Reseña: Star Wars. The High Republic. Aventuras, de Daniel José Older, Harvey Tolibao y Rebecca Nalty

Vamos calentando motores que se aproximan nuevamente tiempos guaposos de Star Wars. Por lo que uno, como no lo puede dejar mucho tiempo después de haber sido envenenado con el dardo ya hace unos años con esta saga/mundo/universo mítico; pues recurro a Planeta Cómic, lugar donde encontrar toda una serie de títulos y eventos de La Guerra de las Galaxias y su Universo Expandido que me flipan. No hace mucho reseñé El Miedo No Existe (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6643), cómic de The High Republic, este nuevo evento tan en boga ahora, que me dejó unas tremendas sensaciones. Bien, pues para los interesados, deciros que dentro de The High Republic se están elaborando toda una serie de títulos la mar de interesantes pero también independientes a la hora de disfrutar; siempre que tengas asimilado el concepto base para con la historia, y del que si no sabes nada, yo te cuento.

Star Wars: The High Republic es un proyecto que fue anunciado por primera vez como Proyecto Luminous, una idea general en el que empezaron a trabajar Cavan Scott, Claudia Gray, Charles Soule y varios autores más como Daniel José Older, Harvey Tolibao y Rebecca Nalty. Es decir, autores que ya han trabajado en obras para el Universo Expandido, y que pensaron en una idea que abarcaría tanto cómics como libros para contar una historia interconectada ambientada en la Era de la Alta República. ¿Cómo? Tranquilos, que sé que no todo el mundo es tan friki, jajaj… Son y serán aventuras ambientadas dos siglos antes de los acontecimientos del Epidodio I: La Amenaza Fantasma, aquel film donde vimos la infancia del glorioso Darth Vader.

The High Republic: Aventuras que recién publica Planeta Cómic contiene los primeros cinco números de la serie original. Es uno de los tomos recopilatorios de IDW que más se ha vendido en USA aunque aquí se ha decidido publicar en formato TPB. Un tomito donde nos llevan al Sistema Trymant, donde un grupo de jóvenes padawans, bajo la guía de Yoda, andan en una misión en la ciudad de Bralanak, para salvar a la gente de las consecuencias del desastre hiper-espacial, y donde una joven jedi llamada Lula Talisola, pronto se convertirá en una de sus más brillantes discípulas. Mientras tanto, en la ciudad de Bralanak, nos encontramos con un habitante de Zeen Mralan al que siempre le educaron para tener un enorme cuidado con todo lo que respecta a la Fuerza. Y ya sabréis porqué. Pero Yoda despliega en la ciudad a los padawans en deslizadores para salvar a todos los civiles que puedan. Lo que lleva a una escaramuza con algunos piratas que han aprovechado para saquear el planeta. Y como colofón del primero número, se cuenta un secreto que dejará a muchos fans con el culo torcido.

Así empiezan estas aventuras palomiteras de una nueva época chula de Star Wars.

Como gran fan de la mejor saga espacial de todos los tiempos, nunca tengo suficiente tras leer y ver films que corresponden al canon de Lucas. Pero fuera, hay más. Los libros y autores también súper fans, hacen un trabajo glorioso porque lo sienten y con ello se inspiran y rellenan huecos de una trama eterna, de épocas, mundos, diferentes culturas, infinitas historias que se quieran proponer e imaginar. Por que para intentar recopilar algo así…, la metáfora es fácil. Con Star Wars se tiene todo un universo para crear todo y más de lo que uno quiera, o mejor dicho, Disney en estos momentos te deje explorar. El ejemplo lo tenemos claro en la seriaza que se han marcado Jon Favreau y Dave Filoni con The Mandalorian. Dos fans de toda la vida, trabajando con amor para la saga que llevan en su corazón desde pequeños, de ahí, ¿qué pude salir mal? Pues eso mismo está ocurriendo con The High Republic.

Si metemos o se reúnen unos pocos de los autores que llevan toda una vida haciendo cositas para Star Wars, todo para crear una serie de aventuras y nuevos eventos, en ese «brainstorming» de cabezas pensantes con dones literarios… Las historias salen como churros. Pero churros buenos para mojar en chocolate. Que si te crean una raza nueva, un personaje distinto que dirige todo un clan, un jedi diferente en conceptos, un cazarrecompensas del que pende su familia, un pícaro que roba para un Estado o un soldado del Imperio que odia su trabajo… Saber de sus vidas, mola. Y pienso disfrutar del Universo Expandido, todo el tiempo posible que mis ojos lectores me dejen.

Eah.

Reseña: Batman. El Mundo, de VVAA

Hoy toca Batman. Recomendar uno de los mejores tomos que he leído últimamente con historias del personaje. Claro. Tampoco me iba a equivocar mucho con Batman: El Mundo, ¿no? Perdonad, pero uno tiene mucho por leer, la vida es corta y los libros y cómics son muchos. Y es que toda obra que encabece Brian Azzarello en los guiones, junto a todo un conjunto de autores, y Lee Bermejo al dibujo, y todo un conjunto de ilustradores; en eso, my friends, uno poco puede fallar. Batman: El Mundo es un evento internacional que se publicó hace nada en nuestro país en dos ediciones: una con portada de Paco Roca (ésta que os traigo) y otra con portada de Lee Bermejo. Pero ambos volúmenes contienen lo mismo. Una idea tan poderosa como es poner al orejas picudas al servicio no de una sola ciudad, sino del mundo entero. Se le propone que mire más allá de los puentes, los callejones y los rascacielos de su oscura ciudad para que se percate de que la justicia no entiende de fronteras y que viaje. Que hay maldad en cualquier rincón de este mísero mundo. En definitiva, relatos de diversos autores que nos llevarán a ver como el Caballero Oscuro se defiende y antepone su vida por otros, allá por otras zonas del mundo. La lucha por la justicia pasa por la globalización en una antología de tapa dura que recopila historias protagonizadas por el Caballero Oscuro cuando abandona Gotham City en busca de aventuras. Escrita e ilustrada por equipos creativos también de varias partes del globo, esta colección de relatos presenta los mejores talentos creativos de más de una docena de países. Cada historia sigue al orejas picudas en una ciudad diferente. La antología se lee como una celebración del legado de Batman pero sirvió también para presentarle a los lectores USA (país que aún anda en el ensimismamiento), presentarle a todos ellos el talento creativo que existe en otras partes del planeta.

Comentaros que, como antología, Batman: El Mundo no tiene un tema general fuera de las cositas que le van ocurriendo a Bruce en diversas ciudades del planeta. En cambio, cada capítulo sigue al señor Wayne mientras viaja a otro país y si tiene que pasar a formato Batman, lo hace; cosa que en otras historias (por favor, nunca dije que el Caballero Oscuro no hubiera viajado nunca), parece que había cierta reticencia a usar el traje en país extraño. Por eso, en este volumen vamos a ver como da leña sin cuartel en Francia, España, Italia, Alemania, República Checa, Rusia, Turquía, Polonia, México, Brasil, Corea del Sur, China, Japón y en su país natal también. Si bien cada historia es una trama independiente, muchas de ellas exploran la cuestión: ¿Por qué Batman perdura como símbolo de esperanza siempre en la oscuridad? Y, ¿cuáles son las repercusiones de ser un justiciero?

Buena pregunta.

Como en cualquier recopilación de historias que se precie, no todos los relatos son un «home run». Y ahora viene lo fuerte: podría decirse que la historia más débil es el capítulo inicial, el que hace el equipo creativo más potente como son Brian Azzarello junto a Lee Bermejo. Si bien el estilo pictórico hiperdetallado de Bermejo y su versión gótica de Batman está técnicamente bien hecho, se adentra casi en la parodia con su violencia gráfica y páginas de presentación de héroes y villanos con poses dignas de los mejores marcos de una tienda de cuadros. El guión de Azzarello lleva la narración de estilo noir a un extremo que parece algo manido. Pero bueno. Se les puede perdonar porque no es otra cosa que una presentación. Afortunadamente, la siguiente historia retoma mi gusto por leer cositas de vez en cuando del Caballero Oscuro, con una historia de Catwoman ambientada en París, que curiosamente elaboran Mathieu Gabella y Thierry Martin. Un marcado contraste con la historia anterior. No obstante, las mejores historias que aprovechan la perspectiva y la cultura únicas de la herencia del país al que representan, son para mí gusto, las que nos llevan a Brasil, México y Alemania. Pero la historia más impactante es la que se marcan los creadores italianos Allessandro Bilotta, Nicola Mari y Giovanni Niro. Un guion que sigue a Batman y su relación con un nuevo villano llamado Ianus, basado en la figura de dos caras de la mitología romana que ve el pasado y el futuro a la vez… Maravillosa.

Cerrado por Vacaciones, la historia española de guión, dibujo, color y portada de Paco Roca y rotulación de Dolores Faraco, es otra maravilla. Pero simplemente porque el trabajo del señor Roca siempre es portador de una enorme calidad y regusto a los ojos. Siempre lo es.

Batman: El Mundo es un tomo único para disfrutar en cualquier momento del personaje DC con más seguidores del tercer planeta a partir del Sol. Una reliquia que merece un espacio en el estante de cualquier coleccionista.

Reseña: Stringbags, de Garth Ennis, PJ Holden, Kelly Fitzpatrick y Rob Steen

Aleta Ediciones (por lo callaíto) no deja de publicar obras tan chulas como interesantes. Además, tienen puesto el ojo de algún modo en tan tremendo guionista como es Garth Ennis; autor, que a uno no le queda otra que poner el ojo (una y otra vez) en dicha editorial. Por lo menos, en sus obras bélicas. Respecto a la obra, diría que en el mundo vertiginoso de hoy, no necesariamente de forma intencionada, tendemos a descartar o desprestigiar a los de generaciones anteriores. Cuando estuve en el ejército, a menudo me encontraba recibiendo consejos de quienes estuvieron antes que yo. A veces, era algo útil. Estuve en uno de los destacamentos del ejército de los más duros de este país; de los que pisan primera linea de playa o van al mismísimo frente el primer día en una posible guerra. De hecho, nuestro día a día era como si de verdad estuviéramos en guerra y en plena crisis total. Los mandos (como se les decía a los de rango suboficial hacia arriba), lo vivían en un constante y alucinante éxtasis. Lo disfrutaban. Y a uno de ellos le escuché una de las mejores historias bélicas históricas. La de los chicos que fueron a la Operación Tormenta del Desierto (Desert Storm) donde cualquiera que lea algo sabrá que fue un auténtico infierno para cualquier ser vivo que se encontrara allí.

No obstante, en mi fascinación por la Historia y por encontrar esas historias que rara vez se cuentan (he tenido tiempo de encontrar cientos de ellas), muchos hombres y mujeres valientes hicieron misiones por las que no tuvieron medallas, merecerían ser honrados y que duda cabe que homenajeados. Y eso es lo que hace el ya consagrado Garth Ennis una vez más en Stringbags. Esfuerzos que enhebraron la aguja invisible para garantizar el resultado adecuado y cuyas consecuencias hacen que otros seres humanos hayamos tenido una vida mejor. Historias en las que mujeres y hombres, la mayoría ya fallecidos, finalmente obtuvieron su reconocimiento, pero veteranos de guerras que necesitan del cariño de nosotros antes de irse al otro mundo.

Grande Ennis.

En Stringbags, Garth Ennis, PJ Holden, Kelly Fitzpatrick y la brillante rotulación de Rob Steen, nos cuentan de otro grupo heterogéneo cuyas hazañas tuvieron que ver en que el mundo viva en paz. Y nos llevan a 1940, donde tripulaciones de hombres jóvenes de la Royal Navy británica volaron con lo que entonces se consideraba una antigualla, un torpedero biplano en la era de los monoplanos, el Fairey Swordfish, también conocido como Stringbag. Debido a su estructura simplista, muchos se rieron de su reaparación pero terminó por tapar bastantes bocas con sus maniobras militares.

Ennis nos lleva conocer a la tripulación de una de estas maravillas voladoras, Archie, Ollie y Pops, cuyas bromas y camaradería hacen un camino fácil para la cohesión y las misiones largas a corto plazo. Pronto se les encarga una misión: ya que Gran Bretaña se aferra a las bases de operaciones de reemplazo con uñas y dientes, y es la única nación en ese momento que lucha contra la Alemania nazi y busca mantener el terreno en Malta, lo da todo para casi una misión final para la que se ofrecen como voluntarios/rastreadores la tripulación de Archie, Ollie y Pops. Un destino solo de ida, seguramente, pues pronto descubren que podrían ser superados en número. Pero si pueden llegar a eliminar uno de sus buques, la probabilidades de ganar se pueden inclinar a favor del país que intentan que no caiga. Incendiar uno de los acorazados italianos y eliminar pronto la flota restante de la Regia Marina es el objetivo principal del Escuadrón Stringbag.

En general, un integral excepcional que se marca Aleta Ediciones con el que poder disfrutar con el mejor cómic bélico histórico disfrutable desde una visión actual. De las historias, de los guiones, que llevan a querer saber más. Garth Ennis tiene el don de llevarte a los grandes films bélicos, cuando se pone serio. Historias que les da a estos héroes olvidados un momento para el recuerdo. Además, encontramos aquí una trama que en ciertos momentos es divertida, llena de acción y está súper bien desarrollada. El arte del equipo creativo es simplemente impresionante. Y en conjunto, Stringbags te hará querer ir a ver películas como Midway o La Batalla de Midway, para disfrutar más del heroísmo de aquellos que lucharon a pesar de las poquísimas probabilidades de éxito.

Echadle un ojo.

Reseña: Green Arrow. Año Uno, de Andy Diggle y Jock

No todos los Año Uno son formidables. Pero hay dos que sí. Batman: Año Uno, por supuestísimo, del dios Frank Miller y Green Arrow: Año Uno, de Andy Diggle y Jock. Así. Lo digo ya. Directo. Del tirón. En toda la cara. Se ha subido al podio de joyitas comiqueras que he descubierto este año, de esos tomitos que no esperaba que me fliparan tanto y a los que llego tarde, por supuesto. Probablemente, tienes razón en lo que piensas, quizás sea yo el tontolabas-disperso que andaba perdido sin haber leído aún esta maravilla. Seis numeritos ahora recopilados nuevamente en un tomito en tapa dura al que muchos otros «dispersos» deberían echar un ojo. El origen definitivo del Arquero Esmeralda, narrado por los multipremiados autores Andy Diggle (Batman, Los Perdedores) al guion y Jock (La Cosa del Pantano, Hellblazer) al dibujo. ¿Y el por qué de tanto flipe? Green Arrow: Año Uno es una lectura tan rápida que tuve que asegurarme de lo que había leido. Y ese mismo día, por la noche, decidí revisitarlo. Con la segunda lectura me dije, este cómic es una maravilla.

Andy Diggle prepara al malcriado y señorito Oliver Queen y lo encara directamente a una caída, es decir, le da un patadón y lo pone mirando pa´Cuenca para que lo pase mal de verdad. Todo con un arte de Jock que encandila. Incluso al entrar, sabiendo por su sinopsis (¡no lo hagáis!) lo que iba a suceder, devoras el tomo cual peli de acción ochentera con sensaciones a lo Comando o Predator. Primero la calma para que después todo se torne en desgracias, explosiones y demás. El tema comienza con Ollie y su amigo Hackett, en el Polo Norte buscando desafíos. En realidad, es Oliver quien tiene que ver con el desafío, mientras que Hackett es su guía británico al que se le paga para ayudar a Oliver a arriesgar su vida. Después de salvar a Ollie, Hackett se pregunta por qué diablos se molesta, pero Oliver le recuerda que todo es cuestión de pasta en esta vida… Nos trasladamos entonces y rápidamente a un evento de caridad en Star City donde Oliver anda borracho y promueve el bochorno cosa mala. Está borracho, anda borracho, la caga estando borracho. ¿Ya mencioné que está ebrio? Bueno, realmente es que lo está y termina pujando y ganandose la atención de Howard Hill, el tipo que hizo todos los trucos de Erol Flynn y luego actuó como un completo y total imbécil para la diversión de nadie. Mientras esto sucede, Hackett le cuenta a Ollie sobre un trato que va a hacer con China White en Fiji y, dado que Oliver es ahora el hazmerreír de Star City, acuerda sin tener ni idea que ese trato siga adelante. Pero cuando se entera bien, Hackett no quiere que participe, pero Ollie insiste en seguir con ello y en este punto, si no sospechabas que Hackett no tramaba nada bueno, te dan la razón. La mirada que le da al desgraciado de Oliver Queen os lo confirmará.

Un viaje que comienza bien -Ollie contando que ha conocido a Howard Hill y disparando flechas en el barco en su tiempo libre no tiene desperdicio-, cuando las cosas se ponen feas. Hackett saca a su villano interior y admite que está malversando el dinero de Ollie, pero es incapaz de apretar el gatillo contra su amigo de toda la vida. Entonces, estalla una pelea en el yate y Hackett golpea a Ollie y lo arroja por la borda en lugar de “ponerle una bala” (o dos, como le dice China White por radio) en su cerebro. Trepidante momento e historia de la que creo haber contado demasiado por mi pasión…

Así que lo dejo. Tenéis que disfrutarla por vosotros mismos. Porque Green Arrow: Año Uno es un buen renacer del personaje. Como os decía, realmente he disfrutado de diversas historias Año Uno, pero hay dos por ahora que se alejan bastante en calidad de las demás por cómo se disfrutan. Green Arrow: Año Uno es una lectura realmente rápida y no hay nada impactante o diferente de lo que ya estamos acostumbrados en el cine de acción. Correcto. Pero que un cómic consiga aportar esa sensación de agilidad, movimiento, explosiones y trama de conspiración detrás; sigue siendo algo muy difícil de conseguir, os lo digo yo. Y el tandem de historia y dibujo Diggle/Jock lo consigue con viñetas, montaje, tiroteos y flechazos en la jungla, con un buen guion y un arte de Jock fantástico. Con frases chulas también como cuando Hackett le dice a Oliver: «No eres Robin Hood, más bien un Peter Pan».

Un tomo genial que además, solo en esta edición, trae fragmentos ilustrados de guion, bocetos y una introducción de otro grande del noveno arte como es Brian K. Vaughan (Perdidos, Y, el último hombre, Saga, Runaways).

Nada como una persona pasándolo mal, para que vea que la vida es otra cosa.

Reseña: Estado Futuro. Futura Gotham, de Nicola Scott, Eddy Barrows, Gene Luen Yang y Ben Oliver

Y ahora vamos con Estado Futuro el nuevo universo que se ha estado gestando en DC Comics en los últimos tiempos. Para entender cómo surge dicho evento hay que remontarse a los planes originales de DC durante el pasado año; el año malo que todos hemos pasado. En un principio, la editorial confirmó que tenía planes en torno a Generation Zero: Gods Among Us y dijo que se lanzaría un evento titulado Generations en el que confluirían todas las épocas de las cabeceras de DC. Esto, en teoría, saldría a la venta durante el Día del Cómic Gratis de 2020. Sin embargo, el editor jefe Dan Didio fue despedido de la compañía en el mes de febrero del año pasado, y con la crisis socio-sanitaria y económica que todos conocemos, pues Generations se retrasó. Y todo apuntaba muy mal pues el mismísimo Scott Snyder afirmó que los planes se estaban diluyendo y que incluso se barajaba dar carpetazo al asunto para pasar a otra cosa. Otra propuesta que no tuviera nada que ver. Así que Jim Lee terminó asegurando públicamente que desechaban el concepto de Generations y que le estaban echando un ojo a otras ideas. Aquí es donde entró Estado Futuro, una proclama que se relaciona directamente con el trabajo de Scott Snyder en Dark Knights: Death Metal y que conecta con dicha línea argumental. ¿La idea? Explorar posibles futuros de DC Comics, ramales que brotaron de la nombrada Death Metal. Esto es en resumen Estado Futuro. Una secuela directa del arco anterior y que nos presenta un posible futuro con el legado de la Liga de la Justicia y compañía dentro de algunos años donde ver el futuro de todos.

De estos títulos que ahora edita ECC Ediciones en formato TPB y que recogen series completas, decidí empezar por Futura Gotham. Su argumento central me toca de cerca la fibra. Donde la ciudad de Gotham anda sometida a una empresa de seguridad privada que ha impuesto una dictadura y detesta a los justicieros. Ahí es nada. Y no solo por eso me parece el mejor volumen para empezar. También porque incluye un par de numeritos de cada personaje principal como Harley Quinn, Robin Eternal, Catwoman, Nightwing y una conjunción chula que se hizo de Batman/Superman. Futura Gotham ofrece a los lectores un vistazo general a un posible futuro del Universo DC. Esta línea de tiempo tiene lugar en un futuro en gran parte distópico donde existe el régimen mencionado que criminaliza a los superhéroes y ha establecido un estado de vigilancia permanente sobre ellos. Durante todo el evento, Gotham City se convierte en un campo de batalla entre seres con poderes y estos vigilantes de seguridad mejorados que al parece dirige el Magistrado y su equipo de Pacificadores.

Batman, Nightwing y Robin, sobre todo, tienen enfrentamientos muy duros con estas “fuerzas de paz”. Y es que el Magistrado quiere que Red Hood se concentre únicamente en cazar y capturar superhéroes activos. Pero sin actuar como un héroe. A ver como demonios se come uno eso. Gotham se ve entonces sacudida por una serie de explosiones enormes que varios piensan que ha puesto en marcha el Nuevo Batman. A partir de aquí se desata la guerra. Y Red Hood y la Familia Batman en el punto de mira de todos.

Nicola Scott, Eddy Barrows y varios autores más, nos muestran el futuro próximo de Gotham City mientras el guionista Gene Luen Yang y el dibujante Ben Oliver nos cuentan los inicios de tan horrible situación en las que los transeúntes de la ciudad lo van a pasar muy mal. Un excelente trabajo al presentar varios puntos de la trama en un período de tiempo bastante corto pero bien elaborado para que el lector no se pierda en las pistas estableciendo una intriga de base así como la constante acción en casi cada salida de un personaje a la palestra. Y es que aparte, nos vamos enterando que Hood está completamente involucrado en al menos dos organizaciones diferentes con objetivos totalmente contrarios. Mola. Muy Scorsese.

Un evento que contará de casi veinticinco títulos que se publicarán este año en distintos formatos. Una trama que tampoco nos lleva muy lejos porque Futura Gotham, al menos, nos lleva al cercano año 2025 y nos muestra a los grandes héroes y villanos de DC luchando contra fuerzas paramilitares contratadas por la mismísima alcaldía de Gotham.

Pinta bien todo esto.

Reseña: Hombre Lobo, de Taboo, B. Earl, Scot Eaton y VVAA

Más miedo, más Terror, más cómics, más libros, venga, que aún estamos a tiempo de saborear el horror y perdernos en esos bosques oscuros, casas encantadas y aberraciones que muchos llevábamos dentro casi sin saberlo. Me llamaba la atención el saber qué y cómo lo habían hecho con la miniserie nueva de Werewolf by Night!, que se editó en USA a principios de 2021. La rememoración de un clásico del cómic de Terror, la traída a nuestros días de un cómic de época, pues Werewolf by Night! apareció por primera vez en el Marvel Spotlight #2 en 1972. Sin embargo, antes de la formación de Comics Code (1954), la predecesora de Marvel, Atlas Comics, ya había publicado un relato de cinco paginitas titulado Werewolf by Night! en el Marvel Tales #116 (1953). Y con la “relajación” del CC en 1971, se rescató para editar esta joyita que es el Hombre Lobo de Marvel por excelencia. Una idea que partió del gran Roy Thomas y con un equipo creativo inicial compuesto por otros maestros como Gerry Conway y Mike Ploog, incluso Stan Lee tuvo algo que ver. Aquel Werewolf by Night! fue un genial cómic clásico de Terror que se publicó en 43 números y se desarrolló hasta marzo del bendito año de 1977. Pero no hace mucho, se han estado rescatando en nuestro país en las geniales ediciones de Marvel Limited Edition que Panini Cómics y SD publican en conjunción. Yo iría a por ellos Ya. Si puedes encontrarlos, claro.

Pero ahora voy a hablaros de esta miniserie que edita Panini Cómics en este mes oscuro que se va con frío y lluvias. Un TPB del que sin duda hay que hablar. El guionista principal es Taboo (¡Agarraos!), sí, uno de los integrantes del grupo musical Black Eyed Pease. Otro famosete que le da a lo bueno. Aunque un tal B. Earl es co-guionista también. Esta miniserie de cuatro numeritos que corresponderían al Vol.3 de Werewolf by Night!, es un debut extraño pero interesante. Lo puedes percibir como un cómic de Marvel de mediados de los dos miles, tanto en diálogo como en arte. No es algo malo, es buena época también, no son los principios de los 90 pero aparte de eso, lo que funciona aquí muy bien es la gran cantidad de escenas utilizadas para construir los personajes centrales. Los cómics que me estoy acostumbrando a ver ahora tienden a pasar demasiado tiempo en escenas de acción y poca narratividad. Problemas muy gordos que se solucionan muy rápidamente casi en una sola página y eso te hace chasquear la lengua.

Jake Gomez es un adolescente nativo que vive en la Reserva Hopi en Arizona. Y desde hace algunos años, ha estado lidiando con una maldición hereditaria que lo convierte en un hombre-lobo gigante a tope de emociones incontrolables. Pero gracias a su fiel compañera Molly, ha encontrado formas de controlar y canalizar la maldición, evitar el daño e incluso hacer el bien con él. No obstante, viven en una región donde una poderosa farmacéutica… (esas empresas que creemos que son buenas pero son una mafia de cuidado), estamos hablando de una empresa que secuestra a lugareños para usarlos como ratas de laboratorio en experimentos. Por otro lado, el chamán nativo/sheriff/U.S. Marshall favorito de todos, Red Wolf ya anda rastreando a los violadores de la Ley de Kamala en el suroeste. Y su camino inevitablemente se cruzará con el de Jake. Gran personaje.

El Hombre Lobo de Taboo y B. Earl -a los dibujos Scot Eaton y Jeffrey Veregge-, ofrece una serie de escenas rápidas que frenan para contar la vida familiar y laboral de los personajes, pero sin dejar de lado el tema sobrenatural. Esto me encanta como se hace. Y es que los niños están desapareciendo y solo Jake Gómez puede enfrentarse a lo que está pasando (un tono un poco optimista y palomitero para lo que se supone una historia de Terror para Halloween, sí, tenéis razón); pero me gustó la inclusión en la serie de Red Wolf. Soy fan de los héroes nativos, en general. Tal vez, cuando me jubile y me vaya a la cabaña del bosque termine convertido en un Bigfoot, jaja.

En el frente artístico, los ilustradores hacen un trabajo sobresaliente al dar vida a la zona rural donde se debate la historia. Las noches en el desierto están muy logradas en un guión que compagina muy bien como historia de frontera. Os advierto que pese su publicación en TPB recopilatorio en nuestro país, estamos hablando de una historia que en USA todo el mundo valora de 9 sobre 10.

Reseña: Marvel Must-Have. La Muerte del Capitán América, de Ed Brubaker y Steve Epting

La Muerte del Capitán América es también algo horrendo de leer. No es una historia de Terror en sí, pero impacta. Como bien se dice, el relato que nunca creíste que llegarías a leer, un magnicidio cuyas repercusiones alcanzarán a todo el Universo Marvel; y es que si quieres leer y te intriga esta historia es un momento ideal, ya que Panini Cómics la recupera en estos geniales tomos Must-Have que son eso en definitiva: cómics debes tener y leer. Se encarga de la tragedia Ed Brubaker. El tío, el guionista, el maestro, que todo lo hace bien y se supera a sí mismo cuando trata guiones que son thrillers de películas de acción. Steve Epting, uno de sus más fieles compañeros en grandes cómics que ya son leyenda, es el otro maestro del que brota The Death of the Dream (nombre original de este arco). Obra que tiene seis partes y que ahora se recoge en el formato que os comento: bueno, bonito y barato. Y llevadero, que me gusta decir de todo lo que puedes llevar en mano a cualquier lugar sin que sufran tus muñecas.

Un cómic donde Brubaker lo vuelve a hacer. Realmente me encanta cómo se conjuga todo en esta historia: Bucky se enfrenta a su pasado/presente, construye una amistad con Falcon (que ya sabemos que no durará mucho), reaviva un pasado con Natalia… Ver a Red Skull desquiciarse lentamente. Eso no tiene precio. Incluso conocer la historia de política de fondo que se cuenta sobre el país, aún leyéndolo en 2021 (esto vio la luz en el Vol. 5 del personaje en 2007), se siente demasiado real. Y la historia de Sharon Carter tiene su cosita. Aunque si conoces a Brubaker sabes que hay una mejor manera de escribir sobre mujeres, y él sabe hacerlo, y más sabiendo cómo terminará la historia de Natalia; pero bueno. No obstante, se nota que el maestro guionista aquí no está centrado en ese personaje sino en todo lo que concierne a la muerte de un sueño como es el tío de la bandera estadounidense en el pecho.

La Muerte del Capitán América nos lleva a las páginas finales de Civil War, la trama más grande jamás contada del Capi que partió de Ed Brubaker y Steve Epting; los cuales parece que aún tenían cosas que contar, para aturdir aún más a lectores con tanta tragedia de donde partieron ondas de choque hacia todo el Universo Marvel. Repercusiones de las que aún a día de hoy se sigue hablando. El Soldado del Invierno finalmente elige un bando, después de que la Guerra Civil ha terminado. El suyo propio. Y eso repercute en que Red Skull y sus secuaces salgan nuevamente a escena. Y es que a raíz de la Civil War, el Capitán América termina siendo acribillado en los escalones del juzgado minutos antes de ser procesado (¡Bendita portada!). Y Bucky apunta su poderoso brazo hacia Tony Stark. Y se convierte en su primer objetivo reclamar el escudo del Capitán América.

Esta sería la sinopsis-base pero hay mucho más. A bote pronto os diría que en este cómic se cuentan cosas que cierra magistralmente lo contado en el UCM (Universo Cinematográfico Marvel) cuando tratan este tema en el film Capitán América: Civil War. Más que nada porque allí no “baleaban” al Capi aunque si que lo pasa mal queriendo defender a Bucky de las acusaciones. Y las secuelas de su muerte o desaparición y la cuestión de quién será su relevo se lo llevaron a un final de otra saga con un «Y murieron felices y comieron perdices». Más una serie de TV que cuenta la lucha entre Falcon y Bucky por la sucesión, claro. Pero Brubaker continuó por el camino trágico que es realmente lo que pasó. Más que nada, porque se ha tenido en cuenta en la continuidad Marvel de los cómics hasta el día de hoy. Se puede decir que todo lo que toca Brubaker se convierte en canon. De ahí la importancia de este cómic que hoy os reseño.

La Muerte del Capitán América desencadena una dramática cadena de eventos que lleva a Bucky, Falcon, el Agente 13 y la Viuda Negra al centro de atención. Insisto, tengo que presentar nuevamente mis honores ante el tandem Brubaker/Epting por el gran trabajo de hacer que Bucky parezca un digno sucesor del escudo. Además de poner en la sartén a un Red Skull súper interesante, una amenaza viable a pesar de que ha sido derrotado cientos de veces a lo largo de los años. Un tomito donde se recopila por primera vez una edición de lujo completada con decenas de extras, la saga que sacudió a toda una generación de lectores y llegó hasta el último lugar del planeta.

¿Deseas saber más?

Reseña: John Constantine. Hellblazer. Señales de Infortunio, de Simon Spurrier, Aaron Campbell y VVAA

Si siempre te ha llamado la atención Hellblazer pero por una cosa o por otra nunca te has puesto con él, este tomito es buena ocasión para conocer al personaje… actual. Una pizza de varios ingredientes que ya os advierto que está deliciosa. Además, viendo la cantidad de reseñas que estamos haciendo últimamente, qué duda cabe que las historias de Hellblazer son una buena recomendación para Halloween también. Uno de los personajes más icónicos del Universo DC que regresa gritando y soltando tacos a las páginas del tomo que se denominado Señales de Infortunio, y que recopila los números #1 al  #6 de la serie original así como The Sandman Universe Presents: Hellblazer #1 y el #14 de Los Libros de la Magia, para meterte en situación.

Como bien dice su sinopsis: El cabrón ha vuelto. Y lo hace de la mano de autores súper fans del personaje clásico como Simon Spurrier, Aaron Campbell, Matías Bergara, Marcio Takara y alguno más. John Constantine está de regreso y el mago estafador que una vez guió a Tim Hunter al mundo de la magia tiene un desafío para que el joven mago puede salvar o condenar al mundo de una vez por todas. Pero este Constantine ha visto caer a muchos ante el corrupto Tim Hunter y, en el mejor de los casos, no es de fiar. ¿Intentará John matar a Tim solo para estar a salvo? ¿Puede lograrlo si lo intenta? ¿Y sobrevivirá el mundo al intento? Son preguntas que se presentan aquí. Kat Howard y Simon Spurrier unen fuerzas para proponer un tema interesante que gira y gira entre la perspectiva de John Constantine y la de Tim Hunter. Así comienza la serie nueva y principal que recoge el volumen. Tramas dibujadas por Tom Fowler, aunque se ven drásticamente diferentes gracias a los acabados de Craig Taillefer y los colores de Jordan Boyd. Si nunca antes ha leído un cómic de John Constantine o Tim Hunter, este es uno que sorprende y te enganchará a esa conjunción.

Pero vamos a lo esencial. John Constantine está de vuelta y sobresale como un pulgar dolorido en el nuevo Londres. Los pubs con agujeros en la pared que frecuentaba John son ahora bares de moda para las chicas del West End y los cócteles acaramelados han reemplazo a los gintonics. A pesar de esto, el mundo todavía necesita un bastardo para hacer lo que hay que hacer. Como, por ejemplo, averiguar por qué una horda de ángeles ahora parece estar protegiendo un parque y golpeando a cualquier pecador que se sienta afortunado de cruzar sus límites… Estamos ante una colección de doce números que se dividirá supuestamente en dos tomos; en tapa dura, de estos tan llevaderos y chulos que publica ECC. También es una lectura obligada para los fans del John Constantine clásico, por supuesto. Pero insisto, Simon Spurrier ha traído de vuelta a Hellblazer en toda su maravilla ultrapolítica y malhablada, y la obra de arte de Aaron Campbell y Jordie Bellaire es un retroceso bienvenido a los días de gloria de Vertigo Comics. Un bienvenido regreso a las formas y una señal de que el sello oscuro DC Black Label viene para dar que hablar, en este mundo que vuelve a querer imponer censuras.

En el último cómic aportado aquí (#6), concuerdan cositas. Pero al leerlo me debatí entre varios sentimientos. Percibí que el estilo se lee como el Hellblazer clásico de la mejor manera, es decir, aquellas sensaciones y aventuras con monstruos que desafiaban la definición visual, proporcionando impresiones aterradoras sobre líneas claras. Las primeras páginas enfatizan breves retratos de personajes del mejor tipo, pero los giros en la trama revelan a otro ser humano cuyo tipo está en el centro del trauma. Personajes, personas, que se mueven por un odio imperdonable. Es difícil no sentirse en conflicto a medida que avanza la historia. Sabes que estás viendo la vida misma. Lo cabrón e hijo de puta que puede llegar a ser el ser humano con el prójimo. El egoismo puro, la mala educación, el yo-voy-a-lo-mío, preponderan aquí. Y aunque esto sea duro de decir, John Constantine: Hellblazer, esta vuelta a las andadas, pero elaborando el día a día que vemos en las calles, en el trabajo, en los deportes de equipo… No es otra cosa que una mirada a la actualidad. Figuras oprimidas que tienen prisa y casi matan por llegar a tiempo al trabajo, monstruos feos e invencibles, ángeles, demonios…, todos ellos, más el tío que se te cruza por la calle y te pide dinero y al otro día intenta apuñalarte en un callejón. ¿Qué dónde vivo? En 2021. Donde todos somos espejos de nosotros mismos. Por eso es tan brillante este regreso y las formas en las que está elaborada la serie. Su virtud es que muestra el mundo, nuestro mundo, el de ahora. Algo por lo que siempre abogó la clásica Hellblazer.

El mundo se va a pique.

Reseña: El Taxidermista y Otras Histerias Macabras, de SantiPérez

La recuperación de los grandes cómics españoles, y de españoles, grandes historias que gozan de ilustradores muchos mundialmente conocidos, a todo eso y más está dedicando sus labores Isla de Nabumbu. No hay que ser muy listos para ver que su editor es un enamorado de esas grandes publicaciones que Toutain Editor se marcó en nuestro país. Un lugar, una casa encantada con miles de rincones, una caja de Pandora de donde se pueden extraer grandes relatos de Terror, Fantasía y Ciencia Ficción. Insisto, con grandes autores que si somos honrados y humildes deberíamos homenajear, rememorar, casi cada día. Porque el olvido es la muerte del hombre, el olvido es la muerta certera del maestro, del ser humano que una vez fue. El olvido es el Terror de muchos y es el dolor de unos pocos. Una época en la que fuimos muy grandes una vez.

SantiPérez es de esos maestros que Isla de Nabumbu rescata del olvido. Tras Autraleón y otros tantos (y muchos más que están por venir, estoy seguro), ahora le toca el turno a un autor que sorprendió a todos por su llegada pronta al mundo del cómic de élite. El Taxidermista y otras histerias macabras no es otra cosa que una genial antología de grandes guiones e ilustraciones de SantiPérez realizadas muchas para Toutain en los 90s. Ya sabéis, aquellas revistas que fueron “crème de la crème” en USA pero sobre todo en nuestro país. Revistas joyitas que siempre alabaré como Creepy, Zona 84, Dossier Negro, Comix Internacional… No obstante, los relatos aquí recogidos solo vieron la luz en la primera y en la última. Pero además se incluyen historietas inéditas, bocetos, comentarios del autor y un portadón digno de enmarcar. Tal como dicen ciertas menciones, el talento de SantiPérez es capaz de alumbrar a muertos que regresan de la tumba, relaciones de pareja morbosas, familias disfuncionales con asesinatos de por medio, muñecos vivientes con celos patológicos… Todo ello reflejado con exquisita brillantez con un estilo clásico y moderno a la vez. Pero lo que más me gusta de todo esto es que SantiPérez sigue muy activo en el sector. Ha trabajado en IDW, Norma Editorial, con Diábolo Ediciones ha hecho «cositas»…, sigue siendo un tío de Estudio, como digo yo. Y eso siempre es una buena noticia. Que grandes autores de la extinta Toutain sigan dando caña no es otra cosa que sinónimo de calidad para el mundillo que más nos gusta. Y para la ocasión, para disfrutar con otro buen álbum que, sin duda, os recomiendo ya como compra para este Halloween; Isla de Nabumbu edita este tomo de historietas que vieron la luz entre 1990 y 1993. Casi noventa páginas en las que perderte en historias de horror con saber a clásico que la editorial ha escaneado de los originales, retocado y vuelto a rotular, además de utilizar papel de alta calidad para ello.

Migas es la historieta más corta, la primera que hizo profesionalmente el autor. Un tiro al corazón. Accidente Laboral, se hizo para un concurso de dibujo de instituto. Los profesores llamaron al autor para ver si tenía problemas en casa… Puppet (en color), consiguió el primer premio de ese concurso. Amigos hasta la muerte, es la historia más larga, con más enjundia, digna de film. El Taxidermista, es la historia con la que entró a formar parte de Toutain y se publicó en un especial de Zona 84/ TOTEM. Jack el Moroso, con trama a lo América profunda, se publicó en el número #2 de Creepy. La Mirada, en el #4. Sígame, Padre en el #11 y cuenta la historia de una mujer que recurre al cura de su pueblo para que vaya a ver a su marido que lo tiene encadenado en el sótano… Accidente Doméstico, es una historia que os pondrá los pelos de punta a los que tengáis hijos pequeños. Merrie Melodies (en color también), os mostrará los peligros de estar enganchado a la TV. Y Valle Paraíso es una trama en dos partes, que os va a dejar con ganas de más. De saber más. Aunque temerosos de lo que pueda ocurrir. Recordaros también que el editor Javier Alcázar aporta un artículo al principio del volumen, en el que nos pone al día del autor y su obra.

Y ahora, tal como menciona el propio autor en un apartado que me encanta que se aporte en la antologías (allí donde se menciona de dónde procede o parte la idea de tal y cual relato), este álbum podría haberse titulado Historias para concursos… Pero la cuestión no es esa. Es si estamos ante un volumen recomendable o no. Y, sinceramente, creo que tanta obviedad puede llegar a molestar.

Reseña: Weird Science Vol.1, de Al Feldstein, Wally Wood, Harvey Kurtzman y VVAA

Diré algo muy obvio. Con la publicación traída a nuestros días de joyas del cómic como son las antologías Tales from the Crypt (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5567) y ahora Weird Science, mi opinión es que Diábolo Ediciones se ha puesto en el candelero como editorial totalmente a seguir. Obras que se agradecen en un nuevo formato, grande, a color y en tapa dura. Son obras que uno gusta tener en la cómicteca y sacar de vez en cuando para leer y quedar satisfecho con historias que con poco dicen mucho. Son (repito) joyas en sí mismas que uno debe tener. Y que se disfrutan aún más en esta época de Halloween donde los mejores géneros de la ficción se empoderan tanto en tardes de penumbra y frío. Por eso, y solo por eso, la publicación de Weird Science es otra celebración.

Weird Science fue una de los semanarios comiqueros de la famosa línea EC Comics que tanto revuelo causó a mitad del siglo pasado. Si Tales from the Crypt abogaba directamente por el Terror más puro, Weird Science lo hacía por la Ciencia Ficción. Quiero dejar muy claro ya que si recomiendo hacerse con esta nueva edición de Diábolo Ediciones, no es solo por ser una maravilla en sí que todo fan del cómic debería tener/leer; el tema es que encima os lo estoy recomendando como compra para disfrutar en Halloween y esto es porque Weird Science aún brindando por la CF, la mayoría de sus relatos cuentan con demasiado Terror cerca. Un ejemplo sería decir que estamos ante guiones súper disfrutables para aquellos que consideran el film Alien, de Ridley Scott, más una peli de Terror que de CF. Aunque a mí me gusta decir, que dicha obra de arte mezcla ambos géneros por igual. Bien, pues ese sandwich-mixto calentito es lo que encontraréis en Weird Science.

Durante un período de cuatro años, un semanario que publicó algo más de veinte números y finalizó con el número de noviembre/diciembre de 1953. Weird Science es otra maravilla que Bill Gaines y Al Feldstein se sacaron de la manga en una época en la que CF comenzaba a despuntar en mi USA de mis amores. La revista bimensual reemplazó a otra de romances (Saddle Romances) cuyas ventas no iban bien. Pero fue una transformación y Gaines y Feldstein decidieron no reiniciar la numeración para ahorrar dinero. Por eso no debéis asustaros al encontrar que este primer tomo comienza con el Weird Science #12, llega hasta el #15 y después le sigue el Weird Science #5. Fue a partir de este último que todos los números se enumeraron ya correctamente. Debido a esto, el Weird Science #12 de mayo/junio de 1950, es, en definitiva, el primer número de la colección.

Pero no hay temor aunque estemos antes cómics de los 50s. Historias bellamente representadas, y ahora recoloreadas para un genial tipo de papel. Nada que ver con anteriores ediciones. Además del avance de George Lucas (el dios creador de Star Wars), que leyó estos cómics cuando era niño, también el tomo aporta un relato de Grant Geissman sobre cómo surgieron en la EC Comics dichas revistas. Pero lo que importa es, que aquí vais a encontrar cómics súper inspiradores. Según Geissman, Weird Science y su compañera Weird Fantasy, cuentan con los considerados «primeros cómics verdaderos» de Ciencia Ficción. Ejemplos anteriores eran las historias de aventuras al estilo de Flash Gordon ambientadas en el espacio, pero Weird Science ocupó otros tantos temas variados que quedaban en el candelero: invasiones alienígenas, robots y viajes en el tiempo. Si a estos temas incluimos a villanos malos-malutos que quieren destruir el mundo porque sí, ya tenemos los ingredientes indispensables para la paella que nos gusta devorar de una sentada. Sazonadas con un vinito de ansiedad por las armas nucleares que era otro tema común entonces.

Hay una historia en este volumen que involucra a un hombre caído accidentalmente bajo la influencia de una máquina que provoca que comience a encogerse sin cesar hasta ser más pequeño que un átomo. Y continúa. Es una historia que me recordó a mi amado relato Submicroscópico, una historia que además fue publicada seis años antes que la famosa trama de Richard Matheson (The Shrinking Man), que se convertiría en la famosa película El Increíble Hombre Menguante un año después. Es decir, que nunca mejor dicho, estamos ante Historias de Anticipación. Los mejores guiones que inspiraron a grandes maestros que parieron grandes obras después. Guiones, la mayoría escritos por Al Feldstein, tío que tenía una imaginación notablemente maravillosa para la época. «Cosas” del Espacio Exterior, ¡La Micro-Raza!, El Hombre Eterno, He creado un… ¡Gargantúa!, La Última Guerra del Mundo y/o ¡El Hundimiento del Titanic!, son historias que se os grabarán a fuego. Pero también otras muchas que sorprenden por su originalidad. Feldstein dibujó además algunas de las historias pero otros grandes consagrados pasaron por aquí: Frank Frazetta, Al Williamson, Sid Check, Jack Olesen, Wally Wood, Jack Kamen, Harvey Kurtzman (estos tres últimos creadores de la revista MAD años después). Una mancha del espacio exterior, una conspiración alienígena secreta en la tierra, más de una paradoja de bucle temporal, un hombre gigante desenfrenado, plantas súper sensibles que atacan a los humanos y el final de la mundo varias veces. ¿Qué más puedes querer leer en un ratito de sofá?

Cuentan que el dibujante/guionista Harry Harrison se atribuye el mérito de haberle dado originalmente a Gaines la idea de publicar Ciencia Ficción en formato cómic. Bendito el momento.

Otra colección indispensable.