Reseña: Durango. Volumen 1, de Yves Swolfs

Vuelve a estar en catálogo una nueva edición de esta joyita western del cómic europeo como es Durango. Wow! Cuando vi que Yermo Ediciones nos traía esta maravilla en formato recopilatorio, no me lo pensé dos veces. Unas ediciones geniales en tapa dura, unas obras tan atractivas que, merece bastante el esfuezo económico. Pues Durango es una obra de esas que cautivan al verlas de pasada. Y de la que podés ver que todo el mundo comenta solo cosas buenas. Ya la misma portada, con un personaje muy a lo Clint Eastwood, atrae. Además de contener un verdadero spaghetti-western. Con grandes referencias a films clásicos, de los buenos del género como El Gran Silencio. Para los entendidos, que duda cabe que en Durango, Reno está inspirado en Kinski. El film también goza de un estado nevado como es Utah, donde la pequeña ciudad de Snow Hill parece perdida, y donde el deshielo llega a las cercanías de Wyoming a un lugar llamado White Valley.

Este primer volumen es brillante. Contiene los cuatro primeros volúmenes de la serie. Los únicos que hasta ahora habían visto la luz en nuestro país, sí, pero que en una edición así se hace indispensable. Yves Swolfs (Black Hills) redefine en Durango los parámetros del western franco-belga añadiéndole todas las características del spaghetti-western cinematográfico. Desde el primer momento lo ves. Viñetas que molan un montón, casi cada una un lienzo a enmarcar dentro del noveno arte. Hace que te preguntes donde has visto estos paisajes antes y por qué son tan evocadores. Asesinos liderados por Loco recorren las montañas nevadas. Pauline ha perdido a su marido; muerto por un asesino desenfrenado a quien parece que nadie puede parar en su desidia. Entonces, como una desalmada que lo ha perdido todo, ella contrata a un hombre habilidoso con el gatillo. La venganza, la persecución, está servida. ¿Cortarle la garganta a un niño? ¿En qué vasto e inconsciente mundo, nos hemos convertido?

En Los perros mueren en invierno encuentras un buen escenario y buenos diseños desde la primera página. La trama que os decía que más recuerda a El Gran Silencio. El plomizo y sangriento film que el cineasta Sergio Corbucci dirigiera a finales de los 60s. En un tiempo en el que el Salvaje Oeste conocido como tal, llega a su fin. Aunque a ciertos territorios, le cuesta irse. La fuerza de la cólera ya cuenta más. Y para mí, contiene ese ingrediente que hace que te enganches a la lectura y no quieras parar. Un grupo de ladrones, los mismos idiotas de los viejos westerns que se creen los mejores siendo los más salvajes sin respetar la vida de los demás, más unos aldeanos que acogen con los brazos abiertos a Durango, que parece resolver la situación a su manera. Un argumento de lo más sencillo pero pieza básica de las mejores historias del Oeste. Malas noticias para unos bandidos ir a saquear un pueblecito en el que Durango descansa…

Trampa para un asesino. Tercera aventura, tercera oportunidad, y sigue siendo efectiva a pesar de usar las mismas recetas. Sin embargo, el estilo de Swolfs que se parecía un poco al de Giraud hasta ahora, aquí cambia al utilizar otro escenario. En mi opinión, este es el gran álbum del tomo y no por su escenario (tan bueno como los demás) sino simplemente por la aparición estelar de la Mauser 98, el cambio del revólver por la famosa escopeta que dura hasta nuestro días. Dicen que es la marca de Durango por excelencia. Amos es el cuarto álbum y el que cierra el volumen. Del que espero poder a volver más en no mucho tiempo, pues menuda joya. Un cómic que refleja muy bien lo que debió ser el día a día en aquellos años de colonización y escaramuzas. Una buena historia que mantiene el movimiento. la atmósfera y el lado despiadado del clima para con la vida del ser humano en aquellos tramos. Personajes secundarios bien estudiados y el dibujo de Swolfs volviéndose espléndido. Por lo visto existe un «Ciclo Amos» de tres álbumes y este es el primero. La persecución entre mexicanos por un lado, y estadounidenses por otro. Grandioso.

Un primer volumen en el que conoceremos a Durango y que tipo de rasgos lo definirán en un futuro. Un pasado sangriento, rencor sosegado pero eterno, su condición de pistolero implacable y una antigua herida de bala que lleva a modernizar su arma, dejando atrás el clásico revólver para dar paso a las semiautomáticas. La principal presentación del cambio, pues Durango es un pistolero que no tiene escrúpulos en derramar sangre. Aunque surge en él, en ocasiones, la tesitura de estar haciendo lo correcto. Me consta que existen diecisiete álbumes publicados desde 1981, donde Swolfs ha ido introduciendo versiones y homenajes a grandes spaguetti-westerns de la historia fílmica. Yermo ya ha publicado varios recopilatorios. Un dibujante talentoso, guiones cautivadores y un personaje seductor y entrañable. Caeréis rendidos.

Reseña: Wannsee, de Fabrice Le Hénanff

Aficionado a este período histórico, me dejé convencer por las críticas y recomendaciones de mi tito americano hacia Wannsee. «No puede faltar este álbum entre tus lecturas», dijo, él habla así, muy a lo Yoda. Especialmente porque el autor Fabrice Le Hénanff ya ha ejecutado dos excelentes obras sobre la guerra: Ostfront que sucede en Stalingrado y Westfront, en los acontecimientos que se dieron más hacia el oeste. Ambas perturbadoras y a la vez instructivas. Pero Wannsee es un cómic algo especial dado el tema que pretende cubrir. De hecho, Le Hénanff aborda un argumento que no es para nada desconocido de la Segunda Guerra Mundial. Pero que, sin embargo, es un punto de inflexión en el destino reservado a los judíos durante dicho holocausto. La horrorosa implementación de la conocida Solución Final.

Ahora que se cumple el 75º aniversario y que varias decenas de jefes de Estado y de Gobierno han acompañado a las víctimas del Holocausto, que se han congregado en Auschwitz para celebrar y conmemorar la liberación del peor de todos los campos de concentración creado por los nazis; no es mal momento para leer y tener presente hecho relevantes como los que se cuentan en Wannsee. Pues si no somos realmente conscientes de las consecuencias de lo sucedido, ¿quién puede en lo más mínimo imaginar que dicha “solución” se decidió en apenas hora y media en una casa espléndida después de una reunión en principio irrelevante?

No obstante, al ser un tema histórico y verificado, Wannsee deja poco espacio para la libertad artística. Lo que hace el autor es trivializar de algún modo la violencia, para mostrar cómo se decidió casi de forma casual el destino de millones de personas. En esto, reside el terror, la frialdad y todo lo que a vuestros huesos de personas moralmente razonables, va a afectar.

Lo que no quita que Wannsee cuente una historia realmente interesante y atraiga más a una audiencia que no haya tenido la oportunidad de ir a un campo de concentración para ver con sus propios ojos la aterradora industria de la muerte, el cinismo nazi y la deshumanización total de las cosas. En esto, dicho álbum de la BD, esplende. Con un dibujo aletargado, una paleta de colores de tonos tristes y fríos, diseños muy particulares, que dan a los sujetos una densidad sorprendente, reforzando su frialdad. Una obra en su conjunto que permite una lectura clara de los eventos y especialmente de los personajes. Con susodichos que se aferran a unas ideas tremebundamente locas y las proponen como si de algo mundano se tratase.

Finiquitando así, un cómic de tema histórico-doloroso que se las arregla para tratar con sutileza uno de los eventos más terroríficos de la historia: la Conferencia de Wannsee, que desencadena la implementación de la Solución Final por parte de la Alemania nazi. Un guión del que presientes por parte del autor del cómic un anterior trabajo de documentación donde obviamente elige voluntariamente un enfoque estrictamente objetivo, sin emoción o interpretación, y lo lleva a un cierre concreto con una poderosa tensión provocada que hacia tiempo que no sufría como lector.

Dijo Fabrice Le Hénanff en una entrevista en Ligne Claire: «Primero fue necesario encontrar el texto original, el protocolo Wannsee y ver qué había dentro. Estaba limitado a quince páginas. El desafío era poner todo el texto en un cómic. Fue difícil ponerlo todo en su lugar. Luego la realización fue lo suficientemente rápida, aunque fueron tres años de trabajo en total. Cuando estaba haciendo el álbum, tenía los documentos, era necesario verificar, recortar…».

Un cómic que araña la moral. Un álbum para guardar y volver a leer. Ya conocéis el dicho.

Reseña: Star Wars. Maestro y Aprendiz, de Claudia Gray

Hacía ya tiempo que necesitaba un buen fileteado de carne Star Wars en formato literario. Planeta Cómic y Timun Mas siguen trayéndonos cómics y novelas súper recomendables para el fan, y si quieres, y quieres dedicar gran parte de tus horas de ocio a ello, tienes bastante donde elegir. No solo entre novedades, tiene un buen buffet clasificado por personajes o por épocas. Un amplio abanico donde saciar el ansia que nos gobierna a todos de ver/vivir/leer más y más cositas de Star Wars. Indagar en, ¿qué hubiera pasado sí?, ¿qué ocurría en… durante los hechos de…? Así hasta todas las preguntas que quieras hacerte. ¿Lo bueno? Que resulta que hay una serie de autores contratados para que también se hagan esas cuestiones, y lo mejor, escriban sobre ello. Un mundo hecho para todo aquel que quiera sumarse. El ejemplo claro es Claudia Gray. La cual se suma al mundo Rebelde y de los inicios del Imperio con Maestro y Aprendiz. Una escritora estadounidense conocida por escribir la saga Medianoche, libros de los que se han vendido cientos de miles en todo el mundo, Inmortal (Free: A story of Evernight) y Vacations from Hell. Una de las nuevas autoras que apuntan alto y que ya ha hecho sus pinitos en la literatura del Universo Expandido con la súper recomendables Estrellas Perdidas, Linaje y Leia: Princesa de Alderaan. Autora súper ventas de las listas del New York Times y considerada fan de Star Wars desde la infancia.

Y me pasó que, vi la publicación de Maestro y Aprendiz en nuestro idioma, y lo quise. Lo deseé leer y me duró un suspiro, pese a tener algo más de cuatrocientas páginas. Tengo que decir que ya iba predispuesto a amar este libro pues Obi-Wan Kenobi y Qui-Gon Jinn son dos de mis personajes favoritos. He seguido sus carreras con gran interés, leyendo en su día la serie Aprendiz de Jedi, de Jude Watson, una serie formada por una buena tanda de novelitas que publicó en su día la extinta Alberto Santos Editor. Una serie que encauzaba trilogías o bilogías y que narraba con detalle la adolescencia de Obi-Wan Kenobi. (Sin duda, si sigue adelante la serie de televisión, tirarán mucho de aquí). Bien, a lo que iba: que muy raro sería que Maestro y Aprendiz no me llegara a gustar. Amor por estos personajes, pese a la de palos que le han caído tras los films de George Lucas.

Star Wars: Maestro y Aprendiz tiene lugar en el decimoctavo año de Obi-Wan que ha sido aprendiz de Qui-Gon por un tiempo, pero con una relación nada fácil. Obi-Wan se irrita ante el desprecio Qui-Gon siente por las reglas, creando una brecha entre ellos cada vez más grande con cada hecho, con cada suceso, a medida que una nueva oportunidad surge. Quién la conozca, sabe que uno de los puntos fuertes del trabajo de Gray es la discusión de las diferentes motivaciones entre Jedis. ¿Por qué hacen lo que hacen y hasta dónde pueden llegar sin asomarse a ese lado oscuro que tanto temen?. Una cuestión con la que lucha cada uno de los Jedi en este libro.

Qui-Gon se enfrenta a las restricciones de los Jedi dentro del sistema político de la República. Está frustrado por cómo esto parece poner a los Jedi en desacuerdo con su mandato como parte de la República y con lo que se supone «correcto». Cuestiona la sabiduría de que los Jedi se vuelven poco más que la fuerza policial del canciller y, en eso, pierden contacto con la Fuerza. Esto, a su vez, permite que hechos deleznables como la esclavitud en la galaxia, continúen. Rael Averross es un Jedi que fue el padawan de Dooku antes de Qui-Gon y fue llevado al Templo a la edad de cinco años. Edad considerada tardía para ello. Debido a esto, siempre ha sido un poco extraño, nunca sintió realmente que pertenece al lugar donde está. Nunca ha perdido su acento y sus modales y su vestimenta refuerzan aún más su indiferencia ante los demás. El Consejo Jedi ha forzado las reglas exclusivamente para él en un esfuerzo de ayudarlo a alcanzar su máximo potencial. Sin embargo, las intenciones han sido en vano y se ha vuelto un ser cegado a sus propias deficiencias.

Puede ser la novela “más Jedi” que he leído. La que más trata el tema y lo desarrolla con diferencia. Cada uno de estos personajes, las motivaciones que los impulsan al igual que sus suposiciones sobre el universo y su lugar en él, están presentes casi en cada página del libro. Gray vuelve a tejer una historia de manera experta para mostrar las formas en que nuestras propias suposiciones pueden interferir y desviarnos. Gray se suma a nuestra comprensión de los Jedi antes del Episodio I, dándonos una idea de su relación con la República y algunas de las razones por las que se han establecido bajo su liderazgo. También aporta más datos sobre el Conde Dooku y su relación con Qui-Gon, así como con los Jedi, ya que solo dejó la Orden poco tiempo antes de que esta historia tuviera lugar. Y lo más importante, Gray expone la relación central de Qui-Gon y Obi-Wan, ayudando a preparar el escenario para lo que finalmente se puede ver en La Amenaza Fantasma. Me encanta la forma en que se establece la fascinación de Qui-Gon por la profecía…

Reseña: Biblioteca de Cómics de Terror de los Años 50. Momias, de VVAA

Por el Terror bien escrito, descrito, ese que con pocos detalles penetra en lo más profundo del ser humano y le provoca que abra mucho los ojos y de pronto mire a un lado y a otro y se sienta indefenso ante cualquier mísero ruido…; no siempre brinda. Además, tiene el poder de que por él, no pasan los años. No sé ustedes pero uno añora aquellos relatos (de los miles) leídos del género y cada poco recuerda los buenos. Y entre los buenos siempre está alguno de Theophile Gautier, un poeta, novelista y fotógrafo francés que con su La Novela de la Momia me aterrorizó una cuantas noches de verano…

Momias. Quizás hoy en día no sigan aterrando tanto por que el cine hace tiempo que abandonó ese sendero y lo reconvirtió más hacia el lado de la aventura. Pero os aseguro que leídos, el Terror gobierna bastante casi cualquier trama con un ser pútrido, vendado y despertando del sueño de los justos, acechando. Con una maldad dentro como pocos seres existen. Bien, pues en una colección maravillosa e indispensable para el buen amante del cómic de Terror, Diábolo Ediciones publica un nuevo tomo de la exitosa Biblioteca de Cómics de Terror de los Años 50. Tras haber disfrutado del Frankenstein, de Dick Briefer (uno muy diferente al que imagináis), Haunted Love (relatos macabros con el amor muy presente) y el recopilatorio Zombis (que habla por sí sólo); ahora trae uno centrado en ese ser de catacumbas egipcias como son las temidas momias malditas del averno. Una colección de relatos que en USA, los editores Craig Yoe y Steve Banes decidieron volver a poner en el candelero. Las mismas historias que en su día, Senado y asociaciones de padres, jamás quisieron que leyeran sus hijos.

Horripilantes historias con momias como centro del Mal en sí mismo. Con grandes autores de entonces detrás (Bob Powell, Don Perlin, Howard Nostrand, Frank Giusto, Iger Shop y Sy Grudko), y otros tantos detrás que proponen sumergirte en estas curiosas obras con esos seres vendados como protagonistas. Con tramas algunas que rozan el humor negro como ¡La prometida de la momia!, ¡Los sirvientes de la tumba!, o aventuras expedicionarias como ¡La maldición de la momia!, La momia insepulta o Misterios Desconcertantes… Una edición que Diábolo Ediciones pone en librerías y en las mejores cómictecas que se precien, por supuesto, junto a su buenos hermanos de cómic clásico de Terror. ¿La idea? Poder pasar “un mal rato”, y perderse así en historias con guiones rescatados de olvidados cómics, la mayoría inéditos en este país. Subterráneos agujeros que guardan el Mal en sí mismo, lejanas tierras malditas, sofocantes catacumbas y seres de los que se hace imposible escapar… Una edición de coleccionista a precio competente. Por que todo un género literario se levantó tras esas leyendas de maldiciones con expediciones británicas que nunca se debieron dar; por que la ambición del hombre por hacerse con los más grandes tesoros ajenos ya era el verdadero mal; por que de esas suculentas historias con grupos de valientes aventureros y estudiosos de historia del arte, sólo brotaron leyendas y extraños fenómenos que permanecieron y que nadie supo explicar. Profanar tumbas de grandes reyes, muchos dioses de la cultura egipcia adoradores del reino de los muertos… Casi que era obvio que de ahí no podía salir nada bueno.

Una edición de Craig Yoe y Steve Banes que Lorenzo Pascual trae a nuestro país. Una genial idea de ir rescatando lo que los amantes del buen cómic seguro agradecen. Antologistas que aman el cómic clásico proponiendo lo mejor de lo mejor en ediciones llevaderas, en tapa dura, ideales a las que recurrir cuando el cuerpo pida dicho exótico subgénero. Una Biblioteca de Terror que en USA ya cuenta con cantidad de entregas y que se agradece que lleguen a nuestro país.

Momias. Ese monstruo que está en el podio de los aberraciones más conocidas. Un volumen con prólogo de propio Steve Banes y una introducción de Steve Thompson. Con una selección de portadas de cómics de la época bastante chulas. Historias sobrenaturales, relatos de podridos y siniestros seres no-muertos pendientes de que dejes cada cosa en su sitio. Remover el pasado, coger lo que no es tuyo, siempre es mal asunto. Veintitrés historias nada menos, con las que deleitarse en tardes grises , de mal tiempo, frío y lluvia como las que tenemos encima. Por que si la tormenta acecha, nada como  leer una buena historia de Terror.

Reseña: Pieles Rojas, de Paolo Eleuteri Serpieri

Los amantes del buen cómic y del género Western estmos de enhorabuena. Y aunque a veces la espera de algún titulo que merezca la pena, se hace larga, uno siempre tiene la esperanza que entre las editoriales que publican asiduamente cómic europeo en nuestro país, aparezca alguna joyita. Por eso, nunca me cansaré de deciros que como mínimo vuestro ojito derecho debe estar puesto siempre-siempre en Ponent Mon; editorial gracias a la cual (por-ejemplo-por-ejemplo) podemos acceder a joyitas de la BD como Apache Junction, Simón del Río o el glorioso integral de Manos Kelly. La misma editorial que alcanza el podio del aficionado al comenzar a publicar volúmenes del maestro Serpieri como Las Reglas del Oeste, Lakota, La India Blanca y otras historias de mujeres o este magnífico volumen de relatos que os traigo hoy llamado Pieles Rojas.

Y es que con Pieles Rojas se contribuye a los inicios del autor italiano. Los nuevos amantes del cómic pueden no saber que antes de hacer Ciencia Ficción y dibujar buenas nalgas femeninas (¡Cómo en Druuna!), Paolo Serpieri comenzó de forma inteligente con lo que molaba en el momento; haciendo relatos cortos del Oeste en formato viñeta. Sus primeros trabajos, gracias a Ponent Mon, ahora recuperados de la legendaria publicación italiana Mosquito. Con todo lo ideal para abstraerse en esa visión casi antropológica de la cultura nativa americana.

Cheyennes, pawnees… Lejanas estepas de color amarillento y amarronado donde cuervos carroñeros sondean tribus que recorren el sendero, la cuenca del río Plateado en las actuales Nebraska y Kansas. Auténticas tribus repletas de historias sugerentes que contar, llamativas y con trasfondo. Tramas que narrar, siempre vestidos con su indumentaria gobernada de pieles de animales y plumas con los más diversos tonos de ocultación. Historias de estos hombres curtidos en el dolor, entre los susurros de atardeceres bajo la sombra de las Rocosas, aventuras que Serpieri muestra  de forma bastante realista y que vieran la luz a finales de los años 70.

En Pieles Rojas descubrimos así al indio que con desazón está tratando de conformarse con la llegada a sus tierras de la cultura blanca. El indio místico, el indio en guerra que es cauto y preserva su juego, y por supuesto, aquellos trabajos duros que conllevaba la trashumancia entre bisontes y pieles rojas. Historias que no brillan por la percusión de sus escenarios, Serpieri siempre fue más de acercarnos a los personajes en demasía, a sus interiores, haciéndose principalmente descriptivo con sus moralidades a través de bocadillos de pensamiento y cajas narrativas. ¿Qué les preocupa¿ ¿Qué les incita a seguir hacia delante? ¿Tienen mucho que perder? Todo en una vena muy cercana a lo que hacía Giraud, Manara o Boucq.

En este genial recopilatorio se aprovecha además, la llegada a su fin del siglo XIX, cuando en América del Norte dos grandes civilizaciones se enfrentaban a muerte. Así se cierra un volumen que tiene como objetivo un apasionante viaje al Lejano Oeste, el cuarto de una cuatrilogía de autor podríamos decir, ese mismo que sabía reflejar como pocos, dichos momentos de supervivencia casi diaria. Para saber más. Destinos inevitables y otros lances del destino que muy pocos esperan. La vida misma pero atractiva en lo que se refiere a viejas historias de frontera. Como amante de la originalidad, para mí brillan. Historias cortas de las que hablar poco, es contar demasiado. Joyas muy destacables en este tomo como De cómo se convirtió en bandido Cola de Zorro, El Sortilegio del Espíritu de las Aguas y la inmersiva Takuat. Si aún no lo habéis notado, os adelanto que para mí Serpieri, es uno de los más grandes ilustradores que ha parido el Viejo Continente. Paolo Eleuteri Serpieri (1944), un guionista e ilustrador de cómics italiano, de todos conocido por sus trabajos de representaciones muy detalladas.

Ahora casi que descanso a gusto. O no. Por que uno siempre quiere más. Más de lo bueno. Lakota, La India Blanca y otras historias de mujeres y Las Reglas del Oeste son genialidades que ya se encuentran en mi cómicteca en lugar destacable. Pieles Rojas se les une con los abrazos abiertos. Serpieri enmarcando perfectamente escenas detalladas y documentadas. Su tinta negra profunda como modelo de equilibrio, tanto en términos de decoración cercana como de personajes expresivos y disfrazados. Su cese de los cómics por razones médicas es una gran pérdida para el noveno arte. Mucha fuerza, maestro italiano.

Reseña: La Sombra/Batman, de Steve Orlando, Giovanni Timpano, Alex Ross y VVAA

Personalmente, me encanta cuando Batman hace duetos con personajes tan dispares como La Sombra. Además, Steve Orlando me ha convencido otras muchas veces con sus trabajos y aquí en pocas páginas me sedujo con una descripción del Caballero Oscuro muy inquietante. Pensé que el aspecto noir, el trabajo de detective, y Stag como villano eran puntos importantes. Además, tenía curiosidad por ver cómo (o si) podía superar ese nivel de calidad de su otros trabajos con este tandem. Pero si alguien se lo pregunta, esta recopilación en formato TPB que ECC Ediciones recién publica y que recopila íntegramente la serie limitada de seis números La Sombra/Batman, no es una continuación de aquel Batman/The Shadow editado en su día. Estamos ante una trama completamente diferente y sin vínculos directos en apariencia y… ¿qué volumen no es como mínimo interesante donde deja sus trazos de algún modo el gran Alex Ross?

La Sombra/Batman comienza en Nueva York, con Batman persiguiendo al profesor Pyg… -sí, has leido bien, no es un error, ¡el orejas picudas está en Nueva York! -, y tras Pyg, Batman no está solo. Robin (Damian) está con él. El dúo dinámico trabaja para tratar de detener a Pyg y sus secuaces mientras intentan resarcirse de la multitud que los rodea. Pero puedo deciros que aquí Batman…, ES BATMAN, en todos los sentidos. Aunque la verdadera estrella del comienzo de la trama es Damian. Sé que es joven, y que no estará vivo por mucho tiempo tiempo, pero sin duda tenemos aquí la mejor representación clásica del personaje, un sabelotodo que patea traseros muy a lo Grant Morrison.

Cuando de pronto la historia cambia de pura acción a novela de detectives con algo de género negro como fondo. El dueto hacen un trabajo relativamente fácil con Pyg, y al hacerlo, curiosamente obtienen una información increíblemente valiosa. Bruce y Damian abandonan puñetazos y patadas voladoras para comenzar a investigar el…, Bueno, digamos que empiezan a trabajar por separado. Comienzan entonces ciertos momentos sutiles y bien calculados dentro de la trama que no puedes ni imaginar a donde conducen. Empieza a hablarse de La Sombra e incluso hay bromas sobre cuál será su papel en los sucesos que se están dando. Pero lo que más me gusta es cómo se va planteando la idea del villano en sí. Y a cuál de los dos héroes (Batman o La Sombra) le pertenece. Además, de encontrarnos con la incómoda relación profesor-alumno/alumno-profesor entre La Sombra y el Caballero Oscuro.

Continúa. Dos hombres de carácter fuerte que se dedican a proteger el mundo en el que viven, pero a veces corren el riesgo de enfrentarse. No obstante, ahora deben trabajar juntos para descubrir y derrotar un gran Mal que ha estado presente bajo sus narices durante siglos y del que apenas se habían percatado…, hasta que empiezan a unir hilos. Un crossover realmente disfrutable, con dos personajes muy similares en intención pero diferentes en moralidad. El orejas picudas tiene su propia ética, esa que le impide matar a nadie. Mientras que The Shadow no duda en quitar vidas por el bien común. ¿El objetivo final? La protección del mundo que ambos necesitan regular. Una alianza incómoda que une muy diferentes lazos en conflictos cercanos para un mismo objetivo. Una parte del cómic que los muestra cercanos, una lectura cercana y loable.

Espero más crossovers así. Disfrutables y que dejan con ganas de más. Dos personajes que comparten tantas similitudes que es fácil ver cuándo y cómo chocarán. Y con una historia que da mucho juego.

Reseña: Notre-Dame, de Ken Follet

Soy de esos que se hizo fan de Ken Follet tras su obra magna Los Pilares de la Tierra. A partir de entonces, me empeñé en leer todo lo que había escrito, a la vez que seguía al tanto de cada nuevo titulo que trajera como novedad. Rápidamente me di cuenta que me gustaba bastante más como escritor de novela histórica que como narrador de thrillers. Nada que ver. Siempre me pareció curiosa dicha combinación. Pero bueno, quién no tiene hoy en día luces y sombras. Lo que decía, que decidí leer todo lo que escribiera pues me parecía de esos autores buenos y con poder de enganche. Bien, pues a la espera de un buen titulo de histórica, Plaza & Janés ha decidido publicar el ensayo que escribió el maestro de Gales, tras la horrorosa tragedia del incendio de Notre-Dame, tragedia vivida por todos; la desolación de la prestigiosa catedral que nos dejó estupefactos, sobre todo, a los amantes de la Historia del Arte, en abril del pasado año y que muchos pudimos observar con tristeza en los noticiarios.

En Notre-Dame, el señor Follett describe las emociones que sintió cuando conoció la tragedia que amenazaba con destruir un icono, una de las puntas de lanza para los amantes de los catedrales. Y para emocionar aún más, nos pone en conocimiento con datos históricos, momentos del pasado determinantes, para que dicha obra de arte haya ido ejerciendo fascinación universal a cada uno de sus visitantes.

Es de suponer que Ken Follett sabe algo-bastante sobre catedrales medievales habiendo estructurado su serie de Kingsbridge en torno a la construcción de una de estas maravillas arquitectónicas creadas por el hombre. Es por esa razón que cuando Notre-Dame, la joya en piedra del corazón de París se incendió, los medios acudieron en masa al autor para que comentara sensaciones. Y habló informalmente, relata aquí, tuiteando a amigos y seguidores, que no es difícil para una gigantesca masa de piedra así, incendiarse: «Las vigas consisten en cientos de toneladas de madera, viejas y secas. Cuando eso se quema, el techo se derrumba. Entonces los escombros que caen. destruyen el techo abovedado que también cae y destruye los poderosos pilares de piedra que sostienen todo el asunto…». Al final , aunque gravemente dañados, los pilares de la catedral se sostuvieron, y los noticiarios anunciaron que el presidente francés Emmanuel Macron prometió que el daño sería reparado en cinco años. Follett arroja algunas dudas sobre ese calendario optimista y señala que siempre es imprudente subestimar a los franceses…

En este genial ensayo, el autor conecta de algún modo los terribles acontecimientos de 2019 con la construcción de Notre-Dame que duró un siglo, iniciándose en 1163. Donde alega que fue una construcción que benefició a grandes segmentos de la socio-económicos de entonces, produciendo además enormes avances tecnológicos. Y es curioso ver como generaciones de constructores morirían antes de ver la catedral terminada en 1345.

Ken Follett rinde homenaje a este patrimonio galo revelando la influencia que ha tenido en las catedrales de todo el mundo y en la escritura de su más famosa novela Los Pilares de la Tierra. Un ensayo sobre como todos nos hemos sentido víctimas de ese horrible incendio que aún está por desvelar si existen culpables o no. Los fans de Follett y las catedrales disfrutarán bastante con esta lectura, y querrán más.

Reseña: Conan El Bárbaro. Ómnibus Vol. 2, de Roy Thomas, John Buscema, gil Kane y VVAA

Menudos pelotazos de tomos estos geniales Ómnibus que está publicando/rescatando Panini Cómics de la gloriosa época Marvel. Espero que ningún fan del personaje, de la fantasía épica, o mejor dicho, el seguidor del mejor cómic que se precie lo esté dejando pasar. Sinceramente, ¡y gracias a Crom!, siguen llegando poco a poco a librerías estos volúmenes. Necesario que sea con cuentagotas, en mi opinión, para que no haya alto desgaste económico ni lector. Joyas en formato compendio de la que emerge una obra inmortal. Un lugar donde revivir las primeras hazañas de Conan en reinos fantásticos de una época pretérita. Descubrir, o volver a leer nuevamente (os confieso que nunca pude tener más de unas cuantas grapas gordas de esta colección en mi juventud); vivir junto al cimerio sus grandes momentos como ladrón, asesino, mercenario y en especial, en este segundo volumen, como su más alta pretensión. Como Rey. Una leyenda renacida y recogida en un muy distinguido tomo que todo el mundo está alabando doquiera que mires. Y es normal. Por su enorme y genial relación calidad/precio es más que recomendado. Además de contener la que es para muchos -y para mí, por supuesto-, la mejor saga de Espada y Brujería creada para el noveno arte.

Fue hacia finales de 2018, principios de 2019, cuando se dio una enorme primicia: Los derechos de Conan regresaban a Marvel después de una larga temporada en Dark Horse. Noticia que causó un gran revuelo por que muchos sabíamos que eso significaba que vendrían grandes y nuevas propuestas. Un Conan de nuevo en el candelero y posiblemente una recuperación de sus mejores etapas. Y esos famosos rescates que tanto nos molaron a los amantes del cómic setentero y ochentero y que soñamos una y otra vez volver a tener…, están llegando.

Lo mejor de nuestra juventud en gloriosas ediciones, dignas de los buenos nuevos tiempos de integrales que vivimos. Pues el primer fruto de esta revivida relación viene en formato Ómnibus, en este genial tomo que os reseño hoy, lo que es el segundo volumen del Conan El Bárbaro, de Roy Thomas, Gol Kane, John Buscema, Barry Windsor-Smith y varios maestros más. Junto a otras maravillas como son también los de Conan: La Etapa Marvel Original.

Entre adaptaciones de los grandes relatos originales del creador Robert E. Howard e ideas originales de Roy Thomas, se vuelve a mover un nuevo tocho de grandes aventuras épicas. Adaptaciones y grandes arcos argumentales para cerrar después de los correspondientes números de la serie regular, desde el #27 al #50, la colección de La Espada Salvaje de Conan.  Casi veinticinco números más de aventuras entre monstruos que brotan del subsuelo un día cualquiera en una tranquila aldea, como ritos macabros iniciáticos y maldiciones difíciles de erradicar. Más intrigas y traiciones por conseguir en reinos usurpados. Y ejércitos de familiares en discordancia que en principio deben unirse ante un enemigo común y poderoso, liderado, nada más y nada menos, que por un majestuoso Conan. La Espada Salvaje de Conan al completo más miniseries o arcos cerrados como mis favoritas La Hora del Dragón, El Hombre Nacido de un Demonio o la idílica Conan, El Conquistador. Con unos ilustradores de ensueño demostrando sus más altas cotas de preciosismo, evolución y originalidad.

Una serie completamente remasterizada, con algunas ilustraciones restauradas para que coincidan con la majestuosidad de las ediciones originales. Además de contener cada episodio, portada, artículos, cada sección editorial de entonces con las curiosas, graciosas e ineptas preguntas de los lectores americanos de la época. Una edición fiel al original hasta el más mínimo detalle con multitud de reveladores extras difíciles de encontrar y detalles en lo que se convierte en un volumen, o mejor dicho, un sueño hecho realidad.

Lo llevo diciendo hace bastante, y con el paso del tiempo, vamos viendo como se publica uno y otro integral a cual más apetecible. Más que nada por que son títulos que engloban grandes épocas y personajes con los que hemos crecido y disfrutado hasta la saciedad. Y casi cuatro décadas después llegan ediciones que nos tocan el alma, arañan nuestra nostalgia y volvemos a poner el ojo bueno en nuestros personajes idolatrados. Recuperar sensaciones. Esas algunas que consiguen retrotraernos de nuevo a aquella época lectora maravillosa que muchos añoramos. Sensaciones. Series e historias completas, en definitiva, que jamás pensamos que volveríamos a tener y que gracias a ediciones como ésta, provocan que miremos nuestros cómictecas orgullosos, gordos, anchos de gusto, casi tanto como ese enano tremendón creado por Tolkien para la Compañía de Escudo de Roble.

¿Me vais a decir de verdad que no queréis disfrutar de lo mejor que se puede leer de Espada y Brujería en cómic?

Reseña: Batman. Yo, Joker, de Bob Hall

Tras ver un peliculón como es Joker, interpretado por Joaquin Phoenix, un actor que para mí se merece todos los premios que le puedan dar, uno tenía más ganas del personaje. Y uno sabe muy bien que gracias a ECC Ediciones, sólo tenemos que echar un ojo a su extenso catálogo, para ver que seguramente haya más de una obra centrada en el villano que probablemente has pasado por alto. Y así es, en mi caso. Entre sus últimas novedades encontré una que además de no haberla tenido en cuenta en su momento (uno no puede gobernar tan ancho mar), tenía un pintón de muerte. Y entonces, los nervios a flor de piel, llegar a casa, el sillón de lectura favorito y casualidad o no, la family le deja a uno sólo con sus pensamientos y al tajo. Por que Yo, Joker tenía todo-todito-todo para gustarme y ser leída de leída de una sentada. Para colmo, estaba de por medio Bob Hall, un señor maestro polifacético, y eso friends, eran palabras mayores…

Robert «Bob» Hall (1944) es un ilustrador y guionista de cómics estadounidense, que además es dramaturgo y director de teatro. Un maestro en las escenas, diría. Pero esperad, esperad, que hay más. Es que Bob es el cocreador de Los Vengadores Costa Oeste de Marvel Comics, o como se llamaron aquí, Los Nuevos Vengadores. Pero el señor Hall, como amante del cómic de superhéroes, tiene a sus espaldas más títulos como Weird War Tales, Squadron Supreme y de sus últimas me suenan Armed and Dangerous y Shadowman, que dibujó y escribió para Valiant Comics. Pero resulta que tiene en su haber una genialidad como es Yo, Joker, que se ubica fuera de la continuidad, en ese apartado lugar de DC Cómics donde las historias son como una invitación abierta a las fantasías más salvajes y extrañas del mundo de la viñeta. Conceptos algunos rarunos pero en su mayoría, extraños, autocomplacientes e inverosímiles con detalles sorprendentes que os puedo asegurar que en más de un caso gustan más que lo que se contó en la regularidad. Hablo de los Elseworlds (Otros Mundos).

Bien, pues hará unos veinte años (suena a mucho, pero para los de mi edad sabemos que no hace nada), el maestro Bob Hall apareció en los cómics de Batman en un visto y no visto, y fue para escribir e ilustrar historias muy chulas. Una de ellas fue Yo, Joker y otra Es la Hora del Joker (It’s Joker Time), ambas recogidas en este TPB que hoy os reseño. Donde brilla, sobre todo, la primera, pues uno tiene la sensación de haber descubierto el significado de la vida tras leerla… ¡A lo que vamos! Un guión que nos lleva a una Gotham muy distinta de la que conocemos, con lugares habituales y no habituales a la vez, pero con un ritual o celebración anual que lo cambia todo. Y es que cada 21 de diciembre, sus habitantes celebran una especie de concurso muy especial que consiste en intentar destronar al Caballero Oscuro de su puesto. ¿El objetivo? Sustituirlo. Una historia apocalíptica súper interesante en formato cómic muy a Los Juegos del Hambre o para la gente de mi edad, muy a lo Perseguido (The Running Man, con Arnold Schwarzenegger), historia del maestro Stephen King, por cierto.

Y aquí tenemos al Joker y Batman en el candelero. El Guasón (como dicen mis hermanos sudamericanos) escapa del Asilo Arkham para enfrentarse a un duro… ¿programa de televisión? Un futuro distópico en el que la verdadera historia de Bruce Wayne, su misión como Batman y su galería de villanos se ha convertido en una especie de culto de ofrendas al Mal. Un ritual televisado y venerado por los ciudadanos de Gotham que se mecen en un frenesí desorbitado instando a su Caballero Oscuro, un monstruoso ser conocido como The Bruce, que sólo piensa en aplastar y destruir. ¿La única regla? No tomar solamente una vida. Uff…, y para mal del demonio, los villanos a destrozar son ciudadanos inocentes, secuestrados, con lavados de cerebro y alterados quirúrgicamente antes de ser empujado a las calles para ser cazados y asesinados. Suena fuerte, ¿no? Eso no quita que mole.

Yo, Joker, una historia contada desde el punto de vista del Joker, uno de los desafortunados en ser seleccionado para actuar en tan siniertro programa de televisión, una manifestación del caos, hecha cómic.

Reseña: 100% Marvel HC. Marvel Team-Up, de Chris Claremont y John Byrne

Puedo asegurar que una de las muchas solicitudes que se le han hecho a Panini Cómics en los últimos años, ha sido la recuperación de los famosos Team-Up con los que tanto disfrutábamos de pequeños. ¿Cómo diablos no iba a ser atractivo para un fan de los superhéroes encontrarse una miniserie en la que su héroe favorito vivía una aventura -con enjundia- con otro potente superhéroe que bien pudiera ser el favorito de tu mejor amigo, de tu padre, hermano o hermana, o incluso del niño que no soportabas? O cómo normalmente me pasaba, un aventura de mi personaje favorito junto a otro que también lo era. Aunque yo siempre fui más de villanos Marvel…

Encontrarlos juntos, en definitiva, sufriendo, luchando contra un portentoso villano o incluso (esto era lo más común), enfrentándose entre ellos mismos. Ambos héroes pero con diferentes modos de ver la justicia, en dicho relato. O incluso a veces, a partir de estas miniseries, se creaban discrepancias que bien pudiera marcar la relación de ambos para toda la vida.

Los Marvel Team-Up representaban una formidable imagen de la Marvel de la época, con los personajes clásicos de la factoría entremezclándose con las revolucionarias creaciones de entonces. A groso modo, esto es un Marvel Team-Up en toda su esencia. Bueno friends, supongo que os habéis enterado que desde hace ya unos meses, y al fin en formato Omnigold, Panini Cómics está poniendo en el candelero esta legendaria colección de los años setenta en que Spider-Man compartía cartel con otros. Sí, el glorioso trepamuros en su mejor época y con autores, ya hoy grandes maestros del noveno arte como Chris Claremont, John Byrne.

Y es que este Spiderman: Marvel Team-Up podría ser de todos los de la época, la serie más molona. Una colección que -pese a que en la portada de este que os reseño hoy aparezca junto Thor-, en casi cada número la aventura le llevaba a toparse, ora con un superhéroe, ora con un villano diferente. En el fondo, lo que ya hemos contado. Te aseguras y sabes que vas a ir pillártelo sí o sí por que esto es caña de la buena. Lo que no te quita a nadie es, personajes grandiosos en combates e incertidumbres a tutiplén. O a cascoporro. Y para muestra un tomo.

Spiderman: Marvel Team-Up, de Chris Claremont y mi amado John Byrne, comienza en el Marvel Team-Up #59, de 1977 (precioso año) y la colección nos lleva hasta el #70, incluyendo además el #75 y #79 de la legendaria serie. Un compendio con muy variadas aventuras donde Spidey formará equipo, o trío, con más “insectos” como Chaqueta Amarilla o La Avispa contra el villano termodinámico Equinox dando por saco. O echándole una mano a la Antorcha Humana después de que el Súper-Skrull casi destroce al pretencioso chico ígneo. Con un puñado de los mejores héroes de Nueva York (Los 4 Fantásticos o Tigra) intentando detener al alienígena. Pero más. Bastante más. Carol Danvers como Miss Marvel y Spider-Man descubriendo la fuente de poder del Súper-Skrull, en una de esas tramas de espacio exterior que tanto me gustan. O Serpiente de Acero dejando una tarjeta de presentación a Iron Fist…, con Peter Parker tras el mensaje. O Puño de Hierro fuera de combate y dependiendo del trepamuros y de las Hijas del Dragón el eliminar a dicho sujeto en una aventura de artes marciales puras como jamás vi participar al arácnido.

Y Spidey encontrándose con el Capitán Britania por primera vez y dándose de ostias, en la primera vez que el personaje aparecía en un cómic norteamericano, por cierto). Y Kraven El Cazador atrapando a Tigra y utilizándola como cebo para una escaramuza. ¡O incluso una batalla contra el mismísimo Hombre-Cosa! En definitiva, maravilla tras maravilla. Divertimento puro. Cómics de los buenos, bien recopiladitos en tomos que uno puede llevar de aquí para allá para disfrute continuo.