Reseña: Pelúcidar. En el Centro de la Tierra, de Edgar Rice Burroughs y VVAA

No os podéis hacer una idea la de joyitas buenas en formato cómic que está publicando Diábolo Ediciones. O sí porque estáis muy al tanto como yo. Como un puñal nostálgico hacia el corazón de muchos de nosotros, una obra tras otra que provoca babeos entre para el aficionado al Terror, la Fantasía y el más atractivo pulp que desde los 60, 70 y 80 nos tiene enganchados a la lectura de por vida. A los viejóvenes y polifrikis como yo, el consejo de compra de Pelúcidar: En el centro de la Tierra, puede resultar redundante. Pero a los que nunca tocaron novelas pulp e incluso les da reparo, pero aún así, siempre le llamaron la atención, tenéis aquí el más ligero acercamiento a lo que Edgar Rice Burroughs quiso proponer al mundo con estas aventuras.

Pelúcidar: En el centro de la Tierra es un cómic que recoge en un solo volumen varias de las historias del autor de Tarzán. Un mundo donde se trata la ambientación o el entorno de Pelúcidar, un mundo bajo nuestro mundo, una obraza labrada gráficamente por amantes del género que con los años se convertirían en maestros como son o fueron Len Wein , Dennis O´Neil, Michael W. Kaluta…, artistas míticos del cómic norteamericano, que en los años 70 y 80 adaptaron al noveno arte cantidad de tramas pulperas.

Pellucidar (Pelúcidar) fue un lugar localizado en el interior de la Tierra, imaginado por el novelista estadounidense Edgar Rice Burroughs para una serie de historias de aventuras. En un cruce entre dos de sus series de novelas, Burroughs desarrolló un episodio en el que Tarzán viajaba a Pelúcidar; una historia maravillosa. Aunque las historias publicadas en este tomo implican principalmente las aventuras del heredero minero David Innes y de su amigo el inventor Abner Perry, que utilizan un «topo de hierro» con el que alcanzan una profundidad de quinientas millas hacia el interior de la corteza terrestre, donde encuentran un mundo subterráneo habitado. Posteriormente llevarán hasta allí a distintos visitantes del mundo de superficie, como Tarzán, Jason Gridley o Frederich Wilhelm Eric von Mendeldorf und von Horst…

Señores pulperos de pro, esto tenéis que disfrutarlo. Estamos en una época dorada de publicaciones de retrospectivas de cómics. En USA, IDW y Dark Horse han estado publicando reimpresiones recopiladas de Tarzán y otras propiedades de Burroughs, pero también lo estamos viendo rescatado en cómic europeo o toda la joya clásica de los grandes autores que ese personaje en formato cómic tuvo. En nuestro país están llegando muchas de estas cositas y es el momento de no perdérselo. Al comienzo de la Edad de Bronce de los cómics, DC estaba imprimiendo varios cómics basados en las obras de Edgar Rice Burroughs. Tenían que hacer frente a lo que Marvel también hacía que no era otra cosa que sacar titulo tras titulo, historias rescatadas del tan vendido género de aventuras pulp, donde es un buen ejemplo casi todo lo que escribió Robert E. Howard. Una antología que publicó DC por entonces y que molaría muy mucho ver rescatada por estos lares fue Korak: Son of Tarzan. Tenía 52 páginas, y además del héroe de la portada, tenía dos historias de respaldo basadas en varios personajes de los libros de Burroughs, entre ellos: Pelúcidar, la que inicia este volumen. Esa antología fue renombrada no mucho después cuando se presentó una nueva novela de Tarzán donde iban a aparecer en formato literario estos personajes (¿se les escapó un spoiler?). Libros en los que poco después las sagas de Pelúcidar y John Carter también intercambiaron tramas.

Dark Horse recopiló las historias en un volumen, uno que recupera Diábolo Ediciones y que he podido disfrutar de lo lindo. Las historias están escritas por Len Wein y Denny O’Neill. En el campo de la viñeta tenemos a Allen Weiss, Michael William Kaluta y Dan Green. Grandes bateadores de la Edad de Bronce de los cómics. En la trama, dos exploradores que terminan en un mundo que nunca esperaron, donde se muestra la versión de Burroughs de la teoría pseudocientífica de la Tierra Hueca, esa que dice que existe un área en el centro del planeta, iluminado y caliente, viable para la vida gracias al núcleo fundido en su «cielo». Porque Pelúcidar está gobernado por humanos parecidos a los neandertales, así como dinosaurios y otros monstruos. Y los seres inteligentes que rigen son los mahar, una raza de seres parecidos a pterodáctilos con el don de la telepatía. Con una raza de seres simiescos que actúan como sus ejecutores. A lo largo de las historias, nuestros héroes lideran una revolución contra los mahar e intentarán encontrar el camino de regreso a casa.

Un verdadero pastelito para el amante del pulp. Cincuenta años después, todas estas historietas, son recopiladas en una edición de calidad, tapa dura, que hará las delicias de todos los seguidores del buen cómic de aventuras.

Reseña: Hulka. Empezar de Cero, de VVAA

Tras un muy buen sabor de boca con la serie de TV de She-Hulk en cuyo capitulo final los guionistas se ríen de si mismos, de nosotros y de todo lo sucedido en la serie; algo muy en la línea de lo que siempre se pretendió en los cómics clásicos de Hulka donde el cachondeo con el tema de romper la cuarta pared era tremendo; uno está claro que quiere leer y saber más de la abogada verde. Y si os lo preguntáis (como hice yo) el cómic actual que está más en la línea de lo que promueve la serie de de TV es, sin duda, Hulka: Empezar de cero. Lo dice la sinopsis: «Tiene una carrera como abogada que reconstruir, amigos a los que recuperar, y tal vez representar ante los juzgados, y enemigos que… bueno, quizás no quiera reconectar con ellos, pero ellos están deseando reconectar con la Amazona Esmeralda. Ha llegado el momento de recorrer un camino nunca transitado por ella… ¡y quizás por todo el Universo Marvel!».

Hulka: Empezar de cero es un cómic palomitero de los de disfrutar sí o sí. En especial, si venís directamente de disfrutar el personaje en pantalla. Así es más fácil que os encante. Y si no, no me cuesta nada hacer una especie de guía del personaje y recomendar algunos cómics suyos que, por cierto, gracias al momentazo de la chica verde, se están reeditando gracias a Panini como es toda la saga de Byrne. ¿Quién es Hulka? Su verdadero nombre es Jennifer Walters y es prima de Hulk. Hace mucho tiempo, Jen recibió un disparo de un mafioso y su primo Bruce Banner le hizo una transfusión de sangre para salvarle la vida. Su sangre irradiada con rayos gamma la convirtió en una gran mole verde que aparecía cuando se irritaba al igual que le pasaba y pasa a su primo. Ya habréis visto que el origen no es como se ha visto en la serie de TV. Pero muy parecido, sí. No obstante, no solo esto hace que Jen sea interesante. A lo largo de los años, Jen ha tenido mayormente control sobre su forma Hulk, nada que ver, con la cantidad de mal tragos que ha pasado su primo. Y muy pronto, lista y más espabilada para todo como son las mujeres respecto a los hombres, ella es capaz de transformarse a demanda. Y lo chulo es que empieza a ver que el modo Hulka es en el que prefiere estar casi todo el tiempo. Jen lo elige. Ser Hulka la hace sentir fuerte, segura, confiada, sexy y casi con un chasquido es capaz de ayudar a las personas que la necesitan… Pero esta señorita tan excitante y potentona encima trabaja de abogada y ayuda al prójimo con su intelecto para evadir la Ley con esos resquicios que un buen letrado siempre encuentra. Y es verde como el equipo de moda…

O sea, que lo tiene todo para triunfar. Además, una cosa que me encanta del personaje es que le gusta ser superheroína. Por lo general, no es necesario convencerla. Es una abogada con un verdadero amor por la ley y la justicia pero convertirse en héroe es una extensión natural de sí misma. Porque Jen es buena, pero también es interesante. Y divertida como pocas, de las que saber pasárselo bien. Fue uno de los primeros personajes de Marvel en romper la cuarta pared y esto da pie a todo tipo de bromas con el lector que como mínimo te sacarán una sonrisa.

Autores nuevos como los que tratan este TPB hacen que el personaje se reinicie y se desarraigue. Algunos personajes, como Spiderman y Hulk, impulsan grandes historias de Marvel. Algunos como Hulka suelen ser secundarios. Pero esto ocurría en otras décadas. Ahora podemos disfrutar de aventuras de chicas interesantes como las que se proponen en este tomo, y os aseguro que no son historias feministas, y eso, en mi opinión, que esté conseguido, lo convierte en una dinámica de personaje interesante.

Hulka lucha continuamente por reconciliar su propia identidad y necesidades por el bien común. Es una gran jugadora de equipo, pero cuando se convierte en el centro de atención, es complicada y fascinante. No se me terminan los halagos ante cómics así tan disfrutables.

Reseña: Wild West, de Thierry Gloris y Jacques Lamontagne

Ahora la reseña de una de esas obritas que gustan leer de vez en cuando ambientadas en uno de los siglos más convulsos que ha vivido el continente norteamericano. Wild West es una serie con la que Thierry Gloris y Jacques Lamontagne se encumbraron (diría) reivindicando el mito de Calamity Jane; una chica de la frontera estadounidense, francotiradora y narradora, que fue conocida, sobre todo, por su inestimable relación con Wild Bill Hickok. Entiendo que si estáis leyendo esta reseña es de suponer que sabéis un poquito-mucho del Salvaje Oeste americano. Pero si no, también os contaré que Wild Bill Hickok fue otro héroe popular de la zona conocido por su vida en la frontera como soldado, explorador, agente de la ley, jugador de cartas, showman y actor, y por su participación en muchos tiroteos famosos de la época. Otro que obtuvo una gran notoriedad en gran parte por las historias «invent» que contaba sobre sí mismo. Muchos de este entorno se dieron cuenta del detalle que si sembraban historias locas de hazañas suyas, su fama y reputación subía como la espuma. El boca a boca, ya sabéis.

En Wild West que nos publica Norma Editorial para el disfrute total del mejor cómic western, el que insisto, mola más el hecho en el viejo continente que en el nuevo; tenemos un cómic donde por álbum nos hablan de la vida de cada uno de estos personajes reales, historias que se romantizan mucho y se inicia con un volumen que recoge los dos primeros de la serie (Calimity Jane/Wild Bill) para el acople total. Y con acople me refiero a que estos dos álbumes recogen lo que se denominada primer ciclo de la serie, que vuelve a poner el mejor western en el candelero del cómic europeo. Y es que muy pronto entramos de lleno en la acción cuando pasamos a donde se narra una parte del viaje realizado por Calamity Jane en su alistamiento como exploradora en el ejército, una parte que por cierto, no se cuenta ni es muy conocida en los anales de la historia. Mola ese relleno. Se opta por presentarla como una señora de la limpieza en un salón-burdel, siendo «rica sólo en su virtud» porque se niega a dormir en el mismo lugar. Pero agredida por un cliente violento y salvada por el secuaz del jefe del burdel del que se enamora. Pero las cosas no son menos complicadas para ella y finalmente se ve obligada a prostituirse también. Aunque todo cambiará con la aparición en la ciudad del famoso cazarrecompensas Wild Bill Hickok quien conducirá a la joven a la aventura de las aventuras.

El diseño, la recreación y el viñetaje es tremendamente chulo en Wild West. Es creíble y vivo. El dibujo de Jacques Lamontagne es emocionante y ofrece páginas bastante cuidadas que sumergen inmediatamente al lector en la atmósfera de época.

Los colores participan de una manera hermosa y los personajes están bien hechos, incluso si la elección de presentar a la joven Calamity Jane como una hermosa joven heroína es un poco formulista ya que su físico real era mucho más rústico. Bastante más fea, hablando en plata. En definitiva, un cóctel apasionante que se lee como una aventura moderna con sus sorpresas y giros. Donde se aprecia el tener entre manos la reunión de dos leyendas del Salvaje Oeste. Y es que por mucho que la historia real nos diga que se conocían sin más detalles, ponerlos en acción juntos es aún más cautivador.

Muchos de los que estáis leyendo esta reseña ahora mismo, sabéis que vais a comprar, o al menos, andáis ya locos por leer el cómic. Lo sé. A poco que se publique una buena historia western, la queremos y más si está hecha en cómic europeo porque eso es sinónimo de calidad. Y así es, en Wild West, ttenemos un volumen que hace pensar en una gloriosa serie, semillas ya sembradas para que un buen árbol crezca.

El segundo volumen me convenció más. Me pareció excelente y me lo pasé muy bien leyendo las locuras de Wild Bill y acabé enamorándome de este personaje. Y los mensaje gráficos y evocadores a los paisajes del Lejano Oeste y la Frontera… es que son geniales. Por cierto, ¿dónde he visto yo antes a la chica de la portada del tomo? ¿Quién tomaron de modelo? Es una actriz conocida, ¿no? No caigo ahora…

Reseña: Monsieur VADIM (Integral), de Gihef y Morgann Tanco

Monsieur Vadim es un cómic que trata un tema interesante: historia de mafiosos pero con el concepto de la tercera edad como trasfondo. ¿Cómo? La vejez. El héroe epónimo, Vadim, fue miembro de la Legión Extranjera y ahora está retirado. Un tipo fornido que aprendió a pelear y matar para seguir adelante pero ahora tiene artritis, se siente solo y tiene la mente ocupada con la mera idea de asegurarse de que su nieto, huérfano de madre, pueda vivir feliz a pesar de un padre que Vadim odia. Muy Mike todo… (referencia al personaje de Breaking Bad o Better Call Saul). No obstante, un día se va todo -un poco más- al garete. Un fatídico día se encuentra sin dinero tras una estafa y decide poner un pie en el estribo. Recuerda un poco a la trama de la peli Red, excepto que aquí el viejo guerrero no está necesariamente del lado de los buenos y acepta trabajar para matones en conflicto con una mafia más poderosa que ellos. Y que no podrá contar con ninguna ex-pareja sino solo con su instinto de supervivencia y sus doloridas articulaciones. Perdonad por mi constante referencia a films, pero de estos temas, sobre todo, me he tragado bastantes cositas en la gran pantalla.

Con lo contado, creo que ya he enganchado a muchos de vosotros. ¿Hypeado? Monsieur Vadim, y más en este formato integral que nos trae la siempre recomendable Ponent Mon, por supuesto, es un cómic a disfrutar por los amantes del género negro. Ese tan de moda que tan buenas historias está dando tanto en pelis como series, o cómics, donde el maestro Ed Brubaker es…, eso, un maestro. Aquí no está Brubaker pero Gihef tiene ese estilo. De su guión me gustó la densidad y el buen manejo de la trama un poco compleja pero pegadiza. El inframundo criminal del sur de Francia está representado de manera creíble y es fácil elegir bando entre los menos podridos, y esperar que el viejo lobo solitario pueda castigar a esos bastardos que han venido a este mundo solo para hacer el mal. También me gustó la complejidad y profundidad del héroe y los pocos momentos emotivos que surgen de sus recuerdos y la explicación de su situación actual. Sus momentos de debilidad física ralentizan un poco el ritmo, cierto, y podrían frustrar un poco a los lectores que aman la acción impecable, pero siendo realistas una trama más real -valga la redundancia- transcurriría así.

Siento que las historias de gangster protagonizadas por ancianos se están convirtiendo en todo un subgénero. Y no me molesta. Tiene que haber y habrá de todo en esta vida dulce para algunos, mala para muchos. Los personajes que encontramos en Monsieur Vadim son interesantes. Insisto, dignos de ser elevados al formato fílmico. Incluso los peores personajes, o mejor dicho, secundarios o terciarios que aparecen, están bien llevados. Los gráficos también molan con buenas dinámicas y ofreciendo a cada protagonista una verdadera personalidad visual. Me gustaron mucho los colores empleados.

Resumiendo, a pesar de algunos retrasos de lectura que no sé porqué ocurrieron y que hice inconscientemente con este cómic, Monsieur Vadim me enganchó y no me soltó. Eso si, me prendó de esa añoranza que va in crescendo en los que ya tenemos una edad y vemos lo rápido que se-nos-va/y pasa el tiempo. Un final apresurado y no necesariamente muy claro, tiene la historia. Pero no me molestó. Así es la vida. Quién sabe cuando cambiará… Si es que te cambia.

Reseña: He-Man y los Masters del Universo, de VVAA

Con la esperanza de encontrar en formato cómic una obra sobre los Masters del Universo nostálgicos de muchos de nosotros que fuimos niños en los 80, entré en este tomo que publica ECC Ediciones que me pareció tener una pinta tremenda. Toda una ola de rescate nostálgico se abatió no hace mucho sobre esta franquicia y algunas otras, una rama más de ese árbol de la nostalgia (insisto) que los americanos de pro así como las empresas de frikismo especializado se han empezado a dar cuenta qué es, lo que realmente. Porque al adulto de 2022 hay que tenerlo contento, porque paga y porque quizás las juventudes de hoy en día andan algo perdidas entre tanto móvil y tablet. Asi que es obvio pensar que se piense en nosotros… porque ya iban tarde tanto en libros, cómics, pelis y series. Y el momento maravilloso que estamos viviendo lo refleja. Todo o casi todo para ese público maravilloso que tanto reivindico en esta web de reseñas diarias: los niños de los 80.

Respecto a Masters del Universo, He-Man, Skeletor…, los muñecotes, qué decir. Quién de nosotros no tuvo, al menos, uno de esos seres fortachones en plástico duro tan caros pero que tanto nos gustaron junto a la serie de dibujos animados que disfrutábamos muchos en aquellos años (al menos, en mi caso), en vídeos comunitarios. Y no me pararé a explicar qué es eso de “video comunitario”, porque a los que le hablo, lo sabrán. Tan solo diré que sin haber leído todos los otros tantos cómics que se han publicado a estar alturas de esta franquicia, puedo decir que hoy os reseño el mejor de ellos para entrar y disfrutar de nuevo en aquello de lo que una vez disfrutaron. Un primer volumen que acompaña a nuestro héroe en esta nueva edición de He-Man y los Masters del Universo, que recupera las diferentes etapas de la saga publicadas por DC, y que recopila la miniserie original publicada en 1982, obra de Paul Kupperberg y George Tuska, así como las seis entregas del relanzamiento acometido en 2012 por autores de la talla de James Robinson, Keith Giffen, Geoff Johns, Howart Porter, Philip Tan o Pop Mhan.

Sin haber podido encontrar datos, me atrevería a decir que estamos ante una obra inédita en nuestro país. ¿El arco de tres números de 1982? Pues bueno, es lo que es y de la época que es. Aquí, Skeletor amenaza con matar a la Diosa a menos que He-Man lo ayude a obtener lo que necesita para recuperar las mitades rotas de la famosa espada (power sword). Skeletor extorsionando a He-Man fue un concepto novedoso, aunque en realidad no hay muchas formas diferentes de hacerlo. La historia es bastante decente, pero está cargada de una gran cantidad de exposición, lo cual no es inesperado para los años 80. La escritura incorpora el diálogo rígido, formal, del género de la fantasía clásica, y el arte tiene un estilo pulp adecuado que a muchos de nosotros nos resulta molón por su enorme parecido con las historias de los cómics de Conan. Un comienzo prometedor de lectura, eso si, no se lo quita nadie. Y si alguna vez has sentido que «me revelaron unos fabulosos poderes secretos» es una mala excusa para una historia de origen, DC creó el siguiente cómic para ti. Masters of the Universe: The Origin of He-Man arroja luz sobre cómo el príncipe Adam adquirió sus poderes, esa conversión que tiene cuando grita la famosa frasecita con la poderosa espada entre sus manos. Un número que no esperaba y que me ha parecido una delicia. Una historia de origen en toda regla que cuenta de He-Man y los Masters del Universo, lo que muchos llevábamos años preguntándonos.

El guión de Fialkov sobresale cuando se trata de diálogo.

Como dice la sinopsis, los seres más letales de Eternia aguardan en este mundo de aventuras por el que va pasando Adam y sus amigos, gente de un reino que no es para nada tranquilo. Y mejor que no lo sea porque si no Beast Man, Mer-Man, Trap Jaw, Evil-Lyn… y Skeletor, el mismísimo Señor de la Oscuridad, se aburrirían y sería peor. No obstante, está ese chico guapo, rubio, con músculos tras las orejas y su blusa ochentera blanca que esconde algo y grita: ¡Por el poder de Grayskull!

Creía haber olvidado esta máxima y los grandes momentos que en mi infancia me dio. Colección imperdible para nosotros, friends.

Reseña: Falconspeare, de Mike Mignola y Warwick Johnson-Cadwell

El hype, el ansia… si os tuviera que decir ahora mismo una serie de cómics por la que siento una infinitesimal ansia o hype de que se publiquen más obras o en su defecto un arco largo y extenso, sería sin duda, sobre estos geniales personajes que son el profesor Meinhardt, el Sr. Knox y la señorita Van Sloan. Sintiendo el amor que siento por el Terror, por los mundos o universos de horror que Mike Mignola ha sabido crear con sus diferentes obritas fuera de su famoso Hellboy: dioses, si espero con ansia cada tomito de estos que publica Norma Editorial en nuestro país. Porque Falconspeare, como bien dice la sinopsis, no es el primer cómic en el que estos geniales personajes se enfrentan a lo oculto y los horrores que este nuestro mundo esconde…, sobre todo, en los países del Este jajaj.

Y es que tras disfrutar de joyitas como El Sr. Higgins vuelve a casa (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-americano/hellboy-2/el-sr-higgins-vuelve-a-casa) y Nuestros encuentros con el mal (https://www.cronicasliterarias.es/?p=2507), casi babeaba por empezar, devorar, leer este Falconspeare, sabiendo de su contenido. Deberíais saber si os va este rollo o disfrutáis con casi cualquier fantasía oscura victoriana, que estos one-shots escritos por Mike Mignola y escritos y dibujados por Warwick Johnson-Cadwell, son una jodida maravilla. Y aunque debo decir que el estilo artístico crudo de Caldwell no está a la altura del aspecto característico de Mignola, tiene un toque diferente y genial muy fílmico moderno que mola. Eso sin contar el maravilloso ambiente gótico sobrenatural de las historias de Meinhardt & Knox que se adaptan perfectamente al Mignolaverso. ¿Y de qué va? James Falconspeare, cazador de monstruos, ha desaparecido y tras investigar las pistas, saber en “lo que estaba” y contra quién iba justo antes de enviar correspondencia críptica, su trío de amigos se temen lo peor. Su universidad no ha tenido noticias suyas. Y como os decía, el equipo de Meinhardt, Knox y Van Sloan, están recibiendo una misteriosa correspondencia con las iniciales “BK” escritas a mano por el mismísimo Falconspeare. Se puede reconocer su letra.

¿Van a buscarlo? Por supuesto. Pero lo chungo es que fue visto por última vez dirigiéndose al puerto de Betivuka, cuando tenía por misión acabar con una depredadora llamada “La Mordedora”. Una supuesta chupasangre que James Falconspeare había decidido investigar y mandar al otro barrio. Pero lo mejor es cuando detectan que Falconspeare intentó una táctica única para destruir a dicho sobrenatural enemigo…

Ya os digo, tercer tomito de esta colaboración Mignola/Cadwell que me parece maravillosa y que en cuanto haya material, merece un integralazo de los que se marca Norma sí o sí. Una buena historia, aunque bastante corta como todas y que obviamente deja con ganas de más. Mas, lo que veo fetén en estos cómics es, que la narración no tiene nada de diferente y es realmente la tarifa vampírica que solemos pagar de forma habitual. No obstante, lo que hacen realmente buenas a estas historias es los pequeños detalles que se proponen al principio de cada intriga: un mensaje garabateado sobre la mesa por temor a que alguien escuchara en secreto, un ama de llaves bávara empuñando una espada, un nosferatu reventado con una bengala… No sólo como fan, como escritor de Terror, pienso que estamos ante una serie de historias de vampiros que inspiran y devuelven la esperanza en poder volver a encontrar buenas tramas de horror con chupasangres clásicos.

Realmente pienso si existe algo que Mike Mignola haga, que no me guste.

Reseña: Sábanas, de Brenna Thummler

Hay libros, tomos o cómics que con sólo una portada llaman la atención. Y no sería la primera vez que reivindico esto, suceso extraño en el que en nuestro poderoso cerebro contamos con un extraño radar capaz de captar en una sola imagen, una advertencia de qué paremos un momento y ojeemos eso. Ponernos en la tesitura de comprar algo porque creemos que nos va a gustar y posiblemente encantar. Sábanas hizo saltar mis alarmas en este sentido. Una de esas alarmas que creo que tengo siempre on duty por ser lector constante…, demasiado, me dicen, una y otra vez. Un cansino de la lectura de libros y cómics que hacen que me evada de esta realidad que cada vez me gusta menos.

En fin. Que me topé con una hermosa novela gráfica y una exploración sobrenatural a la amistad y el dolor que… mirad, no viene muy mal que ciertos pequeños de unos diez años en adelante pudieran empezar a leer este tipo de historias. Pues Sábanas, de Brenna Thummler, es esa chulada gráfica que os recomiendo hoy. Una exploración hermosa y conmovedora de la soledad, el dolor, la amistad y la familia; un relato que cuando lo miras con ojos de adulto resulta ser tan desgarrador como encantador y que, por supuesto, devoré de una sentada. ¿Y qué cuenta? El mundo de Marjorie parece desmoronarse tras la muerte de su madre. La familia posee una lavandería, que es su única fuente de ingresos. Mientras lucha por lidiar con su dolor y su creciente aislamiento en la escuela, Marjorie intenta desesperadamente mantener abierto el negocio, uno que se va a pique. Además de todo esto, un tipejo de mala muerte está decidido a poner sus manos en el negocio familiar y un joven fantasma ha decidido hacer de la lavandería su patio de recreo a medianoche. Un fantasmita que casi sin darse cuenta, está causando grandes problemas a Marjorie.

Jugando con la vieja idea de fantasmas que visten sábanas, la hermosa novela gráfica de Thummler deja unas geniales sensaciones tras su lectura. De esas historias sobrenaturales de “buen rollo”, de las que curiosamente sólo unas poquitas molan. Además con un concepto inusual y dulce que trata un tema muy duro pero de una forma que entra muy bien. No puedes dejar de notar que Marjorie podría ser tan real como tu propia vecina, esa con la que sólo te cruzas al tender la ropa o en el supermercado.

¿Y Wendell? Wendell es un fantasma que murió joven y se siente atraído por la lavandería, donde juega durante la noche y se convierte en sábana durante el día. Ambos niños tienen dificultades para aceptar lo que les sucedió, pero su amistad puede ser justo lo que necesitan para ayudarlos a procesar y seguir adelante yendo a -ya sabéis-, yendo hacia la luz.

Si tuviera que recomendar ahora mismo una novela gráfica a alguien sin pararme a pensar en sus gustos, su edad y su poco tiempo…, lo tengo claro, Sábanas, de Brenna Thummler, sería la primera opción. Y me da que lo sería durante bastante tiempo. Desde aquí ya rogando ya a La Cúpula para que traiga esas otras obritas de la saga que me he enterado que existen.

Reseña: El Increíble Viaje de Hareton Ironcastle, de J. H. Rosny Aîné

J. H. Rosny Aîné fue uno de los grandes autores belgas de Ciencia Ficción, pero también uno de los grandes fundadores de la CF moderna. Escribió de todo y tiene obras muy buenas de lo que nos gusta a una gran parte de los que amamos el fantástico. Las historias apocalípticas. Sus cataclísmicas historias fueron publicadas antes incluso que las de H.G. Wells. Además, se le atribuye una influencia considerable en autores de la talla de Arthur Conan Doyle aparte de que con sus escritos innovó y dio nombres a ciertas cosas de hoy en día. Exempli gratia: su corta novela Les Navigateurs de l’infini (1925) -loco por leerla ando-, introdujo el término «aeronáutica» tan utilizado hoy en día. Pero innovó más. Su La Jeune Vampire (1913) describía al vampirismo como una modificación genética hereditaria. Un enfoque no fantástico (el vampirismo como una explicación científica) que pese a que no me gustó como la trata, que duda cabe que Richard Matheson se inspiró en ella para su Soy Leyenda (1954). Es por esto y por mucho más que es toda una celebración que vayan llegando por fin obras de este maestro al estante de novedades de nuestras librerías. Ediciones Obelisco, por favor, queremos más, porque que duda cabe que tenéis el gusto con el fantástico donde se debe tener: el punto exacto, el recurrir a lo bueno, a las fuentes, a la esencia.

Y que divertida aventura es El increíble viaje de Hareton Ironcastle. Totalmente recomendada para los amantes de las aventuras pulp y las historias tipo “mundos perdidos”. Sabía que me iba a encantar y casi que me flagelo por no haber leído tal joyita antes. Si te encanta El Mundo Perdido, de Conan Doyle, cualquiera de las historias de Tarzán clásicas, o incluso sagas de cómics de superhéroes algo más recientes como La Tierra Salvaje de Marvel; como que ya tardáis en leeros esta novelette. Aunque a diferencia de todas estas, la pieza transformada de África que presenta El increíble viaje de Hareton Ironcastle, cuyo protagonista explora con su equipo inexperto pero intrépido dicha tierra extraña, la originalidad, amigos míos, cuando es perfume y no colonia, se nota. No hay dinosaurios en gran medida. En cambio, tenemos humanos mutados, grandes simios, animales y plantas en un entorno que se convierte cada vez más peligroso y desconocido cuanto más se adentra en el corazón de ese mundo tan nuevo como extraño. Las descripciones de la flora y la fauna son tan detalladas que el lector no va a poder evitar sentirse en medio de todo ese mundo fresco que quizás en algún sueño visitó.

En cuanto a la caracterización, el libro es pulp clásico a más no poder. Con eso quiero decir que los personajes alcanzan todos los estereotipos esperados; líder intrépido y fuerte con un equipo que incluye un hombre enorme y bruto que parece invencible, un tirador, un tipo inteligente (abogado/científico) y una mujer obstinada y testaruda. El ritmo de la novela va de menos a más como buena película de aventuras. Tenemos así ciento setenta y cinco páginas muy apretadas, y los personajes tienen mucho terreno que cubrir después de que los dos capítulos iniciales preparen el enorme escenario que está por venir. El explorador y aventurero Hareton Ironcastle recibiendo una carta de su gran amigo Samuel Darnley, donde el científico le pide ayuda desde una ignota región africana en la que se encuentra investigando unas extrañas especies de plantas y animales. Hareton organizando rápidamente una expedición con la que se enfrentará con aberraciones de la naturaleza más recóndita, caníbales, hombres prehistóricos y otros seres de los cuales no se tiene ninguna información en el mundo civilizado.

Pocas historias se pueden disfrutar más al precio que tiene.

Reseña: Queenie, la Madrina de Harlem, de Lévy y Colomba

Lo primero que me impactó de este álbum fue ver que iba recomendado por la señora maestra de la actuación Whoopi Goldberg. Supongo que como muchos lectores, me asusté un poco y me agradó saber que esta señora lee cómics y de los buenos. Aunque no sea tan raro después de saber lo que trata Queenie: la madrina de Harlem. No obstante, vuelvo a reivindicar que el cómic -si no lo es ya- debe ser de casi obligado un medio de difusión a las masas al igual que pelis, libros y música. La cantidad de historias de historias buenas -madre mía- que se pierden muchos por no leer cómics con sus ideologías sin sentido que lo relacionan con lo infantil. Pero vamos que esto me consta que en pocos sitios pasa ya, pero PASA. Pocas historias más adultas que Queenie: la madrina de Harlem se pueden encontrar en formato cómic. Además de que ya tenemos el ejemplo del cómic como pura inspiración para el cine. Los faltos de ideas de Hollywood por fin se han dado cuenta de la mina de oro que hay en el noveno arte.

A lo que vamos. En Queenie: la madrina de Harlem, descubrí la existencia de una dama y me vi leyendo y disfrutando de la mini biografía de una persona de la que no sabía nada. Queenie (nombre real Stéphanie Saint Clair) lideró un poderoso clan mafioso en Harlem en los años 30 del siglo pasado. Una tipa que se habría logrado hacer un hueco entre otros mafiosos, como hizo Lucky Luciano, por ejemplo. Pero mujer, y además negra, ya me diréis si esto no es impactante por dónde ocurre, cómo y la época. Pero, qué es lo extraño aquí. ¿Por qué a casi ninguno de nosotros nos suena el nombre? ¿No lo véis? Los americanitos yankees de pro nos la tenían borrada de la memoria…

Norma Editorial publica esta chulada de tomo donde Lévy y Colomba recrean en viñetas la vida de Stéphane St Clair, la mujer que se adueñó del juego clandestino en la Nueva York de los años 30. Tras la lectura, pensaréis como yo. ¿Cómo demonios hemos tardado tanto tiempo en no ver peli o serie de la vida de esta señora, tan potente personaje? Se llamaba Stéphane St Clair y fue la dueña de los bajos fondos de Harlem. Controló el juego clandestino, se enfrentó a políticos, policía y poderes gordos de la ciudad más famosa del planeta. Con dos pares de cojones logró abrirse camino en un mundo violento y despiadado. Un volumen que permite saber sobre esta “anomalía” histórica que tenía nombre y alma pura.

Una personalidad fuerte como pocas, traída de los barrios pobres de las Antillas francesas, Queenie: la madrina de Harlem, con un diseño clásico se vuelve rápidamente una historia gustosa de leer. Un trazo fino, bastante lamido, que de lo bien que te lo pasas con el paso de los acontecimientos, deja con hambre. Y más cuando indagas después (que es a lo que incita este tipo de obras) y ves que ciertos aspectos de la vida de Queenie siguen siendo un misterio tras la lectura del volumen; la forma en que montó su negocio, por ejemplo, y los medios necesariamente brutales para mantenerse en el poder frente a los «competidores». Imponerse en Harlem… ¡Joder, quiero saber más de eso! Y no sé si es bueno o malo decir algo así de un cómic que me ha gustado tanto, pero bueno, le van ocurriendo cositas a esta señora y mola ver cómo sale de situaciones en las que otros saldrían corriendo. Que atrape al lector de esa forma, que la historia la devores con ganas y queriendo saber más, mosqueándote por ello… Eso para nada es fácil de conseguir con una trama comiquera.

Una novela gráfica que como os decía próximamente se convertirá en una ambiciosa serie de televisión producida en Hollywood. Queda el descubrimiento de un personaje que tiene su lugar en el «salón de la fama» del bandolerismo, y que también desempeñó un importante papel «social» en esta parte de Nueva York. Lévy y Colomba son dos jóvenes creativas a tener en cuenta. La guionista Aurélie Lévy y la ilustradora Elizabeth Colomba suman fuerzas para contar las peripecias de Stéphane St Clair. Eligieron la viñeta para hacerlo y el resultado es este genial Queenie: la madrina de Harlem. En definitiva, una obra que llega a nuestro país avalada por sendos galardones como el Quais du Polar/Experience/France 3 Auvergne-Rhône-Alpes, el Premio Fetkann! y el Premio Maryse Condé en la categoría juvenil. También fue finalista en los Premios Landerneau BD y resultó seleccionada para el Prix Wolinski du BD du Point y el Prix de la BD Fnac BD en colaboración con France Inter.

Disfrutable como poco.

Reseña: Batgirl. La Chica Murciélago de Burnside, de VVAA

Puede ser que esa serie de cómics con frescura que estés buscando sea la joyita que es la última cabecera de Batgirl. En nuestro país la trajo ECC Ediciones primero en grapa pero es que ahora la está publicando en integrales de los cuales, de los dos publicados, han tenido que sacar reedición. Eso se dice pronto pero os aseguro que en cómics de superhéroes hoy en día y por estos lares no es tan fácil que ocurra. La chica murciélago de Burnside es el que os reseño hoy y es porque me he dado cuenta que esta serie, que se me ha convertido en seriaza con el paso de los números, merece ser súper recomendada. Leída por cuantos más mejor.

Estamos en (estoy de acuerdo), una de las etapas más aplaudidas de la historia reciente de Batgirl, y ahora podemos leerla en estos dos tochales a cargo de Cameron Stewart, Brenden Fletcher, Babs Tarr y Ming Doyle, entre otros autores. De hecho, comienza con un numeraco como es el Batgirl #35 donde nos habíamos quedado en un aprieto en el que se hallaba inmiscuida nuestra heroína, pero ella, como no, aguanta. Barbara en problemas pero… ella… es una Bat después de todo. Entonces, ¿tres villanos contra una sola heroína? Ahora esas probabilidades simplemente no son justas pero ya os digo: ¡Sí, esos malutos están jodidos! Mas, ¿negocios, el trabajo de a pie o ser Batgirl? Eso es otro dilema de dilemas. Y tenemos controversia en este tema. Mientras Babs se enfrenta a la escoria de Burnside, su socio comercial se enfrenta a la escoria del mundo corporativo. Batgirl tiene algunos problemas realmente grandes en cuanto a villanos…

La redacción de este número que abre el tomo me pareció sencillamente genial. Tenemos monólogo clásico de malotes, siempre es divertido leer qué tan bien creen que funcionarán sus malvados planes, ya sabes… antes de que el héroe se estrelle contra su pecho o su cabeza. Y después Cameron Stewart una vez más logra una hazaña al hacer que me interese en el tema del espionaje corporativo. Honestamente, esta guionista es una chica hacedora de milagros; la yuxtaposición de tener un problema mundano junto a algo tan increíblemente bat-ish podría haber sido realmente discordante, pero Stewart tiene ese don de hacer interesante o atractivo el leer sobre temas triviales. Algo parecido al don del maestro Stephen King. Permite al lector entrar en el flujo de seguir a Batgirl, solo para arrancar la alfombra que pisamos, haciendo que los lectores «salten a caer” de nuevo en un par de situaciones tensas. Dejadme deciros que varias veces me encontré estresado mientras tuve este tomo entre mis manos. Leyendo, de una forma divertida, pero tensa cual peli de terror.

Los dibujantes de este tomo también lo rompen bastante. Solo poder ver la diferencia en las paletas de colores; un conjunto de colores para Batgirl y los villanos, y uno completamente diferente para su socio comercial y su situación en la oficina… Muchas veces la calidad está en los detalles. Los colores sugiriendo mientras apenas el lector se da cuenta y sus sentidos sí. La atención a los tonos de iluminación también. Impresionante. Honestamente, me encantaba percibirlo mientras leía, sonreía, me divertía y contemplaba la obra en general como un todo bastante recomendable para cualquier lector de cómic que se precie. Cualquiera. No sólo el amante del pijameo. Porque lo bueno de leer La chica murciélago de Burnside es que te encuentras con mini-arcos argumentales de máximo tres números, de esos que no puedes esperar a ver qué hace el equipo para terminar cada trama y sigues teniendo entre manos el final de la historia que te tiene atrapado. Y lo bueno es que sé que esta Batgirl tiene algunos traseros que patear y negocios que salvar aún. ¿Solucionará cositas? Apuesto a que la mayoría sí.

Muy disfrutable una Batgirl reinventada a si misma tras lo que le hizo el bicho-malo del Joker. Un cambio de aires en un nuevo barrio donde empieza a ser reconocida como la mejor vecina que uno desearía tener.