Reseña: La Espada de Hielo, de Massimo De Vita

Puede ser perfectamente uno de los grandes cómics publicados del año. La recuperación de esta obra así en formato recopilatorio y en tapa dura casi cuarenta años después de su publicación no es otra cosa que una gran oportunidad de leer/tener lo que seguramente fue el primer arco argumental largo de los principales personajes de Disney. Y en sentido adulto, si lo miramos con los ojos que observan que cualquier saga de fantasía heroica más o menos extensa lo podría ser, la obra maestra de Massimo De Vita es donde Mickey y Goofy son los principales partícipes de lo que se presenta como una gran epopeya. La famosa historia que nunca me decidí a leer, La Espada de Hielo, que Panini Cómics y SD traen a la luz desde las sombras del pasado, en un volumen único. Volumen y primera recopilación en castellano de esta mítica saga que obviamente contiene la historia original así como las secuelas que aparecieron poco después de su publicación e incluso la nueva entrega aparecida en 2022.

Pelotazo de cómic. Todo de un tirón para la saca. Y cierto es que nunca fui mucho de Disney y sus personajes. Los niños de los 80, sobre todo, los “niños”, atendíamos a otros héroes con pijama entonces. Pero también es cierto que este que os escribe jamás se ha negado a leer y degustar lo que está considerado como una gran saga homenaje al género fantástico. Por tanto, ¿Mickey y Goofy involucrados en algo de Espada y Brujería? De cabeza, ¿no? El tiránico Príncipe de las Sombras gobierna la tierra sobrenatural de Argaar, y solo un héroe ha sido predicho por la leyenda, por la profecía, sólo uno puede destronarlo siempre que sumerja la poderosa Espada de Hielo en una piedra mágica. Eso está ahí. Bien. Pero hay un mago venido a venos que busca a ese héroe. Lo necesita. Y decide llamar a esos dos que pululan por ahí, a un tal Mickey y Goofy, quienes pronto se ven envueltos en una pelea real contra gigantes, dragones y peligros imposibles… ¿Y consiguen salir indemnes? Apostad a que no.

Massimo De Vita (nacido el 29 de mayo de 1941) es un dibujante y guionista de cómics italiano, ahora retirado. Nació en Milán y su padre era el reconocido Pier Lorenzo De Vita, quien solía dibujar historias de Mickey Mouse y Donald en la era temprana de los cómics italianos. Massimo siguió sus pasos y comenzó su carrera trabajando en animación. Luego, en los 60, se involucró en la producción freelance de cómics de Disney y se encargó de ilustrar a otros guionistas de la franquicia. Donde se especializó en el personaje de Mickey Mouse, a veces asumiendo funciones en los guiones. Lo que vengo a decir es, que estamos ante un autor con bastante experiencia en lo que hizo. Sus historias de Mickey a menudo tienen un escenario histórico o de fantasía, o incluso las hay que se basan en aventuras arqueológicas. Consiguió lo que todo artista busca. Que su obra fuera reconocida a simple vista. Después de pasar por este tomo, ya no verás a Mickey Mouse con los mismos ojos. Reconocerás en otros lares cuando un Mickey es suyo o no. Su estilo artístico curvilíneo, a veces incompleto, lo que le ha convertido en uno de los artistas más distintivos de Disney.

Este tomo incluye más historias y a destacar también para un lector adulto El Torneo de Argaar, donde Mickey y Goofy regresan a la tierra mística donde desafían volcanes, a torbellinos e incluso dinosaurios. ¡De nuevo a las espadas! La que da nombre al tomo es cuento de fantasía clásico sólido con una trama atractiva, algunas ideas ingeniosas y hermosos dibujos. La secuela tiene un alcance mucho menor: la épica está venida a menos como si a De Vita le hubiesen dado un toque desde las altas esferas. Quita de en medio al potente némesis-enemigo-villano de la primera historia y eso resta. Pero está bien leerlo y sacar conclusiones. Así podrás ver también la decisión del autor de hacer algo diferente aquí en lugar de repetir viejas ideas.

Pero el mayor placer para mí fue aprender (del ensayo que lo acompaña) acerca de cuánto de una figura más grande que la vida resultó ser Massimo De Vita. Eso y dos excelentes cuentos donde Mickey y Goofy son llevados a otro mundo, donde emprenden una aventura casi como las de Asterix, con Mickey como Asterix y Goofy como Obelix, a los que me recordaron bastante. Un verdadero clásico, un genial tomo para regalar y leer en vacaciones.

Reseña: Chaplin. Príncipe de Hollywood, de Laurent Seksik y David François

Me hubiera gustado un integral pero no está mal tampoco poder leer la obra como se publicó originalmente en formato álbum. El caso es poder tenerlo en español, cosa por la que debemos dar gracias a Desfiladero Ediciones. Porque Príncipe de Hollywood es, sobre todo, el apoteosis de este tríptico o donde creo que alcanzará la historia su máxima expresión. Guion y dibujo por parte de Laurent Seksik y David François, segundo cómic de un tríptico que como os dije en la anterior reseña estaba deseando conocer al completo. Y es que si todo el mundo conoce a este icono del cine mudo que es Charlot, pocos conocen realmente al personaje que lo encarnó, Charlie Chaplin. Y estos son unos cómics donde vamos a conocer de cerca al hombre y sus pensamientos antes que al personaje creado para la ocasión. Donde se demuestra que su decisión de irse a USA fue lo mejor que pudo hacer en su vida porque consiguió estar en el punto exacto en el momento concreto. Tierra de sueños, de posibilidades, un lugar ideal para el que le obsesiona hacerse rico y famoso a la ligera.

Seamos claros: el tema está bien documentado y es bastante interesante. Y el estilo de François llega un momento en que llega a encandilar. Y me gusta su modo de ver que la mayoría de las personas de la época tenían la cara y nariz alargada. O había mucho malote interesado o pasaban hambre… Pero también están muy bien retratadas las distintas mujeres que compartieron su vida. Y a mí mola este tema y no como he oído por ahí que son repetitivas. Veo bien que las mujeres con las que tiene trato carnal se parezcan mucho unas a otras. Hay una teoría por ahí sobre eso.

Mientras acaba de perder un hijo al nacer de su primera esposa Mildred, Charlie está filmando The Kid, la historia de este niño al que no habrá visto crecer. La película es un gran éxito. Charlie, reconocido por todo Hollywood como uno de los más grandes artistas de su época, disfruta de su ascenso y ya trabaja en su próxima película, The Gold Rush, que será un auténtico triunfo. A los treinta y cinco años se casa con la jovencísima Lita, ya embarazada de su primer hijo. Sin embargo, tras cuatro años de unión y dos hijos, Lita, traicionada en repetidas ocasiones, pedirá el divorcio y esta vez todo se tornará en desgracia (imagino que de forma eventual) para el protagonista. Todo este ruido dañará bastante la imagen de Chaplin para con la opinión pública. Lo que llevó a que mientras aparecían las primeras películas con sonido (1928), su película Le Cirque, ya se anunciaba como un fracaso. La América puritana haciendo estragos en la carrera de Sir Charles Spencer Chaplin. Pero la leyenda sigue. Los grandes no se dan por vencidos nunca. Durante aproximadamente doce años, el número de eventos destacados es denso pero sus secuencias son, en su conjunto, fluidas. Contadas cronológicamente, destacan varios elementos de la personalidad de la estrella. Y te enterarás de grandes cosas de su vida íntima que muy pocos saben fuera del fan de toda la vida que se haya interesado en él. No conozco a nadie, por cierto. Su terquedad para escribir y filmar, su gran desparpajo -a veces demasiado, como durante el surgimiento del «hablador»-, la relación con su hermano, el pesar que crea el estado de su madre, todas las etapas que esmaltan su carrera como su vida quedan así narradas y añaden profundidad al mito en este cómic.

El segundo volumen tras Chaplin en América (https://www.cronicasliterarias.es/?p=12083), otro cómic de lectura fácil que se disfruta mucho en gran parte por el estilo de David François, que hace palpable los cambios de humor del héroe y restituye el exceso de ciertos decorados cinematográficos. Príncipe de Hollywood es una confirmación de que esta saga hay que terminarla y poseerla.

Reseña: Easy Breezy, de Yi Yang

¿Sabéis de esos cómic o libros que engañan por su apariencia? ¿Qué crees que son infantiles, que no son tu rollo, que quizás son mangas insípidos o copias de ellos y muchas otras cosas más… y qué luego para nada lo son? Me ha ocurrido con Easy Breezy. Menuda road movie-thriller de película, que se marca con este título Yi Yang, una autora china afincada en Italia, que muestra claramente el don que lleva dentro, el buen manga que debe haber mamado desde pequeña.

China. Años 90. En el lugar equivocado, en el momento equivocado, el talentoso estudiante de secundaria Yang Kuaikaui se convierte en cómplice involuntario del robo de una camioneta. Li Yu y el tío Ya, dos sinvergüenzas locales de bajo perfil, pensaron que podrían ganar algo de dinero rápido revendiendo el vehículo peeeeero…, mala suerte, la situación se complica cuando el equipo se da cuenta de que hay una chica oculta en la parte trasera de la furgoneta. Le puede haber pasado a muchos, pero le ocurrió a ellos. Y ahora tienen entre manos un secuestro que nadie planeó y obviamente la pena no es la misma que si te pillan robando un vehículo. Peor aún, esto es solo el comienzo, el que sí planeó el secuestro de esa niña les persigue. Y hará cualquier cosa por recuperar a su presa.

Y es un verdadero villano.

Hay que pensar rápido.

Vi publicada hace un tiempo Easy Breezy en francés. Creí que era otra cosa, como os decía al principio de la reseña. Ahora gracias a que Nuevo Nueve Editores la ha publicado en nuestro país, he comprobado que es un cómic súper recomendable de los que dejan muy buen sabor de boca. Y eso que el escenario se reduce a una larga persecución por la ciudad donde se grita, se insulta, se sangra y uno se maravilla de quién es más-mejor como personaje tras verlo resolver sus pasos. Casi ciento ochenta páginas donde te fluye la sangre como lector. Y contiene ciertas partes, lapsus, diferentes momentos que se intercalan para que conozcamos al trío, a cada uno de los personajes, más en profundidad. Hermosos retratos que aportan paz a la intensa narración. A pesar de todo, estamos hablando de buenos muchachos involucrados en un lío de cojones.

Diría también que la sombra tutelar de Otomo acecha la obra, tanto en contenido como en estilo. Personajes que no encajan en la sociedad, furia gráfica que mezcla pura acción y expresión de la urgencia de los sentimientos, en momentos, recuerda bastante a la genial Akira. Por tanto, lectura punzante de alta intensidad que sabe dar cabida a la emoción. Mezcla de géneros y estilos muy potente para crear un cómic que deja con ganas de más.

Muy recomendable.

Reseña: Ojiva, de Bruno Zago y Guilherme Petreca

Para todos aquellos “jóvenes” que habéis flipado de lo lindo con la serie Last of Us, no pensad ni por asomo que este tipo de argumentos son nuevos e innovadores. Quiero pensar que no pensáis así, valga la redundancia. Aunque imagino que por lo que se brinda aquí es por la comodidad de degustar una historia mientras se está agustito en el sofá y solo tienes que mantener los ojos abiertos. Pero os diría que casi lo mismo, se puede hacer leyendo. Y que existen cantidad de historias apocalípticas tan buenas o más que la que propone esa historia sacada del videojuego, que todo sea dicho, les ha quedado muy bien.

Ojiva, de Bruno Zago y Guilherme Petreca, es un claro ejemplo de ello. Y sí, sé que “sabéis” que hay grandes novelas de CF que tratan el tema apocalíptico fuera de los zombies clásicos como la genial La Tierra Permanece, de George R. Stewart, y que tratan más el tema de un virus que acaban con la población. Ese miedo lo tenemos ahí. Y por tanto, monstruos. Ojiva es el último relato de este tipo que me ha impactado y me veo en la necesidad de contároslo. Donde el mundo ya no nos pertenece. Monstruos que se alimentan de humanos han aparecido y se han apoderado de todo. Una década después de la invasión, los pocos que quedaron luchan por sobrevivir en una tierra devastada. Entre ellos, Pilar, una mujer que asumió la responsabilidad de cuidar a Sara, una niña huérfana, y acompañarla en un largo y peligroso viaje hacia su único pariente vivo…

¡Dioses! Cómo huele a Last of Us, ¿no? ¿Qué fue antes el huevo o la gallina? ¿Quién inspiró a quién? Un gran trabajo inicial de Bruno Zago como guionista donde Guilherme Petreca no se queda atrás. Le da vida a la obra con brillantez. Diría también que de inspiración lovecraftiana, por eso más que nada me atraía esta lectura. Un cómic que se desarrolla en un futuro donde somos invadidos por monstruosos forasteros y la humanidad necesita vivir (sobrevivir, sería el término correcto) entre ellos. También utiliza elementos distópicos como que el hombre pierde su humanidad y tiene que pensar solo en sí mismo para conseguir recursos. Y no queda más que unirse por el bien común. Difícil de conseguir eso de un hombre, no siendo un lobo para el hombre.

Ojiva, a pesar de tener algunos clichés propios de este tipo de obras, muy reconocidos, especialmente, para los que leemos literatura fantástica; aun así, aguanta bien. Entretiene lo suficiente para decirlo. Me recordó en sensaciones también a Un Lugar Tranquilo. Aquella peli apocalíptica de monstruos que te devoraban al menor ruido. Este fue el primer cómic escrito por uno de los tres miembros del canal y editorial Pipoca & Nanquim. Zago y Petreca concibieron un rico escenario pos-apocalíptico para ambientar una gran historia de acción con tantas páginas como para considerarse novela gráfica. Una genial álbum que ha publicado Ponent Mon en nuestro país. Me habían dicho que la historia se inspira en algunas de mis películas favoritas: Aliens, Mad Max, Cloverfield, Monsters, The Mist, etc. Es cierto que se puede comparar a muchas tramas. Pero poco más allá de alguien en busca de alguien y para ello atravesar un infierno llamado Tierra. Por tanto, Ojiva no defraudó. Además, la historia comienza con un preludio fantástico que fácilmente podría haber sido escrito por Robert Kirkman. Tiene momentos de horror, heroísmo, esperanza, desesperación, amor y tristeza. Y aunque no está exenta de defectos (creo que tiene algunas páginas de más), ha sido una lectura bastante amena que además ha servido para poner entre mis ilustradores favoritos al señor Guilherme Petreca.

Pinta a secuela en no mucho tiempo.

Reseña: El Hombre Submarino. Las Profundidades, de Peter Milligan y Ribic

No creáis que este que está aquí ha dejado de aprovechar la oportunidad que está ofreciendo Panini Cómics con estos Must-Have, oportunidad de leer lo que nunca se pudo, oportunidad para leer todo aquello que se te escapó o que por no estar haciéndote dicha colección nunca viste la posibilidad de que llegara a tus manos. El momento de adquirir grandes joyitas, grandes arcos argumentales o aventuras, en definitiva, indispensables cómics a leer. Cuyo lugar ya ocupa El Hombre Submarino: Las Profundidades. Decidme si no, cuando hemos tenido oportunidad de leer este arco fuera de los Must-Have o al precio de ellos, que eso es otra.

Aparte se junta que hacía bastante que no leía nada de Peter Milligan. Por lo que el destino parecía estar escrito para mi para con esta lectura. Y es que de todas las primeras creaciones de Marvel, el Sub-Mariner me parece el más reconocible de la era de las revistas pulp: su fondo oscuro, tipo anti-héroe duro y seco a la hora de hablar, parece más un personaje de Howard o Lovecraft de los días gloriosos de la Weird Tales. Y Las Profundidades no solo va por eso camino. También lo ejemplifica. El guion de Milligan se convierte en un guiño casi perfecto a los híbridos relatos de terror/aventura que tanto cautivaron a la juventud estadounidense durante la Gran Depresión y posteriormente en los 70-80 por estos lares. Además, a veces es fácil olvidar la importancia del Sub-Mariner antes de considerar su lugar dentro de la evolución de la narrativa pulp. En muchos sentidos, el personaje ayudó a cerrar la brecha entre las pulps tipo Doc Savage  de los años 30 del pasado siglo y los eventuales éxitos de los cursis superhéroes, los primeros pijamas que llegaron después. El personaje se originó antes de la ostentación y el glamour de las capas y las mallas, y en cambio provino de una era melancólica de sentimentalismo casi nihilista.

Teniendo eso en cuenta, no debería sorprender lo bien que funciona AÚN a día de hoy. Quizás por el mundo en el que se mueve que poco puede evolucionar, quizás por las grandes aventuras que han creado alrededor de sus picudas orejas. Las Profundidades mantiene a Namor en un segundo plano durante la totalidad de la primera entrega. Se remonta a las historias pulp más populares, que tuvieron la misma cantidad de influencia de las fuentes naturalistas, así como de las obras de la notable ciencia ficción, pioneros de la misma época. Lo hace centrándose en el personaje del Doctor Stein, un aventurero iconoclasta empeñado en desacreditar todo lo sobrenatural, Milligan crea así un esquema a lo Moby Dick teñido de horror. Con Namor interpretando el papel de bicho desconocido y escurridizo.

El lenguaje de la historia es crudo, el tema de la ciencia versus la fe es manifiesto, lo que crea una representación perfecta de historia de aventura sencilla. Si bien el guion en sí puede proyectar la historia en su venerable dirección, es la obra de arte de Ribic la que genera la atmósfera adecuada. Sus personajes realistas se mueven detrás de un filtro descolorido similar al pastel, el artista logra crear una estética que captura adecuadamente dos eras separadas de una sola vez. Se siente como una versión más valiente de algo que Alex Ross podría hacer, si hubiera nacido sesenta años antes.

Este tipo de historia es la que uno aconseja sobre un personaje específico cuando le piden consejo, valga la redundancia. Para aquellos de ustedes que esperan que Namor tenga un papel más importante, probablemente se sientan decepcionados. Aunque realmente no deberían estarlo, si llegas a la conclusión de que para esta aventura, el Sub-Mariner, es más bien una excusa para producir un relato de aventura y terror homenaje del glorioso pulp que todos adoramos. Aquí el anti-héroe residente es el Dr. Randolph Stein. Y mola. Mola de verdad. Un gran riesgo o una declaración de intenciones de lo que Peter Milligan también sabe hacer.

Reseña: Vinilo, de Doug Wagner, Daniel Hillyard y Dave Stewart

De los creadores de Plástico (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-americano/plastico), y casi en la misma línea o el mismo mundo diría yo, llega una nuevo thriller súper intenso como es Vinilo. Doug Wagner y Daniel Hillyard, regresan junto al ganador del Premio Eisner Dave Stewart esta vez para ofrecernos una trama de asesinatos donde se brinda por los sectas, por la sangre, el amor y un asesino en serie llamado Walter. Una miniserie original de seis numeritos que se devoran de un tirón dentro de un tomo en tapa dura tan llevadero. Con un primer número, una apertura de escenario tremenda, de una historia salvaje que Image Comics publicó al otro lado del charco. Cuentan que Doug Wagner debe estar completamente loco porque Vinilo es una ida de olla en ciertas partes. Pero llena de ritmo al más puro estilo Edgar Wright. Me encanta lo bien que Wagner captura la completa locura del personaje y asesino en serie que es Walter. Y no pude evitar sonreír de oreja a oreja, mientras leía con avidez, devorando cada página.

Cuando el mejor amigo de Walter, el agente del FBI encargado de su captura, es secuestrado por un culto súper raruno de mujeres y colgados al estilo Mindsommar. Tras el culto que adora girasoles, Walter va a dar de lleno con un profundo mundo subterráneo lleno de seres antiguos y secretos arcanos. Pero el tema es: ¿Quién puede ser más monstruo que un ser humano que ha perdido la cabeza?

Aparte de un guion de película, Vinilo cuenta con un dibujazo. El nivel de detalle de Daniel Hillyard es simplemente sublime. Si observáis cuánto trabajo se pone en cada viñeta, apreciaréis el talento de alguien meticuloso y trabajador como debe ser en su “zona de recreo” el señor Hillyard. Percibí “cositas” al principio, y me vi a mí mismo re-examinando cada viñeta con ojos de detective en busca de pruebas. Por si acaso me perdía algo en los fondos donde Hillyard suele meter detalles. Y a eso agregad una fantástica paleta de colores del maestro Dave Stewart. Una combinación perfecta.

Hablamos de un cómic catalogado de sobresaliente en cantidad de foros. Con un número apoteósico donde Madeleine desata todo un búnker lleno de abominaciones.

¿Un protagonista condenado al fracaso? Lo vais a flipar. No cuento más. Cómic para saborear cada página. Con un elenco de apoyo al personaje principal fascinante.

Me encanta mucho de lo que Image Comics ha estado publicando recientemente.

Es difícil expresar con palabras cuánto disfruté este cómic.

Cuando llegas a la última página, duele que se acabe.

Reseña: Sunny, de Taiyô Matsumoto

Un manga con el potente don que tienen ciertos mangas de enganchar, en especial, por la originalidad, o mejor dicho, por la sinceridad de las vidas que proponen. Esto es Sunny, de Taiyô Matsumoto. Y aunque parece un escenario que va a sufrir de monotonía, todo cambia a raíz de un giro que casi nadie puede esperar…

ECC Ediciones publica de forma íntegra esta obra ganadora de varios premios y nominaciones, donde Taiyô Matsumoto hace suya una trama autobiográfica en la que se cuenta como vivió en una casa de acogida durante su infancia. Una publicación de seis álbumes originales que ahora ECC trae en un solo volumen, un buen tochal, una edición solo para las mejores cómictecas. La oportunidad de leer de un tirón lo que se presenta como una historia costumbrista centrada en la orfandad pero también una obra de las que evocan esas vidas que pudieron ser y no fueron. Porque para los huérfanos del hogar Star Kids, el Sunny, es un auto averiado y un rayo de esperanza. Inseguros de si alguna vez volverán con sus familias, estos niños confían en su imaginación para que los consuele.

En Sunny, Matsumoto captura las dificultades de los niños en esas casas de acogida, cada uno con sus propias formas de hacer frente a sus vidas. Haruo, de cabello blanco, usa el Sunny para escapar a una fantasía en la que es un forajido que huye, lo que refleja su tendencia a rebelarse para hacer frente a sus sentimientos de aislamiento. Sei, el ratón de biblioteca, se imagina conduciendo el Sunny hacia su casa y encontrándose con su…

Leí un tweet donde recomendaban leer Sunny en el Día del Padre. Sí, ese día que cierta gente quiere quitar de enmedio, otra de las tonterías-tontas que uno tiene que escuchar hoy en día. Una novedad más de los que quieren hundir más el formato hombre de esta época. Recordad siempre que sin una madre no estaríamos aquí pero sin un padre tampoco. Y si alguien odia al suyo pues es su problema. Ambos dos son igual de homenajeables. Ahí lo dejo. Pero regresando…, aquel tweet decía además (lo que me interesó) que Sunny era un manga ideal para aquellos que habían sufrido de pequeños de un hogar roto. Y no puedo opinar sobre ello pero si doy gracias de no serlo. Porque este manga consuela y con ciertas escenas, te hace ver claramente lo que es. Y dependiendo de tu “implicación”, tus lágrimas pueden llegar a salir. Y a no dejar de salir durante la lectura. Aparte me hice súper fan del arte. Es realmente sorprendente cómo el mangaka puede representar tales detalles en las historias de los personajes. Normal que sea ganador de cantidad de premios.

¿Esta historia no es para todo el mundo? Diría que sí. Es más. Creo que a un alto porcentaje de todo aquel que se atreva, e independientemente de su edad, le encantará. Es esencialmente una parte de la vida, la comedia, el drama humano, y el teatro que a una parte del ser humano le ha tocado vivir. Y está bien saber que el daño siempre solo está a un paso. Y aunque uno de este tipo no lo hayamos sufrido, sí que podemos provocarlo. No hubo un personaje que no me gustara.

Reseña: Made in Korea, de Jeremy Holt y George Schall

Entré en Made in Korea relativamente ciego, como a veces me gusta hacer en libros y cómics donde incluso su portada no me gusta. Pero contenedores de ideas frescas de las que antes necesito tener cierta noción (tampoco uno es tonto). Con Made in Korea me pareció que debí ver o leer alguna vista previa del cómic en algún momento porque el argumento me sonaba. Aunque cuando comencé a leer se me olvidó y cuando lo acabé caí en la cuenta de a qué historia se me parecía. Al final de la reseña lo cuento.

En este volumen que ha publicado Panini Cómics en nuestro país, me topé con una trama de ciencia ficción original y realmente sólida, que trata un futuro cercano donde se plantean preguntas sobre la I.A. , el futuro de nuestra especie y en nivel micro, el tema de la paternidad. Nunca me senté a pensar y realicé una clasificación específica, pero uno de mis tipos favoritos de ciencia ficción es la discreta. La fácil de relacionar con el género pero sin complicaciones técnicas y astrofísicas de la muerte. Dime. Este elemento se junta con este por esta reacción y probablemente me lo creeré. Y Made in Korea es, sin duda, eso. El núcleo de la historia es la relación entre una pareja casada que, como muchas de las que hay hoy en día, aparentemente no puede tener hijos. Mientras que en una historia parecida al film Hijos de los Hombres, este concepto conduce a una distopía a menudo violenta, en Made in Korea se trata de forma contraria. Aquí es soledad y anhelo, en lugar de la ruptura social, el terrorismo o las armas. Y funciona. Funciona bastante bien. La caracterización es en gran parte culpable de eso. La mayor parte de la historia se centra en el diálogo de la pareja y todo es interesante, todo fiel a la realidad. Además, a los personajes secundarios se les dan sus propias necesidades y deseos, evitando que se sientan planos. El guion de Jeremy Holt siempre es creíble y convincente. Las representaciones, imágenes o viñetas de George Schall también están muy bien hechas.

Me gustó especialmente el trabajo de color que Schall presta al mundo donde se desarrolla la historia. En los momentos clave, utiliza un conjunto de tonos que podría describir como pasteles suaves y ominosos, especialmente en la secuencia inicial, que comienza audazmente con un escenario semi-futurista y un hombre trabajando en código. No siempre uno necesita cómics que abran con grandes explosiones. Comience una historia donde comienza y donde los fuegos sean brillantes, me dijo una vez una profesora de Escritura Creativa. La historia:

Una niña coreana de nueve años es adoptada y enviada a vivir a Estados Unidos con una pareja encantadora. Equipada con un cerebro enciclopédico pero con dificultad para socializar, el viaje de la joven a través de las complejidades de la raza, se topan con una bifurcación en el camino cuando descubre que no es del todo humana…

El guionista sabe dónde radica el drama, pequeños momentos como esperar para ver si el nuevo niño robot que has traído a casa (con un descuento considerable) será todo lo que esperas. Buena CF. Tranquila, identificable y profundamente humana. Una historia intrigante al estilo de la genial Los Superjuguetes duran todo el verano, del maestro Brian Aldiss, que fue llevada al cine por Steven Spielberg con el nombre de Inteligencia Artificial.

Reseña: El Comisario Spada (Integral), de Gianni De Luca y Gianluigi Gonano

Otra buena noticia comiquera es tener disponible en librerías gracias a Ponent Mon, un integralazo de un clásico como es El comisario Spada. Un personaje que se inmortalizó en el país de la bota en los 70s, un cómic que aglutina crimen, revueltas, terrorismo… una realidad que pasó a la ficción, como bien se cuenta en la sinopsis editorial.

Una obra de Gianni De Luca y Gianluigi Gonano, otros dos maestros del fumetto. Y es que hubo una época en que los cómics italianos dominaban el mercado europeo aunque por estos lares costaba encontrarlos. Por eso y solo por eso, que Spada vuelva estar entre nosotros y en una edición así no es otra cosa que motivo de celebración. Porque El comisario Spada es una serie policíaca que fue una verdadera curiosidad cuando debutó en 1970 en las páginas del semanario Il Giornalino. Sí friends, para una serie detectivesca, era bastante inusual que su protagonista fuese un policía atlético y guapetón, contrariamente a la imagen de panzudo y venido a menos impuesta en un alto cargo dentro de la policía criminal de Milán (aunque a veces escapa al extranjero). También era y es especial, porque sus guiones mezclan hábilmente sus investigaciones con su vida privada. De hecho, se cuenta como Spada cría él solo a su hijo Mario, a quien los lectores verán crecer a lo largo de los episodios. Y además, a través de su hijo, Spada se enfrentará a los problemas de la juventud, problemas que existían en aquellos años de tantos cambios en las sociedades salidas de un régimen dictatorial. Pero lo que sorprende aún más en estos álbumes es el diseño casi geométrico de Gianni de Luca, un estilo que marca, y que se me vinieron a la mente rápidamente cuando recordé que había visto algo parecido en mi niñez en la revista Formule 1, aunque por entonces no me emocionaban demasiado quizás por lo joven que era. Ahora, al releerlas, me di cuenta que eran innovadoras. Y cuando comprobé su Hamlet, también percibí que el ilustrador había mejorado bastante su estilo.

Ahora, con el paso del tiempo, lees las aventuras y desventuras de El comisario Spada y ves que los escenarios no eran convencionales. Y ves obvio que esta serie se colocara entre las mejores de su tipo en el país vecino. No hace mucho escuché que hubo una veintena de episodios de este personaje que jamás se tradujeron al francés y que solo se tradujo un álbum al otro lado de los Pirineos y para nada es el mejor. Deben estar que trinan…

Porque El comisario Spada es para tenerlo, leerlo y devorarlo casi tan rápido como lo hice yo. Sus aventuras comenzaron en abril de 1970, como os decía, pero terminaron para siempre en mayo de 1984. Ponent Mon acaba de sacar este tomo, un tomo joyita de un personaje casi desconocido en la BD pero no por ello deseado entre los que llevan leyendo cómic europeo toda la vida. Después de haberme puesto con él tras mucho tiempo, admito que estaba un poco confundido. Lo recordaba algo más simple en sus historias. Parecen tramas convencionales pero vistos ahora, con algunas décadas encima y quizás ojos ya arrugados, me pareció encontrar en las intrigas algo más. Trasfondos más currados aunque casi escondidos. Confesiones personales supuestamente del guionista que me seducieron bastante.

El comisario Spada trata un personaje que se debate entre el marco de las protestas juveniles, el terrorismo, el crimen organizado y las drogas. Personaje muy interesante para los amantes del género negro. Y no me iré sin felicitar a José Emilio Martínez Tur por su genial traducción del cómic. Ganador del premio Yellow Kid en 1971.

Reseña: El Teléfono Negro (Fantasmas), de Joe Hill

Fantasmas, de Joe Hill, es una de las mejores antologías de Terror que se pueden leer actualmente y esto no debería pasar desapercibido. Contiene algunas de las mejores tramas del género de horror contemporáneo y la prueba es que han salido buenas pelis o cómics de aquí. Tenéis el ejemplo claro en Black Phone, uno de los más potentes films de Terror que se pudieron ver en cines el año pasado, aunque dentro de esta antología hay más. mucho más horror, salido de la cabecita del autor estadounidense hijo menor del gran Stephen King.

Fantasmas (20th Century Ghosts) es una colección de cuentos que Nocturna Ediciones sigue teniendo en catálogo junto a otros tantos títulos de Joe Hill. Un escritor que parece haber heredado, sino el cien por cien, un alto porcentaje del don de su padre. Una colección de cuentos que se publicó por primera vez en octubre de 2005 en el Reino Unido y se lanzó en octubre de 2007 en USA. Curioso es también que el lanzamiento original estuviera disponible para venta anticipada solo a través del sitio web de la editora inglesa. Negocios, negocios… Fantasmas es una antología que ha ganado varios premios, incluido el Bram Stoker a Mejor Colección de Ficción, así como el Premio Británico de Fantasía a Mejor Colección y Mejor Cuento Corto para uno de ellos. Antología contenedora de una historia potente además, la misma que os decía antes, una de las mejores películas de asesinos en serie que he visto en años llamada El Teléfono Negro. Un secuestrador de niños y un joven que consigue usar un teléfono misterioso para comunicarse con las víctimas anteriores de dicho captor trastornado y con máscara inolvidable tras la que se esconde el actorazo Ethan Hawke.

Pero El Teléfono Negro solo es uno de los quince relatos que componen Fantasmas. Otros como La Capa me parecen brillantes también. Historia de rencillas entre dos hermanos que encuentran una capa que les permite volar y con el paso de los años la relación se convierte en tóxica no, lo siguiente. La podéis encontrar en formato cómic también.

Y así tenemos cantidad de historias de nivel de calidad medio alto la mayoría, lo cual es mucho decir. Las antologías son como discos musicales, es muy difícil mantener el nivel en todo el álbum y que todas las canciones enganchen pero en mi opinión, aquí todas mantienen el ritmo aunque no sean gloriosas. Encontraremos desde un editor de antologías de Terror que se dedica a leer cientos de relatos cada año para seleccionar los que le parecen mejor, lo que no acabará bien, hasta un ente que se le aparece en un cine a diferentes personas. Pero originales y surrealistas también como la historia de un niño hinchable o la reinterpretación del famoso cuento de Kafka como es Oirás cantar a la langosta. Y otra brillantez como es Hijos de Abraham, con dos niños y un padre obsesionado con que los vampiros existen. Otra historia digna de film. Cuentos sobrenaturales, una “carrera final” muy interesante, la peculiaridad del último aliento de los que mueren, amores perdidos, fantasmas de árboles, la maldad que todo ser humano lleva dentro sacada a flote, amantes reencontrados en el rodaje de una peli de zombies de Romero, gente que huye de los palos de la baraja o un niño autista con un don sorprendente…

Puede ser la antología de autor más recomendable de los últimos diez años. Y de Terror. Y disponible en español. Que no es decir poco.