Reseña: Donald y el Viento del Sur, de Guido Martina y Carpi

En mi intenso disfrute gracias a Panini Cómics y SD de los guiones del maestro italiano Guido Martina, he podido acercarme por primera vez en mi vida a algo que para nada esperaba leer nunca. Donald y el viento del sur ha sido toda una experiencia porque para nada pensaba que me iba a gustar algo así. Y he disfrutado mogollón lo que es la traslación al mundo Disney de la genial novela de Margaret Mitchell como es Lo que el viento se llevó. ¿En serio? ¡Sí! Una historia cómica Disney escrita por Guido Martina y dibujada por el gran Giovan Battista Carpi que fue publicada originalmente en 1982 en el semanario Topolino (del #1396 al #1400). Una de las historias más famosas ilustradas por Carpi y sí, una parodia de la novela y película que interpretara en su día Clark Gable y Vivien Leigh.

Donald es Paper Butler (Rhett Butler) y Daisy Duck O’Hara (Escarlata O’Hara, la señortia escarlaaaaata). La historia del cómic sigue, en parte, la trama de la película homónima de Fleming, salvo algunos cambios realizados por los autores del cómic. Donald ordena a sus sobrinos que busquen en el sótano de la casa un objeto precioso para regalárselo a Daisy por su cumpleaños. Molesto por los ruidos provocados por Qui, Quo y Qua, el propio pato baja al sótano, donde descubre una antigua estatuilla colocada en el estante de un mueble. En un intento por atraparla, Donald derriba los muebles, rompiendo la estatua, pero encuentra un viejo álbum de fotos de la Guerra Civil. Inicialmente, planean vender las fotografías a los periódicos, pero una vez que ojean las páginas, se dan cuenta de que el álbum trata sobre sus propios antepasados…

La que más les llama la atención es la imagen de un tal Paper Butler, descrito por Donald como un personaje intrépido, duro y hábil (aunque los flashbacks de la historia muestren todo lo contrario). Butler intenta convencer a su padre de que fue ascendido con la máxima puntuación y una mención de honor en la academia de West Point, pero una carta de la misma academia expone su mentira: en realidad, el pato fue expulsado por su carácter holgazán. El padre, no queriendo tener un holgazán en la casa, lo echa. Paper Butler decide entonces contactar con su tío Paper McPaper (idéntico al tío Scrooge), para recibir hospitalidad y quizás alguna ayuda económica. El tío, debido a la mala reputación de su sobrino, se niega a ayudarlo, por lo que Butler decide pedir un préstamo a un banco frente a la tienda de su tío, intercambiando su burro a cambio. El dueño del banco, Rock Jaffery (Rockerduck), nada más conocer su nombre, le ofrece tres mil dólares sin pedir, de momento, nada a cambio. Butler regresa a la tienda de su tío, donde se compra un traje nuevo con el dinero que le acaba de dar. En esta ocasión conoce a Duck O’Hara (Daisy), Charles Hamilton (Paperoga) y a la hermana de este último, Melania. Esta última quiere casarse con Gaston Wilkes (Gastone) y le revela a Duck su deseo de anunciar el compromiso durante una fiesta en honor de los voluntarios que partirán hacia el frente…

Un cómic chulo con muchas partes de cómic adulto e incluso histórico. Una visión diferente de la historia que diría que a muchos les entraría mejor. Y es que Donald y el viento del sur, tras su primera publicación en Italia, se publicó en Brasil, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Grecia, Países Bajos, Noruega, España y Suecia. En Italia se reeditó también por entregas en las series I Grandi Classici Disney y Super Miti Mondadori y posteriormente en un solo volumen. Acaba de ser reeditado en nuestro país en formato íntegro y llevadero, una muy genial forma de llevarlo consigo para leerlo doquiera que te encuentres. Una edición que cuenta con un nuevo coloreado que embellece más si cabe tan mítica historia. Con estos Disney Limited (en este caso, en versión pocket) estamos llegando fácilmente a la posibilidad de contar en nuestras cómictecas con títulos y recopilatorios que son obras de museo del cómic. A favor de eso siempre.

Reseña: Hinatsuba, de Koichi Masahara

Koichi Masahara es un mangaka moderno y clásico al mismo tiempo. Refinado intérprete de Jidai Geki, es capaz de hacer muy atractivas tramas de ambientación histórica, en su mayoría situadas temporalmente en el corazón del período Tokugawa. Además tiene antologías muy buenas como Los regalos de Edo, obra que por cierto aún no la he podido disfrutar en español. En nuestro país, Quaterni es la editorial que tenéis que buscar para encontrar bellísimos mangas tanto en títulos como en formato. y uno de los que consta en su catálogo es Hinatsuba, obra del maestro Masahara. Un volumen único que nos cuenta la historia de una joven con alma de samurái, en el final de la época Edo.

De nombre Suzu, a través de la prota, vamos a conocer más personajes femeninos, diferentes vidas, en esos años de transición en el imperio del sol naciente. Porque Hinatsuba es un manga atractivo lo mires por donde lo mires. Hacía tiempo que le tenía ganas a esta lectura. Ganas de este volumen tan agradable a los ojos y a las manos porque además sabía que era un manga ligero a la vez que profundo. Pero jamás imaginé que tan cargado de significado sobre la búsqueda de tu sitio en el mundo y del papel condicionante que puede jugar la sociedad sobre eso. Y tiene lo que muy pocos mangas aportan: escenas de paisajes que cautivan, lo que provocó que me metiera en la obra de todas-todas.

Además, en Hinatsuba, se puede disfrutar como telón de fondo, de los hechos narrados en dicha época clásica en todo su esplendor. A través de los paisajes, las vestimentas, los vínculos familiares y la cultura de sus habitantes. Sigue siendo evidente el deseo del autor, ya expresado en otros títulos, de crear un contraste fuerte entre una época tan lejana, la temática de las historias y el estilo moderno, casi digital, al que ha llegado dicha sociedad a día de hoy. Son muy precisos y detallados los dibujos. Y mientras que en otras obras es poquísimo el espacio que se da a las figuras femeninas. en Hinatsuba, todo lo contrario. Ella estará acompañada de personajes entrañables como su pretendiente, Iba, y su padre. Los consejos de su padre serán un gran apoyo para Suzu, así como las nuevas personas que entran en su vida; desde su futuro prometido hasta otras mujeres que se encuentran en la misma situación. Se topará con situaciones que harán que se plantee su forma de pensar, y afrontar sus problemas desde una perspectiva más humanista, alejando de su mente el peso de la sociedad. Porque, sin duda, el punto fuerte de este manga es su gran abanico de personajes.

Koichi Masahara, nacido en Kyōto en 1967, debutó como artista de manga en 1999. En 2011 recibió el premio en la categoría Nuevo Talento del Japan Media Arts Festival en la sección de manga. Su arte se hizo famoso gracias a su forma de describir la humanidad del período Edo con un estilo refinado y rico en investigaciones históricas. En breve, espero poder reseñaros más títulos del maestro Masahara.

Tiene un don.

Reseña: Superman. La Orden de la Lámpara Negra, de Cantwell y Rodríguez

Me gusta cuando se intenta sacar originalidad o algo nuevo de personajes que normalmente son redundantes en sus tramas. Y para eso siempre es efectivo recurrir al antes o después. Contar algo de su infancia, de su juventud… o su senectud. Algo que nunca se contó. Por eso me gusta la idea que propone Superman: La Orden de la Lámpara Negra; una colaboración entre Javier Rodríguez y Christopher Cantwell que homenajea a la Edad de Oro del personaje así como a muchas novelas de época. Porque cuentan que antes de estar en La Liga de la Justicia, el joven Clark Kent fue miembro de un club muy especial: la Orden de la Lámpara Negra, el club de fans de Hop Harrigan, su héroe de la infancia. Y le acaba de llegar una nota en la que alguien de la Orden indica: “Sálvame”.

Hop Harrigan fue un personaje clásico de DC (All American Comics, 1939) creado por John Blummer. Un aviador con el que vivíamos trepidantes aventuras en parajes exóticos. Todo muy al estilo Indiana Jones. Pero Harrigan alcanzó una cuota de popularidad importante durante la Segunda Guerra Mundial llegando a protagonizar seriales de radio, películas y serie de televisión. Y La Orden de la Lámpara Negra trata sobre él, sobre el olvido y la memoria. Y aunque Superman y Harrigan son personajes que tienen prácticamente la misma edad, uno permanece en la memoria de todos y el otro no.

Una miniserie que ECC Ediciones ha recopilado en un genial TPB para el disfrute comiquero de todos. Tres números en uno que curiosamente fueron publicados originalmente en la serie Batman: The Brave and The Bold, en la parte «trasera», muy al estilo de lo que se hacía en los cómics que nos encontrábamos en kioscos los niños de los 80. Una trama donde Cantwell (cocreador de Halt and Catch Fire, Briar, Iron Man) y el artista asturiano Javier Rodríguez (Daredevil, Defenders), nos muestran como Superman encuentra un anillo decodificador con un mensaje secreto. Un mensaje oculto que le lleva a saber de un misterio relacionado con el pasado del Hombre de Acero, con el que descubre una curiosa ubicación y entonces se topa con una pregunta: ¿Terminará uniéndose a una persona que nunca pensó que volvería a ver mientras transita los misterios de un lugar secreto que jamás esperaba encontrar? Tenemos a Lois como jefa interina del Planet junto a Clark en este misterio. Ambos interesados en el mensaje recibido, ambos creyendo que la crónica del rescate del antiguo héroe sería mucho más interesante si la escribe Superman como colaborador especial del Daily Planet. Porque Clark de niño era fan de Harrigan y pertenecía a su club. Y todos los miembros recibían un anillo. Y ahora, en el paquete de auxilio, acaba de recibir un anillo “auténtico” que se abre y le permite seguir la pista del héroe desaparecido…

Y ya estás inmerso en la aventura.

Un cómic de Superman que, más que clásico, funciona muy bien al estilo pulp de las novelas de aventuras de los años 50. Homenajea a los personajes que llenaron nuestros sueños, los de una dinastía anterior y algunas posteriores a los niños de los 80 que andamos por aquí. Los diálogos entre Superman y Harrigan están repletos de contenido y de significado metalingüístico que si los pillas, vas a sonreír cada poco. En el apartado gráfico tenemos a nuestro paisano Javier Rodríguez que además es el entintador y colorista. Y nada mejor que sus ilustraciones para una historia así. Le da un aroma clásico a la obra que pocos podrían conseguir.

Una historia breve pero apasionante del superhéroe más poderoso de todos los tiempos.

Reseña: Cazadores de Savia, de Genefort y Ristorcelli

Cazadores de Savia es lectura agradable en cualquier caso. Y es que Los Humanos siguen explorando e ilustrando el universo de las novelas de Laurent Genefort, un autor que no conozco muy bien (hasta ahora sólo he leído la adaptación de Le Sang des immortels), pero es cierto que Ristorcelli hace algo bueno con su historia, se toma su tiempo para desarrollar la trama, a lo largo de más de cien páginas, y eso nos permite recrearnos entre bastantes páginas contemplativas hasta que intercala con fuertes tensiones la historia. Una que se desarrolla a ritmo sugerente pero nunca aburrido. Estas fueron las sensaciones que me quedaron tras leer este álbum de cómic europeo que Yermo Ediciones recién publica en nuestro país.

La acción se desarrolla en un planeta extraño y desconocido, en el que conviven (¡más o menos bien!) diversos pueblos humanoides y especies de animales tan exóticas como amenazantes (aunque el bestiario no es realmente lo importante aquí). Nos trasladamos a un planeta fantástico donde toda la vida se concentra en una enorme cubierta vegetal, los humanos viven en enormes árboles (encontramos lo mismo en otro contexto, en una Tierra post-apocalíptica) en Arbomundo. Un lugar que parece estar en decadencia cuando un grupo de humanos (de un pueblo enemigo) se embarcan en una búsqueda para descubrir la fuente del avance del Mal que están sufriendo y que pretende amenazar a toda raza viviente.

Porque las gigantescas ramas de Arbomundo albergan un grupo de clanes.  Y uno de ellos son los cazadores de savia. Y Pierig ha sido capturado por este clan guerrero. Se comprende que sus dotes como zahorí son el tema candente aquí. Sus virtudes son necesarias.

Su búsqueda, su rescate, el viaje, quizás sea una lucha contra algo que no es otra cosa que un enemigo común al que tendrán que unirse todos para poder vencer. ¿He visto una historia antes sobre un pueblo que vive en armonía en un árbol gigante? Avatar, de James Cameron. ¿Se parecen? Muy poco. Se explora un “ramal” diferente de dicha base argumental. Una enfermedad incurable que afecta al árbol creando desolación con ramas muertas y una expedición de rescate para encontrar una solución. La escena inicial sobre la masacre del pueblo de nuestro héroe Pierig por parte de otra tribu es muy potente.

Un cómic, un one-shot, un álbum para disfrutar de una sentada que si te mola, ten cuidado, porque puede que ames las buenas historias de fantasía y ciencia ficción.

Reseña: Marvel Omnibus. Tierra X. Omega, de VVAA

Tierra X: Omega concluye la oscura visión de Alex Ross sobre el futuro del Universo Marvel. La Capitana Marvel encabezó una carga contra La Muerte y la mató. Y ahora nadie puede morir. Pueden retorcerse de dolor, sus cuerpos están destrozados sin posibilidad de reparación… pueden clamar para que termine su sufrimiento… pero no perecerán. La muerte está verdaderamente muerta. ¡¿Qué?! ¿Qué ha hecho Mar-Vell? Los héroes restantes de Tierra X deben unirse para poner fin al tormento del paraíso que ayudaron a crear. Y entonces, ¿tendrán éxito en su desesperada búsqueda para revivir a La Muerte?

Recopilando el clímax épico completo de Tierra X: Alpha (https://www.cronicasliterarias.es/?p=13084), además de la historia detrás de las visiones demoníacas de Nighthawk, protagonizada por Daredevil y Mephisto (Paradise X 0-12, Heralds 1-3, X, Xen, Devils, A, Ragnarok 1 y 2 y Marvels X 1-6), tenemos en librerías un nuevo Marvel Omnibus con el que deleitarnos y cerrar una buena saga en conjunto. El segundo y último volumen de la obra maestra de Alex Ross, dos enormes tomos y dos maravillas publicadas en esta gloriosa época de los integrales que estamos viviendo. Un final que a muchos puede dejar con el culo torcido porque la trama continúa en su proceso arduo donde entremezcla divesas temáticas. Múltiples ideas abiertas que no se terminan de cerrar al estilo Perdidos (Lost). Un tema que a muchos cabrea, descoloca o incluso gustar como es mi caso. El mundo siempre estará dividido entre los que disfrutaron Lost y los que no. Además de que tenemos una saga que queda abierta para secuelas.

Es curioso cómo los personajes de los cómics pueden ser «malvados» o tomar «malas decisiones» o vivir una vida de estupidez o vender su alma al diablo y, sin embargo, un acto de altruismo de alguna manera los redime. ¿Esto es real? Cada uno tendrá su opinión. La realidad que yo veo día a día, diría que es así. Perdonamos cada vez con más facilidad. Los actos más desoladores siempre, de algún modo, la justicia los perdona. Hasta que a uno o una le toca lo suyo. La madre del Doctor Doom vendió su alma a Mephisto para que Victor von Doom pudiera ser «un hombre importante». Ella nunca le pidió que fuera un «buen hombre». Sin embargo, aparentemente cuando el Doctor Extraño se une a Doom para salvar a su madre del tormento de Mephisto, su madre realiza un acto de altruismo que la «redime». Lo mismo ocurre con Silver Surfer y algunos personajes más en esta saga. Los autores mostrándonos la idea de que no existe el Bien sin el Mal, y no al revés. Y una conciencia cósmica, una «perspectiva cósmica», de que siempre hay algo por encima de nosotros.

Sinceramente, Omega no es un tomo tan bueno como Alpha. Aunque degustable su contenido algo más complejo, especial para fans de Marvel de toda la vida. Recoge las consecuencias del primer volumen y las desarrolla a limites insospechados que casi nadie esperará. Diría que incluso merece una relectura para entenderlo mejor. Pero esto no nos quita tener a Jim Krueger, Alex Ross y Doug Braithwaite con Steve Sadowski, Tom Yeates, Steve Yeowell y Well-Be nuevamente dándolo todo, en una saga digna de ser llevada con coherencia al UCM (Universo Cinematográfico Marvel). Siempre que se ponga al nivel de entendimiento del público general, claro. Una macro-saga que provoca una sonrisa eterna al fan de Marvel.

Reseña: Soy Leyenda, de Hernández, Caballero y Matheson

A una buena historia de Terror, uno siempre quiere volver.

Y más aún si nunca tuviste la oportunidad de verla reflejada en un formato diferente a la que la leíste o viste por primera vez. Hablo de Soy Leyenda, el novelón que se marcó el siempre original Richard Matheson, allá por 1954. Nada más y nada menos. Una versión que nos traslada a una post-apocalíptica ciudad de Los Ángeles (no a Nueva York), en lo que serían unos supuestos años entre 1976 y 1979. Una historia que los quita-méritos del género de terror siempre han querido catalogarla de Ciencia Ficción antes que decir claramente que estamos ante una trama que alcanzó la cima de nuestro glorioso y amado género. Y todo, para llevársela a su terreno. Pero no, my friends, I am leyend es puro horror y para mí no es una trama que produce los clásicos síntomas del vampiro mítico y trata de re-evaluarlo, como he leído por ahí. Para mí es simplemente la versión de Matheson de lo que sería un mundo gobernado por zombies.

Y ahora Sergio Hernández y Toni Caballero (Backhome, Planeta Manga), han convertido esta historia en novela gráfica. Ya la convirtieron en cómic en su día Matheson, Brown y Elman en 2007, pero que duda cabe que era llamativa y atractiva la idea de leer esta versión de dos autores de este país, elaborada al estilo amerimanga.

Si no conocéis la historia, ya tardáis. Tenemos a Robert Neville, el único superviviente de un despiadado virus que ha asolado el planeta, convirtiendo al resto de la humanidad en “vampiros”. Su existencia, se ha reducido a combatir a estos seres sanguinarios, quienes tratan desesperadamente de darle caza, ya que, para ellos, él es el verdadero monstruo. Y con escenas espectaculares, de acción y bastante drama (de esta historia, recordaremos siempre el tema del perrito), van pasando los días, días que Neville intenta seguir a duras penas con el solo objetivo de encontrar a otros que hayan sobrevivido como él. Y salir, poder llegar lejos, alcanzar un mundo nuevo que debe haber tras la ciudad fortificación en la que se esconde…

Neville ha sobrevivido a una pandemia propinada por una bacteria. ¿Os suena? Solo que no fue lo mismo que vivimos hace unos años, ¿no? Gracias a Dios. Pero como veis, casi setenta años antes, Matheson adelantaba acontecimientos con una idea futurista entonces, de lo que podía pasar por culpa de una guerra bacteriológica. Aunque estoy de acuerdo que Soy leyenda, en realidad, trata otros temas como la soledad, la fuerza del ser humano por sobrevivir, ese mismo que flaquea en ocasiones y se piensa seguir viviendo.

Una luz en lo que parecía un largo e interminable túnel.

Lo he dicho. A una buena historia, uno siempre vuelve.

Reseña: Green Arrow. Carcaj, de Kevin Smith y Phil Hester

Carcaj ha sido clasificada dentro de la colección Grandes Novelas Gráficas de DC pero es el tomo de Green Arrow contenedor de la genial serie que se marcó Kevin Smith con el personaje. Sí, el director de pelis como Clerks, Mallrats o Dogma. Unos cómics en los que se unió al dibujante Phil Hester para contarnos una de las historias más aplaudidas de la trayectoria de Green Arrow. Dicen que es como pocas, la que recupera la esencia clásica de este héroe que también brilló con su reciente serie de TV, aunque en mi opinión, por otros temas. Pero estoy de acuerdo. Carcaj es una miniserie que Kevin Smith convirtió en clásica pocos momentos después de publicarse. Tiene un regustillo clásico que deja muy buen sabor de boca. Donde tenemos uno de las eternos secundarios de DC convirtiéndose en prota.

Para mí, lo mejor que ha hecho Kevin Smith en el noveno arte. Y eso que la exigencia era alta porque yo que degusté los años dorados de DC, sí que era un gran fan del Green Arrow (Flecha Verde) de antes (me encantan los héroes que tiran flechas). ¿Fan de Kevin Smith? Por supuesto. De su cine. Además que estamos ante un ejemplo de que se le puede dar una oportunidad a un friki lector de cómics y hacerlo bien creando guiones geniales. A Kevin se le asignó la tarea de resucitar con éxito al Green Arrow original después de haber estado muerto durante años. No era un trabajo fácil. Y lo hizo de maravilla. Esta es la prueba. En primer lugar, el diálogo de Smith mola. Es un maestro en ello; lo sabe el que ha visto sus pelis. Pero también es bastante bueno con las interacciones de los personajes. Compro las emociones que desprende. Oliver volviendo a conectar con Dinah (Canario Negro) mola y no resulta cursi ni forzado. También me gusta la forma en que Kevin se toma su tiempo para llegar al punto de explicar completamente el regreso de Ollie de la tumba. Una historia que tampoco pasaba nada si lo hubiera hecho en diez números más porque es un súper emocionante. Y la naturaleza espiritual de la resurrección. Smith nunca tuvo problemas para incluir la religión en sus trabajos. De hecho, hizo que el viaje al cielo fuera divertido, ¿no? (Algunos lo pillarán).

¿Y qué hay de los invitados? Oliver se fue un tiempo y ahora tiene mucho que hacer para ponerse al día. Y va reencontrándose con viejos amigos. Ahora es cuando encontramos como el autor lo clava con Batman aquí. Los primeros momentos de Bruce con el recién regresado Ollie son ya clásicas viñetas dignas de estudio. Aunque el encuentro de Oliver con Arthur (Aquaman) también es divertido. Y el resto de JLA, JSA, Etrigan, Deadman y un par de estrellas invitadas más también se unen a la diversión. A lo que suma el característico sentido del humor de Kevin Smith con declaraciones como “Mis pezones ahora están un poco duros», con los que me partía la caja.

El trabajo de Phil Hester y Ande Park, bastante válido. Aunque brillan más en páginas de gran tamaño. Me gusta el trabajo de líneas gruesas y oscuras y podría ser lo mejor que he visto de estos chicos. Haciendo guiños a Matt Wagner en lo que respecta en sus impresionantes portadas.

Buen material.

 

Reseña: Veneno Vol.1, de Laurent Astier

Emily, hija de una prostituta, llega a un pueblo del Oeste. Pero no es una mariposita cualquiera…

Tras este «anuncio» quería saber más. Veneno olía a buen cómic europeo del Oeste. ¿Me equivoqué? Veremos: tenemos un western que recupera muchos estereotipos del género, y es interesante y suficientemente intrigante con su narración intercalada con flashbacks que muestran la infancia de una niña en un burdel y la de cosas chungas que allí ve. Una vez adulta, regresa al pueblo y causa estragos haciendo correr la voz sobre diversos temas. Eso en un principio porque huele a que está ocultando muy bien el plan que tiene entre manos. Al parecer, la heroína (apodada Veneno por un explorador apache), arrastra un duro pasado, y claramente estamos ante una historia de venganza, de las que Clint Eastwood sería capaz de llevar de forma molona a la gran pantalla. ¿Es un tema manido y aún más dentro del western? Por supuesto. Pero Laurent Astier demuestra un guion atractivo en lo que puede ser una de las series más chulas que uno/a puede disfrutar este año que comienza en nuestro país.

Primer álbum que comienza bien ambientando la escena y los personajes, podemos adivinar algo no católico bajo las motivaciones de Emily, que sugiere algo interesante, sobre todo porque este western tiene una muy buena ambientación. Un rincón perdido de Colorado, acción ambientada en 1900, principios del siglo XX, cuando Occidente estaba cambiando, una heroína con un carácter rudo y un hermoso atuendo. Ideas que son cautivadoras para empezar la trama, sobre todo, porque es una historia directa que va como un tiro. Comienza en un burdel, llegamos a Silver Creek, hay un asesinato, luego una cacería y terminamos en una reserva comanche… Y mezcla lo ficticio y lo real, como mola que se haga en los westerns. Estamos hablando de Butch Cassidy, el salvaje Wild Bunch, Geronimo, Quanah Parker, Tom Horn y Charlie Siringo y Sundance (personaje que tiene otra serie en Glénat, por cierto). Eso sin contar los chicos de Pinkerton… toda una serie de gente que realmente existió. Toda esta people sale en la serie, el problema es que tendremos que esperar a más publicaciones para verlos a todos. Esperar. La dura espera. Pero lo que importa es que Veneno es un álbum recomendable que está aquí. Con una portada atractiva, cómic contenedor de una trama con personaje solitario de una chica carismática que hace que quieras saber más.

Del dibujo de Astier no tenía muy buenos recuerdos de Cirk, aunque cierto es que Comment faire fortune en juin 40 me encantó. Como dibujante, es irregular. Pero encontré sus mejores trazos aquí. Su dibujó además se nota que ha mejorado con el paso del tiempo aunque todavia le queda algo que definir. Especialmente, los rostros y aún más el de las personas mayores (el viejecito del principio, por ejemplo). Aunque son lo que son, quejas porque sí. Este álbum tiene unos dibujos del pueblo y el desierto sorprendentes. Muy en el estilo de Ralph Meyer, así que no está mal. Una última pega sería decir que yo habría traducido el título de la serie tal cual (La Venin – La Veneno), así desprende el personaje más maldad, si cabe.

Me gustan los westerns, aún más los que se hacen dentro de la BD. Y este cumple su papel con creces. Emily en busca de venganza y sin miedo. Una joven que no tiene nada que envidiar a los héroes más duros del Far West.

Reseña: En la Noche de los Tiempos, de Gou Tanabe y H.P. Lovecraft

Original, atípico y magníficamente ilustrado, rinde muy buen homenaje a la obra de Lovecraft. Podría ser la definición de En la noche de los tiempos, la nueva publicación de esta maravillosa colección que Planeta Cómic está trayendo a nuestro país, del siempre magnífico Gou Tanabe; el cual está o estuvo trasladando las grandes obras del maestro del horror cósmico H.P. Lovecraft, lo que le quedaron grandes cómics o mangas que todo amante del terror debería degustar en algún momento de su vida.

Tras disfrutar de El morador de las tinieblas (https://www.cronicasliterarias.es/?p=14169) y La sombra sobre Insmouth (https://www.cronicasliterarias.es/?p=10994), percibes que lo mejor que Tanabe sabe crear es una narración fluida para las diferentes historias. Tanabe se toma el tiempo para establecer esa atmósfera vagamente inquietante que añade sabor a las historias del maestro de Providence. Y muchos de los que estáis por aquí sabéis que de lo primero nunca gozas en la literatura del propio Lovecraft. Aunque de lo segundo sí. Tengo un colega que siguió toda esta colección en francés y decía que cuando tuvo concretamente este volumen que os reseño hoy (2018), se dio cuenta que junto a La llamada de Cthulhu (https://www.planetadelibros.com/libro-la-llamada-de-cthulhu/361322), estaba ante una de las mejores obras adaptadas de toda la colección. Eso me hypeó bastante. Por eso andaba loco porque llegara. ¿Y qué tenemos aquí? En la noche de los tiempos encontramos los temas centrales de Lovecraft que giran en torno a cierta forma de drama angustioso, opresivo y de terror. De libros secretos (¡Ah, el Necronomicon!), de civilizaciones antiguas surgiendo de las entrañas de la Tierra, y de una lenta toma de conciencia por parte del héroe (buena parte de la narración es en estilo indirecto) de estos fenómenos que impactan con su personalidad. Esto juega en el tiempo, que no se desarrolla a la misma velocidad para todos (el héroe tiene así un “intervalo” de algunos años durante el cual parece estar en una progresión paralela), o en el que parece que podemos viajar. Esperad, esperad… que empiezo a enrollarme como Lovecraft, ¿no? Lo contaré al estilo Gou Tanabe. ¿Qué tenemos aquí? En la noche de los tiempos encontramos una historia que se desarrolla a lo largo de unos veinticinco años. Con un personaje con doble personalidad y después de una amnesia de cinco años. Se narra en primera persona la historia de Nathaniel Wingate Peaslee, un profesor de Economía de la Universidad de Miskatonic, que entre 1908 y 1913 sufre una inexplicable amnesia y trastorno de la personalidad, cuyo trasfondo tratará de descubrir a pesar de las cosas terribles que pueda averiguar. Las personas más allegadas a él lo abandonan, debido al extraño comportamiento que desarrolla durante los cinco años de amnesia. Excepto su hijo, Wingate Peaslee, a quien más tarde confiará a través de una carta todos los detalles de la historia que va desenterrando acerca de lo sucedido.

Y luego de haberse recuperado, extraños sueños lo acosan noche tras noche y cada vez lo atormentan más… Hasta que los sueños se vuelven cada vez más nítidos y aterradores y descubre la razón de sus gritos al despertar: la existencia en el pasado de una raza de extraños alienígenas. Pero años después de haber sobrellevado sus temores y haber enterrado sus sueños, recibe una carta desde Australia, donde al parecer se han encontrado misteriosos restos con grabados curvilíneos como los que describió periódicamente en una revista de psicología. El arqueólogo le propone realizar la empresa de excavar las arenas si dispone de recursos y obreros para realizarlos. Y allí que va.

Un nuevo título donde el dibujo es realmente bueno. Con algunos escenarios fantásticos que podrían estar a la altura de los grandes dibujantes de los 70 u 80 del pasado siglo. Un buen tomo llevadero con el que disfrutar de la lectura doquiera que te encuentres.

En la noche de los tiempos ya era una de las obras más “accesibles” de Lovecraft antes de esta versión. Pues imaginaos si os la presenta Gou Tanabe. En mi opinión, si no la mejor, una de las más espeluznantes, completa y rica. Indispensable para amantes del horror atmosférico.

Reseña: Shibumi, de Pat Perna, Hostache y Trevanian

Cierto es que nunca pensé que la genial Shibumi fuera una historia que se se pudiera trasladar al cómic. O que alguien tuviera la idea de llevarlo a cabo. Que se atreviera. Y eso que es una novela trepidante maravillosamente ingeniada por el intrigante Trevanian. Pero no sé porqué nunca caí en ello. Ahora podéis ver que Pat Perna y Jean-Baptiste Hostache pensaron que sí era posible. Crearon un genial volumen en formato serie y la buena nueva es que una editorial como Tengu Ediciones la acaba de publicar en nuestro país en formato integral.

Shibumi es obra maestra de la literatura norteamericana, novela de espionaje filosófica y crítica mordaz a USA como pocas historias lo son. Un libro inclasificable del misterioso y legendario escritor estadounidense Trevanian, y ahora tenemos esta trama en un maravilloso cómic europeo de los que hacen época, tal y como dice la sinopsis editorial. Y aviso que esta historia tiene un comienzo complicado y puede que algunos tengan que aguantar un poco para continuar. Pero sabiendo que lo que viene va a molar…, debéis aguantar. Aunque tenga a veces un estilo recargado en algunas páginas, hay que dar bastante información para que la historia se sostenga al mismo nivel que el libro. Y entonces a disfrutar. Me gustaron los personajes y su destino, a veces doloroso. Me gustaron los diálogos, especialmente los del héroe, que se centran en una reflexión sobre el mundo occidental, sus absurdos, y todos estos temas tratados con humor e ironía. Me gustó la inserción de los momentos de escape del prota, su fuerza silenciosa y su flema (que aquí no tiene nada de británico). Me gustaron los personajes secundarios. Me gustó esperar la acción, sentirme decepcionado por no obtener ninguna y disfrutar mirando más de cerca el dibujo y releyendo el diálogo antes de pasar la página. Me gustaron los juegos políticos y de espías, las motivaciones de cada uno y cómo cada uno se organiza y cambia de posición según sus intereses… La pura novela llevada de manera gloriosa al noveno arte. Pero entiendo que Shibumi no será un cómic que pueda complacer a todos. Después de haber tenido la oportunidad de viajar (siempre es una oportunidad) y de abrirme a la cultura india y asiática en particular, siempre me sentí muy cerca de la forma de pensar del héroe de Trevanian y de su incomprensión ante la estupidez, injusticia y cinismo que propina el ser humano. Sobre todo, en el país que aún se considera el más poderoso del mundo.

En cuanto al dibujo, no conozco bien a Hostache (Clockwerx, Assasin’s Creed: Conspiraciones, Naissance du tigre, Les pionniers…), pero su dibujo es extraño a la vez que atractivo. Todo queda un poco geométrico, los primeros planos de los hombres son angulosos y no muy bonitos, pero los primeros planos de las chicas tienen más éxito. En definitiva, no sé porqué me recuerdan a los dibujantes de las pelis Disney clásicas. Por eso y por todo lo demás, Shibumi se ha vuelto un indispensable en mi cómicteca. A recomendar. Un novela gráfica maravillosa. Más de doscientas páginas que provienen de una obra maestra de la literatura americana, novela de culto y muy famosa, que no es otra cosa que una crítica irónica y mordaz a los Estados Unidos a través de ciertos diálogos y a través de la Organización Madre, esta especie de entidad enorme que lo controla todo y decide vida o muerte para un cierto número de individuos. Pat Perna (Kersten, Convictos, Valhalla Hotel, Kosmos…) hace una buenísima traslación.

Una última batalla en un entorno de conspiraciones y muerte como pocos héroes han vivido.