Reseña: El Loto Carmesí, de John Arcudi, Mindy Lee y Michelle Madsen

Hacia tiempo que no me ponía con algo de los mundos creados por Mike Mignola, de los que salen (y seguirán saliendo) cantidad de spin-offs. Historias alternativas que tienen ubicuidad en este sendero de magia negra, pactos con el diablo y seres aberrantes del submundo que quieren tener cada  vez más presencia en la Tierra. Un mundo muy Lovecraft del que poco se habla pues, en mi opinión, Mignola ya ha sabido separar bastante bien sus creaciones de todo lo creado por el terror primario que proponía el de Providence. No obstante, la obra que os traigo hoy ni siquiera es de Mike Mignola. Es más, el maestro, ni siquiera sale en los créditos como alegato a haber participado en algo de lo que se cuenta en El Loto Carmesí. Aunque dudo mucho que no le haya echado un ojo… Esta historia es de John Arcudi.

John Arcudi (Abe Sapien, A.I.D.P) es un guionista de cómics estadounidense conocido por su trabajo en The Mask pero, sobre todo, en A.I.D.P. (Asociación para la Investigación y Defensa Paranormal / B.P.R.D en USA), el titulo hermano de Hellboy. Lugar donde obviamente se hizo íntimo de Mignola. Se considera muy fan de Edgar Rice Burroughs y William Faulkner y eso en su trabajo se nota. En El Loto Carmesí es el encargado de contarnos los orígenes de la principal enemiga de Bogavante Johnson; otro personaje de este mundo del que no me pierdo una sola aventura y al que deberíais echar un ojo si estáis leyendo esto. Pues, antes de convertirse en el mayor adversario de Bogavante Johnson, el Lotus Carmesí fue una niña que se vio envuelta en la Guerra Ruso-Japonesa. Treinta años después, Lotus aún tiene rencor en su interior como para seguir jurando venganza eterna contra las potencias internacionales. Y dos espías intentan ir a por ella en territorio chino antes de que cantidad de gente inocente (o no) se conviertan en moscas en su telaraña.

Pese al género negro o de novela de espías que promueve El Loto Carmesí, diría que esta recopilación de los siete números que comprendieron esta miniserie y que publica la siempre recomendable Norma Editorial; diría, que tenemos aquí un thriller conspiranoico sazonado con temas sobrenaturales. En el Universo de Hellboy (mundos donde se meten estas historias como podéis ver anunciado en la portada del cómic), un elemento básico para la creación de dicho universo son estas miniseries one-shot que tan buen sabor de boca dejan. En esa amplia existencia, también son comunes las historias de origen y precuelas. Ya he disfrutado de chuladas como El Origen de la Llama Negra (Rise of the Black Flame, 2016), Rasputín: La Voz del Dragón (The Voice of the Dragon, 2017), Koshchei, el Inmortal (Koshchei the Deathless, 2018) y ahora nos llega El Lotus Carmesí (Crimson Lotus, 2019). Cada una de estas historias nos adentran en territorio inexplorado, visitando épocas que nunca antes habíamos visto, presentando personajes que nunca antes habíamos conocido. Guiones, que son una nueva astilla en ese árbol centenario que implica la construcción de este enorme mundo. Incluso cuando se trata de personajes familiares, como Trevor Bruttenholm en La Voz del Dragón, los vemos en un período de su vida diferente al que realmente los conocimos. A menudo, hay mucho que presentar y a veces, estas historias luchan bajo el peso de ello, especialmente, en momentos que intentan reforzar las conexiones con el Universo Hellboy en su conjunto.

Una cosa que me sorprende es (por que algunos lectores de cómics tienen mucha prisa en su vida y apenas se paran a leer lo que tiene en la punta de la nariz), que ciertos seguidores de Hellboy tardan en darse cuenta o les están pasando desapercibidos estos títulos. Algunos tan indispensables de leer que casi cualquier arco del Chico Infierno. Sé que suena comercial, pero estas obras (supongo que parte de la cabeza de Mignola) están elaboradas de tal forma que tienes que leerlas todas para que en tu cabeza de chorlito se componga el mismo puzzle. O me da que nunca se completará al cien por cien. Es cierto que al entrar en El Loto Carmesí hay muy pocos personajes familiares a los que aferrarse, más que cualquiera de los otros títulos mencionados anteriormente. Y es por que Arcudi parece disfrutar de lo distante que parece al principio su guión. Mas, cuando has leído bastante del tema sabes que es un universo circundante, hasta el punto de que el tejido conectivo es casi accidental en ocasiones. Y esas nimiedades, seguramente, algún día se desarrollarán.

En términos de cohesión visual, el arte de Mindy Lee (Bounty, Bitch Planet) encaja perfectamente con el Universo Hellboy. Pude ver su trabajo molando mucho cuando trabajó con Gabriel Bá. Unas ilustraciones que tienen ese no-sé-qué que gustan. En El Loto Carmesí, también me encantan los colores potentes de Michelle Madsen (Cazador de Brujas). La forma en que complementan el trabajo de Lee. Y es eso, en su conjunto, El Loto Carmesí es un nuevo y emocionante thriller del Mignolaverso.

Reseña: Éramos el Enemigo, de George Takei, Justin Eisinger, Steven Scott y Harmony Becker

Puede parecer que voy de novela gráfica en novela gráfica, pero es que me parece de recibo que para alguien que lee tantísimo y tan rápido como yo (un devorador de historias del tamaño de un Azotamentes tengo dentro), ya que me pongo con una historia que empiece y acabe en el mismo tomo. Se agradece. Para más inri, leo tramas de todos los géneros pero tengo debilidad, cada vez más (será la edad) por las historias que tocan el alma. Historias reales que son traslaciones de novelas autobiográficas que han sido súper ventas en el New York Times y que hablan del dolor en primera persona y de sucesos de gran envergadura, que para bien o para más mal que bien, sufren inocentes sin comerlo ni beberlo.

Éramos el Enemigo es una de esas memorias gráficas que merecen ser leídas. Cuenta la historia, ahora en formato ilustrado, del actor/guionista/escritor/activista George Takei. Una historia de coraje, patriotismo, lealtad y amor. Planeta Cómic publica este mes además, la edición They Called Us Enemy: Expanded Edition. Un genial tomo en tapa dura, una edición de lujo con material y páginas extras que trae lo que me gusta a mí visualizar cuando me cuentan una historia basada en hechos reales: fotos verídicas de los protagonistas.

George Takei ha capturado corazones y mentes en todo el mundo con sus actuaciones magnéticas, su ingenio agudo y su compromiso franco con la igualdad de derechos. Pero mucho antes de desafiar esas nuevas fronteras que tanto promueve en Star Trek, se despertó una mañana como niño de cuatro años para encontrar a su país de nacimiento en guerra y a su padre y a toda su familia teniendo que huir de buenas a primeras para abandonar su hogar con un futuro incierto por delante. Una impresionante historia gráfica donde Takei repasa además la niñez que tuvo viviendo en los campos de concentración estadounidenses cuando formó parte de los ciento veinte mil japoneses americanos que el gobierno estadounidense mantuvo presos durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1942, por orden del presidente Franklin D. Roosevelt, todas las personas de ascendencia japonesa en la costa oeste fueron detenidas y enviadas a uno de los diez «centros de reubicación», a cientos o miles de millas de su hogar, donde serían retenidas dichas familias durante años bajo guardia armada. Éramos el Enemigo es el relato de primera mano de Takei sobre esos años detrás del alambre de púas, los terrores y las pequeñas alegrías de la infancia a la sombra del racismo legalizado. Las decisiones difíciles de una madre, la fe probada de su padre en la democracia y la forma en que esas experiencias plantaron las semillas para su asombroso pero entonces incierto futuro.

¿Qué significa ser estadounidense? ¿Quién decide? George Takei se une a los guionistas Justin Eisinger y Steven Scott y a la artista Harmony Becker en el viaje de su vida para presentar una novela gráfica que pone los vellos de punta. Una trama que si no fuera porque sabes que tiene un bonito final (dio fuerza y forma a un ícono estadounidense), pondríamos nuevamente en entretela la forma dictatorial que ejecuta el país que tanto alardea de promover la libertad, el ser el lugar donde cumplir tus sueños.

No es oro todo lo que reluce.

En mi amada por otras muchas cosas USA, he visto las imágenes de televisión de niños emigrantes sufriendo que es muy fácil desarrollar la fatiga por compasión. Después de todo, podemos apagar el televisor sin vernos obligados a contemplar la difícil situación de ser encarcelados a una tierna edad en un lugar extraño y duro, a merced de fuerzas que realmente no comprendemos. Pero Takei ha encontrado una manera poderosa de transmitir su mensaje. Con un libro y ahora con una novela gráfica que presenta en mejor caso el tema, en mi opinión, se muestra una historia que entra hasta el fondo. Me explico: no es lo mismo leer esta historia en narrativa que en un medio que la mayoría de nosotros experimentamos por primera vez cuando fuimos niños; en cómic, en manga, dibujos con globos de diálogo y narraciones simples y escasas para ayudar a los lectores a verlo todo a través de los ojos del niño que alguna vez fue Takei. Todo muy Estudios Ghibli. Donde Takei relata cosas como que soportaron un calor sofocante y tormentas de lluvia que convirtieron el campamento en un mar de barro, comieron alimentos de mal sabor que no tenían ni idea qué eran e hicieron sus necesidades en hileras de inodoros que construyeron con trozos de madera…

Una locura.

Reseña: Un Cesto lleno de Cabezas, de Joe Hill, Leomacas y Dave Stewart

No hace mucho, reseñando el último libro de Joe Hill publicado en nuestro país (https://www.cronicasliterarias.es/?p=3981) decía que este autor ofrece todo su potencial en formato cómic. Siempre le vi más fuerza ahí, donde creo que esplende, pese a que no lo hace nada mal en lo literario. Una prueba de ello es que sus mejores escritos son los relatos. No obstante, el hijo del dios del género de Terror vivo, es recomendable en cualquier trabajo que haga. Merece como mínimo un vistazo a lo que saca. Después de haber leído cómics y libros que parten de esa mente que lleva la genética del Tito King, puedo decir que como poco, situaciones inéditas y originales dentro del glorioso género vais a encontrar en su obra. Letras a los que otros no han sabido ponerle música…

Un Cesto lleno de Cabezas es una miniserie de siete números que se publica en nuestro país recopilada en tapa dura, en estos tomitos tan geniales que nos gusta tener. Inicia una colección de cómics de Terror de la editorial Hill House Comics que tanto mola al otro lado del charco y con cuyos derechos se ha hecho ECC Ediciones. Como buena historia de miedo tiene un comienzo lento, pero desde el principio ya tenéis una escena llena de detalles desde la presentación de June en el puente colgante, hasta que Liam la lleva a casa para conocer a su familia. Recomiendo que, una vez que termines Un Cesto lleno de Cabezas, volver atrás y reflexionar sobre las ingeniosas alusiones en el diálogo y la forma en que Hill remata la historia.

Leída de un tirón, en realidad, estamos ante una novela gráfica que tiene toda la pinta de haber sido creada para ser vista en la pantalla algún día. Parte de ello se debe a la rica sensación «vintage» en las ilustraciones tan chulas que salen de la mano de Leomacs. Cada página evoca una sensación de horror por excelencia a las pelis clásicas de los 70s, tonos apagados, la sangre vibrante y, por supuesto, el impermeable amarillo de pescador que tanto se puso de moda dentro del cine de Terror.

En Un Cesto lleno de Cabezas (Basketful of Heads) vemos como June Branch se junta con su novio Liam, en Brody Island, para un relajante último fin de semana de verano. Después de que un grupo de criminales fugados irrumpan en la casa que June y Liam tienen pendiente usar, Liam acaba secuestrado. June, ida totalmente de la olla, agarra una extraña hacha vikinga y se larga. Cuando uno de los atacantes la encuentra, ella balancea el hacha y le arranca la cabeza, que rueda y comienza a balbucear… Para que June descubra la verdad, necesitará escuchar los hechos directamente de boca de sus atacantes, tengan o no sus cuerpos desmembrados.

Un Cesto lleno de Cabezas fue una serie mensual que se publicó originalmente en 2019. Joe Hill desembarcó en DC a través del «sello para adultos” de Hill House Comics, que viene con la idea de reinventar o al menos, tocar el corazoncito nostálgico a los amantes del cine clásico de Terror de los 70 u 80, y por supuesto, para enganchar a lectores de cómic del siglo XXI. Dentro de la colección DC Black Label, el aclamado guionista supervisa todos los proyectos y encabeza el equipo creativo de tres de sus títulos. Obras que ECC Ediciones nos traerá a lo largo de este año. La semana que viene, por ejemplo, ya se publica La familia de la Casa de Muñecas; donde se narran las consecuencias que llevarán a una joven Alice a estar obsesionada con una casa de muñecas. Pero es que en junio se publicará En lo profundo del bosque, de Carmen María Machado (Su cuerpo y otras fiestas) y Dani (Universo Sandman – El sueño); una de las obras de las que mejores referencias tengo. Y en agosto, Daphne Byrne, de Laura Marks (The Expanse) y Kelley Jones (Sandman); que cuenta como llevar más allá el tema de la posesión demoníaca. Y en octubre, la siguiente de Joe Hill, Inmersión, junto a Dan McDaid (Doctor Who) y Stuart Immonen (Superman: Identidad Secreta). Una chulada que trata sobre barcos desaparecidos mezclado con temas de viajes en el tiempo. Ganas muchas de ponerme con esto.

Como veis, toda una cantidad de títulos de Terror en formato cómic que por fin podremos disfrutar los que tanto nos quejamos que apenas se publica nada. Y con un detalle que aclara ECC: todas las obras del sello Hill House Comics venían acompañadas en la edición original de unas historias cortas que forman parte del serial Sea Dogs, escritas también por Joe Hill y dibujadas por Dan McDaid, algo parecido en lo que se hizo en su día en el clásico Watchmen con Relatos del Buque Negro. Bien, pues se ha anunciado que todas estas historias cortas se publicarán en un único recopilatorio en breve.

Imperdible.

Reseña: El Poder del Fuego. Preludio, de Robert Kirkman, Chris Samnee y Matt Wilson

Para los que aparte de lectores somos coleccionistas, El Poder del Fuego es de esos cómics que vienen para rellenar esa parte de tu extensa cómicteca en la que curiosamente tienen muy poca presencia las historias de artes marciales. En la mía hay cositas, sí, pero cómics clásicos algunos resguardados en bolsas de plástico y otros en sendos integrales que han sido recuperados hace poco por las grandes editoriales del momento. Pero en definitiva, cómic clásico. No historias modernas como El Poder del Fuego que se centran en el glorioso tema que nos encandilaba a los que fuimos niños soñadores de poseer las patadas voladoras de Bruce Lee.

Mi amigo internetero Pete que vive en la calle más céntrica de Queens (Nueva York), me habló de esta nueva serie hace un tiempo. Dibujada por la increíble Chris Samnee y escrita por el mega-conocido Robert Kirkman (el hombre que resucitó a los zombies para esta nuestra actualidad). Así que comencé a buscar. Indagando, me dije algo: «Vaya pintaza. Esto tiene que llegar en español». Y esperé. Buenísima noticia no mucho después cuando pudimos leer que ECC Ediciones se hacía con varios títulos de Kirkman, de los que ya están publicando su famosa The Walking Dead en geniales tomos en tapa dura y lo más importante, económicos. Pero donde aparecerán más títulos de este polifacético hombre. Bien, pues ya he podido disfrutar de este primer volumen que es el Preludio de El Poder del Fuego.

El concepto entra como una mini-trama independiente donde seguimos a Owen Johnson, un joven que intenta resolver el misterio detrás de sus padres, hecho que le lleva a un enclave secreto, un misterioso templo Shaolin que encuentra durante un viaje a China. Allí aprenderá artes marciales (incluida una habilidad que nadie ha demostrado en décadas), y donde hace nuevos amigos. Para después verse inmerso en una constante pelea que termina por convertirse en una lucha infernal. Empujado por el hype tras leer este inicio, ya me he enterado de varias cosas. No pude esperar más. Es de esas series que te enganchan desde la primera página, una serie regular que empieza pero que se decide sacar desde el principio en este país ya de buenos tomitos en tapa dura muy llevaderos.

Por lo visto, la historia se retomará quince años después, cuando Owen ya se ha asentado en una cómoda vida familiar con su increíble esposa (oficial de policía), dos hijos adolescentes y una multitud de amigos y parientes. Es decir, que la trama da un paso adelante y los personajes se multiplican a la vez que esplenden. El don de Kirkman, claramente.

Gloriosos personajes, problemas casi bucólicos, una familia que parece llevar una vida normal y un protagonista que a través de flashbacks nos cuenta lo que tiene en su interior y vivió tan intensamente en tierras orientales. Owen Johnson no es un cualquiera y si tiene que luchar para proteger a su familia y evitar que su vida anterior se inmiscuya en lo que ha construido, lo hará.

¿Necesito deciros que el arte de Samnee me enamora? Me encantan estos diseños de una ilustradora que es una maestra del estado de ánimo y el estilo. Os puedo decir que cada página tiene su encanto. Me parece impresionante como dibujos aparentemente sencillos pueden tener un encanto tan enorme.

Robert Kirkman, Chris Samnee y Matt Wilson nos llevan de la mano a un viaje que encantará a los fans de las películas clásicas de artes marciales. Owen Johnson busca descubrir los secretos de sus padres biológicos que lo dejaron en adopción en circunstancias extrañas en los Estados Unidos. En este Preludio sabremos porqué Owen parece ser El Elegido de algún poderoso destino. No es una historia original, lo sé, pero lo que hace que esta trama de Kirkman parezca diferente es la ejecución de la serie y la trama familiar que se produce después. El Poder del Fuego atrapa el costumbrismo que también fabricó en Invencible, la gran obra de superhéroes de Kirkman.

El Poder del Fuego es esa nueva serie que me tiene flipado y que he decidido seguir tomo a tomo tras haber finalizado mi amada (en cómic) The Walking Dead. El mejor cómic de personajes de todos los tiempos.

Reseña: Infiel, de Pornsak Pichetshote, Aaron Campbell y José Villarrubia

Cómic de Terror, ladies & gentleman, vamos con más de lo bueno. El pasado mes Norma Editorial publicó Infiel (Infidel), una de esas historias hechas para los que le encantan pasar miedo, o al menos (según tú y tu irracionalidad), lo intentan. Además, es un titulo que vale para corroborar un tema que suelo hablar con lectores constantes, esos mismos que se quejan tanto como yo de que se publica poquísimo Terror literario en nuestro país. Insisto en mi teoría y la expongo ya como una máxima:

El mejor Terror escrito

nos está llegando en formato cómic.

Una prueba fehaciente de ello es Infiel, el cómic de Pornsak Pichetshote, Aaron Campbell y nuestro paisano muy norteamericano José Villarrubia; otro trabajo donde lo borda, por cierto. Dicen que la diversidad es la sal de la vida, y yo alego que sin terror o miedo no estaríamos aquí hoy en día tan poderosos como nos sentimos. A lo largo de mis años como lector y entusiasta de novelas gráficas y libros de literatura fantástica que tratan los tres grandes géneros en el que me desvivo por leer buenas historias de Terror, me he topado con cantidad de argumentos que se limitan a adaptar clásicos o derivan de guiones fílmicos que sí fueron originales. Novelas gráficas escritas por hombres y mujeres, ideas gráficas elaboradas por afroamericanos, caucásicos, hispanos, chinos, indios, etc. Miedos que parten del interior de nosotros, los seres humanos. Dentro de este enjambre hay una parte de la colmena donde se ubican los que dan vida a algo en lo que no habíamos pensado. Algo original. Esa es mi eterna búsqueda del Santo Grial. Por eso no descanso hasta ponerme con un titulo que lo proponga, al que yo al abrir la primera página le diga: «Por favor, asústeme, me encanta pasar miedo. ¡Métete en mi cabeza!». Haz que me pregunte sobre la procedencia de ciertos ruidos en la noche o porqué en el lugar donde trabajo, oigo pasos en un pasillo en el que no hay nadie.

Una mezcla de todos estos conceptos se juntaron al leer Infiel, de Pornsak Pichetshote (un autor y director de cine tailandés-estadounidense), que con su guión provoca que te preguntes por qué la gente piensa que mudarse a una casa antigua es una idea espléndida. Un tema que engloba a todo ser humano, por el que tiene que pasar, da igual raza, género o religión. Pues en el Terror (para el dolor de Drácula), todos estamos en el ajo. El miedo no hace distinción.

Infiel es la historia de Aisha, una mujer musulmana-paquistaní-estadounidense, que vive en Nueva York con su prometido, Tom, un simpático hombre católico caucásico y su hija de un matrimonio anterior. Las cosas se vuelven económicamente difíciles para la pequeña familia (¿el desencadenante?), por lo que se mudan a un apartamento con la devota madre católica de Tom. Los choques culturales y de edad son inevitables, pero lo cierto es que Aisha se esfuerza mucho por suavizar las cosas y encontrar puntos en común en el nuevo hogar que ahora es su casa. Los escalofríos llegan cuando Aisha descubre que el complejo de apartamentos donde ahora vive fue una vez el punto focal de una masacre estilo Amityville. Un lugar “infiel” lleno de poltergeists, tensión racial, fantasmas, malentendidos religiosos, posesión demoníaca, xenofobia, una puerta al Infierno, en toda regla. Entonces, ¿qué podría salir mal?

Uno se identifica fácilmente con las experiencias de Aisha. Yo que a mi edad he trabajado en cantidad de sitios desolados a los que no quiere ir nadie -y mucho menos pasar la noche-, todo suma si los demonios aterradores que sobrevuelan nuestra mente, se hacen contigo. Historias gráficas así pueden ser todo desafío al ser leidas en sitios así. ¿Masoquismo? ¿La locura a un paso? «¿Por qué pasarlo mal?», dicen los que no quieren ir al cine a ver una peli de Terror cuando, en realidad, su pulso acelerado dice que lo pasaron bien, pasándolo mal. Que amo el Terror y punto, friends. En todas sus formas de expresión. Para mí, confirmar que hay alguien al otro lado, no es otra cosa que evidenciar que nuestra existencia se alarga de alguna forma. Para bien o para mal.

La lectura de Infiel provocó que me levantara más de una vez de la silla.

Reseña: DCSos, de Tom Taylor, Trevor Hairsine, Stefano Gaudiano, Laura Braga, Darick Robertson y VVAA

DCSos es lo que se ha dado en llamar una historia de evento significativa. Dentro del Universo DC, brinda un viaje emocional desde el principio. ECC Ediciones recopila esta miniserie de seis números en un solo tomo en tapa dura, como he dicho en las últimas semanas: la forma de disfrutar estas obras recopiladas está en ti. La posibilidad de seguir leyendo cuando quieras.

En DCSos, el equipo de Tom Taylor y Trevor Hairsine no se reprimen en darnos golpes de los duros, ya que en esta historia ningún superhéroe va a estar a salvo de la Ecuación de la Antivida; un virus que ha continuado extendiéndose por la Tierra, un miedo muy actual para todos nosotros por la situación que justo hoy hace un año empezamos a vivir. Pero el tema central de DCSos se define con la impactante frase:

La Muerte ha llegado al Universo DC

Y así comienzas/entras en una historia bastante gótica, que tiene su fase de horror en un virus mortal que se extiende por nuestro planeta pero cuya principal cualidad es que quien se infecta se vuelve un maníaco homicida. La pregunta es entonces: ¿Qué va a hacer La Liga de la Justicia en una situación así? Pero antes de profundizar demasiado en la reseña, aclaremos qué no es DCSos. No es La Noche Más Oscura ni tampoco un Marvel Zombies. Aquellas historias tenían su sitio en un Diagrama de Venn de superhéroes con terror. DCSos es algo diferente. Lo veo más como un 28 días después mezclado con The Cell, de Stephen King, por el nivel de alerta que propone. Os adelanto que es un virus extraterrestre, un virus que viene de Apokolips; debo admitir que soy muy fan de Los Nuevos Dioses y todo lo que a ellos concierne. Esos dioses que son retratados en la Tierra más como monstruos que otra cosa. Darkseid cree que ha encontrado la otra mitad de esta ecuación, sin embargo, ha creado algo mucho peor…

Los resultados de este virus son horribles.

Para colmo los ilustradores Trevor Hairsine, Stefano Gaudiano y James Harren muestran los efectos catastróficos de la enfermedad de la forma más dolorosa posible. Los infectados se rascan profundamente las heridas de sus caras como si estuvieran tratando de sacar la enfermedad que devasta su cerebro. Hay una mirada de dolor confuso que rápidamente se convierte en puta locura cuando prestan atención a transeúntes que pasan cerca. Destacan en estas tomas, la sangre. El colorista Rain Beredo salpica las páginas con una mezcla de rojo sangre con el derramamiento de la podrida oscura y seca que lo vuelve espectacular. Al principio, la narración te va entrando como extractos de una noticia. Una presentación muy práctica y muy de cine apocalíptico. Pero esto contrasta con la acción “in media res” de los dibujos a los que tus ojos no paran de irse para disfrutar de los gráficos desde el primer momento.

Imágenes violentas por página. Algo más adelante en la trama, mola ver en Nueva York a supervivientes viendo como se les acerca ALGO desde el cielo… Espectacular. Incluso la forma en que Superman pilla el virus después de derrotar al Flash infectado que está arrasando la Tierra, duele un poquito en el corazón. Impacta, porque todo se convierte en delirio cuando el Superman de la Antivida comienza a causar estragos en todo el planeta. Un tomo en el que te llevas todo el rato preguntándote en qué deparará todo, no ves un final lógico, uno que te vaya a gustar, en especial, en cómo responderán ciertos héroes del Universo DC liderados por Wonder Woman (ahí lo dejo). ¿Y cómo no seguirla?

Os contaré un secreto. Llamó mucho mi atención la miniserie de DCSos por que en USA fue una serie que durante un tiempo fue objeto de burlas. Y bien sea por experimentar por mi mismo las cosas que otros critican, o por mi tercer profesión como Abogado del Diablo, esperé a que en español estuviera disponible en el formato deseable para ponerme con DCSos. La tenía guardada en uno de los cajones de mi cerebro de «Cosas por las que Pasar Algún Día». Y que ni decir tiene que el gusto que da quitarle la razón a muchos es relajante como poco.

Me gustó ver que el guionista Tom Taylor expone los orígenes de este virus de manera muy clara, enfrentando a La Liga de la Justicia a algo que no pueden simplemente golpear o arrojar al Sol. DCSos trae el horror a DC y pone en grave situación a todo un planeta. Ahora, un año después de tanto sufrimiento del que aún no hemos salido, ya no hay burlas de que algo así pueda ocurrirnos, ¿no? Mmmmm…

El impacto dejado por DCSos al final es algo que hace que esta sea una serie de lectura obligada para todos los fans de DC. Brinda momentos memorables, uno tras otro.

Reseña: Factor-X, de Bob Layton, Roger Stern, John Byrne, Louise y Walter Simonson, John y Sal Buscema y VVAA

Hay quien dice que los mutantes de Chris Claremont y tal, pero yo los primeros cómics que leí y disfruté de mutantes fue Factor-X. Recuerdo además haber pillado esporádicamente una grapa (la número 1) que curiosamente tenía la misma portada que este maravilloso primer integral de Factor-X del que os vengo a hablar. Os puedo decir que unos de los Marvel Gold más esperados por mis amigos y por mí, ahora que todos aquellos grandes cómics que nos hicieron felices entre los 80 y principios de los 90, se van recopilando poco a poco en tapa dura en nuestro país. Y encima Panini Cómics haciéndonos un guiño al aficionado sacando la misma cover que da pie al primer tochal de la cabecera del grupo más clásico de mutantes, y diría que el más querido y compenetrado de todos. De nuevo, juntos y revueltos. Un regreso que a muchos nos ponía la piel de de gallina pues Factor-X no es otra cosa que La Patrulla-X original volviendo a unirse después de que Jean Grey regrese de entre los muertos. Anunciado como un nuevo grupo mutante entonces, pero en definitiva era como volver a ver a Los Beattles juntos de nuevo.

Empezando con las previas -algo que hace muy bien Panini en estos tomos-, tenemos cómics como ¿Quién acecha ahí abajo? (The Avengers #263), que hace de inicio y vínculo, además de ser la primera misión de Namor con Los Vengadores. Ellos descubren el misterio, o hablando en plata, lo que pasó realmente y donde está Jean Grey después de aquel doloroso estallido final. Le sigue el Fantasic Four #286 que de algún modo continúa lo anteriormente contado: el Capitán América en su investigación, encontrando a una mujer misteriosa en una cápsula bajo la bahía jamaicana…

Pasamos entonces a la leña. A la mandanga de la buena. A Tercera Génesis. El primer número que os decía antes y que da paso a la serie original llamada Factor-X de la que este volumen contiene nada más y nada menos que los primeros dieciséis números. Con los geniales creadores Bob Layton, Roger Stern, John Byrne, Louise y Walter Simonson, John y Sal Buscema, y otros muchos otros dándolo todo. Donde Cíclope, La Chica Maravillosa, La Bestia, El Ángel y El Hombre de Hielo ya no son estudiantes de la Escuela para Jóvenes Talentos de Charles Xavier. Ahora estos cinco amigos, continuarán el sueño del Profesor-X de que los humanos y los mutantes vivan juntos como especie. O eso intentan. Entonces, hagámonos pasar por cazadores de mutantes y traigamos mutantes en secreto para comenzar a entrenarlos sobre cómo usar sus poderes. Un comienzo algo suave pero al menos, la serie comenzaba con intenciones sinceras. Y así van encontrando mutantes incapaces de controlar sus poderes, desarrollándose un elenco de personajes alrededor del equipo que mola bastante. Por supuesto, aprovechando ese mismo gusanillo de inicio que tanto gustó a los fans en La Imposible Patrulla-X, de Chris Claremont.

Pero una vez que has sido un hombre X, eres un X-Man de por vida. Lo que significa que serás absorbido por cualquier historia en curso que esté ocurriendo alrededor de todo mutante. ¿Qué quiero decir con esto? En este caso, los Factor-X se encuentran justo en medio de la Masacre de Mutantes, mientras los Merodeadores hacen estragos en los túneles Morlocks. Ángel es inmovilizado en una pared por Arpón (Harpoon), mientras trataba de defender a Artie (X-Factor #10), y debido a las extensas lesiones e infecciones, los médicos se ven obligados a amputar las alas a Warren… (X-Factor #14), cosa que te lleva a un final que te deja «catacroker» casi paralizado el corazón. Y los anti-spoilers (estamos hablando de una serie de finales de los 80, oiga), ahora me diréis: «Tú que casi nunca sueltas prenda, ¿a qué viene contarnos todo esto?». Muy simple, my friends, para que veáis el nivel de poderío, la potencia emocinal que aquí tenía casi cada numerito de la serie. Una que ningún amante -no de mutantes sino de Marvel-, jamás debería perderse.

Factor-X: ¡Bautismo de Fuego! es en esencia números atractivos, fuerte carga emocional en sus guiones y dibujazo grande dentro del mundo del pijameo. Me hace gracia que en la propia portada Panini Cómics nos contesta en forma de tweet: ¡Porque lo habéis pedido, el dramático regreso de La Patrulla-X original!.

Insisto: ¿Qué hace que este primer volumen sea esencial para tu cómicteca? Muy fácil otra vez. Hablamos de los X-Men originales reunidos de nuevo, esos que ocupan un lugar especial en el corazón de muchos. Fueron los primeros y verlos reunidos y entre las novedades de cualquier librería especializada, es un momento emocionante para cualquier lector de cómics que se precie. Sobre todo, para todo aquel que no disponía de esta colección. Grandes autores, consagrados ya el 90% de los que aparecen, trabajando en conjunto para que los mutantes más poderosos volvieran a funcionar. ¿Os imagináis una serie de TV con los mejores actores, guionistas y directores del momento? Este Marvel Gold es eso en formato cómic.

La historia de En Sabah Nur comienza aquí. Y en nada llegará Apocalipsis para ponerlos a todos mirando pa´Cuenca…

Reseña: Spawn. Infierno en la Tierra, de Todd McFarlane, Erik Larsen y Szymon Kudranski

Todd McFarlane (Spawn, Spider-Man, The Incredible Hulk) tiene una larga historia detrás, pero quizás lo que le ha quedado a la gente es que este autor ganó tanta pasta en su trayectoria con Spiderman, que lo dejó todo para no dar un palo al agua. Quizás sea así o quizás no. Quizás, lejos de preocupaciones económicas, dijo, pues me dedico a mi única creación. ¿Quién no sueña con eso? Un sueño realidad, oye.  No obstante, no estoy aquí para defenderlo. Para mí, lo mejor que hizo dentro del mundo del cómic fue ese personaje. Su creación más aplaudida. Además, siempre aplaudiré a alguien que consiga que se le reconozca por su trabajo. Y por eso alabo su creatividad con un personaje como Spawn. Un antihéroe que a día de hoy en USA sigue en continuidad como cómic mensual y que publica Image Cómics. Spawn, creado por Todd McFarlane, apareció por primera vez en Spawn #1, en mayo de 1992. Llegó a ocupar el puesto #60 en la lista de Los Mejores 200 Personajes de Cómic de Todos los Tiempos. Además de un personaje evocador, inspirador y con cantidad de matices, a raíz de sus historias, se han parido cantidad de spin-offs como Angela, Sam & Twitch, Curse of the Spawn… Incluso se adaptó a una película que a mí, en su día, me gustó bastante.

Para hablaros de Spawn: Infierno en la Tierra, el TPB tochal que recién publica Planeta Cómic y que comprende Spawn: Resurrection más los números de la serie desde el #263 hasta el #275; antes debo comentar varias cosas. Una, que en el #250 de la cabecera culminó la era de Jim Downing, sin embargo, dejó preparado el escenario para que el personaje de Al Simmons recuperara el manto macabro que le caracteriza. El tono del personaje es algo muy importante que no se pierda en Spawn. Mas, se hizo con la vida de Simmons una ruptura clara después de explorar el tema del suicidio. En Spawn: Resurrection parece que empieza una nueva era. Nadie sabe muy bien dónde ha estado Al todo este tiempo, pero está claro que ha vuelto como un hombre cambiado. Más sabio, más fuerte y con los recuerdos de una experiencia que todavía le cuesta entender. Escondido en un rincón plagado de crímenes de la ciudad de Nueva York, está comenzando a forjar nuevas alianzas, preparando defensas y probando sus poderes recién adquiridos.

Porque se avecina una batalla.

Un comienzo trepidante a poco que te guste Spawn. Después, empieza una nueva historia con demonios, ángeles y como os decía, un Simmons más humano y con nuevos poderes. Y tiene que enfrentarse a ellos o la falta de ellos. Y un nuevo villano. También se nos lleva a un mini-crossover con el siempre magnífico Dragon (con el incansable Erik Larseen detrás), un personaje del que ojalá alguna editorial decida rescatar sus obras algún día, y si fuera su extensa y maravillosa serie de cabecera… Un sueño hecho realidad.

Seguimos. A medida que el traje de Spawn comienza a formarse, llegan más nuevos poderes. Pero, ¿sabrá manejarlos? Con nuevos poderes, Spawn comienza su cruzada para erradicar el Mal que aún queda en la Tierra. Es cuando la cosa toma un giro aterrador que sorprende bastante, así como vemos a Al darse de cara con la parte más vulnerable del mundo de las drogas en personas cercanas a él. Y entonces llega… ¡El Triturador de Almas!

Después de todos estos años, es bueno ver que todavía llegan a nuestro país cómics de Spawn. Un personaje cuyo arte siempre fue increíble y estoy seguro de que dibujar Spawn es el sueño de cualquier artista. Después de tantas transiciones e historias, McFarlane elige a dedo a quién quiere para su personaje fetiche. Y es cierto que Spawn ha cambiado con el tiempo, pero se ha mantenido fiel a sí mismo. El artista Szymon Kudranski demuestra la calidad que hay que tener para que McFarlane asienta. Hace que Spawn se vea realmente oscuro incluso si te encuentras en la playa bajo el sol del mediodía. Y eso es algo importante para los fans. La mirada. El engendro debe dibujarse de una manera macabra y ruda. Su origen basado en el género de Terror, es importante que siempre se lleve de la mano. En el #274 que se incluye aquí, el terror y la investigación sobre el Triturador de Almas, se convierte en una trama de horror, muy al estilo de Seven. Gracias al dibujo de Kudranski se intensifican las sombras para así encogerte el corazón. Cyan siendo perseguido por cualquier demonio que haya salido del infierno (gracias a Spawn) no tiene precio… Y la narración de McFarlane es muy práctica. No hay mucho desperdicio. No es historia saturada de diálogos. Es un volumen que mezcla lo sobrenatural y las tramas que siempre dieron “vida” a una maravilla de personaje con trasfondo como es Spawn.

Reseña: Batman. Juegos de Guerra, de A.J. Lieberman, Devin Grayson, Ed Brubaker, Sean Phillips y VVAA

La idea básica me atraía bastante pero últimamente estoy un poco cabezón con querer tener entre manos una obra que empieza y acaba, una historia conclusiva, en el mismo tomo. De la mejor manera llega a mí para ser reseñado lo que se ha dado en llamar Batman: Juegos de Guerra. Muy bien descrita en la sinopsis de la contraportada como: una ambiciosa historia sobre los límites del heroísmo que abarcó los principales títulos relacionados con el personaje y mantuvo a sus lectores en vilo hasta su trágica conclusión. Trágica conclusión. Épica, diría yo. Pero vamos por partes. En este tochal que recopila lo que en otros países se ha reunido en los llamados Batman: War Games Books, directamente nos topamos con una Gotham que se encuentra en zona de batalla literal con todos los habitantes de los subterráneos luchando por el territorio. Y el Cruzado de la Capa en el centro del caos. Pero desbordado, se le está yendo de las manos…

Si eres lector de asiduo de Batman, sabes como funciona esto. Sabes que esta enorme batalla no vendrá sin sacrificios y en Juegos de Guerra hay uno ENORME. Para colmo, en todas las subtramas en las que te vas adentrando en esta extensa serie, tienes siempre la mosca tras la oreja con qué sucederá a continuación. Si bien la línea argumental recuerda a uno de los últimos arcos en la serie mensual de Batman, con el paso de las páginas, vais a ver que se diferencian bastante. Este mega-integral reúne cantidad de números: The 12-Cent Adventure #1, Detective Comics #790-797, Robin #126-129, Batman: Legends of the Dark Knight #182, Nightwing #96, Batman: Gotham Caballeros #56, Batman #631, Batgirl # 55 y Catwoman # 34… El primer volumen realmente comienza con Tambores de Guerra, que se incluye en las nuevas colecciones de la serie. Y aunque parece que todo se va tornando en desgracia en historias aparentemente aleatorias y no relacionadas, todas se complementan de alguna forma o son en realidad la base principal para Juegos de Guerra.

Después de una sentada, hubiera preferido una introducción más suave, ya que creo que el único propósito de Tambores de Guerra debería ser una introducción rápida y conveniente. Pero cuando avanzas (un poquito mucho), te das cuenta de la intención. Y mola esto todo al estilo de Christopher Nolan. Pues una de las virtudes del arco Juegos de Guerra son sus escenas de acción y de guión descontrolado. Sí, se supone que es la trama a lo que yo debería prestar atención. No obstante, mientras Gotham se vuelve loca durante una guerra territorial por La Colina (¿Alguien ha dicho The Walking Dead?), suceden otras muchas cosas y el drama -para nada-, se reserva únicamente a la ciudad. Incluso dentro del círculo de aliados de Batman, hay cambios importantes: Leslie Thompkins no aparece por ningún sitio, Gotham se está convirtiendo en una trampa mortal para todo el mundo e incluso una famosa estrella del pop desaparece. Lo más notable es que Tim Drake se retira como Robin y es reemplazada inesperadamente por Stephanie Brown, también conocida como la justiciera callejera, Spoiler. En mi opinión, un hecho importante que te agarra de la solapa y ya no te suelta para mantener tus narices pegadas al tomo. Una página tras otra. Creo que el guión pega un subidón del copón cuando se llega a esta parte. Y eso es que lo que hace que Batman: Juegos de Guerra sea tan genial.

Aparte del cruce de series (que aquí se recopilan), la historia también se une pero en base a una principal, que es realmente la que tienes en mente y te preocupa. Pero es realmente genial un cruce de tantas tramas diferentes dentro del universo de Batman y que fluyan bien. Muchos mundos diferentes, en realidad, pero fáciles de seguir. Y en vez de repetirme más, ahora os diré a los que estáis a punto de leer este integralazo, que aunque parezca que no, sí. Continúa. La historia, no. Tú, continúa. Cuando parece que aún no tienes una gran comprensión de hacia dónde va la historia, que es incohesiva, debes continuar. Sé que es una trama larga y que quizás no quieres confundirte porque no prestaste suficiente atención a algún texto anterior. Sólo te pido que continúes, verás como te reenganchas.

Además de todos los miembros de la familia-murciélago: Catwoman, Batgirl, Oráculo, Tim Drake, (después de la jubilación), etc. Hay bastantes villanos que tienen aparición aquí. Killer Croc, El Pingüino y los Aquistas tienen algo de participación en esas batallas campales que tanto alabo de este enorme arco argumental. Son lo verdaderamente emocionante y memorable del tomo. Aunque ya os digo, lo que de verdad increpa, es todo el misterio que rodea a Stephanie Brown.

También mola la enorme presencia femenina. Barbara Gordon, Catwoman, Tarántula, Stephanie Brown, Leslie Thompkins y Cassandra Cain, todas presentes y pateando traseros. Y una paliza épica como colofón, y el famoso susto o mala noticia que se spoilea por todos lados. Una muerte que lo cambiará todo. Y ojo cuidao, que entre otros muchos autores aquí están A.J. Lieberman, Ed Brubaker, Sean Phillips y Devin Grayson. Y alguno más. de los buenos.

Obra a tener.

Reseña: Star Wars. Era de Rebelión. Villanos, de Greg Pak, Simon Spurrier y VVAA

Os dije que volvería, y volvería con la reseña de Era de Rebelión: Villanos tras el disfrute de Era de Rebelión: Héroes Aquí, los villanos de la trilogía original: viles, astutos, implacables, aparentemente sin piedad… ¡Quién por el amor de Dios no sucumbe a eso!

Gran Moff Tarkin sirve al Imperio con lealtad y placer y espera la misma devoción absoluta de sus subordinados. Boba Fett, cazarrecompensas profesional, hace lo que hace porque es bueno en eso y así es como se gana la vida. Y punto. El planeta Tatooine tiene poco que ofrecer…, pero cuando agentes externos se interesan por este supuesto planeta estéril, Jabba el Hutt ya está viendo oportunidad de beneficio así que ahí estarán sus secuaces. ¿Darth Vader? Darth Vader da una lección sobre la verdadera burocracia del Imperio; cuándo obedecer y cuándo morir, o dejar que a los demás les aplaste un cangrejo espacial gigante. Y una breve historia de mi amado IG-88 es lo que completa esta antología de pequeñas historias que nos transporta a la Era de la Rebelión. La que es para mí la mejor época contada, de la que mejores cosas se han hecho para el Universo Expandido.

Este cómic que recién publica Planeta Cómic está guionizado por los tan de moda Greg Pak y Simon Spurrier. Ilustrado por varios artistas. Las historias son bastante buenas, es solo que algunas de ellas tienen algunos elementos un poco rarunos, que quizás incluso os flipe. Por ejemplo, todas esas escenas que son secuencias en el interior de la cabeza de Tarkin y verlo enseñando pechote. No sé, no veo yo a Willhuff Tarkin como el tipo de persona que sueña despierto con ansias de poder y patadas voladoras, jajaj. Aunque aparte de esos detalles, creo que es muy buena historia. Pero la trama de Boba Fett es “lo que debería ser una historia de Fett”. Simple y eficaz. Fett es un cazador implacable e imparable cuya reputación le precede, y tenemos aquí lo que es probablemente la mejor historia de la colección; que curiosamente, dije lo mismo sobre la historia de Jango en Era de República: Villanos. Obvio que se le dan bien a estos autores, estos personajes y el amor por ellos esplende en las historias. Entonces, ¿qué tal una miniserie de Jango/Boba, herederos de Disney? Ah, que ya se viene… Come on!

Mas, si hay un personaje que ha recibido una buena cantidad de desarrollo en la nueva era de los cómics de Marvel-Star Wars, ese es Darth Vader. Y quizás por ello no puedo dejar de leer todo-todito-todo lo que edita Planeta Cómic donde Vader es el centro de atención no de una, sino de dos excelentes series de veinticinco números. Aquí, la historia de Vader tiene lugar a principios de los días del Imperio. Vader aún vuela con la nave que lo vimos adquirir en la serie Soule y después… No estoy diciendo que no quede ninguna historia valiosa de Vader por contar. De hecho, gracias a estas series y one-shots su leyenda no decae. Al menos, en mi mente, sigue creciendo como personaje.

No obstante, echo de menos en el tomito, una historia verdadera y profunda sobre Palpatine, aún habiéndose convertido en el personaje más denostado por culpa de la última trilogía donde se le ha metido donde no pega ni con cola. Pues, ¿con qué frecuencia vemos a Palpatine en otra cosa que no sea un papel secundario?

Y, por supuesto, mi amado IG-88, que tras verlo en The Mandalorian, me enamoré de este personaje robot y su “mini” trama. Sí, sé que no es exactamente el mismo, es IG-11, pero no dejan de ser el mismo sistema de fabricación, el mismo pensamiento, ¿no? Una máquina despiadada que destaca por sus habilidades y talento únicos para que no se alarguen los combates. Y que está a un paso de querer tener conciencia y sentimientos. En ese proceso anterior que tuvieron alguna vez los robots antes de pasar a ser androides. Mola. Compraría todo-todito-todo lo que se escriba sobre este cazarrecompensas de hojalata con más armas encima que Rambo en un mal día.

Un tomo chulo, para disfrutar de los mejores malutos de Star Wars.