Reseña: Superman. El Hombre de Acero Vol.1, de John Byrne, Jerry Ordway, Marv Wolfman y Mike Mignola

No soy muy de recomendar Superman pese a la fácil entrada que tiene el personaje. Me consta que a mucho lector de cómic no le gusta por lo omnipotente de un superhéroe, que recordad, fue el primero de todos, y quizás ese es el principal problema, sobre todo, para los guionistas e ilustradores que se atreven o les proponen llevarlo. No obstante, Superman tiene ese algo que atrae. Tiene ese no-sé-qué que provoca que muy dentro de ti quieras leerlo. En definitiva, quieres que te guste. Por que sabes que tiene muy buenos arcos argumentales detrás y fuera de tantos reinicios o inicios contados una y otra vez, escuchas, oyes, lees que tal cómic de Superman cuenta algo muy chulo y entonces quieres. Por que tiene mucho detrás. Pero si además, como yo, conoces a alguien que sigue-compra-y-lee todo lo que se publica de El Hombre de Acero desde que tienes uso de razón, pues te llama. ¿Cómo que no? Para el que se sienta atraído por todo lo que digo en esta parrafada, la recomendación para empezar o retomar el personaje está, sin duda, en el Superman, de John Byrne. El más representativo. Donde el guionista, el dibujante, el maestro, crea una etapa inmortal para el pijameo dentro del noveno arte. Cualquiera que entienda un poco, sabe que es uno de los mejores Superman que se pueden leer. Y en un primer tomazo integral (de cuatro), que recoge en orden cronológico todo lo publicado por el consagrado Byrne, ECC Ediciones recién publica este tochal que recoge las mejores etapas del superhéroe más conocido de todos. El que todo el mundo debería leer, al menos, una vez en la vida.

Este volumen recopilatorio comprende World of Krypton #1-#4, una miniserie representativa de lo que verdaderamente ocurrió en el Krypton antes de que todo se fuera a pique. Una obra súper recomendable de leer, muy buscada en su día y que fue adaptada parcialmente en el film de El Hombre de Acero. Le siguen dos miniseries más, las representativas de Byrne, que alcanzaron fama, las denominadas Man of Steel #1-#6 y Superman #1-#5. También los arcos argumentales que se recogen en Adventures of Superman #424-#428 y Action Comics #584-#587. Todo Byrne, todo, donde el maestro promueve muy-mucho la presencia del magnate llamado Lex Luthor, por ejemplo. Al que le dio bastante peso como protagonista.

Superman: The World of Krypton presenta una colección de historias reunidas para brindar a los lectores una visión más amplia de cómo era la vida en el extinto planeta. Escrito en los años 80, el enfoque principal del libro se centra en la reinterpretación de Superman y su antigua historia. En la reinterpretación, Krypton es una sociedad que ha perdido su humanidad debido a su absoluta devoción por la ciencia. Casi dos décadas después, muchos de los puntos de esta trama sigue siendo relevante en la actualidad. El debate que rodea a la clonación en Krypton se desarrolla hoy en la vida real sobre la batalla de la investigación de células madre embrionarias. A medida que los lectores miren hacia atrás en un cómic como este, podrán encontrar que esta historia puede ser una de las más relevantes en la historia del superhéroe.

Man of Steel #1-#6 es la serie que inicia la reinvención del Superman, de John Byrne, en los 80s. Los cambios en el planeta natal de Superman también son indicativos de lo que Byrne se propuso hacer: Superman era Clark, un ser humano, no Kal-El, un kryptoniano. La distopía científica de Byrne esplende aquí y huele a clásica novela de Ciencia Ficción.

Superman #1-#5 cuenta el reinicio del personaje que Byrne hizo en los 80 pero también otras originalidades como los orígenes de Metallo (un nombre usado por múltiples supervillanos que aparecen en los cómics publicados por DC Comics, comúnmente como un adversario de Superman), un cyborg con una fuente de poder de kryptonita en su corazón, que usa como arma contra Kal-El. Aquí podemos encontrar el enorme poder ilustrativo de Byrne, así como verlo disfrutar con sus estilos de narración, variando las cosas desde la rutina habitual así como descubriéndonos un «origen secreto». También molan cosas, como el modo en que se cuenta el descubrimiento de Lois sobre que Superman es un extraterrestre.

Las tintas de Dick Giordano complementaron los lápices de Byrne y los retoques de Terry Austin sumaron. Pero otros muchos autores ayudaron a encumbrar a un autor que de por sí, ya gozaba del don poderoso creativo para el mundo del noveno arte. Este primer volumen cuenta además con la colaboración de Marv Wolfman, Jerry Ordway y Mike Mignola, y tiene como invitados especiales a Los Nuevos Titanes, el Fantasma Errante y al mismísimo Batman. El Hombre de Acero se destaca como punto culminante y artístico en la extensa e histórica carrera de John Byrne. Esta es la obra que debes tener si quieres empezar o reconciliarte con el Hijo de Krypton, Hombre de Acero, Kal-El…, la leyenda que pocos conocen a ciencia cierta.

Quieres que te guste.

Reseña: CyberPunk 2077. Trauma Team, de Cullen Bunn y Miguel Valderrama

Después del pelotazo a nivel mundial del videojuego, que menos que querer saber más de una historia que atrapa y te mantiene enganchado pese a su formato. CyberPunk 2077 es un videojuego desarrollado y publicado por CD Projekt que se lanzó para varias plataformas el pasado 10 de diciembre de 2020; día de mi cumpleaños, indirecta que mi mujer no pilló. Siendo una adaptación del juego de rol de mesa CyberPunk 2020 (nieto del clásico CyberPunk de los 90, que disfruté en mis carnes), CyberPunk 2077 se establece cincuenta y siete años más tarde en la ciudad distópica de Night City. Un enorme mundo con seis distritos diferentes, con una perspectiva en primera persona donde los jugadores asumen el papel del personaje personalizable llamado V; un videouego que se ha hecho famoso cuando se reveló que el actor Keanu Reeves formaría parte del elenco de personajes que tendrían relevancia en la historia. Por otro lado, y en mi caso, lo cierto es que por estos meses es cuando me da la «vena alien”, época en la que revisito las pelis (sólo la 1 y la 2, por supuesto), Blade Runner… y pelis del estilo. También repaso libros de rol como los incunables Traveller y Cyberpunk que aún conservo. En juegos de mesa me da por jugar a Battletech, Space Hulk, Nemesis… o así. Y me gusta leer CF de tema aventura espacial mezclada con acción, y si puede ser, sazonada de Terror. Me fijé entonces en CyberPunk 2077: Trauma Team , el tomito que acaba de publicar Panini Cómics y que de alguna forma lleva a eso.

The Trauma Team series (me encanta el nombre, y no es una serie de hospitales), tiene como personaje principal de Nadia que vive una montaña rusa de emociones desde que empieza todo. Un viaje corto pero frenético que se emprende en este cómic que se devora en nada. Más que frenético, un viaje chulo a la vez que horrible. De los que después de leer casi que tienes que coger aire. ¿La premisa? La básica es que Nadia trabaja para Trauma Team International y es la única sobreviviente de una misión de rescate fallida. No obstante, no se echa atrás y acepta una nueva misión (muy Aliens, El Regreso todo), y aquí comienza una búsqueda de la que costará salir viva. Y peor aún, indemne.

El cómic comienza con Nadia bajo evaluación psíquica para ver si debería regresar al trabajo. Su último equipo fue brutalmente asesinado en el trabajo anterior cuando tratando de salvar a un cliente, ella es la única que sobrevive. A su evaluadora le preocupa que pueda estar demasiado traumatizada para volver al trabajo considerando que vio a un solo tío matar a todo su equipo. Sin embargo, la ve con fuerzas. Ahora, en su nueva misión y con nuevo equipo debe ir a rescatar a un cliente secuestrado dentro de un rascacielos que está fuertemente controlado por un grupo armado hasta los dientes. Pero el shock viene cuando Nadia se entera que… (¡Seeeeeeh! ¡No spoilers aquí!)

Sorpresita final.

CyberPunk 2077: Trauma Team es un cómic que acompaña tanto a la mitología existente del juego de rol, como al videojuego que tanto ha dado que hablar en los últimos meses. El primer número de la serie captura tanto la distopía tecnológica del género como la acción brutal del escenario sin una exposición pesada ni frívola en el guión. Para vuestro conocimiento, CyberPunk 2077: Trauma Team se puede disfrutar de forma independiente. Esta historia no reemplaza la del juego, pero alimenta la necesidad de saber más de dicho mundo. Y me consta que ha sorprendido la interrelación entre personajes, a los que ya han podido disfrutar de ambas cosas. Me confesaron además (supongo que ya os queda claro que no tengo el videojuego, ¿no?), que no es un cómic que se ha lanzado para aprovechar el momento. Sino que contiene una buena historia. Te pone en contacto con lo que te vas a encontrar en la aventura gráfica, eso si, pero no sé si llega a la categoría de spin-off. Aunque me da que algo hay.

Buena historia se marca el guionista en auge Cullen Bunn, con un dibujazo colorido pero molón de Miguel Valderrama.

Reseña: Morbius. El Vampiro Viviente, de Richard Elson, Joseph Keatinge y VVAA

Leí que Morbius no tenía exactamente un número de seguidores dentro del mundo del cómic. Sobre todo, en solitario. No es el tipo de personaje que esperarías como para ser protagonista de una cabecera. Pero de un tiempo a esta parte se podría haber dicho lo mismo sobre Ojo de Halcón, por ejemplo, y mirad lo que resultó. Pero ni Morbius es tan buen personaje como Ojo de Halcón, ni es tan conocido. Está claro. Pero creedme que en cuanto a características chulas tampoco se queda atrás. Si analizas al vampiro cuenta con una serie de guiones cuanto menos curiosos, una estructura divertida y una caracterización interesante. No es compra obligada, pero si estás buscando una nueva serie donde profundizar, o mejor dicho, un personaje del que conoces poco y quieres saber a dónde lleva; una muy buena opción es Morbius: El Vampiro Viviente, este Marvel Omnibus que Panini Cómics acaba de publicar, uno, de varias aventuras famosas y en ediciones geniales, que la editorial va sacando cada poco ahora que la peli se viene.

Joe Keatinge escribe estos nueve números que comprenden la miniserie El hombre llamado Morbius. Serie que vio la luz en USA en 2012, un argumento que se podría describir con una sola frase: «Un tipo con una horrible enfermedad que intenta encontrar su lugar en el mundo». No es un cuento de vampiros quejumbroso y emotivo. No. Es DOLOR, bien representado en un ser que quién sabe si un día pudieras ser tú o yo. Con un diálogo lleno de fragmentos evocadores, agudo y una narración (¡En un cómic!) aún mejor. Con una escena en particular que me impactó: una escena en la que un hombre le da consejos a Morbius sobre dónde alojarse en Nueva York y… No obstante, en algún lugar dentro del doctor Michael Morbius hay un buen hombre que solo necesita una segunda oportunidad. Mas, ahora, después de escapar de todo, pasa desesperadamente los días, huyendo y desesperado por sofocar sus tendencias vampíricas. Pero, ¿será capaz de resistir el canto de sirena de la dulce y roja sangre o Spider-Man lo meterá directamente a la cárcel? ¿Su redención resultará peor que su pecado? Mientras Morbius intenta mantenerse fuera del radar, surge una nueva amenaza y quieren a Morbius muerto. La cuestión es, si después de incitar a una guerra de pandillas, Morbius podrá proteger a sus nuevos colegas de sus antiguos amigos.

Un tema que me llamó mucho la atención -y perdonadme, de Morbius soy algo más que un novato lector-, fue el primer número que abre la serie, donde Morbius, en sus propias palabras, dice que murió dos veces aunque solo se le ve herido. Hasta el punto que una persona normal estaría muerta, sí, pero herido. Y entonces menciona otra vez que es un hombre muerto y un vampiro muerto a la vez, así que seguramente no existe o… O algo así. No lo entendí muy bien. Por si alguien quiere aclararmelo. En fin, quizás os estoy estropeando el buen concepto del personaje que se deja el leer bastante bien en este tomo. La clave es que tenemos a Michael Morbius, que sufre de una rara enfermedad en la sangre y, ¿qué hace un ser vivo constantemente? Sobrevive. Y mientras intenta curarse a sí mismo, este pobre más vampiro es. Tiene algunas de las desventajas además de la sensibilidad a la luz solar (aunque no se quema) pero la sed de sangre es infernal en su interior.

Lo bueno de esta miniserie es que, a pesar del universo de superhéroes, Morbius no es un héroe y cuando intenta hacer el bien, tiende a empeorar las cosas. Ya os digo que cada vez me gusta más el personaje y que una parte de mí le tenía ganas después de devorar sus aventuras en Vampire Tales, el magnífico Marvel Limited Edition que publicó Panini junto a SD; donde Morbius se enfrentó a un culto demoníaco y había un elemento y ambiente sobrenatural que molaba tela. Sin embargo, al trasladar la historia a lo mundano, a lo actual, esta historia que se marca Keatinge (¿con la ayuda de Dan Slott?) nos lleva a una trama de “fin del mundo” pero centrada en una ciudad pequeña y más entrañable, si cabe. Este enfoque me encantó.

Spiderman, más de una vez, al igual que algunos de los supervillanos más famosos del trepamuros, aparecen dando por saco al prota junto con su sufrimiento. Incluso hay una especie de cameo con el clásico grupo Legión de Monstruos al final. El grupo que le vimos unirse por primera vez para investigar la aparición de un extraño ser llamado Semilla Estelar.

Un cómic que se completa con un arte de mi gusto.

Reseña: El Placer de Quemar (Historias de Fahrenheit 451), de Ray Bradbury

Para los amantes de la obra Ray Bradbury llega un poco tarde El Placer de Quemar. Yo al menos no conozco otra edición en nuestro país de esta obra. Aunque tampoco he mirado mucho. Para ser sinceros hablamos de una recopilación de relatos que se publicó en 2010 por primera vez y cuando la conocí no pensé en algo mega-clásico como la novela Fahrenheit 451, obra culmen de la Ciencia Ficción, a la que va referenciada. Pero nunca es tarde si la dicha es buena, dicen, y la verdad es que sí. Se encuentran aquí más de una historia «que-pa-qué», como se dice en la tierra donde vivo.

Los editores Donn Albright y Jon Eller reúnen dieciséis historias que abarcan seis décadas de la extraordinaria carrera del maestro dios literario Bradbury. Una profunda expansión temática de su famosa novela que ahondaba en el tema de la quema de libros aprobada por un estado totalitario y donde unos bomberos «muy salerosos” tenían mucho que decir. La novela Fahrenheit 451 es una obra maestra perdurable de la literatura estadounidense del siglo XX: una visión escalofriante de un futuro distópico construido sobre los cimientos de la ignorancia, la censura y la represión brutal. Tras dicha joya surgieron cantidad de ideas en otros autores y se han visto tramas muy similares y se han copiado formas estructurales de la historia hasta la saciedad. De hecho, es una novela que sigue siendo estudiada en cursos de escritura creativa, de lo que doy fe de primero mano. Y ahora los orígenes y la evolución de la oscura y magnífica historia de Bradbury se exploran en El Placer de Quemar, una colección de cuentos interrelacionados temáticamente que de algún modo prefiguran la magnífica novela del maestro.

Las historias más extensas…, los dos cuentos largos de la colección que se incluyen son quizás el requisito indispensable para obtener el libro. Mucho después de medianoche (Long After Midnight) y El Bombero (The Fireman) son las dos historias más importantes o conocidas aparte de ser precursoras y reveladoras de Fahrenheit 451. Pero en mi opinión, las dos joyas que más me han alucinado ya que no los conocía son dos relatos cortos. El Reencarnado que abre la antología; en la que un hombre recientemente muerto experimenta una resurrección y busca desesperadamente a su viuda y Los genios locos de Marte, que cuenta como el planeta rojo está habitado por todos los autores y personajes de la literatura que es destruida en la Tierra.

Solo por leer estas maravillas, merece la pena la compra.

También hay tres piezas intensas e interconectadas como El Dragón que se mordía la cola, Antes del amanecer y Al futuro, que aparecen en una sección final del libro llamada Otros Relatos y que son aporte esencial a la estantería de todo fan de Bradbury. Tres historias de viajes en el tiempo, el tema favorito del autor. Con el tema del escapismo de gobiernos opresores muy presente como ocurre en Fahrenheit 451.

Anoche mismo terminé de leer esta maravilla que se devora en nada. El Placer de Quemar que publica Minotauro este mes, tengo que decir que el copyright de 2010 es algo engañoso. Son16 historias pero 9 se publicaron originalmente entre 1940 y 1950, una en los 60 y las otras seis entre 2002 y 2007. Es una buena colección. Curiosa. Había leído varios relatos del maestro aquí incluidos pero los disfruté de nuevo. Por supuesto, soy fan de Bradbury, ¿y qué lector de fantástico y aspirante a escritor no lo es? Disfrutas sus obras cada vez. Y sé que muchos de vosotros quizás queráis poseer este volumen solamente por conseguir sus dos cuentos largos (El Bombero y Mucho después de la medianoche), que son actualmente difíciles de conseguir. Vale, de acuerdo, pero sabed que dentro se encuentra más de un pastelito gustosito de leer como, por ejemplo, El grillo en la chimenea. No digo más…

Como anécdota contar que El Bombero es el relato de 1951 que se amplió y se revisó (este tema ocurre más de lo que creéis dentro de la CF) para convertirse en Fahrenheit 451, en 1953. Fahrenheit 451 es uno de los pocos libros junto a El Señor de los Anillos que se leen en clase de literatura en las High School Secondary de USA. Y ahora, lo cierto es que fue divertido leer la versión anterior al famoso libro, donde compruebas los elementos básicos de la trama, aunque algunos de los nombres de los personajes cambian. Oscuro, extraño y macabro. Compañero indispensable de metro, autobús y asiento que se precie, El Placer de Quemar es una maravillosa confirmación del inimitable brillo, magia y fuego del maestro Bradbury.

Reseña: Urgh y la Corona de Huesos, de Telémaco

He encontrado poca información sobre Andrés Nicolás Allocco “Telémaco” (Argentina, 1981) y es por que es un autor de cómics “relativamente” nuevo. Pese a ser un viejoven como yo, sus obras se pueden encontrar en la web argentina https://www.comiqueando.com.ar/ donde colabora (creo) también en su podcast sobre cómics. ¿Y por qué busqué info sobre él? Pues por que sorprende muy mucho que un autor “relativamente” nuevo sea capaz de crear obras tan chulas como Urgh y la Corona de Huesos; que huele a serión, con personajes icónicos que esplenden desde la primera página.

Nuevo Nueve Editores parece haberse fijado en él y recién publica su primera novela gráfica que cruza el charco hacia nuestra tierra jamonera. La primera novela gráfica del creador de la tira cómica Jose & José que se publica en la web antes mencionada. Una novela de nada más y nada menos que doscientas cincuenta páginas y de la que dice Diego Agrimbau (el famoso guionista argentino que ha publicado más de una veintena de obras en Sudamérica y Europa) en el Prólogo:

«Urgh habla poco. Casi nada. Dragón habla mucho. Demasiado. Por algo tiene dos cabezas. Viajando de mundo en mundo y de tiempo en tiempo, estos dos (¿tres?) hermanos buscan nuevos objetos para sumar a su colección fantástica… Urgh… es una historieta de aventuras con acción a raudales. Y mucho humor. Telémaco nos lleva de la mano por el laberinto de su imaginación, de acá para allá, de la fantasía a la realidad, de futuro al pasado, con y sin escalas».

Y añado yo: «Tiene toda la pinta increíble que desprende su portada». Y no hay mejor presentación que esa.

Urgh y la Corona de Huesos pese a oler a Fantasía goza del tema de viajes en el tiempo y se apoya en el humor. Los personajes son los que hacen fuerte a esta novela gráfica. Los personajes. Simples, a primera vista, pero transmisores de una intensa sensación de que hay mucho más tras ellos. Con elementos nostálgicos: Ulfrus, el vecino desagradable tiene cierto aire a Gargamel, por ejemplo. Un cómic que no es de fantasía, ni de superhéroes, ni de ciencia ficción, pero que hace un batiburrillo de todo eso. Con personajes algunos totalmente disparatados y originales que para colmo se hacen familiares en nada.

Urgh y la Corona de Huesos es una obra para todos los públicos pero con ciertas escenas fuertes que, en realidad, no los son tanto para un niño de ahora. El dibujante y guionista ganador de las ediciones de 2012, 2014 y 2015 del concurso de historietas “Crack Bang Boom” y el “Chingolo Casalla” de la Biblioteca Nacional Mariano Morena de Argentina, se graduó en el taller de guión del afamado autor Diego Agrimbau y eso se nota. Por que a pesar de tener un guión largo y loco, en Urgh…, se llega a una conclusión entre tanto encuentro y escaramuza.

Y es muy cierto que su dibujo recuerda bastante al Bones, de Jeff Smith. Y eso mola. Y suma. Una historia que nos deja esperando nuevas aventuras. Quiero saber del pasado y futuro de muchos de estos simpáticos personajes. Por lo que me congratula saber que Telémaco ya prepara el segundo tomo mientras trabaja como diseñador de videojuegos y escribe una novela de fantasía.

A la espera estoy.

Reseña: Yo, Vampiro (Integral), de Joshua Hale Fialkov, Andrea Sorrentino, Daniel Sampere, Fernando Blanco y Szymon Kudranski

Tras los zombies (que fueron los primeros monstruos con los que me topé cuando tenía casi cinco añitos), con los vampiros he tenido mis más y mis menos. Con ellos voy por épocas. Después de haber leído mucho-mucho sobre ellos, tanto historias basadas en hechos verídicos como de seres relacionados, teniendo en cuenta el país de procedencia de la leyenda; me he llegado a dar cuenta que me atraen más, o menos. Quiero decir, depende del lugar de donde provenga de la historia, el modo en el que se abarque el tema vampírico y la época del año en la que estemos, me entran bien o no. ¿Un ejemplo? La primera vez que lo intenté con Drácula, de Bram Stoker, fue un verano de mucho calor y lo leí a pie de playa. No me gustó, no entraba en sintonía (como digo yo), no me enganchaba la historia. Unos quince o veinte años después, lo intenté otra vez. Volví tremendamente excitado tras haber leído una maravilla de relato de Alexei Tolstói (primo del famoso), llamado La familia Vurdalak (1839). Una forma diferente de ver a los vampiros. Y así me quise enfrentar de nuevo al clásico por excelencia. Empecé un día gris y frío de noviembre y lo terminé una semana después, un día gris, lluvioso y oscuro de diciembre.

No pasó lo mismo con Yo, Vampiro. En su día, leí sus dos primeros números y me gustaron mucho. Pero no quise leer más. Algo que digo bastante es que a estas alturas veo rápidamente si una historia se puede seguir lentamente o si es mejor devorarlas de un tirón. Me ocurre con las series de TV. Y Yo, Vampiro «lo pedía». Nadamos en una época donde todos alucinamos con un tremendo mar de integrales que se publican casi cada mes y Yo, Vampiro tenía que leerse así. Pese a sus 19 números. Y mis ruegos llegaron de alguna forma al centro de mando de ECC Ediciones que acaba de publicar este mes esta maravilla de integral. Una obra de Joshua Hale Fialkov (He-Man y los Masters del Universo) y Andrea Sorrentino (Joker: Sonrisa Asesina), una tremenda obra en la que también participan Daniel Sampere (Flash), Fernando Blanco (Batwoman) y Szymon Kudranski (Superman). Y todo con una máxima en condicional que pone los pelos de punta:

¿Qué pasaría si la última esperanza de la humanidad fuese un vampiro?

Joshua Hale Fialkov ya me demostró lo que era capaz de hacer con horror puro en Tumor y Echoes. Pero cuando se publicó Yo, Vampiro se enfrentaba a una tarea abrumadora, a un frente de batalla casi perdida: los fans de Crepúsculo. En el deseo de DC de llegar a todas las audiencias, lanzaron esta serie con romance intrínseco entre vampiros para atraer a más adolescentes y madres de mediana edad que le hicieron ganar a Stephenie Meyer una fortuna. Pero lo que se le ocurrió a Joshua podría asustar a esas mismas personas que llevan camisetas «Equipo Edward Cullen».

Yo, Vampiro presenta un romance oscuro, sangriento y retorcido entre un vampiro (cazador de vampiros) y la Reina de la Sangre. Un enorme arco con subtramas que empieza con dos narrativas distintas que se superponen y se entrelazan. La primera muestra al vampiro Andrew convertido en cazador de vampiros matando seres de la noche, mientras que por otro visualizamos a la reina Mary debatiendo con él las diferentes filosofías sobre ser criaturas no-muertas y a la vez no morir en el intento. Ambos geniales para crear una atmósfera aterradora y temperamental por lo que se cuenta, pero la segunda historia termina siendo más interesante porque llega al corazón de cómo estos dos amantes se convirtieron en enemigos. Mary preferiría ser un monstruo chupa-sangre, orgullosa, egoísta como todo ser que sobrevive cual león en la sabana. Antes eso que ser un simple humano dócil con sus preocupaciones y vidas de mierda. Es entonces cuando Andrew se arrepiente de haberla convertido en lo que es y está decidido a matarla para salvar el mundo. Mientras tanto, los dos coquetean entre una poderosa tensión sexual similar a una tormenta que se viene hasta romper sobre sus/nuestras cabezas. Sensualidad y sexualidad de forma abierta antes de…

Una escritura hábil salpicada de información sobre los diferentes poderes y debilidades de los vampiros. Con el paso de las tramas establece un mundo de conflicto entre el bien y el mal, el amor y el desamor, la luz y la oscuridad. La sangre o la vida. Porque no tienen por qué ser sinónimos, si no se quiere. ¿O sí? Dos amantes que tienen mucho que decir en la DCU pese a ser una historia que se puede leer indistintamente y fuera de todo concepto súper-heroico. Aunque mola ver como Fialkov vincula sutilmente el eje de la trama de manera excitante poniendo a estos vampiros en desacuerdo con los héroes con capa que controlan el mundo.

Fialkov y Sorrentino han tomado los conceptos más inverosímiles y lo han convertido en éxito en este tochal que ningún amante de los chupa-sangres debería perderse. Se hace difícil no usar esta reseña como tributo para difundir el evangelio de Yo, Vampiro. Se hace difícil no elogiar la serie como testimonio de la calidad de unos creadores que parecen haber encontrado una armonía grupal para dicho trabajo. Un trabajo donde todos apuntan en la misma dirección. Pero tambíen se hace difícil no decir que el final de Yo, Vampiro, sobre todo, significa el último aliento del compromiso de DC con personajes que no pertenecen a la Liga de la Justicia…, con personajes que nunca se deberían olvidar.

Reseña: Djinn Integral 2 (Ciclo Africano), de Jean Dufaux y Ana Miralles

Llega un nuevo integral de esta bellísimamente ilustrada serie como es Djinn. Después de cantidad de lecturas, de lecturas diarias que son un no parar, una vorágine de donde ni puedo ni quiero salir; por que es mejor que poder evadirse (y más ahora), Djinn es una opción de trasladarse a sensaciones en países que quizás nunca llegue a visitar. El caso es que fue el verano pasado cuando me topé en Norma Editorial con el primer integral de esta obra de la BD. Con sus integrales, que es como se disfrutan estas series, en mi opinión. Y aun así, muchas veces me quedo con la miel en los labios… Pues Djinn es ese tipo de cómic que te deja con el culo torcido. En fin. Que me voy… Vuelvo al tema. Decía que al tener tan lejano el anterior tomo decidí leer el primero antes de ponerme con el segundo que acaba de publicar Norma Editorial. Y con todo reciente, me encontré: on fire! Y quizás por eso mi opinión os puede parecer lanzada, osada y/o toda una serie de sinónimos de flipadez.

Con una portada que pone los vellos de punta (y otras cosas), uno ya entra con los ojos muy abiertos al cómic. Bueno, sí, está bien, lo admito, ¡soy un hombre! Estamos en un momento que uno tiene incluso que pedir perdón por su condición… Vaya tela. Bueno, el tema es que las portadas brutales casi que es algo normal en el mundo de la BD, ¿no? Y cierto es, que no son suficientes para que tras ella haya una buena historieta. Aunque algunas de ellas impliquen emoción a raudales. Uff…

Un segundo volumen integral de esta espléndida serie escrita por Jean Dufaux (Conquistador, Rapaces) y dibujada por la española Ana Miralles que lo borda. Un segundo recopilatorio que contiene nada más y nada menos que cinco nuevos álbumes (África, La Perla Negra, Pipiktu, Fiebres y El Rey Gorila) que comprende el denominado Ciclo Africano. África abre el ciclo. El principio del ciclo africano tras el denominado ciclo otomano, donde nos encontramos con los tres personajes de principios del siglo XX, ahora en forma de «trío», que a mi fe, les va como a tiro de piedra. Pero es otra piedra, preciosa esta, que desencadenará los acontecimientos del corazón en esta calurosa trama, la que cuelga de la oreja de Jade, que atrae las concupiscencias de una tribu africana; muy inquietante el tema, por cierto. Una trama bien plantada y que esperas que te “tranquilicen” en próximos álbumes. Un ambiente sensual agradable que apenas suma erotismo, pero no perdáis la esperanza…

En La Perla Negra, la nieta del ex-favorito sultán de Estambul, Kim Nelson sigue por el continente africano en busca de la perla negra que desvelará el secreto del tesoro enterrado por su abuela. Una perla que cuelga de la oreja derecha de un ídolo maligno plantado en el corazón de una región inhóspita y que solo el descendiente de la diosa representada puede arriesgarse a quitarla sin temor a la muerte.

En Pipiktu, después de un descubrimiento muy oscuro durante el desenlace del anterior álbum, seguimos a Jade, Lady y Lord Nelson, donde estos dos últimos vivirán horas muy tristes en este álbum tan inquietante como impactante.

Fiebres demuestra que se llevan adelante tres misiones simultáneas en este segundo arco y que se hace bien. O tres sub-guiones. La perla que da poder y dinero, la perla que transforma a los individuos: Jade, djinn que se convirtió en la diosa Anatku; Lady Nelson, bestia sacrificada; Lord Nelson, Pipitku; y Kim, la aventurera en la jungla africana. Una perla que da fiebre a todos y cada uno de ellos. Una fiebre que despierta la pasión de los cuerpos y los impulsos asesinos. Wow!

Cierra este ciclo El Rey Gorila. Después de varios álbumes de alta calidad, quizás este por las expectativas del titulo se me vino abajo. El escenario mola pero tiene un poderoso aire de «déjà vu» que es casi decepcionante. Y es lo que tiene crear algo tan alucinante. No siempre se puede mantener el nivel.

Ana Miralles (1959) es una dibujante e ilustradora madrileña que trabaja habitualmente con su compatriota y compañero Emilio Ruiz. Juntos firmaron el álbum erótico Cuerpo a Cuerpo (1991) que me dejó fascinado. Desde entonces, la sigo. Pero tras otros cómics leídos, para mí, no fue hasta 2001 que realmente saca su verdadero sino al despertarnos nuestras más fervorosas fantasías a través de la viñeta con su participación en Djinn. Donde da en el blanco al ilustrar los guiones dek francés Jean Dufaux.

El siguiente es el Ciclo Indio.

Deseando estoy.

Reseña: Marvel Saga. Aniquilación 2. Nova / Estela Plateada, de Keith Giffen, Abnett, Lanning, Walker y Renato Arlem

Con Aniquilación (como en todas las grandes sagas cósmicas, en general) ocurre lo mismo a como cuando Panini Cómics publicó toda lo referente a El Guantelete del Infinito. O te pillas todo lo que va saliendo, tanto lo anterior como lo que va detrás, o una parte de la trama “en ti” jamás estará completa. ¿Qué se disfruta solo tener/leer el volumen que encierra en sí lo principal? Obviamente. ¿Qué no es lo mismo a la hora de comentar con alguien, engranar ciertos hechos o hacer de maestro liendre con todo lo que sabes sobre cierta saga si se traslada al cine?

También.

El enorme evento cósmico que Panini Cómics está publicando ahora en sendos tomos en tapa dura la mar de económicos y dignos de colección, se llama Aniquilación. Al igual que El Guantelete… se publica dentro de Marvel Saga y ya podéis encontrar en su web una guía de lectura o publicación, que viene a ser lo mismo. Como la madre que me parió sabe que donde haya una buena saga cósmica ahí está el niño; empecé de lleno con ella (https://www.cronicasliterarias.es/?p=3741), incluso no pudiendo esperar, anduve por ramales parecidos (https://www.cronicasliterarias.es/?p=3342). Aniquilación: Prólogo contenía la miniserie Drax, el Destructor #1-#4 y el mencionado Prólogo que solo era un numerito. En definitiva, el inicio de lo que se viene y os recomiendo leer ahora que el tren está arrancando. Se publicó en febrero.

Pero a finales de marzo (hace apenas unos días) llegó Aniquilación: Nova/Estela Plateada (Annihilation Nova #1-#4 y Annihilation Silver Surfer #1-#4) y Aniquilación: Super Skrull/Ronan (Annihilation Super Skrull #1-#4 y Annihilation Ronan #1-#4) –o lo que es lo mismo-, los dos siguientes tomos a tener de esta enorme odisea. Por que en breve se viene lo más grande…, y mientras los dioses quieran os pienso reseñar todo-todito-todo a lo que concierne este SUCESO. Sí, en mayúsculas, que no me extrañaría nada que fuera el próximo gran evento Marvel en cines.

Como os he indicado Aniquilación: Nova/Estela Plateada incluye las dos miniseries de cuatro números que por ese orden se deben leer tras Drax… y el mencionado Prólogo. Aniquilación: Nova abre con lo espectacular pues golpeado y casi muerto, Nova se prepara para volver a la batalla. Pero ¿podrá hacer frente a la terrible carga del legado de Xandar? ¿Sigue siendo capaz de llevar un aviso a todo lo que concierne el espacio amigo? ¿Podrá permanecer con vida otros cinco minutos con las huestes asesinas de la Ola de Aniquilación acercándose? Miniserie con acción a raudales.

Aniquilación: Estela Plateada (¡Ojo! Que tenemos aquí a mi personaje cósmico Marvel favorito) nos traslada a diez días después de que la Ola de Aniquilación barra Xandar, erradicando el cuerpo Nova de la vigilancia espacial. Algo sorprendente, visualmente. A la vez que nos intriga porqué diablos los secuaces de Annihilus están cazando a los antiguos heraldos de Galactus con algún propósito desconocido. Liderados por Ravenous, las fuerzas de la Zona Negativa ya han rastreado a Gabriel (Air-Walker) y lo han dejado k.o. Pero la intervención de Silver Surfer puede salvar a su antiguo colega o tal vez, todo lo contrario. Ponerlo a tiro de Annihilus.

Como podéis ver, con poco que cuente, cuento mucho. Es lo que tienen las tramas tan molonas. Se spoilean fácilmente. Con un elenco mucho más centrado que las multitudes dispares y aparecidas en Aniquilación: Prólogo, Keith Giffen empieza a mostrar aquí su poderío y la enorme trama que se viene en breve. Lo que tiene en mente, se percibe en este tomo.  “El Juego” al que estamos sometidos ya está en marcha, con las interrelaciones entre personajes, infundiendo a cada uno su propio espíritu y atrayendo al lector al tema que quema. La angustia existencial de Gabriel y la crisis de conciencia de Estela se interpretan a la perfección, basándose en una rica historia y permitiendo que nuevos fans se puedan unir a la trama sin problemas. Y con un dibujo de Renato Arlem fascinante en estos últimos números. Buena combinación de estética clásica y moderna.

Seguimos al lío.

Reseña: Batman. Días Fríos, de Tom King, Lee Weeks, Jorge Fornés y Michael Lark

Una edición limitada en blanco y negro que le sienta tremendamente bien al Caballero Oscuro. Y sé que muchos de los “niños” de hoy en día no son partidarios del b/n, y es que ni siquiera imaginan que en bicolor es como más sorprenden los detalles al ojo. No obstante, una Edición Limitada. Dos palabritas que nos activa algo muy dentro a los que amamos el mundo del cómic pero también somos coleccionistas. Desde que tenemos uso de razón.

Edición Limitada y Tom King en un mismo volumen. Ah…

Una edición en tapa dura, Deluxe y a un precio genial para el producto que estamos hablando, el mismo que ECC Ediciones recién publica como Batman: Días Fríos, una edición limitada (nueva flecha) en blanco y negro para el deleite del mejor aficionado, no solo al orejas picudas, sino a todo lo que engloba el tema de la ilustración. Un regalo, pero también un tomo donde al guionista de cómics súper estrella del momento Tom King se une el aclamado artista Lee Weeks para enfrentarse al héroe más grande de la cultura pop conocido.

Una antología para el amante de lo visual que incluye el Batman Annual 2, de 2018 (Un día de estos), Días Fríos, por supuesto, un arco argumental que comprendió los números #51-#53 de la serie regular, el Batman #67 (Hasta lo más bajo) y el Batman/Elmer Fudd Special 1 (Una presa para mí), así como toda una serie bocetos originales al final del tomo exclusivamente preparados por Lee Weeks para esta edición. Batman y Catwoman. ¿Como se conocieron? ¿Cómo se enamoraron? En Un día de estos, King nos trae su visión de cómo eran las cosas (y otras cosas que aún no han sucedido) entonces. La mayor parte de esta historia tiene lugar en flashbacks y divulga otro maravilloso juego de «el gato y el ratón» compartido entre estos dos que poseen una de las mayores tensiones sexuales no resueltas leídas nunca.

Días Fríos comienza con una historia sombría y conmovedora que explora la naturaleza misma de Batman e intenta sacarlo de algunos estereotipos. Una trama que funciona como respuesta a «la boda» entre Catwoman y Batman a la vez que encontramos una extensión del Batman, de Tom King, en general. Un arco que mezcla un conmovedor monólogo sobre la vida de El Murciélago y su presencia en la vida de las personas que le rodean con escenas del brutal derribo a Mr. Frío por parte del Caballero Oscuro. Lo bueno de este guion es la forma en que se aborda al orejas picudas como persona. A raíz del compromiso roto entre… Bueno, ya me callo.

En Hasta lo más bajo, en primer lugar, regresa Lee Weeks (con Jorge Fornés en el arte). Weeks nos pone de buen humor con una hermosa portada que es tanto una pieza de diseño como un lienzo. Una historia donde King parece estar probando algo para posibles futuros. Una trama que involucra la búsqueda de un villano enmascarado. Un set a su simplicidad, humor y dependencia de las gloriosas imágenes que podréis encontrar en ese número.

Batman/Elmer Fudd Special 1 o Una presa para mí fue nominado al Premio Eisner en su día. Un ejemplo de como encontrar en un cómic, escenas diferentes y «cómica» casi en cada una de sus págias. Con un Batman colocado en el punto de mira del personaje de Looney Tunes. Una historia que jamás esperarías leer.

Cuando se trata de arte, Lee Weeks definitivamente está por encima del resto. En muchos sentidos, siento que la atmósfera que proyecta es similar a lo que hacía David Mazzucchelli. El diseño de Catwoman para estas historias en bicolor recuerdan bastante al Batman: Año Uno mezclado con la Catwoman de la serie animada. Michael Lark tiene algo que decir sobre esto. Pero creo que el donde Weeks es ese que contribuye en gran medida a establecer que pienses que su trabajo es fácil cuando para nada lo es.

Material para enmarcar.

Un regalo.

Reseña: Undiscovered Country, de Scott Snyder, Charles Soule, Camuncoli, Orlandini, Marcello y Matt Wilson

Tenemos otro buen volumen de tema apocalíptico. El tremendamente talentoso par de escritores como son Scott Snyder y Charles Soule se han unido para crear Undiscovered Country, cómic que encierra una trama súper atractiva. Como saben de qué va esto, se juntan con un buen equipo creativo para lo visual como son Giuseppe Camuncoli en los diseños, lápices de Daniele Orlandini y Leonardo Marcello Grassi y colores de Matt Wilson. Un primer volumen que recopila los seis primeros números de la serie y que componen el arco argumental «Destino». Una historia inmersiva con hilos cuidadosamente tejidos, personajes convincentes y efectos visuales absolutamente molones.

A partes iguales entre Mad Max, Escape From N.Y, Contagio o Saga; Undiscovered Country me ha parecido uno de los cómics más entretenidos y originales que uno puede encontrar en librerías en estos momentos. Su verdadera fuerza es la convincente dirección que toma desde la primera página y esto viene de la fuerza combinada de dos guionistas de los grandes como son Scott Snyder (Batman, American Vampire) y Charles Soule (Daredevil, La Carta 44); también los dos ex-guionistas de La Cosa del Pantano, los cuales utilizan sus dones para crear una historia que es rica en originalidad, carácter y complejidad, pero que nunca se siente sobrecargada pese a que trata los elementos típicos de thriller político, acción y ciencia ficción apocalíptica. Pero también un drama entre personajes muy bien construido con una coralidad considerable, traiciones y altos cargos de por medio.

¿Pero de qué va? En combinación de flashbacks y secuencias históricas se nos cuenta una trama que desvela constantemente lo que ha sido Estados Unidos desde que se selló. Una tierra envuelta en misterio desde que se separó del resto del mundo por un muro que ya tiene más de un siglo. Pero ocurre que, se acaba de recibir una llamada desde el interior y una pequeña expedición decide entrar para saber qué demonios está ocurriendo ahí dentro.

Es cierto que cuando vi que Snyder era parte del proyecto estaba un poco preocupado. Si bien sus trabajos anteriores con Batman o en Los New 52 y los primeros volúmenes de American Vampire se nota que adolece de estar sobrecargado de trabajo. Temía que para este cómic no tuviera la fuerza que le caracteriza para un proyecto tan impresionante y “peliculero” como es Undiscovered Country. Sin embargo, la fuerza la tiene y vuelve a ser increible. Su mejor don. Por que en esta obra se nota qué parte es de él y cuál no. Aparte, Soule está disponible para mantener el ritmo constante.

Undiscovered Country es una serie que arroja una cantidad considerable de información al lector, pero siempre logra ser atractiva gracias al ritmo y atención a los personajes. La inclusión de las características más grandilocuentes y salvajes como los hombres mutantes que deambulan por el desierto, las fortalezas rodantes y los tiburones voladores, adopta un enfoque de estilo Saga que parecen decir: simplemente, tómalo o déjalo. Si bien es obvio que existe un misterio en torno a porqué USA de repente se ve así, cualquier explicación en este punto sería spoilearos cosas que no quiero decir. Los diseños de los diversos habitantes de las tierras baldías y sus corceles, tanto mecánicos como animales mutados, son deliciosamente extravagantes, y su atención a los detalles de los personajes es estelar. Cada personaje se ve completamente único y su variedad de expresiones hace que sea fácil interactuar con ellos como lector. Y aunque se nota que los ilustradores cambian de tareas un poco más a la mitad de este volumen, sus estilos son tan similares que la diferencia es difícil de notar. Es probable que se deba al destacado colorido de Matt Wilson.

Echadle un ojo porque raramente no os mole.