Reseña: Los Mentores, de Zidrou y Francis Porcel

Un thriller de la mano del siempre recomendable Zidrou. Con una premisa de esas de búsqueda que pone el corazón en vilo. Sobre todo, si eres padre, o ya no te digo, madre. Un tomo integral que además recoge el díptico de unos álbumes que dieron mucho que hablar al otro lado de los Pirineos. Y ahora os puedo decir que es un volumen de éxito. Con un Zidrou en su máxima expresión. La historia es de las que dejan sin aliento y es imposible no pasar páginas, una tras otra, para intentar saber qué diantres pasa. Simpatizamos con esta madre que lleva buscando a su hijo durante veinte años, y la pregunta constante de quién demonios son Los Mentores, no se te va del tarro. Con una introducción de gran efecto (que posteriormente, bajará un poco el ritmo porque si no…), comienza el primer álbum llamado Ana. Pero muchas preguntas quedan sin respuesta y se van sumando más y más a tu nerviosismo lector. Encontramos personajes de casi todos los ámbitos, cada uno en su papel, sus traumas, pero seguimos sin saber absolutamente nada cuando termina el primer álbum. Con un ritmo así, me hubiera gustado ver ciertas caras de aquellos lectores que siguieron la historia número a número entonces. Es de esas historias que te alegra saber que está leyendo el integral. Pero con Zidrou en el guión, nunca se sabe realmente qué esperar.

Eso si, tenemos tiempo para simpatizar con las dos heroínas a las que todo parece ponerse en contra cuando deciden empezar una búsqueda certera. Esta madre de familia que intenta encontrar a su hijo desaparecido y la chica llamada Joyce tan dinámica. Una historia súper ágil cuando realmente empieza, construida al principio con un poco desbarajuste (creo que intencionado para desubicar al lector) que nos lleva a una investigación que se vuelve común para dos almas que quizás no sean tan diferentes. El argumento troncal: Hace casi veinte años que la hija de Ana fue secuestrada violentamente por un comando armado mientras ella se encontraba en la sala de partos. Desde entonces, nunca ha dejado de buscarlo. Joye es una escort. Una chica que huye de su proxeneta y sus secuaces que han jurado matarla. El encuentro casual de estas dos mujeres con personajes y luchas dispares servirá a las causas de ambas.

Una vez me encontré con una mujer que llevaba una muñeca. (…) Estaba en camisón y le hablaba a esta muñeca como si fuera su bebé. ¿Por qué? ¿Quién era ella? No lo sé ”.

Zidrou

De ahí surgió la idea inicial del nuevo díptico que publica de forma integral Ponent Mon. Benoît Drousie, alias Zidrou, nos estampa en toda la cara una historia que huele a film o serie de Netflix. Aunque, ¿qué historia podría no serlo a día de hoy con tantas productores rascando del noveno arte? El autor vuelve a privilegiar una narración de dos historias dramáticas por el precio de una. Un guion que logra cautivar y mantenerte en guardia por lo que pueda pasar. Un autor que se enfrenta de manera brillante a un par de personajes femeninos, con diferentes orígenes y temperamentos, uniendo fuerzas y determinaciones para intentar salir de situaciones de pesadilla. Mientras una busca liberarse de un «jefe» mafioso la otra no morirá tranquila por saber, al menos, quienes son aquellos seres que cogieron a su hijo. Roles asumidos que son contundentes, reales y están sacudidos por una atmósfera particularmente oscura. Además, el modus operandi del cómic no está cargado de detalles que distraigan del objetivo. No hay desvíos innecesarios. El guionista va al grano y conserva todo el suspense dejando la puerta abierta a muchas posibilidades. Y eso desestabiliza. Ahora que está tan de moda revisitar la serie Perdidos (Lost); es esa sensación. No saber a dónde va cada cosa por muchas clases de guion que uno haya cursado.

Entiendo que el público francés, en general, se haya quejado del dibujo. En ocasiones, aparecen pequeñas imperfecciones en los decorados y segundos planos que parecen menos refinados. El diseño de Francis Porcel es solo persuasivo. Quizás no tenga el poderoso don (¿aún?) para destacar en la BD. Pero no dejan de ser gráficos efectivos.

Los Mentores es un cómic irritante pero adictivo.

Reseña: Tif y Tondu. Investigaciones a Través del Mundo, de Maurice Tillieux y Will

Series que no puedes dejar. Las sensaciones que provocan. La nostalgia. Lo que depara un constante requerimiento a la editorial de cuando viene el próximo integral… Todo esto y algunas demencias lectoras más, me ocurren después de devorar un tomo de la BD como Tif y Tondu que publica Dolmen Editorial en su colección Fuera Borda. Ediciones para el amante del mejor cómic europeo de todos los tiempos, los va a querer todos, joyita tras joyita van publicando, y me da, que puede ser la única oportunidad de llevarnos a casa estas maravillas. Rara vez verán la luz de nuevo. Tengo esa terrible sensación. Por lo que vuelvo a reseñaros, a incitaros con Tif y Tondu, esta vez el recién publicado segundo integral denominado Investigaciones a través del Mundo que comprende los tres siguientes álbumes: La Cosa de los Abismos, El Buceador Muerto y mi añorado cómic (después os cuento por qué), Tif y Tondu en Nueva York.

En la frontera entre la novela policíaca y lo fantástico, Tif y Tondu están dispuestos a hacer cualquier cosa para luchar contra el crimen y, en particular, vencer a su enemigo todopoderoso, el terrible Monsieur Choc. Del espacio a la tierra de los sueños, de Nueva York a la jungla de Malasia, los dos amigos viajan por todo el planeta y un poco más lejos, para proteger a la humanidad de las locas y destructivas ambiciones de quienes se interponen en su camino.

Creo recordar que así rezaba, más o menos, la presentación de esta serie en los álbumes antiguos. Muy a lo peli de los años 70. Y es que era eso, en definitiva, casi films de acción de los que estaban de moda entonces con mucho movimiento. Novelitas de aventuras que podías/puedes degustar en formato cómic, siguiendo, riendo, con estos dos personajes que son unos “melones”, como decía mi abuela. Pero no equivocaros, Tif y Tondu no promueve el humor aunque lo tenga, en ocasiones. No al estilo de detectives torpes y demás. Aquí hay más género detectivesco de lo que se cree. Muy al estilo Tintín, por poner un ejemplo.

Excelente álbum -como todos los guionizados por M. Tillieux- es La Cosa de los Abismos. Se abre el tomo con nuestros amigos de vuelta en Londres en compañía de Kiki, la condesa y periodista presente en historias anteriores. Todo, para asistir a un congreso de criminólogos. Pero Kiki sigue recelosa tras escapar de los aduaneros que querían confiscar a su perro. Lo que iba a pasar pasó y Kiki se mete en líos otra vez por el temita. Afortunadamente, Tif y Tondu tienen un amigo, el Inspector Fixchusset, quien les permite a nuestros amigos que el perro de Kiki no sea tiroteado… Pero Kiki es testaruda, y no quiere escuchar, tiene que ir a rescatar a su perro…, el hueso…, aunque el hueso en este caso se vuelva bastante viscoso e impresionante a la vista…

Una buena trama, de las que es más importante el recorrido que el final, es El Buceador Muerto. Tif, el calvo, Tondu, el barbudo de mucho-pelo y Kiki, la rica; son informados por el mayordomo de ésta que un empleado de una subsidiaria, Bill, desea verla en persona. Los tres héroes van y lo encuentran borracho. Apenas aclaran nada. Lo llevan de vuelta a su hotel, y cuando vuelven unas horas después, se encuentran con un intruso que…

Para cerrar (maldita palabra), Tif y Tondu en Nueva York. Venga. Lo cuento. Este álbum es especial para mí. Durante un festival de cómics, cuando tenía nueve años, recibí una bonita dedicatoria de Will en este álbum de Tif et Tondu, que mi tio me compró. No lo llegué a apreciar en su momento y mi tito americano se lo llevó y lo tiene guardado como oro en paño. Aún lo conserva en su plástico. ¡Y me lo tiene que devolver algún día! Es tema constante de debate en la familia comiquera. Tiras-y-aflojas que espero algún día lleven a algún sitio…, a mí favor. (Esto pasa por no valorar ciertas cosas en la juventud) En definitva, una buena historia donde a diferencia de las leidas antes, Tif lidera la acción de principio a fin. Pierde su maleta varias veces cuando llega al aeropuerto de Nueva York, un mafioso deja allí un sobre que pretende recoger en el hotel de nuestros héroes, dos grupos de gángsters se pelean por el contenido de este sobre y Tondu es secuestrado para que Tif pueda llevar su maleta a uno de los dos bandos, seguido de una persecución bastante chula de las que a Tilleux le encantaba organizar. Buena trama que recuerda al potente inicio de Golpe en la Pequeña China, de John Carpenter.

Tif y Tondu son de esas series, esos personajes, que tienen ese no-sé-qué que enamoran. El dibujo de Will siempre es excelente y sabe crear atmósferas maravillosas para las historias. Puntal de lanza, cómic franco-belga en toda su esencia.

Reseña: Gravity Level, de Lorenzo Palloni y Vittoria Macioci

Es por el momento lector tan bueno de Ciencia Ficción que estoy viviendo que decidí ponerme con este díptico de cómic europeo llamado Gravity Level, recopilado en un solo tomo por Nuevo Nueve Editores y que se acaba de publicar en tapa dura. Me dejé tentar no solo por los gráficos que son algo diferentes, antes de leer, Gravity Level era para mí sobre todo una curiosidad argumentística pues, ¿cómo demonios se lleva adelante un guion donde la gravedad en la Tierra ha desaparecido hace más de 500 años? Un desafío. Y bien. Lorenzo Palloni y Vittoria Macioci muestran un mundo colorido a la vez que “creíble”, dentro de lo que cabe. Principalmente, crean una trama de aventuras, -una Quest que se dice en mi tierra-, y es que tiene mérito, a parte de llevar a cinco personajes adolescentes adelante (incluso en viñeta) de plantear interesantes interrogantes a lo largo de las páginas sobre las nociones de libertad, de futuro, de saber qué hacer con su vida, etc. Los gráficos molan, pero entiendo que no puedan ser del gusto de todo el mundo. Si que estamos ante un cómic que viene de la BD y eso debería ser sinónimo de ilustraciones exquisitas, pero Gravity Level es el clásico ejemplo de, si las ideas son buenas, el dibujo puede pasar a un papel secundario. Y es que la idea es muy buena.

El mundo, los seres humanos, se encuentran confinados bajo tierra. Confinados. La palabrita cojonera que tanto odiamos, ¿no? Cinco adolescentes, una pandilla de chavales que sin miedo a nada quieren divertirse principalmente, deciden salir a la superficie de una Tierra que se encuentra devastada. No queda gravedad arriba y tras la misteriosa desaparición de ésta, muchos de los sobrevivientes que viven en el subsuelo sufren dentro de las antiguas ciudades. En una atmósfera post-apocalíptica, los sobrevivientes dan lo que sea por cualquier salida. Pero ir «afuera» es toda una aventura, moverse por allí sin dispositivos especiales es totalmente imposible. Y así seguimos a estos jóvenes que siendo perseguidos por una especie de policía política, escapan y terminan por salir «afuera». Y entonces empieza lo bueno. Un recorrido que nos permite descubrir una fauna y flora originales, hostil y diferente, de un nuevo mundo que empieza. Los supervivientes han construido una ciudad subterránea donde la vida diaria se rige por reglas estrictas, mas, Vikt, Ibu, Waka, Bek y Pwa son jóvenes cuyos destinos se cruzarán e irán encaminados a meterse en líos de narices. La única forma de escapar es huir a la superficie. Pero lo saben, el mundo exterior es particularmente hostil y será dificil la supervivencia.

La historia es acertada a la vez que oscura. Aunque nuestros “héroes”, bien representados, que se lo toman todo a broma en medio de adultos irascibles que han marcado las reglas como una necesidad inmutable para su supervivencia; existe afuera un mundo futurista, arruinado y lleno de sorpresas, cual buena novela clásica de CF. Estos chicos van a encontrar cosas que no esperan. Y que no contaré aquí. Pero todo se limita a cinco tarugos que un día, una de sus provocaciones va demasiado lejos y provocan un accidente y no tienen otra opción que huir. Buscar una nueva vida “afuera”. Donde el peligro está en todas partes, un mundo que ya no pertenece a los hombres. Y a medida que el grupo avanza hacia lo desconocido, surgen las tensiones. La convivencia se vuelve cada vez más compleja cuando deberían permanecer juntos para llegar a su destino. Sin embargo, ¿qué son esas misteriosas burbujas de gravedad que acaban de encontrar?

Con esta distopía, Lorenzo Palloni nos transporta a un futuro indeterminado donde la gravedad ha desaparecido. Si bien utiliza los códigos que se encuentran en la mayoría de historias de este tipo, logra transportarnos a un mundo que ha cambiado totalmente. La naturaleza ha recuperado sus derechos, el hombre ya no reina sobre la Tierra y han aparecido nuevas formas de vida. Un tema prometedor que siempre excita. La aventura hacia lo desconocido. Una aventura interesante.

Muy chulo.

Reseña: Djinn Integral 2 (Ciclo Africano), de Jean Dufaux y Ana Miralles

Llega un nuevo integral de esta bellísimamente ilustrada serie como es Djinn. Después de cantidad de lecturas, de lecturas diarias que son un no parar, una vorágine de donde ni puedo ni quiero salir; por que es mejor que poder evadirse (y más ahora), Djinn es una opción de trasladarse a sensaciones en países que quizás nunca llegue a visitar. El caso es que fue el verano pasado cuando me topé en Norma Editorial con el primer integral de esta obra de la BD. Con sus integrales, que es como se disfrutan estas series, en mi opinión. Y aun así, muchas veces me quedo con la miel en los labios… Pues Djinn es ese tipo de cómic que te deja con el culo torcido. En fin. Que me voy… Vuelvo al tema. Decía que al tener tan lejano el anterior tomo decidí leer el primero antes de ponerme con el segundo que acaba de publicar Norma Editorial. Y con todo reciente, me encontré: on fire! Y quizás por eso mi opinión os puede parecer lanzada, osada y/o toda una serie de sinónimos de flipadez.

Con una portada que pone los vellos de punta (y otras cosas), uno ya entra con los ojos muy abiertos al cómic. Bueno, sí, está bien, lo admito, ¡soy un hombre! Estamos en un momento que uno tiene incluso que pedir perdón por su condición… Vaya tela. Bueno, el tema es que las portadas brutales casi que es algo normal en el mundo de la BD, ¿no? Y cierto es, que no son suficientes para que tras ella haya una buena historieta. Aunque algunas de ellas impliquen emoción a raudales. Uff…

Un segundo volumen integral de esta espléndida serie escrita por Jean Dufaux (Conquistador, Rapaces) y dibujada por la española Ana Miralles que lo borda. Un segundo recopilatorio que contiene nada más y nada menos que cinco nuevos álbumes (África, La Perla Negra, Pipiktu, Fiebres y El Rey Gorila) que comprende el denominado Ciclo Africano. África abre el ciclo. El principio del ciclo africano tras el denominado ciclo otomano, donde nos encontramos con los tres personajes de principios del siglo XX, ahora en forma de «trío», que a mi fe, les va como a tiro de piedra. Pero es otra piedra, preciosa esta, que desencadenará los acontecimientos del corazón en esta calurosa trama, la que cuelga de la oreja de Jade, que atrae las concupiscencias de una tribu africana; muy inquietante el tema, por cierto. Una trama bien plantada y que esperas que te “tranquilicen” en próximos álbumes. Un ambiente sensual agradable que apenas suma erotismo, pero no perdáis la esperanza…

En La Perla Negra, la nieta del ex-favorito sultán de Estambul, Kim Nelson sigue por el continente africano en busca de la perla negra que desvelará el secreto del tesoro enterrado por su abuela. Una perla que cuelga de la oreja derecha de un ídolo maligno plantado en el corazón de una región inhóspita y que solo el descendiente de la diosa representada puede arriesgarse a quitarla sin temor a la muerte.

En Pipiktu, después de un descubrimiento muy oscuro durante el desenlace del anterior álbum, seguimos a Jade, Lady y Lord Nelson, donde estos dos últimos vivirán horas muy tristes en este álbum tan inquietante como impactante.

Fiebres demuestra que se llevan adelante tres misiones simultáneas en este segundo arco y que se hace bien. O tres sub-guiones. La perla que da poder y dinero, la perla que transforma a los individuos: Jade, djinn que se convirtió en la diosa Anatku; Lady Nelson, bestia sacrificada; Lord Nelson, Pipitku; y Kim, la aventurera en la jungla africana. Una perla que da fiebre a todos y cada uno de ellos. Una fiebre que despierta la pasión de los cuerpos y los impulsos asesinos. Wow!

Cierra este ciclo El Rey Gorila. Después de varios álbumes de alta calidad, quizás este por las expectativas del titulo se me vino abajo. El escenario mola pero tiene un poderoso aire de «déjà vu» que es casi decepcionante. Y es lo que tiene crear algo tan alucinante. No siempre se puede mantener el nivel.

Ana Miralles (1959) es una dibujante e ilustradora madrileña que trabaja habitualmente con su compatriota y compañero Emilio Ruiz. Juntos firmaron el álbum erótico Cuerpo a Cuerpo (1991) que me dejó fascinado. Desde entonces, la sigo. Pero tras otros cómics leídos, para mí, no fue hasta 2001 que realmente saca su verdadero sino al despertarnos nuestras más fervorosas fantasías a través de la viñeta con su participación en Djinn. Donde da en el blanco al ilustrar los guiones dek francés Jean Dufaux.

El siguiente es el Ciclo Indio.

Deseando estoy.

Reseña: El Gavilán. La Princesa India, de Pellerin

Una serie de la que nunca os he hablado y que sigo casi en secreto es El Gavilán. Un cómic histórico que brinda por la veracidad, una historia bastante más madura que el clásico Barba Roja pero con escenarios y héroes magníficamente ilustrados que funciona genial para nostálgicos de la añorada y menciona joya de la BD. Una chulada que publica Ponent Mon casi también en secreto pues no entiendo como apenas se habla en RRSS de esta maravilla. De los cómics en los que te sumerges, que son agradables y que saben con fuerza a clásico. Donde el dibujo de Pellerin es pulcro, pero a menudo carece de profundidad de campo debido a una línea siempre de igual grosor, o casi, ya sea que el objeto o el personaje estén en primer plano o como fondo. Pero a mi me encanta el producto, en general. Cada álbum está a la altura. Escenarios bien armados que prometen aventuras y viajes por paisajes que incitan al romanticismo y a la aflicción. Aventuras honestas.

Patrice Pellerin es un autor de cómics nacido en Brest el 2 de noviembre de 1955. Se le conoce, sobre todo, por su cómic de aventuras marítimas El Gavilán (L’Épervier), que desde 1994 sigue dando que hablar en el mundo del noveno arte. Autor tan meticuloso como imaginativo, Pellerin está considerado como uno de los principales dibujantes realistas francófonos contemporáneos. La anécdota es que entró en el mundo del cómic en 1982 dibujando un episodio de la serie Barbe-Rouge, escrita por el belga Jean-Michel Charlier y sacó adelante solito otro episodio 1987-1988. Pero fue en 1994 cuando se pudo encontrar en la revista Spirou el primer capítulo de El Gavilán que trata sobre el caballero Yann de Kermeur, un corsario francés del siglo XVIII y ex-pirata, historia que me encantó cuando la leí en su día… Y que no tengo para mi dolor. Un obra que me encanta y que llevo leyendo desde mis años como infante de marina.

Yann de Kermeur es el personaje principal, lo apodan Gavilán por el nombre del animal que aparece en el escudo de armas de su familia y que bien caracteriza su extrema osadía. Es capitán de un buque del Rey llamado La Medusa. Condenado a las galeras por piratería pero indultado por el rey, lleva la flor de lis en un hombro. Tiene almacenes en Landerneau y en Faou y tiene una guarida secreta en la Roca del Esqueleto (Roc’h an Ankou). Sus hombres le son devotos, tiene mucho apoyo en Brest, donde sus campañas han dado grandes frutos a los armadores. Y, por supuesto, tiene cantidad de éxitos femeninos.

Tiene aventuras para el recuerdo.

Este décimo álbum que recién publica Ponent Mon corresponde al último del segundo ciclo. Habla de La Princesa Mali, la princesa nativa americana pasajera en el barco, cuya razón de su presencia es que firmó un nuevo tratado para su padre con el rey. Y Yann debe traerla de regreso viva a su tribu india para que el tratado de alianza sea válido. Pero ella es el objetivo del complot que se eleva en Versalles que busca desestabilizar el reino. ¿Lo véis? El aliento de la aventura está en esta saga desde que comienza. Las sensaciones son las que uno tenía a cuando tenía once años y leía La Isla del Tesoro, un verano, con sus padres en la playa y se imaginaba como protagonista en una aventura así. Además, me considero total amante de lo que comprende al siglo XVIII y XIX, las disputas constantes entre Francia e Inglaterra por el control de Quebec y en general todo el norte del continente americano. Soy wargamer de esta época. Para cuyo fan la serie de El Gavilán se hace totalmente indispensable.

La precisión de los dibujos, la maquetación, el guión… Todo es una estupenda maravilla que llega a nuestro país a muy largos plazos para mi tristeza. Aventuras marítimas como en pocos lugares se cuenta.

Reseña: Midnight Tales, de Elsa Bordier y Mathieu Bablet

Después de haber lanzado un puñado de historias fantásticas y gores en la genial serie de relatos Doggy Bags que también publicó Dibbuks en nuestro país (este mes la cosa va de brujas) llega otra chulada como es Midnight Tales. Una serie donde encontramos autores que hicieron fama en la obra que os menciono pero también otros nuevos que tienen mucho que decir. De hecho, la presentación del volumen se asemeja bastante a la de Doggy Bags; donde se colaron sorpresas como el relato escrito Elsa Bordier e ilustrado por Mathieu Bablet.

El hilo conductor de Midnight Tales se centra en la brujería, particularmente, en la Orden de Medianoche, una sociedad secreta femenina que protege a la humanidad de las fuerzas ocultas más diversas que transitan nuestro mundo. Con esta premisa, tenemos cuatro relatos en formato cómic y otro en modo ilustrado que realiza Elsa Bordier. Por otro lado, en cualquier antología que se precie, la diversidad es fundamental (sobre todo gráficamente), pero no todo será necesariamente del gusto de todos. Por mi parte, disfruté bastante este primer encuentro y el descubrimiento de este pequeño mundo oculto que se nos ofrece. Además, me hizo muy feliz encontrar autores que realmente aprecio. Entonces, si, como yo, eras fanático de Doggy Bags, de su llevadero formato, y te gustan las historias de terror y temas paranormales, este nuevo volumen te puede molar bastante-mucho.

Cada uno de los cómics y el cuento de Bordier, ilustrado por artistas destacados de Label 619 (Guillaume Singelin, Sourya y un nuevo recluta, Gax Gax, alias Guy-Pascal Vallez, que es un ilustrador que ha bebido bastante biberón en Dungeons & Dragons) y por el director de proyecto Mathieu Bablet; en Midnight Tales ofrecen una visión única del universo que mezcla mitología y horror. Toda una serie de casos con diversas influencias “reales”, tanto del folclore local de ciertos países como de los clásicos de la literatura de terror. Es decir, las aventuras y los casos a los que se enfrentan la Orden de Medianoche por todo el mundo son casos que os van a sonar a la mayoría. En especial, si os molan los temas paranormales. El Último Baile, Samsara, Pesadilla desde la Costa y Jardín Demoníaco #1 son las historias en viñetas, y el relato ilustrado: Antes de la Tormenta.

Como lectores, no tendréis problemas para quedar atrapado rápidamente en el juego de escenarios que cuentan con personajes femeninos que han tomado su destino directas a luchas contra las fuerzas del Mal. Suspense, acción, emoción, todos los ingredientes fantásticos están ahí para deleitarse con estas tramas. ¿Pero sabéis lo que realmente mola? Los archivos diseñados por Claire Barbe a modo de articulo o recorte de periódico que se añaden al final de cada historia. Donde se ponen en contexto elementos fehacientes que pudieron (o no) haber tenido lugar en nuestra realidad y que rvieron de base verídica para las historias.

Me habían vendido a Mathieu Bablet como un pequeño prodigio pero yo conocía su trabajo hace tiempo. En Midnight Tales, los humanos han ido eliminando gradualmente los más mínimos rastros de magia: las brujas y otros exorcistas, el último baluarte contra los demonios y las fuerzas oscuras que amenazan al mundo. Pero nació esta sociedad secreta compuesta en su mayoría por chicas, que luchan en las sombras contra los espíritus malignos. Un nuevo proyecto colectivo especialmente prometedor. Influencias que van desde Lovecraft hasta los misterios que todo programa de radio o televisión trata asiduamente. Bajo una cubierta flexible y en formato cómic, esta primera obra resulta ser un gran éxito que merece un desvío a tu mirada al pijameo constante.

Sorpresita comiquera de este primer trimestre lector.

Reseña: Papyrus (1978-1982), de Lucien De Gieter

El arte de Papyrus es de esos cómics que se pueden meter dentro de la categoría de “entrañable”. Es curioso, pero al otro lado de los Pirineos la mayoría de lectores critican algunos de estos álbumes pese a su buen acogimiento en ventas. Pero creedme, no es nada raro por que hablamos de un edén donde los lectores están acostumbrados a gloriosos diseños en formato cómic, dibujos de títulos cuya mayoría superan en demasía al guion. Para para mí, que podamos de disfrutar (¡por fin!) de una obra tan chulísima como Papyrus… Se me cae toda crítica que pueda oír y mis oídos de plata las convierten en alabanzas. Es una saga que-lo-gra-su-objetivo. Entretener, hacer sonreír y contar aventuras en el siempre enigmático Egipto del que tanto se supone. De Gieter sabe cómo infundir a sus historias el ritmo y la energía suficiente para que uno no se aburra, y lo más importante, a ninguna edad. Muchos incluso critican que las historias son muy desiguales porque el principal problema de Papyrus es que hay demasiados tomos. Es como decir: «Hey mira tío, que este jamón no va a estar bueno por que hay demasiados en el secadero».

¿Qué tiene que ver la ética con la política?

En Papyrus lo chulo es que el autor se esfuerza por variar el marco y el hilo conductor en cada una de las historias y por eso estamos ante un cómic diferente. Apoyándose en un conocimiento bastante documentado y en todo caso muy creíble del antiguo Egipto, Papyrus seduce sobre todo por su exotismo y su actualización de la mitología egipcia. Esa siempre tan fascinante. Los personajes no son los más originales que he visto, pero funcionan bien. Y los lectores jóvenes encontrarán fácil identificarse con uno u otro para involucrarse en la historia. Además, funciona bastante bien el marco que propone casi en cada viñeta de la arquitectura monumental y de los diversos templos y palacios antiguos que dieron belleza a ese paisaje arenoso que tan a la cabeza nos viene cuando hablamos de Egipto. Lo decía en la reseña del anterior volumen (https://www.cronicasliterarias.es/?p=2944), en Papyrus vais a encontrar complots, sumos sacerdotes que son viles, crueles y que buscan el fin del (su) mundo, de alguna forma. Todo por el poder. Pero ante ellos, un joven valiente y su novia. Y luego, podemos hablar de dioses cuyos nombres no estamos acostumbrados a escuchar y de los que se dice que tenían poderes y rostros extraños.

Papyrus (1978-1982) es el nuevo integral que Dolmen Editorial ha publicado de esta genial serie. Comprende otros tres álbumes de esta maravilla que jamás pensé ver publicada en español. En La Tumba del Faraón, el joven fellah adquiere una espada mágica y salva a la princesa Théti-Chéri, de quien se convierte en la protectora y confidente. Tendrá mucho que hacer para proteger a su amiga de las maniobras tramadas contra ella si no quiere perderla para siempre. El Egipcio Blanco es, sin duda, la historia más potente con la que me he topado hasta ahora. Un álbum que pese a tener cuarenta años no ha envejecido nada. Una escena, más que las otras, me ha marcado. La de la serpiente enrollada en Papyrus es impactante. Y quieras que no, asombra la crueldad de las torturas que se proponen al más puro estilo antiguo Egipto. Pese a todo, un álbum hermoso de visualizar, original, potenciado con un conmovedor suspense.

Por último, llegamos a Los Cuatro Dedos del Dios de la Luna donde la serie alcanza ya velocidad de crucero. Incluso, el dibujo aquí pasa a un próximo nivel, una sexta aventura de Papyrus que se divide en dos partes: la primera, nos permite descubrir un nuevo personaje (con una sola pierna) y Théti-Chéri está totalmente ausente. Se siente que falta algo. Y la segunda, cuando aparece como por casualidad, la historia despega, y los decorados recuperan su esplendor. La trama se resume en que el hermano del Faraón aprovecha su ausencia para tomar el poder y encarcela a la princesa Théti-Chéri y persigue a Papyrus. Una lectura necesaria para todo coleccionista que se precie.

Una cosa que percibes cuando lees Papyrus, es cómo y cuándo llega el momento en que su autor encuentra la fórmula mágica; el sándwich mixto calentito donde acción, emoción, humor y contexto histórico se mezclan para dar a luz un completo manjar. Todo con un diseño que sigue la más pura tradición de la Escuela Marcinelle que nació en 1937 de la mano del maestro Jean Dupuis. He aquí una serie ideal que voy a recomendar para todos los públicos mientras viva.

Reseña: Corto Maltés en Siberia, de Hugo Pratt

Una de las aventuras que más me ha impactado de Corto. Luego, me entero que es de las consideradas de culto. Este viaje a Asia alterna entre acción y encuentros con numerosos y carismáticos personajes, en particular, con Rasputín (mi favorito), obra donde se percibe claramente que Hugo Pratt estaba entonces en la cima de su carrera. Su dibujo es magnífico y algunos planos son simplemente joyas de la ilustración.

Norma Editorial recién edita este titulo del marino/detective clásico. Corto Maltés en Siberia rastrea el viaje de Corto, entre 1919 y 1920, que le llevó desde Hong Kong a la tundra siberiana, pasando por Manchuria y Mongolia, con la idea de apoderarse del tesoro imperial ruso que llevaba oculto un famoso tren blindado. Una aventura llena de giros o vueltas de tuerca, rica en sorpresas al lector y con personajes importantes en primer plano. Un álbum trepidante donde la acción es omnipresente. Muchas escenas épicas (los ataques del tren), héroes extraordinarios (Baron von Ungern-Sternberg, Changaï Li, Duchess Marina Séminova…), paisajes soberbios, humor (gracias a Rasputín): en resumen, una de las aventuras indispensables, de las mejores (para mí la mejor) de la colección de Corto Maltés.

Pese a mis halagos, mi tito americano (este que os cuento que me instruyó/instruye en cómic europeo), me dijo una vez: «¡No es el mejor Corto para mí! Demasiados personajes y nombres diferentes que hace que sea bastante difícil de entender la historia». No estoy nada de acuerdo. Los diseños son chulísimos y respecto al enorme elenco… ¿Os parece lioso Juego de Tronos pese a la cantidad de personajes que tiene? El que haya leído los libros, dirá que para nada. En las obras bien escritas y descritas, esto se lleva bien. Cuando algo es interesante para ti provoca que te inmiscuyas y te guste cada detalle. Y los toques de humor entre Corto y Rasputín en este álbum son delirantes. Y en eso mi tito me tuvo que dar la razón.

A través de una región devastada por la guerra y la violencia (noreste de Asia), Corto Maltés vive una aventura donde se entrelazan disparos, cuchilladas y más disparos. Donde hacen su aparición personajes atípicos, llenos algunos de crueldad y otros de romanticismo. El más extraño, el del barón Von Ungern-Stenberg, el más extraño de todos por ser un personaje histórico real. Que insisto, muestra la crueldad del hombre y el caos de toda una región, pero sobre todo la codicia bien descrita en el que es, en mi opinión, el mejor álbum de la serie leído hasta ahora.

Tras Las Célticas (https://www.cronicasliterarias.es/?p=1844), llega el correspondiente sexto titulo de esta gran colección que -y esto es algo que digo mucho por que no todo el mundo lo sabe-, son álbumes totalmente independientes. Un cómic que nadie debería perderse ahora que Norma Editorial está recuperando en orden cronológico todas las aventuras del gran clásico de Hugo Pratt. Todo un hito del noveno arte disponible ahora en dos espectaculares ediciones a color y en blanco y negro. Tú decides.

Corto Maltés en Siberia es una obra maestra y una pieza clave en la biografía del marinero de Malta. Un álbum grandioso, una aventura magníficamente contada donde se nos traslada de forma magistral a la frontera entre China y Rusia, una Rusia sacudida por las convulsiones del proceso revolucionario que está acabando con el imperio de los zares.

Cuentan que la importancia de la representación de los trenes en esta historia lleva al autor a buscar la ayuda de su amigo, el diseñador Guido Fuga, que también era responsable del diseño de aviones y armas pesadas. Esta primera colaboración, será seguida por muchas otras para los siguientes álbumes… Y es que Corto Maltés en Siberia se centra de algún modo en la abdicación (15 de marzo de 1917) del zar Nicolás II, cuando Lenin y Trotsky derrocaron al actual gobierno con la famosa Revolución que estudiamos en los libros de Historia. Un periodo movido que removió los cimientos de toda Europa y donde tuvieron lugar (seguramente) hechos como los que se cuentan en este volumen.

Reseña: Raowl. La Bella y el Feo, de Tébo

Incitado por las opiniones y por mi último afán semanal de leer fantasía heróica e historias de mazmorreos y súper calabozos, llegué a Raowl ya con la sonrisa puesta. Descubrí esta serie de la que no sabía nada de la mano de Nuevo Nueve Editores. Y la he disfrutado a más no poder. Mi devoción por las parodias de la Fantasía o de cuentos medievales a lo: la bella princesita, príncipe azul y el Monstruo… Las disfruto mogollón. Quizás la culpa de esto la tiene Groo, El Errante, del maestro Sergio Aragonés, mi personaje de cómic favorito. Donde se cuentan historias alternativas tan disfrutables como me he encontrado en Raowl: La Bella y el Feo. Y donde se brinda por el humor por encima de todo. Un humor que gusta, que entra bien y nunca se vuelve ridículo. Un estilo fresco y dinámico, lectura fluida y agradable con buenos detalles en las páginas dobles, un humor bastante fino (sin caca, ni pis) y, sobre todo, una buena idea básica para desviar las situaciones de los cuentos de príncipes y princesas.

Los cómics como Raowl: La Bella y el Feo se basan en su atractivo gráfico de carácter público en general. Un niño la disfrutará al igual que un adulto, te dice la porta, pero realmente es así. Incluso un adolescente de esos que tantas pegas ponen a todo…, en dos páginas ya habrá caído. Raowl es, en realidad, una serie que vio luz en la famosa revista de cómic europeo Spirou. Allí comenzó una serie que ahora se recopila en dos sendos álbumes de los que ya disponemos en nuestro país del primero. Una trama bajo el sello de la Fantasía humorística esa que tanto nos gusta. Agita los códigos para apropiarse de ellos y ofrece clichés desde un punto de vista “lógico”. La historia es simple, pero la inventiva del autor la distingue. Juega con un resorte narrativo anticuado que funciona de maravilla: Raowl tiene la posibilidad de cambiar de rostro y persona con un estornudo. Por lo tanto, de un mezquino fuerte y grotesco, se convierte en un mozuelo guapo, limpio y jubiloso. Y viceversa. Evidentemente, no controla estos cambios y con ese toque de humor vamos p´alante.

El dúo rarúno formado por Raowl y la chica en busca de su príncipe azul funciona de maravilla. Y sí, hay un poco de gore sobre los espadazos a enemigos, pero afortunadamente la historia no se basa sólo en esos elementos. El humor es alocado y fino. Me gusta imaginar que Raowl, Salvador de Princesas y Exterminador de Dragones Apestosos, realmente existió de una forma u otra y que Tébo solo es el narrador de sus historias. Porque encontré en este cómic mucho más de lo que esperaba. Casi parece un volumen de Donjon Parade; otra loca fantasía heroica que no se toma nada en serio el género y juega con las pautas que todos los autores de la Espada y Brujería parecen seguir. Aquí, el héroe es un gran bruto, invencible en combate, que solo tiene dos debilidades: es persona sensible al que le gustaría mucho que una princesa aceptara besarlo, y luego, el tema del estornudo.

Gracioso, impactante y contundente.

Como me han llegado a definir a mí en mis años mozos… Uff, jajaj.

Tébo, cuyo nombre real es Frédéric Thébault, es uno de los guionistas e ilustradores viejóvenes del momento. Jean-Claude Camano (director de colección en la Glénat del otro lado de los Pirineos) lo descubrió durante el Festival de Sierre en Suiza, en 1997, donde Tébo participó en el concurso de cómics. A partir de ahí, Tébo se une a revistas comiqueras de renombre, crea a sus famosos personajes Samson & Neon, Zep une fuerzas con él para dar vida a la historieta humorística de superhéroes el Capitán Bíceps…, pasan los años y este autor va creando jugosas obras y le llegan los premios. Su poder está en crear cómics de lindas historias, con dibujos muy coloridos llenos de dinamismo. Personajes que por muy feos que sean, son entrañables. Cómics como Raowl: La Bella y el Feo que son disfrutables por toda la familia.

Me gusta Tébo, su universo, su forma desinhibida de abordar los cómics, su línea simple y su garra. Me gusta Raowl y quiero más.

Reseña: Perceván (Integral 1), de Jean Léturgie, Xavier Fauche y Philippe Luguy

Leí una historia (solo una) de Perceván en mi juventud que me gustó mucho. Pude tomar prestados los primeros catorce álbumes de la serie de la Biblioteca Pública donde vivía y recuerdos grandes momentos lectores agradables. Perceván es, sin duda, una saga dirigida a jóvenes, bastante bien labrada, que me hizo pensar y recordar otras maravillas similares del cómic europeo como Johan y Pierluit. Pero aquí tenemos un ambiente mucho más oscuro. Que volvamos a tener a Perceván en nuestras vidas no es otra cosa que una prueba de las gordas de la Edad de Oro del cómic en cuanto a publicaciones que estamos viviendo. Que se recuperen obras que marcaron la infancia de uno en volúmenes integrales y en tapa dura de tacto glorioso en esta ocasión, me parece alucinante.

La disponibilidad de una joyita del noveno arte a un paso.

Perceván fue una serie de cómic franco-belga creada por Jean Léturgie y Xavier Fauche y dibujada por el gran Philippe Luguy para la revista Gomme! en 1981. Una serie fantástica-medieval recomendada muy-mucho para el público juvenil. Sin embargo, tiene ese extraño don de atrapar a lectores adultos, don que muy pocas sagas tienen. Las diferentes aventuras que vivimos con el personaje suelen poseer ese intrigulis que te mantiene atrapado y donde ya os adelanto que sus dos grandes historias (para mí) son La Tabla de Esmeralda y El Séptimo Sello. Las espero con ganas.

Una serie de aventuras que se desarrollan en un mundo medieval donde la magia y los seres fantásticos son habituales. Este primer integral que nos trae Norma Editorial engloba los tres primeros álbumes de la serie: Las Tres Estrellas de Ingaar, El Sepulcro de Hielo y La Espada de Ganäel, y con un buen articulo de introducción para el que no sepa nada de nada de la serie del critico y divulgador de historietas Antoni Guiral. Un cómic que comprende un enorme mundo fantástico con cantidad de personajes. Perceván: El prota, un valiente chico de melenas pelirrojas. Kervin: Bufón y juglar amigo de Perceván que siempre tiene hambre. Guimly: Pequeño animal de la raza de los simlusnanus que acompaña a los protagonistas. Balkis: Bruja de la que Perceván está enamorado. Altaïs: Bruja hermana de Balkis. Shyloc’h: Sirviente de Balkis de aspecto repulsivo. Sharlaan: Uno de los más grandes magos de este mundo. Piedramuerta: Barón que desea poder y riqueza. Polémic: Sirviente del anterior. Ciensinfus (Cienciencias): Mago que busca y ansía cuanto más poder mejor… Y más. Mencionar que algunos de estos nombres los pongo como los conocí yo.

Un bello mundo creado donde todos los argumentos son posibles. Las Tres Estrellas de Ingaar (1982) cuenta la leyenda que quien encuentre esa tres estrellas y las ponga en su corona obtendrá poder y riqueza. Al escuchar estas palabras, el barón Piedramuerta aspira a tener en sus manos este poder. Acompañado de su alma maldita Polémic, va en busca de los dueños de estas estrellas. El primero al que roban, para su desgracia, es el caballero Perceván, el cual se lanza en su persecución.

El Sepulcro de Hielo (1983) cuenta como siguiendo sus designios por el poder, Piedramuerta, flanqueado por su fiel Polémic, conquista la tierra de Ingaar (Noruega) y sus magníficos fiordos. Perceván y Kervin, aún persiguiéndolos, tienen toda la intención de frustrar sus planes y recuperar las estrellas robadas.

El último álbum del que se puede disfrutar en este primer integral es La Espada de Ganäel (1983). Cuenta como en busca de un amigo de la infancia, Perceván lleva a Kervin a un viaje por las Tierras del Miedo. Unos terroríficos jinetes negros oprimen a los aldeanos, una terrible bestia aterroriza a quienes se aventuran en el bosque y siniestros cuervos parecen espiar a los viajeros. La aventura más «tolkienana», sin duda. Pero donde un castillo cuyo amo posee una espada que simboliza los poderes del mal es un maestro que parece conocer muy bien a nuestro protagonista.

Un humor redundante, un tono apocalíptico que aparece en casi todos los álbumes, una serie realmente entretenida, bellamente ilustrada… No sé que se puede pedir más, la verdad.