Reseña: El Asesino (Integral 1) , de Matz y Luc Jacamon

En cómic europeo, los que somos fans de toda la vida y hemos podido devorar títulos bien sea por poder acceder a estos chulos álbumes por “herencia” porque seamos sinceros, no es el tipo de vicio más barato dentro del noveno arte… Los que leemos desde siempre, estamos súper encantados con esta maravillosa época de las integrales. Se entiende que ya tenemos una edad, que nuestro tiempo es limitado pero que conseguimos encontrar huequecillos y el dinero no tiene porque ser un problema. Es por eso que los integrales nos hacen más bien que mal. Poder leer obras que ansiamos leer y tener, y la disposición de tener en un sólo volumen varios álbumes, gusta. Nos pone. Y gracias a las editoriales que tenemos en nuestro país pues van llegando cositas que molan cantidad. Este pensamiento ha vuelto a mí mientras devoraba el primer volumen integral de El Asesino que recién publica Norma Editorial. Cómic que a poco que busquéis referencias lo vais a ver valorado de notable como mínimo. Y no me extraña porque es rápido, directo y endiabladamente efectivo. Devoré los álbumes uno tras otro. Esta es la típica serie que no esperas y que terminas adorando a las pocas páginas. Diciéndote, por cosas así, merece leer buen cómic europeo.

En El Asesino tuve la impresión de encontrar a un pariente de León, el famoso asesino a sueldo de Luc Besson. Porque para este señor al que se le puede llamar simplemente Asesino, su trabajo es como cualquier otro, incluso si la hemoglobina está presente a menudo. Está solo y sin amigos, como muchos seres humanos acaban sus últimos días. Es sólo el dinero lo que le interesa porque tampoco es tan viejo como para no necesitarlo. Nuestro héroe (porque para mí lo es después de la lectura) es un tío frío pero entrañable al final. No hasta el punto de encontrarlo simpático pero esa, my friends, es la ambivalencia de esta serie. Y todo se va al traste porque aunque siempre cumplió contratos sin dejar huella, un nuevo encargo le compromete y le obligará a salir a la luz.

El primer álbum es, con diferencia, el mejor escrito y el mejor de la serie. Es como esas pocas series de TV que les sale un primer capítulo redondo, vendible al productor más crítico y más odioso, pero en este caso, todo lo que sigue no anda muy lejos del nivel. En particular, la atmósfera que se genera con este personaje esperando y pensando en su apartamento, nos permite conocer su visión del mundo. Y es que uno/a casi podría pensar que el primer volumen es suficiente en sí mismo, todo está ahí, los demás álbumes (aunque no todos porque este sólo es el primer integral) agregan ideas y profundización del personaje. Y eso completa bastante. Matz logra así sacar de la banalidad lo ordinario de sus relatos. El cinismo, las reflexiones de este asesino amoral, desilusionado y anónimo (que sería casi un hombre corriente, si no fuera por su «sucio» trabajo) hacen que se incline hacia ciertos personajes del thriller de Manchette. También hay que decir que el dibujo de Jacamon tiene mucho que ver con la fluidez de la lectura, en un estilo semirrealista eficaz, dinámico y de trazo agradable a los ojos.

Hay que decir que el tono adoptado (falsamente despreocupado, casual), la narración (la mayoría de las veces los textos en off están formados por estados de ánimo, reflexiones de nuestro héroe-asesino, siendo estos comentarios mucho más numerosos que los diálogos), mas, todo contribuye a desarrollar una atmósfera asombrosamente tranquila, equilibrada y “clara”, aunque el tema se presta más a la oscuridad y al ritmo entrecortado.

El Asesino es otra gran serie que no había leído y de la que quiero más. Me encanta como los autores ofrecen el retrato de un asesino solitario, cínico, frío, metódico y sin escrúpulos que da escalofríos porque el relato de sus hazañas mortuorias se vuelve fascinante a medida que pasan las páginas. Y con secuelas de guion más orientado hacia una geopolítica invasiva, entre ricos, cubanos, venezolanos y toda una operación de manipulación. Esta serie es una joya. Sin tiempo muerto. Hay ritmo. Hay tantos giros y vueltas que no puedes dejar de leer. Los flashbacks son numerosos pero esto no rompe el ritmo de lectura. Solo un breve descanso para recuperar el aliento…

Estoy seguro de que sois todos iguales. Cuando estáis en una librería o librería especializada buscando carnaza, estáis buscando un álbum que guíe vuestros sentidos y buscáis la perla de vuestra vida en formato viñeta. Ese tomo que después de gastar los billets quedes contento. Pero hay algo mejor que rebuscar o curiosear desde cero. Tenéis los consejos de un profesional o amigo compartidor de gustos que en mi caso es mi tito americano del que ya os he hablado. El mismo que me dijo: Sí ha salido en castellano, ve a pillarlo sí o sí. Un brillante thriller del que Netflix prepara una adaptación cinematográfica para ya.

Reseña: On Mars (Integral), de Sylvain Runberg y Grun

Es inocente el amante de la ciencia ficción que con tan solo ver una buena portada, no atribuye ya un porcentaje alto de calidad a una obra. Y puede sonar pretencioso, pero algunos de vosotros sabréis que esto es muy cierto. Las portadas, en especial, de este género, no son otra cosa que un cebo para nosotros. Y On Mars vale lo que vale y demuestra lo que vale a pocas páginas de ponerte a leer. Eso sin contar que los que somos amantes de historietas de acción en Marte desde que nos impactara en nuestra infancia el film inolvidable Desafío Total; los que no mucho después corrimos a leer más obras de Philip K. Dick; seguro-seguro-seguro vais a disfrutar de la agente de policía Jasmine Stenford.

Estoy escribiendo esta reseña teniendo recién leído los tres volúmenes que comprende esta serie publicada por Yermo Ediciones en un portentoso integral y en tapa dura como nos tiene acostumbrados. Lo que la he disfrutado, dios. Los temas son ciertamente clásicos: colonización de Marte, diferentes facciones en luchas despiadadas, sucios y corruptos políticos, fanáticos religiosos…, los personajes «duros» son un poco cliché y, en general, la historia se centra principalmente en la acción – cosa que agradezco ya que tengo mucha “marcianada” leída-, pero ahora que carburo un poco, que tomo un par de sorbos más de té chai y miró a mi alrededor, creo que la virtud de esta obra es que me haya tragado los tres volúmenes de un tirón.

Sylvain Runberg domina su guión, y lo concluye de manera formidable. No da traspiés al cerrarlo, algo que sinceramente suele pasar mucho con esta temática futurista. De hecho, ahora que pienso otra vez en él, me gustó mucho el final… pero no diré más para no crear expectativas muy altas. Pero sí que haré mención al dibujo de Grun (también conocido como Ludovic Dubois) que está absolutamente magnífico. El trabajo con los personajes y sus atuendos es realmente impresionante y detallado. Y las vistas marcianas también son muy hermosas, y resaltadas por colores rojizos del efecto más hermoso que uno pueda imaginar en dicho planeta. Y los vehículos o drones están muy bien representados. Los tres álbumes terminan con soberbios cuadernos de bocetos y estos últimos también enriquecen el trasfondo de la historia de un universo carcelario de proporciones finalmente reducidas.

Y básicamente tenemos rivalidades, sobre todo, entre presos, luego entre bandas, e integramos una banda que es un poco más potente que los demás. Es más, la idea de enviar presos de derecho consuetudinario a cumplir su condena en la colonia para construir y prepararse para la llegada de colonos libres, es bastante buena. Al fin y al cabo, así se construyeron en gran medida las colonias de Australia o Nueva Caledonia. Me encantó como se consigue la credibilidad de esta colonización forzada, lo que me lleva a pensar que con un par de viñetas se determina muy bien que es necesario motivar a los condenados a construir su propio futuro o el de sus hijos en lugar de aplastarlos psicológicamente.

Yo que le doy mil vueltas a la historias y esto provoca que a veces no las disfrute, me pregunté varias veces cuál era el sentido de situar esta historia en Marte. Y no encontré ninguno. Creo que funcionaría en cualquier colonia espacial que se pudiera conseguir. Pero quizás Marte siempre está de moda, estamos cerquita ya de llegar como colonos y bueno, molar, mola.

Una historia clásica pero efectiva. Una historia moderna fácilmente situable dentro de la ciencia ficción clásica. La mejor.

Reseña: RIO, de Louise Garcia y Corentin Rouge

RIO me pareció una libre versión de Mon Bel Oranger, aquella novela de José Mauro de Vasconcelos publicada en 1968 y de éxito internacional (título original: Meu Pé de Laranja Lima) que fue traducida a cantidad de idiomas y que se vendieron tres millones de copias sólo en Francia. También es cierto lo que se dice en la sinopsis editorial (Si Ciudad de Dios fuese un cómic… se llamaría RIO) porque tiene todos los componentes e ingredientes que hicieron grande a aquella gran película. De hecho, de ese guión si que pudiera ser una segunda parte si contamos que se hablan de otros personajes o habitantes de la zona…

No sé si sabéis de lo que os hablo. Es el tipo de historia que trata la miseria en las vidas de ciertos adolescentes en zonas marginales, el tipo de libro sobre la miseria que te hacen leer en la universidad para darnos cuenta de lo afortunados que somos de estar donde estamos. Pero eso claro, para el que no haya vivido en un barrio marginal y no sepa lo que es, y así se asuste un poco. Lo que ocurres es, que en este caso, este que os escribe sí que sabe lo que es eso. Y puedo decir que vi, entre otras muchas cosas en niñez, como un barrio, un nuevo barrio obrero que se suele decir, el cómo se convertía de la noche a la mañana en lo peor de lo peor para vivir. Cada día un acontecimiento de los que se graban en la retina. O mínimo uno a la semana par ser sinceros. Un barrio que se convierte en marguinal por una serie de elemental que se vienen a vivir al sitio, grandes pisos que ellos mismos dicen que solo los quieren para dormir o guardar droga. Fin. Y en ocasiones ni siquiera para dormir. Aunque sí animales de granja…

Pero RIO va más allá y trata lo peor del ser humano. Y en RIO seguimos la vida de dos pequeños que pierden a su madre y deambulan por Río con la esperanza de algún día vivir con dignidad. No es del todo nueva esta pesadumbre. También presenta otros elementos como esos estadounidenses ricos que vienen a vivir en edificios de lujo cercanos para trabajar en ONGs y “apiadarse” de lo mal que lo pasan los niños allí en el barrio de al lado. ¡Pobrecitos! Pero bueno, cuando acabe mi trabajo yo me marcho a mi barrio donde se vive con normalidad, ¿no? No obstante, lo que ocurre es, que en RIO,  se va más allá… Mujeres que se dedican a sacrificios satanistas a la luz de las velas, monjas desilusionadas que cuidan niños hambrientos de venganza, policías corruptos… Es un cómic que muestra violencia, la violencia natural de la que es capaz el ser humano. Violencia que juega con las cuerdas habituales del coraje, dilemas entre la lealtad a la cultura y la voluntad de salir de ella. El lazo fraternal que quizás haya que cortar.

Norma Editorial trae esta obra recopilada en un sólo integral. Uno en tapa dura…, de los dignos tomos a los que nos tiene acostumbrados. Y la verdad es que la historia empieza bastante floja. O quizás sea yo que ya he leído bastantes historias que tratan este tema. Pero poco a poco fuí enganchándome pues la trama se desarrolla bien y el total enganche llega con un evento dramático al final del segundo álbum que para nada ves venir. El escenario entonces se abre y empieza a centrarse en las tramas a las que hace mención al principio y ya todo encaja. Corrupción del gobierno, la hipocresía de los organismos internacionales y norteamericanos, y cómo finalmente las pandillas de las favelas son una vía tan estrecha que es raro que los inmiscuidos salgan de ella. Pero el que sale… oh, con el que sale. Cínica solución. Puedes estar más pallá que pacá o ser el mejor, el más-mejor en lo que haces. Y eso lo he visto con mis propios ojos en el barrio que me crié de donde partieron grandes genios en el tema cultural. Y ese toque de originalidad que proviene de esa mezcla de vudú, satanismo y espiritismo que orbita alrededor del pasado del héroe y la muerte de su madre.

La guionista brasileña Louise Garcia y el dibujante francés Corentin Rouge (XIII Mystery) unen sus fuerzas en un drama hipnótico y trepidante dividido en cuatro partes donde los personajes son los verdaderos pilares de una historia difícil de olvidar.

Reseña: Abby & Walton, de Anäis Halard y Giorgia Casetti

Una cosa es segura. Deberían de empezar a llegar ya obritas de Anäis Halard a nuestro país. Para suerte nuestra, eso es lo que debe pensar también los responsable de Nuevo Nueve Ediciones porque ya tenemos una chulada de cómic como es Abby & Walton en librerías. No es otra cosa que una muestra perfecta de lo que esta autora es capaz de hacer juntando unas pocas ideas de literatura clásica.

La historia nos traslada a 1853, cuando Abby y su madre llevan demasiado tiempo viviendo en un viejo hotel encaramado en un acantilado de la costa inglesa. Mientras su madre está ocupada a diario bordando, Abby se aburre sobradamente y la poca gente que pasa por el lugar no ayuda. Salvo viejos señores engreídos, nunca tiene la oportunidad de conocer a jóvenes de buenas familias. Pero un día, tras dejarse caer cual manzana del árbol en un sillón del gran salón, ve un curioso medallón que adorna una estatuilla. Para evitar ser sorprendida por Nate, el sirviente, manipulando la joya, se la pone al cuello. Y no mucho después se le ofrece la puerta abierta de esa habitación a la que siempre tuvo la entrada prohibida. Una estancia que perteneció a Andhara, la hija del primer propietario del hotel. Pero esta joven murió de una enfermedad apenas un año después de la construcción del lugar. Desde entonces, su habitación ha permanecido como estaba y ahora Abby se muere de curiosidad…

Tras correr las cortinas, descubre un desorden polvoriento de elegantes trajes y sombreros y un retrato de un joven guapísimo de su edad. Tras hacer el tonto con el marco, hace una propuesta de matrimonio y besa el cuadro. En ese precioso momento el joven llamado Walton sale del lienzo y toma forma a su lado. Abby acaba de romper una maldición de confinamiento y ahora toca lidiar con lo que se le viene encima. Un joven que para nada es lo que representa.

Los viejos fantasmas de la Inglaterra victoriana son convocados por la guionista Anaïs Halard para esta dulce historia de comedia y terror, por ese orden. Aunque pueda parecer bastante juvenil, diría que es muy disfrutable por todas las edades. Trata el amor y la muerte, maldiciones que romper, coraje para superar los miedos internos, pero también poderes oscuros surgiendo para hacer daño a los vivos. Abby & Walton es un cómic donde la guionista puntúa idealmente una historia en sesenta y seis páginas y donde se encumbra con el dibujo súper expresivo, estilizado y riquísimo de Giorgia Casetti. El cual dicen muchos que es lo más sobresaliente del álbum. Interiores opulentos, hermosos atuendos, atmósferas típicas del decoro de Halloween o digna de los amantes del gótico… Todo acompañado con una coloración compuesta de tonos suaves que dignifican la historia ideando sensaciones muy próximas a los que aportan una peli de Pixar.

Y murciélagos y vampiros, un ataque de cocodrilos gigantes, ciempiés terroríficos, un acertijo fatal planteado por una estatua fúnebre y arañas jugando a la belote. Ah y un pretendiente pegajoso que no quiere entender que Abby no tiene ningún deseo de ser seguida por un fantasma a todas partes.

Un descubrimiento muy agradable, pero para nada sorpresa. Ya que como os decía al principio de la reseña, deberían llegar más obritas de Anäis Halard a nuestro país… YA.

Reseña: Hägar El Horrible (1973-1974), de Dik Browne

No es una broma. Otro tomo joyita, grandísima recuperación del cómic europeo es la que acaba de desembarcar en nuestro país con la publicación de Hägar El Horrible. Dolmen Editorial ha tenido la brillante idea, otra en el cúmulo de todos esos rescates de grandes cómics clásicos que está haciendo, de traer a tierras hispánicas las tiras de Hägar Dünor, que yo personalmente leí en las penúltimas páginas del periódico Ouest-France, en casa de mis abuelos cuando tenía poco más de diez años. Por lo que este rescate, que ya alabé en su día en RRSS cuando Dolmen lo anunció, me puso tierno como una magdalena…

Seguir las aventuras del terrible vikingo Hägar Dünor es verdaderamente emocionante. La vida de este valiente guerrero que solo teme a una cosa, a su esposa Helga (Hildegarde), se nos presenta en forma de tiras en blanco y negro en uno de estos tomos tan chulos que recopilan historias por años. Y lo que mola es que con esos dibujos que estás viendo con unos pocos trazos de lápiz, se crean personajes con carácter, escenarios, y como la nata blanca y fresca de un pastel de humor extravagante y situaciones perfectamente ambientadas en épocas vikingas. Y a mi adulta edad vislumbro aún mejor el verdadero maestro de la concisión que fue Dik Browne, para el que tenía ubicado como uno de los grandes de la BD y resulta que ahora que me documento para la reseña encuentro, para mi sorpresa, que Richard Arthur Allan Browne (1917-1989) fue un gran caricaturista sí, pero estadounidense y para colmo paisano neoyorquino. Y dibujante de mapas en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial donde en su tiempo libre creó el cómic Ginny Jeep, del que me hablaron muy bien, uno de esos cómics que aparecieron en los periódicos de las Fuerzas Armadas norteamericanas. Y con el paso de los años el éxito le llegó en 1954, cuando junto a Mort Walker co-creó la tira cómica Hi and Lois, un cómic sobre una familia de barrio obrero, tira cómica de éxito que desde 1954 a día de hoy se sigue publicando.

Pero a lo que voy es que os insto a leer rápidamente las aventuras de Hägar Dünor, su esposa Helga y sus hijos Hamlet e Ingrid, sin olvidar a su compañero de desgracias Fortunato. Este volumen es un bellísimo objeto editorial que se presenta con un retrato del autor y una ficha sobre la adaptación de su obra en Francia. Y es que como todo el mundo con el que alguna vez hablé de esta serie, me encantó volver a las aventuras de este vikingo de armas tomar. Sinceramente conecté aún más (con la edad que tengo ahora) con el humor de Dik Browne. Un autor que como os decía, con sus trazos hace fácil lo difícil. Y el detallito que recuerda a Robin Dubois con el tema de un protagonista que siente una poderosa atracción por las tabernas para huir de una mujer controladora…, friends, con eso, me partí el culo.

Esta tira utiliza hábilmente a los vikingos como personajes cómicos tras los que se vislumbra una sátira de nuestro tiempo y de la sociedad norteamericana de los años 70. Anacronismos, dentro de un decorado simplificado, con una gráfica muy despojada. Dick Browne, cuyo dibujo se acercaba al de Mort Walker, sabía plantar un sketch en tres trazos de lápiz. Y pocos saben darle importancia a eso fuera del mundo del noveno arte. Hägar es ese hombre gordo, barbudo, brusco, pendenciero y fiestero, presa de frecuentes meditaciones, un tipo de hombre en el que podemos convertirnos muchos a poco que nos descuidemos. Su formidable esposa Helga, con fuerte poder acaparador, no es otra cosa que un reflejo de muchas parejas en la que el comportamiento podría ser perfectamente lo contrario a lo que se propone. Sólo es una crítica a la vida en pareja más que al ser humano.

En 2023 cumplirá 50 años esta joyita. Aventuras que aseguran risas.

Reseña: Corto Maltés. Nocturno Berlinés, de Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero

Amo tanto el personaje de Corto Maltés…, las historias que he ido devorando gracias a estas reimpresiones y nuevas publicaciones de Norma Editoria…,; la atmósfera que las tramas de Corto y las sensaciones que son capaces de aportar estos cómics tanto del maestro Hugo Pratt como las que han sabido rescatar Juan Días Canales y Rubén Pellejero… Que no dejan de ser cómics que compraría una y otra vez o daría lo que fuera por sentir lo que se siente cuando se leen por primera vez.

Corto Maltés es de esos pocos cómics, que raro es el lector al que el protagonista no le cae bien. Tiene una personalidad, a veces, tan sosegada, que enerva a los malutos de forma maravillosa. Me gustaría ser así. Pero no puedo. Aunque lo intento. Y por eso me encanta. Pero…, ¿qué se le puede haber perdido a un marinero como Corto en la Berlín de 1924? Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero son los autores elegidos para seguir con las aventuras “propuestas” para este personaje eterno que hizo las delicias de los comiqueros de los 60, 70, 80, y que ahora a muchos nos está volviendo a enamorar. Nocturno Berlinés sería la cuarta entrega de este «rescate» lanzado por Norma Editorial, cuarto álbum donde los autores reconocen que se aleja del exotismo para dar pie a una aventura de puro género negro.

Una trama donde Corto se entera de la muerte de un viejo amigo y con el escritor y periodista Joseph Roth se adentra en una investigación para vengarlo. Tenemos cabarets, sociedades secretas y grupos paramilitares, a la vez que nos toparemos con personajes reales (las delicias de los cómics de Corto) como el escritor Gustav Meyricnk (autor austríaco conocido por la gloriosa novela de El Golem), la actriz Marlene Dietrich (actriz y cantante alemana considerada como uno de los más eminentes mitos del séptimo arte), Max Schmeling (boxeador alemán que fue campeón mundial de peso pesado entre 1930 y 1932, el único boxeador que ganó el campeonato mundial de peso pesado por una falta) o el presidente de la república Friedrich Ebert (político socialdemócrata alemán y primer presidente de la República de Weimar). Y un viaje a Praga donde nos encontraremos con Levi Columbia (un señor con una teoría que me encantó: «Existen dentro de todas las religiones del mundo una tradición esotérica universal»).

Nocturno Berlinés es guion de persecuciones, asesinatos inesperados y escenas donde se muestra muy bien la terrible enfermedad psicológica que parte de un ser humano en tensión. La historia sigue cronológicamente a Las Helvéticas (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/corto-maltes-2/corto-maltes-nueva-etapa-edicion-blanco-y-negro/corto-maltes-las-helveticas-ed-blanco-y-negro), donde Corto parte en busca del Santo Grial. Álbum donde obviamente también existe un alto componente esotérico. Nuestros autores patrios saben que Hugo Pratt cuando le daba por ahí…, era todo un erudito en la materia y por eso mismo no desentona en la trama la importancia que toma una carta del tarot Visconti-Sforza, del siglo XV. Dicho esto, me centraré en la historia, una en la que sí que existe elementos forzados pero que se basan en referencias y citas, cosa que no son otra cosa que homenajes al desaparecido maestro y autor italiano. Los personajes aunque son casi todos descendientes de los típicos clichés, tienen un potencial efectivo y aprovechado.

Los escenarios son agradables, gracias a las secuencias, a la mezcla de colores sabiamente utilizada, aunque a veces el timbre y el registro, me parecieron curiosamente hechos por manos diferentes. La ambientación convence. Nos traslada a los que gustamos de esos films de Hitchcock primarios o películas de género negro de los años 30. Entre París y Brooklyn, dos lugares que jamás vi tan bien enlazados. Nota positiva, de sobresaliente, los diálogos y el lenguaje.

En Nocturno Berlinés encontraremos un Corto más humanizado, que empieza a notar el peso de los años. No sé si esto es buena o mala señal. Espero que aún de viejete nos depare nuevas aventuras. Aunque algunos dirán que envejecer a un personaje, es matarlo. Y aquí debo estar de acuerdo egoístamente. Tenemos a un Corto pesimista, como no puede ser de otra forma, porque todo lo que le ha pasado «le ha dejado marca». Una historia de la que se pueden extraer algunas lecciones de vida.

¡Feliz Navidad, friends!

Reseña: Mary Jane, de Frank Le Gall y Damien Cuvillier

Como se menciona en el texto explicativo que ofrece Frank Le Gall al final del álbum, Mary Jane no se centra en absoluto en Jack el Destripador y sus asesinatos, incluso si la heroína en cuestión es efectivamente la famosa Mary Jane Kelly, una de las supuestas víctimas del asesino. Mary Jane nos lleva a saber más de la historia de una mujer en la época…, o mejor dicho, la Inglaterra victoriana. Una indigente que trató de salir adelante y luego, simplemente vivir. Si nos ponemos a buscar más datos, ya os adelanto que las biografías que se pueden encontrar de la real Mary Jane Kelly son bastante vagas. Por lo que hacerse y leer este álbum que trae a librerías Norma Editorial se me hacía cuando menos interesante por no decir: NECESARIO. El autor supo respetar las líneas maestras de esta última y bordar su historia en torno a ella.

En Mary Jane seguimos pues, a una joven de Gales, que enviudó a los diecinueve años y que se ve de pronto pidiendo porque no tiene medios de subsistencia. Un cruce de caminos que la llevará a Londres donde se prostituirá y hará de esta profesión su vida durante los pocos años que la separarán de su asesinato. ¿Spoiler? A ver… si estás leyendo esta reseña entiendo que sabes quién era la famosa Mary Jane y si no… bueno, pues tarde, se coló. No obstante, insisto en que el objetivo de Frank Le Gall es precisamente no resumir su vida en la prostitución sino mostrar que fue una mujer con sus particularidades, sus cualidades, sus defectos, un pasado, etc… No solo un nombre, una profesión y un estatus de víctima, entre otras cosas.

Cuando descubrí que este álbum se publicaba en español, no lo dudé en el momento. Quería leer, disfrutar y conseguir esta historia porque si me encanta algo, es saber más de los personajes secundarios de los grandes sucesos históricos. No sé si llamar así al tema Jack El Destripador aunque para mí, sin duda, lo fue. Sin embargo, me cabreó un poco la idea de que Le Gall sólo estuviera involucrado en el guión y no en el dibujo, porque conozco como se las gasta en el tema diseño y es bueno no, lo siguiente. Mas, me calmó que hay una explicación para esto y se da al final del álbum.

Pese a todo, tengo que decir que el dibujo de Damien Cuvillier es excelente. Su trazo es realista, muy detallado y nítido, y se apoya en hermosos colores directos de acuarela. Es una hermosa inmersión gráfica en la Inglaterra del siglo XIX lo que nos ofrece, primero la del campo y luego la de la ciudad de Londres.

La historia sugiere que ella tenía pocas opciones para salir de lo malo y quiero pensar que no fue tanto así. Siempre pienso que si alguien lucha con todas sus fuerzas, consigue lo que anhela. O por lo menos, se puede acercar bastante.

Agradezco tener un cómic donde el realismo y la buena interpretación de la historia, su muerte, están tan logrados. Sentí ese toque de emoción que deben tener historias así, de personajes, personas, así.

Reseña: Los Maestros Inquisidores. Obeyron/ Sasmaël, de VVAA

Jean-Luc Istin vuelve a la carga para ofrecernos un universo completo que se desarrollará en seis volúmenes, primero y segundo de los cuales acaba de poner un pie en nuestro país gracias a Yermo Ediciones. Y cada álbum independiente a cargo de un guionista y un diseñador diferente, una nueva serie de fantasía realizada por los equipos creativos de Elfos, Enanos y Conquistas; lo que depara, ya os lo digo yo, en calidad garantizada en cuanto a guión e ilustración.

Los Maestros Inquisidores nos lleva a conocer una serie de magos-guerreros (mi clase favorita en los juegos de rol), garantes del orden y la justicia en estas convulsas y apenas pacificas tierras de Oscita. Me comentó un amigo que vive en tierras galas, que ya devoró la serie al completo, que el sexto y último volumen crea un hilo común general entre los personajes que deja con la boca abierta. Lo que me creó un hype tremendo de querer tener y leer desde ya toda-todita la obra. Cinco protagonistas que por lo visto lo petan en dicho volumen final.

La primera historia corre a cargo de Olivier Peru al guión y Pierre-Denis Goux al dibujo. Los encargados de arrancar la trama. Que cuenta la historia de Obeyron, un austero Maestro Inquisidor, quién, a través de su rectitud y su intransigencia, a lo largo de los años ha sido capaz de sembrar las semillas de un creciente odio hacia su persona. Y resulta que muchos piensan que perdió la vida en una emboscada. Pero de eso nada.  Es la investigación de su propia «muerte» lo que se nos cuenta aquí.

El segundo álbum pretende presentarnos a Sasmaël a través de la nueva investigación que se le acaba de encomendar.

El dibujo de Pierre-Denis Goux me sedujo por completo. Ya sean sus arquitecturas o sus secuencias en medio del bosque, ¡sus viñeras tienen una interpretación impresionante! Rápidamente nos sumergimos en este universo completo y complejo. Al mismo tiempo, tampoco estamos en total terra incognita. Las razas de elfos, enanos, humanos, orcos y consortes… que la componen, no nos son desconocidas. Y todo ello se teje de manera inteligente en una trama que más allá de esta única obra, formará para nosotros un fresco de que sentimos los comienzos de algo grande. Provoca que rápidamente el lector se sumerja con facilidad en este universo fantástico. Pero también diré que, al principio, para todo aquel que llega de nuevas a la Fantasía, puede resultar un escenario difícil porque aporta bastante tema de fantasía heroica incluida su cartografía.

Afortunadamente, las cosas vuelven a “la normalidad” pocas páginas después en la que con numerosos flashbacks nos ponen en situación «fácil» con gráficos impecables. Dibujo que es un placer a la vista no tanto por los personajes sino por los elementos de la decoración o los dragones negros; uno de los cuales ya he reservado en mi cuaderno de bocetos para un futuro tatuaje. Por lo demás, sigue siendo esa clásica serie fantasy, con intrigas, venganzas, duelos de espada y una pizca de magia que nunca debe faltar. Lo básico está. Sólo falta ver que, como dice mi colega semi-gabacho, la serie dé un respingo de los buenos hacia serie de cómic europeo indispensable. Esperando como loco ver, cómo se establecerá el vínculo entre todos estos maestros inquisidores.

Promete. Ideal para muchos de nosotros que hemos quedado huérfanos de buena Fantasía tras ver la decepción que ha sido Los Anillos de Poder… Por poner un ejemplo.

Reseña: Los Estratos, de Penélope Bagieu

El enamoramiento comiquero o literato viene dado por haber leído una obra de un autor o autora que no conocías y quedar prendado con el cómo lo hace y a partir de ahí querer leer todo lo posible de esa persona con don. Me pasó con Penélope Bagieu cuando leí su Cadáver Exquisito, cuando leí su adaptación ilustrada de Las Brujas, de Roald Dahl (https://www.cronicasliterarias.es/?p=1589) y ahora que he disfrutado con Los Estratos. Su dibujo, sobre todo, me retrotrae a unas imágenes vista en la infancia en unos títulos que ahora no consigo poner en pie pero que en cualquier caso me encantaban. Norma Editorial es la responsable de traer nuevamente este título de una guionista/ilustradora francesa súper recomendable de seguir.

Una edición de Los Estratos genial. Me dijo un amigo hace unas semanas: “De todos los cómics de Bagieu que he leído, Los Estratos es, sin duda, mi mayor amor.” Pietro, que es italiano, que vive actualmente en Marseille pero que se crió en Rota (Cádiz), puede que haya heredado ese toque exagerado andaluz que tenemos muchos y que esplendemos hacia los demás cuando algo nos encantó. En definitiva, el ser muy exagerado, el poner por las nubes algo que acabamos de disfrutar, un comentario con el que embrujar al que sea. Bien. Pero es que a mí eso de “…Los Estratos es, sin duda, mi mayor amor.”, me cautivó. Por eso indagué algo más cuando me enteré que Norma Editorial lo publicaba. Y cuál fue mi impresión, la primera en la frente cuando vi que el objeto en sí, ya era un buen hallazgo, una joyita, una asemejada a una agenda moleskine, el formato perfecto para este tipo de diario esbozado a lápiz.

¿Y su contenido? A lo largo de las páginas, Penélope Bagieu cuenta anécdotas de su infancia y adolescencia, más o menos largas, a veces profundas y ligeras. Todas estas historias forman un todo, coherente, y son en todo momento situaciones de su vida que la han marcado de una forma u otra. Estratos de una vida que la han llevado a convertirse en la mujer que es hoy. Y sonreí. A veces, hasta reí durante la lectura. Y no carcajeé por estar en un lugar público mientras leía Los Estratos. Después, cavilando, llegué hasta la emoción de ver cómo un autor tiene que pasar interiormente en algunos momentos de su vida por momentos delicados y entonces se me nublaron los ojos. Una persona creativa goza de un enorme poder dentro, y el contenerlo, el no poder soltarlo en ciertos momentos de plenitud, hasta puede resultar peligroso. Repercute en depresiones, discusiones, incluso suicidios (más de un canta-autor se nos fue por esto) por tener una mente tan poderosa capaz de llegar a planos que no son de este mundo. Pensaréis que deliro, pero sé de lo que hablo. Y Bagieu si algún día lee esto me entenderá. Y tantos otros creativos y creativas que han «rozado» ese poder también.

A lo largo de sus álbumes, Penélope Bagieu ha perfeccionado su sentido de la narración. Cada historia tiene un buen ritmo y sabe encontrar el tono adecuado sea cual sea la emoción que quiere transmitir. Creo que su enorme poder reside en un diseño preciso y expresivo de las situaciones y personajes que muestra. Los temas tratados son variados, trata la niñez y la adolescencia con gran precisión; diría, que la mayoría de los lectores se encontrarán, se identificarán de algún forma, en una u otra de sus viñetas. Los Estratos es un libro, un cómic, un cuadernillo muy bonito tanto en contenido como en forma. No quitéis ojo a cualquier publicación de esta señora que llegue a nuestro país, por favor. Bien por Norma Editorial, una vez más.

Reseña: Renault. Las Manos Negras, de Lapasset y Benéteaue

Este álbum que os reseño hoy es un hermoso homenaje a la emprendedora persona que fue Louis Renault. Una de sus principales cualidades fue poner en perspectiva la toma de decisiones de la época. De hecho, siempre es fácil juzgar, a posteriori, el comportamiento de tal o cual personaje, por lo que aprecio especialmente el hecho de que los autores deslicen una cita como es: «Este pacifismo frenético, inconsciente si uno piensa en los horrores por venir…, es el de una generación que recuerda demasiado bien la guerra y que no puede concebir nada más improbable que volver a la batalla.” Cita o frase de las que hacen pensar. Aunque este pensamiento no concierne particularmente a Louis Renault, simboliza a mis ojos el estado de ánimo de los autores en el momento de la realización de este álbum. Abstenerse de juzgar, después de lo pasado, y relacionar los hechos y los comportamientos, justos o discutibles, recordando el contexto de la época en la que vivió este ingenioso señor.

Renault: Las Manos Negras. Su biografía. Pero no sólo su biografía, también es un relato histórico de la primera mitad del siglo XX y más concretamente sobre el papel de este genio industrial en las dos guerras mundiales con dos resultados muy diferentes. Héroe, luego, traidor a la patria…, y ahí reside la fuerza de esta historia. Saber diseccionar la increíble vida de este hombre sin olvidar plantear el contexto histórico y su importancia. Entonces, vamos pues a seguir los inicios del pequeño Louis al que le gusta ensuciarse las manos, pero sobre todo un cerebro que revolucionará el mundo del automóvil con su eje mecánico que transmite directamente la potencia del motor.

Seguiremos sus primeras carreras de coches, la creación de su fábrica hasta la Gran Guerra y el papel que jugará allí. Luego los años 20 y la irrupción en su vida de André Citroën hasta la crisis del 29. Y finalmente los años 30, los años prósperos hasta el conflicto del 39 al 45 y el horror de aquellos años que todos conocemos. Dejándonos así una narración donde las voces en off de las personas que trabajaron con él alguna vez, dan un tono único a la historia y nos permite descubrir a un hombre solitario que nunca dejará de hacer crecer y prosperar su fábrica. Un hombre de carácter intransigente, exigente y nada fácil. La mejor definición de persona emprendedora que casi uno se puede encontrar, y un hombre o personaje del que te encariñas en este Renault: Las Manos Negras.

Un cómic también que me permitió descubrir a un personaje extraordinario y que me enseñó el trasfondo de las dos guerras mundiales. Con un dibujo que no es necesariamente mi taza de té…, pero es efectivo y transcribe perfectamente los tiempos cruzados. Los colores son ideales, eso si, están en su punto como dicen los franceses. En cuanto al diseño, Benéteau asegura un trabajo minucioso. El diseño es variado, los personajes están bien recreados y parecen similares a la realidad, por lo poco que sé de ellos. Además, la pasión del dibujante por el campo de la automoción proporciona a las viñetas una envidia por mi parte adicional.

Además, el último capítulo me conmovió tanto que vi en él un deseo de hacer justicia a un hombre que nunca ha sido idolatrado lo suficiente pero que cuya persona me ha parecido consecuente y honesta en sus elecciones. Alguien justo. Muy difícil de encontrar hoy en día.

Por tanto, una lectura enriquecedora que solo puedo recomendar.