Reseña: Made in Korea, de Jeremy Holt y George Schall

Entré en Made in Korea relativamente ciego, como a veces me gusta hacer en libros y cómics donde incluso su portada no me gusta. Pero contenedores de ideas frescas de las que antes necesito tener cierta noción (tampoco uno es tonto). Con Made in Korea me pareció que debí ver o leer alguna vista previa del cómic en algún momento porque el argumento me sonaba. Aunque cuando comencé a leer se me olvidó y cuando lo acabé caí en la cuenta de a qué historia se me parecía. Al final de la reseña lo cuento.

En este volumen que ha publicado Panini Cómics en nuestro país, me topé con una trama de ciencia ficción original y realmente sólida, que trata un futuro cercano donde se plantean preguntas sobre la I.A. , el futuro de nuestra especie y en nivel micro, el tema de la paternidad. Nunca me senté a pensar y realicé una clasificación específica, pero uno de mis tipos favoritos de ciencia ficción es la discreta. La fácil de relacionar con el género pero sin complicaciones técnicas y astrofísicas de la muerte. Dime. Este elemento se junta con este por esta reacción y probablemente me lo creeré. Y Made in Korea es, sin duda, eso. El núcleo de la historia es la relación entre una pareja casada que, como muchas de las que hay hoy en día, aparentemente no puede tener hijos. Mientras que en una historia parecida al film Hijos de los Hombres, este concepto conduce a una distopía a menudo violenta, en Made in Korea se trata de forma contraria. Aquí es soledad y anhelo, en lugar de la ruptura social, el terrorismo o las armas. Y funciona. Funciona bastante bien. La caracterización es en gran parte culpable de eso. La mayor parte de la historia se centra en el diálogo de la pareja y todo es interesante, todo fiel a la realidad. Además, a los personajes secundarios se les dan sus propias necesidades y deseos, evitando que se sientan planos. El guion de Jeremy Holt siempre es creíble y convincente. Las representaciones, imágenes o viñetas de George Schall también están muy bien hechas.

Me gustó especialmente el trabajo de color que Schall presta al mundo donde se desarrolla la historia. En los momentos clave, utiliza un conjunto de tonos que podría describir como pasteles suaves y ominosos, especialmente en la secuencia inicial, que comienza audazmente con un escenario semi-futurista y un hombre trabajando en código. No siempre uno necesita cómics que abran con grandes explosiones. Comience una historia donde comienza y donde los fuegos sean brillantes, me dijo una vez una profesora de Escritura Creativa. La historia:

Una niña coreana de nueve años es adoptada y enviada a vivir a Estados Unidos con una pareja encantadora. Equipada con un cerebro enciclopédico pero con dificultad para socializar, el viaje de la joven a través de las complejidades de la raza, se topan con una bifurcación en el camino cuando descubre que no es del todo humana…

El guionista sabe dónde radica el drama, pequeños momentos como esperar para ver si el nuevo niño robot que has traído a casa (con un descuento considerable) será todo lo que esperas. Buena CF. Tranquila, identificable y profundamente humana. Una historia intrigante al estilo de la genial Los Superjuguetes duran todo el verano, del maestro Brian Aldiss, que fue llevada al cine por Steven Spielberg con el nombre de Inteligencia Artificial.

Reseña: El Comisario Spada (Integral), de Gianni De Luca y Gianluigi Gonano

Otra buena noticia comiquera es tener disponible en librerías gracias a Ponent Mon, un integralazo de un clásico como es El comisario Spada. Un personaje que se inmortalizó en el país de la bota en los 70s, un cómic que aglutina crimen, revueltas, terrorismo… una realidad que pasó a la ficción, como bien se cuenta en la sinopsis editorial.

Una obra de Gianni De Luca y Gianluigi Gonano, otros dos maestros del fumetto. Y es que hubo una época en que los cómics italianos dominaban el mercado europeo aunque por estos lares costaba encontrarlos. Por eso y solo por eso, que Spada vuelva estar entre nosotros y en una edición así no es otra cosa que motivo de celebración. Porque El comisario Spada es una serie policíaca que fue una verdadera curiosidad cuando debutó en 1970 en las páginas del semanario Il Giornalino. Sí friends, para una serie detectivesca, era bastante inusual que su protagonista fuese un policía atlético y guapetón, contrariamente a la imagen de panzudo y venido a menos impuesta en un alto cargo dentro de la policía criminal de Milán (aunque a veces escapa al extranjero). También era y es especial, porque sus guiones mezclan hábilmente sus investigaciones con su vida privada. De hecho, se cuenta como Spada cría él solo a su hijo Mario, a quien los lectores verán crecer a lo largo de los episodios. Y además, a través de su hijo, Spada se enfrentará a los problemas de la juventud, problemas que existían en aquellos años de tantos cambios en las sociedades salidas de un régimen dictatorial. Pero lo que sorprende aún más en estos álbumes es el diseño casi geométrico de Gianni de Luca, un estilo que marca, y que se me vinieron a la mente rápidamente cuando recordé que había visto algo parecido en mi niñez en la revista Formule 1, aunque por entonces no me emocionaban demasiado quizás por lo joven que era. Ahora, al releerlas, me di cuenta que eran innovadoras. Y cuando comprobé su Hamlet, también percibí que el ilustrador había mejorado bastante su estilo.

Ahora, con el paso del tiempo, lees las aventuras y desventuras de El comisario Spada y ves que los escenarios no eran convencionales. Y ves obvio que esta serie se colocara entre las mejores de su tipo en el país vecino. No hace mucho escuché que hubo una veintena de episodios de este personaje que jamás se tradujeron al francés y que solo se tradujo un álbum al otro lado de los Pirineos y para nada es el mejor. Deben estar que trinan…

Porque El comisario Spada es para tenerlo, leerlo y devorarlo casi tan rápido como lo hice yo. Sus aventuras comenzaron en abril de 1970, como os decía, pero terminaron para siempre en mayo de 1984. Ponent Mon acaba de sacar este tomo, un tomo joyita de un personaje casi desconocido en la BD pero no por ello deseado entre los que llevan leyendo cómic europeo toda la vida. Después de haberme puesto con él tras mucho tiempo, admito que estaba un poco confundido. Lo recordaba algo más simple en sus historias. Parecen tramas convencionales pero vistos ahora, con algunas décadas encima y quizás ojos ya arrugados, me pareció encontrar en las intrigas algo más. Trasfondos más currados aunque casi escondidos. Confesiones personales supuestamente del guionista que me seducieron bastante.

El comisario Spada trata un personaje que se debate entre el marco de las protestas juveniles, el terrorismo, el crimen organizado y las drogas. Personaje muy interesante para los amantes del género negro. Y no me iré sin felicitar a José Emilio Martínez Tur por su genial traducción del cómic. Ganador del premio Yellow Kid en 1971.

Reseña: El Teléfono Negro (Fantasmas), de Joe Hill

Fantasmas, de Joe Hill, es una de las mejores antologías de Terror que se pueden leer actualmente y esto no debería pasar desapercibido. Contiene algunas de las mejores tramas del género de horror contemporáneo y la prueba es que han salido buenas pelis o cómics de aquí. Tenéis el ejemplo claro en Black Phone, uno de los más potentes films de Terror que se pudieron ver en cines el año pasado, aunque dentro de esta antología hay más. mucho más horror, salido de la cabecita del autor estadounidense hijo menor del gran Stephen King.

Fantasmas (20th Century Ghosts) es una colección de cuentos que Nocturna Ediciones sigue teniendo en catálogo junto a otros tantos títulos de Joe Hill. Un escritor que parece haber heredado, sino el cien por cien, un alto porcentaje del don de su padre. Una colección de cuentos que se publicó por primera vez en octubre de 2005 en el Reino Unido y se lanzó en octubre de 2007 en USA. Curioso es también que el lanzamiento original estuviera disponible para venta anticipada solo a través del sitio web de la editora inglesa. Negocios, negocios… Fantasmas es una antología que ha ganado varios premios, incluido el Bram Stoker a Mejor Colección de Ficción, así como el Premio Británico de Fantasía a Mejor Colección y Mejor Cuento Corto para uno de ellos. Antología contenedora de una historia potente además, la misma que os decía antes, una de las mejores películas de asesinos en serie que he visto en años llamada El Teléfono Negro. Un secuestrador de niños y un joven que consigue usar un teléfono misterioso para comunicarse con las víctimas anteriores de dicho captor trastornado y con máscara inolvidable tras la que se esconde el actorazo Ethan Hawke.

Pero El Teléfono Negro solo es uno de los quince relatos que componen Fantasmas. Otros como La Capa me parecen brillantes también. Historia de rencillas entre dos hermanos que encuentran una capa que les permite volar y con el paso de los años la relación se convierte en tóxica no, lo siguiente. La podéis encontrar en formato cómic también.

Y así tenemos cantidad de historias de nivel de calidad medio alto la mayoría, lo cual es mucho decir. Las antologías son como discos musicales, es muy difícil mantener el nivel en todo el álbum y que todas las canciones enganchen pero en mi opinión, aquí todas mantienen el ritmo aunque no sean gloriosas. Encontraremos desde un editor de antologías de Terror que se dedica a leer cientos de relatos cada año para seleccionar los que le parecen mejor, lo que no acabará bien, hasta un ente que se le aparece en un cine a diferentes personas. Pero originales y surrealistas también como la historia de un niño hinchable o la reinterpretación del famoso cuento de Kafka como es Oirás cantar a la langosta. Y otra brillantez como es Hijos de Abraham, con dos niños y un padre obsesionado con que los vampiros existen. Otra historia digna de film. Cuentos sobrenaturales, una “carrera final” muy interesante, la peculiaridad del último aliento de los que mueren, amores perdidos, fantasmas de árboles, la maldad que todo ser humano lleva dentro sacada a flote, amantes reencontrados en el rodaje de una peli de zombies de Romero, gente que huye de los palos de la baraja o un niño autista con un don sorprendente…

Puede ser la antología de autor más recomendable de los últimos diez años. Y de Terror. Y disponible en español. Que no es decir poco.

Reseña: Una Nevera llena de Cabezas, de Rio Youers, Tom Fowler y Bill Crabtree

Un Cesto lleno de Cabezas (https://www.cronicasliterarias.es/?p=4116) fue un pelotazo de cómic que trajo ECC Ediciones. Muchos de los que andáis por aquí lo sabéis. Aunque lo que quizás no sabíais es que aquella macabra historia tenía una secuela y que de pronto ya está aquí en librerías. Al menos, a mí me cogió por sorpresa. Nunca esperas que una historia tan bien cerrada tenga continuación. Al menos, no tan pronto. La Hill House Comics de Joe Hill ha estado de parón pero parece volver con más fuerza. Una Nevera llena de Cabezas es el ejemplo. La impresión comenzó en 2019, y en la nueva serie, uno debería esperar algunos vínculos con Un Cesto lleno de Cabezas, pero la serie está escrita por Rio Youers con dibujos de Tom Fowler y presenta algunas diferencias, principalmente, objetos malditos así como otros puntos sospechosos a tener en cuenta en esa pequeña ciudad de Maine donde se desató el horror tiempo atrás. Una trama de Terror digna de ser llevada al cine por partes al estilo Scream.

Lo que está claro es que si disfrutasteis tanto o más que yo del cómic de Joe Hill, está casi garantizado que os gustará este nuevo volumen que recopila los seis números de la miniserie coordinada por el afamado escritor hijo del maestro Stephen King. Pero que ahora llevan otros autores. Edición que además se acompaña de varias páginas de bocetos y diseños. ¿La trama? Presenta un giro similar de los acontecimientos, así como ese inspirador ambiente de Nueva Inglaterra que es inconfundible. Como se puede leer en la sinopsis, algunos matones buscan un objeto mágico que eventualmente desaparece. Pero nos vamos a 1984, Brody Island (Maine), donde una pareja está de vacaciones en verano. Y aquí Youers (el guionista) hace un gran trabajo desde el principio, con una buena actuación de Fowler (el dibujante) para dar a los lectores una sensación realista de los personajes que se ven y actúan como deberían actuar en tales circunstancias. El Terror si no es realista sufre de humor. Y desde la intensa apertura de vida o muerte hasta la pareja casual explorando su nueva cabaña, aquí hay Terror. Hay un nivel de realismo que realza el peligro cuando asoma la cabeza. Lo que quiero decir es que casi con nada estás inmerso en la historia al igual que cualquier inicio de peli de Terror de éxito ochentera (Viernes 13, Halloween, Pesadilla en Elm Street…). Ver dientes salir volando de la cabeza de alguien siempre es desconcertante.

Y tienes esa incertidumbre bien labrada de que hay algunas coincidencias afortunadas que mueven las cosas, pero qué historia del mejor género del mundo no las tiene. Y entonces un elemento clave del problema es un personaje que actúa de manera demasiado descuidada en una ciudad con la que no está familiarizado. Conduce a una secuencia de persecución vertiginosa bien coreografiada por Fowler llena de árboles de aspecto espeluznante al más puro estilo Evil Dead (Posesión Infernal). Y mezcla más ochenteo. Si amas Tiburón probablemente adorarás lo que Fowler cocina visualmente aquí.

No diré más para evitar spoilers, pero si pudieran introducir efectos de sonido en este cómic ya sería la leche. La leche del susto. El caos de los ataques, la desastrosa pareja, uno/a puede adivinar cómo usarán al amigo en función de su interés. Y el momento final es bastante genial dados los efectos de horror que rodean a este pareja de insensatos en todo momento. Bill Crabtree colorea la historia, quien le da al libro un sólido sentido de realismo. Más aún. Las opciones de color están fundamentadas para que cuando aparezcan elementos sobrenaturales, o esos efectos de sonido de los que estaba hablando, realmente resalten. Además de que las letras AndWorld Design siempre son buenas para un fuerte énfasis según sea necesario.

Una Nevera llena de Cabezas se disfruta mucho a solas, en un lugar apartado de la civilización, en una noche de Halloween o en cualquier momento que tengas si eres un amante del género de Terror y te gusta pasarlo mal/bien.

Reseña: Cosmoknights, de Hannah Templer

Un cómic brillante como conjunción de historias. ¡Aplasta el patriarcado! Este alegato puede sonar como una forma militantemente agresiva a la hora de empezar la reseña de un cómic que aunque se publicará por partes, podría formar perfectamente una buena y gorda a la vez que interesante novela gráfica. Pero a decir verdad, dicha máxima no es otra cosa que el resumen perfecto de Cosmoknights, de Hannah Templer, una historia sobre mujeres que recorren la galaxia buscando conseguir derrotar un sistema feudalesco que a pesar de todo su carácter futurista y atavíos, está impregnado de misoginia como nuestra querida historia europea del siglo XIV.

En una galaxia donde la humanidad se ha extendido a innumerables mundos, toda la progresión social de los siglos XX y XXI parece haberse desvanecido en el aire, y así, mientras hay cohetes, computadoras avanzadas y la capacidad de hacer casi cualquier cosa en formas que parecen tan avanzadas para los simples mortales, también hay un sistema realista arraigado que esencialmente coloca al 1% en un lugar intocable lejos del pedestal que razonablemente podrías pensar que dejó de existir cuando la gente abandonó la Tierra y partió hacia las estrellas. Pero por desgracia no es así. Y mis idealistas y personajes favoritas desde ya en el mundo de Cosmoknights, son princesas echadas pa´lante, pelean en cada planeta, recordad, no estáis o deberíais estar en un mundo establecido para sufrir. ¡Solo se vive una vez!. Ningún valor o posición y, sobre todo, ninguna familia real debe oprimiros. Menudo alegato hace Hannah Templer en este cómic publicado por Editorial Astronave. Y es que aparte de grandes torneos, compañeras de vida, amor e intento de destrucción del patriarcado, Cass y Bee, están tan furiosas que se han propuesto destrozar este sistema enloquecedoramente misógino que les rodea. En el planeta Viridian, se encuentran con serios problemas, cuya resolución los pone en contacto con Pan, un mecánico del taller del padre de una de ellas que anhela involucrarse en algo más grande y mejor que el universo en el que viven. Y ahí se lía.

Si todo esto suena súper serio, en muchos sentidos lo es. Es un cómic que gracias a la escritura vívida y chispeante de Hannah Templer, se pone serio aunque en realidad estás degustando una trama muy digerible con salseo de space-opera conseguido. Templer es una dibujante y diseñadora gráfica súper interesante además de considerarse queer. También es una artista que ha trabajado en IDW Publishing y Netflix y en proyectos muy reconocidos como colorista y diseñadora de portadas e interiores. Y tiene el genial «defecto» de promocionar su amor por el rol y los juegos de mesa. Algo con lo que sabéis que me identifico bastante. Es una polifriki como yo.

Como os decía al principio, Cosmoknights es un cómic genial en lo que respecta a la construcción de ideales y mundos. Obra divertida y con reparos. Pensad en ella como una cucharada de azúcar antes de que la medicina se acerque. Cass y Bee, eternas.

Reseña: Muertos de Segunda, de Christopher Buehlman

Hermida Editores es esa editorial donde se están rescatando libros interesantes de CF y Terror. Aunque no anunciados a bombo y platillo. Pero hacen bien, porque ya sabemos lo que hay con los tres grandes géneros del fantástico y esas despectivas críticas que tenemos que aguantar de vez en cuando aunque en el formato cine y series de TV les callemos la boca a cada momento…, porque tienen que recurrir a nosotros por falta de ideas. ¡Sin nosotros no son nadie! Después de este alegato defensor, alegar, valga la redundancia, que menudo libro, novela de vampiritos chula que acaba de publicar la editorial. La chulada Muertos de Segunda (The Lesser Dead), de Christopher Buehlman, es esa novela que tan buenas críticas tuvo en USA y que ganó el Premio a la Mejor Novela de Terror del año 2015 de la American Library Association, que no es decir poco. Imaginaos gente como nosotros, amantes de este género, opinando y votando.

Muertos de Segunda nos lleva a mi tierra. Nueva York en 1978. Donde Joseph Hiram Peacock (Joey para los amigos) lleva siendo adolescente durante décadas. Está disfrutando de su vida vampírica y pasa el rato en la famosa Studio 54, mirando la televisión y viviendo en una comunidad de vampiros escondida de la sociedad. Sí, es un buen momento para ser no-muerto. Al menos, lo era hasta que comenzaron a aparecer cuerpos y cuerpos a diestro y siniestro. Y un grupo de niños vampiros en los alrededores. Sin embargo, estos niños no actúan como ningún vampiro que Joey haya visto. Necesitan alimentarse con demasiada frecuencia, carecen de autocontrol y son rápidos. Muy rápidos. ¿Es esta una nueva variedad de vampirismo? ¿Van a provocar que todo se vaya a la mierda? ¿Es un efecto secundario que solo sufren los pequeños monstruitos esos? Vamos a decir que no. No por nada. Parece algo mucho peor…

Libro divertido y aterrador como pocos. Odio usar esa palabra en una reseña porque es muy fácil descartarla desde un punto de vista literario. ¿Divertido? Mmmmm… Bueno friends, mientras que un vampiro es una metáfora maravillosa del ser humano, a veces un vampiro es solo un vampiro y una historia puede ser divertida por el hecho de ser divertida si lector que ama un buen libro de Terror sonríe de escena en escena. Sí, creo que no pensaréis que estoy loco si os confieso que me vi sonriendo en varias escenas de El misterio de Salem´s Lot. Eso si. Era una sonrisa de gusto, de amar lo que estaba leyendo. De que me pareciese casi un milagro que una historia ficticia enganchara tanto. Pues con Muertos de Segunda también sonreí. Y eso no quiere decir que sea una historia perfecta. De ninguna manera. Tengo dos quejas bastante importantes que impidieron que recibiera el tratamiento de cinco estrellas. Primero, hay demasiados personajes y pocos de ellos están realmente desarrollados. Desaprovechado su potencial. Los personajes van y vienen, se descartan muchos nombres, se establecen tramas paralelas con los personajes y luego pasamos cien páginas sin verlos solo para que los maten o los descarten de alguna manera. Eso me mató, nunca mejor dicho. Frustrante, sobre todo, porque encuentras algunos realmente potentes. No obstante, la excusa por la que no me frustro al cien por cien, es porque si lo estoy comparando con el libro de Stephen King, aquel tenía bastantes más páginas.

En segundo lugar, la elección de los estilos narrativos. Joey como narrador me frustra muchísimo. El flujo narrativo es irregular y se interrumpe constantemente durante aproximadamente la primera parte del libro. Por eso si os cuesta al principio, mi consejo es no abandonar por lo que más queráis. Haced un esfuerzo y no os perderéis una genial novela de vampiros. Una novela que devuelve al vampiro a sus oscuros y aterradores orígenes.

Amo el Terror en todas sus formas y aunque los vampiros que me molan son los más clásicos, los más cercanos a las leyendas de los países del Este (strigois, vurdalaks… y aberraciones así), tengo que confesar que hay algo muy interesante y “puro” en esos vampiros ochenteros que salieron en novelas y pelis con los que me crié. Lost Boys, El Misterio de Salem´s Lot…, aquella peli de una familia que iba en una caravana… Está claro que los vampiros, si bien no son un monstruo particularmente aterrador a día de hoy, pueden ser una gran metáfora, de ellos parten historias interesantes y la atmósfera de tales historias suele ser encantadora en una noche oscura y lluviosa donde todo apunta a disfrutar de una buena lectura. Por eso siempre digo que debéis recurrir a los clásicos. O a novelas que recuerden a ellos muy mucho como le pasa a Muertos de Segunda.

Parece que Christopher Buehlman entiende de esto. Y se puede comprobar gracias a la genial traducción de Óscar Mariscal.

Reseña: Light Chaser, de Peter F. Hamilton y Gareth L. Powell

Encontrar luz nueva en la Ciencia Ficción. Si ya cuesta encontrar cositas nuevas del género por estos lares, imaginaos si aparece algo tan bueno como lo que os reseño hoy. Light Chaser es de esas historias que parecen hechas para fans del género de toda la vida. Para los que aman las historias que les permiten mirar a las estrellas e imaginar un futuro infinito y para los que quieren lo bueno y condensado, lo mejor, en un formato que se devore en nada. Como se hacían las buenas historias de antes. En especial, en tierras estadounidenses en la denominada Edad de Oro de la Ciencia Ficción. Y si no, solo tenéis que comprobar que muchas de las mejores historias que han trascendido como novelas o films provienen de novelas cortas y relatos. Lo bueno, si es breve…, ya sabéis. Y dos buenos autores juntándose para la ocasión. Pues Peter F. Hamilton y Gareth L. Powell se unen en esta novela explosiva y llena de acción sobre un amor que trasciende vidas y es lo suficientemente poderoso como para poder destruir un imperio.

Donde Amahle es un viajera interestelar que navega por el universo sin otra compañía que la IA de su nave. Conocida en todo el universo por ser una Light Chaser, su ruta la lleva a mundos a lo largo de El Dominio, donde recopila recuerdos a cambio de varios bienes. Pero cuando descubre recuerdos de diferentes vidas y diferentes mundos que están destinados a ella, que parecen ser de la misma persona, comienza a cuestionarse toda su existencia. Cada recuerdo desbloquea los propios recuerdos de Amahle y revela lentamente a un enemigo escurridizo con un plan aterrador. Amahle se da cuenta entonces, de que es la única que puede hacer algo para detenerlo. Pero costará todo y más.

Una novela corta que goza de un impacto increíble. En poco más de ciento cincuenta páginas la historia se vuelve épica y expansiva, llevándonos a través de mundos y vidas en rápida sucesión. Y en lugar de sentirse una trama apresurada o carente de fondo, la prosa es nítida, esculpiendo exactamente lo que necesitamos saber para entender el mundo y la tecnología mientras nos impulsa hacia adelante. Nos lanzamos a la historia con un comienzo que sirve tanto para desorientarnos como para informarnos. Lo cual tiene sentido ya que la misma Amahle no está segura de quién es, o más bien, de quién era. Gracias a la modificación genética, vive más que la mayoría de los humanos, y dado que viaja a distancias increíbles a través de las galaxias, esa dilatación del tiempo es lo más parecido a lo que uno puede considerarse como inmortal. Más que eso, colecciona recuerdos, vive la vida de otras personas para preservar la continuidad de la realidad y mantener estable en el universo «real». Y hay demasiados recuerdos para almacenar. Eso sin contar que con cada vida que experimenta a través de esos collares de memoria, pierde partes de sí misma. Hasta que da con uno cuyos recuerdos la invita a saber más sobre sí misma.

Lo que decía. Light Chaser es una ópera espacial épica, que abarca galaxias y una historia a la vieja usanza. Que pese a tener dos autores ingleses, recuerda muy mucho a las magníficas historias que uno podría encontrar en Lo Mejor de los Premios Hugo o Nebula. ¿Es una historia que podría haberse ampliado fácilmente? Por supuesto. Os lo decía antes. A cantidad de historias buenísimas de CF las llenaron de paja tras una primera publicación corta por la genial idea de un editor que sabe que se gana más pasta a cuanto más palabras y páginas. El primero ejemplo que se me viene a la mente es El Juego de Ender, de Orson Scott Card. Pero hay cientos. ¿De momento no se ha ampliado Light Chaser? Pues tenéis la ocasión, ahora que Red Key Books la ha publicado en nuestro idioma, de leer una magnífica historia en su pura esencia. La narración destilada que ayuda al lector a concentrarse solo en lo mejor. La historia pura y dura. Caviar del bueno.

Reseña: ¡Shazam! Y las Siete Tierras Mágicas, de Geoff Johns y VVAA

Cuando la esencia es buena, todo lo que surge alrededor, cuando comienza a tomar forma, se convierte en algo chulo también. Casi con muy poco. Y la prueba de todo esto, podría ser un referente como es el personaje, cabecera y serie de ¡Shazam! Un superhéroe que cae bien, que siempre fue súper dirigido para peques y mayores (más pruebas que un niño que se convierte en Superman gritando una palabra no hay, ¿no?) y porque en realidad, incluso la base de la historia y de su origen (superhéroe+magia) es original y diferente a todo lo que se suele ver en el mundo del pijameo. Como resultado, pelis que son puro entretenimiento familiar.

¡Shazam! Y las Siete Tierras Mágicas es el último tomo publicado del personaje que he disfrutado. Un arco largo, una mini-colección con enjundia; el título lleva el nombre del arco pero originalmente estos números corresponden a la nueva colección del #1 al #14 de los que se encargó el gran Geoff Johns donde retoma las aventuras de Billy, Mary, Freddy y sus amigos en compañía de grandes ilustradores del momento como son Dale Eaglesham, Scott Kolins y otros tantos dibujantes que no lo hacen nada mal. ¡Shazam! Y las Siete Tierras Mágicas es una epopeya en trece grapas con un número #14 totalmente dedicado a la resolución final. Por tanto, esta historia al completo, se tardó trece meses en poder leerse por primera vez. Y eso es mucho tiempo. Y es un punto importante para criticar esta aventura ya que (siempre lo digo) no es lo mismo como yo la he disfrutado a como lo hicieron muchos en formato grapa. Dejando eso de lado, ¿qué marcas deja esta historia?

El momento inicial de la serie fue poco antes del lanzamiento de la película principal del mismo nombre y hubo un esfuerzo obvio por conseguir que Billy Batson y el resto de la Shazam! Family se alineara con la versión cinematográfica. Hasta cierto punto, esto tiene mucho sentido dada la participación de Johns en el tema película también. Por eso, la historia funciona y mola si tienes en mente el primer film. A eso sumad que la introducción de las Siete Tierras Mágicas amplía la mitología de la franquicia de personajes de una manera muy interesante y productiva, y más aún de una manera que podría prestarse para una adaptación cinematográfica en el futuro (como ha ocurrido con la peli que se viene en cines). Entonces, para volver a la pregunta anterior, ¿qué marca deja esto? Pues, por ejemplo, Superboy Prime vuelve a la rotación después de haber sido liberado y entregado a la Liga de la Justicia. Espero que ese sea un detalle que, como tantos trabajos de Johns en estos días, no aparecerá en otros guiones. El Johnsverse parece una continuidad en sí mismo que nadie más puede/quiere tocar y eso es problemático cuando se trata de las historias y personajes más grandes de la DCU. Y dejadme deciros que la página final que representa al Séptimo Campeón (no lo estropearé mucho más, así que tendréis que leer el tomo) parece construir una arruga interesante en el tiempo que podría ser divertida si esta serie sobrevive más allá de la tala que DC hace con sus títulos cuando nadie se lo espera.

Esta serie (o nuevo volumen del personaje, se podría decir) fue interrumpida por un arco que tardó casi dos años en terminarse y las conclusiones finales fue que después aparecieron miniseries de seis numeritos y de arcos cerrados que a mi modo de ver es mejor para el lector. Compras, lees y te metes entre pecho y espalda, toda la historia de un tirón, o cuando a ti te apetezca. Nada de dejar cosas a medias o que se espacien en el tiempo tanto que se pierda el interés. Así que me gusta el formato, lo que ECC Ediciones trae, porque, por supuesto, todas esas miniseries ya las tiene la editorial en su catálogo y disponibles. Y haciendo concursos en la red en los que te puedes llevar todo el pack (incluido este tomo que reseño).

En el tema dibujo, hay una serie de puntos a lo largo del arco donde se siente como Johns simplemente recluta a varios artistas especialistas en representar lo que sucede en cada instante de la trama. A veces, ese puro escapismo es un placer en sí mismo. Scott Kolins hace la mayor parte del trabajo, y con la excepción del epílogo de Flash War, diría que es lo mejor que he visto hacer. Pocas cosas disfruto más que ver a un artista seguir creciendo con el tiempo.

¡Shazam! está de vuelta. Me gusta la idea de un ¡Shazam! siendo reiniciado. Lo conocía de antes y lo disfruto más ahora. Las Siete Tierras Mágicas es una epopeya que tiene bastante potencial. Se disfruta, dando igual el nivel de conocimiento que tengas sobre el personaje.

Reseña: Silencio, de Didier Comès

Juzgo un cómic súper bien si es de culto y además logra hacerme viajar mientras estoy tirado en mi sofá de lectura. Y Silencio consiguió esto maravillosamente. Porque Silencio es un hombre un poco limitado. Lo que llamamos alguien “lento” que ha sido esclavizado por el hombre más influyente del pueblo, que además es auténtica escoria. Seguimos la historia a través de los pensamientos de Silencio, quien, se me olvidó decirlo, para colmo de males es mudo.

Silencio fue una de las primeras creaciones de Comès que Ponent Mon ha decidido poner de nuevo en la palestra. Esta chulada en librerías es algo que algunos no esperábamos ver. Un álbum donde el autor logra abordar todos los temas y pensamientos que le son requeridos de una manera singular e inteligible. Inteligible sí, pero no simple. Oníricos, tal vez. Uno puede encontrar una profunda reflexión detrás de esta historia. Silencio no es otra cosa que un clásico que os incito a leer para que tengáis una buena opinión si alguna vez tenéis que debatir «el tema». A mi modo de ver, el enorme punto fuerte de este álbum es hacernos seguir la historia a través de los ojos de un señor simplón, inocente y sinceramente simpático. Aparte de Forrest Gump, esta es la primera vez que un protagonista así, logra ponerme en vilo e incluso emocionarme. Alguna que otra vez he leído viñetaje sobre “idiotas” pero es que aquí te vas dando cuenta que estamos muy lejos de término.

Otro punto positivo es la originalidad de la historia. Cuando has leído cientos, incluso miles de historias diferentes, se vuelve cada vez más difícil encontrar una historia que logre sorprenderte. En Silencio cada uno de los capítulos, sorprenden. Nunca logré adivinar adónde me quería llevar el autor. Y aún en blanco y negro me asombró todo: el diseño, la atmósfera atemporal, el misterio de los orígenes, un escenario que se podría ubicar en Las Ardenas… La intriga, la profundidad de los personajes, la empatía pura que esplende Silencio, eso sin contar el disgusto que tenemos muchos por esa parte de la Humanidad que quiere establecer su dominación de forma egoísta, injusta y cruel sobre el más débil. Porque Silencio es lo opuesto a los protagonistas habituales de una tira cómica. Efectivamente, no es inteligente, y es manipulado por otros personajes que abusan de su bondad. A pesar de todo, destila carisma y una fuerte presencia cuando entra en escena. Y entonces nos sumergimos por completo en la vida de Beausonge, un pueblo rural con una atmósfera poética e inquietante al mismo tiempo que seguimos a Silencio en su vida diaria hasta que el destino le acaba revelando un misterioso pasado, lo que lleva a un drástico cambio de vida. El dibujo en blanco y negro es soberbio y todos los personajes tienen «rostros». Abel Mauvy es la viva imagen de la angustia con su mirada sádica. La bruja es misteriosa y sensual al mismo tiempo. Blancanieves es una enana de aspecto travieso. Aun rio por haber llamado Blancanieves a una persona bajita…

Los rasgos de los personajes reflejan muy bien sus emociones y personalidad. Rápidamente, nos identificamos u odiamos a los protagonistas, las viñetas (algunas) son terriblemente expresivas. Silencio es un trabajo hermoso y cautivador. Y tiene la maestría de hacer interesante un cómic con un personaje mudo.

Reseña: Cuaderno de Ideas, de H.P. Lovecraft

Al igual que otros muchos escritores entre los que me incluyo, durante su vida, el maestro del terror cósmico H.P. Lovecraft tuvo cuadernos donde apuntó ideas, conceptos, alumbramientos de las musas y otros elementos que en algún momento de su vida le sobrevinieron. Palabras, frases y párrafos de los que partirían nuevos relatos, novelas cortas o libros. Llamó a esto su «libro común”. Bien. En 1938, justo después de la muerte del maestro de Providence, su amigo y albacea literario, Robert H. Barlow, imprimió este cuaderno de apuntes en una edición de tan sólo 75 copias; cosa que se convirtió en objeto muy valioso para los fans a la vez que obrita curiosa a reivindicar tras el alcance de los escritos de Lovecraft. Gracias a Editorial Periférica, una nueva edición del Commonplace Book, ya se puede disfrutar por estos lares y en nuestro idioma.

Un librito ligero de leer pero que inspira lo más grande a cualquiera que sienta el deseo de escribir, que tenga el don del que tanto habla Stephen King, o que tan siquiera disfrute navegando entre la mente de un autor que hizo historia casi sin saberlo.

Un cuaderno que se convirtió en libro publicado extraído a partir de fotografías de alta resolución que se consiguieron sacar de la Library of Congress, y del que se creó una réplica tipográfica para la edición de 1938 que antes mencionaba. Y en el que para hacerlo aún más entretenido, se incluyeron algunas palabras que escribió Lovecraft después de entregar su manuscrito a Barlow y que no se incluyeron en su primera edición.

H.P. Lovecraft escribió resúmenes de tramas para más de cincuenta historias clásicas de terror que se omitieron de manera similar y se reproducen aquí por primera vez. Es casi un juego ponerse a relacionar de que apunte o idea partió tal y cual relato.

Indispensable para fans del maestro y para todo aspirante a escritor.