Reseña: Lydie, de Zidrou y Jordi Lafebre

Como suele ocurrir, tenemos un cómic donde Zidrou plantea un escenario bien construido, que proporciona una lectura amena y fluida. Y como hace a veces se apoya en un dibujante cuya línea le viene al pelo de cada historia «dulce» que relata. El postulado inicial es bastante simple, pero si consigues devorar este llevadero álbum de un tirón, que es como lo recomiendo, creo que os encantará.

En Lydie tenemos a una mujer joven que da a luz a una niña que nace muerta. Pero ella cree en su nacimiento, en su existencia, y actúa como si realmente existiera. Mmmm…, ¿he visto esto antes en algún guion, no? Y claro. Logra persuadir a todos a su alrededor (hay una unidad de lugar, ya que todo sucede en un callejón sin salida como es la década de 1930, por lo que seguimos sólo un puñado de habitantes de un barrio de clase trabajadora y nos apegamos a él) para «hacer como si» estuviesen ignorando la realidad. Pero, ¿hasta qué punto de la realidad podemos inclinarnos con esta ilusión?

Tenemos un cómic que es bastante tiernucho para mi gusto. Una historia costumbrista que se lee bastante bien y un lado sensible que a menudo encontramos en los guiones de Zidrou. Aunque otras obras, al ser más extensas, se equilibran con la otra temática metida ya sea thriller, género negro, comedia o suspense, siempre sin llegar al terror. No sé, es un autor que quiero decir que no me suele enamorar lo que escribe pero el cual con cada nuevo título que llega a nuestro país, este que os escribe, ya anda loco por pillarlo y devorarlo. El belga tiene ese poder sobre mí.

Una historia que no deja de ser un supuesto homenaje a la bondad. Un cómic dulce y simpático, sin llegar a ser pasteloso pero que se devora como un pequeño caramelo. Lydie forma parte de esta serie de historias humanas que Zidrou desarrolla en un solo plano. Y debo decir que no me desagrada. Entre otras cosas porque a menudo se permite hacer ese tipo de historias que rápidamente podrían calificarse de tiernas pero que desprenden algo innegablemente agradable de leer, en particular, por ese lado humano lleno de ternura que predomina. Y porque Zidrou asume que quiere hacer el bien y desarrollar una historia que juega, sobre todo, con los sentimientos. Lo puedo culpar por el propósito, pero no por el principio. Y el éxito está en cómo lo termina. Zidrou consigue dosificar el conjunto para no hacerlo indigesto y encontrar el justo equilibrio entre patetismo y realismo, con unas bellas representaciones de humanidad. Aunque no estoy seguro de que si todo pasó tan rápido que no tuve tiempo de darme cuenta que llega a coquetear con el fantástico. Y no sé porqué, pero encontré cierta relación con otra obra suya como es Los Mentores (https://www.cronicasliterarias.es/?p=4744).

En cualquier caso, salí de este cómic con buen humor. Es el tipo de novela gráfica que te hace feliz y te pone una pequeña sonrisa en la cara. Y eso es muy difícil de conseguir, friends. Lo que no consiguió en su día (ya he recordado a qué se parecía), la serie de televisión Servant que trata el mismo tema. Y con intentos de ser terrorífica, sin llegar a conseguirlo.

Norma Editorial trae esta novedad de Zidrou. El dibujazo de Jordi Lafebre, a lo Disney en sus mejores años, es de escándalo.

Reseña: Sada Abe. La Flor Obscena, de Botton y Sartori

Sada Abe: La Flor Obscena es un buen cómic histórico que Ponent Mon recupera del cómic italiano. Quizás uno de los más interesantes que se pueden leer sobre el tema donde se ponen en tela de juicio el tema de las geishas, aquellas que daban el paso más allá llegando a ser prostitutas.

Un cómic que contiene no solo el texto sino también la fuerza de las ilustraciones que realzan la historia de Sada Abe. Una mujer que sufrió desde su juventud violencia por ser maltratada por todas las personas que amaba. Una víctima que se convierte en victimario, página tras página. La historia de una mujer llena de sueños que sin quererlo se encuentra convirtiéndose en geisha, la cual, debe dar placer a cada perversión de los hombres que pagan por ella.

Cuanto más sigues leyendo, más te das cuenta de lo despiadado que se vuelve el cómic especialmente después de que la protagonista «conozca el amor». La historia de Abe es una historia real contada de manera sensacionalista, una combinación de emociones encontradas que hace sentir al lector. Del disgusto pasas al horror. Y en última instancia, se suma el dolor. Aunque trata obviamente el tema sexual que en todo momento rodeó a la señorita Sada Abe (Tokio, 1905 – fecha de muerte desconocida) la cual fue la séptima de ocho hijos. En 1936 fue declarada culpable del asesinato y castración de su empleador y amante Kichizō Ishida, con quien trabajaba como mesera. A esto me refería con “dolor”. Ves como un alma inocente cumple su condena pero el estigma social la acompaña, obligándola finalmente a desaparecer. Una historia que como bien se cuenta en la sinopsis provocó un acalorado debate en Japón sobre el sexismo imperante e inspiró a la literatura, el teatro y el cine, por ejemplo con El imperio de los sentidos, de N. Oshima.

Curioso vislumbrar también la evolución del dibujo que tiene Pietro Sartori dentro del mismo cómic.

Y hermosa edición de Ponent Mon en uno de los mejores cómics históricos reales que se pueden encontrar ahora mismo en librerías.

Reseña: Undertaker (Integral), de Xavier Dorison y Ralph Meyer

Hoy os reseño la que considero otra de las grandes publicaciones del año. Un integral de lo que puede ser una de las mejores colecciones publicadas en la BD en los últimos años. ¿Quién lo trae? Pues Norma Editorial en un genial tocho que sólo puede estar en las mejores cómictecas pues contiene los seis geniales álbumes que han visto la luz hasta ahora de la mano del guionista Xavier Dorison (Long John Silver) y el dibujante Ralph Meyer (Asgard) firmando uno de los mejores westerns que se pueden leer actualmente. Undertaker (Enterrador) es un personaje con carácter, réplicas y citas casi constantemente brotando de su boca. Desde el primer álbum empieza fuerte. Tenemos una serie que está fuertemente inspirada en Blueberry, una serie que propinó un fuerte hachazo en lo que se refiere a llevar el mejor western al formato cómic. Y lo que es mejor, es muy buena a día de hoy.

Donde Jonas Crow es un empresario de pompas fúnebres con visión para los negocios. Llamado para enterrar a un cliente -hasta entonces, algo normal-, sin comerlo ni beberlo se encuentra embarcado en una increíble persecución. Pero Undertaker, para empezar, es un hombre cínico con un pasado turbulento que iremos descubriendo a lo largo de las tramas. Los personajes secundarios que van apareciendo son casi tan buenos, o mejor dicho, son casi tan atractivos como él. Especialmente los personajes femeninos que tienen un carácter fuerte y una presencia real en el escenario. De hecho, desde el segundo álbum el entorno empieza a volverse tremendamente oscuro, la historia de cada personaje se profundiza y la tensión dramática aumenta especialmente con las numerosas escenas nocturnas a la luz de las fogatas. Creando una intimidad propicia para las revelaciones que mostrarán cada uno de ellos. Y aunque los primeros álbumes enganchen muy bien a la lectura con la socorrida persecución, la dimensión psicológica de, por ejemplo, la poderosa personalidad de Jeronimus Quint, ofrecen un escenario que evoluciona favorablemente bien hasta el final.

Quizás esta sea una reseña para leer una vez has leído el volumen. No lo digo por los spoilers, que siempre intento evitar, es más porque así valorareis mejor las palabras que uso para referirme a los pros de esta obra. Pues el tercer álbum trae más personajes y más revelaciones. Sentí en ocasiones como si a lo Stephen King, me estuviesen contando la vida de todo un pueblo, cada uno con sus virtudes y sus muchos demonios. Undertaker es realmente una serie maravillosa en este sentido. En El devorador de oro encontramos lo que decía: a un Jonas Crow como un cínico enterrador, que no duda en inventarse citas en nombres de San Pablo. Encontré el dibujo aquí en perfecta armonía con la atmósfera. Historia atrapante como pocas. Cómo danzan los buitres es, después de la buena sorpresa del primer álbum, otro viñetaje que se devora con gran placer pues cierra a lo que se nos lleva en la trama anterior. Álbum que se podría utilizar como ejemplo en una clase de guion cuando se toque el uso del diálogo en el mundo del cómic.

El ogro de Sutter Camp, al otro lado de los Pirineos, fue el álbum más criticado de la serie, aunque no entiendo muy bien porqué. Inicia una nueva aventura y quizás la intensidad tiene que empezar de cero y eso a la gente no le gustó. También cuenta un tema delicado y las escenas nocturnas son bastante numerosas. Hay gente a la que tampoco le gusta eso. Pero la trama está bien llevada, sobre todo, con la escena en la que el coronel Warwick exclama «¡El Ogro está vivo!». Ahí lo dejo.

La sombra de Hipócrates es en donde Jonas Crow se desata. Aunque sea aplastado por la personalidad más que maquiavélica de Jeronimus Quint, alias el Ogro, es tremendo como saca a relucir lo peor de él. Y en El indio blanco y Salvaje lo mismo. Xavier Dorison nos ofrece una historia más densa y compleja donde nos revela la verdadera misión de Jonas Crow en esta vida. Y ofrece sorpresas sobre el pasado de nuestro ahora famoso enterrador. Escenarios muy ricos y lleno de sorpresas, insisto. Me gustó el papel que juega Jed, el buitre. Y los personajes femeninos Rose Prairie y Lin no solo son extras, son personajes muy dignos de mención como os decía antes. Rose, en particular, ocupa un lugar preponderante. Y a nivel de dibujo, Ralph Meyer nos ofrece hermosas láminas maravillosas dignas de pasar a lienzos de salón. Entiendo muy bien que Norma Editorial haya querido premiar al aficionado que se haga con la primera edición de esta obra con una genial lámina exclusiva…

Queda esperar que los autores sean capaces de detenerse a tiempo, antes que Undertaker comience a estirarse y repetirse, porque eso sería una pena. Por eso, aunque da lástima decir y creo que es la primera vez que lo hago con algo que me ha gustado tanto, debido a la intensidad de esta serie, dudo que se pudiera mantener el nivel mucho tiempo. Quizás debieran dejarla aquí. Aunque si siguen, espero equivocarme y ver que Undertaker es joyita título tras título. Para mí es ya joya del cómic. Y no sólo hablo de western.

Reseña: Última Frontera, de Leo e Icar

Un western futurista… a quién no le va a gustar. Leo es ese autor hecho para que te guste la Ciencia Ficción clásica en formato cómic. El tipo de CF que le mola al que viene leyendo este género desde desde hace años y brinda por las aventuras espaciales y los héroes venidos a menos que resulta que sí que valen para algo. Desde 1994, Leo ha declinado su muy original concepto de ciencia ficción con una tendencia ecologista y humanista introduciendo siempre «suspense» y, sobre todo, nuevas y singulares criaturas. Un claro ejemplo es Última Frontera, el último álbum del autor publicado por ECC Ediciones, aunque existen otros tantos títulos por ahí que también corroboran estas dichas. Aun así, este cómic que hoy os reseño deja un poco de lado la ecología y se centra en las diferentes relaciones humanas que miran de lleno a la trifulca.

En Última Frontera, si quitamos el contexto futurista, de todas-todas es un western. Leo utiliza todos los códigos del género: pequeño pueblo natal donde un pez gordo sujeta a todos por las pelotas, tipos siniestros a sueldo que juegan inteligentemente, un orden que intenta ser restaurado por un par de polis… Pero todo transponiéndolo a un contexto de ciencia ficción. Un ejemplo es que las las motocicletas reemplazan a los caballos. Y algunas rarezas son divertidas, como esas extrañas prótesis de metal que llevan algunos y el pequeño vehículo de John con sus pequeños artilugios. Como dicen los franceses: “C’est dans les vieux pots qu’on fait la meilleure soupe» (La mejor sopa está hecha en ollas viejas). Leo no tiene miedo de usar un guion occidental básico con esa historia cliché convencional que hemos visto en innumerables películas del Oeste. Se las arregla para salpicarlo todo de ese toque fantástico, eso si, pero mejor que lo implementado en aquella aberración de Will Smith que era Wild Wild West. Porque aquí molan también los bichos raros y algunas ideas ingeniosas que introduce así como su heroína que está muy en la línea de la serie anterior. Estamos en el planeta Tau Ceti 5 (que existe en realidad) y allí se encuentra la ciudad de Erechim, la última frontera antes de llegar a los territorios inexplorados. Los habitantes de esta ciudad perdida viven aterrorizados por los esbirros de un rico propietario y deciden recurrir a dos mercenarios de lo más insólito: los hermanos Jane y John. Este último tiene una discapacidad física que lo obliga a utilizar un aparato locomotor que deja boquiabiertos a los colonos, pero cuando la pareja se enfrenta a Burton y su banda, cualquier atisbo de duda que pudieran tener sobre él, desaparece. A pesar de su juventud y su frágil apariencia, Jane también resulta ser un personaje temible… Pero ¿qué secreto esconden las extracciones de Burton? ¿Qué hay que hacer para sobrevivir en estos territorios?

Para el dibujo, Leo decidió contratar a un diseñador con el que tiene afinidad gráfica. Y aunque el de Icar es un poco menos “educado”, con aspecto de dejarse llevar, en fin, no está tan pulido como el de Leo que de algún modo aguanta lo que exige como mínimo un lector de cómic europeo. Aquí, a veces, hay expresiones faciales extrañas. De todos modos, se ve que ha evolucionado un poco desde Terres Lointaines. Recuerdo oír que con esta serie estaba la gente tan hypeada al otro lado de los Pirineos que comentaban que leían y releían los álbumes constantemente hasta la salida del siguiente número. Lo que queda es una historia puramente entretenida que engancha y que gracias a que ECC la publica de forma íntegra (cuatro álbumes en un solo tomo), tenemos doscientas páginas en la que sumergirnos y degustar toda la historia de un tirón. Una vez más, un planeta exterior, fauna y flora desenfrenadas, la lucha contra una sociedad injusta. Después de leer la mayor parte de la serie de Leo, tengo que decir que Leo es siempre Leo. Te guste o no. El dibujo cambia pero muy poco el escenario. ¿Me gusta lo que hace una y otra vez? Sí. Y no puedo explicar porqué.

Reseña: Bolchoi Arena. Caelum Incognito, de Boulet y Aseyn

Caelum Incognito es el primer volumen de un tríptico que me han archirecomendado de la BD denominado Bolchoi Arena. En especial, por su forma de tratar la Ciencia Ficción, una gran sorpresa, qué álbum, qué primer tomo, friends. Aunque conociendo a Boulet solo por reputación, ya me embarcaba con ganas en esta obra que publica en nuestro país Nuevo Nueve Editores. Y he de decir que a primera vista no me inspiró más que sus gráficos. Aunque bueno, lo primero que siempre nos llama del mundo del cómic es eso, ¿no?

Admito que como con las buenas historias de CF, no solté el álbum hasta que lo terminé. El Bolshoi es una red global de realidad virtual que ha suplantado a Internet y prácticamente al mundo real. Esta réplica idéntica del mundo real donde todos pueden evolucionar allí en la forma de avatar que elijan. No se detiene en nuestro pequeño guijarro terrenal, sino que abarca todo el universo conocido. Se trata, por tanto, de un simulador perfecto donde se incluyen todas las nuevas tecnologías que han permitido relanzar la conquista del espacio. Y la joven Marje, una estudiante de astrofísica que antes había permanecido “desconectada”, acaba dando el paso para poder «ir a ver en el acto» lo que está estudiando. Pero esta novata no entra a su primera conexión con sus datos. No quiere hacer ruido. No quiere hacerse notar por los mejores buscadores de jugadores y mucho menos por las grandes firmas que reclutan a los grandes usuarios profesionales con gran futuro. ¿Y esto traerá consecuencias? Obvio.

Si el tema no es súper original, no recuerdo que se haya explorado en este sentido concreto en otras historias, mucho más lejos de la trama de Desafío Total o la más reciente Ready Player One, el pelotazo de libro de Ernest Cline, o si queréis, peli de Spielberg. Como cómic, en Bolchoi Arena encontramos un cómic al que nos enganchamos rápidamente a la historia y al descubrimiento de este nuevo mundo por parte de Marje. Al igual que ella, rápidamente nos volvemos adictos. Se convierte de un modo gustoso en lo que uno busca en este tipo de historias. Una serie prometedora que mezcla aventura, acción, humor y misterio en un universo de gran riqueza mientras empuja silenciosamente la reflexión sobre nuestra dependencia del mundo virtual. Este primer volumen, por supuesto, presenta a los personajes pero también me gustó mucho la alternancia de pasajes entre la vida real en la Tierra y sus evoluciones en el mundo virtual. Existe un trabajo detallado para describir el Universo, las relaciones entre los múltiples personajes, su vida real y su vida interpretada.

¿Y el dibujo de Aseyn? Bastante minimalista. Un estilo cercano al manga que da la sensación de contener pocos detalles. Pero cuando te acostumbras a él, se aprecia bastante el estilo. Todo va en relación a la coloración algo apagada en tonos pastel que recuerda en cierto modo a Moebius. Impone una atmósfera particular que evoca a la CF de antaño y al final resulta ser de lo más efectiva. Por eso, qué placer encontrar este tipos de universos tan particulares donde uno como lector termina haciendo sus cábalas porque, que duda cabe que este sí es uno de sus futuros que terminará llegando. ¿Estaremos aquí para verlo? Dudo que muchos nosotros sí. Pero Boulet y Aseyn llevan su historia aún más lejos para ofrecernos una historia inteligentemente equilibrada y de este modo podemos perdernos viviéndola junto a la protagonista.

Entre la épica (que satisfará a los gamers) y la reflexión (para los amantes de los cuentos clásicos de Anticipación) el futuro del dominio de lo digital y los grandes grupos que se formarán está mostrado. Y yo no quedaré contento hasta que no lea esta obra al completo.

Reseña: Chaplin. Príncipe de Hollywood, de Laurent Seksik y David François

Me hubiera gustado un integral pero no está mal tampoco poder leer la obra como se publicó originalmente en formato álbum. El caso es poder tenerlo en español, cosa por la que debemos dar gracias a Desfiladero Ediciones. Porque Príncipe de Hollywood es, sobre todo, el apoteosis de este tríptico o donde creo que alcanzará la historia su máxima expresión. Guion y dibujo por parte de Laurent Seksik y David François, segundo cómic de un tríptico que como os dije en la anterior reseña estaba deseando conocer al completo. Y es que si todo el mundo conoce a este icono del cine mudo que es Charlot, pocos conocen realmente al personaje que lo encarnó, Charlie Chaplin. Y estos son unos cómics donde vamos a conocer de cerca al hombre y sus pensamientos antes que al personaje creado para la ocasión. Donde se demuestra que su decisión de irse a USA fue lo mejor que pudo hacer en su vida porque consiguió estar en el punto exacto en el momento concreto. Tierra de sueños, de posibilidades, un lugar ideal para el que le obsesiona hacerse rico y famoso a la ligera.

Seamos claros: el tema está bien documentado y es bastante interesante. Y el estilo de François llega un momento en que llega a encandilar. Y me gusta su modo de ver que la mayoría de las personas de la época tenían la cara y nariz alargada. O había mucho malote interesado o pasaban hambre… Pero también están muy bien retratadas las distintas mujeres que compartieron su vida. Y a mí mola este tema y no como he oído por ahí que son repetitivas. Veo bien que las mujeres con las que tiene trato carnal se parezcan mucho unas a otras. Hay una teoría por ahí sobre eso.

Mientras acaba de perder un hijo al nacer de su primera esposa Mildred, Charlie está filmando The Kid, la historia de este niño al que no habrá visto crecer. La película es un gran éxito. Charlie, reconocido por todo Hollywood como uno de los más grandes artistas de su época, disfruta de su ascenso y ya trabaja en su próxima película, The Gold Rush, que será un auténtico triunfo. A los treinta y cinco años se casa con la jovencísima Lita, ya embarazada de su primer hijo. Sin embargo, tras cuatro años de unión y dos hijos, Lita, traicionada en repetidas ocasiones, pedirá el divorcio y esta vez todo se tornará en desgracia (imagino que de forma eventual) para el protagonista. Todo este ruido dañará bastante la imagen de Chaplin para con la opinión pública. Lo que llevó a que mientras aparecían las primeras películas con sonido (1928), su película Le Cirque, ya se anunciaba como un fracaso. La América puritana haciendo estragos en la carrera de Sir Charles Spencer Chaplin. Pero la leyenda sigue. Los grandes no se dan por vencidos nunca. Durante aproximadamente doce años, el número de eventos destacados es denso pero sus secuencias son, en su conjunto, fluidas. Contadas cronológicamente, destacan varios elementos de la personalidad de la estrella. Y te enterarás de grandes cosas de su vida íntima que muy pocos saben fuera del fan de toda la vida que se haya interesado en él. No conozco a nadie, por cierto. Su terquedad para escribir y filmar, su gran desparpajo -a veces demasiado, como durante el surgimiento del «hablador»-, la relación con su hermano, el pesar que crea el estado de su madre, todas las etapas que esmaltan su carrera como su vida quedan así narradas y añaden profundidad al mito en este cómic.

El segundo volumen tras Chaplin en América (https://www.cronicasliterarias.es/?p=12083), otro cómic de lectura fácil que se disfruta mucho en gran parte por el estilo de David François, que hace palpable los cambios de humor del héroe y restituye el exceso de ciertos decorados cinematográficos. Príncipe de Hollywood es una confirmación de que esta saga hay que terminarla y poseerla.

Reseña: Easy Breezy, de Yi Yang

¿Sabéis de esos cómic o libros que engañan por su apariencia? ¿Qué crees que son infantiles, que no son tu rollo, que quizás son mangas insípidos o copias de ellos y muchas otras cosas más… y qué luego para nada lo son? Me ha ocurrido con Easy Breezy. Menuda road movie-thriller de película, que se marca con este título Yi Yang, una autora china afincada en Italia, que muestra claramente el don que lleva dentro, el buen manga que debe haber mamado desde pequeña.

China. Años 90. En el lugar equivocado, en el momento equivocado, el talentoso estudiante de secundaria Yang Kuaikaui se convierte en cómplice involuntario del robo de una camioneta. Li Yu y el tío Ya, dos sinvergüenzas locales de bajo perfil, pensaron que podrían ganar algo de dinero rápido revendiendo el vehículo peeeeero…, mala suerte, la situación se complica cuando el equipo se da cuenta de que hay una chica oculta en la parte trasera de la furgoneta. Le puede haber pasado a muchos, pero le ocurrió a ellos. Y ahora tienen entre manos un secuestro que nadie planeó y obviamente la pena no es la misma que si te pillan robando un vehículo. Peor aún, esto es solo el comienzo, el que sí planeó el secuestro de esa niña les persigue. Y hará cualquier cosa por recuperar a su presa.

Y es un verdadero villano.

Hay que pensar rápido.

Vi publicada hace un tiempo Easy Breezy en francés. Creí que era otra cosa, como os decía al principio de la reseña. Ahora gracias a que Nuevo Nueve Editores la ha publicado en nuestro país, he comprobado que es un cómic súper recomendable de los que dejan muy buen sabor de boca. Y eso que el escenario se reduce a una larga persecución por la ciudad donde se grita, se insulta, se sangra y uno se maravilla de quién es más-mejor como personaje tras verlo resolver sus pasos. Casi ciento ochenta páginas donde te fluye la sangre como lector. Y contiene ciertas partes, lapsus, diferentes momentos que se intercalan para que conozcamos al trío, a cada uno de los personajes, más en profundidad. Hermosos retratos que aportan paz a la intensa narración. A pesar de todo, estamos hablando de buenos muchachos involucrados en un lío de cojones.

Diría también que la sombra tutelar de Otomo acecha la obra, tanto en contenido como en estilo. Personajes que no encajan en la sociedad, furia gráfica que mezcla pura acción y expresión de la urgencia de los sentimientos, en momentos, recuerda bastante a la genial Akira. Por tanto, lectura punzante de alta intensidad que sabe dar cabida a la emoción. Mezcla de géneros y estilos muy potente para crear un cómic que deja con ganas de más.

Muy recomendable.

Reseña: El Comisario Spada (Integral), de Gianni De Luca y Gianluigi Gonano

Otra buena noticia comiquera es tener disponible en librerías gracias a Ponent Mon, un integralazo de un clásico como es El comisario Spada. Un personaje que se inmortalizó en el país de la bota en los 70s, un cómic que aglutina crimen, revueltas, terrorismo… una realidad que pasó a la ficción, como bien se cuenta en la sinopsis editorial.

Una obra de Gianni De Luca y Gianluigi Gonano, otros dos maestros del fumetto. Y es que hubo una época en que los cómics italianos dominaban el mercado europeo aunque por estos lares costaba encontrarlos. Por eso y solo por eso, que Spada vuelva estar entre nosotros y en una edición así no es otra cosa que motivo de celebración. Porque El comisario Spada es una serie policíaca que fue una verdadera curiosidad cuando debutó en 1970 en las páginas del semanario Il Giornalino. Sí friends, para una serie detectivesca, era bastante inusual que su protagonista fuese un policía atlético y guapetón, contrariamente a la imagen de panzudo y venido a menos impuesta en un alto cargo dentro de la policía criminal de Milán (aunque a veces escapa al extranjero). También era y es especial, porque sus guiones mezclan hábilmente sus investigaciones con su vida privada. De hecho, se cuenta como Spada cría él solo a su hijo Mario, a quien los lectores verán crecer a lo largo de los episodios. Y además, a través de su hijo, Spada se enfrentará a los problemas de la juventud, problemas que existían en aquellos años de tantos cambios en las sociedades salidas de un régimen dictatorial. Pero lo que sorprende aún más en estos álbumes es el diseño casi geométrico de Gianni de Luca, un estilo que marca, y que se me vinieron a la mente rápidamente cuando recordé que había visto algo parecido en mi niñez en la revista Formule 1, aunque por entonces no me emocionaban demasiado quizás por lo joven que era. Ahora, al releerlas, me di cuenta que eran innovadoras. Y cuando comprobé su Hamlet, también percibí que el ilustrador había mejorado bastante su estilo.

Ahora, con el paso del tiempo, lees las aventuras y desventuras de El comisario Spada y ves que los escenarios no eran convencionales. Y ves obvio que esta serie se colocara entre las mejores de su tipo en el país vecino. No hace mucho escuché que hubo una veintena de episodios de este personaje que jamás se tradujeron al francés y que solo se tradujo un álbum al otro lado de los Pirineos y para nada es el mejor. Deben estar que trinan…

Porque El comisario Spada es para tenerlo, leerlo y devorarlo casi tan rápido como lo hice yo. Sus aventuras comenzaron en abril de 1970, como os decía, pero terminaron para siempre en mayo de 1984. Ponent Mon acaba de sacar este tomo, un tomo joyita de un personaje casi desconocido en la BD pero no por ello deseado entre los que llevan leyendo cómic europeo toda la vida. Después de haberme puesto con él tras mucho tiempo, admito que estaba un poco confundido. Lo recordaba algo más simple en sus historias. Parecen tramas convencionales pero vistos ahora, con algunas décadas encima y quizás ojos ya arrugados, me pareció encontrar en las intrigas algo más. Trasfondos más currados aunque casi escondidos. Confesiones personales supuestamente del guionista que me seducieron bastante.

El comisario Spada trata un personaje que se debate entre el marco de las protestas juveniles, el terrorismo, el crimen organizado y las drogas. Personaje muy interesante para los amantes del género negro. Y no me iré sin felicitar a José Emilio Martínez Tur por su genial traducción del cómic. Ganador del premio Yellow Kid en 1971.

Reseña: Silencio, de Didier Comès

Juzgo un cómic súper bien si es de culto y además logra hacerme viajar mientras estoy tirado en mi sofá de lectura. Y Silencio consiguió esto maravillosamente. Porque Silencio es un hombre un poco limitado. Lo que llamamos alguien “lento” que ha sido esclavizado por el hombre más influyente del pueblo, que además es auténtica escoria. Seguimos la historia a través de los pensamientos de Silencio, quien, se me olvidó decirlo, para colmo de males es mudo.

Silencio fue una de las primeras creaciones de Comès que Ponent Mon ha decidido poner de nuevo en la palestra. Esta chulada en librerías es algo que algunos no esperábamos ver. Un álbum donde el autor logra abordar todos los temas y pensamientos que le son requeridos de una manera singular e inteligible. Inteligible sí, pero no simple. Oníricos, tal vez. Uno puede encontrar una profunda reflexión detrás de esta historia. Silencio no es otra cosa que un clásico que os incito a leer para que tengáis una buena opinión si alguna vez tenéis que debatir «el tema». A mi modo de ver, el enorme punto fuerte de este álbum es hacernos seguir la historia a través de los ojos de un señor simplón, inocente y sinceramente simpático. Aparte de Forrest Gump, esta es la primera vez que un protagonista así, logra ponerme en vilo e incluso emocionarme. Alguna que otra vez he leído viñetaje sobre “idiotas” pero es que aquí te vas dando cuenta que estamos muy lejos de término.

Otro punto positivo es la originalidad de la historia. Cuando has leído cientos, incluso miles de historias diferentes, se vuelve cada vez más difícil encontrar una historia que logre sorprenderte. En Silencio cada uno de los capítulos, sorprenden. Nunca logré adivinar adónde me quería llevar el autor. Y aún en blanco y negro me asombró todo: el diseño, la atmósfera atemporal, el misterio de los orígenes, un escenario que se podría ubicar en Las Ardenas… La intriga, la profundidad de los personajes, la empatía pura que esplende Silencio, eso sin contar el disgusto que tenemos muchos por esa parte de la Humanidad que quiere establecer su dominación de forma egoísta, injusta y cruel sobre el más débil. Porque Silencio es lo opuesto a los protagonistas habituales de una tira cómica. Efectivamente, no es inteligente, y es manipulado por otros personajes que abusan de su bondad. A pesar de todo, destila carisma y una fuerte presencia cuando entra en escena. Y entonces nos sumergimos por completo en la vida de Beausonge, un pueblo rural con una atmósfera poética e inquietante al mismo tiempo que seguimos a Silencio en su vida diaria hasta que el destino le acaba revelando un misterioso pasado, lo que lleva a un drástico cambio de vida. El dibujo en blanco y negro es soberbio y todos los personajes tienen «rostros». Abel Mauvy es la viva imagen de la angustia con su mirada sádica. La bruja es misteriosa y sensual al mismo tiempo. Blancanieves es una enana de aspecto travieso. Aun rio por haber llamado Blancanieves a una persona bajita…

Los rasgos de los personajes reflejan muy bien sus emociones y personalidad. Rápidamente, nos identificamos u odiamos a los protagonistas, las viñetas (algunas) son terriblemente expresivas. Silencio es un trabajo hermoso y cautivador. Y tiene la maestría de hacer interesante un cómic con un personaje mudo.

Reseña: Caty, la Chica Gato, de Ramzee, Giorgetti y Elkys Nova

La primera colección de la superheroína más importante del Reino Unido, no es decir poco. Un volumen con las mejores historias de Caty, la Chica Gato. Un cómic lleno de acción, perfecto para lectores nuevos con el maullido magnífico de mundo de Cat Girl. Cómic inglés que lleva décadas dando que hablar en el mundillo de los lectores de tebeos de toda la vida, y que trae a librerías ahora la recomendable Dolmen Editorial.

Podéis pensar que los cómics británicos de la antigua 2000 AD tienen mucha fama, que salieron joyitas, pero que a día de hoy muchas no resisten el paso del tiempo como no hace mucho me dijo un chavalito inocente. Si bien eso puede ser cierto con algunos títulos (porque no vamos a generalizar ni defender lo obvio), hay otros tantos cómics que permanecen a base de bien. Con ideas, acción o solamente con una pureza en su base, que como mínimo agrada. Y si la lectura de un cómic, al menos, agrada, ay, my friend, eso que es que merece la pena a poco que os guste disfrutar del mundo del cómic en general.

En el pasado había una gran cantidad de títulos que siguen mereciendo ser disfrutados. Y el ejemplo perfecto es Caty, la Chica Gato, uno de esos personajes cómicos que merece la pena conocer. Y que sí, aunque en un principio fue dirigida directamente a los niños (presumiblemente niñas), Cathy Carter (correcto, existe aliteración), es un personaje que evoluciona con el paso de las historias y gusta, me atrevería a decir, que a todo el mundo. Se pone un traje africano que le ha sido legado y adopta los poderes de un gato que usa para luchar contra el crimen, hábilmente y obstaculizada, a veces sí, a veces no, por su no tan fantástico padre detective privado. La idea puede ser más original que muchas historias de Catwoman con la que la comparación es inevitable. Pero en este tomo que recopila lo mejor de lo mejor de dicho personaje, también tenemos un avance hasta el día de “hoy”, donde vemos que Cathy ha crecido y ahora es oficial del CID (Crime Investigation Department), la rama de una fuerza policial a la que pertenecen la mayoría de los detectives civiles del Reino Unido y en muchas naciones de la Commonwealth. Cathy tiene una hija, Claire, que al más puro estilo Batgirl, necesita un traje más elegante que el de su mamá. Y no mucho después, lo obtiene.

Este genial volumen en tapa dura comienza con la historia más reciente creada para el personaje, escrita por Ramzee, una historia bastante simple pero con un toque de encanto a su medida. Hay una naturaleza casual y diversa en esta historia, aunque como en todas las demás, se nota a leguas que el objetivo de este título es la inclusión de niñas en los cómics de superhéroes. Y aunque las historias de Ramzee varíen en el tiempo, esta idea siempre anda en el horizonte o como trasfondo de cualquier aventura.

Elkys Nova proporciona los lápices en un estilo que combina bien la acción con la caricatura. Hay una facilidad en el aspecto del cómic en general, pero nada es demasiado exagerado y ningún personaje está sexualizado. Afortunadamente esto es perceptible para el lector objetivo. De hecho, iría tan lejos como para decir que el arte tiene un aspecto más inteligente que muchos cómics que he leído últimamente. La narración y el ritmo son perfectos. Y el resto del tomo se compone de reimpresiones de las aventuras originales de La Chica Gato, escritas y dibujadas por Giorgio Giorgetti.

Hay una cierta mirada entrañable en estas aventuras. Puedo alegar que en muchas de ellas Giorgetti se adelanta a su tiempo. Mientras los autores estadounidenses de aquellos años ponían pensamientos y monólogos interiores en bocadillos, Giorgetti usa cajas para contar parte de la trama en la que te has metido. Lo que se puede ver en cómics de hoy en día.

¡Disfrutad de esta joyita vintage!