Reseña: El Libro de los Dragones, de Roger Lancelyn Green

Siruela Editorial es una de las pocas editoriales de nuestro país donde se pueden encontrar joyitas de género fantástico un poco singulares. De vez en cuando, rescatan títulos casi perdidos en la memoria de unos pocos. Un libro que hace años que no aparece por ningún sitio y que necesitaba una reedición como un camión era El Libro de los Dragones, la antología que llevó a cabo Roger Lancelyn Green, volumen donde se pueden encontrar grandes relatos cortos de autores consagradísimos como Lewis Carroll, G.K. Chesterton, Edith Nesbit, C.S. Lewis e incluso el eterno dios de esto como es el maestro J.R.R. Tolkien. La mayoría de las historias que vais a encontrar en El Libro de los Dragones son relatos anónimos pues lo que hace el señor Green es ofrecernos y rescatar los mejores cuentos de dragones desde los tiempos de la antigua Grecia hasta el pasado siglo XX. Una selección. Siempre historias donde los dragones han evolucionado o no, pero donde siempre serán los protagonistas estos seres enigmáticos y ancestrales que fascinan e inspiran emocionantes y aterradoras tramas incluso a día de hoy.

Tenéis que pensar que reunir historias de dragones y tratar de presentarlas con algo de cohesión es tarea difícil. El mismo acto de definir qué es un dragón es algo endiabladamente complicado (más aún con los dragones europeos) y surgen más dificultades para decidir qué historias debes dejar de lado debido a la cantidad de mitos diferentes que existen. Además, te enfrentas a las odiosas preguntas que se debe hacer un antologista como: ¿Cómo hago “la proposición”? ¿Por ubicación geográfica, por época, por tipo de mito o por elementos temáticos similares? No es trabajo fácil. Sobre todo, no lo es, si quieres que tu composición atraiga tanto o más que una novela inédita.

En El Libro de los Dragones, Lancelyn Green intenta un enfoque de mezcla y combinación. Aparentemente en progresión cronológica, con secciones como Dragones de la Edad Antigua, Dragones del Medievo, Dragones del Folclore Tradicional y Dragones de Tiempos Más Recientes; cuando lees las historias y los cuentos populares, ves que la idea funciona bastante bien. Notas rápidamente que la influencia de las leyendas y los mitos más antiguos a las historias posteriores de éxito, es evidente. Sin embargo, aparte de la primera sección, las historias están fuertemente sesgadas hacia las Islas Británicas (e Irlanda) con alguna otra europea y alguna otra referenciada a los dragones chinos. Su investigación proporciona algunos jugosos fragmentos de «hechos» relacionados con los dragones, como la Historia Natural de Plinio, que declara que los dragones y los elefantes son enemigos mortales. Esto es una jodida chulada que no había oído nunca. Y a pesar de mi queja anterior con respecto a la selección muy británica, hay que rendirse a la evidencia pues en la sección Dragones de Tiempos Más Recientes vais a encontrar las verdaderas maravillas narrativas de este volumen. Pese a los grandes autores del final, mi favorito de la antología es claramente Conrad y el Dragón, de L.P. Hartley, que combina historias de cazadores de dragones con dragones de los más chungos.

Los comentarios de Lancelyn Green son particularmente buenos, la mayoría de los cuales aparecen en las dos primeras secciones. Sospecho que esto es lo que contribuye a la desigualdad del libro: la mitad de las historias están en la voz de Lancelyn Green, mientras que la otra mitad están en muchas otras voces y estilos. Pero-pero-pero con todo el dolor de mi corazón, se echa en falta aquí las preciosas ilustraciones de Krystyna Turska, de las que gozaban antiguas ediciones publicadas y que aquí no me explico porqué se obviaron. Tambiés raruno que el libro termina, extrañamente, con un Epílogo corto, de un extracto del Apocalipsis, de San Juan. Aquel que da pie a discusión sobre el aspecto religioso y draconiano en la cultura occidental.

El resultado es un libro que es en un porcentaje altísimo una joya. Con un tema que a todos atraen, al menos, a todo amante de la literatura fantástica debería atraer. Las historias que presenta Lancelyn Green son dignas de leer en cualquier lugar. Tiene una habilidad deliciosa para volver a contar historias a partir de la información más básica como ocurre en El Muchacho y el Dragón; historia tierna que promueve la amistad. Pero si sois totalmente desconocedores de la literatura draconiana, esta es una oportunidad irrepetible. Roger Lancelyn Green es famoso por sus colecciones similares a esta, tiene sobre mitos griegos, historias del Antiguo Egipto, leyendas de Robin Hood y cuentos artúricos. En Siruela podéis encontrar varios de ellos.

Lectura imprescindible para ávidos lectores de todas las edades. Lo aclara muy bien la editorial.

Reseña: Factor-X, de Bob Layton, Roger Stern, John Byrne, Louise y Walter Simonson, John y Sal Buscema y VVAA

Hay quien dice que los mutantes de Chris Claremont y tal, pero yo los primeros cómics que leí y disfruté de mutantes fue Factor-X. Recuerdo además haber pillado esporádicamente una grapa (la número 1) que curiosamente tenía la misma portada que este maravilloso primer integral de Factor-X del que os vengo a hablar. Os puedo decir que unos de los Marvel Gold más esperados por mis amigos y por mí, ahora que todos aquellos grandes cómics que nos hicieron felices entre los 80 y principios de los 90, se van recopilando poco a poco en tapa dura en nuestro país. Y encima Panini Cómics haciéndonos un guiño al aficionado sacando la misma cover que da pie al primer tochal de la cabecera del grupo más clásico de mutantes, y diría que el más querido y compenetrado de todos. De nuevo, juntos y revueltos. Un regreso que a muchos nos ponía la piel de de gallina pues Factor-X no es otra cosa que La Patrulla-X original volviendo a unirse después de que Jean Grey regrese de entre los muertos. Anunciado como un nuevo grupo mutante entonces, pero en definitiva era como volver a ver a Los Beattles juntos de nuevo.

Empezando con las previas -algo que hace muy bien Panini en estos tomos-, tenemos cómics como ¿Quién acecha ahí abajo? (The Avengers #263), que hace de inicio y vínculo, además de ser la primera misión de Namor con Los Vengadores. Ellos descubren el misterio, o hablando en plata, lo que pasó realmente y donde está Jean Grey después de aquel doloroso estallido final. Le sigue el Fantasic Four #286 que de algún modo continúa lo anteriormente contado: el Capitán América en su investigación, encontrando a una mujer misteriosa en una cápsula bajo la bahía jamaicana…

Pasamos entonces a la leña. A la mandanga de la buena. A Tercera Génesis. El primer número que os decía antes y que da paso a la serie original llamada Factor-X de la que este volumen contiene nada más y nada menos que los primeros dieciséis números. Con los geniales creadores Bob Layton, Roger Stern, John Byrne, Louise y Walter Simonson, John y Sal Buscema, y otros muchos otros dándolo todo. Donde Cíclope, La Chica Maravillosa, La Bestia, El Ángel y El Hombre de Hielo ya no son estudiantes de la Escuela para Jóvenes Talentos de Charles Xavier. Ahora estos cinco amigos, continuarán el sueño del Profesor-X de que los humanos y los mutantes vivan juntos como especie. O eso intentan. Entonces, hagámonos pasar por cazadores de mutantes y traigamos mutantes en secreto para comenzar a entrenarlos sobre cómo usar sus poderes. Un comienzo algo suave pero al menos, la serie comenzaba con intenciones sinceras. Y así van encontrando mutantes incapaces de controlar sus poderes, desarrollándose un elenco de personajes alrededor del equipo que mola bastante. Por supuesto, aprovechando ese mismo gusanillo de inicio que tanto gustó a los fans en La Imposible Patrulla-X, de Chris Claremont.

Pero una vez que has sido un hombre X, eres un X-Man de por vida. Lo que significa que serás absorbido por cualquier historia en curso que esté ocurriendo alrededor de todo mutante. ¿Qué quiero decir con esto? En este caso, los Factor-X se encuentran justo en medio de la Masacre de Mutantes, mientras los Merodeadores hacen estragos en los túneles Morlocks. Ángel es inmovilizado en una pared por Arpón (Harpoon), mientras trataba de defender a Artie (X-Factor #10), y debido a las extensas lesiones e infecciones, los médicos se ven obligados a amputar las alas a Warren… (X-Factor #14), cosa que te lleva a un final que te deja «catacroker» casi paralizado el corazón. Y los anti-spoilers (estamos hablando de una serie de finales de los 80, oiga), ahora me diréis: «Tú que casi nunca sueltas prenda, ¿a qué viene contarnos todo esto?». Muy simple, my friends, para que veáis el nivel de poderío, la potencia emocinal que aquí tenía casi cada numerito de la serie. Una que ningún amante -no de mutantes sino de Marvel-, jamás debería perderse.

Factor-X: ¡Bautismo de Fuego! es en esencia números atractivos, fuerte carga emocional en sus guiones y dibujazo grande dentro del mundo del pijameo. Me hace gracia que en la propia portada Panini Cómics nos contesta en forma de tweet: ¡Porque lo habéis pedido, el dramático regreso de La Patrulla-X original!.

Insisto: ¿Qué hace que este primer volumen sea esencial para tu cómicteca? Muy fácil otra vez. Hablamos de los X-Men originales reunidos de nuevo, esos que ocupan un lugar especial en el corazón de muchos. Fueron los primeros y verlos reunidos y entre las novedades de cualquier librería especializada, es un momento emocionante para cualquier lector de cómics que se precie. Sobre todo, para todo aquel que no disponía de esta colección. Grandes autores, consagrados ya el 90% de los que aparecen, trabajando en conjunto para que los mutantes más poderosos volvieran a funcionar. ¿Os imagináis una serie de TV con los mejores actores, guionistas y directores del momento? Este Marvel Gold es eso en formato cómic.

La historia de En Sabah Nur comienza aquí. Y en nada llegará Apocalipsis para ponerlos a todos mirando pa´Cuenca…

Reseña: Nathanaëlle, de Charles Berberian y Fred Beltran

¡Un poco de CF, maestro!, dice esa parte de mi cerebro cada no mucho. ¡Una utopía, una distopía, una space-opera, pero dale caña, men! En formato cómic ocurre como con el género de Terror: cuesta encontrar que se publique algo considerable. Aunque muchas veces no sabes hasta que lo pruebas. Y muchos me diréis: «Como todo en la vida, tío». Sí y no. Hay títulos que sabes a lo que vas y otros que, aunque hayas leído más libros y cómics que pelos tienes en la cabeza, no tienes ni pajolera idea. Y siendo un tipo que rara vez lee sinopsis editoriales, me enfrenté a esta chulada recién calentita que publica Ponent Mon. Un cómic al que me enfrenté únicamente atraído por su portada. Así de claro. Portada y titulo y pa´dentro. Eah, ¿ahora qué? ¿Tengo criterio o no? Jajaj… Viva el libre albedrío, hombre. Y viva Ponent Mon por el tremendo trabajo que hace por el aficionado español trayendo el mejor cómic europeo. Puedo decir sobre Nathanaëlle que en un chasquido de dedo me encontré cayendo en paracaídas sobre su página 80 y casi gritando llegue a su final. En un suspiro. No sé si esto es bueno o malo para el lector/devorador de cómics que compra mensualmente titulitos que llevarse a casa para disfrutar; pero para el que dice que no tiene tiempo para leer (siempre lo hay), algo debe contar. Nathanaëlle goza de una Ciencia Ficción muy marcada. La humanidad se ve transformada por una catástrofe nuclear que hizo imposible la vida en la faz de la Tierra, y ahora nuestro mundo está dividido en dos grupos, separados por la mentira de unos gobernantes insulsos. Pero ha llegado el momento de una insurgencia…

Aquí estamos de nuevo con un tema visto y revisado a menudo; el mundo de abajo y el mundo de arriba. No obstante, cuando esto sucede, tienes que ver si “el camino” es disfrutable. Y lo cierto es que uno espera de Nathanaëlle alguna originalidad, más escenarios post-apocalípticos o un whisky con sabor a milhojas. Pero no lo hay. La originalidad de Nathanaëlle está en sus personajes y en un tono, no sé muy bien como explicarlo, un mundo muy gris, un mundo basado en el metal como guión. Todo muy frío. El frío del metal, el sabor de la sangre. Como la trama que se centra en la relación entre Nathanaëlle, hija del gran sabio Tàbor, y Melville, una máquina de café robot.

Nathanaëlle está diseñada como historia, como mundo disfrutable para todo fan de un posible mundo-robot con salsa de humano. Precisamente, la historia, usa ideas que se han visto en otros lugares, sí, una sociedad totalitaria, ahora una buena parte de la población hacinada en chozas subterráneas (con el pretexto de una epidemia que hace mucho tiempo asola la superficie), una fuerza policial omnipresente responsable de hacer cumplir el orden… Y el inevitable grano en el culo para toda esa dictadura que en este caso se llama Nathanaëlle, la hija rechazada de uno de los principales dignatarios del régimen, que expondrá al mundo el engaño y organizará la revolución. Pero con algunos flashbacks para energizar la trama, Charles Berberian crea personajes inolvidables como el ingenuo y torpe robot que pone la pizca graciosa a más de una escena. Generoso, pegajoso, incluso odioso a veces, acumula catástrofes cuando pone todo de su parte para hacerlo bien. Un toque de humor del otro lado de los Pirineos muy chulo.

Como es de esperar en un cómic europeo encontramos en Nathanaëlle un diseño gráfico súper atractivo. Fred Beltran tiene talento, sin duda, y en este álbum, así como el bonito cuaderno gráfico que sigue la historia misma, lo confirma sobradamente. Mola el universo que desarrolla ante tus ojos, especialmente el vestuario de los personajes. Tiene detallitos “muy Moebius”, reminiscencias, sin duda, de su paso por los Associés Humanoïdes; una agrupación francesa de historietistas amantes de la Ciencia Ficción que se fundó en 1974, donde estuvieron grandes como Jean Giraud, Alejandro Jodorowsky, Milo Manara, Juan Giménez o Richard Corben. Entre más de mil dibujantes de cinco países diferentes que colaboraron para sacar adelante el proyecto. Lugar donde nació El Incal o Los Metabarones, por ejemplo.

No me gusta de Nathanaëlle el final. Es de esas historias que tienen mucho encanto y que temes que el final te decepcione. O te joda por que no existe. Y aunque amo los finales abiertos, una cosa es eso y otra que no haya conclusión real. Es como si los autores hubieran desarrollado una historia más para un universo global que para un álbum cerrado. La narración usa mucho tiempo de ida y vuelta para animar la historia y se alterna entre el ascenso de Nathanaëlle y la audiencia de Tabor. Hasta lo que tal vez sea un cliffhanger final. Mmmmmm…, no sé. El camino si vale mucho la pena.

Echadle un ojo.

Reseña: Spawn. Infierno en la Tierra, de Todd McFarlane, Erik Larsen y Szymon Kudranski

Todd McFarlane (Spawn, Spider-Man, The Incredible Hulk) tiene una larga historia detrás, pero quizás lo que le ha quedado a la gente es que este autor ganó tanta pasta en su trayectoria con Spiderman, que lo dejó todo para no dar un palo al agua. Quizás sea así o quizás no. Quizás, lejos de preocupaciones económicas, dijo, pues me dedico a mi única creación. ¿Quién no sueña con eso? Un sueño realidad, oye.  No obstante, no estoy aquí para defenderlo. Para mí, lo mejor que hizo dentro del mundo del cómic fue ese personaje. Su creación más aplaudida. Además, siempre aplaudiré a alguien que consiga que se le reconozca por su trabajo. Y por eso alabo su creatividad con un personaje como Spawn. Un antihéroe que a día de hoy en USA sigue en continuidad como cómic mensual y que publica Image Cómics. Spawn, creado por Todd McFarlane, apareció por primera vez en Spawn #1, en mayo de 1992. Llegó a ocupar el puesto #60 en la lista de Los Mejores 200 Personajes de Cómic de Todos los Tiempos. Además de un personaje evocador, inspirador y con cantidad de matices, a raíz de sus historias, se han parido cantidad de spin-offs como Angela, Sam & Twitch, Curse of the Spawn… Incluso se adaptó a una película que a mí, en su día, me gustó bastante.

Para hablaros de Spawn: Infierno en la Tierra, el TPB tochal que recién publica Planeta Cómic y que comprende Spawn: Resurrection más los números de la serie desde el #263 hasta el #275; antes debo comentar varias cosas. Una, que en el #250 de la cabecera culminó la era de Jim Downing, sin embargo, dejó preparado el escenario para que el personaje de Al Simmons recuperara el manto macabro que le caracteriza. El tono del personaje es algo muy importante que no se pierda en Spawn. Mas, se hizo con la vida de Simmons una ruptura clara después de explorar el tema del suicidio. En Spawn: Resurrection parece que empieza una nueva era. Nadie sabe muy bien dónde ha estado Al todo este tiempo, pero está claro que ha vuelto como un hombre cambiado. Más sabio, más fuerte y con los recuerdos de una experiencia que todavía le cuesta entender. Escondido en un rincón plagado de crímenes de la ciudad de Nueva York, está comenzando a forjar nuevas alianzas, preparando defensas y probando sus poderes recién adquiridos.

Porque se avecina una batalla.

Un comienzo trepidante a poco que te guste Spawn. Después, empieza una nueva historia con demonios, ángeles y como os decía, un Simmons más humano y con nuevos poderes. Y tiene que enfrentarse a ellos o la falta de ellos. Y un nuevo villano. También se nos lleva a un mini-crossover con el siempre magnífico Dragon (con el incansable Erik Larseen detrás), un personaje del que ojalá alguna editorial decida rescatar sus obras algún día, y si fuera su extensa y maravillosa serie de cabecera… Un sueño hecho realidad.

Seguimos. A medida que el traje de Spawn comienza a formarse, llegan más nuevos poderes. Pero, ¿sabrá manejarlos? Con nuevos poderes, Spawn comienza su cruzada para erradicar el Mal que aún queda en la Tierra. Es cuando la cosa toma un giro aterrador que sorprende bastante, así como vemos a Al darse de cara con la parte más vulnerable del mundo de las drogas en personas cercanas a él. Y entonces llega… ¡El Triturador de Almas!

Después de todos estos años, es bueno ver que todavía llegan a nuestro país cómics de Spawn. Un personaje cuyo arte siempre fue increíble y estoy seguro de que dibujar Spawn es el sueño de cualquier artista. Después de tantas transiciones e historias, McFarlane elige a dedo a quién quiere para su personaje fetiche. Y es cierto que Spawn ha cambiado con el tiempo, pero se ha mantenido fiel a sí mismo. El artista Szymon Kudranski demuestra la calidad que hay que tener para que McFarlane asienta. Hace que Spawn se vea realmente oscuro incluso si te encuentras en la playa bajo el sol del mediodía. Y eso es algo importante para los fans. La mirada. El engendro debe dibujarse de una manera macabra y ruda. Su origen basado en el género de Terror, es importante que siempre se lleve de la mano. En el #274 que se incluye aquí, el terror y la investigación sobre el Triturador de Almas, se convierte en una trama de horror, muy al estilo de Seven. Gracias al dibujo de Kudranski se intensifican las sombras para así encogerte el corazón. Cyan siendo perseguido por cualquier demonio que haya salido del infierno (gracias a Spawn) no tiene precio… Y la narración de McFarlane es muy práctica. No hay mucho desperdicio. No es historia saturada de diálogos. Es un volumen que mezcla lo sobrenatural y las tramas que siempre dieron “vida” a una maravilla de personaje con trasfondo como es Spawn.

Reseña: Batman. Juegos de Guerra, de A.J. Lieberman, Devin Grayson, Ed Brubaker, Sean Phillips y VVAA

La idea básica me atraía bastante pero últimamente estoy un poco cabezón con querer tener entre manos una obra que empieza y acaba, una historia conclusiva, en el mismo tomo. De la mejor manera llega a mí para ser reseñado lo que se ha dado en llamar Batman: Juegos de Guerra. Muy bien descrita en la sinopsis de la contraportada como: una ambiciosa historia sobre los límites del heroísmo que abarcó los principales títulos relacionados con el personaje y mantuvo a sus lectores en vilo hasta su trágica conclusión. Trágica conclusión. Épica, diría yo. Pero vamos por partes. En este tochal que recopila lo que en otros países se ha reunido en los llamados Batman: War Games Books, directamente nos topamos con una Gotham que se encuentra en zona de batalla literal con todos los habitantes de los subterráneos luchando por el territorio. Y el Cruzado de la Capa en el centro del caos. Pero desbordado, se le está yendo de las manos…

Si eres lector de asiduo de Batman, sabes como funciona esto. Sabes que esta enorme batalla no vendrá sin sacrificios y en Juegos de Guerra hay uno ENORME. Para colmo, en todas las subtramas en las que te vas adentrando en esta extensa serie, tienes siempre la mosca tras la oreja con qué sucederá a continuación. Si bien la línea argumental recuerda a uno de los últimos arcos en la serie mensual de Batman, con el paso de las páginas, vais a ver que se diferencian bastante. Este mega-integral reúne cantidad de números: The 12-Cent Adventure #1, Detective Comics #790-797, Robin #126-129, Batman: Legends of the Dark Knight #182, Nightwing #96, Batman: Gotham Caballeros #56, Batman #631, Batgirl # 55 y Catwoman # 34… El primer volumen realmente comienza con Tambores de Guerra, que se incluye en las nuevas colecciones de la serie. Y aunque parece que todo se va tornando en desgracia en historias aparentemente aleatorias y no relacionadas, todas se complementan de alguna forma o son en realidad la base principal para Juegos de Guerra.

Después de una sentada, hubiera preferido una introducción más suave, ya que creo que el único propósito de Tambores de Guerra debería ser una introducción rápida y conveniente. Pero cuando avanzas (un poquito mucho), te das cuenta de la intención. Y mola esto todo al estilo de Christopher Nolan. Pues una de las virtudes del arco Juegos de Guerra son sus escenas de acción y de guión descontrolado. Sí, se supone que es la trama a lo que yo debería prestar atención. No obstante, mientras Gotham se vuelve loca durante una guerra territorial por La Colina (¿Alguien ha dicho The Walking Dead?), suceden otras muchas cosas y el drama -para nada-, se reserva únicamente a la ciudad. Incluso dentro del círculo de aliados de Batman, hay cambios importantes: Leslie Thompkins no aparece por ningún sitio, Gotham se está convirtiendo en una trampa mortal para todo el mundo e incluso una famosa estrella del pop desaparece. Lo más notable es que Tim Drake se retira como Robin y es reemplazada inesperadamente por Stephanie Brown, también conocida como la justiciera callejera, Spoiler. En mi opinión, un hecho importante que te agarra de la solapa y ya no te suelta para mantener tus narices pegadas al tomo. Una página tras otra. Creo que el guión pega un subidón del copón cuando se llega a esta parte. Y eso es que lo que hace que Batman: Juegos de Guerra sea tan genial.

Aparte del cruce de series (que aquí se recopilan), la historia también se une pero en base a una principal, que es realmente la que tienes en mente y te preocupa. Pero es realmente genial un cruce de tantas tramas diferentes dentro del universo de Batman y que fluyan bien. Muchos mundos diferentes, en realidad, pero fáciles de seguir. Y en vez de repetirme más, ahora os diré a los que estáis a punto de leer este integralazo, que aunque parezca que no, sí. Continúa. La historia, no. Tú, continúa. Cuando parece que aún no tienes una gran comprensión de hacia dónde va la historia, que es incohesiva, debes continuar. Sé que es una trama larga y que quizás no quieres confundirte porque no prestaste suficiente atención a algún texto anterior. Sólo te pido que continúes, verás como te reenganchas.

Además de todos los miembros de la familia-murciélago: Catwoman, Batgirl, Oráculo, Tim Drake, (después de la jubilación), etc. Hay bastantes villanos que tienen aparición aquí. Killer Croc, El Pingüino y los Aquistas tienen algo de participación en esas batallas campales que tanto alabo de este enorme arco argumental. Son lo verdaderamente emocionante y memorable del tomo. Aunque ya os digo, lo que de verdad increpa, es todo el misterio que rodea a Stephanie Brown.

También mola la enorme presencia femenina. Barbara Gordon, Catwoman, Tarántula, Stephanie Brown, Leslie Thompkins y Cassandra Cain, todas presentes y pateando traseros. Y una paliza épica como colofón, y el famoso susto o mala noticia que se spoilea por todos lados. Una muerte que lo cambiará todo. Y ojo cuidao, que entre otros muchos autores aquí están A.J. Lieberman, Ed Brubaker, Sean Phillips y Devin Grayson. Y alguno más. de los buenos.

Obra a tener.

Reseña: Bottomyards, de Ezra Claytan Daniels y Ben Passmore

En el cómic independiente uno puede encontrar las historias más locas, pero también las más originales. Chulas como pocas, he podido leer obras, cómics, títulos de autores que quizás de otro modo nunca me llegarían. Nuevo Nueve Editores es una de las pequeñas editoriales de nuestro país en las que me fijo en sus novedades cada mes. Por que es un lugar donde encontrar chuladas como Bottomyards, una novela gráfica donde Ezra Claytan Daniels y Ben Passmore muestran los horrores de un barrio de Chicago que sufre por la gentrificación pero también por unos terrores ocultos que nadie espera.

En una entrevista, Ezra Claytan Daniels dijo: «Uno de mis objetivos era sacar a relucir estos temas en una novela gráfica divertida, hipercolorida y cubierta de caramelo que intentara crear conversaciones entre personas que podrían estar viviendo una situación de desconcierto relevante para el resto de sus vidas, pero sin embargo, no lo hablan». Pues Bottomyards es sencillamente eso. La trama sigue a Darla, una joven artista negra y nativa de Chicago, que lidia con la colonización en Bottomyards, el vecindario ficticio del lado sur en el que nació y se crió. Sin embargo, un día llega a la aterradora comprensión de que ha habido algo vivo en el paredes de su edificio de apartamentos, un monstruo que se apoderará de su cuerpo de adentro hacia afuera, si no hace algo. Entonces, empezamos a conocer a personajes que tienen encuentros con Darla de una forma u otra, personas de Bottomyards que presentan la triste realidad sobre como los negros son expulsados de las comunidades que han llamado hogar durante décadas.

Mientras tanto, las experiencias que Darla tiene con aquellos a quienes se les llama «colonizadores», muestran cómo el privilegio puede distorsionar la forma en que una persona ve las comunidades urbanas. Un ejemplo se muestra cuando Darla presenta algunas prendas que ha diseñado a un director de arte que nunca ha estado en Bottomyards. La opinión de esta mujer sobre la comunidad ha sido moldeada por las opiniones degradantes de los demás y los rumores de sus amigos. Preocupada muy poco por dicho vecindario, la actitud de la directora de arte cambia cuando se entera que algunos de los grandes artistas de la zona se han mudado a la zona. De repente, Bottomyards se vuelve deseable y se ve como un lugar raro pero atractivo que se debe visitar sí o sí. No uno que deba evitarse.

Los tonos de amarillo, verde, rojo y violeta del cómic brindan una sensación electrizante en cada página. Lo que una vez fue un próspero vecindario de clase trabajadora en el lado sur de Chicago, se acaba de convertir en la zona más chic para una aspirante a diseñadora de moda y una amiga, obsesionada con la imagen, que llegan al vecindario en busca de un alquiler barato y descubren algo mucho más seductor y siniestro que acecha tras los muros del lugar. Me gustó la comparación que hizo un amigo de la historia argumentando que es un cruce entre el film Déjame Salir (Get Out), de Jordan Peele y La Cosa (The Thing), de John Carpenter. Una visión asquerosa y sangrienta en todos los sentidos, a la vez que divertida, aterradora y estimulante, que nos enfrenta a los monstruos, tanto metafóricos como reales, que desplazan a las culturas que nacen en ciertos barrios de las ciudades grandes de hoy en día.

Contaba Ben Passmore también en una entrevista, que cuando leyó este guión, le venían a la cabeza cientos de imágenes, cientos de viñetas visualmente llamativas, de tonos brillantes, que pasaban sobre su imaginación en una especie de trajín a cámara rápida y con ritmo loco. «Quería usar colores realmente brillantes, colores que tampoco fueran naturales», cuenta el ilustrador. «Y quería jugar con la idea de darle a la gente una fuerte sensación de malestar».

Pues lo consigue.

Más que un batido de peliculas de Terror, a mí, Bottomyards me ha recordado a esa sensación de malestar que redunda cuando lees los Libros de Sangre, de Clive Barker. Tiene ese toque de terror urbano que proponía el de Liverpool en sus relatos más característicos. Una historia en resumen, atrapante y muy disfrutable para el fan del género de Terror.

Reseña: Star Wars. Era de Rebelión. Villanos, de Greg Pak, Simon Spurrier y VVAA

Os dije que volvería, y volvería con la reseña de Era de Rebelión: Villanos tras el disfrute de Era de Rebelión: Héroes Aquí, los villanos de la trilogía original: viles, astutos, implacables, aparentemente sin piedad… ¡Quién por el amor de Dios no sucumbe a eso!

Gran Moff Tarkin sirve al Imperio con lealtad y placer y espera la misma devoción absoluta de sus subordinados. Boba Fett, cazarrecompensas profesional, hace lo que hace porque es bueno en eso y así es como se gana la vida. Y punto. El planeta Tatooine tiene poco que ofrecer…, pero cuando agentes externos se interesan por este supuesto planeta estéril, Jabba el Hutt ya está viendo oportunidad de beneficio así que ahí estarán sus secuaces. ¿Darth Vader? Darth Vader da una lección sobre la verdadera burocracia del Imperio; cuándo obedecer y cuándo morir, o dejar que a los demás les aplaste un cangrejo espacial gigante. Y una breve historia de mi amado IG-88 es lo que completa esta antología de pequeñas historias que nos transporta a la Era de la Rebelión. La que es para mí la mejor época contada, de la que mejores cosas se han hecho para el Universo Expandido.

Este cómic que recién publica Planeta Cómic está guionizado por los tan de moda Greg Pak y Simon Spurrier. Ilustrado por varios artistas. Las historias son bastante buenas, es solo que algunas de ellas tienen algunos elementos un poco rarunos, que quizás incluso os flipe. Por ejemplo, todas esas escenas que son secuencias en el interior de la cabeza de Tarkin y verlo enseñando pechote. No sé, no veo yo a Willhuff Tarkin como el tipo de persona que sueña despierto con ansias de poder y patadas voladoras, jajaj. Aunque aparte de esos detalles, creo que es muy buena historia. Pero la trama de Boba Fett es “lo que debería ser una historia de Fett”. Simple y eficaz. Fett es un cazador implacable e imparable cuya reputación le precede, y tenemos aquí lo que es probablemente la mejor historia de la colección; que curiosamente, dije lo mismo sobre la historia de Jango en Era de República: Villanos. Obvio que se le dan bien a estos autores, estos personajes y el amor por ellos esplende en las historias. Entonces, ¿qué tal una miniserie de Jango/Boba, herederos de Disney? Ah, que ya se viene… Come on!

Mas, si hay un personaje que ha recibido una buena cantidad de desarrollo en la nueva era de los cómics de Marvel-Star Wars, ese es Darth Vader. Y quizás por ello no puedo dejar de leer todo-todito-todo lo que edita Planeta Cómic donde Vader es el centro de atención no de una, sino de dos excelentes series de veinticinco números. Aquí, la historia de Vader tiene lugar a principios de los días del Imperio. Vader aún vuela con la nave que lo vimos adquirir en la serie Soule y después… No estoy diciendo que no quede ninguna historia valiosa de Vader por contar. De hecho, gracias a estas series y one-shots su leyenda no decae. Al menos, en mi mente, sigue creciendo como personaje.

No obstante, echo de menos en el tomito, una historia verdadera y profunda sobre Palpatine, aún habiéndose convertido en el personaje más denostado por culpa de la última trilogía donde se le ha metido donde no pega ni con cola. Pues, ¿con qué frecuencia vemos a Palpatine en otra cosa que no sea un papel secundario?

Y, por supuesto, mi amado IG-88, que tras verlo en The Mandalorian, me enamoré de este personaje robot y su “mini” trama. Sí, sé que no es exactamente el mismo, es IG-11, pero no dejan de ser el mismo sistema de fabricación, el mismo pensamiento, ¿no? Una máquina despiadada que destaca por sus habilidades y talento únicos para que no se alarguen los combates. Y que está a un paso de querer tener conciencia y sentimientos. En ese proceso anterior que tuvieron alguna vez los robots antes de pasar a ser androides. Mola. Compraría todo-todito-todo lo que se escriba sobre este cazarrecompensas de hojalata con más armas encima que Rambo en un mal día.

Un tomo chulo, para disfrutar de los mejores malutos de Star Wars.

Reseña: Marvel Omnibus. Solomon Kane. La Etapa Marvel Original, de Roy Thomas, Ralph Maccio y VVAA

Siempre pienso que Solomon Kane pudiera ser el personaje de la literatura fantástica más denostado por el público en general de la historia. Y uno a la vez de los que goza con más potencial para ser desarrollado en cine o series de TV a día de hoy… y no se hace… bien. Tampoco se ha insistido. De hecho, siempre vi a Kane como el personaje con más puntos profundos chulos de los personajes icónicos que crearía Robert E. Howard en su corta existencia; escritorazo que dio vio a Conan, por supuesto, pero a otros grandes como Kull de Atlantis o Pictos. A lo que voy es, que bien llevado, Solomon Kane da mucho juego. Hablamos de un personaje con muchas aristas que se mueve en un siglo lleno de sombras. Ambientación de las poderosa, del que si podéis haceros/leer con la antología de relatos que publicó Valdemar, vais a gozar de lo lindo. No obstante, por culpa de varios editores de revistas pulp e incluso por la enorme apuesta que hizo Marvel por el personaje de Conan entonces, Solomon Kane pasó a ser un personaje aún más secundario y conocido por tan solo unos pocos que indagábamos y queríamos más.

El empujón que Marvel dio al personaje literario de Conan en los 70s fue maravilloso para que se conociera mundialmente. Sin embargo, Roy Thomas y otros autores que son fans de la literatura fantástica clásica como tú y como yo, también vieron el potencial y dieron una oportunidad a Solomon Kane para con el noveno arte. Y muchos lectores de entonces lo disfrutaron. Aunque a este semi-detective de lo maldito le persigue el Mal, tiene otro, que es el de contar con muy pocas historias en proporción al cimmerio más famoso de todos los tiempos. Pero… ¿por qué cuento todo esto? Para los nuevos, esos mismos que seguramente se habrán asustado al ver que tanto viejuno ha flipado y mensajeado en redes sociales, alucinando muy mucho tras la reciente y magnífica edición en formato ómnibus que acaba de publicar Panini Cómics sobre el personaje; deciros, que muchos pensábamos que jamás podríamos tener todo esto reunido en un solo volumen y remasterizado. Muchos pensábamos que los sueños así no se cumplen. Se podría decir que ahora tenemos a Solomon Kane y sus aventuras remasterizadas, en un formato glorioso, nuevamente disponible. Sensación equiparable a volver a ver al Titanic a flote…

Marvel Omnibus. Solomon Kane: La Etapa Marvel Original contiene lo más grande, mejor y diría que todo lo publicado sobre el personaje. Concretamente: los números de Marvel Premiere #33-#34, Solomon Kane 1-6, material de Conan Saga 50, Dracula Lives! 3, Kull and The Barbarians 2-3, Marvel Preview 19, Monsters Unleashed! 1 y The Savage Sword of Conan 13-14, 18-20, 22, 25, 26, 33-34, 37, 39, 41, 53-54, 62, 83, 162, 169, 171, 219 y 220. Ahí es nada. Donde las primeras páginas del tochal marcan ya el tono muy rápidamente. Encontraréis violencia en cada uno de los números, del tipo que solo se puede tener cuando se trata de espadas y pistolas, sí, mas, la naturaleza gráfica que se muestra debería ser suficiente para que decidas si este tipo de historias y personaje es para ti.

Un tomaco que empieza con la primera aparición del personaje en formato cómic en el Kull and The Barbarians #3 USA, donde Solomon Kane protagoniza La Senda de Solomon Kane, una historia que adapta el relato de Hills of the Dead, de Robert E. Howard, uno de mis favoritos del personaje. Eso me hace estar aúa más orgulloso de tener esta edición entre mis manos. Por que ya es un no parar: cuentos de hombres lobos, vampiros, no-muertos, casos de desaparecidos, brujas que no merecen vivir y otros monstruos que no esperas. En esa linea, es a lo que se enfrenta el malevaje de Solomon Kane. Toda una serie de seres que adoran el Mal y que se enfrentan a Kane sin remilgos. O le hablan. Historias que maravillaran a los desconocedores de tales tramas, las mismas que son dignas de rememorar para los amantes del personaje desde el principio de los tiempos. Historias como La diestra de la muerte, Espadas de la Hermandad o el genial arco Luna de Calaveras, que se publicó en las Savage Sword of Conan #34, #37#39 de los bonitos años 1978 y 1979. Pero con bastantes más adaptaciones de los relatos de Howard y nuevos capítulos de autores como Roy Thomas y Ralph Macchio, dos maestros ya consagrados del noveno arte.

Una maravilla de edición que se recomienda sola. Historias y artículos que componen la emocionante saga del severo y mortal puritano Solomon Kane. Una epopeya de obras dignas de expansión, extrañas aventuras que no debieran pasar inadvertidas para el degustador de la mejor literatura fantástica o aficionado al rol, pero también una idea, un hito que no se debiera comercializar demasiado porque parece un personaje hecho para el disfrute de unos pocos. Guiones de historias clásicas del cómic de Terror, que inspiran y evaden a personas como yo. Desde la Inglaterra del siglo XVI hasta las remotas selvas africanas donde ningún hombre blanco ha puesto un pie. Aquí hay historias que provocan escalofríos, fantasmas vengativos, demonios sedientos de sangre, hechizos de goecia ejercidos por hombres y mujeres sin alma, todos opuestos a una especie de vengador armado de fe y pistolas y con el corazón salvaje de un guerrero. Casi desde la primera página, cautiva. Un personaje interesante con una estricta visión del mundo. Incluso los personajes secundarios de cada historia están bien desarrollados.

Una lectura que pese a su tamaño (tristemente) vais a leer en nada. Entretenida, pulposa, pulpera a más no poder. Guiones bien trasladados, guiones maravillosamente ilustrados, de un protagonista interesante que en formato cómic cambia (más acción); cosa que le vino de perlas. Un cambio leve, el justo para que guste y no te cargues la idea primaria que proponía Robert E. Howard. Así que no busquéis más. Ya se ha publicado el Integral del Año. El deseo de muchos hecho realidad. Los sueños se cumplen. La posibilidad de comprarlo, ahora, existe. Qué feliz estoy…

¡Por la gloria de Cotón!

Reseña: Mighty Love, de Howard Chaykin

¿Y esos cómics alternativos que salen en ciertas editoriales y que no esperas? Para colmo, cómics de autores de renombre. Pues que decir. Solamente, que tenéis que estar muy al tanto para que no se os pasen. Un ejemplo es Mighty Love, el cómic publicado por Dolmen Editorial este mes que dejamos atrás, una oda al cómics de superheroes independiente, ese que tanto me gusta muy al estilo Astro City. Por que sencillamente, no se necesitan superhéroes mainstream para contar una buena historia.

Todos los cómics del veterano dibujante Howard Chaykin han estado marcados por una inventiva gráfica nítida, un toque de perversidad sexual, un diálogo ágil, el aspecto del cine negro de los años 40 y un héroe que se parece un poco al dibujante en sí mismo. En cierto modo, Chaykin me lleva a pensar en Woody Allen. Por ello, diría que Mighty Love es su Todos dicen I Love You. Un romance leve pero agradable, que atrae a los opuestos al pijameo con adornos de otro género, pero en definitiva una muy buena aventura de superhéroes.

Esta chulada de cómic que publica Dolmen Editorial en tapa dura gira en torno a dos héroes disfrazados, Ángel de Hierro (Iron Angel) y Alondra (Skylark). De día, Lincoln Reinhardt es un abogado liberal adinerado que defiende a los criminales, pero está secretamente cansado del pantano moral que es su profesión, y por la noche, Reinhardt se convierte en el justiciero enmascarado, Iron Angel. Así defiende la justicia que elude todos los días atacando al tipo de escoria que normalmente representa. De día, Delaney Pope es una detective que trabaja en un departamento de policía corrupto. Cansada de trabajar en un mundo turbio de compromiso ético y sin disciplina, ni honra, por la noche esta policía conservadora se convierte en Alondra; una defensora de la justicia, enmascarada y con el corazón dolido de no llevar a cabo esa justicia que tiene que eludir por su bien en una administración corrupta. Bien, pues Ángel de Hierro y Alondra (que anteriormente desconocían la existencia del otro), unen fuerzas después de que una recaudación de fondos se convierta en atraco. La policía comienza a investigar a la novia de Lincoln, Bess Autrey, como la principal sospechosa. Delaney, que desprecia a Lincoln, es la detective principal del caso. Y si tan solo Delaney Pope supiera que el nuevo amigo de Alondra, Ángel de Hierro, no es otro que su odiado Lincoln Reinhardt…

El diálogo inteligente y característico de Chaykin y sus buenos lápices están en Mighty Love. Si bien podría no ser una obra tan maravillosa como American Flagg, sí que se asemeja a sus grandes renovaciones de clásicos de los 80 como La Sombra y Blackhawk. Mighty Love goza de la misma inventiva gráfica. También es cierto que Chaykin ha atenuado la perversidad sexual de sus trabajos ochenteros a favor de las simples insinuaciones sexuales. Pero lo que importa es, que conserva el diálogo ágil que los lectores actuales esperan y que también viene para los necesitados de tiempo que no pierden el ansia por leer todo-todito-todo lo que se puede. Incluso en Mighty Love vais a encontrar bromas sobre eufemismos y juegos de palabras que provocan como mínimo una sonrisa.

Un cómic de Chaykin de tipo “antiguo y confiable”. Sus fans (entre los que me incluyo) sabrán lo que están recibiendo. Diversión. Nada aquí es conmovedor, pero Chaykin aglutina el romance, la tensión sexual no resuelta, el género de superhéroes y el crimen urbano, de forma genial. Y eso que Chaykin evita explorar las razones por las que un detective de la policía y un abogado defensor criminal se comportarían como vigilantes disfrazados, a pesar de que la tendencia de los últimos treinta años en el género es excavar en el descubrir porqué Spider-Man, Batman y otros…, hacen lo que hacen.

Fue en 2004 cuando DC Comics publicó Mighty Love, una novela gráfica en la que hace un completo Howard Chaykin. Muchos sois perro viejo, lo sé, no se necesita un doctorado para saber que la historia de Mighty Love (el titulo en si ya es un spoiler) se centrará en la tensión romántica entre estos dos personajes.

En vosotros está disfrutarlo.

Reseña: El Hombre Hembra, de Joanna Russ

Uno de los clásicos que nunca he tenido la oportunidad de leer y que gracias a la nueva edición de NOVA así ha sido, es la ópera prima El Hombre Hembra, de Joanna Russ. Os puedo decir que ni tan siquiera, jamás, en mis más de cuatro décadas de existencia, había visto una edición física en nuestro país. Nunca la había tenido a mano, aunque sabía de su existencia por que desde muy jovencito soy seguidor de la famosos Premios Hugo y Nebula norteamericanos, los más altos galardones que puede conseguir una obra dentro del mundo de la Ciencia Ficción. De hecho, soy ese forofo que desde chaval sigue la lista de nominados por categorías de ambos premios todos los años y disfruto leyendo títulos de autores y ganadores. Títulos que inspiran. Pero como suele pasar, hay obras que quizás no ganan, que quizás únicamente estuvieron nominadas y se acabó. Y después, con los años, se han convertido en clásicos gracias a la opinión del público. Le pasa a El Hombre Hembra, que tan solo fue nominada al Nebula del año que salió (1975), y que después, cualquier amante de la literatura fantástica que se precie, conoce.

Un libro que incluso me duele no haber leído antes como fan de la buena CF clásica que soy. Probablemente deambulara muy cerca de mí en aquellos años en los que disfrutaba saliendo de mi casita del bosque y yéndome a echar toda una mañana a la ciudad, entre librerías de viejo o segunda mano que también las llaman. Pues investigando para la reseña, consta que la eterna editorial Bruguera y alguna otra, sí que le sacaron edición en español. Pues seguramente una copia nadaría entre libros de bolsillo usados de los 60, 70 y/o 80 y al ver mi cara de tiburón desesperado, buscador de manjares de CF y Terror, huiría hacia el fondo. Pero da igual. Como decía al principio, NOVA, el sello editorial referente de la mejor CF en nuestro país, ha tenido a bien publicar esta joya en una edición en tapa dura con sobrecubierta súper chula que nadie debería perderse.

Debo admitir que inicialmente El Hombre Hembra me confundió. Sin saber nada de la historia, me enfrenté a ella pero asumí que sería una historia bastante directa y orientada a la acción que exploraría el feminismo por lo que había oído. No obstante, El Hombre Hembra es, sobre todo, una novela mucho más personal. Mirad, no se trata de cuatro mujeres, como descubrimos al final de la novela, se trata de la misma mujer en cuatro encarnaciones muy diferentes. Está Joanna, una feminista de los 70s que podemos decir sin miramientos que es la propia Russ y que vive en un mundo y época similar a lo que era la Tierra entonces. Jeannine, una mujer tímida que vive en un mundo donde la Gran Depresión nunca terminó y donde la Segunda Guerra Mundial nunca sucedió porque Hitler fue asesinado en 1936 pero donde Chiang Kai-shek sí que controla Hong Kong, dado que el imperialismo japonés domina aún sobre el continente chino. Bien. Janet es una mujer que vive en un mundo llamado Whileaway, un futuro donde todos los hombres han muerto a causa de una plaga, una sociedad utópica en un futuro lejano donde se sugiere que para procrear, las mujeres en relaciones lésbicas utilizan una tecnología para fusionar genéticamente los óvulos mediante un proceso al que llaman partenogénesis. Una sociedad que por el contrario a su evolución científica es principalmente agraria. Y por último, Jael, un asesino de un futuro en el que hombres y mujeres están en guerra.

Pero Janet y Jael se cruzan como les place, mientras que Joanna y Jeannine están al capricho del universo.

No digáis que la idea de estos cruces temporales entre utopías y distopías no es como mínimo atractivo. En resumen, El Hombre Hembra es una meditación sobre género y feminismo ejecutada a través de cuatro lentes, en principio, diferentes, en principio, iguales. Este dolor, de la feminista recién iluminada que intenta forjarse una identidad completa, verdadera y segura para sí misma, está en cada palabra. Hay capítulos que simplemente son una lista de todas las cosas que se han dicho sobre los escritos de Russ, precedido por una declaración de que si ella hubiera expuesto su caso con delicadeza, la habrían escuchado. (Difícil leer esa letanía sin reflexionar mirando al horizonte). En otro breve capítulo se detalla la supremacía entre las mujeres. Y toda una serie de apartados y capítulos que unidos, sinceramente, molan.

Sí que es verdad que la novela termina con cierto grado de conformismo que a mí por ejemplo, no me hizo gracia. Después de todo lo que se propone durante casi trescientas páginas, aceptar un destino obsoleto y ridículo, uno donde no eres feliz, pues como que no. Y esto vale para cualquier aspecto de nuestra vida, friends. Sé feliz donde vayas. O no vayas. El Hombre Hembra es en gran medida un producto del movimiento feminista dominante de aquellos momentos. Mucho más inclusivo que la homosexualidad, pero combina género y sexo de formas extrañas hasta el punto de ser binario. Por ejemplo, los hombres del mundo de Jael ocasionalmente se convierten en mujeres (o se detienen en algún punto intermedio), momento en el que se convierten en una propiedad llamada «hombre de verdad»… Ufff. Me quedé ahí, como historia, y no quise pensar en repercusiones políticas. No me va eso.

Lo que está claro es que estamos ante una novela que es una pieza importante de la historia de la Ciencia Ficción. Y una lectura obligatoria.