en contacto con Peter, el deportista convertido en estrella de cine que fuera el líder de la pandilla… Y eso que lleva años muerto.

¿Todo esto os resulta (fans de Stephen King) de algún modo familiar? Debería. Y aunque no hayáis (por amor del destino) leido nunca nada del Rey del Terror, como niños de los 80s el argumento os tiene que resultar familiar/atractivo si vivisteis en primera persona el querer ser detective, investigar casos tan siniestros como misteriosos. Fue una moda que nos atrajo y que vivimos muchos en nuestra infancia. Los dibujos animados de los sábados por la mañana, aventuras y casetas en los árboles, una cueva nueva por descubrir, encontrar una bicicleta o muñeca perdida, un día en el bosque, en el Canal de los Presos, en la Universidad abandonada; lugares que nuestros padres no querían ni que pisáramos… Todo esto debería seros tan familiar como vuestro aliento. Eso sin mencionar a todos aquellos fans de Los Cinco, de Enid Blyton. ¿Niños Entrometidos? Bonito y feo a la vez titulo en español, pero una idea rescatada muy chula de Edgar Cantero que da para unas buenas tardes de lectura.

La nostalgia. La verdad de la vida. Amigos que fueron y que ahora son unos extraños más. Gente con las que compartisteis todo, hermanos eternos de entonces, el último verano que los separó. Punto y aparte y caminos separados. Hasta que alguien dice basta. Casi siempre hay algo por lo que volver a ser lo que fuimos. Siempre quedará algo que nos une. Ninguno de ellos habló sobre los cadáveres que colgaban de los árboles alrededor de la mansión encantada. Nadie habló de lo que realmente pasó en las mazmorras. En los 90s, Andy es una delincuente buscada en dos estados pero lo único que realmente le persigue es el Terror de su infancia. Kerri se bebe sus pesadillas en la ciudad de Nueva York y ve en el hielo el Mal. Nate, entre locos, intenta ocultarse y Peter, el perfecto, ya no existe. Ese si que descansa. Suicidios a un paso. Pero Andy ha decidido que es hora de volver a unir a la pandilla y regresar a Blyton Hills. Hallar la tranquilidad, la paz mental, resolver aquel misterio con mente adulta y eliminar ese cáncer que los haido devorando lentamente.

Meddling Kids es ese libro que quieres leer y lo sabes. Antes de que se convierta en peli. Trama divertida, triste, trágica, terrorífica y muy pulp. Tu niño interior quiere saber.

Reseña: Green Lantern. Especial 80 Aniversario, de VVAA

Ocho décadas, Ocho Green Lanterns y medio, es el articulo de Felip Tobar que trae este tomito al inicio. Un cómic que hace bastante justicia en general, a lo que es en sí, esta celebración de los 80 años que cumple el personaje. Tras 80 Años de Flash, Joker y Catwoman yo por lo menos no iba a dejar pasar la oportunidad de disfrutar de esta mini recopilación de uno de los grandes personajes de la Edad de Oro, tratado por autores de la talla de Geoff Johns, Ivan Reis, James Tynion IV, Gary Frank… y otros muchos más que no querían perderse la oportunidad de conmemorar a otro de los grandes superhéroes que se volvió octogenario en el pasado 2020. Todo lo relacionado con Green Lantern, desde el original Alan Scott, que fue creado por Martin Nodell, me flipa. Desde su primera aventura que se remonta a 1940 en el All-American Comics #16, creo que es el héroe más «novelitas de ciencia ficción» del mundo del pijameo.

En este tomo que queda genial junto a sus hermanos, encontrarás varios encuentros de guionistas con personajes, pero también algunas reuniones de artistas con escritores, lo cual es un hermoso regalo. La primera historia está protagonizada por el primario Alan Scott. Lo que es Oscuro no Soporta la Luz es un one-shot de James Tynion IV y Gary Frank, donde el arte de este último es simplemente asombroso. La historia es conmovedora, cuenta como Alan va a visitar a la madre de un amigo suyo que murió cuando Alan recibió el anillo. La conversación entre los dos está intercalada con escenas del primer caso de Alan. Interesante, muy interesante lo que se cuenta, sobre todo, en lo relacionado con Los New 52.

Después tenemos a Hal Jordan en Última Voluntad, de Geoff Johns e Ivan Reis. Me encantó esta trama de la que no desvelo un ápice. Ahora, si lees el número especial de The Flash 750th, sabrás que Geoff se volvió a unir con el artista Scott Kolins, y dieron una historia bastante divertida y curiosa donde el envío de mensajes a ciertos héroes es… Ups, ya me callo.

Cullen Bunn y Doug Mahnke son más de los míos y tiran por Sinestro en El Significado del Miedo. Donde Cullen ofrece una gran perspectiva de lo que puede significar el miedo y cómo lo ve Sinestro. Me gusta esta historia, ya que es un repaso del personaje hecho por fans y para fans. Y con algunos de los elementos modernos de la vida de Sinestro. Mola el guiño de encontrar a un Green Lantern del sector 1961, que resulta ser el año en que se creó Sinestro. La siguiente historia está protagonizada por Green Lantern y Green Arrow, un tandem que es una maravilla especialmente en el volumen que publicó ECC Ediciones de Denny O’Neil y Neal Adams que marcó un hito en el mundo del cómic de los 70s. Juntos de nuevo para este A Solas, guionizado por Dennis O’Neil y el ilustrador Mike Grell. Una historia que golpea un poco más fuerte cuando sabers que O’Neil falleció antes de verla publicada. Mike Grell hace un trabajo asombroso con su arte, representando una Flecha Verde clásico. La historia después de su apertura se convierte en una de reconocer qué tan lejos puede llegar una persona si se lo propone.

La historia protagonizada por Kyle Rayner en Legado, de Ron Marz y Darryl Banks, fue otra reunión fantástica de los dos creadores de Kyle. Este one-shot me trasladó a los días de Kyle como el único Green Lantern. Aventuras que leí de jovenzuelo, una época espléndida de vacaciones y playa. Tengo que decir que creo que DC debería capitalizar esta reunión y conseguir que estos dos creativos lleven una serie del superhéroe juntos lo antes posible. Eso si, cuando lleguéis a El Corazón de los Corps, será mejor que tengáis a mano algunos pañuelos. Guy Gardner y Kilowog protagonizan esta historia de Peter J. Tomasi y Fernando Pasarin. Una hermosa historia que hace un gran trabajo desorientando al lector hasta su conclusión. Mostrando cuánto corazón pone Tomasi en sus historias. Una lectura inolvidable.

Invertir la Polaridad, Cuatro, La Voz, Un Héroe del Terreno y Viejas Cicatrices-Heridas Abiertas son las historias que completan este volumen-homenaje de grandes autores actuales sobre Green Lantern y su mundo. Con muy buenos mini-guiones, algunos muy chulos como ver a un grupo envejecido de Lanterns que mantienen vivas las reuniones mientras hablan de los días de gloria y/o donde se trata sobre los problemas que atraviesan algunas personas musulmanas y estadounidenses del Medio Oriente. Un tomo bueno de precio y llevadero donde además de estas historias, nos invitan a un glosario de pin-ups donde se describen todos los Green Lanterns nuevos y viejos que salen en el tomo.

Un viaje fantástico a través de los 80 años de Green Lantern. Un tomito homenaje (insisto), hecho por fans y para fans del personaje que se disfruta bastante.

Reseña: Las 5 Tierras. Volumen 1, de Lewelyn, Jêrome Lereculey y Dimitris Martinos

El poderoso atractivo de una portada muchas veces vale para engancharte a querer saber qué hay detrás. ¿El anzuelo? Hablamos de cómics. Es obvio que el dibujo sea lo primero que nos interese de una obra. Después, está que seas amante del cómic europeo o no, sabiendo a ciencia cierta que todo lo que procede de centro del viejo continente rebosa calidad. ¿Y qué puedo decir de Las 5 Tierras esta nueva serie que publica Yermo Ediciones por volúmenes? Lo mas fácil sería decir que estamos ante otra obra de fantasía medieval llena de giros inesperados que se ha alzado en nada hacia lo más alto de las mejores series francobelgas del momento. Y que su primer volumen ya está aquí. Es lo que tiene el éxito. Y es que en series o mejor dicho argumentos de este tipo, la comparación con Juego de Tronos es inevitable. Y digo yo: como si Canción de Hielo y Fuego hubiese innovado en la Fantasía con el tema central de sucesión al trono y todas las familias o casas dándose de ostias por él. Cuando lo primero a decir es, que ni siquiera eso es un arco argumental fantástico; está en nuestra historia vieja europea desde el medievo. O si alargamos un poco el brazo, desde que el ser humano se separó por clanes que mostraban respeto y obediencia a otro clan superior que los gobernaba a todos. No obstante, el temita atrae. En especial, las intrigas, situaciones, los apuñalamientos por la espalda (literales o no) que se dan las diferentes familias por alcanzar el poder. Ese salseo, bien llevado, nos pone burrísimos a los lectores. Por eso, Las 5 Tierras es otro plato muy disfrutable. Y en formato cómic y con un dibujazo tremendo de Jêrome Lereculey, mi recomendación va a resultar dedundante.

Las 5 Tierras es uno de los pocos cómics que me ha marcado con fuerza, que ha reavivado las brasas que quedaban en mí. Un guión muy “a lo Juego de Tronos«, muy “a lo tragedia griega”. Pero no penséis que no se presenta más complejidad a la historia. Obviamente, una serie coral con cantidad de personajes entre los que es difícil identificar un héroe principal. Pero sí, como suele ocurrir, hay uno (o dos) que ves que van jugar un papel importante con el tiempo, pero no es crítica, al contrario, porque esta complejidad nos permite sumergirnos de lleno en este mundo donde todos defienden sus intereses lo mejor que pueden utilizando la violencia, la mentira, la traición, el amor y/o la amistad.

A lo largo de las páginas de estos dos primeros capítulos (Con todas mis fuerzas y Alguien vivo), entendemos que nadie es realmente blanco, y que todos están tratando de sobrevivir en este mundo despiadado. Debo admitir, sin embargo, que aprecié mucho a la «Sombra del Rey» por su rectitud, inteligencia y ligera insolencia. El joven Hirus también me impresionó con su “previsión” en sus primeras decisiones… Pero es uno de esos personajes del que no te fías, al que nunca le pedirías que te trajera un vaso de agua.

Me ha molado. Me ha molado mucho. El diseño de Jêrome Lereculey es impresionante. Refleja a la perfección los sentimientos de los protagonistas en escenarios espléndidos. No deja que tengas dificultad en reconocer a los diferentes héroes y distinguir claramente las especies animales a las que pertenecen. ¿Cómo logra dar caracteres diferentes a todos estos tigres y hacer que los veas diferentes fuera de su apariencia animal? Lo flipo. Aquí hay una historia coral que me alegró descubrir. Asistimos a la accidentada sucesión del reino de Angleon, intercalada con traiciones, complots, asesinatos e historias de amor.

Seguimos varias tramas paralelas (preveo que bastantes más en posteriores álbumes) que al final se cruzan en un momento o en otro. Destacar como con apenas cuatro datos, ya estamos metidos en un universo y su tradición. Se siente fácilmente que hay un duro pasado que lastra a ciertos personajes y mola ver que el territorio es vasto en todos los sentidos y aunque no se cuenta aún todo lo ocurrido en el archipiélago de Angleon, llegará. En cuanto abrimos el cómic, nos topamos con un portentoso mapa de las enormes cinco tierras. Queda mucho por saber.

Y ya estás enganchado. Molando mucho el hecho de que la historia es apasionante y comprensible a pesar de la cantidad de personajes y tramas simultáneas y que el dibujazo tremendo destacando el nivel de humanismo creado para cada personaje y el corte de cada viñeta que da muy bien el paso de una secuencia a otra. Pero como todas las obras que abarcan tanto, tiene sus puntos débiles. Aunque en mi caso es más dolor de hype que otra cosa. Por ejemplo, al principio, se nos presentan diferentes pueblos que lamentablemente (o por el momento) no vuelves a saber de ellos. Y QUIERO saber más de ellos. También hubiera sido interesante en una obra así, una tabla resumen al principio o al final del volumen aclarando a modo de guía quién es quién, aunque por el momento no hace falta pero que es cosa que gusta a los cortos de memoria. Muy recurrido esto en obras/trilogías de literatura fantástica. No obstante, novedad imprescindible.

Las 5 Tierras es mi cómic-hype del momento.

Reseña: Marte Verde, de Kim Stanley Robinson

El primer volumen de la trilogía denominado Marte Rojo culminó con un punto de inflexión en 2061, asentados en el planeta e intentando ganar la suficiente autonomía para no querer responder a la Tierra, o a las corporativas visiones de Marte desde la Tierra, mejor dicho. Ahora todo un poco más calmado, pero dos fuerzas opuestas pues las Corporaciones Transnacionales siguen empeñadas en explotar y controlar el planeta rojo, y aquellas que quieren seguir un camino marciano independiente, todavía están en conflicto con tanto mandato. Un malestar ferviente que se extiende por gran parte del paisaje grana. No obstante, los poderosos de la Tierra mantienen el control, y hay una gran oposición en Marte que va a dar mucho… que hablar. Por no decirlo de otra forma mas ordinaria.

La Trilogía Marciana comprende los títulos Marte Rojo, Marte Verde y Marte Azul. La editorial Minotauro, y en especial la colección Minotauro Esenciales, recupera esta obra magna del escritor Kim Stanley Robinson (Antártida, Tiempos de Arroz y Sal, El sueño de Galileo, 2312…), una obra que toca aspectos muy diversos. Yendo más allá de la simple acción y entrando en temas de política, economía, psicología y, por supuesto, ciencia y tecnología, tenemos una trama interesante e innovadora como pocas de las novelas actuales de Ciencia Ficción. Por que además trata un tema que tenemos “aquí al lado”. Se centra en una hipotética colonización de Marte por el ser humano que comienza en 2026 y que abrirá guerras de todos los colores entre las potencias de la Tierra, pero también dará paso a un foco diferente y que nadie espera, los Primeros Cien, la primera expedición que llega para quedarse en el planeta. Y con la cura milagrosa de la longevidad que el señor Robinson proponía en el anterior volumen, en Marte Verde continuamos sabiendo de los Primeros Cien, los que quedan activos, porque algunos quedaron eliminados para dejar un grupo central manejable (convenientemente extendido también), para permitir que la acción nunca decaiga).

Pero ha pasado suficiente tiempo para que una primera generación de nacidos en Marte también juegue un papel importante. Y uno de ellos, Nirgal, se convierte en uno de los personajes principales. Otro personaje nuevo muy molón es Art Randolph; un terrícola que es enviado como representante de Praxis, una de las Transnacionales más notorias que ahora dominan la economía y la política mundial. Una mente más abierta que las demás, ansiosa por trabajar junto con los marcianos en lugar de simplemente reclamarles recursos por doquier. Con Nirgal y Art, Kim Stanley Robinson nos presenta y describe de manera efectiva la vida y las condiciones en Marte a través de otros ojos: la mirada del niño que crece allí y que apenas sabe de qué va todo esto, y la del recién llegado que nunca antes ha estado en el planeta rojo. La situación en la Tierra es terrible. Con una guerra mundial en 2061 que consolida el poder Corporativo Transnacional (y en última instancia metanacional). Los ricos reciben el tratamiento de longevidad descubierto, pero muchos de los pobres no. «Mortales”, se les llama. Uff. Un tema de división y potente conflicto entre pobres y ricos. De hecho, podría deciros que Marte Verde trata tanto del continuo colapso de la Tierra como de la alternativa marciana. El colapso de una parte de la Antártida eleva el nivel del mar en seis metros en todo el mundo, lo que requiere evacuaciones masivas de zonas costeras. Mientras, se realizan esfuerzos para «terraformar» Marte. La Tierra misma experimentando cambios físicos drásticos que la hunden y las potencias no hacen nada por salvar a Madre Tierra.

Aparte de las posibilidades técnicas de formar un planeta según los deseos de uno, las preocupaciones y a lo que da interés Kim Stanley Robinson en la Trilogía Marciana, siguen siendo las teorías económicas y políticas. Parece particularmente plausible, pero con algo más de novela de aventuras esta obra ganaría muchísimo. Quizás ocurra en Marte Azul. Aun asi, es otra de las novelas de Robinson que goza del poder de atracción y abstracción con una historia que gusta e interesa con poco que sepas de ella. Pues Marte es el edén. La oportunidad de comenzar de nuevo, la ambición, la independencia, una colonia que reivindica la separación de sociedades que están de vuelta desde hace años…

Marte Verde cubre un período relativamente largo, de una revolución en 2061 hasta la siguiente 2127, lo que permite tanto un cambio físico significativo en Marte como una cierta extensión de la historia que en mi caso leí en nada. Con un ritmo bastante bueno, la novela sigue una variedad de personajes y en esta novela vivimos juntos a ellos una buena combinación de pequeñas situaciones curiosas. Pero debe leerse como parte de una historia más grande. Debe leerse como parte de la trilogía y no de forma independiente.

Segunda parte de una de las mejores trilogías de Ciencia Ficción que se pueden leer ahora mismo. Galardonada con los premios Nebula y Hugo, una obra que se podría decir que está a un paso de cumplirse.

Reseña: Los Guerreros de Dios. Integral 1, de Philippe Richelle y Pierre Wachs

Lo importante es, que cuando los propios autores son amantes de la Historia, en su obra normalmente lo van a transmitir muy bien. Y todo va en consonancia. El lector de Los Guerreros de Dios, esta chulada de álbumes recopilados que está publicando Ponent Mon, de Philippe Richelle y Pierre Wachs, y del que se acaba de publicar el segundo volumen; el lector, tú y yo, en más o menos ganas, nos gusta leer/saber más de la Historia y en este caso, de las curiosas (por llamarlas de alguna manera) guerras civiles más importantes que Francia sufrió entre católicos y protestantes. Un periodo turbio como pocos. Un contexto bastante bien descrito por guionista e ilustrador de este cómic, sobre todo, por que se lleva adelante no como plato principal, más bien de trasfondo.

En Los Guerreros de Dios todo se centra en las desventuras de un caballero que llegó a interesarse por la Reforma un tanto por accidente; hecho que me parece sublime porque… ¿Cómo nos ocurre lo importante en nuestras vidas, si no es por pura casualidad? Cuando Francia se quiebra en la segunda mitad del siglo XVI, guerra y religión van de la mano. Un caballero se verá obligado a mezclar estas dos «virtudes» del hombre. Entre reforma y tradición, su corazón sangriento se balancea. En aquel siglo de incertidumbre, el reino de Francia buscó enemigos doquiera que mirara. En especial, quería hacer frente a la “codicia” de los españoles. Por eso, en su fuero interno se le dio caza a los seguidores de la Reforma. Enrique II quiere que desaparezca del mapa el caballero de Boissac, un supuesto católico pero curioso de las tesis de los hugonotes. Debe vivir una amarga experiencia. La religión no es una broma si la Iglesia Romana te está observando. Eso debe saberlo.

En esta época de pensamiento en auge, donde el hombre ya se ve como el centro del universo y omnipotente, pienso que es súper complicado asumirlo si no tienes la más mínima idea de lo principal. Puedes pillar ideas objetivas de gente, del porqué a tanto movimiento a finales de siglo XVI, pero lo normal es que oigas más ideas subjetivas que otra cosa. ¿Por qué? Porque aquí (una vez más) la religión anda de por medio. Y si no te atrae siquiera un poco el tema, te enterarás de muy poco. Por ejemplo, preguntar sobre las ideas de Calvino en la plaza de París en el año de gracia de 1557, quizás era yo el único tonto en clase de Filosofía en el instituto al que le interesaba. Pero yo soy fan -entre otras muchas cosas-, de ver como el ser humano es capaz de ahogarse en un vaso de agua cuando algo le increpa. O mejor dicho, le da miedo. Y si entonces nos trasladamos a territorio galo, al verano de 1557, una zona invadida por las tropas del emperador español Felipe II, un enemigo temido por todos, y según el entendimiento del monarca francés, enemigo atroz que manda sitiar la ciudad de Saint-Quentin de la mano del militar Manuel Felipe de Saboya; yo, por ejemplo, ya estoy dentro.

Este primer integral recoge los tres primeros álbumes de la serie, La caza de herejes, Los ahorcados de Amboise y Los mártires de Wassy. Tres capítulos para iniciarse en una trama histórica e inevitablemente romantizada que permite captar la atmósfera que reinaba en aquellos tiempos oscuros. Muy bien elaborada, a partir de una técnica de guión muy usada últimamente como es la gran historia, a través de la pequeña. Muy al estilo de Los Tres Mosqueteros, del maestro Alejandro Dumas y aún más, de su casi desconocida y súper recomendable novela La Reina Margot. Maravillosa para los amantes de este periodo.

Pronto se acabarán los alimentos y las reservas de pólvora están casi vacías. A punto de capitular, el almirante Gaspard de Coligny, encargado de la defensa de la ciudad, pide ayuda a su tío, el alguacil de Montmorency. Por desgracia, este último es un mal estratega y es capturado. Guerras religiosas que incendiaron todo un país y parte del continente europeo. El cambio de siglo. Personas acostumbradas a nuevas ideas pueden practicar su no adoración a escondidas, si quieren, pero si estos Protestantes aumentan en número y se oponen a la gracia de Dios y para colmo, toman las armas… En esta atmósfera del fin del mundo es donde el caballero Arnaud de Boissac intentará salir del paso. Frecuentando quizás demasiado las tesis del pastor Calvino y buscando la benevolencia de los poderosos, como el Conde de Montsouris y el Duque de Guisa. Pero ¿será suficiente?

Philippe Richelle y Pierre Wachs, dos autores de los que me han recomendado muchísimo su serie Les Mystères de la Troisième République (Los Misterios de la Tercera República), donde dicen que lo hacen de maravilla. Entonces, a ver. ¿Ponent Mont? ¿Más de estos autores, s‘il vous plait?

Reseña: Marvel Limited Edition. Maestros Marvel del Suspense. Parte 1, de Stan Lee y Steve Ditko

Vamos a decir Suspense por no decir Terror. El buen Terror, la mejor intriga, el cómic que increpa, esas historias que mantienen la tensión desde el primer momento y que de bien que están hechas rápidamente te meten en situación…

Como a todo aquel que ahonda en un tema, llega un momento que, no es que sepa demasiado, es que ya casi lo ha visto todo. Y a mí me pasa con las Antologías; recopilaciones de terror, suspense, relatos policíacos… Y las diferentes formas que existen de llamarlas. Volumen con guiones variados que aúnan un todo que me incita a leerlos y la mayoría de las veces a devorarlos. Por que de lo bueno, siempre quiero más. Sencillamente, por eso a uno se le cae la baba y se debe dar patadas en el culo por conseguir este último Marvel Limited Edition publicado por Panini Cómics y SD en nuestro país. La primera parte del Maestros Marvel del Suspense: Lee y Ditko. Ahí es nada. Los creadores de Spiderman y Doctor Extraño en sus inicios, haciendo sus pinitos y dándole también a “lo prohibido”, sí. Creando relatos en formato cómic al estilo de las clásicas antologías The Crypt of Terror, The Haunt of Fear, The Vault of Horror o la archiconocida Tales from the Crypt (Historias de la Cripta), que a cine y televisión llegó. Creando una buenísima recopilación para la ocasión donde se le dice Suspense por no decir Terror.

Escalofriantes historias de suspense y misterio, parábolas de tensión psicológica desgarradora, que ahora aparecen recopiladas en un tomo de cómic imprescindible. Un buen volumen que no recoge una serie sino los diferentes números en colecciones diferentes donde dichos maestros publicaron sus más macabras ideas fuera del emergente pijameo. Y eso mola porque encontramos historias que vieron la luz en inencontrables revistas (hoy en dia) como Journey into Mystery, Journey into Unknown Worlds, Mystery Tales, Marvel Tales, Strange Worlds, World of Fantasy o la World of Suspense de la época, por poner unos ejemplos. El primero de dos fantásticos ómnibus que publicó Marvel, historias de cinco a diez páginas como mucho, donde Ditko y Lee crean monstruos (en sus más diversas formas), historias de terror, suspense, crímenes y Ciencia Ficción. Gran cantidad de material que vuelve a ver luz y que nadie debería, al menos, ojear.

Buenas historias que con poco, te atrapan. En el Oeste, dos ladrones de bancos escapan a un rancho remoto, justo cuando uno comienza a dudar de sus acciones criminales. Un científico crea una píldora que podría cambiar el mundo para siempre, pero un sueño le convence de no seguir su objetivo. Un malvado ser es revivido por un tipo gracias a la magia negra. Los marcianos amenazan con invadir y destruir toda vida terrestre y todas las naciones de la Tierra se unen para hacer un viaje y convencerlos. Un hombre consigue introducirse en un platillo volante y tras perder el sentido, cuando vuelve en sí en la Tierra, tiene recuerdos de haber pisado Júpiter. Un hombre roba un anillo místico de los monjes en el Tíbet, lo que le da fortuna pero arruina su salud. Un hombre usa una máquina del tiempo para resolver sus problemas de dinero. El Capitán Kane navega con su barco de pesca cuando su tripulación logra atrapar una langosta de casi tres metros y medio de largo y empiezana buscar de dónde procede tal bicho…

Más de cuarenta historias para disfrutar.

Joyitas que resucitan.

Tengo un profundo amor por los cómics que leí en la infancia. Y me encantó saber que antes de que Marvel entrara en el negocio de los superhéroes, ya publicaban antologías que trataban los tres grandes géneros y en especial, la Ciencia Ficción más clásica como Strange Tales y Journey into Mystery. Pero a finales de los años 50 del pasado siglo, la fiebre de los platillos volantes empezó a ser reemplazada por monstruos, de manera segura y dentro de los límites del Cómic Code. Un terror más cercano al que sólo había que cambiarle el nombre. Por eso, los niños de la época disfrutábamos (monstruos que rara vez lastimaban a nadie), incluso cuando devastaban ciudades. Lo mejor de estas época fue dibujado por Jack Kirby y en nuestro país se llegó a editar algo de eso en Diábolo Ediciones. Pero en aquellas revistas tras las buenas historias de Strange Tales, mis ojos de niño empezaron a reconocer unos gloriosos dibujos que aparecían casi siempre en una historia en los cinco o seis últimas páginas de la revista. Un artista que llegaría a reconocer por su estilo distintivo desde entonces y ya por siempre. El famoso estilo de Ditko que desafía las comparaciones e imitaciones y se muestra espectacularmente en esta enorme colección de cuentos cortos que Panini y SD llevan a librerías especializadas.

Historias completamente diferentes a lo que estáis acostumbrados si apenas habéis leído cómic de terror o suspense de esta época. O que disfrutaréis y con las que sonreiréis levemente si conocéis y/o ya habéis degustado gloriosas series de televisión como The Twilight Zone (La Dimensión Desconocida), Thriller (la llamaron en España, Tensión) o Más Allá del Limite (The Outer Limits). Historias que se dicen que son para adultos, pero que disfrutas como cochino en un charco desde muy joven. A menudo retorcidas, a menudo, surrealistas; la brillantez de Ditko junto al ingenio de Stan Lee en sus primeros años. Tomo único e inclasificable.

Reseña: Dreaming Eagles, de Garth Ennis y Simon Coleby

La historia de Los Aviadores de Tuskegee, como se les conocía, es uno de esos cuentos heroicos que casi no puedes creer que sea cierto. Hombres, que experimentaron vil fanatismo y racismo de ambos lados en la Segunda Guerra Mundial, cómo pudieron superar tan terribles obstáculos y continuar desempeñando un papel vital en la lucha contra la maquinaria de guerra nazi. De todos es sabido, que Garth Ennis aparte de crear cómics macarras donde se machaca al estereotipo de superhéroe perfecto, su otra gran pasión es el cómic bélico. Cómics histórico-bélicos algunos ya leídos por mí donde pronto descubres que no lo hace nada mal como en Battlefields, o por supuesto, cada vez que mete a El Castigador en los más terribles infiernos de las diferentes últimas guerras que ha sufrido el mundo.

Dreaming Eagles acaba de ser publicado por Planeta Cómic en un buen tomito en tapa dura que recopila los seis números que comprenden la miniserie donde el guionista Garth Ennis (The Boys, Jimmy’s Bastards, A Walk Through Hell, Equipo Rojo…) y el dibujante Simon Colby (Juez Dredd, The Royals, The Authority…) cuentan una historia real sobre los primeros aviadores afroamericanos aceptados en la USAAF. Una visión única de la historia de los pilotos de Tuskegee, que lucharon tanto contra la agresión nazi como contra la intolerancia estadounidense. Donde impulsados a los cielos mortales del Tercer Reich, los pilotos de combate afroamericanos de Tuskegee, no solo fueron fundamentales contra la máquina de guerra nazi, sino que también enfrentaron un desafío igualmente grande, superando la intolerancia cotidiana entre sus compañeros soldados estadounidenses y entre los civiles, sus propios vecinos. El peligro en casa.

Viendo que su hijo intenta defender sus derechos fundamentales como ciudadano estadounidense, Reggie Atkinson se retrotrae al pasado y nos va contando ciertos momentos vividos durante tan terribles años. Desde su entrenamiento como piloto de combate hasta sus primeros encuentros en el aire sobrevolando zona ocupada entre Sicilia e Italia, teniendo su primer éxito en el 99 Compañía de Escuadrón de Cazas (cuyo líder de la Operación testificaría años después en su defensa frente al Congreso), la intolerancia institucionalizada del que ya se considera el ejercito más fuerte del mundo, con nuevos aviones que les dan capacidad de escoltar a bombarderos estadounidenses hasta el corazón de la capital nazi donde les espera una fuerza aérea alemana ya derrotada, pero que defiende su patria con uñas y dientes. Cielos también devastados por la guerra de la Europa ocupada, donde los amigos, la gente que de verdad está contigo y te sigue, son el mejor arma para luchar contra toda oposición.

Un cómic con un número final trepidante que cierra con una batalla que aseguraba el lugar de estos hombres en la historia. Un puesto entre muchos héroes que ahora apenas se tiene en cuenta. Donde, para colmo, ves lo que tuvieron que soportar después de sobrevivir al infierno. Como, de vuelta a casa en los Estados Unidos, a estos aviadores de Tuskegee, a estos hombres de color, a estos HOMBRES, encima tienen que sufrir una violenta bienvenida. Reggie y Fats descubriendo el terrible costo del progreso, un legado que acababan de dejar escrito, el legado de los famosos Tuskegee Airmen (Aviadores de Tuskegee) un mérito memorable aunque eso no todos los estadounidenses lo pueden aceptar.

Lo bueno de Garth Ennis en sus cómics bélicos es que evita la glorificación y romantización porque sí. Adopta un tono realista sea cual sea el tema tratado. Realidad hasta en lo más simple, en lo que ayudan bastante las viñetas de Simon Coleby. Véase a Reggie con una pesada carga obvia enfatizado en sus rasgos faciales ya cansados del mundo. Primeros planos como herramienta de narración que presenta a gente dolida que hace años que está de vuelta.

Dreaming Eagles es uno de esos cómics que incita a aprender, un proceso que conduce a una mayor comprensión de cómo se formó nuestro presente, pero también saber de una/otra historia de heroicidad, de las cientos que hubo durante la terrible Segunda Guerra Mundial. Historia cautivadora, personajes por los que preocuparse y espectáculo artístico. Todo lo que quieres en un cómic bélico. Y en una peli de Óscar.

Reseña: Bajo la Luna. Una historia de Catwoman, de Lauren Myracle e Isaac Goodhart

En estos días de incertidumbre que quizás pensábamos que nunca los íbamos a vivir en primera persona, muchos de nosotros disfrutamos de una historia sobre el empoderamiento, especialmente cuando son víctimas que terminan por convertirse en sus propios héroes. En el film, la Capitana Marvel tenía mucho de esto en mente. Esencialmente, Carol Danvers desafió explícitamente a quién le dice que haga frente a quién quiere ser e incluso le llega a decir en un momento dado a su ex-mentor: «No tengo nada que demostrarte». Estas son ideas geniales, diferentes, REALES. Por que el nivel de prepotencia en la gente de cierta edad, gente que no se deja enseñar por sus mayores o semejantes con más experiencia, a estas alturas, sobrepasa todos los limites. Por supuesto, elaborar una historia en torno a ese tema es arriesgado. En el caso de la Capitana, su personalidad permaneció prácticamente estática a pesar de la pérdida de memoria, el lavado de cerebro y el eventual triunfo. Habría que preguntarse entonces: ¿Se lleva esto en los genes? ¿Está dentro de nosotros en un lugar al que aún no le hemos puesto nombre? Probable. Muy probable. El contraste aquí es que la mayoría de esos personajes maduran frente a la tragedia y eso, sencillamente eso, es lo que nos deja una sonrisa en los labios después de leer una buena obra.

La versión de Selina Kyle que crea la guionista Lauren Myracle no es diferente. En Bajo la Luna: Una historia de Catwoman, con frecuencia se muestra de una manera que parece que deberías estar impresionado por lo que hace, antes y después de huir de casa. El cómic comienza con la frase: No es por quejarme pero mi vida es lo peor. Es dura pero una frase que todo joven y adulto ha pensado o dicho alguna vez. ¿O no? Y ya estás enganchado, por que estremece. Eché entonces un ojo a la autora y no fue sorprendente ver que el trabajo de Lauren Myracle es exclusivamente ficción para jóvenes, como The Internet Girls, The Fashion Disaster That Changed My Life… Pero no confundamos esta descripción con un ataque a la literatura juvenil o libros dirigidos a chicas jóvenes; tratar estos temas, sinceramente, me parece una de las cosas más difíciles del arte de escribir. Creo que se necesitan muy malas experiencias vividas, así como un don, para saber trasladarlo bien a una trama. Cosa que Myracle hace divinamente en Una historia de Catwoman. Tan fácil como en ciertos momentos la historia te pone los pelos de punta.

En Bajo la Luna: Una historia de Catwoman, Selina es rebelde a la forma común: pequeños robos, defendiendo al niño gay de la escuela, insultos con la servilleta mojada, finge ser una solitaria cuando tiene al menos dos amigos que parecen disfrutar de su presencia. Y las cosas se ponen raras y se vuelven escalofriantes de nuevo cuando tiene un encuentro imaginario con un gato gigante del cielo que le dice que ahora es Catgirl, que su nombre real es Catgirl y no Selina. Y luego está Bruce Wayne.

Me gusta como está hecho Bruce. Un chico decente que es amable con todos, y como sospecha que Selina está pasando un mal momento, le abre la puerta de su casa, a lo que, por supuesto, ella se niega porque es una Catgirl independiente. Si no fuera por que lo encontré demasiado perfecto para un tipo que vio cómo asesinaban a sus padres… Bueno, con el adulto que muestran normalmente los cómics me pasa lo mismo. Lo chulo es, que con un guiño a la continuidad, Selina está enamorada de él y ella intenta negarlo. Se cuenta aquí que son amigos desde preescolar o algo así. Pero hay algunos elementos más interesantes, como que Selina se une a una pequeña banda de inadaptados y poco a poco se convierte en un modelo a seguir. La joven traumatizada del grupo es toda una ladrona. Esta es probablemente la parte narrativa que más se disfruta del volumen. Está genial. Así como otros villanos conocidos que van apareciendo.

El diseño de personajes del ilustrador Isaac Goodhart es bueno, simple, pero lo suficientemente detallado para mostrar una amplia gama de expresiones sin mucha repetición. La paleta de colores limitada se utiliza maravillosamente y durante la lectura, a veces, me puse a repasar algunas viñetas de paisajes grandes donde Goodhart establece una perspectiva y una profundidad impresionante.

La pregunta es: ¿Alguien en Gotham tuvo una infancia feliz?

Feliz Día de los Enamorados.

Reseña: Marshal Law (Obra Completa), de Pat Mills y Kevin O´Neill

Lo recuerdo como un cómic que en mi juventud veía en formato grapa en el kiosco de mi calle, pero cuyo dibujo y cuyo tamaño -algo más estrecho de lo normal eran los Epic-, de algún modo me repelía. Sin embargo, había algo. Tenía algo. Algo extraño en esa fruta prohibida que pese a su mal apariencia quieres saber a que sabe. ¿Y qué es Marshal Law? Pues me consta que una de las primeras y mejores críticas al género superheróico que se han hecho. Una sátira, así como una deconstrucción de los superhéroes de la Edad de Oro y la Edad de Plata. El personaje principal, ya es específicamente una parodia de la tira cómica del Juez Dredd que se publicaba en la 2000 AD. Un oficial de la ley ultra-violento en una ciudad futura distópica. Una serie que se caracteriza por su extrema violencia gráfica y desnudez sin reparos. Pat Mills no se cortaba un pelo y arañó aquí a la política de superhéroes convencionales, dando a su vez un repaso a la sociedad de gobierno que promovía USA en aquellos años 80.

Nunca me cansaré de alabar del bien que hacen al aficionado de toda la vida, editoriales que escuchan peticiones y rescatan títulos que muchos pensábamos que jamás volveríamos a tener en nuestras manos. Una de las eternas peticiones que se han hecho, es el regreso de Marshal Law. El comicazo que entre otros se marcaron los geniales Pat Mills (Judge Dredd, Sláine) y Kevin O´Neill (The League of Extraordinary Gentlemen, Cinema Purgatorio) entre 1987 y 1993. Epic Comics lanzó Marshal Law en octubre de 1987 como una serie limitada de seis números. Le siguió el one-shot Marshal Law: Takes Manhattan, en el que la mayoría de los personajes principales de Marvel son parodiados. En 1991, Mills y O’Neill llevaron al personaje a la incipiente Apocalypse Comics para otro one-shot. Luego, el personaje protagonizó el papel principal de Toxic!, un cómic semanal que comenzó en 1991. Resultó que no gustó nada y Apocalypse Comics quebró en 1992. Mills y O’Neill llevaron entonces a Marshal Law a Dark Horse Comics, donde la historia de Toxic! se completó ese mismo año. El mismo en el que el personaje regresaba también a Epic Comics para una serie de dos números que enfrenta a Marshal Law contra Pinhead, el líder de los Cenobitas que tiene pinchos o clavos amartillados en el cráneo, que sale en la famosa obra Hellraiser, de Clive Barker. Recuerdo tener este cómic en mi estantería del piso de Las Vegas y mirarlo cada poco… Durante los años siguientes, Marshal Law apareció en varios cruces entre franquicias y se enfrentó a personajes tan dispares como La Máscara. La miniserie original y todos esos primeros cómics se recogen en este integral.

Marshal Law es el «cazador de superhéroes» autorizado por el gobierno a “rescatar” a las personas de bien de esos maleantes con súper-poderes. Custodia la ciudad de San Futuro, la metrópolis de un futuro cercano construida a partir de las ruinas de San Francisco después del Grande, un enorme y destructivo terremoto que la hundió. El trabajo de Law es acabar con otros superhéroes que se han vuelto rebeldes, trabajo que desempeña con desdén y sin miramientos, empleando su máxima fuerza, cosa que le provoca un enorme placer. Ayudado por el usuario de sillita de ruedas Danny y su socio físicamente imponente (pero extremadamente educado) Kiloton; este mariscal de la Seguridad opera desde un recinto secreto bajo la ciudad. Administrando la justicia brutal suficiente contra los súper-poderosos para salvaguardar al ciudadano de a pie. La identidad secreta de Marshal Law es Joe Gilmore, un ex-supersoldado consumido por el odio a sí mismo por ser un superhéroe. En el mundo que nos muestran Mills y O´Neill, los superhéroes son gente común que cambió gracias a la ingeniería genética, donde gran parte de las fuerzas armadas de los Estados Unidos se han sometido al proceso. Sin embargo, aunque sus cuerpos pueden volverse súper-poderosos, sus mentes permanecen exactamente como eran y, en muchos casos, la incapacidad de sentir dolor hace que los sujetos lo compensen infligiendo dolor a los demás. La psicosis de diversos grados también es un efecto secundario común, y algunos sujetos desarrollan súper-poderes sin ser conscientes de cómo usarlos. Poderes terriblemente incontrolables.

La miniserie original de seis números gira en torno a los intentos del Marshal de desenmascarar a un asesino en serie y violador que se “alimenta” de mujeres como Celeste, la actual novia del querido superhéroe Public Spirit. El aborrecimiento de Marshal Law por el Public Spirit -que representa todo lo fraudulento e hipócrita de los superhéroes-, lo lleva a sospechar que este mismo es responsable de esos crímenes. Trama, sencillamente magnífica.

Mucho antes que Garth Ennis, Pat Mills ya mostró al fan (que se acercó) esta magnifica idea de darle a los superhéroes que se creen especialitos, lo que se merecen. O´Neill aquí, se ve que aún se estaba desarrollando, así que es normal que el dibujo a muchos de vosotros no os entre. Pero en resumidas cuentas, ahora gracias a ECC Ediciones y su genial colección DC Blak Label pone de nuevo disponible esta joyita, nadie debería perdersela. Una de las obras por las que me fustigaba no haberla leído aún.

Marshal Law es magnífica.