Reseña: Must-Have. Capitán América. Soldado de Invierno, de Ed Brubaker y Steve Epting

Siendo exagerados podemos decir que los marvelitas se dividen en dos tipos de personas: los que han leído y disfrutaron Soldado de Invierno y los que n… ni fu ni fa. Dejémoslo ahí. En este mundo nuestro está bien que haya de todo y nunca deben imponer sus opiniones a nadie. Como mucho, hacer ver los puntos buenos y malos de las cosas y que cada uno use el bufete y rellene su plato de degustación como quiera. Yo, por ejemplo, y ya sabéis de sobra lo que voy a decir, siempre diré que Soldado de Invierno, de Ed Brubaker y Steve Epting es una obraza como una casa. Y sea en el formato que sea, tenéis que disfrutarlo al menos una vez en la vida. Y Panini Cómics que hace su labor editorial tremendamente bien…, ya estáis viendo que no ha tardado nada en ponerlo dentro de su genial colección Must-Have.

Finalmente -sí, porque ya poquitas cosas se pueden decir de esta obra que no se hayan dicho ya-, podemos decir que cuando Ed Brubaker resucitó a Bucky Barnes de entre los muertos en 2004, la people no profesó un movimiento increíblemente odiado y controvertido como le fue llegando con los años. Más bien, como un nuevo evento celebrado y sin esfuerzo que resultó «genial». Pero rápidamente comenzaron a surgir esos trasgos de las colinas que surgen de la oscuridad para hatear casi todo lo que se mueve, ¿y qué pasó? Que la MCU propuso el guión para peli en continuidad, se estrenó, triunfó, y después volvió a ser la obra de arte que muchos propusimos en su momento. Así es la vida del ser humano, en general, tú equipo es el mejor cuando gana y el peor cuando pierde.

El insensato debe saber que Bucky fue uno de esos personajes que murió en un momento comiquero donde la muerte de un personaje se consideraba en gran medida el final PARA SIEMPRE y de forma DEFINITIVA. Lo que debería ser normal aunque no en los cómics. Para más inri, de una manera tan importante para la historia de un icono tan potente en USA como es el Capitán América, que dicho personaje (odiado por muchos en aquellos momentos) y que todos creían olvidados, era un tipo de que no parecía tener mucho sentido remover su tumba. Sin embargo, Brubaker, Epting y Marvel encontraron una razón para hacerlo. Y funcionó. Por supuesto, desde su regreso, la historia de Bucky como el Soldado de Invierno solo fue tocada ligeramente (el arco de Time’s Arrow, por ejemplo), o una referencia aquí y allá a la historia antigua y ya está. Pero realmente no se dedicó mucho tiempo a explicar cómo se desenterró ese personaje para salir a la luz de pronto y poner medio Universo Marvel patas arriba. Sin embargo, con su «muerte» en Fear Itself, se explotó una oportunidad para finalmente darle a Bucky su propia serie derivada, aunque luego vinieron más burlas…

Es lo que tiene publicar una obra con un nivel alto. La oportunidad la tenéis de nuevo, en una edición llevadera, económica y molona como son estos Must-Have que, en definitiva, son eso: cómics que debéis tener/leer sí o sí a poco que queráis morir habiendo leído todo-todito-todo lo mejor de Marvel.

Soldado de Invierno (Winter Soldier) es, en pocas palabras, una historia de espías genial, atractiva, con el aspecto exportador de sensaciones que tenían esos cómics con los que alucinaba yo con mis tebeos de niño del maestro Steranko. Un guión de esos pocos donde el «regresando de entre los muertos» funciona.

Bucky y Natasha partiendo la pana.

El Capi en su línea.

¿Por qué no pasar por la piedra?

Reseña: Una Sed de Venganza Justificada Vol. 1, de Rick Remender y André Lima Araújo

Comenzando casi como una anécota de vida y terminando con muertes por doquier, y estando confundido en cuanto a la trama casi en el ochenta por ciento del guión, este primer volumen me recordó por qué me gustan tanto las historias y, sobre todo, los inicios de Rick Remender. Dicen al otro lado del charco que le tomó años volver a su mejor nivel y que con Una Sed de Venganza Justificada lo ha hecho. Lo compro. Sólo puedo decir una cosa:

Denme más de esto, por favor.

Norma Editorial publicó entre sus novedades de agosto el Vol. 1 de Una Sed de Venganza Justificada, donde Rick Remender regresa al panorama actual del cómic con una historia de violencia excepcionalmente narrada y visualmente original de la mano del artista portugués Lima Araújo. Estoy totalmente de acuerdo. Y realmente no puedo contaros mucho de la trama sin estropearos los buenos entresijos con los que cuenta. De cómo el personaje principal se mete en el lío que se mete. Pero por un momento piensas que estás en un tipo de cómic cuando de repente estás en otro. De no ser por estos títulos con súper spoilers a lo años 80 que ahora le han dado por meter a las nuevas pelis de acción…, qué duda cabe que el impacto de lo que surge sería mayor. De alguna manera, nuestro personaje principal, el señor Wen (por llamarlo de alguna manera), encuentra un camino hacia la dark web donde descubre a ese tipo de asesinos a sueldo que aceptan trabajos. Realmente no estoy seguro de cómo sucede eso, sin embargo, ves a la próxima víctima y a esta mujer inocente y como Wen decide intervenir. Está a tope, sabe que la acaba de cagar por dar ostias a todo lo que se mueve y ahora estas personas los persiguen y sólo tiene que luchar por tratar de descubrir cuál será su próximo movimiento. Esto divierte al lector pero qué duda cabe que los que hemos estado en situaciones así, se sufre un estrés y un sinvivir de la leche.

A Righteous Thirst for Vengeance (Una Sed de Venganza Justificada) tiene una energía similar a los primeros cómics que dieron fama a Remender. Aunque este cómic en particular tiene sus raíces en un poder mucho más brutal y violento. La secuencia de apertura está completamente desprovista de diálogo y eso aporta misterio. Obtenemos una toma aérea de Vancouver, B.C. y disfrutamos de hermosas y pintorescas escenas gracias al dibujo de André Lima Araújo. Eventualmente el objetivo se acerca al barrio chino de Vancouver (que Araújo capturó con un asombroso decreto de precisión), y finalmente nos encontramos con un vistazo de nuestro protagonista.

Cómic con el poder atractivo de una peli coreana de acción.

Nuestro protagonista no tiene nombre. Nuestro protagonista es modesto. Nuestro protagonista no dice mucho. En el primer acto, nuestro amigo de la sudadera con capucha roja apenas une más de dos palabras para formar una frase, y Remender deja que la narración visual de Araújo lleve la mayor parte de la trama. No tenemos muchos puntos de apoyo narrativos, solo detalles colocados de forma extraña y fragmentos de información, la mayor parte de nuestro conocimiento del protagonista proviene de inferir cosas de su acción como la forma en que deja que una pareja de ancianos suba al autobús antes que él a pesar de que llueve a cántaros. Su colisión accidental con un transeúnte. Su interacción con un pájaro moribundo. El hecho de que va a “algún lugar” para hacer “algo”. Es una lectura intrigante, pero deja una gran cantidad de preguntas en el aire. Y el acto final al menos señala exactamente hacia dónde se dirige la historia.

Cómic por el momento súper recomendable, maravillosa trama que tiene un aire al genial manga de Oldboy (sí, al manga, porque la peli es algo diferente). Definitivamente, espero con ansias el próximo volumen.

Y qué decir del dibujazo del portugués que aporta la sensación de estar viendo un anime. Me mató.

Reseña: La Cosa del Pantano. Devenir, de Ram V, Mike Perkins y John McRea

¿Con qué expectativas va a uno a un cómic que en un USA raro es el que no le está dando un 10? ¿Expectativas muy altas, no? Bueno, ya sabemos que pasa normalmente con lo de ir con las expectativas demasiado altas hacia algo que quieres que te guste… Pueden pasar dos cosas: lo normal que no te mole, pero lo raruno, que te unas a la plebe  gustándote mogollón. Pues esto me pasó con la nueva serie de La Cosa del Pantano que se está publicando en este 2022 y que ahora ECC Ediciones acaba de traer en tapa dura con un primer tomo que contiene los ocho primeros números. Devenir es un pasote.

Ram V y Mike Perkins no son nuevos en Swamp Thing. Hicieron no hace mucho dos números de Estado Futuro: La Cosa del Pantano y antes de eso trabajaron en Legend of the Swamp Thing Halloween Spectacular. Sin embargo, Levi Kamei sí es nuevo y esta es su primera aparición en The Swamp Thing. No siempre es fácil presentar una nueva versión de un personaje familiar y querido. Y ya en el primer número de esta serie Ram V decide introducirnos en un misterio para intrigarnos a la vez que nos presenta a Levi Kamei. La escena de apertura es una gran introducción al nuevo mundo de La Cosa del Pantano, pero primero tenemos una introducción al Errante Pálido. Parece ser el último avatar de Rot. En un bochornoso día de calor, se encuentra un cuerpo en la cuneta de una carretera y los oficiales de policía le cuentan al forense asistente la leyenda del Errante Pálido. No se menciona a Rot, sino una historia espantosa y horrible que nos lleva a creer que este personaje probablemente resultará ser el avatar de Rot. Los detalles que describe el forense en la evaluación del cadáver agregan la cantidad correcta de minucias a la escena para hacerlas sentir real. Un inicio de trama brillante.

La introducción de Levi Kamei es todo un puntazo. No hay una gran secuencia de acción, son solo escenas bien pensadas que le permiten al lector aprender algo sobre Levi y sus relaciones. El horror que esconde se muestra brevemente algunas veces, pero Ram V nos mantiene a todos en suspense para una revelación mayor, que llega no mucho después gracias a esta idea de tener entre manos un tomito que comprende varios números. Para los lectores familiarizados con el concepto de La Cosa del Pantano, el trauma de Levi no es tan confuso como lo es para el propio Levi. Sin embargo, en Devenir, los lectores emprenderemos el viaje con él e iremos descubriendo toda una genial trama de suspense-thriller juntos.

La Cosa del Pantano: Devenir no se basa en ningún conocimiento previo del concepto. Para aquellos que ya conocen toda la obra de Swamp Thing les puede molar esta nueva versión. Pero los que no conocen nada, tampoco se encontrarán perdidos ante el argumento. Es una versión diferente de la tan conocida por Alec Holland y ya está. Donde Mike Perkins y Mike Spicer hacen un gran trabajo con el arte. Juntos establen el tono para cada escena con la cantidad justa de detalles y puestas requeridas para lo que se cuenta. Spicer tiene especial cuidado en asegurarse de que su paleta de colores sea la adecuada para cada viñeta y así se crea un ambiente terriblemente bien diseñado, por ejemplo, para representar la calurosa carretera del desierto o los horrores en la mente de Levi. El verde de las nubes que rodean el avión de Levi es un gran efecto que presagia lo que le depara el futuro al personaje… Magnífico todo.

Al igual que sus otros trabajos en Swamp Thing, Ram V y Mike Perkins hacen un gran labor para con el personaje. No importa si este número es la historia que querías, el enfoque principal está muy bien logrado y hace que el lector se relacione con Levi haciendo muy fácil seguirlo. Como dice la sinopsis, olvida todo lo que sabes de La Cosa del Pantano, porque Alec Holland ha pasado a la historia. Ahora, el Elemental del Verde se llama Levi Kamei… y no es capaz de controlar del todo sus nuevas habilidades. Una etapa ambientada en Frontera Infinita que escribe Ram V, el responsable de las andanzas de la Liga de la Justicia Oscura, a los dibujos Mike Perkins (Lois Lane) con la colaboración de John McCrea (Demon).

Casi na.

Reseña: Marvel Must-Have. Thunderbolts. La Ascensión de Norman Osborn, de Warren Ellis y Mike Deodato Jr.

Locos andamos algunos intentando pillar todos los Must-Have posibles que Panini Cómics está editando en nuestro país…, me fui directamente a por un desconocido para mí como era Thunderbolts: La Ascensión de Norman Osborn. La etapa completa de Warren Ellis y Mike Deodato Jr. al frente de Thunderbolts. Uno de los más polémicos guionistas del cómic estadounidense transformando a Los Más Buscados de Marvel en el grupo de élite de Norman Osborn, en una despiadada visión del poder y los medios que utiliza. Casi nada: Veneno, Piedra Lunar, Bullseye, Pájaro Cantor, el Hombre Radiactivo, el Espadachín y Penitencia son las nuevas celebridades de América, siempre a la búsqueda de los superhumanos por registrar que se esconden entre nosotros. Ellos (y no otros) son los nuevos y peligrosos Thunderbolts. Madre mía-madre mía-madre mía… la pintaza que tenía esto y decidme si sois capaces de imaginar como de hypeado iba yo a por esto.

Y ahora leído, lo primero que voy a decir es que… bueno, Warren Ellis, a mí rara vez me va a defraudar después de sacar comicazos locos al estilo Transmetropolitan. Para mí, su obra magna. Pero también es que grito a los cuatro vientos desde ya que mi nuevo ilustrador favorito de pijameo es el señor Mike Deodato Jr. Madre mía-madre mía-madre mía… qué dibujazos lanza en este tomo que engloba más de un arco de los Thunderbolts así como un genial one-shot de inicio; Civil War: Choosing Sides (Cambiando de Bando) y los números de la serie Thunderbolts #110 al #121 que contienen los arcos Fe en Monstruos y Ángeles Enjaulados; ambos de seis numeritos cada uno.

A lo que voy es que La Ascensión de Norman Osborn es un nombre global a todo el contenido del tomo. Trata de forma general varias aventuras. Y quizás el aspecto más impresionante de estos números es para mí el hecho de que Warren Ellis hace un buen uso de la historia de fondo de Jack Flag y Moonstone, dos personajes que no los entendería si no hubiera leido nada de nada de Ellis en toda mi vida. El hecho es que comienza mostrándonos una buena historia sobre un personaje tontuno al mismo tiempo que utiliza la historia de fondo del pesadísimo personaje patriótico de siempre que lleva sin aparecer más de una década. Y con un supervillano menor (aunque no tan menor en el contexto de los Thunderbolts), nos pone de pronto dentro de una trama impresionante mostrando el don por el que Warren Ellis es famoso: hacer de un personaje poco conocido alguien interesante. Además de la idea que nos encantó a muchos (y me consta que en USA no tanto) de trastocar la idea central de los Thunderbolts y hasta que punto se ve como algo chulo que un grupo se mueva por encima de todo cazando a superhéroes rebeldes.

El cómic, en general, es una enorme sátira. Ellis está JUGANDO en primera persona en lo que creo que mola bastante: el aspecto satírico (en el tema comercial juguetero existe una figura del Capitán América cuyo poder es que grita), pero hay momentos en los que parece que esto también debe tomarse en serio por lo menos en el cómic. A lo que voy es que en este cómic bajo el potente espectáculo de músculos y patadas voladoras por doquier, hay muchos toques de humor, lo cual es bueno de ver. Ellis sabe de sobra que si no añade eso -que por otro lado es uno de sus puntos fuertes- este “regreso” a los Thunderbolts se convertiría en un trabajo de escritura demasiado serio. Y hoy en día poca gente quiere un cómic de superhéroes serio al cien por cien. Y otras cositas que molan de La Ascensión de Norman Osborn son los detalles y los guiños al lector acérrimo marvelita. El diálogo inicial entre Norman Osborn y Bullseye es excelente, especialmente, en cómo usa la continuidad de Daredevil exactamente en el forma correcta de usar la continuidad y ese guiño a la historia a la que se refieren, claro. Pero de todos modos, si no la tienes en la recámara, entonces Ellis se encarga de que obtengas lo suficiente de la historia para entenderla de todos modos.

Pero para mí el verdadero triunfo es el trabajo que Ellis hace con Jack Flag. Maneja «la tontería» de Jack Flag a la perfección, reconociéndola, pero nunca teniendo la historia DE ACUERDO a la tontería. No sé si me explico, pero es brillante el conseguir que el público acepte totalmente el heroísmo de Jack Flag. Es toda una hazaña. Y madre de dios como van evolucionando los personajes.

Muy recomendado. Otro pelotazo de Must-Have.

Reseña: Wonder Woman. Black and Gold, de VVAA

Wonder Woman: Black and Gold es una de esas miniseries de la Chica Maravilla que no te puedes perder. Seis numeritos reunidos en un tomito integral en tapa dura propio de ECC Ediciones pero también una historia para conmemorar y celebrar el 80 Aniversario de Wonder Woman. Con cinco impactantes historias cortas, cada una de un equipo creativo diferente, Black and Gold incluye una combinación bien seleccionada de tramas que arrojan luz sobre una faceta diferente del legado perdurable de Wonder Woman como personaje y heroína. Desde luchar contra bestias míticas hasta salir con mamá a dar un paseo o charlar en la cama, seguramente estemos ante un cómic que por la naturalidad con la que se trata al personaje, sea uno de los cómics DC actuales más recomendables para leer y que más tipos de lectores puedan disfrutar.

El número debut de la serie, escrito por AJ Mendez y con arte de Ming Doyle, cuenta la historia de Diana y su madre, Hippolyta, pasando ese tiempo de calidad con su madre que muchas jóvenes necesitan. Después encontramos temas varios como el intentar reconciliar la ira de Wonder Woman con su pasión por la justicia; el análisis maravilloso de John Arcudi y Ryan Sook sobre la visión del mundo de Diana y la fuente de su icónica compasión; una carta de amor increíblemente ilustrada al mundo de los cómics del día de nacimiento de la Chica Maravilla; y otra trama donde se trae a Wonder Woman de vuelta al presente, ofreciendo una historia de origen elegante y con estilo para hablar sobre una de las armas más icónicas de todo el Universo DC como es el Lazo de la Verdad.

Las historias recopiladas en Wonder Woman: Black and Gold abordan al personaje de Diana desde perspectivas muy diferentes. Y eso es lo que mola. Y como debería ser cualquier antología que se precie, el tomo en general muestra varias capas de la personalidad de la superhéroe. Vamos a ver cosas como una mirada extraña y relajada de Wonder Woman, la guardia baja, lo que lo convierte quizás en el capítulo más singular dentro de la edición. Esto en la historia que abre el tomo. Pero después veremos versiones muy diferentes de Wonder Woman, donde se muestra cómo Diana ve el mundo que la rodea y su propio lugar dentro de ese mundo. Y tras un número que simplemente destaca por su poder gráfico como es Golden Age (Edad Dorada) por su poca profundidad narrativa, finalmente, llega un relato duro con el porqué Wonder Woman se ha mantenido como una de las presencias más intimidantes y poderosas de DC durante las últimas ocho décadas.

Y visualmente, Wonder Woman: Black and Gold, un tomo magníficamente atractivo.

Un ejemplar que se recomienda muy mucho, en especial, para fans impertérritos de los buenos cómics que buscan tratar algo diferente de un personaje en cuestión. Y obviamente, para los fans de toda la vida de la Chica Maravilla.

Un bufete de historias, claramente escritas e ilustradas con inmenso amor y respeto por un personaje icónico que se ha mantenido al frente de los cómics durante ochenta años.

Y que no muestra signos de desaceleración.

Eso no es decir poco.

Reseña: Midnighter y Apolo. La Búsqueda, de Steve Orlando, ACO y Fernando Blanco

Después de una ruptura algo larga, el equipo vuelve a estar unido. Uno es prácticamente Superman, el otro tan rudo como Batman pero con la voluntad de romperte todos los huesos del cuerpo si hace falta. Parece un equipo dulce, ¿no? Un dueto que puede con veinticuatro o treinta y dos, ¿no? Oh sí, la complejidad de las peleas que puedan surgir ponen a prueba a estos dos enamorados de las patadas voladoras y de las máscaras más pijameo. Entonces, ¿esta miniserie de DC Saga que ECC Ediciones publica en nuestro país en un genial tomo en tapada dura denominado Midnighter y Apolo es tan buena como dicen? La sinopsis dice: «Midnighter es la máquina de matar perfecta gracias a sus capacidad físicas y a un cerebro que le permite prever los movimientos de sus adversarios. Su próxima misión consiste en recuperar unos artefactos perdidos mientras empieza una nueva vida. Y es que acaba de romper con Apolo, su novio de toda la vida, un hombre cuyo poder rivaliza con el del mismísimo Superman. Pero a lo largo de las aventuras que incluye este volumen, Midnighter está llamado a volver a toparse con su antiguo amor… siempre que alguno de los dos no muera por el camino…».

Más o menos lo que he contado. Pero es que el resumen de DC oficial cuenta: «¿Tu lo quisiste? Pues ahora lo tienes. ¡Seis números más de locura de Midnighter! Juntos de nuevo, después de demasiado tiempo separados, Midnighter y Apolo se enfrentan a piratas del metro en Los Ángeles y demonios en Opal City… ¡Pero su reunión está a punto de dar un giro impactante y enviarlos a ambos en un viaje épico más allá de toda creencia!».

La suma de las dos sinopsis es la que debéis asumir. ¿Y por qué me importa a mí una serie así? Es obvio, si me conocéis. La originalidad, el cambio, lo diferente, lo que hasta ahora no se ha hecho con un cómic, una nueva visual de un dueto del que sabía poco… Bastantes cosas me atraían de Midnighter y Apolo y ahora puedo decir que he disfrutado a tope de lo que se considera una de las parejas más poderosas del Universo DC. Sumando el guionista Steve Orlando (que me encanta) y los dibujantes ACO y Fernando Blanco, dándolo todo.

¿Y qué tiene de bueno? Steve Orlando hace muchas cosas bien en el guión donde lo primero es, que se brinda por el entretenimiento y el diálogo rápido. Además de la increíble secuencia de lucha que muestra cuán quirúrgico es Midnighter y cómo de inefable es Apolo enfrentándose a un golem maldito dentro de un tren. Pero Orlando es bueno para eso pero también para mostrar una relación amorosa y comprensiva entre dos personajes de forma muy natural. Orlando inicia la trama con una acción vertiginosa, presenta algunos personajes secundarios y luego intensifica al Sr. Bendix y todo lo que conlleva su aparición. Sólo para destruir a Midnighter y Apollo para siempre… O esa es la idea.

Dada la propensión de los villanos a idear planes locos, el plan de Bendix, en realidad, es bastante inspirador e interesante. Utiliza los poderes de teletransportación de Midnighter contra él y potencialmente prepara el escenario para que Midnighter pase de la violencia desenfrenada a la locura violenta. También hay un buen uso de montajes en el tema que ayudan a transmitir cuánto trabajo tiene por delante Mr. Bendix para que sus malvados planes salgan bien.

He revisado la serie pasada de Midnighter (también escrita por Steve Orlando), que hizo bien en establecer la relación convincente de un hombre que mata y otro que es demasiado puro para hacerlo. Hacer que ese tejemaneje funcione, os digo como escritor, es un tema bastante difícil de elaborar, de hacer que parezca natural. Y al verlo como lo consigue, ya con eso la serie me ganó.

Aparte de que Midnighter y Apolo son los típicos superhéroes divertidos a más no poder.

Reseña: Hellblazer. Entre Rejas, de Richard Corben, Brian Azzarello y Tim Bradstreet

No veo tan descabellado que los números de Hellblazer del #146 al #150 se hayan publicado como tomo único y en una versión Deluxe porque es muy cierto que es todo un lujo en su conjunto la historia de Entre Rejas (Hard Time). Una miniserie que junto a grandísimos autores ahora en ciertos momentos, para mí, de Vertigo y diría que de todas, es la única que ha conseguido juntar a la crême de la crême de la historia del cómic americano. Y decir que se puede encontrar ahora mismo una trama donde el maestro del guión Brian Azzarello y Richard Corben trabajan juntos. No friends, no es moco de pavo.

Llevando a John Constantine a la cárcel.

Asesinos, violadores, mafiosos, pirados… a su alrededor. Un lugar al que si metes al ingrediente Constantine se acaba de convertir (como bien dice la sinopsis) en todo un polvorín. En lo que fue su primer trabajo para esta gloriosa serie, el legendario ilustrador y guionista de Terror, Richard Corben, se unio a Brian Azzarello (100 Balas, Johny Double…, entre otras miles), cuando lo estaban petando con casi todo. Recuerdo que fue un notición cuando nos enteramos los que seguíamos la serie mes a mes. Loquitos estábamos por completarla. Por que Entre Rejas es un historia en cinco numeritos que lleva a John Constantine a un nuevo tipo de infierno. Una penitenciaría de máxima seguridad. Y sí que es cierto que quién lo conozca pensará que Constantine no es fácil de asustar. A lo largo de su sórdida carrera, un tío que se ha enfrentado a todo tipo de monstruos, ángeles descarnados y demonios del averno… ¿qué mojonero ladrón de bancos o qué idiota mongolo asesino en serie le va a asustar? Pero aquí, my friends, el tema es otro.

Mientras Constantine ha estado en libertad, ha tenido sus cigarrillos y sus historias para soportar su calvario. Con eso, siempre ha mantenido el control. Pero, ¿qué sucede cuando sus topes de locura y control le son arrebatadas? Despojado de su gabardina característica, su paquete de Silk Cuts y la red de seguridad de sus conexiones personales, Constantine debe adaptarse a un entorno diferente a cualquier otro que haya experimentado. Un lugar duro gobernado por hombres sin escrúpulos, donde la debilidad… se extingue como el paso de un cometa. Uno que va directamente del Sol.

Las respuestas inesperadas las tenéis en esta joyita llamada Entre Rejas, publicada mes por ECC Ediciones en el formato Edición Deluxe con sobrecubierta que nadie se debe perder. Si no la tienes o nunca la leiste está claro que esta edición es la ideal para ti. Pero si ya la posees, por ejemplo, en las ediciones integrales por autor que se publicaron de Hellblazer (https://www.ecccomics.com/comic/hellblazer-brian-azzarello-1623.aspx), como es mi caso; decir que es un magnífico regalo para alguien que aprecies de verdad y/o que quieras que se enganche de una vez al personaje. Y vea todo lo que supone haber leido alguna vez una buena historia de Hellblazer.

Lo mejor de lo mejor.

Ese fue mi caso.

La etapa de culto de Brian Azzarello y Richard Corben al frente de Hellblazer por primera vez recopilada en un único tomo y de lujo. ¿Y qué decir de las portadacas del señor Bradstreet?

Esto se recomienda solo.

¡Disfrutad, qué el verano se acaba!

Reseña: Spiderman. De vuelta al negro, de Straczynski, Garney y Reinhold

De vuelta al negro es uno de los volúmenes que Panini Cómics no se cansa de reeditar y es obvio, porque es una de las historias más recientes de Spiderman que más vende y que más impacta. Alta calidad concentrada. Yo pude leerla allá por 2007 cuando se publicó por primera vez en USA y, de hecho, es otra de las que sólo habia leido en inglés y nunca en el idioma de Cervantes. Y cómo me pasó con el must-have de Miedo Encarnado (https://www.cronicasliterarias.es/?p=10270), tenía ganas de hacerme con ella para recordarla y de paso contrastar. Ver si el paso del tiempo había hecho mella en ella como para no ser recomendable. Aparte, creo que mucho de esto tiene que ver con el hecho de que rápidamente me interesé más en los números #600 numerados en lugar de los #500, ya que se nota el cambio bastante en la colección de Spiderman en esa transición. Mmmmm…, nada, nada, olvidad esto último. Es uno de los tocs que tengo con ciertas colecciones de Marvel y que casi sólo entiendo yo.

De vuelta al negro no lo recordaba tan increíble, pero como estoy tratando de recopilar los setencientos números, en mi lista estaba. Y está claro que al igual que Vuelta a casa, De vuelta al negro es un cómic centrado en problemas del personaje que se necesitan solucionar. Con originalidad y prestigio y no tocándole los cimbalines al fan clásico de toda la vida como pasó en One More Day. Y no sé si en su día disfruté tanto de De vuelta al negro (juraría que no) pero ahora ha sido maravilloso porque es de esas miniseries que te hace amar al personaje como en tu juventud. Donde Straczynski muestra una vez más lo maestro que es. Y es que J. Michael Straczynski y Ron Garney continúan inmediatamente donde lo dejaron, con Peter y MJ horrorizados porque le disparan a tía May. Después de arrojar un jeep (sí, un jeep), al francotirador, Peter se apresura a llevar a May al hospital. Una vez más, tenemos una historia en la que el bienestar físico de la tía May está en peligro y, esta vez, no se debe a una enfermedad o un infarto. Peter sabe que este ataque es fruto de reciente desenmascaramiento. Es su culpa… Bueno, recuerdo una vez en que la tía May enfermó porque Peter le dio una transfusión de sangre que ella necesitaba, y su sangre radioactiva hizo más mal que bien, pero todo el asunto de «recibir un disparo en el estómago» parece un poco más sombrío y doloroso todo, ¿no?

Siempre es increíble cuando los escritores hacen que Spiderman se apresure a tomar decisiones que obviamente vuelven al personaje más humano si cabe. Otros personajes tienen que volar rápido o correr como una hormiguita; los mortales comunes nos vemos obligados a conducir automóviles y tomar autobuses, limitados por sus velocidades. Pero Spidey se balancea por el aire con sus magníficas telas de araña y todo abotargado en sus pensamientos con la tensión creada por Straczynski. ¡Tal vez no llegue a tiempo! Y todo elaborado de manera realmente creativa. El resto de la historia es donde tía May lucha por sobrevivir en un hospital donde ingresó con un nombre diferente porque si no Parker en nada ya tendria a SHIELD sobre sus cabezas. Peter es un fugitivo aquí, no lo olvidemos, por lo que decide ponerse su viejo traje negro -sí ese que usó durante un tiempo después de ser aislado del simbionte Venom-. y a adopta un enfoque decididamente más despiadado para combatir el crimen. Mientras tanto, Kingpin en su celda de la cárcel, siente una abrumadora sensación de orgullo por su logro.

Esta es otra cosa que hacen los escritores con Spidey. De vez en cuando, se deshace del rollo amistoso del buen vecino Spiderman y se canaliza en la sangre de Peter Parker un rollo-oscuro-Bruce-Wayne-Batman que da miedito. Sobre todo, interrogando a matones. Atrás queda el buena-gente y sale el superhéroe serio con el que no quieres cruzarte si te saliste del camino recto. O si hiciste daño a su familia. Spiderman: De vueltal al negro es esa versión oscura del trepamuros que siempre quisiste ver.

Nunca hagan daño a la familia de nadie y menos a la de un superhéroe.

A golpes brota la sangre.

Reseña: Marvel Must-Have. Miedo Encarnado, de Matt Fraction, Stuart Immonen y VVAA

Que a la colección Must-Have que Panini Cómics está publicando le va bien no es noticia. Es obvio que esto iba a funcionar porque como dice su nombre son títulos que has de tener y leer sí o sí. Pero es que de verdad, se están editando cositas tan molonas, en tapa dura y en una colección que queda tan bien en la cómicteca, que indispensable no, lo siguiente. Y es que puedes encontrar desde miniseries o one-shots que lo petaron hace años hasta obtener algunas más recientes. Autores de antes, de ahora y de los que pegan fuerte sí o sí con cada cosita que publican. Un buen frito variado para degustar donde este mes de calores que tenemos podemos encontrar el Miedo Encarnado, del siempre genial Matt Fraction y Stuart Immonen.

El evento cruzado importante de Marvel que Asedio no fue. Siete numeritos que ahora tenemos recopilado en este Must-Have que además incluye un largo epílogo que más tarde se completó en una miniserie. Miedo Encarnado -al igual que Asedio– es una historia centrada en Thor dado que el villano a batir tiene origen nórdico asi como sus avatares. Se podría decir que es un recuento de lo que fue el Ciclo Ragnarok, algo que Walter Simonson tocó al menos dos veces en su carrera legendaria con Thor. Por lo que Miedo Encarnado tiene como eje central el mito donde Thor lucha contra la Serpiente. Asi que para aquellos que son conocedores de las sagas nórdicas literarias esto sería un buen spoiler.

¿Sensaciones? Disfruté de una historia que no esperaba sinceramente que me fuese a gustar tanto. Y mirad que nunca fui de Thor. Es uno de los superhéroes que nunca me terminaron de gustar aunque es obvio que el que me conoce sabe que intento leer de todo, en especial, lo mejor de cada personaje Marvel y DC. Pero es que Miedo Encarnado tiene alcance épico ya mostrando desde un principio que los tres puntales de lanza en esta trama van a ser el noventa por ciento de Los Vengadores como son el Capitán América, Thor y Iron Man. Cada uno tiene sus momentos de heroísmo y sacrificio; un alto precio a pagar por una guerra que posiblemente no pueden ganar. El momentazo espectacular de esta historia es cuando el Capi, con un escudo que acaba de ser destrozado en mil pedazos, recoge el martillo caído de Thor con lo que invoca a sus fuerzas regulares.

Recuerdo cuando salió este evento en 2011 y como entré apor él como un venado desubicado en San Fermín. Más que que nada por el hype tremendo que teníamos muchos con el inminente estreno del film de Los Vengadores. En aquellos años yo estaba volviendo a leer cómics de pijameo dejados años atrás por la ajetreada vida del casado, padre con hijos, trabajador y a la vez estudiante. Volvía a mis adorados cómics Marvel entre cabezadas de sueño. Y recuerdo que me gustó bastante Fear Itself, que por cierto lo leí en inglés. Al leerlo ahora, once años después, lo he vuelto a disfrutar. Creo que para los que tuvieron algún problema con la historia es porque quisieron verla entonces como un enorme evento Marvel y, en realidad, tienes que tomártela como una buena historia que incluye a una parte de Los Vengadores. Recientemente he estado leyendo mucho Thor aprovechando que Panini Cómics está publicando cositas muy jugosas gracias al boom del último film. Me estoy enamorando poco a poco de él. Y Miedo Encarnado ha sumado a eso porque es de las pocas historias donde se le ve una curita de humildad.

En esencia, se trata de Thor, Odín y la Serpiente. Pero, ¿y el villano? Mucha gente tuvo problemas con él pero a mí, sí que me gusta aunque sea cierto que no tiene mucho trasfondo. ¿Y eso no le da cierto atractivo? Por otro lado, hay algunas muertes importantes que pudieran haber tenido más impacto entonces, pero al leerlo ahora y si estás muy puesto en temitas Marvel, puede ser un tema negativo el saber que dichos superhéroes vuelven a estar vivos otra vez.

Mi parte favorita es cuando Thor admite que nunca podría vencer a Hulk. Y así es, señores y señoras guionistas de Marvel. Eso es imposible por mucho que se le quiera dar al guaperas de las pelis demasiado protagonismo.

Muy recomendable.

Reseña: Universo Sandman. El Sueño, de Neil Gaiman, Simon Spurrier y Bilquis Evely

Para los frikis de la literatura fantástica y especialmente de los cómics de mi generación (digamos… los que son denominados ahora viejóvenes), The Sandman, de Neil Gaiman, fue una lectura esencial en nuestra juventud, años de instituto en mi caso. Años en el que término emergente «novela gráfica» pegaba fuerte además de otros tantos títulos del momento como el trabajo de Alan Moore y Dave Gibbons en Watchmen, el Maus de Art Spiegelman o el siempre reconocido El Regreso del Caballero Oscuro, de Frank Miller; obras que si no habías leído no estabas a la moda, no eras cool. Pero con la diferencia de que estamos hablando de, por muy gafapastas que se consideraran esos cómics en su momento, molaban, molaban un montón y tu vida comiquera atravesaba (y atravesará) una línea, un antes y un después, tras haberlos leídos.

La grandiosa construcción del mundo de Sandman, combinada con el hábil trabajo que tiene todos y cada uno de los personajes, y la capacidad que demostró Neil Gaiman para unir mitologías dispares, hizo que la lectura de dicha obra en su día fuera emocionante e inolvidable. Marcaba. Y encontrabas gente flipada con la serie pero también otros que la miraban con desdén porque les daba miedo entrar: gente que leía pijameo y poco más. Era algo diferente, innovador, chulo, un cómic que aplastaba panteones religiosos en caliente, y que además presentaba personajes DC con la misma naturalidad con la que se deslizaba entre números que lo mismo eran one-shots que disfrutabas junto a un vaso de leche con galletas, que lo mismo era válido para comentar en una quedada con tus amigos frikis un sábado por la noche mientras intentabas «comerte algo» en la discoteca. Números, historias, que bien tenían personajes nuevos o gente tan conocida como William Shakespeare y/o Christopher Marlowe por nombrar algunos.

Por eso y no otra, voy a leer y coleccionar todo-todito-todo lo que pueda de esta serie en lo que me queda de vida. Y ECC Ediciones es el lugar donde encontrarlo. Una de las partes más atractivas de la serie The Sandman es que es de esos raros cómics de larga duración que tienen un final definitivo. Se publicaron un total de 75 números y, por un tiempo, eso fue todo. Sin embargo, a lo largo de los años, Gaiman regresó varias veces al universo para escribir breves spin-offs, precuelas…, pero nunca hubo nada importante que se expandiera en el mundo de Sandman, mucho más allá de la serie básica. Aunque por parte de otros autores sí que se crearon cositas súper chulas como la serie Lucifer, de Mike Carey (de igual duración: https://www.ecccomics.com/comic/lucifer-integral-vol-01-de-3-3430.aspx). Fue entonces cuando se anunció que Gaiman se asociaría con Vertigo para lanzar Sandman Universe, una colección de cuatro series inspiradas y ampliadas en la carrera original de la famosa serie y de los cuatro títulos que se revelaron hubo, sobre todo, uno que me llamó mucho la atención por las metáforas en las que se movía. Obviamente, The Dreaming (El Sueño), el título que hoy os reseño.

El Sueño es la serie más aclamada de Universo Sandman y ECC Ediciones nos la trae en una edición integral (las veinte entregas de la colección) que además contiene el especial inaugural The Sandman Universe #1. El señor guionista Spurrier nos lleva de regreso al reino donde Daniel, el actual Señor de los Sueños, ha desaparecido justo cuando las cosas van mal. La ausencia de Lord Daniel desencadena una serie de crímenes y calamidades que consumen la vida de quienes ya están enredados en su destino. Hasta que lo encuentren, los residentes del reino deben proteger solos sus quebradas fronteras. Para más inri, los narradores más veteranos están atormentados por secretos invasivos, el alcaide Lucien está dudando de su propia mente, y más allá de las puertas, algo horrible aguarda con dientes y garras intentando entrar… Solo Dora, la monstruosa, encuentra oportunidades en la locura, robando sueños al mejor postor. Pero ella no tiene idea de cuán profundo yace el peligro. Mientras tanto, algo malvado sigue creciendo, haciéndose fuerte, a la espera de poder entrar…

Simon Spurrier (Motherlands, Suicide Squad) demuestra aquí todo su don apoyado en el arte impresionante de la señorita Bilquis Evely (Batman, Wonder Woman). Gran parte de la trama de Spurrier me recordó la forma en que la carrera original de Gaiman era tanto una historia sobre la narración como una historia por derecho propio. Alegórica. En El Sueño hay frecuentes metacomentarios sobre quién está narrando en un momento dado y quién de forma omnisciente. Una forma muy interesante de contar una historia. El Sueño se basa en gran medida en los personajes; aquí, la búsqueda de Dora para conocer su identidad y convertirse en ella misma, constituye gran parte del drama. Junto a la crisis de fe de Lucien y el fuerte deseo de encontrar Sueño y devolverlo a su magnificencia.

The Dreaming es definitivamente una lectura obligada para los fanáticos de Sandman, una buena historia heredera así como una digna continuación de este enorme universo. Y, por supuesto, un complemento ideal para alternar con la visual de la serie de TV en ciernes que acaba de estrenar Netflix.