Reseña: 100% Marvel HC. Veneno. Y Entonces Llegó una Araña/La Presa, de Hama, St. Pierre, Zircher, Rouleau y Calafiore

El otro día os lo comentaba respecto a Panini Cómics y su constante trabajo de traernos todas las obras de un personaje en el mejor formato actual. Lo decía sobre Viuda Negra pero es que con Veneno llevan largo tiempo haciéndolo, y desde que viera la luz su film, tiempo después siguen llegando las mejores sagas de este maligno ente alienígena. ¿Pero que yo encantado, eh? Que muy obvio es que me he aficionado a este ser y ver la maldad que acapara y de lo que es capaz. Por que es Veneno contra Spider-Man una vez más, sí… ¿Pero qué Spider-Man si el que conocemos está de vacaciones? ¿Acaso os suena un tal Ben Reilly?

Veneno: Y Entonces Llegó una Araña es la primera de dos sagas que comprende este genial 100% Marvel HC. Donde de primeras nos topamos con lo que más mola, Spider-Man contra Venom dándose leña mutuamente. Y como dice la sinopsis, como si fuera la primera vez, ya que Parker no está y le sustiuye un tal Ben Reilly, a quién tenemos como un web-slinger muy diferente. Mas, como Venom sigue siendo buscado y la ex-esposa de Eddie Brock, Anne Weying, está de por medio, renace una rivalidad mortal. Una lucha, una serie de escaramuzas que se convertirán en una guerra de locura y de enorme calibre.

La segunda miniserie que incluye el tomo es La Presa. Tres numeritos que vieron la luz en 1996 pero que gozan de una tremenda acción. Además, hacía mucho que los fans esperábamos poder tenerla reeditada, por lo que se agradece su inclusión aquí. Pues después de la invasión en El Planeta de los Simbiontes, un alienígena devorador de simbiontes conocido como Xenófago (-fago: que come…) llega a la Tierra para cazar a los seres restantes que quedaron atrás. Y por una cosa o por otra, Veneno termina siendo culpado de los brutales asesinatos de Xenófago, y no solo termina siendo perseguido por la policía sino también por este devora-alienígenas. Lo obvio se hace evidente, y el terror se acerca un poco más. ¡El cerebro de Eddie corre peligro de ser devorado! Dos perseguidores para un Venom que intentará sobrevivir a estos dos perseguidores implacables, pues aquí la policía también se las trae. Con una persecución a través del metro maravillosa, maravillosa, maravillosa.

Lo mío con Venom siempre fue un interés semi-amoroso. Como todo villano me es atractivo, pero Veneno tiene eso que muy pocos malos-malutos de Marvel tienen; se presenta con la maldad de la mano y la aplica al segundo. Pocas veces da lugar a conversaciones banales, y eso mola. Si traes muerte, ¿por qué esperar y hablar sobre ella? Pero sin duda mi débil excusa para continuar leyendo sus mejores historias, sus mejores arcos argumentales es que Panini Cómics está editando lo mejor del personaje y a saber cuando volverá a estar todo esto disponible otra vez. Desde el tremendo arte de Ron Lim hasta muchos otros que se atrevieron con el personaje y no lo hicieron nada mal. Obras como Matanza Desencadenado, Redención, Noches de Venganza, Protector Letal, Guerra de Simbiontes…, todas ellas ya disponibles y muchas, dos por el precio de una.

Ya no me sorprende nada estar pasándomelo tan bien con este villano. Y tenerlo todo-todito-todo de él en mi cómicteca es todo un gozo.

En vosotros está poneros o no, con el mejor cómic de aventuras.

Reseña: Saint-Exupéry, de P.-R. Saint-Dizier y Cedric Fernandez

Una buena base para el cómic europeo es, que trate un tema curioso, con su dote de misterio y si de paso hay personajes ilustres de por medio y, para colmo, está bien resuelto; en fin, juntar los mejores ingredientes para que la tarta salga deliciosa, tenga la forma que tenga. En Norma Editorial, donde podemos encontrar desde hace décadas joyitas de la BD, ha visto la luz Saint-Exupéry. Un cómic que bien podría ser clasificado de documental pues en su mayor parte trata sobre L´Aéropostale desde su origen. Descubrimos así, a todos los pilotos que construyeron su leyenda, a riesgo de sus vidas en el desarrollo de ésta en el África occidental. Gente como Mermoz, Guillaumet, Négrin, Jalladieu… Pero, sobre todo, Saint-Exupéry, al que muchos de vosotros le ponéis cara (o al meno, nombre), por ser el creador de unos libros más universales de nuestra literatura.

Saint-Exupéry recoge los tres primeros álbumes (El Señor de las Dunas, El Compañero del Viento y El Reino de las Estrellas) de esta serie en curso en el país vecino, y cubre los años desde 1926 a 1929, donde se nos lleva junto a Saint-Exupéry a la época en que transportaba correo entre Toulouse y Senegal. Especialmente, sus dieciocho meses en Cap Juby, tiempo en el que se pretendía mejorar las relaciones de la compañía con las tribus disidentes y los españoles. Los autores Saint-Dizier y Cedric Fernandez recrean magníficamente esa atmósfera sahariana y ese largo aislamiento que forjará el carácter del futuro escritor; por que fue allí, en este remoto rincón del Sahara español, una zona árida delimitada por Marruecos, Argelia y Mauritania, que en contacto con las tribus moriscas, el joven piloto se inspira para empezar a escribir a conciencia. Es en este desierto, por ejemplo, donde las musas le incitan a escribir su novela llamada Courrier Sud (Correo del Sur), que se publicaría en 1928. Un lugar en la soledad peligrosa, donde toparse con una experiencia personal y el significado universal de las cosas, un paraje desértico y favorable para la meditación.

Quizás algunos hayáis pensado que tal vez Saint-Exupéry pueda ser un cómic demasiado zen, y sinceramente, en cierto momento, lo es. Y si no eres amante de la escritura o, mejor dicho, de todo lo que rodea al arte de escribir y cómo se dan los hechos para que esto suceda; tal vez dudes en hacerte con el volumen. Sin embargo, esto lo sabéis ahora por que os lo he contado yo, por que lo que se percibe en realidad cuando llegáis de nuevas, son todos esos sentimientos en la mirada del personaje o en sus pensamientos hacia la idea de querer escribir su libro. Un cómic donde las ilustraciones de Fernandez sí es cierto que son muy «medianitas». Malas para nada, pero es que a lo que nos encanta la BD, quizás estamos muy mal acostumbrados a ilustraciones que cada viñeta sean casi un lienzo. No obstante, hay que decir que aun así, en Saint-Exupéry podréis encontrar bellas imágenes y, en ocasiones, algunos paisajes bien recreados y de notable calidad.

Un cómic que nació y fue patrocinado gracias a la Fundación Saint-Exupéry, para que P.-R. Saint-Dizier y C. Fernandez convirtieran al mundo del noveno arte, la carrera del autor de El Principito como piloto postal, escritor y periodista. Y como le iban llegando la inspiración para escribir sus primeras novelas y la historia que lo haría mundialmente famoso.

Un cómic bien documentado histórica y técnicamente, que desprende un laborioso trabajo de documentación detrás. Para mí, una hermosa pieza, editado en papel de enorme calidad, en color, un poco de una biografía donde de lo bien diseñado que está confundirás fantasía y realidad y con un ritmo benévolo. Como se dice ahora, un buen té de menta para disfrutar en la madrugada imaginando ese desierto para personas que, como un humilde servidor, son sensibles al mundo de Saint-Exupéry, a su vida, a su escritos y a la extraordinaria aventura que fue vivir y trabajar cada día para L´Aéropostale.

Ahora queda un deseo: releer las novelas de este maestro escritor desaparecido en extrañas circunstancias.

Reseña: Involución, de Max Brooks

Son curiosas ciertas cosas; existen miedos que te increpaban de niño de los que si consigues retrotraerte exactamente a esas mismas sensaciones, vuelven a ponerte el vello de punta. Recuerdo, por ejemplo, que una de las figuras legendarias del misterio en USA como es el entorno Bigfoot, nunca me produjo miedo hasta que vi en televisión aquellas imágenes de alguien que grababa desde su cabaña en el bosque una enorme sombra que les observaba. Y me dio miedo no por la figura en sí, sino por que aquella situación de atosigamiento, de acoso, desprendía naturalidad y terror. Y en mi mente de chaval mucho peor, pues en mis elucubraciones, ni siquiera creía que aquello fuera un mono gigante perdido con leyendas indias detrás, sino algo peor. Y ahí es donde entra Involución, el nuevo libro de Max Brooks, que tanto tiempo llevábamos esperando algunos, tras su exitosa Guerra Mundial Z (para mí el mejor libro de zombies escrito. Involución es otra novela epistolar, pero hecha de tal modo, con esa maestría que le caracteriza, que se vuelve una lectura apasionante. Llena de tensión, con algunos personajes cautivadores y bastantes sustos o escalofríos muy originales; por que además es también un libro realmente fuerte, tanto que sus conceptos generales ya asustan.

Siendo sincero, no estaba realmente seguro de qué esperar cuando comencé a leerlo. Disfruté mucho de Guerra Mundial Z y no quería que se aprovechara el mismo formato de escritura para contar otra cosa con «menos gracia”. Y me alegro de equivocarme, pues con solo el cambio de algunos matices, tiene un tono diferente. Involución tiene un personaje principal identificable: Kate Holland. Es su historia la que estamos leyendo, directamente de un diario que se recuperó en algún momento después de los acontecimientos de la novela. Aunque «el ficticio Max Brooks» ha incluido algunas «fuentes externas», en forma de entrevistas que ha realizado con otras personas y extractos. El hecho de que la mayor parte de la novela provenga directamente del diario de Kate ayuda a que la narrativa tenga enfoque más directo. Básicamente, escrita en primera persona, es una forma mucho mejor de contar una historia de la que se espera mucha tensión. En estas páginas, Max Brooks saca a la luz los diarios de la residente Kate Holland, recuperada de la desolada ciudad tras la masacre de Greenlop. Reproduciendo fielmente sus palabras junto con sus propias investigaciones sobre la masacre que siguió y las legendarias bestias que brotaron de ella. Si lo que Kate vio en esos días es real, entonces debemos aceptar lo imposible. Debemos aceptar que los monstruos siempre convivieron con nosotros y que gozan de una terrible fuerza y ferocidad. Pues Involución tiene una trama significativamente convincente que además está llena de algunos personajes realmente interesantes.

Comienza como cualquier cantidad de historias de desastres: con una configuración rápida de la situación, en este caso, la erupción del Monte Rainer y como todo se desmorona. Con personajes que se sienten reales, cada uno de ellos con el propósito de la supervivencia y en menor medida de ayudar a la comunidad. Mola conocerlos antes del desastre y de su encuentro con el Mal. Todos con sus gustos y preferencias y, por supuesto, con sus defectos. Se sienten como personas que quizás conozcas y es una excelente manera de hacer que te preocupes de inmediato por ellos. A pesar de que todo el diálogo es técnicamente lo que Kate recuerda, Brooks hizo un gran trabajo. Y se ve que hay un enorme esfuerzo en que cada personaje tenga una voz única e identificable. Igualmente natural es la forma en que se desarrolla la trama. Todo sucede muy rápido, como seguramente sería vivir una experiencia así de primera mano. Los personajes reaccionan de una manera absolutamente lógica según su personalidad, y cada vez que empiezas a preocuparte que la acción pueda estar disminuyendo, Brooks arroja una nueva incertidumbre y te pone nuevamente en alerta.

Como os habréis dado cuenta. no quiero entrar en demasiados detalles sobre la trama. Ya sabéis que todo lo sucedido tiene algo que ver con la presencia del Bigfoot, ¿y sabéis cómo va a terminar? Ya os aseguro yo que todo lo demás es sorprendente. Y convincente. Lo más difícil en estos casos.

Involución te hará plantearte demasiadas cosas. Historia bien escrita, interesante y aterradora, ¿se puede pedir más?

Reseña: Terry y los Piratas 1937-1938. Tambores de Guerra, de Milton Caniff

Terry es un joven estadounidense, inteligente y dinámico. Un día, su abuelo le deja un viejo mapa de China en el que se menciona un lugar donde podría haber un tesoro. Aunque es un soñador, Terry también es realista, pero se embarcará en la aventura, por que su idea no es ir solo. Formará un grupo con su tutor (y, sin embargo, amigo) Pat Ryan. Pero también Dale Scott (una encantadora jovencita) y una cocinera llamada Connie (de nombre real, Georges Webster Confucio). Un equipo que viajará por mares distantes, luchando contra formidables piratas y bandidos. Y aunque la colección se llama «y los Piratas», estamos ante un enorme compendio de aventuras en el que viajaremos por lugares exóticos pero también por países occidentales y momentos clave de la historia. Por poner un ejemplo, el ataque a Pearl Harbor, donde Terry se alista en la fuerza aérea estadounidense, se convierte en soldado profesional y continua «su lucha” contra comunistas coreanos hasta sufrir un enorme un atolladero en Vietnam…

Me encanta esa aventura.

Dolmen Editorial en su genial y constante trabajo de publicar y traernos gloriosos cómics de antaño, edita Terry y los Piratas: Tambores de Guerra. Una nueva edición integral destacable, ediciones completas de tiras de periódico clásicas, nada más y nada menos, que bajo la pluma del prolífico Milton Caniff. Esta vez, con todo lo publicado entre 1937 y 1938, tiras que se estiman (según los ejemplares vendidos de diarios) fueron leídas en su día por más de un millón de “Terry-Pirates”; así se les llamó a los primeros fans de la serie. De hecho, de todos es conocido que Howard Chaykin siempre la consideró La Mejor Tira Cómica de Aventuras Hecha Nunca. Terry y los Piratas es una serie que ha envejecido bien. Por supuesto, algunos elementos están un poco desactualizados (los chinos que hablan como los negros de Tintín en el Congo, por ejemplo), pero de todos modos te haces y son historias inmersivas y altamente temáticas. Milton Caniff es realmente bueno imaginando aventuras entretenidas y cautivadoras de principio a fin. Tenía el don.

Como se le ha alabado a la serie en cantidad de ocasiones, los escenarios son ricos en giros y vueltas de tuerca y casi no dejan respiro al lector. Obviamente, los tiempos lo requieren, muchos de estos giros son un poco exagerados, sin embargo, muchos de ellos se convierten en gags que harán reír al que disfrute lo propuesto. Además, contamos con personajes poco profundos pero de los que realmente necesitas saber lo justo. ¿Para qué una enorme psicología si lo que importa aquí es el viaje? Como en los anteriores volúmenes (indispensables para ti, si has leído hasta aquí), abre el integral un articulo de Rafael Marín (gran escritor y guionista de cómics gaditano y responsable de la Colección Sin Fronteras de la editorial). Nos cuenta un poco más, sobre lo que hay detrás de esta gran serie. Grandes anécdotas de como el autor ponía y disponía y tenía en mente un enorme teatrillo de personajes para ella.

Historias en sí muy divertidas. La narración y el ritmo de Caniff son extraordinarios en todo, y así es como Terry y los Piratas brilla con luz propia y fluye. Comienza guay, avanza rápidamente y parece haber soportado bien el paso del tiempo. Insisto, siendo conscientes y sabiendo desde un principio el tipo de cómic que tenemos entre manos y lo que supone leerlo hoy en día, sobran las comparaciones a los títulos que se editan actualmente. Estamos hablando de una obra con más de ochenta años, friends. Sepamos valorar eso. Y si nunca ha leído series de tiras cómicas, os diré que producirlas en su formato original es un arte en sí mismo. La primera de cada una de las tiras diarias (de tres o cuatro paneles) debe resumir rápidamente lo que sucedió antes. Y la tira final normalmente presenta algún tipo de suspense para que te lances rápidamente a “comprar el periódico” del día siguiente.

Caniff no solo fue un maestro en crear ritmos de este estilo, también ideó y fue maestro en mantener dos tramas al mismo tiempo. Estadounidenses de los años 30 sólo leían el periódico el domingo, lo que significaba que los fans se perdían la mayor parte de la historia. Para resolver el problema, Caniff escribía una historia para la edición del domingo (que se presentan al inicio de este volumen) y un guión aparte para la edición diaria. Dos tramas igualmente atractivas.

Una formidable colección que ningún amante del cómic clásico debería perderse.

Reseña: 100% Marvel HC. Viuda Negra. Hogar, Dulce Hogar, de Richard K. Morgan, Bill Sienkiewicz y Goran Parlov

A estas alturas de año y si no hubiéramos pasado lo que hemos pasado (que sigue pasando), ya hubiéramos podido disfrutar del estreno del film de Viuda Negra en solitario. Pero sigue esperando para estrenarse con todos los lujos. Y como suele ocurrir, Panini Cómics, nuestra editorial Marvel, ya nos tenía preparados toda una serie de títulos sobre la espía rusa para poder disfrutar de lo mejor que se ha escrito y dibujado sobre ella. Es por eso que nos parece genial que Panini haya decidido seguir adelante con su ritmo de publicación, por que sinceramente, esa vuelta a la normalidad, quizás ya nunca vuelva a ser tan normal… Valga la redundancia. En definitiva, que como hemos venido a este mundo a disfrutar, pues seguimos adelante. ¿Y cómo? Pues leyendo, evadiéndonos y recomendando lo mejor que pasa por nuestras manos/ojos/mente. Y uno de esos tesoritos es Viuda Negra: Hogar, Dulce Hogar. Seis numeritos que se marcó Rickard K. Morgan junto a Bill Sienkiewicz y el siempre recomendable Goran Parlov. Miniserie que se publicó dentro de la marca Marvel Knights y que, groso modo, explora el pasado de Nathasha.

El aclamado novelista de Ciencia Ficción, Richard K. Morgan (Altered Carbon, Broken Angels) y la leyenda Bill Sienkiewicz (Elektra: Asesina, Los Nuevos Mutantes, Stray Toasters) nos adentran en esos viejos fantasmas, pero también nuevas revelaciones de la Viuda Negra original (Natasha Romanov) en este guión duro, digno de novela negra. La agente de infiltración más mortífera del Universo Marvel finalmente salió del juego de espías, y no está pidiendo mucho, solo una vida normal en la abstracción. Pero un intento de asesinato repentino proporciona una dura prueba de realidad, y la ex-agente soviética decide rastrear lo que parece ser una serie de asesinatos internacionales que la llevarán de nuevo a la tierra que la vio nacer. Por que, no importa lo que hagas, el pasado siempre termina por alcanzarte. Y con la ayuda de un agente retirado de S.H.I.E.L.D. que investiga el asesinato de una mujer y hace un descubrimiento sorprendente, Natasha se pone en marcha.

Un tomo único que recopila esta miniserie súper thriller que se ubica dentro de los 100% Marvel HC. Nuevas revelaciones acerca del origen de Viuda Negra, la más mortal agente secreta del Universo Marvel que aunque se creía fuera del negocio del espionaje, y lo único que deseaba era llevar una vida normal, volver su Rusia natal, a ese lugar que ya apenas reconoce; la cambiará de por vida. Si bien es un tema relajado, Viuda Negra: Hogar, Dulce Hogar es un tomo que vale su tiempo y precio, por la intriga que implica. Esta obra se ubicaría justo va tras ese momento al que Natasha sobrevive después del evento de El Guantelete del Infinito, donde varias de «sus hermanas» son aniquiladas. Es entonces cuando Natasha descubre secretos que fueron bloqueados en su mente, recuerdos que era mejor no ser recordados.

Richard K. Morgan no es ese raro escritor que prueba con los cómics a ver qué sale. Morgan es lo suficientemente inteligente como para mantenerse dentro de los límites establecidos y trabaja “dentro de las leyes” de la Viuda Negra. Por eso los que se atrevan con esta obra encontrarán una lectura desafiante y gratificante. Lo mejor de todo es que las sugerencias de Morgan explican bastante bien ciertas cosas y aunque apenas conozcas al personaje, te enterarás de mucho. Especialmente, cómo la Viuda Negra siempre pudo seguir el ritmo de héroes como el Capitán América y Spider-Man.

Además, es un autor que saber que Marvel tiene muchos antihéroes, pero que Natasha Romanov, en realidad, nunca fue uno de ellos. Cómic muy recomendable.

Reseña: NOS4A2 (Nosferatu), de Joe Hill

NOS4A2 es una novela escalofriante, llena de suspense sobrenatural, del que empieza a ser para muchos un autor de Terror a tener muy en cuenta. A nadie le sorprenderá a estas alturas saber que Joe Hill es el hijo pequeño de Stephen King. Pero ya es alguien que se ha labrado por sí mismo un nombre dentro de la cultura de género americana, y además, es catalogado a estas alturas como maestro en cómics de Terror tras su grandiosa Lock & Key, que no hace mucho se transformó en serie de televisión. No obstante, aunque las obras literarias de Hill no son muchas, debemos destacar por encima de todo la originalidad en los argumentos que propone. ¿Y por qué he leído este libro? Por lo que acabo de decir: Joe Hill se caracteriza, sobre todo, por idear unos argumentos locos, seductores y extraños de los que piensas que ningún autor puede salir “indemne” de ellos sin cagarla o sin llevarlos a la ilógica.

Pero vean , vean…

Victoria «Vic» McQueen no es como los otros niños. Ella es buena encontrando cosas. Cosas imposibles, cosas olvidadas y cosas perdidas. Con su hermosa bicicleta, es capaz de cruzar un puente mágico y recorrer distancias imposibles en cuestión de segundos. Sin embargo, crear, mantener y cruzar ese puente cuesta un peaje. Un mal día, Vic se entera de que ella no está sola en dicho mundo sobrenatural. Hay una chica llamada Maggie, un bibliotecario al que llaman Iowa, que también pueden adivinar sus fichas cuando juegan al Scrabble. Para colmo, también un hombre llamado Charles Manx, que secuestra a niños desde 1938 en su Rolls Royce con una curiosa matrícula donde dice NOS4A2 (Nosferatu). Un coche que lleva a los peques secuestrados a un paraíso de diversiones llamado Christmasland.

Lo que empieza a conocerse es, que este ser es un vampiro de alta cuna. Procede de la Isla de Man y se alimenta de niños, convirtiéndolos en frías y crueles criaturas sin edad, encerrados para siempre en su imaginario mundo a la víspera de una Navidad eterna. Tiempo después, otro mal día, a sus diecisiete años, Vic va en busca de problemas, cruza el camino y se encuentra con Manx. Vic pensaba que aquel demonio era una ilusión de su infancia pero no, está allí delante de ella y… Ya nada es importante para nadie. Los acontecimientos cambian la historia, Regresará con los años a por sus herederos, dice.

Una magnífica historia que también se ha convertido en serie de TV.

NOS4A2 mola y te mantiene enganchado en estas duras noches de bochorno que estamos viviendo. Siempre alego que el Terror viene muy bien para el veranito fresquito… (jajaj, fresquito dice). En mi caso, no me enamoré del trabajo de Joe Hill en Locke & Key (aunque me gustó mucho el cómic); yo venía siguiéndole la pista tras su antología de relatos, Fantasmas, que publicó Suma de Letras hace años y que es una auténtica maravilla. Después llegó El Traje del Muerto que apuntaba maneras, pero no rayó mi conciencia terrorífica lo más mínimo. Y eso amigos míos, es lo que siempre busco. Lo bueno de NOS4A2 es que a pesar de sus páginas se lee en nada. Lo digo literalmente. Además, lo que os decía antes: se nota que Joe Hill goza actualmente de un ascenso de nivel creativo; aquí encontrarás a un chico joven hablando al revés, una chica que tartamudea y se entienden y fantasmas raros en abundancia. Un reino mágico cercano en un principio y odioso en su concepto. Una obra que recuerda a lo que pudo ser una macabra versión de Pinocho. Y bueno, algo que me encanta es Vic, la protagonista femenina de este libro. Su infancia no es precisamente feliz – descubre que puede viajar a través de un puente que en realidad transita por el tiempo – por lo que ve a su madre golpeada por su padre (antes de que los abandonara), hecho que su mente había borrado. Sin embargo, ella es fuerte y los tiene bien puestos, y se enfrenta a Manx, con dos pares, cuando se tercia.

Por supuesto, estamos ante una buena novela de Terror contemporánea. ¿El mejor homenaje de Joe Hill a la figura del Nosferatu clásico? El tiempo lo dirá. ¿Se merecía un mejor final? De vuestra opinión depende. Lo que está claro es que para mí es un final abierto y que aquí no termina todo. Como a su padre, a Hill le gusta intercalar personajes entre sus obras y Manx da para mucho más. Pero está claro que si buscas algo refrescante, algo nuevo, una novela para degustar en vacaciones, una historia que recordar por “dónde la leíste»: NOS4A2 es tu novela.

Reseña: Candy Candy. La Historia Definitiva, de Keiko Nagita

Candy Candy fue un manga japonés Shòjo (para chicas) escrito por Keiko Nagita que se publicó originalmente en formato serie en la revista Nakayoshi entre 1975 y 1979. Llegó a ser bastante popular en el país y en casi todos los lugares donde llegó, dando lugar a una muy chula serie de anime e incluso varias novelas. Para haceros de una idea de donde llegó su popularidad, se imprimieron alrededor de doce millones de copias en total entre libros y manga. Y en un año recaudó alrededor de ocho mil millones de yenes (unos sesenta y siete millones de euros, ahora mismo) entre elementos de la serie, especialmente, merchandising. Respecto a novela (que sé que muchos no teníais ni idea que existían), se publicaron tres títulos entre 1978 y 1979 y curiosamente contenían algunas diferencias con la trama de los mangas originales. Arechi – Editores Independientes de Manga acaba de nacer como nuevo sello editorial dedicado a la cultura asiática. Viene con ideas muy buenas de publicación donde tendrán cabida tanto narrativas de base histórica como magical girls, combates de artes marciales o dramas románticos, entre otros. Y fijaros si tienen buen ojo que han decidido comenzar con Candy, Candy: La Historia Definitiva, pues dicho titulo es una reedición de lo que os comentaba antes, incluidos algunos cambios respecto a descripciones de lugares. Obviamente, no he leído las novelas originales, pero sí que he oído que la trama principal no cambia mucho, si es que lo hace. Pues mientras lees Candy, Candy: La Historia Definitiva, por lo menos a mí todo me ha ido sonando y encandilando (nunca mejor dicho), yo que me tragué en mi juventud la serie de anime varias veces y mi mujer y yo la tenemos bien recopiladita en formato VHS.

Candy, Candy: La Historia Definitiva cuenta la vida de Candice (apodada «Candy»), una niña que fue abandonada de niña y criada en un orfanato. Finalmente es adoptada, pero lucha con el trato cruel de su nueva familia debido a sus antecedentes, y finalmente logra salir al mundo y ganarse la vida. Hasta aquí bien, pero ninguna historia de la mayoría de edad estaría completa sin elementos románticos, y este libro está lleno de personas que incluyen a varias personas a las que Candy interesa…

Se dijo en su día que los creadores originales (Nagita, el ilustrador de la obra original y algún editor ) tomaron ideas de varias obras clásicas niponas como Ana de las Tejas Verdes, Papá Piernas Largas o Heidi. Pero leyendo y leyendo, y pese a los años, lo sigo confirmando: para mí Candy Candy es La Cenicienta del mundo asiático. Y a pesar del hecho de que este cuento fue escrito originalmente para chicas jóvenes, como hombre que se acerca al medio siglo y que lee de todo por su perseverante idea de ilustrarse para llegar a escribir como uno de los grandes escritores algún día; os puedo decir que el libro está genialmente escrito (y traducido, por supuesto) de forma que rápidamente te asocias con la difícil situación del personaje principal, especialmente, respecto a los elementos románticos. No obstante, tengo que decir que mi interés aumentó y disminuyó en varios puntos, pero algunos de los giros de la trama al final hicieron que el viaje valiera la pena. Además, en general, este trabajo contiene varios temas universales importantes muy bien entretejidos, incluida la aceptación del pasado inmutable y el futuro imprevisible, así como la creencia de que todas las personas son buenas de corazón, por norma.

Al igual que con muchos trabajos que ganaron gran popularidad, a veces es difícil saber exactamente por qué llegó tan lejos esta historia. Tengo el presentimiento de que darle a la historia un ambiente occidental (USA, entre otros) contribuyó en gran medida al éxito de Candy Candy en Japón. También goza a ratos de un modo de escritura que engancha como son las cartas hacia Candy o que parten de ella; proporcionan un cambio interesante de estilo. Pero, sin duda, una de las cosas que me encantó y donde le vi originalidad al libro fueron sus muchas referencias a las flores (y las flores son una parte importante de la historia, como se puede adivinar en la portada), y como incita a buscarlas en un diccionario o internet para conocer de primera mano lo que se cuenta.

Volver a las mejores sensaciones de nuestras vidas, siempre es buena idea. Candy, Candy: La Historia Definitiva es una bonita sensación.

Reseña: La Isla del Dr. Moreau, de Ted Adams, Gabriel Rodríguez y VVAA

La Isla del Dr. Moreau es una miniserie de dos cómics que salió en USA hace ahora justamente un año. Leí por primera vez la historia de H. G. Wells, La Isla del Dr. Moreau, estando en el instituto, que como he contado muchas veces es, cuando más libros de Ciencia Ficción y Terror pude leer. Una media de dos o tres a la semana. Lo cierto es, que en aquellos años el concepto de La Isla del Dr. Moreau me resultó bastante original e incluso me asustó tanto que tuve pesadillas durante días sobre personas mitad cerdo o mitad pantera que venían a buscarme para “enseñarme” la isla. No hace falta decir que lo clasifiqué como uno de mis favoritos por que hicieron mella en mí. Incluso a esa edad, sabía que si una historia me afectaba tanto es que era un tanto especial. La originalidad es lo que siempre busqué por encima de todo.

Poco después de aquello, vio la luz el film La Isla del Dr. Moreau protagonizado por Marlon Brando y Val Kilmer en 1996. Increíblemente ansiado por verla (en principio, una súper producción con actores de renombre basada en uno de mis historias favoritas), di de bruces contra un muro. Una película llena de clichés, de enormes libertades de trama y sin sustancia. Aunque con algunos efectos de maquillaje geniales, eso sí. Pero la película me pareció tan realmente mala que me hizo amar más aún y poner en preferencia la fuente de todo. Los libros, o mejor dicho, el guión original de cualquier obra que se precie. Pero ahora, con los años, uno no pierde la esperanza de volver a tener aquellas sensaciones chulas de juventud o de primera visitación a una gran historia y cuando vi que Panini Cómics traía a nuestro país este titulazo adaptado al cómic por Ted Adams y siempre maravilloso Gabriel Rodríguez… Pues eso, que uno lo vuelve a intentar.

Y esta vez, por una cosa o por otra, me ha encantado. Con una nueva protagonista, he encontrado una nueva luz en esta trama de naufragios, almas perdidas, doctores locos y creaciones enloquecedoras. A través de la obra de arte de nuestro compatriota Gabriel Rodríguez, de quien muchos conoceréis su genial dibujo en el Locke & Key, de Joe Hill; nos llevan directamente a la visión de este sugerente titulo originalmente publicado en la editorial norteamericana IDW, que cada vez publica cosas más chulas.

La historia comienza con la breve comprensión de que Ellie Prendick acaba de escapar de la muerte en un duro naufragio donde su barco se ha quemado y ha tenido que buscar un lugar seguro en un bote salvavidas. Viéndose de buenas primeras en la costa de una isla, con la ayuda del Dr. Montgomery quien la ayuda y cuida hasta que recupera un poco la salud… Sin embargo, lo hace con una apariencia no tan encantadora, espeluznante, en resumidas cuentas, en fin, que hace un mal trabajo tranquilizándola cuando despierta. A través de un par de giros, Ellie se encuentra cara a cara con los habitantes de la isla: personas que han sido operadas por el Dr. Moreau que ahora son híbridos entre humanos y animales, y en uno de esos encuentros se ve inmersa en un importante enclave donde esos seres le cuentan «sus propias leyes» y le hablan del Dr. Moreau. A partir de entonces, tras los ojos de Ellen Prendick visualizaremos un nuevo mundo lleno de horrendos eventos, lo que casi se puede ver cada día en esa isla maldita. La quizás visión única de alguien que desea un nuevo mundo.

El fundador de IDW, guionista/co-creador de Diablo House, Ted Adams, se une al ilutsrador Gabriel Rodríguez, para poner de nuevo en la palestra esta adaptación de una de las grandes historias clásicas de H. G. Wells. Tan relevante hoy en día como cuando Wells la escribió en 1896, aborda la pregunta que todos los científicos deberían hacerse:

Sólo porque podemos hacer algo, ¿significa que debemos hacerlo?

Si bien esta historia se clasificó originalmente como Ciencia Ficción debido a la gran cantidad de trabajo de ciencia loca que contiene, en mi opinión, es puro Terror. ¿Qué pasa? Lo de siempre: el mal que siempre persigue a la mejor género literario, por mucho que no quieran aceptarlo. ¿Qué el Terror asusta? Ah amigo, ¿te imaginas que no lo hiciera? Pero no solo asusta al que lo lee y lo disfruta, también a la hora de vender. En la estantería muchos pasan por delante del género de Terror y se dicen: Uuuh, atractiva historia pero para pasarlo mal siempre hay tiempo…

Friends, friends, friends, buscad historias que os increpen, que os activen los sentidos, que os hagan “sentir” que estáis leyendo. Que tengan la fuerza para haceros ver que sois protagonistas o co-protagonistas en una trama de aventuras y sufrís tanto o más que el protagonista. Historias diferentes como La Isla del Dr. Moreau.

Espero que puedan confirmarlo.

Reseña: Los Aristócratas, de Alfredo Castelli y Ferdinando Tacconi

Nueva joyita reeditada o rescatada es, sin duda, el integral de Los Aristócratas que acaba de publicar Ponent Mon. Quién nos iba a decir que volveríamos a ver esta maravillosa obra de Alfredo Castelli y Ferdinando Tacconi nuevamente publicada y en una genial edición en tapa dura; la obra que los dos maestros italianos lanzaron en el Corriere dei Ragazzi en 1973. Y es que «il fumetto» italiano ya cuenta con más de un siglo de historia y Los Aristócratas es una de sus puntas de lanza. Sí es cierto que desde que alcanzamos el cambio de siglo casi cada año podríamos celebrar el centenario de un buen titulo inmortal, sin embargo, puede ser útil volver a series pasadas, aparentemente desconocidas o injustamente subestimadas por ciertas editoriales. O incluso por lectores que únicamente tienen buenos ojos para los superhéroes. Pero el que es lector de cómics de toda la vida, sabe que hay donde elegir. Que hay otros muchos héroes sin poderes que vivieron a mano de sus autores grandes y atractivas aventuras. El caso es que, por una cosa o por otra, los que tuvimos suerte de leer «fumetti» desde pequeños (al cómic italiano se le denomina así en referencia al nombre del globo de diálogo o bocadillo), seguimos muy cerca la obra de Alfredo Castelli. En especial, las reediciones de sus obras que últimamente se están haciendo con cuenta gotas. Ni que decir tiene que soy súper fan de su Martin Mystère que tristemente se quedó sin editorial en nuestro país tras la desaparición de Aleta…

Por lo tanto, era obvio que las buenas cosas llegaran y era súper obvio que si Ponent Mon lanza al mundo un genial tomo recopilatorio de Los Aristócratas, aquí lo reseñamos: Los Aristócratas, de Alfredo Castelli y Ferdinando Tacconi (ilustrador de la serie), a quienes también ayudó el propio Sclavi. Y es que 1972 había sido un año importante para los cómics italianos populares: nació el Corriere dei Ragazzi, un periódico con una base editorial muy dirigida a las series de cómics donde se disfrutaba de mayor libertad para temas ligeramente más adultos, con prevalencia de nuevos cómics de aventuras sobre los típicamente humorísticos. Por eso, tan solo un año después, Los Aristócratas se convirtió en la serie más emblemática de dicha publicación. Creada en 1973, destaca por numerosas virtudes, en primer lugar, no sigue la tradición legalista típica de los cómics infantiles, sino que tiene un grupo de caballeros ladrones como protagonistas. Por supuesto, este grupo británico de caballeros que viste de forma impecable ponen rápidamente al lector del lado del bando malvado. ¡Ellos molan! El Conde inefable, la bella Jean, el fenomenal Álvaro, el poderoso Moose y el brillante Fritz, presentan un cómic coral, lo cual es bastante raro de ver en el cómic italiano. Una referencia podría haber sido quizás los espías internacionales de Alan Ford y el Grupo TNT, de 1969 (un cómic italiano o tira satírica creada por Max Bunker (Luciano Secchi) y Magnus (Roberto Raviola), que contaba con agentes secretos clásicos de humor surrealista y referencias irónicas a los aspectos de la sociedad italiana y occidental de la época); de los cuales Castelli podría haberse inspirado en la estructura narrativa, adaptándola a un formato diferente con malos-malutos. Tal vez, como critica a las tan de moda series de TV británicas de entonces, como Los Vengadores o incluso Los Persuasores, de Roger Moore y Tony Curtis.

El Conde es la mente y el líder de los aristócratas, y es el verdadero «aristócrata» por excelencia. Un señor que se expresa como un libro impreso y desprecia la modernidad y la vulgaridad en todas sus formas. Junto a él, su guapa y sobrina Jean, la única chica del grupo, con quien a menudo tiene peleas educadas, y que representa al personaje mejor caracterizado y sensual y es motor principal de la narrativa y de las situaciones cómicas más delicadas, pues Jean está enamorada del inspector Michael Allen, amigo-enemigo de Los Aristócratas. Una idea muy chula. Los otros aristócratas son personajes más funcionales: el alemán Fritz representa la tecnología, y sus dispositivos a lo James Bond, a menudo aparecen en las historias como un elemento maravilloso que permite, además, soluciones menos violentas. El gigante irlandés Moose recuerda al desaparecido Bud Spencer, y representa la fuerza bruta, usualmente restringida pero ocasionalmente necesaria. El ladrón y playboy italiano Álvaro es la habilidad del ladrón en persona. Pero lo que de verdad os va a molar es que esta serie mezcla personajes icónicos de la gran novela de aventuras y el cine. Así que no dudéis en toparos con Sherlock Holmes, James Bond, Fantômas, Agatha Christie, el inspector Clouseau o Arsenio Luppin, entre otros. Siempre mezclando hechos reales con ficción, Castelli usa todos los trucos del cómic clásico para animar, y aunque la serie es principalmente humorística-aventurera, la situación inicial es a menudo dramática, con algunos personajes en grave peligro, creídos muertos o desacreditados.

Y el estilo de Tacconi, moderno, irónico y dinámico, al mismo tiempo; convierte a Los Aristócratas en una de las mejores series que se pueden leer pese a sus años. Puntal de lanza, como dije, en los mejores cómics europeos de todos los tiempos e indispensable para cualquier cómicteca que se precie.

Maravillosa, maravillosa, maravillosa.

Reseña: El Libro del Día del Juicio Final, de Connie Willis

Creo recordar que estaba en la extinta B.U.P. cuando leí mi primera historia de Connie Willis. Por No Mencionar al Perro, es un titulo que atraía de por sí a alguien que leía bastante Ciencia Ficción entonces, en especial, uno que pretendía o tenía como reto, leer todos los Premios Hugo y Bram Stokers de la historia. Locuras de la juventud. Pero retos que engrandecieron, sin duda, mi formación literaria independiente, y ni que decir tiene que Por No Mencionar al Perro me encantó y cuando la revisité hace unos meses pregunté a nuestros seguidores en redes sociales qué novela de Connie Willis recomendarían leer a continuación, o simplemente, cuál aconsejarían leer antes de morirse. El 99% recomendó El Libro del Día del Juicio Final. Novela que curiosamente regresa al panorama actual gracias a Ediciones B, en su siempre recomendable sello Nova, en una buenísima edición en tapa dura.

A mediados del siglo XXI, Kivrin Engle es una joven historiadora adscrita al programa de viajes en el tiempo de la Universidad de Oxford. Siente pasión por la Edad Media y ha estado tratando de estudiar este período durante largo tiempo. Pero es casi imposible. La Edad Media (especialmente, el siglo XIV), se cerró a los viajeros en el tiempo después de obtener el puntaje más alto posible en la escala de siglos que no se deben visitar debido a los hechos peligrosos que suceden en dicha época como la violencia contra las mujeres y epidemias como la Peste. Pero el jefe interino del Departamento Medieval ha logrado eludir el razonamiento tras la regla de No Acceso. Y después de mucha preparación que incluye lecciones exhaustivas clases de inglés antiguo, vacunas contra todas las enfermedades posibles y entrenamiento cultural y religioso; Kivrin está dispuesta a vivir su sueño. Su caída será en el año de nuestro señor 1320, un año que en principio es seguro, y bastante antes al que comienza la Peste, que supuestamente fue en 1348. Además, “aterrizará” en los días previos a Navidad y su viaje al pasado debe durar dos semanas como mucho, hasta que el portal se vuelva a abrir nuevamente.

Sin embargo, su tutor y amigo, el profesor Dunworthy, no está completamente convencido de que haya estado lo suficientemente preparada y piensa que varias cosas podrían salir mal. Además, él cree que el Jefe Interino del Medievo es un tontolaba que no ha tomado todas las precauciones necesarias al prepararse para el descenso. Y las cosas salen mal, pero tal vez no de la manera que Dunworthy esperaba. Tan pronto como Kivrin es enviada al pasado y antes de que puedan obtener una confirmación final de “dónde” fue enviada, el técnico a cargo de obtener la solución a tiempo, cae enfermo, increíblemente enfermo. Es en cuestión de horas, que muchas otras personas enferman, Oxford queda en cuarentena y el laboratorio cierra. Dunworthy ahora está convencido de que algo salió mal, y la gota que colma el vaso es Kivrin, que está en peligro y se debe hacer todo lo posible por recuperarla. ¿Pero cómo, cuándo todos los que trabajaron en el proyecto se han visto afectados de una forma u otra por la epidemia?

Escribí esta reseña desde un lugar apartado, desolado, triste por la falta de seres humanos en tránsito; lugar donde me aparté con mi familia unos días de vacaciones y donde terminé de leer El Libro del Día del Juicio Final. Un lugar con playa, piscina, pero casi vacío en la lúgubre soledad de un Resort sin gritos de gente en días alegres. En este lugar, con la lectura acabada, me entristecí por los personajes de este libro y lo que pasaron, ya que este podría ser uno de los libros más tristes que he leído y, sinceramente, no sé si es por la situación social actual que estamos viviendo… AFLICCIÓN. Pero también siento pena por mí mismo porque estoy seguro de haber leído uno de los mejores libros de CF que existen y ya nunca volveré a hacerlo por primera vez. Es el sentimiento más extraño que puede tener un lector constante, por que es tristeza, por supuesto, pero es el tipo de tristeza que es casi felicidad y estoy seguro de que es el tipo de sentimiento también que los lectores experimentados conocerán y reconocerán, e incluso darán la bienvenida, porque es el sentimiento que proviene de haber “vivido” una buena historia.

Una historia que progresa in crescendo, llena de tensión, de forma soberbia. Connie Willis hace su magia y nos muestra una historia sobre lo que significa ser humano. Donde, por supuesto, y aún dentro de la Ciencia Ficción, se respetan las reglas para los viajes en el tiempo. Pues alguien dijo que dentro de lo ilógico, todo deber tener cierta lógica o nada brillará. No sé si era exactamente así, pero supongo que entendéis.

Maravillo libro. Indispensable de leer antes de morirse.