Reseña: El Caracol en la Pendiente, de Boris y Arkady Strugatsky

El caracol en la pendiente de los hermanos Strugatsky, si bien fue escrito a finales de los años 60 del pasado siglo, no se llegó a publicar hasta 1988. Como la Administración de la que se habla en el libro es un revoltijo extraño y sin sentido del que Kafka estaría orgulloso, no es difícil imaginar que las autoridades soviéticas al conocer de la historia rápidamente darían cuenta de esta critica/indagación sobre ellos y «actuarían». De ahí su retraso en ver la luz.

Por lo que me toca, El caracol en la pendiente puede ser uno de los libros más surrealistas que he leído en mucho tiempo. Aún con el rumiar posterior a la lectura, me es difícil sacar conclusiones definitivas sobre lo que he leído. Pero esto no quita que cualquier lector del fantástico (o no) deba tirar de esta novedad que publica Hermida Editores en nuestro país, si va en busca de un buen título que aporte buenas sensaciones lectoras. Lo que buscamos, en definitiva, ya que te gastas los dineros. La historia sigue a dos protagonistas separados que nunca… El primero es Cándido, que es un piloto que se estrelló en el Bosque (con B mayúscula) y está tratando de encontrar la salida. El segundo es Peretz, que está atrapado en la Administración creada para investigar el Bosque. Que tampoco parece poder irse. Cándido se encuentra en el mundo del Bosque, donde la gente vive en pequeñas aldeas y necesita estar constantemente atenta a los peligros que vienen de ese lugar: seres, criaturas que te queman si los tocas, una vegetación agresiva que lo invade todo si se les das media posibilidad o un extraño gas violeta. Y más cositas extrañas que salen de allí. La gente de los pueblos hablan sin cesar, repitiéndose constantemente y divagando sobre chuminadas. Parecen sentir que esto es necesario y correcto, refiriéndose a Cándido como «Hombre Silencioso» porque no hace tal cosa o si la está haciendo mal. Cándido sabe que no está en el Bosque desde siempre y quiere irse, pero le resulta extremadamente difícil aferrarse a esa idea. Se dice a sí mismo que se irá pasado mañana, pero todos los días sigue diciendo que es pasado mañana, es decir, el día nunca llega. Le resulta difícil pensar y recordar su vida anterior. Se da cuenta de que las otras personas con las que interactúa tienen el mismo problema y por eso divagan sobre chuminadas. La gente del Bosque puede vivir y prosperar con lo que el Bosque les proporciona. En un momento dado, dicen que la ropa que usan ha sido cultivada, y no pueden entender por qué la ropa de Cándido no crece cuando la cortan y la plantan… No pueden entender nada y a veces lo quieren entender todo.

Una profunda alegoría.

Y Peretz se ve atrapado en una farsa absurda en la Administración, organización que supuestamente sigue la investigación de ese extraño Bosque y todo lo que sucede dentro de él. Y todos en la Administración, excepto Peretz, reciben instrucciones por teléfono. Lo que le hace suponer que corre peligro.

Una tremenda metáfora.

Como podéis ver, no terminaréis El caracol en la pendiente esperando comprenderlo. Pero a poco que tengáis una edad y cierto conocimiento general de cómo funcionan (o han funcionado) ciertos estados dictatoriales del viejo continente, vais a entender todas y cada una de las indirectas que lanzan aquí los hermanos Strugatsky.

Una gran lectura, debido a su rareza y puro absurdo, de esos libros que te preguntas por qué demonios molan si apenas entiendes casi nada de lo que sucedió.

Reseña: Buonaparte, de Fabienne Pigiére, Rudi Miel e Iván Gil

Una historia interesante por su lado histórico. Y de moda porque viene como acompañamiento genial a si lo has pasado bien o pretendes pasarlo con Napoleón, la última peli de Ridley Scott donde Joaquin Phoenix está que se sale, aunque haya sido criticada por mil sitios por los “entendidos” históricos. Sin embargo, en el cómic que hoy os reseño, y que Ponent Mon sacará en breve a librerías, nos llevan e modo certificado a lo qué pasó en muchos momentos en la vida de este famoso emperador, sobre todo, con el mayor tesoro de guerra de todos los tiempos descubierto por Napoleón durante su campaña en Egipto.

Hudson Lowe, oficial inglés y carcelero del emperador en Santa Elena, es el encargado de descubrirlo.

En Buonaparte seguimos algunos de los acontecimientos más importantes de la vida de Napoleón I, como sus batallas más famosas. Empezando por Waterloo, y también su campaña egipcia para intentar cortar la ruta inglesa hacia la India. Sólo unas pocas páginas abordarán cada una de estas epopeyas pero las necesarias para que el amante del buen cómic europeo se sumerja en la historia y la disfrute. O eso, al menos, fueron mis sensaciones. Algo que mola porque además permite permanecer en un formato de entretenimiento y no ofrecer una versión enciclopédica de la vida y obra de Napoleón como los “entendidos” y tiquismiquis de la vida pretenden.

Buonaparte proporciona el contexto necesario para llevar al lector hacia el final de la vida del emperador, prisionero en la isla de Santa Elena. Aquí es donde los autores introducen el pequeño giro de la serie. Se dice que Napoleón acumuló un tesoro colosal durante su campaña en Egipto y su carcelero será el encargado de extraerle la información para intentar apoderarse de él. Esta perspectiva es encantadora y abre las puertas a una historia dentro de la Historia. Me encantó esa idea. Los claroscuros de un hombre clave en la historia europea del siglo XIX, del que generalmente solo se recogen las gestas militares y las potencias victoriosas de Waterloo, así como el emperador caído que sigue representando una amenaza para Prusia, Austria, Rusia, el Reino Unido y la Francia de Luis XVIII que se dedica a debatir antes de firmar un protocolo que estipula que Napoleón es ya prisionero de todos.

Santa Elena parece el destino perfecto para deportar a su enemigo común. Isla, aislada, minúscula, rodeada de acantilados hostiles será, tras algún acondicionamiento, la prisión fortaleza ideal. Pero exiliado en la isla de Santa Elena, en el Atlántico Sur, Napoleón continúa su lucha contra Inglaterra a través del gobernador de la isla, Hudson Lowe. Lord Bathurst lo escoge con cuidado, convencido de que aplicarán rigurosamente las órdenes dirigidas a preservar a Europa de más guerras, pero también para humillar a Buonaparte.

Un integral que recoge los álbumes que editó Delcourt en 2021 ahora por fin en nuestro idioma. Un tomo que consta de dos partes (Santa Elena y Tesoro de guerra) y que además contiene material extra con información histórica valiosa y de los autores. Un cómic que sienta las bases para el encuentro entre los dos protagonistas y es hacia el final del integral donde veremos cómo los ingleses intentarán descubrir dónde está el tan ansiado tesoro. El emperador caído se enfrenta a Inglaterra en ese islote perdido en el que, exiliado con algunos familiares y considerado prisionero de guerra, se decide el devenir de este personaje clave en la historia europea del siglo XIX.

Volumen donde todo queda perfectamente plasmado gracias al dibujo de Iván Gil.

Reseña: La Mosca, de Lewis Trondheim

Lewis Trondheim es uno de los autores de la BD que sigo con fervor desde mis lecturas en Infinity 8 (https://www.cronicasliterarias.es/?p=865), Density (https://www.cronicasliterarias.es/?p=8684) y, por supuesto, la genial obra de La Mazmorra (https://www.cronicasliterarias.es/?p=1952) que se está publicando actualmente en nuestro país en formato integral. Laurent Chabosy, conocido como Lewis Trondheim, es uno de los miembros fundadores de la asociación OuBaPo, de la colección Shampooing de Delcourt, del Syndicat des Auteurs de Bande Dessinée (SNAC-BD) y de la revista Papier. Particularmente, un autor conocido por ser muy prolífico y por brindar por el estilo zoomórfico. Un autor que desde 1999 ha participado en numerosos proyectos, entre las que se encuentra la genial y antes comentada obra Donjon que elaboró con Joann Sfar y numerosos autores para Delcourt. Ahora llega La Mosca a nuestro país, la publica Planeta Cómic y mañana mismo sale a librerías. Claramente no es un imprescindible, excepto si no eres súper fan como yo del autor. Os puedo contar como anécdota que durante los 90 me propuse hacerme con todos los álbumes de Trondheim y La Mouche (La Mosca) fue uno de los más difíciles de encontrar. En 1995, fecha de su estreno, el autor aún no gozaba de su aura actual. Estamos ante un titulo que huele a álbum experimental, silencioso, donde el autor afina aún más su narración presentando a su feo héroe, lo que lleva a unos pasajes geniales (zoom, vistas improbables, etc.). La lectura de este álbum será rápida, porque es muda, salvo algunas aventuras. Es un poco un ejercicio de estilo, si queréis, un especie de cortometraje de humor al estilo Pixar. Pero en cualquier caso se trata de un ejercicio formal, uno más, donde Trondheim nos cuenta una historia rayando el absurdo, siguiendo a una mosca, desde su nacimiento hasta su…

Fácil de leer incluso para jóvenes que son capaces de prestar atención a algo más de dos minutos. En mi opinión, descubrir de algún modo la miserable y corta vida de una mosca. Así de simple. Y no es de extrañar porque Trondheim ofreció a menudo álbumes conceptuales con un principio sólido donde desarrollaba el ejercicio hasta el punto del absurdo. Aquí el lector seguirá la ruta de una mosca en su proceso de vida cotidiana y básica en su ciudad-país-mundo demasiado industrializado. El diseño minimalista presenta “personajes” dentro de un entorno realista básico y esbozado. Los degradados de grises permiten evitar gráficos demasiado minimalistas y representar determinadas perspectivas. Trondheim lo hace mucho más divertido, mucho más inventivo e interesante dentro de la simpleza que puede ser la vida de este insecto tan denostado.

Cabe señalar que La Mosca originalmente se trataba de un pedido para el mercado japonés que fracasó, pero Trondheim no tiró la toalla y reelaboró a su “héroe”, improvisando cositas más modernas y se nota en el resultado que el autor terminó divirtiéndose. Un buen remate. Lectura sencilla pero reconfortante, y es que Lewis Trondheim no es un autor cualquiera. Fue elevado al rango de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras en 2005 y recibió el Gran Premio de la ciudad de Angoulême en 2006.

Si amáis el buen cómic europeo, tenéis que seguirlo.

Reseña: Mis Cien Historias de Muerte, de Anji Matono

Pocas cosas pueden ser más aterradoras que un niño pequeño contándonos cada día una historia de fantasmas. Para colmo, de modo costumbrista, que es como estas cosas más miedo dan. A través de los pequeños fragmentos que obtenemos de la vida hogareña del narrador. Y cierto es que estamos ante una serie, un manga que comienza un poco débil, pero con el paso de las páginas Mis cien historias de muerte se convierte en una serie realmente aterradora que pienso seguir hasta el final. Tomitos que cada poco está publicando ECC Ediciones; económicos, accesibles y con el mejor género de todos por bandera. Y no voy a compararla a las obras de Junji Ito, porque empezamos a cansar ya con el temita de las comparaciones a lo Stephen King.

Cierto día, un niño empieza el juego de las cien historias de fantasmas. Cien noches, cien historias de fantasmas. Hay una leyenda urbana que dice que si lees los cien relatos hasta el final, un espíritu vengativo vendrá a por ti. Yûma es un niño con impulsos suicidas así que el tema le mola, se entera de la existencia de esta tradición y, por supuesto, decide sumergirse cada noche en una de esas terribles historias. ¿Pero qué hay realmente detrás de todo esto? ¿Qué ocurre en su casa para tener tales deseos? Y… ¿Sobrevivirá a esta morbosa experiencia?

A partir de entonces, cada noche narra un cuento de miedo. Y las preguntas solo llevan a más preguntas, como bien dice la sinopsis. Anji Matono, que invoca a los mayores maestros del género en esta obra, ofrece una antología de terror particularmente eficaz. Tic tac, tic tac… Es el sonido del reloj y del paso del tiempo. Y cuanto más lee Yûma sus historias mortales, más corre el riesgo de exponerse a un destino desastroso. Pero la tentación es demasiado grande para este chico que hace tiempo que perdió el miedo a morir…

Solo tienes que dejarte contagiar por las atmósferas únicas que rezuman las páginas de este manga. Tomitos llevaderos, casi doscientas paginitas de experiencias, blanco y negro a lo manga, rústica, pero, sobre todo, volúmenes que aportan regusto por el género al amante del terror. Especialmente recomendable para los que intentan leer, obtener, conseguir, todo el buen j-horror que se publica en nuestro país.

Serie en cuso para no perderse.

Reseña: Todas las Princesas mueren después de Medianoche, de Quentin Zuttion

Imagino que como para muchos de vosotros el Festival Internacional de Angoulême es un evento en el que poner el ojo cada año para descubrir nuevos cómics, nuevas historias, donde se pueden encontrar grandes joyas del cómic europeo actual. Y donde ver títulos a los que estar atentos por si llegan a nuestro país. Por eso, cuando se da el caso y como ocurre en esta ocasión con Planeta Cómic, que trae uno de los ganadores del pasado año 2023, decidme, ¿quién demonios se lo va a perder?

Toutes les princesses meurent après minuit (Todas las princesas mueren después de medianoche) fue la ganadora del Premio Especial Juvenil del Gran Jurado. Y la premisa principal, más suspense no puede tener: “La vida sentimental de una familia peculiar”. Una novela gráfica pura que llega en pocos días a librerías dentro de la genial colección Es Novela Gráfica que se está marcando Planeta Cómic. Una colección con la que disfrutar de  grandes títulos, el más reciente Al son de un fado, de Barral, que disfruté muy mucho (https://www.cronicasliterarias.es/?p=14963). Historias que dejan regusto tras una buena sentada lectora.

En Todas las princesas mueren después de medianoche, durante un breve periodo de tiempo, seguimos a algunos personajes: una pareja en proceso de separación y sus hijos, una adolescente que descubre las alegrías y desilusiones del primer amor, y su hermano menor que toma conciencia de su homosexualidad y lucha por expresarse… con su mejor amigo en particular. Amores incipientes que sobreviven, otros que mueren: esperanzas y sueños chocando. Un guion que esplende muy profesional pese a la poca experiencia del autor, donde la narración está bastante bien labrada y no muestra demasiado patetismo. Bastante modesta y aireada, diría yo; la historia toma la forma de un día en la vida de una pareja y sus dos hijos. Un día que marca un punto de inflexión para cada integrante porque la pareja ha llegado a un punto de quiebre, la hija mayor está a punto de perder la virginidad, el niño está despertando su sexualidad y descubre que prefiere desempeñar el papel de princesa mejor que el de príncipe. Este último personaje es el más destacado y, sobre un tema difícil, Quentin Zuttion consigue pintar una imagen sensible y desprovista de cualquier voyeurismo. Los inmaduros, sus miedos y sus expectativas. El día termina en un punto de quiebre que invita a un nuevo comienzo, a una reconstrucción, muy bien traducida en el Epílogo.

El dibujo me pareció curioso. No sabría definirlo bien. Simple pero basados en colores pastel dando apoyo a los diseños algo amerimangas que le dan un toque curioso porque en ciertas viñetas cambian al punto clásico del cómic europeo. No sé definirlo bien. Pero esas son las sensaciones.

Quentin Zuttion progresa bastante bien.

Transmite agradablemente sus mensajes de tolerancia.

Hay algo en este título que complace por enteros a buen amante de la novela gráfica.

Reseña: Días del Futuro Pasado, de Chris Claremont y John Byrne

Días del Futuro Pasado es de esas grandes historias que nunca se ha podido representar bien en la gran pantalla. Y sabiéndolo el personal del séptimo arte, se han limitado a hacer variaciones de la idea principal o contar en pelis lo anterior o lo posterior a la principal trama en la que se basa esta joya del cómic de superhéroes. Arco argumental que solo se recogió en cuatro grapas pero que todo el mundo comprendió como una única aventura y entonces ya solo la podemos encontrar como historia única pese a ser publicada por primera vez en los X-Men #138-#143 y el Annual 4. Por lo que súper lógico encontrarlo ahora dentro de los Must-Have.

Tras los acontecimientos de la saga Fénix Oscura (otra joya del pijameo), los X-Men dejan descansar a Jean Gray. Y después de perder a la mujer que ama, Cíclope abandona a La Patrulla-X (icónica portada). Los X-Men: Bestia, Ángel, Cíclope, Profesor Xavier, Coloso, Banshee, Tormenta, Rondador Nocturno y Lobezno; junto con John y Elaine Grey, Lilandra y Moira están en el funeral de Jean. Y Cíclope hace un viaje al pasado…, recordando al primer equipo de los X-Men, el día en que Jean llegó a la Mansión X y su primera misión contra Magneto. Piensa en cuánto amaba a esa chica desde el principio, pero no podía hablar con ella debido a su poder y responsabilidad de liderar a La Patrulla-X. Su encuentro con Ka-Zar en la Tierra Salvaje, con el extraterrestre llamado Stranger, y con Juggernaut, a quien habían vencido con la ayuda de la Antorcha Humana. La llegada de Los Centinelas y el sacrificio final…

Pero Días del Futuro Pasado es un viaje a un futuro distópico, donde Los Centinelas acechan el planeta cual historia de Terminator. Y donde los X-Men son la única esperanza de la humanidad… ¡hasta que mueren! Treinta años después de lo contado anteriormente, USA está totalmente controlada por estos seres. Los pocos mutantes sobrevivientes son: Kitty Pryde, Tormenta, Coloso, Lobezno y Franklin Richards (hijo de Mr. Fantástico y la Mujer Invisible), ah, y Magneto. Y juntos planean cambiar la historia haciendo que Rachel Summers intercambie la psique de la Kate Pryde adulta con esa de su yo más joven. La idea está clara. Conjuntar un inmenso poder para aniquilar la dictadura a la que están sometidos. En este futuro, los X-Men escaparon del campo de concentración, sufrieron dos muertes y planean contraatacar. Un cómic para revivir el legendario viaje hasta el futuro distópico de 2013, donde Los Centinelas han conquistado la Tierra y todo se torna en desgracia. Una edición especial imprescindible, con una de las más inolvidables aventuras de los mutantes.

Días del Futuro Pasado fue una especie de milagro en la franquicia mutante. El último arco de una serie que tuvo muchos altibajos. Pero esta historia no solo continúa la trama de un film que salió hace diez años, sino que ofrece lo que podría ser la película de mutantes más satisfactoria en pantalla si alguna vez le dan la oportunidad a alguien con criterio para hacerlo bien. Tan solo si lo hicieran con decencia y sin altos miramientos como hicieron con la maravillosa X-Men: First Class (2011) o cualquiera de las pelis de Spiderman, pienso que quedaría algo muy digno de ver ahora que casi todo cómic tiene su reflejo en series de TV o cine. De hecho, si hicieran una miniserie de cuatro capítulos de esta aventura, sin duda, saldría muy beneficiosa la trama. Tenemos aquí, de todas formas, uno de los mejores arcos argumentales de los mutantes en la etapa Claremont/Byrne. Para muchos, los mejores autores que han tratado a los mutantes. Un relato que se divide entre presente (1980) y futuro (2013), y debo decir que me parece una maravilla como se hacen los saltos en el tiempo en este guion.

Historia del cómic. Digno de estudio.

Reseña: Bodycount, de Kevin Eastman y Simon Bisley

Si os enteráis que un cómic de hoy en día se inspira en los cómics que uno podía encontrar en la clásica revista Heavy Metal, y si le sumáis el estilo de las pelis de John Woo, creo que os va a entrar un poquito de hype por querer leer el cómic que se marcaron Kevin Eastman y Simon Bisley con Bodycount. Donde se unieron para presentar una versión mucho más oscura de Las Tortugas Ninja, mientras tejen una trepidante historia de acción exagerada con ultraviolencia de la buena. Y es que mientras Raphael y Casey Jones se ven envueltos en una trama complicada que conduce a un tiroteo salvaje… Donde incluso con lo exagerado y atrevido que es, honestamente, lo pasas tremendamente bien leyendo este tomito que recoge los cuatro números de esta miniserie que ahora publica en nuestro país ECC Ediciones.

Creo que los cómics de Eastman funcionan para mí (en su mayor parte) porque parece publicar todo lo que le divierte a él o le divertiría hacer a un guionista sin impedimentos editoriales. Y esta tontería, la libertad, hace que brilles en lo que haces, sobre todo, si normalmente trabajas para grandes empresas. La libertad. Se nota a leguas que Bodycount fue un cómic que tanto Eastman como Bisley claramente se divirtieron al hacerlo. Usando un montón de elementos de otros medios que amaban en ese momento, todos juntos en lo que es uno de los cómics de Las Tortugas Ninja más locos que se pueden encontrar. Si no el que más.

Raphael y Casey Jones ayudan a una mujer perseguida por asesinos. Kevin Eastman intenta y logra crear un largo tiroteo digno de película, insisto. Al nivel de Heat. Y es que si hay alguien capaz de meterse con facilidad en una pelea de bar, ese es Casey Jones. Y en su última bronca, ha conocido a una chica que huye de la mafia de Hong Kong, de su propio hermano y de un pasado complicado. Con ayuda del amigo Raphael, Casey está dispuesto a acompañar a su nueva amiga a Pittsburgh, donde espera salvarse por fin de sus perseguidores. Pero estos no les van a poner el camino fácil… Lo van a llenar de sangre.

Eastman se encarga de la historia y los diseños, mientras que Bisley se encarga de los lápices, las tintas y las portadas. Ellen Sullivan Farley, de los colores, mientras que el pilar de TMNT, Steve Lavigne, ayuda con los colores también cuando es necesario. Y, como siempre, hace las letras. Es decir, tremendo equipo para un cómic que a vista de cegato puede parecer indie pero cuando te pones, lo flipas.

¿La historia, un poco mareante? He visto pelis de supuesta acción, de directores reconocidos, que no le llegan a la suela del zapato a este cómic. Confusa y complicada,dicen, pero bueno ok, no es la trama el principal atractivo aquí. Sino el camino, como un muchísimas pelis de acción. El atractivo principal es el loco arte de Simon Bisley que ha sido trazado con diseños de Kevin Eastman, y que te lleva a recordar y amar las grandes aventuras que Bisley se marcó en Lobo.

¿Uno de los imprescindibles cómics de Las Tortugas Ninja? Obvio. Esto tenéis que leerlo sí o sí. De hecho, se lo recomendaría a cualquier fan de Las Tortugas Ninja así como a cualquier fan de un buen one-shot diferente y original. Sobre todo, para fans de las gamberradas dentro del noveno arte. Una historia divertida con un arte loco y momentos absurdos, como Raphael derribando matones a cascoporro con ametralladoras… Y cómic hasta ahora muy difícil de encontrar en nuestro idioma. Quizás te guste. Quizás te mole. Quizás te encante. Leído con soundtrack rockera esto es la leche.

Reseña: Huérfana y las Cinco Bestias, de James Stokoe

Uno de los mejores juegos de los últimos años es, sin duda, The Legend of Zelda: Breath of the Wild, de Nintendo de 2017 para Switch. La historia va de la princesa Zelda pidiéndole al aventurero Link que derrote al malvado Ganon con la ayuda de las Cuatro Bestias Divinas, todas las cuales, junto con la tierra de Hyrule, han sido corrompidas por la plaga de Ganon y Link debe curarlas a cada una de ellas para cumplir la misión de tal búsqueda. Estoy especulando, pero supongo que James Stokoe estaba entre los millones de gamers que jugaron y amaron Breath of the Wild. Y, inconscientemente o no, ha replicado a su modo una historia en formato cómic. Para los que conozcan el videojuego, esas serían las sensaciones al leer Huérfana y las cinco bestias, este tomito que publica este mes en nuestro país Planeta Cómic. Un tipo le encarga a la luchadora Huérfana Mo que derrote al malvado Hombre Lobo, así como a las Cinco Bestias, todas las cuales, junto con la tierra misma, han sido corrompidas por el poder demoníaco del Hombre Lobo.

Huérfana Mo debe derrotarlos.

Una Quest en toda regla. Un cómic que, por supuesto, cuenta con el asombroso arte de Stokoe; maravillosamente detallado, coloreado de una manera que complementa perfectamente el estilo dinámico, viñetas barrocas donde cada uno de los huecos se rellenan. Mola el estilo del diseño a lo manga El Puño de la Estrella del Norte o Kamui, de los primeros mangas que llegaron a nuestro país.

Huérfana Mo parte después de que su maestro muera. ¿El objetivo? Destruir a cinco de sus discípulos que amenazan al mundo con sus poderes demoníacos. Básicamente estamos ante una aventura que nos lleva a una serie de batallas contra jefes finales cual videojuego de plataformas que se precie. Pero de los que todos disfrutamos y mira que casi siempre son más de lo mismo. La receta fácil es la receta efectiva, ¿no? Cada Bestia tiene su estilo único, sus armas, sus detalles su historia detrás…, como en un videojuego de artes marciales de los que a tantos de nosotros nos han encantado en algún momento de nuestras vidas.

James Stokoe aporta su ultra-detallado dibujo fantástico de violencia desbocada en un relato de venganza clásico a lo John Wick. Eso cuenta la sinopsis y es eso, concretamente. Y yo que siempre he disfrutado el dibujo de Stokoe, aquí no decepciona. Es un artista talentoso para los cómics de acción. Y aunque es una pena que exista una enorme disparidad entre arte y guion (los malos son muy malos y los buenos son muy buenos), de todos modos, la historia se disfruta por ser palomitera al estilo John Wick o una peli de Statham. Simple pero acción a tope, lo que deriva en diversión.

El arte es magnífico, tanto la violencia gráfica como las expresiones faciales. Realmente, uno de los diseños más detallados que podrás ver en un cómic. Es impresionante. Por eso, feliz de que James Stokoe haya regresado por estos lares con una serie en curso.

Hoy sale.

Reseña: Tokyo Día a Día, de Taiyô Matsumoto

Me van también los mangas que brindan por las pequeñas/grandes cosas buenas de la vida. Y a poco que me entere de alguno que trate este tema, intento degustarlo. El más reciente manga del consagrado autor Taiyo Matsumoto, quien en 2020 ya ganó dos Premios Eisner por Los gatos del Louvre (también publicado por ECC), y obras Tekkon kinkreet o Ping Pong las cuales pusieron al público en pie dándole fama internacional con sus adaptaciones al cine. Y no se me olvida Sunny (https://www.cronicasliterarias.es/?p=12491) que la disfruté un montón. Así que tenía que leer el primer volumen de Tokio día a día sí o sí aprovechando que llega a librerías en nuestro país.

Tokyo Higoro (que se ha traducido libremente como Tokyo days o Tokyo día a día) es una nueva serie de manga del reconocido artista de cómics japonés Taiyo Matsumoto, el cual aquí te saca un personaje preocupado por su trabajo o mejor dicho por la vida laboral llevada. Pensar si hay cosas perturbadoras en la vida por las que merece la pena pasar para el poco tiempo que estamos aquí. ¿Vivimos para el manga? – se pregunta Shiozawa, un editor de manga que trabaja en la editorial Ote. Decidido a realizar su objetivo de crear el manga de sus sueños, Shiozawa deja su trabajo diario y busca un artista de manga de confianza para escribir lo que tiene en mente.

Lo cierto es que no soy muy de las piezas «meta autorreferenciales» como en las que en este caso tocan el tema de “mangas sobre mangas”. Pero me llamó la atención este título porque este tipo de obras que antes no eran frecuentes, cada vez lo son más dentro del mundo ilustrado nipón. Y también esta era la primera vez que Matsumoto tocaba este palo que en Japón se anunció como “pieza filosófica” del autor. Aunque lo que está claro es que estamos ante un título deslumbrante lleno de humanidad y melancolía donde la vida de Shiosawa nos va a parecer cada vez más interesante, sin ser realmente original lo que le ocurre.

Un personaje que con tan solo treinta años decide retirarse de la presión laboral para disfrutar de la vida, ponerse a lo que le gusta hacer sin presiones y dedicar mucho tiempo a su casa pero, sobre todo, a su canario. Veremos cómo será su nuevo día a día relacionándose con sus antiguos compañeros y autores de los que se encargaba, ahora que está libre de presiones laborales. Y el tema manga no lo olvida. Ahora así, de este modo, lo disfruta. Seguirá siendo una parte esencial de su vida porque es lo que ama desde que tiene uso de razón. Pero visto desde la orilla buena llena de flores. Sin fuegos. La parte no quemada del bosque.

Una oda a la jubilación que todos deseamos.

Reseña: Los Nuevos Vengadores. La Edad Heroica, Acuña, Immonen y Bendis

Mola ver en un cómic, franquicia o género que la cosa después tantos años, de pronto, cambia. Por eso mola encontrarse con una nueva serie de Los Nuevos Vengadores, descubrir su nuevo punto, y sobre todo, te peta la cabeza cuando descubres que Vengadores Oscuros se han unido a sus filas y qué un demonio interdimensional amenaza nuestra existencia. Los Nuevos Vengadores vuelven a nosotros de un modo fresco e interesante de la mano de Daniel Acuña, Stuart Immonen y, por supuesto, Brian Michael Bendis. Un primer arco de una serie regular que se ha llamado por estos lares La Edad Heroica.

Durante bastantes años, Brian Michael Bendis consiguió que Los Nuevos Vengadores fuera la serie de Marvel más seguida. Y eso no es moco de pavo. Por eso vais a agradecer, sobre todo, los que aún no os habéis puesto con estos cómics, la publicación del primer arco de esta serie dentro de la colección Must-Have. Por lo menos, económico sale ahora darles un tiento, por si existiera la ínfima posibilidad de que no os gustara. Pero ya os digo que vería muy raro que un lector de pijameo de toda la vida no se enganchara a la serie tras degustar el primer arco que brinda esta serie. Y es que cuando Tony Stark, también conocido como Iron Man, actuaba como un completo imbécil y se nombró rey de los superhéroes, Luke Cage y otros que habían sido parte de Los Nuevos Vengadores pasaron a la clandestinidad y contraatacaron. Ahora que la Civil War de Marvel y sus secuelas finalmente terminaron y la llamada Edad Heroica ha comenzado, Steve Rogers quiere que Luke continúe liderando un equipo de Vengadores…, y esto mola que te cagas. Pero de pronto, en la nueva sede, Dr. Strange y el nuevo Hechicero Supremo Dr. Voodoo aparecen poseídos por demonios. Y tras ello una entidad poderosa de otra dimensión queriendo hacerse con el Ojo de Agomotto. Para ello, dispuesto a destrozar nuestro universo para conseguirlo.

Me divertí especialmente con estos cómics porque aporta muchos de los superhéroes Marvel que me gustan: Luke Cage, Spiderman, Lobezno, La Cosa, Iron Fist, Miss Marvel y mi amada Pájaro Burlón. Todos juntos pero no revueltos, creando una dinámica de equipo interesante y jugando con la principal fortaleza del diálogo ingenioso de Brian Michael Bendis. Y simplemente, porque se muestra una alineación sólida de personajes geniales con un buen guionista y dibujante, que eso raras veces sale mal. Un nicho interesante que había que rellenar en el Universo Marvel.

Bendis también muestra su poder de narración en una trama de misterio de varios hilos y de formato largo que te mantendrá enganchado y querrás a volver a casa rápido a leer si no lo terminaste la primera vez de una atacada. La forma en que el tomo comienza con ¡Vengadores Desuníos! (¡Avengers Disassembly!) me hizo pensar: «Tío, me espera un regalo aquí».

Y lo tuve.