Reseña: Spirou y Fantasio Integral 1959-1960, de Franquin, Jidéhem y Greg

Casi un año después -pandemia mediante-, hemos tenido que esperar para poder gozar de un nuevo integral de Spirou y Fantasio, de esos cómics europeos que nos hacen gozar de lo lindo. Pero friends, la espera ha terminado. Un portentoso y nuevo integral viene de la mano de Dibbuks, el Spirou y Fantasio Integral correspondiente a los años 1959-1960, que vuelve a ser un título genial para unas buenas sentadas de lectura con una portentosa edición en tapa dura. Ese mismo lugar ideal para comprobar de todas-todas que Franquin sabía elegir a sus asistentes. Así lo atestiguo yo y así lo dice el editor, el cual nos pone en firme que André Franquin no creó a Spirou, pero que sí que le dio alma. Totalmente, de acuerdo, con esta opinión.

La Llamada del Miedo (La peur au bout du fil), así como los otros ocho o nueve álbumes recogidos aquí centrándolos todos en apenas tres historias, son álbumes restaurados, instructivos, muchos de los cuales enseñan sobre el métodos de hacer y editar una tira cómica; luego separable de una revista que abogaba cien por cien por difundir el cómic franco-belga. La Llamada del Miedo, sinceramente, no se puede abrir con un mejor álbum de misterio, un episodio de aventuras, dibujado por Franquin, reconocido por unanimidad como el dibujante más brillante de la serie, aunque Fantasio ya sabemos todos que es invento de Jijé, y el argumento de esta historia me dijo un pajarito que se la susurró el hermano de este último a Franquin. Donde El Conde de Champignac, inventor medio compasivo y medio peligroso, está en el centro de la intriga. Champignac finalmente ha logrado extraer el residuo tóxico de su famoso elixir X4, el que multiplica por diez las facultades intelectuales de aquel a quien se le administra. Ahora, muy entusiasmado, llama a su amigo Spirou para contarle la noticia. Pero mientras charlan, no presta atención al recipiente y se lo bebe sin querer, cual taza de café… Los efectos son particularmente devastadores.

Uno se siente FELIZ de poder volver a sumergirse en estas pequeñas historias ahora que uno las ve con otros ojos. Nunca se es lo suficientemente mayor para ser fan de cómics así. Tan indispensable historia la anterior como Z de Zorglub (Z comme Zorglub), que es la siguiente. Dibujos impecables de Franquin y Jidéhem, un escenario bien elaborado que al final justifica todas las preguntas que se puedan plantear. Pues, sin tiempo de inactividad, con una pizca de humor (esta vez) y siempre buenos gráficos; ¿qué más se le puede pedir a un integral? Una historia potente donde el malvado Zorglub lidera grandes hallazgos. Una atmósfera futurista que huele a clásica y pulpera Ciencia Ficción, con su eterno intento de esclavizar al mundo… Os aseguro, que ya no podréis volver a mirar la luna (y cierto gigante gaseoso) de la misma manera. Aquí se recogen todos los números de este extenso arco argumental.

El que le sigue y quizás más extenso es El Hombre de la Z (L´Ombre de Z). Trama donde Spirou, Fantasio y el Conde de Champignac van a Palombia para detener a Zorglub. Este título es obviamente secuela directa de Z comme Zorglub, y si fueran films, pues una muy buena segunda parte que concreta y cierra muchos frentes abiertos del álbum anterior. Aunque si hemos leído el excelente El dictador y el hongo, fácilmente podremos adivinar quién es la sombra de la portada (guiño-guiño). Y con la intrusión de Zantafio al final del álbum, sin duda, momentazo de la historia.

Me da que Franquin pudiera haber pensado en su momento el marcarse un díptico con estas dos historias juntas llamándolas «Z» o algo así.

Si se compara con ediciones integrales anteriores, en Spirou y Fantasio Integral 1959-1960 las planchas son menos numerosas. Hay poca informaciónen las viñetas pero muy certera. Grandes planos en su mayoría donde se brinda bastante por la ambientación. Los comentarios sobre los personajes recurrentes del pueblo y sobre la perspectiva en relación a la historia, están muy bien planteadas. Nos topamos siempre con Greg al guion y Jidéhem al dibujo. Todos futuros maestros del cómic, como bien se cuenta en los geniales artículos que inician el tomo. Álbumes, portadas, aventuras perfectas por su intensidad y gran concentración de humor…; buena trama, grandes personajes y dibujo.

No pidan más que no hay.

Reseña: Pobre Lampil (1973-1982), de Willy Lambil y Raoul Cauvin

A poder seguir disfrutando, a poder seguir descubriendo, en muchos casos, geniales obras del cómic clásico europeo. El disfrute, la nostalgia, la memoria recuperada… Esa es la oportunidad que está ofreciendo Dolmen Editorial con su colección Fuera Borda. Y ahora Pobre Lampil. Una mini colección de culto, dentro de las de culto, creo que de las pocas veces que no tenía ni idea (pero nada de nada) sobre un titulo de los considerados más curiosos cómics de la BD. ¿Pero que uno lo coge con ganas, se obnubila y quiere saber más? Por supuesto. Es es el don de estos dibujos y su atractivo. También es lógico que estando Willy Lambil y Raoul Cauvin (autores de mi amados Casacas Azules) detrás, pues qué más decir… El ilustrador Willy Lambil, se convierte en Lampil y nos presenta sus aventuras con su esposa y demás seres-coñazo que le rodean en tiras de cómics, sus andanzas, discusiones y la mala suerte de un autor a la hora de crear y buscar a la famosa musa inspiradora. Una cómic con una premisa básica pero que hace treinta o cuarenta años era más que original.

Lampil es un caricaturista depresivo, frustrado y gruñón y somos testigos de su vida en casa, de su hoja en blanco eterna (panel) y de su familia y demás tipos revoloteando alrededor. Su familia, su gato y su inseparable guionista. Pobre Lampil es de esos curiosos cómics donde queda patente la emergente escuela franco-belga que empezó a llegar al famoso semanario Spirou allá por los años 80. Del que partieron tan geniales títulos. Donde se promovía un tipo de cómic más colorido, más rítmico y con ideas originales; Pobre Lampil fue de las primeras series de la historia del cómic europeo en hablar del meta-cómic. Es decir, un cómic sobre el proceso de crear un cómic. Pero en este caso, riéndose de ello. Mostrando las situaciones depresivas de su propio diseñador, con un cruel pero divertido compañero dándole caña, de esos que dices, espero que realmente no fueran así como se describen sí mismos, o de lo contrario, vaya relación más tóxica. Así que este integral de dos, que va a recoger todo-todito-todo lo que se publicó del título, deja un cómic con el que pasar momentos hilarantes sobre un diseñador desafortunado e impopular. El tipo de tebeo que usa el humor para enseñarte bastantes cosas sobre el medio a la vez. Conteniendo incluso algunas situaciones repetitivas (la pura realidad), como por ejemplo, la eterna pelea con los contratos con Mr. Dupuis (dueño y señor de Ediciones Dupuis la poderosa editorial de grandes títulos del cómic franco-belga),enfrentamientos en el que algún que otro autor se va a sentir identificado.

Desgracias del personaje principal para reír. Y es que Pobre Lampil, sin mostrar grandes pretensiones, es bastante divertida. Lambil se muestra como es en familia y en sus formas profesionales. Un cómic interesante que demuestra que Cauvin tenía cierta burla y cierta distancia para con su obra. Por lo que el diseñador sube al escenario aquí y acumula una broma tras otra, una desgracia constante, para toda una vida de “promesas” y “juramentos” que casi nunca se cumplen. Un conjunto de relatos de buena calidad. No te rompes la mandíbula, pero algunos sketches valen su peso en oro. Las bromas entre el caricaturista y el guionista, sus peleas, es lo que más gracia me hizo. Lo que me parece curioso es, que hace no mucho, en un foro francés de cómic europeo que suelo visitar, alguien decía: «Qué lástima que ya no podamos encontrar esta serie en tiendas». Y ahora va Dolmen Editorial y nos la planta en la cara (en librerías) para el disfrute español.

Maravilloso-maravilloso-maravilloso.

Decir que (aunque creo que es obvio), el diseño de Lambil es perfecto para la serie. El dibujo de Willy sí que se diferencia algo de su serie más famosa (Casacas Azules) al acercarse un poco más a… ¿Sandy & Hoppy? Por las características de los personajes, quizás. Aquí apenas hay espacio para los decorados. Todo son caras, muecas, personajes, personajes, personajes… Cada uno de su padre y de su madre. Puro dolor de cabeza para el autor. Me lo he pasado en grande.

Reseña: Krieg Machine, de Jean-Pierre Pécau, Mavric, Andronik y Fernandez

No digáis que no atrae una serie de cómics basada en tanques específicos o máquinas de guerra que tuvieron su historia en particular durante la Segunda Guerra Mundial. Algo chulo y original, al estilo de aquel film llamado Fury (Corazones de Acero) donde Brad Pitt y toda su tropa nos hacía amar los tanques de una forma distinta. Tras Esta Máquina Mata Fascistas (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/maquinas-de-guerra/esta-maquina-mata-fascistas), Norma Editorial vuelve a publicar otra chulada de álbum como es Krieg Machine. Otro de los titulos donde Pécau y Mavric relatan una nueva historia donde hombre y máquina tienen su historia. ¿Y ahora? Ahora le toca homenajear a la obra de arte tecnológica que era el Panzerkampfwagen VI Tiger alemán. Desarrollado por la industria de guerra nazi, una de las máquinas más temidas por los Aliados. Capaz de derrotar a todos los otros tanques (así de claro), el Tiger entró rápidamente en la leyenda de los carros blindados. Y hablo con conocimiento de causa por que este que os habla, hizo maniobras en uno de ellos durante mis años en el ejército profesional. Aunque no uno exactamente como se describe en Krieg Machine, sino la copia americana que se hizo años después. Ya sabéis, USA y la U.R.S.S rápidamente copiando lo que los nazis idearon.

Krieg Machine nos traslada a 1942, a Renania, en el norte de Westfalia, donde Otto Von Sholtiz y Kurt Seibel se encuentran en el centro de entrenamiento de tropas blindadas en el castillo de Paderborn. Lugar donde se hará la presentación del último tanque de la Panzerwaffe. Por fin se puede mostrar al mundo, el famoso Tiger. Un máquina que es una bestia que devorará el alma de toda tripulación que se meta dentro y se fundirá con una ideología nazi poderosa, celestial, que los llevará a ser, allá por donde vayan, invencibles. Y al igual que el primer tomo, este álbum parece contar una historia sobre la Segunda Guerra Mundial, que es mucho más que eso. La originalidad aquí es haber colocado una máquina en el centro de la historia, un tanque, el mejor tanque que ha conocido y creado el ser humano, para después ponernos en la piel de los dos protagonistas. Pues más que una docuficción sobre el conflicto, o sobre la máquina, trata, sobre todo, la relación fusional entre hierro y carne que hay con sus porteadores. Con un dibujo curioso que aplica un animismo fantástico e ¿improbable? Pero que la máquina Krieg fue capaz de realizar…

Los dos años de invencibilidad de esta gran y malvada bestia favoreció el surgimiento del afán de muchos por estas maravillas de la ingeniería industrial de la época. Permanece, a día de hoy. Eso si, un álbum que se centra en la tripulación: un capitán, hechizado por su morbosa misión, y un ayudante, fiel “escudero” que pierde ilusión con cada avance. Seguimos a ambos desde 1942 hasta 1945, hasta un final crepuscular y apocalíptico.

Para el recuerdo.

Que me ha provocado sensaciones extrañas. Krieg Machine muestra un clasicismo desgarrador. La historia cuenta con una serie de explosiones «magníficas», cargas «heroicas», crímenes de guerra y una fascinación inquietante por los valientes petroleros germánicos que tanto miedo dieron a las naciones ganadoras del conflicto.

El dibujo de Sénad Mavric y Philip Andronik (dos chicos bosnios) es realista y tira bastante a film clásico. Además, de estar muy bien documentado, como pega, no me gustó que en algunas partes del cómic algunos rostros fueran esbozados apresuradamente. Como si hubiera prisas.  Eso no me gustó, por que hablamos de un cómic de la BD, donde el detalle debe ser una virtud casi impuesta. Pero, en definitiva, una gran historia del maestro Jean-Pierre Pécau que se basa muy mucho en los personajes.

Segundo de cuatro álbumes muy recomendables y de tramas independientes. Ideal para todo lector de cómic bélico. Se aprende bastante, esplende la sensación de estar allí y seguramente provocará que quieras saber más de esta poderosa arma y sus usuarios.

Reseña: La Horda del Contraviento Vol.1, de Eric Henninot y Gaétan Georges

La Horda de Contraviento es una novela de Alain Damasio que me atraía bastante leer después de ver el éxito que tuvo en el país galo. Pero no sé tanto francés como para leer un libro. Mucho menos, de Ciencia Ficción. No obstante, Damasio puede ser el escritor francés de literatura fantástica vivo más famoso del momento. Un autor además que es guionista de cómics, radio-ficciones, películas y series de televisión. De Damasio sólo he leído uno de sus cuentos que se publicó en una revista de moda, y que también vio la luz en su antología Aucun souvenir assez solide (No hay recuerdos lo suficientemente fuertes); donde descubrí un universo original y una escritura precisa. Pero ahí quedé. Bien (ya os digo), por no saber mucho del idioma y, sobre todo, por lo difícil que es en este país (¡qué estamos al lado!) que se publiquen libros interesantes del país vecino. Pero es a través de los cómics que estas chuladas sí que consiguen cruzar los Pirineos. Es, en este caso, Yermo Ediciones quien está detrás de la publicación en nuestro idioma de La Horda de Contraviento en formato cómic. Trasladada por Eric Henninot quien hace un trabajo chulo, aunque no sé qué adaptó realmente o si ha modificado mucho la idea original. Lo que sí sé es que la escritura de Damasio, no es fácil de ser llevada a otro medio, ya sean cómics o películas. Creo que, como en Dune, hay toda una parte del texto que la imaginación complementa muy bien y que a los medios «más visuales» les cuesta transmitir.

A partir de una historia de la corriente imaginaria de ópera filosófica y política de narración múltiple -al estilo de Reinos del Muro, de Robert Silverberg-, se nos cuenta la historia de una tropa que siendo aún niños abandonaron Aberlaas, la ciudad de las fronteras, para caminar de oeste a este hasta llegar a Extremalto, donde supuestamente surge el fuerte viento que azota a todo el planeta y que barre a este mundo día y noche, sin tregua. Ahora la 34ª Horda del Contraviento se pone en marcha como nueva expedición para impedir o al menos descubrir al pueblo el secreto de aquel Mal acosador. Con un líder potente como es Sov, El Escriba, sobre cuyos hombros descansará pronto el futuro de toda la Horda…; la misión se cruza en el camino de los Freóles, unos seres voladores bastante extraños. En una inmensa estepa llegan a Physalis, nave nodriza de estos alienígenas, y una Escuadra Freólica que es capaz de actuar como transporte para proteger a los pueblos más desvalidos, actúa. Recibidos por una multitud jubilosa, la Horda finalmente disfruta de ese descanso que da el haber salvado a todo un pueblo. Sin embargo, a pesar de la fiesta, el malestar en Sov sigue creciendo: ¿Son los Fréoles realmente aliados? ¿El encuentro fue fruto de la casualidad?

La Horda de Contraviento fue en un díptico de la BD que se publicó en 2004 y que ahora por fina nos llega gracias a la siempre recomendable editorial de cómic europeo Yermo Ediciones. Una historia, un primer volumen que te deja súper intrigado. Una maravilla de cómic. Ciencia Ficción de la buena. Y es que me dijeron que Henninot se ha esforzado por mostrar los eventos mencionados pero no vividos en la novela (sin traicionar el espíritu), lo que permite dinamizar el comienzo del cómic. Se hizo bien. Me comentaron también que se agradece que el guionista colocara una escena de apertura que da contexto, cuando la novela, por lo visto, te pone directamente al frente de la Horda sin apenas información. Pero en esta adaptación, no hay narración múltiple ni pos-modernismo enrevesado. El diseñador, uno de los talentosos herederos del inmenso Mathieu Lauffay, trabaja aquí por primera vez en solitario haciendo guión y dibujo. Tan maravillado estoy que ya he puesto a Eric Henninot en mi lista de autores de la BD a seguir.

Paisajes maravillosos y terribles, una fauna y una flora extrañas, las diferentes formas de viento contra el que luchar y misteriosas reliquias conceptuales propias de la Creación. Pero, sobre todo, vais a ver la 34ª Horda enfrentándose a su peor enemigo: ¡Ellos mismos! Eric Henninot ha producido aquí una ópera planetaria muy eficaz en su encuadre. Los tonos oscuros, predominantemente marrones, dan una ambientación tremenda que incluso provoca ansiedad a aquellos que hemos vivido días de viento insoportable. Las sensaciones son que Henninot lo clava. No por la adaptación, que por tanto no puedo juzgar, sino por la interpretación. Los escenarios son grandiosos y llamativos a los ojos, al igual que la trama y los personajes miembros de la Horda y el vínculo entre todos ellos es súper realista. Una aventura a seguir, sin duda. La mejor CF hecha cómic.

Reseña: Carta Blanca, de Jordi Lafebre y Clémence Sapin

Carta Blanca puede ser uno de los cómics más bonitos que se pueden encontrar ahora mismo en novedades. El más preciocérrimo, desde luego, porque no se me ocurre un calificativo mayor. Pero, ¿basta sólo con eso? Obvio que no. Preciosa historia, entrañables personajes, guion y dibujo de Jordi Lafebre para el delirio que logra sentirlos vivos, conmovedores…, salgo de mi lectura encantado. Conmovido. A uno también le gusta que de vez en cuando le pongan el vello de punta, ¿no? Además, el ingenioso proceso de contar la historia…, bueno, bueno, vamos por partes. Pero sí que funciona de maravilla también esta vez. Y es cierto que conocemos el final de la historia de Ana y Zeno desde el principio, pero curiosamente -o magistralmente, según se mire- eso de ninguna manera estropea el placer de descubrir cómo y por qué estas dos personas se han amado durante tantos años y no se encontraron antes. Carta Blanca es una de las bonitas novedades que Norma Editorial trae este mes desde el siempre atractivo cómic europeo. El título y la portada me convencieron de que lo pasaría bien, esa extraña certeza que a veces surge cuando piensas que un volumen te molará y eso que no sabes de que va. Ocurre también con títulos así, que temes que te decepcione. Por alguna razón quieres que te guste, y es como tener la posibilidad de probar una tarta de naranja y rezas por que no esté amarga. Entonces, sin prestar mucha atención a los detalles leo el primer capítulo; bonito ronroneo, paso la página y ¿dónde estoy? Retrocedo. ¿Pero cómo diablos el capítulo 19 y acabo de leer el 20? Empieza el juego. Toda una lucha de ansias por no querer leer el Capítulo 1, o sea, el final… Que sería el principio. Uff…

Un cómic atípico ya que comenzaremos la historia con su conclusión y retrocederemos en el tiempo, como habréis podido imaginar. La historia de un amor platónico que dura casi cuarenta años. En Carta Blanca seguiremos el destino de esta pareja que los llevó a convertirse en quienes son pero siempre viviendo las consecuencias antes que las causas. Un guion hecho de manera inteligente -hay que tener muchas cosas en cuenta-, y con el tono ligero que tan bien fluye en las comedias románticas. Extrañaría muchísimo que no se convirtiera en peli. Pero también contiene temas dolorosos (en el amor verdadero qué no lo es), temas como la romantización de la infidelidad, por ejemplo. Durante casi cuarenta años, el personaje de Ana le ha mentido a su esposo y su hija. Son situaciones que pueden doler moralmente a ciertos lectores. No voy a desarrollar más este tema pero soy consciente que para muchos/as el amor se rompe en mil pedazos si tras una familia existe una mentira así. En especial, para ciertas mentes “vintage”, sé que una historia de engaño no puede ser encantadora y puede resultar dolorosa. No obstante, es preciosa en muchos sentidos. Con el detalle ese de, ¿cómo terminará?, ¿cómo empezó?

La mayoría de vosotros ha pasado por esto. Tenéis en vuestro interior amores, cosquilleos en la barriga, recuerdos con los que vibráis al rememorarlos. Historias que os perseguirán hasta vuestro último día, alzheimer mediante. Gente con la que soñaste estar y terminaste con ella o no. Quizás, si que te acercaste un tiempo pero por una cosa o por otra vuestro corazón se rasgó para siempre. La destreza del autor en Carta Blanca es la construcción de una historia invirtiendo el tiempo pero encadenando eventos de una manera coherente y apoyando un marco fluido. Cierto es que no me gustó que Lafebre intentará explicar el porqué es posible retroceder en el tiempo. Explicaría que esta novela gráfica empiece por el final pero hay cosas que no se cuentan y quedan mejor, señor. Como en las historias de zombies. Mejor dejar en el aire la idea del porqué y dónde parte todo. Si tocas temas científicos puede que algún lector especializado sonría por incredulidad.

Eso si, lo que enamora totalmente es el dibujo. Muy Disney pero sazonado de cómic europeo. Es una mezcla extraña pero enamora. Es increíblemente eficiente la línea dinámica y expresiva que consigue el autor para transmitir a la perfección los sentimientos de los personajes. Especialmente, a través de su apariencia. Desde las primeras páginas, cuando Ana tiene lágrimas en los ojos, os juro que yo también las tenía… Y es que apenas conozco la obra de Jordi Lafebre. No he leído nada de sus cómics anteriores y, sinceramente, no esperaba quedar tan encantado. La guinda al pastel, la pone el colorista y ayudante Clémence Sapin que permite establecer súper bien los estados de ánimo a través de esos tonos pastel que contiene la historia.

Una fábula moderna sobre el paso del tiempo y los sentimientos que quedan. Hermoso cómic, para leer y releer.

Buen finde a todos.

Reseña: Deadwood Dick. Black Hat Jack, de Joe R. Lansdale, Mauro Boselli y Stefano Andreucci

Algunos lectores de Terror no lo saben pero Joe R. Lansdale no sólo ha escrito novelones del género súper recomendables, también es un amante del género Western. Es una rara combinación de gustos o de estilos para un escritor, sin embargo, más que raro, yo lo veo original. Y no porque pueda mezclar ambos géneros(que yo sepa solo lo hizo en un relato, fue genial y sirvió de inspiración para mi relato Andad de día que la noche es mía); el tema es que me parece muy, muy difícil ser bueno en dos temáticas tan diferentes. Pero Lansdale lo es. Joe Richard Lansdale (1951) es un escritor estadounidense además experto en artes marciales y de vez en cuando aporta su don a los cómics. Alucino con este hombre: ¡Tiene todos mis gustos! Ha sido autor de más de cuarenta novelas y ha publicado unas treinta antologías. Incluso alguna de sus historias han sido llevadas al cine. Envidia pura. Además, ha ganado varios premios por su labor en las letras entre los que está, por supuesto, el glorioso Premio Bram Stoker. En definitiva, aquí uno que va a leer siempre todo-todito-todo lo que se publique en español de este hombre.

Es por eso que fue un gusto ver que Panini Cómics, dentro de ese hermanamiento y publicación de grandes títulos de Sergio Bonelli Editore, recién publica Deadwood Dick: Black Hat Jack. Si aún no conocéis Deadwood Dick, os diré que es un personaje de ficción que apareció por primera vez en viñetarios o las que fueron llamadas novelas de diez centavos, publicadas entre 1877 y 1897 por Edward Lytton Wheeler en USA. Un exitazo de venta en el lejano siglo XIX. De hecho, el nombre se hizo tan conocido en la época que varias personas, incluidos famosos de renombre que residían en Deadwood (Dakota del Sur), adoptaron dicho apodo. Incluso tuvo una serie televisiva antológica como fue Death Valley Days que presentó un episodio en 1966 titulado La Resurrección de Deadwood Dick, con el presentador Robert Taylor y con el popular actor Denver Pyle en el papel principal. La historia mola. Si podéis echadle un ojo. Deadwood Dick es presentado por los dirigentes de la ciudad por que muchos turistas vienen a Deadwood y piden conocer al legendario hombre de la frontera. Pronto Buffalo Bill invita a Deadwood Dick a unirse a una refriega en ciernes y al final Dick, fortalecido por el gran dueto, termina por salvar al banquero de la ciudad en un atraco y promete regresar a Deadwood algún día, donde resulta que pasará sus últimos años hasta su muerte en 1929.

Black Hat Jack nace a partir de un relato de Joe R. Lansdale. Un relato épico que ya me doy patadas en el culo por encontrar en formato literario tras ver lo guapo que está y para comparar… Aunque es Mauro Boselli quien adapta esta historia a cómic. Guion narrado en primera persona donde a través de la propias palabras del protagonista nos cuenta como junto al montañés Black Hat Jack decidieron probar suerte en la caza de búfalos y…, donde tras una serie de investigaciones y pesquisas que van encontrando por el vasto páramo con un puñado de cazadores de búfalos, terminarán luchando en la famosa batalla (la segunda) de Adobe Walls, que se dio en junio de 1874 y que enfrentó a cientos de guerreros comanches, cheyenes, kiowas y arapahoes contra unos veintiocho cazadores de bisontes estadounidenses que defendían el asentamiento, en lo que ahora es el condado de Hutchinson, Texas.

Otra de esas batallas épicas históricas de unos pocos contra muchos. Lugar para ver que Lansdale leyó bastantes “novelas de diez centavos” como inspiración para esta historia. De algún modo, es muy parecido a ese formato; sin contar, por supuesto, con las geniales ilustraciones de Stefano Andreucci que son soberbias. Acción trepidante en un relato que rebosa suspense y nervio con el avance lento hasta que se desata el infierno. Por lo que he podido encontrar: sí, realmente Bat (Murciélago) Masterson estuvo presente y fue uno de los parapetados que hizo unos disparos increíbles. Tiene detalles así. Después de eso, hay cosas que se contradicen pero el Sr. Lansdale y Mauro Boselli (tengo que comprobar de quién es la culpa, por eso lo de leer el relato original). Aunque los fans de los spaghetti-westerns alucinarán de lo lindo con este cómic.

Reseña: John Tanner. El Cautivo del Pueblo de los Mil Lagos, de Christian Perrisin y Boro Pavlovic

Llevo mucho sin deciros que, tanto que alardeamos de creadores de buen cómic los americanos, resulta que, por ejemplo, las mejores historias de Western en este formato siempre nacen en el viejo continente. Es una coincidencia que quizás no lo es tanto pero, ¿no sería más lógico que en cada tierra se hiciera lo mejor para con su historia? Supongo que de ahí lo de no ser profeta en tu tierra por que en mi caso, la mejor historia que he visto en cómic sobre la Guerra Civil Española…, por supuesto, no la hizo un español. Pero a lo que iba, que es fácil encontrar muy buenas historias del Oeste dentro del noveno arte y del cómic europeo.

Yermo Ediciones recién publica uno de esos títulos, uno de esos cómics para el recuerdo. Es decir, las historias que se basan en hechos reales a uno se les queda grabada. Serie que se inicia con este primer álbum y que deja con ganas de más. La historia de John Tanner, que permanecerá cautivo de las tribus Ojibwe durante treinta años (capturado desde los nueve) historia de la que no tenía ni idea. Me sonaba algo parecido, pero ni era exactamente esta historia, ni transcurría igual. Y es que, con la intención de reemplazar a un hijo desaparecido, John experimentará varias pruebas y un destino singular y doloroso, antes de convertirse en un vínculo entre las culturas blanca e india, a través de su función de traductor y guía. Por tanto, estamos ante un cómic de belleza incalculable, un guion de película biográfica muy bien relacionada y bien documentada por lo que he podido investigar. Al buscar lo que concierne al personaje (yo soy así de inquieto) en mi Historia del Far-West, de Rieupeyrout (enciclopedias que, sin duda, merecerían una bonita re-edición en español); me di cuenta que Perrisin había estudiado bien el tema, porque si exceptuamos algunos pasajes de ficción que le dan aspecto aventurero al guión, todo huele a autenticidad. A la vez que le da valor antropológico a los nativos americanos.

Es una trama que además pertenece más al campo de lo salvaje que a la típica historia de búsqueda. La acción se desarrolla entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, es decir, menos de un siglo antes del período en el que transcurre El Último Mohicano. Pero está en esa linea. Un cómic impregnado de cultura india, incluso el vocabulario indio es increíblemente rico. Y que trata la historia contada a través de John Tanner a un amigo que se convertirá más o menos en su biógrafo. Un médico curioso abierto a los pueblos nativos americanos de 1827. Así que imaginamos desde este medio-flashback que al final del álbum Tanner ya es un adulto y se ha convertido en indio. Una historia sin sorpresas pero que se disfruta con el “durante”. Sobre todo, por el dibujo de Pavlovic, cuando menos, ingenioso, efectivo, que acompaña muy bien a la historia, que se desarrolla a ritmo lento, pero de forma interesante. Siendo el conjunto descrito, diálogos bañados en ilustraciones muchas que son lienzos en sí mismos.

El dibujo de Pavlovic (ilustrador que recuerdo de El Niño y Les Munroe), posee un dibujo soberbio, digno de la mejor BD. Despliega todo su don en los magníficos paisajes de los Grandes Lagos pero también ofrece un verdadero festival sobre cultura india (atuendos, objetos y rostros indios). Además de la historia de John Tanner, la historia en su conjunto es instructiva por su transcripción de esta cultura india que descubrimos en un tono mucho menos idealizado; los nativos son crueles, a veces malvados, individualistas y viven en la indigencia algunos. Otra ambición de sobrevivir en un mundo hostil. Mas, también aprendemos que la evolución de los nativos no se basó sólo en violencia y sangre, sino en una especie de asimilación de mestizaje de lo que es un claro ejemplo John Tanner. Después de todo, son indios de los Grandes Lagos, no tienen la misma forma de vida que los indios de las llanuras de un siglo después. Una comuna diferente.

Serie planeada en díptico, que ningún amante del género debería perderse.

Reseña: Un Destino de Hallador, de Gess

Curioso, muy curioso, es este nuevo titulo que llega a nuestro país de la mano de Ponent Mon. Pero es Gess. Y un cómic de este hombre ya es como mínimo apetecible. Y en formato grande, más. Pues recordad que ya casi con todas las editoriales que traen buen cómic europeo, por normal general, hablamos de integrales (que para mí es el formato ideal para degustar historias); así que si se puede, se hace un esfuerzo económico para llevaros a casa lo mejor de lo mejor… Cómic con el que empezamos la semana que lo merece.

Pues tras un nuevo álbum de ¡Viva la Anarquía! (https://www.cronicasliterarias.es/?p=4831), quién no va a querer trasladarse de nuevo a esos tiempos de Balzac, Zola y Victor Hugo, la Comuna y los grupos anarquistas de la France. Pero esta vez con toques fantásticos. Guau! ¿Cómo? Si, si…, pero Un Destino de Hallador es eso y más. Para los que aún no conocen los denominados Cuentos del Pulpo; obra que promete ser colosal y cuyo primer relato fue La Malédiction de Gustave Babel, que hizo mucho ruido por su frescura y por sus dimensiones cuasi-dimensiones hugolianas al otro lado de los Pirineos. Son cuentos dedicados a una organización criminal que controlaba París a finales del siglo XIX. No obstante, Gess los lleva a un universo ucrónico donde conviven (con dificultad) humanos corrientes y mutantes franceses muy al estilo de los X-Men. Sin embargo, ahora, comenzando con una breve pero conmovedora introducción a la Comuna de París y el sacrificio de quienes creían en los valores democráticos y modernos que se debieran defender, Un Destino de Hallador promueve a su vez (como cómic) ciertas tendencias políticas citando en cada apertura de capítulo un extracto clave del Contrato Social, de Rousseau. Vamos a ver, ¿politiqueo? Dirán algunos de ustedes. Bueno, ¿y acaso Dios ama, el hombre mata no era un cómic político en definitiva?

Detrás de una ficción extraordinaria y operando a varios niveles, Gess, es el único responsable de esta obraza donde interpreta todos los roles (guionista, diseñador, colorista, rotulador…); con el que transmite un mensaje poderoso. La relevancia de que todo permanece igual más de un siglo después. La soberbia de los poderosos (ya sean miembros del Estado o de la Mafia) hacia el pueblo sin el cual, sin embargo, no son nada. Pero también la posición de víctima de la mujer, sistemáticamente explotada, violada en sus derechos, literalmente devorada por el sistema. La necesidad de Revuelta, aunque los límites de la violencia son obvios… Temas, posturas comprometidas, que tras lo fantástico encumbran lo que se cuenta en Un Destino de Hallador.

Pero lo que hace de este volumen un triunfo absoluto y una lectura tan cautivadora como abrumadora, es la fuerza de su historia. Así como el poder de los personajes, ninguno de los cuales es insignificante. Me llamó mucho la atención encontrar en un cómic el romanticismo poderoso que es capaz de evocar la gran literatura francesa del siglo XIX. Tener la sensación de esta leyendo a Victor Hugo o Alexandre Dumas, eso no lo consigue cualquiera. Y menos, dentro del noveno arte. Son referencias que inmediatamente vienen a la mente cuando uno se hunde en este universo rico que se propone. Situaciones moralmente complejas y la atmósfera de inevitable tragedia. Una dimensión de “cultura francesa” que le permite también a Gess separarse un poco de posibles referencias a los mundos estereotipados de los superhéroes estadounidenses. Al tiempo que los encaja perfectamente en temas más contemporáneos (asesinos en serie, universos paralelos, etc.). Además, lo que se cuenta aquí, tiene ese don lovecraftiano, mignolista, que a mí por lo menos me flipa. Imaginaréis que ahora quiero, rezo para que alguien saque en español (¡Muerdo por conseguir!) La Maldición de Gustave Babel, el primer relato de los Cuentos del Pulpo. Y es que me contaron que tras ese cómic está la base donde el autor francés de Ruan siembra la semilla para este maravilloso volumen que os reseño hoy.

En Un Destino de Hallador me cuentan que lo vuelve a hacer con geniales historias entrelazadas que evolucionan en el mismo universo. Un período de transición por excelencia donde trama y subtramas llegan a unirse, por lo que he podido averiguar. Gess juega con este rico tejido histórico francés para confeccionar un universo único. Trata ante todo personajes de gran riqueza y profundidad, algunos de los cuales tienen talentos increíbles. Este pequeño toque fantástico da cohesión y originalidad jugando con leyendas urbanas y embarcándonos en una historia contundente y sangrienta donde las familias de los principales protagonistas vana sufrir de lo lindo. Todo con un ritmo constante, poderoso, de narrativa apasionante, donde nos embarcamos rápidamente en un secuestro donde Émile Farges, nuestro héroe, tendrá que salir de su zona de confort para salvar a su familia…

Desde el punto de vista gráfico, Gess confirma su estilo, lo cuidadoso que es y le da a su historieta todo el atuendo necesario para nuestro mayor placer. Es un maestro en todos los sentidos. Un ídolo para muchos fans entre los que me encuentro.

Cerrando ya, la valoración es fácil, para un amante del género detectivesco y de Terror como yo: Menuda Joyita. Trama digna de peli, serie de TV, sirve hasta como aventurera rolera, friends. Rico universo y cómic súper disfrutable para muchos de los que leéis Desde New York – Crónicas Literarias y que sabéis ya de sobra de qué pie cojeamos.

Súper recomendable.

Reseña: ¡Viva la Anarquía! El Encuentro entre Majnó y Durruti, de Bruno Loth y Corentin Loth

Tras los sucesos contados en el primer tomo de ¡Viva la Anarquía! (https://www.cronicasliterarias.es/?p=2708), un cómic excelente que le daba a la “anarquía” su definición real, ya comenté que se rumoreaba un segundo volumen. Y aquí está. Nuevamente de la mano de Ponent Mon. Más datos, más guion e ilustración de la historia que persigue o persiguió a estos dos tipos que un 15 de julio de 1927 se encontraron y establecieron amistad. Dos anarquistas, Nestor Makhno y Buenaventura Durruti, uno ucraniano y el otro español, dos anarquistas revolucionarios que rodeados de sus seres queridos, entablan una conversación fraternal sobre su viaje personal y los valores libertarios que defienden con ardor. Dos que buscaron posibles vías para construir un mundo mejor donde no hubiera mandatarios, ni explotados, ni jerarquías, y donde el Estado y la propiedad fueran abolidos. Una quimera de igualdad y libertad que muy pocos defienden incluso a día de hoy. Y si el primer álbum se centraba en el reencuentro, aquí llega la anécdota, la aventura vivida, hechos pasados por los que sufrieron junto a otros. Concretamente, las operaciones a gran escala destinadas a poner en práctica sus ideales. Majnó -como le llamaba Durruti-, relata sus batallas al frente de un ejército insurreccional, para establecer una zona revolucionaria libertaria y luego defenderla contra los imperialistas y los bolcheviques. Por otro lado, Durruti detalla las acciones que cometió con la esperanza de debilitar el poder en el lugar y la patronal, tanto en España como en Centroamérica.

Pero hay más. Otro excelente álbum de Bruno Loth sobre un tema que le es querido: la anarquía. Después de haber trabajado ya mucho en la Guerra Civil Española y sus múltiples convulsiones políticas, rinde homenaje a través de esta serie en la que destaca el tema histórico y los entresijos que a menudo se utilizan para captar al amante de los grandes hechos históricos. Makhno, el ucraniano, Durruti, el español, y su visión del mundo y lucha donde convergen para construir un mundo mejor y sobre todo más igualitario. Sabiendo lo casi imposible que es esto. Dos pensadores, dos intelectuales guerreros en un nuevo álbum que nos permite por un lado (re) descubrir estas dos figuras emblemáticas de la anarquía y “desempolvar” el anterior álbum Por que después de leer El Encuentro entre Majnó y Durruti, querrás revisitar el primero y completar sensaciones.

No es un cómic político. Así que olvidaos de todo lo que creéis saber sobre anarquía. Esta trama no tiene nada de educativa. Pasea mejor por esa playa donde degustar sucesos históricos y personajes que no todo el mundo conoce y que gobiernos no interesados promueven su olvido. Debéis saber que antes de 1914 y durante el período entre guerras, el movimiento libertario tuvo una influencia significativa tanto en Francia como en España, especialmente en Cataluña. A principios de los años 20 del siglo pasado, los dos líderes anarquistas se refugiaron en Francia. Bruno Loth imagina que cuando los dos hombres salieron de la cárcel, se encontraron y se rodearon de compañeros combatientes, cada uno hablando de su viaje. Estamos en un período en el que la violencia es un modo de acción en respuesta al envío de rompehuelgas particularmente violentas que acababan con las fuerzas antidisturbios y muertes «fáciles». Ese no era el objetivo. Pero a lo que vamos, lejos de ser didáctico o doctrinario, en ¡Viva la Anarquía!, encontramos un cómic de tema interesante, de gráficos llamativos, que expresan a la perfección las atmósferas de Ucrania o Cataluña realzadas por un suave y espléndido coloreado de Corentin Loth.

Bruno Loth sabe cómo cautivar al lector con retazos de vidas singulares. Una continuación y un final tan fascinante como instructivo vais a encontrar en este díptico. Completismo muy recomendable.

Reseña: Azimut (Integral), de Wilfrid Lupano y Jean-Baptiste Andreae

Y ahora os voy a enseñar lo que posiblemente sea uno de los cómics más maravillosos publicados en español de este entre-mes. Diría, que uno de los mejores integrales y bonitos que se van a publicar este año. Una joya visual la mires por donde la mires; Azimut, de Lupano y Andreale.

Ponent Mon, como no podía ser de otra forma, trae este cómic de enorme calidad a nuestras librerías. De esas historias que mezclan géneros, que quizás no tiene ninguno o que es inclasificable por la cantidad de temas que toca: Un lugar de vastas incongruencias en mundos posibles, imposibles, aunque en uno de ellos, más que en cualquier otro lugar, permanecemos profundamente acometidos por la idea de la vejez y su trágico desenlace como es la muerte. En otros lugares tal vez no, pero en este mundo, está permitido pensar que sí… Quería poner este mini-avance de la sinopsis por que fue, sin duda, lo que me atrapó. Pero por el momento sólo añadiré una extraña pregunta que te persigue desde el principio: ¿Qué o quién demonios es el Arrebatatiempo?

Cinco álbumes de una serie que ahora se recogen en un poderoso integral que obviamente merece la pena. Wilfrid Lupano al guion y Jean-Baptiste Andreae a los dibujos y al color, que, sinceramente, con su trabajo asombra, ilumina y se te cae el mundo al suelo por la envidia de lo bien que lo hace. Historias, álbumes, tramas conectadas que curiosamente tuvieron al lector en vilo durante años pues comprendían un solo ciclo y se publicaron bastante espaciados en el tiempo (2012, 2013, 2016, 2018 y 2019). Un despiporre que nunca se le debe hacer a un lector asiduo y ansioso de buenas historias de cómic europeo. No obstante, ahora le dan a la publicación de un integral, un valor tremendo que esta maravilla llegue a nuestros lares.

La bella Mania Ganza es también de la opinión de Aristide Breloquinte (quien investiga los misterios del tiempo a bordo de su nave laboratorio Laps). Y esto nos lleva a una gran aventura en compañía de personajes fantásticos que -estoy totalmente de acuerdo- recuerdan a los personajes creados en su día por Lewis Carroll (Alicia y el País de las Maravillas). En Los Aventureros del Tiempo Perdido, conoceremos a los personajes y veremos en qué consiste la «Quest» y lo que son capaces de hacer. Ah, y espera, espera, no, en serio: ¿Qué o quién demonios es el Arrebatatiempo?

La Bella debe Morir es el segundo álbum. Y es que después de escapar del juicio de Ireneo el Magnánimo, la hermosa Manie Ganza y su banda de sabios aterrizan en el triste reino volante del Barón Chagrin. Este último, un personaje mítico si cabe, que habría logrado conquistar la vejez… Pero, ¿a qué precio? Por su parte, el profesor Aristide Breloquinte y su tripulación continúan estudiando la espinosa cuestión del paso del tiempo y parecen tener ya una idea sobre la terrible desaparición del Polo Norte.

En Los Antropótamos del Nihilo, la bella Manie Ganza hizo un trato terrible: siglos de vida contra miles de muertes. Y mientras su propia madre, la Reina del Éter, busca matarla, reinos enteros se declaran guerra entre sí. En todos sitios se preparan para la gran masacre, de lo que se alegra Baron Chagrin, por supuesto.

Nubes Negras, Velo Blanco es como un reinicio eterno. Se organiza un nuevo compromiso para Manie Ganza, esta belleza debe convertirse en la esposa del Señor del Desierto, el gran mamamouchi Baba Musiir. Pero este último, por poderoso que sea, no sabe si podrá resistir los celos enfermizos del Arrebatatiempo. ¿Por amor? La Reina del Éter está dispuesta a despertar poderes enterrados (y con razón) en venganza por la belleza de su hija…

Y cierra el tomo/arco/ciclo/integral, Las Últimas Escarchas del Invierno. Donde una enorme ola de hielo azotó todo el país y lo que se salvó del desastre, se ha convertido en una tierra de asilo para los refugiados climáticos. La nación de Petitghistan debe revisar sus principales planes para conquistar el mundo, ya que es precisamente el resto del mundo el que llama a su puerta. Y el triste palacio volador del Barón se estrelló contra estas tierras heladas. Y el dueño del lugar se encuentra allí, helado, muerto: ¡El que iba a vivir hasta el fin de los tiempos! ¿Significa eso que realmente el final de todos los tiempos?

Azimut ganó el prestigioso Premio Imaginales en 2013. Es el ejemplo claro de cómic europeo de diez. Dibujo preciocérrimo, tramas originales chulas, cómic súper recomendable -diría que indispensable, al menos, de leer- para fans de la mejor literatura fantástica. Hasta las contraportadas son enmarcables.