Reseña: Las Tortugas Ninja. El Último Ronin de VVAA

Una de las razones por las que Las Tortugas Ninja continúa siendo una de las franquicias más exitosas de la cultura pop es que porque han sabido reinventarse. Ya sea a través de cómics, televisión, cine o videojuegos; cada nueva generación obtiene su propia versión de Las Tortugas Ninja y a poco que sepas de ellas, te enganchas. Pero si bien no todas las iteraciones dejaron una marca positiva, si das con una obra medio buena de ellas, esto hará que ingreses a la franquicia y quieras indagar en casi todos sus rincones. Dicho esto, hay fans que se sienten negados a ver que las franquicias se reinicien una y otra vez (yo mismo), y quiero pensar que somos legión los lectores que como primera generación creció leyendo los cómics de Kevin Eastman y Peter Laird publicados por Mirage Studios donde comenzó todo. Por eso sabía que El Último Ronin me iba a gustar. Ya que esta miniserie parte de los legendarios co-creadores de Las Tortugas Ninja, Kevin Eastman y Peter Laird, junto con el guionista Tom Waltz y los dibujantes Esau Escorza, Isaac Escorza y Ben Bishop. Un buen tomo cuya historia me enteré que llevaba gestándose tres décadas.

Y es que Las Tortugas Ninja: El Último Ronin sirve como una especie de coda para los cómics de Mirage, que hará las delicias de los fans de toda la vida. Basada en una idea no utilizada por Eastman y Laird entonces, la historia tiene lugar en una ciudad de Nueva York futura, devastada por las constantes batallas y controlada por el Clan del Pie, donde una tortuga superviviente y solitaria se embarca en una misión aparentemente desesperada en busca de justicia para la familia que perdió.

Os podéis imaginar, ¿no? Pues sí. Eso. Exactamente eso que estáis pensando. El Último Ronin valdría como una lectura alternativa o aventura paralela a los clásicos cómics de Mirage, pero claramente tenía como objetivo rendir homenaje y satirizar el trabajo de Jack Kirby y Frank Miller. De hecho, Miller en particular, tiene una gran importancia en la creación de TMNT y su etapa en Daredevil dicen que es una inspiración leve en estas. Pero en la obra que hoy os reseño se ve claramente que los creadores tenían en mente el Ronin y El Regreso del Caballero Oscuro, de Miller, ya que la historia presenta a un superhéroe/ronin envejecido que lucha en una ciudad oscura y futurista.

Imagino que en su momento hubo una serie de fans de Las Tortugas Ninja que se sintieron decepcionados por no tener como personaje principal a su tortuga favorita. No obstante, diría que la forma en que los creadores transmiten el viaje lleno de tragedias y soledad, es convincente. Mola, especialmente cuando lo persiguen las alucinaciones de sus hermanos muertos. Diría que no es un cómic muy para niños. Pero está muy bien llevado el guion y parte de su atractivo viene de los giros a ciertos elementos clásicos de las historias de ronin que siguen la tradición pues aquí se transforman en oscuras historias de superhéroes del futuro. Y el escenario distópico mola cantidad. Y nuevas interpretaciones que se heredan (el villano principal es el nieto de Shredder y April O’Neil es una anciana que interactúa con su hija).

Hay una variedad de artistas involucrados en esta obra especialmente para el diseño del tema futurista. Lo hacen en general bastante bien. Las TMNT siempre fue un cómic de acción y repito lo anterior: no lo veo como lectura infantil porque no gustará ver a algunas Tortugas ensangrentadas o siendo asesinadas, como se ve en los flashbacks dibujados por Ben Bishop. Pese a todo, potente cómic que funciona tanto para los fans de siempre como para los nuevos que quieran leer una lectura diferente.

Reseña: Tenebrosa, de Hubert y Malliè

Aquí un fan de Hubert y de su tan prolífica obra pese a que nos dejó pronto. Un señor francés que comenzó en el mundo del cómic como colorista, colaborando, entre otros autores, con Jason y David B y más adelante demostrando su cualidad como guionista a la vez que trabajaba con grandes del cómic europeo como Hervé Tanquerelle, Marie Caillou o Zanzim. Un compañero de gustos y afición (y casi edad) que desapareció de entre nosotros en 2020 pero del que he podido disfrutar de guiones suyos en Infinity 8 (Dibbuks), Conan El Cimmerio (Planeta Cómic) o su genial Piel de Hombre, obraza que vio la luz hace poco en Norma Editorial (https://www.cronicasliterarias.es/?p=8336) y que esplende por sí sola en originalidad. Por eso claro, el vello de punta cada vez que salta a la luz entre novedades una nueva publicación de este señor. Loquito andaba ya por leer Tenebrosa ahora que por fin llega a nuestras librerías, un genial álbum que publicó junto a Malliè y sus geniales dibujos.

Tenebrosa, como sugiere su título, casi podría habernos sido enviado desde el Más Allá, porque ahora estamos seguros de que Hubert había decidido desafiar a la muerte con sus escritos como únicas armas. Un cuento lógicamente oscuro, muy oscuro, con un toque de fantasía heroica que podría evocar en imágenes a La búsqueda del pájaro del tiempo (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/la-busqueda-del-pajaro-del-tiempo/la-busqueda-del-pajaro-del-tiempo-ed-integral), menos por el tema malvado. Así, el autor se divierte desdibujando nuestros rumbos entre el bien y el mal para que el lector termine tomando la causa de Islen, quien, a regañadientes, heredó de su madre Meliren, una reina caída, una poderosa magia negra. Poderes que la convertirán en una paria, poderes que teme por su inexperiencia, pero que aprenderá a dominar para vengarse de la injusticia de su padre, manipulado por su nueva esposa, una celosa e hipócrita señora. En apariencia, el «lado oscuro» parece encarnado por Islen, recluida en un castillo en ruinas y rodeado de inquietantes criaturas salidas directamente de las entrañas de la tierra. Como lector descubriremos que la ira de la joven provoca la irrupción de ratas o arañas, despertando la legítima hostilidad de una población aterrorizada. No obstante, la salvación puede venir del caballero mercenario Arzhur que parece, por su condición de marginado, el único capaz de comprenderla y velar por ella. Además de que no es insensible a su venenosa belleza.

En la primera parte de la historia no tendremos la respuesta, pero estos poderes ocultos que de alguna manera mantienen cautiva a Islen, resultan ser la reacción fantasmagórica de una naturaleza herida por la estupidez de los hombres, encarnada en su madre. A la vez quimera y sacerdotisa chamán, Meliven verá cómo su idilio con el rey Goulven se convierte en odio con el paso de los días, que ya no soporta verla ausente durante largos meses en compañía de su hija en su misterioso hogar subterráneo. Y el conflicto que se avecina no lo hará mejor, sacando a relucir su parte más cruel (de él). Y donde empezaremos a empatizar con la reina y el cómo usa sus “malvados” hechizos.

Podemos admirar el trabajo de Vincent Mallié. El ilustrador demuestra una vez más un dominio total del encuadre y el movimiento, en definitiva, uno no puede más que asombrarse con esta obra y el par de autores culpables de ella. Sin embargo, Tenebrosa es una obra póstuma de Hubert. Obra que no pudo ver publicada porque se suicidó en 2020, poco después de haber culminado el guion de la misma. Pero dejó aquí un cuento fantástico al que no le falta aliento. El último regalo de despedida del difunto Hubert, que entrará así definitivamente en la leyenda del noveno arte. Palabras que no son mías, pues se dijo en diversos medios franceses.

Tomo muy chulo para disfrutar del fantástico en el Día de la Mujer.

Reseña: La Sociedad por la Preservación de los Kaiju, de John Scalzi

La Sociedad por la Preservación de los Kaiju es la primera aventura autoconclusiva de John Scalzi tras el cierre de la trilogía best-seller del New York Times: El Fin del Imperio; de la que he leído solo la primera novela (La Vieja Guardia) y que me pareció maravillosa. Una trama dentro de la Ciencia Ficción tan original como inusual. Minotauro las ha publicado todas. Tenéis ahí para disfrutar un buen rato. Por otro lado, contar que John Scalzi es un prolífico columnista y escritor de ensayos. Su saga de aventuras espaciales denominada El Fin del Imperio se convirtió en un rotundo éxito de público y crítica porque el señor sabe escribir bien. Ha obtenido varias nominaciones a los Premios Hugo, el mayor galardón mundial que existe para un escritor de SiFi como dicen en mi tierra. Su blog The Whatever es uno de los más visitas de la red.

Creo que La Sociedad por la Preservación de los Kaiju es la primera historia que leo que trata la reciente pandemia por la que hemos pasado todos gracias al puto COVID-19. Cantidad de otras historias apocalípticas he leído, muchas se escribieron sin que hubiera pasado nada realmente parecido, pero se me hizo raro leer sobre una pandemia que realmente he vivido. También parece que con el paso del tiempo se harán libros, cómics y pelis que tratarán el tema. Pero agobios aparte, deciros que La Sociedad por la Preservación de los Kaiju es un libro simplemente divertido. Incluso si, o especialmente porque, gran parte del humor es humor negro. Y eso no quita que nos topemos en la historia con vidas vacías, carreras, esperanzas y sueños que mueren en el abandono. Abandono en esos años extraños e irreales que a muchos ya nos empiezan a parecer un mal sueño. Por lo tanto, es completamente apropiado que esta nueva historia de Scalzi sea una historia donde no sólo hay que darle por culo a la pandemia, sino a toda la Tierra en general. ¿La idea? Descender a un lugar que nadie imaginó que existiera.

Con o sin Godzilla. Porque eso es lo que es un kaiju para quién se lo pregunte. Un monstruo enorme mezcla de dinosaurio con aberración, un ser inconmensurable que ocasionalmente se cuela entre las grietas del multiverso para aterrorizar a nuestra versión o época en la Tierra. Pero Jamie Gray, quien es despedido de su trabajo bastante cómodo como ejecutivo de un servicio de entrega de comidas, parece que comienza a vivir JUSTO cuando la civilización se bloquea. Y mientras termina su trabajo de repartidor, tiene la suerte de atender a un último cliente que le ofrece un trabajo en el misterioso KPS. La persona que hacía el trabajo ya no está disponible. Y Jamie acepta. Ha estado deprimido durante seis meses, agotando sus ahorros, evitando que sus mejores amigos se queden sin hogar porque sus trabajos también se han ido o se están yendo a la mierda, y ese KPS, sea lo que sea, tiene que ser mejor que lo que está haciendo ahora. Y el sueldo siempre va a ser mejor que… nada.

Una experiencia que cambiará su vida.

La Sociedad por la Preservación de los Kaiju se lee como una novela vintage de CF al estilo de otros títulos del maestro californiano como Old Man’s War o Redshirts. El mensaje se acerca sigilosamente al lector, como lo hace en La Vieja Guardia, pero no es tan profundo. Mientras que el enganche o atracción de la trama así como la identificación para con el prota es muy del estilo a lo que ocurre en Redshirts (Minotauro la publicará en un par de meses). Además de que estamos ante una novela que tiene el efecto esponja para el friki que le da a todo al estilo de Ready Player One o un buen cuento de Ray Bradbury. Risas, guiños o chistes nerds y humor negro del bueno con los símiles posibles. Si bien la pandemia brinda la excusa perfecta para que Jamie Gray se inscriba en una gira de seis meses en esta empresa raruna que resulta llevarle a la Kaiju Earth donde vivirá experiencias una vez que atraviesa un portal remoto y frío hacia una jungla humeante y alternativa. Aquella Tierra donde uno de los grandes eventos de extinción simplemente no sucedió. Así que monstruos a cascoporro. El camino de regreso me pareció maravilloso.

Grande Scalzi.

Reseña: Witchy Vol.1, de Ariel Slamet Ries

Mes a mes pongo el ojo en Nuevo Nueve Editores porque en cómic europeo traen cositas tan diferentes como originales. Y parece que estoy en racha porque llevo toda una semana en la que junto a Witchy, he leído y reseñado ya tres cómics que se publicaron originalmente online o en formato webcómic, como se suele llamar. Witchy es un webcomic de Ariel Slamet Ries que fue recopilado en papel por Lion Forge para un primer volumen y que Nuevo Nueve Editores ha tenido a bien publicar en nuestro país. Ambientado en un mundo muy similar a donde ubicamos Las Mil y Una Noches, cuentos fantásticos clásicos donde la magia está muy presente. Aunque la longitud de tu cabello no determina nada como aquí…

El personaje principal de este primer tomo es Nyneve, cuyo padre fue asesinado por el gobierno cuando ella era niña. Y a pesar de tener el pelo muy largo y ser hija de dos poderosos brujos, su propia magia es débil. Y todo porque es fuerte en ella el deseo de mantenerse a salvo y no llamar la atención. Sin embargo, más fuerte es su odio interno contra esa personas que fueron cómplices de la muerte de su padre. Con los que se encontrará ahora que le llega el turno de pasar por el reclutamiento obligatorio para la Guardia de Brujas. Aquellos quienes hacen cumplir la ley en tiempos de paz y protegen la tierra durante la guerra. Pero ojo, aquellos con el cabello demasiado largo son declarados enemigos del reino y son aniquilados.

Sabía que era una novela gráfica sobre brujas y que el cabello era una parte importante en la historia, pero nada más. En retrospectiva, realmente no sé cuáles eran mis expectativas, además de pensar que como mínimo por el dibujo me iba a gustar. Ahora que lo he leído, diría que es muy recomendable para un público adulto y joven. En especial, para lectores adolescentes que les gusta disfrutar una buena historia fantástica. Me encantó el mundo en el que se desarrolla Witchy, de nombre Hyalin es, según el sitio web oficial, «un crisol de culturas asiáticas y oceánicas» sin una sola persona blanca. Mmmm… curiosa definición. Pero ver entornos diferentes a lo largo de la historia, le da a dicho mundo bastante profundidad y ambientación. Y el tema mágico está tratado de forma interesante y serio. Además de que Hyalin es una tierra gobernada por secretos y corrupción muy al estilo de las intrigas de Canción de Hielo y Fuego. Y es un cómic bastante inclusivo y actualizado tanto que uno de los personajes es una mujer trans en el elenco principal de personajes. Raro de ver en un cómic occidental pero no tan raro de ver en la cultura oriental real. Bien por el autor.

Considerándolo todo, realmente disfruté este primer volumen de Witchy porque es en gran medida una historia sin terminar, y se siente como el comienzo de algo enorme. Si estás buscando una novela gráfica rápida de leer donde se brinda por lo magia, ya sabes cual es mi propuesta.

Reseña: Haunt Vol. 1, de Robert Kirkman, Todd McFarlane, Greg Capullo y Ryan Ottley

Fue en una entrevista en 2008 cuando Kirkman que es mucho de soltar primicias inesperadas, explicó que la trama inicial de Haunt que tenía en mente trataba sobre Kurt tratando de resolver su propio asesinato. En la siguiente Comic Con en febrero de 2009 en New York, Kirkman contó más: «La base principal de la historia es que hay dos hermanos que se han odiado durante mucho tiempo y ahora se ven obligados a interactuar porque uno de ellos ha muerto y persigue al otro. Una gran trama de acción con la que esperamos petarlo…». Pero, a ver, espera, espera: ¿Esperamos? ¿Quién más hay detrás?, se preguntó la gente. Haunt resultó ser un cómic que juntó a nada más y nada menos que al gran Todd McFarlane, mi amado Greg Capullo y el maestro de los zombies ya mencionado Robert Kirkman. Y a Ryan Ottley para los primeros números.

Haunt es un cómic que fue publicado por Image Comics. Creado por Todd McFarlane y Robert Kirkman, la serie debutó en octubre de 2009 y terminó en diciembre de 2012 después de veintiocho números. Planeta Cómic ha recopilado toda la obra en dos integrales muy llevaderos, de los cuales en apenas unos días, ya estará este primero tomo en librerías. Un guion que fue escrito originalmente por Kirkman con lápices de Ryan Ottley, diseños de Greg Capullo y tintas de McFarlane, con una recepción crítica mixta aunque tirando a positiva al otro lado del charco. Sobre el número #19, Joe Casey y Nathan Fox asumieron el cargo del equipo creativo y los fans que dan oportunidad cero a la gente nueva, tuvo una recepción negativa a este cambio. Y la historia original dicen (porque yo entro de nuevas a esto) que sufrió cambios tocando incluso el elenco secundario. Y al trasladar al personaje principal como secundario a la serie de Spawn, parece que se terminó arreglando la cosa. Opinaré cuando toque.

Ambientado en Image Universe, Haunt es un superhéroe oscuro que es la forma fusionada del sacerdote católico Daniel Kilgore y el fantasma de su hermano, el agente secreto asesinado, Kurt, que se manifiesta físicamente como un traje basado en una sustancia ectoplásmica. Bien. Lo que tenemos aquí son dos hermanos que no se llevan bien debido a hechos del pasado. Uno es o era ese tipo de agente rudo que al principio parece estar por encima de todo reproche. El otro es un sacerdote hosco que frecuenta prostitutas. Pero después de la muerte del poli, el sacerdote descubre que no solo puede ver y comunicarse con su hermano, sino que los dos pueden (por alguna razón que no se explica bien) combinarse para convertirse en ese híbrido (Spawn/Venom) llamado Haunt.

Siendo sincero, tengo bastantes amigos a los que no les gustó nada esta serie en su día. Pero yo la he disfrutado ahora. ¿Han pasado demasiados años desde el gran Spawn y Venom y me olvidé de que esto pudiera ser un refrito? Si buscas algo original, esta no es tu obra. Pero si quieres disfrutar de un cómic que no hace prisioneros, que tiene violencia, sexo y sangre como la vida real, entonces y solo entonces vas a disfrutar de estos dieciocho números uno por uno. La historia absorbe bastante desde el principio, y aunque ninguno de los dos hermanos son prototipo de cómo un ser humano debe ser, sí que son un ejemplo de lo que la mayoría de las personas son hoy en día. Seres grises que guardan secretos que muchos se llevarán a la tumba. La guinda es un misterio molón que se desarrolla sobre el cuaderno de un científico muerto (la cosa que mató al hermano), que da lugar a expectativas o pesquisas muy chulas de imaginar.

No estoy enamorado de la obra pero interesante es como para querer devorarla al completo. Y eso habla bien de un cómic.

Reseña: Alvar Mayor, de Carlos Trillo y Enrique Breccia

La aventura con «A» mayúscula en la época del colonialismo español en las Américas. Esa época tan exótica como atractiva, una época de poderío mundial para el Reino Español tan denostado por tantos, tanta envidia debe quemar a algunos otros imperios por dentro… Mis vellos se erizaron cuando me enteré que Dolmen Editorial publica Alvar Mayor. La publicaba, la rescataba, como lo queráis llamar. La obra de renombre que se marcó Carlos Trillo con el maestro Enrique Breccia, dos leyendas del cómic que se juntaron en el bendito año de 1977 para serializar este maravilloso cómic para la extinta revista Skorpio, genial publicación dentro del cómic argentino.

Cierto y verdad es que a mí siempre me llegaron informaciones de esta obra desde el otro lado de los Pirineos. Por lo que mi mente encajó que de algún modo pertenecía a la BD. En 1983, cuando el cómic ya existía en Sudamérica en formato álbumes y era reconocida como imprescindible, una ínfima parte de las peregrinaciones de este héroe atípico aparecieron en Editorial Dargaud en TPBs grandes muy curiosos de los que recuerdo haber leído algo. Recuerdo aventuras sueltas, aunque ninguna en especial. Era muy pequeño, todo hay que decirlo, leía desde muy temprana edad cómic para adultos pero no podía recordar nada de esta obra. En fin, el tema es que tenemos casi sesenta historias historias que componen la gesta, el cantar de gesta (lo llamaría yo), de Alvar Mayor; hijo del cartógrafo de Pizarro y por tanto uno de los primeros descendientes de españoles nacidos en América del Sur. Un tipo que conoce a la perfección todos los caminos, senderos y atajos que surcan tan enorme continente. Respetando a los pueblos indígenas y sus culturas, se gana la vida guiando aventureros en busca de El Dorado y el Cíbola, otra ciudad legendaria llena de riquezas, que durante la época colonial se le presuponía existir en algún lugar del norte de la Nueva España, en lo que hoy es el norte de México y el suroeste de USA. Y que duda cabe que en sus viajes, Alvar se encuentra con extraños personajes y pueblos de misteriosos conocimientos. Este es el fuerte del cómic. La aventura pura y dura, la historieta de aventuras en todo su esplendor.

Al leer este primer volumen recopilatorio, del que ya está anunciado el segundo (y por mis cuentas, el último) lo que me impactó fue la altísima calidad del dibujo de Enrique Breccia en esta época. El ilustrador navega entre viñetas perfectamente dominadas con paisajes o escenarios extremadamente detallados, pero también con una gran sensación de pureza y control en ciertos dibujos. Contemplando estas viñetas o a veces páginas enteras, uno no puede dejar de pensar en Toppi o el genial Joan Boix cuando ambos dos estaban en lo más alto de su nivel. Aquí Breccia esplende. Una fuerza gráfica que emana de cada página, solo por eso es indispensable esta colección para el amante del buen cómic.

Pero es que encima las historietas de Trillo son súper chulas, dignas de una buena serie de TV con buen presupuesto. En la trama general, seguimos a Alvar en relatos breves de unas diez páginas y en el transcurso de estos, lo que destaca sobre todo es la empatía que muestra el héroe hacia los pueblos indígenas así como una mirada intransigente hacia sus compatriotas a quienes les interesa más la búsqueda del lucro que cualquier otra cosa. Y donde dos personajes generalizados son recurrentes y siguen a Alvar en varias de sus aventuras; el indio Tihuo y luego las mujeres que se van cruzando en su camino. Personajes para nada secundarios que no tienen ni un pelo de tonto/a y participan de lleno en las historias.

Respetando el orden cronológico de publicación, en estas páginas se incluye el inicio de este viaje repleto de hechiceros, barcos, dioses nuevos y antiguos, calaveras, tabernas y puestas de sol legendarias, tal como cuenta la sinopsis editorial. Cierto es que tenemos bastante documentación de casi todo lo ocurrido en esta época en general. Resido en la ciudad donde se ubica el Archivo de Indias y sé esto de buena mano porque lo he visitado varias veces. Una época donde la búsqueda de enormes riquezas, con todo lo que ello conllevaba, deparaba en brutalidad, atrocidades, poder, sangre y rebelión. Perros sin salida, en muchos casos.

Alvar Mayor es un soberbio cómic realista, puntilloso, buscado, que te hace sentir la humedad de las selvas, la inmundicia de los soldados, su mismo hedor. La propia jungla es una especie de personaje que acaricia a estos aventureros y los envuelve… Volver a tenerlo disponible en librerías es muy buena noticia.

Reseña: Cyberpunk 2077. You Have My Word, de Bartosz Sztybor y Jesús Hervás

Este que os escribe no es uno de esos chicos modernos que se enganchó al mundo de Cyberpunk con el videojuego que tanto dio que hablar con un supuesto Keanu Reeves dando caña y una cantidad de bugs considerable. Este que os escribe es uno los muchos viejóvenes frikis que existen ahora que están entre los 40 y los 50 tacos y que conoció el mundo de Cyberpunk en su época de instituto con el famoso juego de rol. Sencillamente por eso, porque sé lo que es Cyberpunk y lo que su mundo supone, cualquier historia relacionada o inspirada en ese mundo futurista, querré verla, leerla, vivirla. Y no hace mucho me percaté de que Panini Cómics está trayendo ciertas obritas del tema. Y You have my word (Tienes mi palabra), es la última que he disfrutado.

Para aquellos que no tienen dinero ni poder, la confianza es la única moneda que vale la pena en las calles de Night City. Esto es doblemente cierto en los barrios marginales de Vista Del Rey, donde la banda de Los Valentinos se ha ganado la confianza de los residentes más pobres de Night City. Un día, entran tres cyberpunks, contratados para entablar algunas «intensas negociaciones» con un político local, cuyos proyectos no eran otra cosa que amenazar los hogares de aquellos bajo la protección de Los Valentinos. Pero, ¿qué ocurre cuando la mafia llega al propio ayuntamiento y el denominado Concejal tiene demasiados amigos en el bando inapropiado? Meterse de lleno y en profundidad en una ciudad del futuro con el código moral por los suelos y la contratación de tres cyberpunks para terminar un proyecto nada honrado de forma discreta, nos llevará a toda una serie de acontecimientos con pura acción como trasfondo. Tres personajes muy diferentes entre sí, con sus pros y sus contras, con uno de ellos infiltrado y manejado por el gobierno.

Soy un gran fan del género Cyberpunk y como os decía fue gracias al juego de rol. Pero también gracias a lecturas como Neuromante, de William Gibson, lecturas que vinieron después, la obra de Gibson y sus cuentos pueden ser de las pocas obras de CF que más he releído. Por otro lado, el famoso videojuego en el que están bastante inspirados esta nueva oleada de cómics, sólo he jugado un par de veces. No lo tengo, no tengo consolas actualizadas, los videojuegos bajaron mucho de nivel en mi vida tras «hacerme mayor». Aunque seguramente volveré cuando mi pequeño crezca. Pero el haber pasado por la experiencia un par de veces de Cyberpunk 2077, me sirvió para ver que afortunadamente, la familiaridad con el juego no es un requisito indispensable para disfrutar de You Have My Word. En cambio, si alguna vez has disfrutado de una historia de Philip K. Dick, Neal Stephenson, estás familiarizado con Blade Runner o de alguna forma conoces Night City (una miserable colmena de escoria y villanía donde la vida es barata, las corporaciones son dueñas de todo y la mayoría de la gente está concentrada en su próxima comida); entonces y solo entonces vais a disfrutar de este cómic a tope. Un guion de Bartosz Sztybor (guionista también de la serie animada Cyberpunk 2077: Edgerunners en Netflix) que establece rápidamente la trama y lo que está en juego, pero no nos dice mucho sobre los tres cyberpunks que tenemos en el punto de mira como lector. Personajes atractivos y la última página de cada número mostrando poderosos cliffhangers.

La obra de arte de Jesús Hervás (Penny Dreadful) resulta memorable también. Un dibujazo, un estilo, que recuerda bastante al de Sean Murphy en su Punk Rock Jesus. En definitiva, a los entusiastas del género les encantará, pero no es probable que se gane a los no iniciados que nunca soñaron con piratear una computadora telepáticamente. Incluso diría que los fans de ese último videojuego tan fallido, sacarán una experiencia excelente de esta lectura.

Reseña: El Doctor Jekyll y Mister Hyde, de Mattotti, Kamsky y Robert Louis Stevenson

Mattotti y Kamsky han adaptado aquí uno de los grandes mitos literarios del fantástico. Y creo que lo hicieron bastante bien. En primer lugar, el dibujo de Mattotti, que me pareció original y como suele pasar con él, destacable sobre tantos otros, aporta varias láminas en este enorme álbum que parecen pinturas, algunos cuadros que podríamos poner algunos amantes del fantástico en casa. Parece un ilustrador que aboga por cierto cubismo mestizo de Fernand Léger que también se acerca al pervertido toque expresionista de algunos maestros (pienso en Otto Dix) o incluso de los surrealistas. Y todo en gran álbum que publica ECC Ediciones para la ocasión digno de los amantes del buen cómic de ilustraciones originales en todos los sentidos.

Porque en el guion, es decir la adaptación en sí, realizada a cuatro manos, está bien hecha. Literario pero fluido, ameno; la ambivalencia del personaje principal está bien representada. Su descenso a los infiernos regala imágenes impactantes en el último tercio y ahí, el dibujo de Mattotti se muestra poderoso, tanto que algunas de esas imágenes son dignas de pesadillas febriles ideal para los que se nos vienen a la mente dibujos terroríficos que alguna vez pasaron por nuestros ojos. Hago tanta mención al dibujo porque en algunos sitios vi que lo critican haciendo referencia a que dificulta la lectura. En mi opinión, esta es una obra diferente, elaborada por y para un clásico, y por y para un tipo específico de lector. Sin olvidarse del amante del arte y del género de Terror. Diría que no hay que ver El Doctor Jekyll y Mister Hyde, de Mattotti y Kamsky, como un cómic. O mejor dicho, que no es «demasiado» apto para un lector de cómics típico amante del dibujo modernista. Diría además que no es nada fácil (y yo lo valoro bastante) el tomar una narrativa clásica tan marcada y adaptarla con un diseño tan experimental. Sabiendo esto, me las arreglé para entrar en la historia, una de las tramas más conseguidas en mi opinión y de las inmutables, de las que jamás podrán ser llevadas al cine con la fuerza que se representa en la novela de Robert Louis Stevenson.

Este buen dúo de autores me ofreció algo diferente. Un Jekyll, erudito tímido y hogareño, desentraña el misterio de la autotransformación. Esto le permite vivir plenamente otra existencia. Se podría ver incluso como una actualización de una de las historias más famosas de tan prolífico autor. El tratamiento de la transformación de Jekyll en Hyde, con la deformación del cuerpo que eso conlleva, la del movimiento, el uso de colores pastel, cálidos y sensuales… La redondez de la línea combinada con la del color, todo contribuye a que cada viñeta casi sea un trabajo de arte. Un álbum de Mattotti con un escenario real. Si no sabéis nada de nada de esta historia, concretar que es un guion que explora de manera fantástica la pérdida del autocontrol y la esquizofrenia. Y no me iré sin decir que la línea de Mattotti recuerda mucho-bastante a la era expresionista alemana de la década de 1920. Las sombras se extienden, son opresivas y todo está coloreado muy crudo como para acentuar la violencia de la trama.

Una hermosa pieza extraída de una de las grandes novelas de terror.

Reseña: El Grito del Pueblo, de Tardi y Jean Vautrin

Recuerdo hablar una vez con una profesora de Historia al respecto, la cual me comentó que las historietas (como ella llamaba a los cómics) no hacían (según ella) suficiente referencia a las disensiones internas en el tema de la política francesa. Era una profesora abierta, sustituta y diferente, con la que me llevé bastante bien creo que por su curiosa juventud respecto a los demás profesores. Sin embargo, alegó que las historietas era una gran manera de presentar, de reivindicar cosas, pero al otro lado de los Pirineos, no. Era francesa y, por supuesto, también daba clases de Francés. Y esa misma persona se me vino a la mente durante toda la lectura de este álbum, ahora que he podido volver a él con ojos de señor mayor en esta nueva edición de una de las obras fundamentales de Tardi.

A pesar de un dibujo que definitivamente no me entró, cuando una historia está bien contada y llega, algo hay. Toca la fibra la trágica historia que vivieron los parisinos hace ciento cincuenta años. Una lectura fuerte, politizada pero también novelada por el señor Vautrin, que me marcó cuando comprendí completamente lo que se estaba contando. Además de ser un volumen ideal e importante y contemporáneo, que ayuda a comprender los desafíos de nuestro mundo actual y las luchas sociales que vemos día tras día en el telediario, el odio de los pobres no ha desaparecido a diferencia de las miles de personas fusiladas en aquel aterrador suceso.

El Grito del Pueblo es una tira cómica claramente orientada al tema político aunque aporta bastante información y efectos de pensamiento para los que como yo nunca se inclinaron por ningún bando. Porque hacemos lo que podemos con lo que tenemos. Aunque si no se lucha cuando la desesperación es desmedida, apaga y vámonos. Y eso que como os digo se puede encontrar en estas viñetas una manera de dirigir nuestra mirada política hacia la izquierda. Por la que Tardi nunca ha ocultado sus simpatías y esto se deja sentir claramente en el cómic. Una visión bastante unilateral.

A través de varias historias personales que a veces no tienen una relación real con la Comuna misma, seguiremos las convulsiones de este período turbulento en la historia de Francia. Lo que cuenta nos lleva directamente al 18 de marzo de 1871 cuando el pueblo parisino se echa a la calle para instaurar, con la ayuda del ejército, el primer gobierno obrero del mundo. Ha nacido la Comuna, que tendrá los días contados, asediada a cañonazo limpio por el gobierno de Versalles. Entre las ruinas de una ciudad sitiada, al calor de las bombas y del clima revolucionario, el capitán Tarpagnan y el policía Bassicoussé saldarán una deuda pendiente.

El Grito del Pueblo es Tardi poniendo en imágenes la célebre novela de Jean Vautrin en torno a los sucesos de la Comuna de París. Tardi interesado en este período. Y para lectores como yo, una forma de contemplar un evento doloroso en la historia gabacha. Una introducción a las nociones prácticas del capitalismo y el socialismo de entonces pero con repercusión a lo que existe hoy en día a nivel mundial. Porque se nos muestra el verdadero rostro de quienes dispararon contra la multitud, masacraron familias y niños, pero también de quienes simplemente lucharon por más dignidad en sus vidas.

Las historietas son casi un manifiesto popular al socialismo. Será fácil para el lector apegarse a los héroes del pueblo que salen aquí y también odiar a esa franja burguesa de la población que vivió (y aún vive) con cierta indiferencia sobre los pobres. La historia se divide en cuatro álbumes que poco a poco van sentando las bases de la revolución que fue la Comuna, luego las tensiones internas y finalmente la represión de la semana sangrienta. Además Tardi usa el truco de usar personajes que tienen cada uno una subtrama pero que se cruzan de nuevo según los eventos que van sucediendo. Y eso queda genial para no perderte. Un integral que debe estar en tu cómicteca.

Reseña: El Último Monstruo Mecánico, de Brian Fies

Brian Fies es el dibujante estadounidense mundialmente conocido por ser el creador de Mom’s Cancer, que fue el primer web-cómic en recibir un Premio Eisner de la historia. Lo ganó en 2005 en la recién creada sección de Mejor Cómic Digital. El cáncer de mamá además ganó el Premio Harvey en la categoría de Mejor Nuevo Talento, así como otros tantos premios que dieron a Fies cierta fama. Pero Brian también es el creador de este genial tomo o novela gráfica que acaba de publicar Dolmen Editorial en nuestro país en formato tapa dura. Obra que también fue nominada al Eisner digital en 2014 y se lo llevó en 2015.

Como vais a ver, es un creador de historias que tocan la moral. Cómic o tramas que no dejan indiferente. La muerte inevitable de una enfermedad insuperable, What happened to the world of tomorrow?, o la devastación causada por los incendios forestales de California en 2017 que destruyeron su casa (A Fire Story). Pero, ¿y El Último Monstruo Mecánico? The Mechanical Monsters fue una película animada de Superman de 1941 lanzada por Fleischer Studios. El novelista gráfico Brian Fies debía estar enamorado de esta historia desde pequeño que decidió dar su toque y reinventarla como El Último Monstruo Mecánico, un cómic web publicado en blanco y negro antes de su paso a papel y al siempre agradecido color.

En la reinvención de Fies, el inventor loco de la historia original, que desató una ola de crímenes conducida por robots, finalmente es liberado de prisión en el siglo XXI. Debe tener, ¿cuánto, 100 años? Ignorando la imposibilidad cronológica, en esta nueva versión imaginativa de la vieja historia podemos encontrar al inventor reconstruyendo uno de sus robots (le cuesta encontrar piezas de repuesto) y buscando venganza contra el mundo, el «hate» a tope, ya sabéis, haciendo hincapié en esa máxima constante de todo villano que se precie que grita cada vez que puede: ¡Me vengareeeee!

Sabía que me encantarían los personajes de la novela gráfica de Brian Fies porque eché un ojo en su día a la historia online. Pero tras la lectura de la trama al completo, jamás pensé lo que podría llegar a amarlos en este agridulce guion que en realidad cuenta el cómo queremos ser recordados y el legado que queremos dejar. Aparte de ser una historia que evoca a la nostalgia constantemente, homenaje a los cómics de la Edad de Oro, explora el concepto de envejecimiento, el fracaso y la (des)conexión humana.

Y todo utilizando un ex-supervillano envejecido y su gigantesco robot.

Impresionado por la obra de arte impresionante e inmersiva de Fies.

Aprecio este cómic.