Reseña: Gravity Level, de Lorenzo Palloni y Vittoria Macioci

Es por el momento lector tan bueno de Ciencia Ficción que estoy viviendo que decidí ponerme con este díptico de cómic europeo llamado Gravity Level, recopilado en un solo tomo por Nuevo Nueve Editores y que se acaba de publicar en tapa dura. Me dejé tentar no solo por los gráficos que son algo diferentes, antes de leer, Gravity Level era para mí sobre todo una curiosidad argumentística pues, ¿cómo demonios se lleva adelante un guion donde la gravedad en la Tierra ha desaparecido hace más de 500 años? Un desafío. Y bien. Lorenzo Palloni y Vittoria Macioci muestran un mundo colorido a la vez que “creíble”, dentro de lo que cabe. Principalmente, crean una trama de aventuras, -una Quest que se dice en mi tierra-, y es que tiene mérito, a parte de llevar a cinco personajes adolescentes adelante (incluso en viñeta) de plantear interesantes interrogantes a lo largo de las páginas sobre las nociones de libertad, de futuro, de saber qué hacer con su vida, etc. Los gráficos molan, pero entiendo que no puedan ser del gusto de todo el mundo. Si que estamos ante un cómic que viene de la BD y eso debería ser sinónimo de ilustraciones exquisitas, pero Gravity Level es el clásico ejemplo de, si las ideas son buenas, el dibujo puede pasar a un papel secundario. Y es que la idea es muy buena.

El mundo, los seres humanos, se encuentran confinados bajo tierra. Confinados. La palabrita cojonera que tanto odiamos, ¿no? Cinco adolescentes, una pandilla de chavales que sin miedo a nada quieren divertirse principalmente, deciden salir a la superficie de una Tierra que se encuentra devastada. No queda gravedad arriba y tras la misteriosa desaparición de ésta, muchos de los sobrevivientes que viven en el subsuelo sufren dentro de las antiguas ciudades. En una atmósfera post-apocalíptica, los sobrevivientes dan lo que sea por cualquier salida. Pero ir «afuera» es toda una aventura, moverse por allí sin dispositivos especiales es totalmente imposible. Y así seguimos a estos jóvenes que siendo perseguidos por una especie de policía política, escapan y terminan por salir «afuera». Y entonces empieza lo bueno. Un recorrido que nos permite descubrir una fauna y flora originales, hostil y diferente, de un nuevo mundo que empieza. Los supervivientes han construido una ciudad subterránea donde la vida diaria se rige por reglas estrictas, mas, Vikt, Ibu, Waka, Bek y Pwa son jóvenes cuyos destinos se cruzarán e irán encaminados a meterse en líos de narices. La única forma de escapar es huir a la superficie. Pero lo saben, el mundo exterior es particularmente hostil y será dificil la supervivencia.

La historia es acertada a la vez que oscura. Aunque nuestros “héroes”, bien representados, que se lo toman todo a broma en medio de adultos irascibles que han marcado las reglas como una necesidad inmutable para su supervivencia; existe afuera un mundo futurista, arruinado y lleno de sorpresas, cual buena novela clásica de CF. Estos chicos van a encontrar cosas que no esperan. Y que no contaré aquí. Pero todo se limita a cinco tarugos que un día, una de sus provocaciones va demasiado lejos y provocan un accidente y no tienen otra opción que huir. Buscar una nueva vida “afuera”. Donde el peligro está en todas partes, un mundo que ya no pertenece a los hombres. Y a medida que el grupo avanza hacia lo desconocido, surgen las tensiones. La convivencia se vuelve cada vez más compleja cuando deberían permanecer juntos para llegar a su destino. Sin embargo, ¿qué son esas misteriosas burbujas de gravedad que acaban de encontrar?

Con esta distopía, Lorenzo Palloni nos transporta a un futuro indeterminado donde la gravedad ha desaparecido. Si bien utiliza los códigos que se encuentran en la mayoría de historias de este tipo, logra transportarnos a un mundo que ha cambiado totalmente. La naturaleza ha recuperado sus derechos, el hombre ya no reina sobre la Tierra y han aparecido nuevas formas de vida. Un tema prometedor que siempre excita. La aventura hacia lo desconocido. Una aventura interesante.

Muy chulo.

Reseña: La Chica Oculta y otros relatos, de Ken Liu

Ken Liu es ese autor que todo fan sigue ahora todo lo que publilca en USA. Indagando un poco en foros literarios, en lo subterráneo, me consta que aquí pasa igual. Es ese autor que cuenta muy bien las cosas, que gusta como escribe y lo más importante, que sorprende con ideas tan locas como originales. Y ahora viene cuando con todo el dolor de mi corazón investigo en su biografía y veo que tiene mi edad. Ufff… Yo, escritor en hibernación que no termino de despertar. En fin. No pasa nada. A través, de autores así es como se disfruta de la buena literatura fantástica y la absorción de ideas o inspiración para que mi cabecita creativa estalle siempre está ahí.

Ken Liu (1976), escritor chino-estadounidense que lo está petando fuerte, hace muchas cosas como escritor. Crea sus propias novelas «gordas» (la serie de La Dinastia de Diente de León) pero también traduce obras de algunos de los mejores escritores de género chinos para USA; Liu Cixin, Hao Jingfang… Además, escribe libros sobre Luke Skywalker y viaja por Shanghai. Y escribió un ensayo que se convirtió en musical de ballet. Y escribe artículos de poesía. Y cuando no está haciendo nada de eso, escribe cuentos. Muchas historias cortas. Ha ganado casi todos los premios que existen para ficción especulativa corta y el relato El Zoo de Papel es la única historia que ha sido capaz de llevarse a casa la triple corona de la CF; Premio Hugo, Nebula y World Fantasy Award. Ahí es nada. Sigo: su cuento Mono no aware ganó el Premio Hugo al Mejor Relato Corto en 2013. Su novela corta The Man Who Ended History: A Documentary fue también finalista del Hugo ese año. Su traducción al inglés de El Problema de los Tres Cuerpos, de Liu Cixin, ganó el Premio Hugo en 2015 (la primera novela traducida en haberlo logrado). Los cuentos de Ken Liu han aparecido en revistas como F&SF, Asimov´s, Lightspeed, Analog o Clarkesworld. Es un tio ocupado. Pero, en definitiva, todos ganamos leyendo a Liu. Y yo, amante de toda antología de relatos que se precie, ¿cómo no iba a ponerme con La Chica Oculta y otros relatos ahora que acaba de ser publicada por Alianza Editorial? ¿Estamos loco o qué?

Así que sí, cuando dias atrás la empecé, esperaba el mismo tipo de conexión emocional profunda, los mismos vuelos salvajes de su poderosa imaginación, la misma chispa de magia comprimida que anima la mejor ficción corta, la capacidad de concebir un universo escrito en miniatura… Pero La Chica Oculta y otros relatos no es eso. Ni siquiera es un libro de cuentos discretos. Es una serie de capítulos estrechamente interrelacionados y autorreferenciales de una novela que no existe, dividida entre diversión, disgresión, experimentos mentales y un par de piezas que se leen como ejercicios intelectuales imaginarios. Una experiencia. De hecho, hay un arco (que no se me va de la cabeza) de tres relatos que trata el tema de la IA y la singularidad; Nadie encadenará a los dioses, Nadie asesinará a los dioses y Los dioses no habrán muerto en vano. Comienza como una simple exploración de una hija de luto por su padre y termina con una guerra contra las IA, una tierra quemada y una meditación sobre inteligencias que nunca han sabido lo que es vivir realmente.

Quedarse atrás, pisa el mismo terreno, solo que un poco más avanzada en el tiempo. En otro lugar completamente distinto, inmensas manadas de renos, va aún más lejos, experimentando con ciclos de reloj los viajes en el tiempo, la promesa de inmortalidad, enviándose consciencias al espacio. Estas historias vinculadas están divididas por historias sueltas que caen como incongruencias parciales en la conversación más amplia de Liu sobre la familia, la memoria y la inmortalidad. Artistas de verdad, trata sobre la inteligencia algorítmica que usurpa las artes creativas e, irónicamente, se desarrolla de una manera increíblemente predecible hasta el final. Empatía bizantina, es un argumento manipuladorentre dos amigos sobre la naturaleza de las donaciones caritativas que se lee como una info-comercial para el tema criptomonedas. Pero también hay sitio para momentos hermosos en estos cuentos como en Siete cumpleaños, que es como un haiku explotado, enmarcado por imágenes de cometas, el alcance de la visión y corazones rotos dentro de su desordenado futuro utópico/distópico tan pleno como real.

Nuestro más sentido pésame, es una visión absolutamente inquietante sobre el troleo y el debate del control de armas ambientado en un futuro cercano y roto. Y hay una manera de leer La Chica Oculta como una especie de ejercicio académico realizado en público: Liu elabora sus propias ideas parcialmente formadas sobre el futuro potencial de la humanidad, mezclando y volviendo a mezclar elementos, combinándolos con extraterrestres e inmigrantes, familia, memoria e historia. Se lee casi como el primer capítulo de una novela abandonada, y se une a otra pieza: Persecución más allá de las tormentas.

Hay demasiados lugares, demasiadas ideas, condensadas aquí. Pocas antologías piden desarrollarse más que esta.

Grande Ken Liu.

Reseña: CyberPunk 2077. Trauma Team, de Cullen Bunn y Miguel Valderrama

Después del pelotazo a nivel mundial del videojuego, que menos que querer saber más de una historia que atrapa y te mantiene enganchado pese a su formato. CyberPunk 2077 es un videojuego desarrollado y publicado por CD Projekt que se lanzó para varias plataformas el pasado 10 de diciembre de 2020; día de mi cumpleaños, indirecta que mi mujer no pilló. Siendo una adaptación del juego de rol de mesa CyberPunk 2020 (nieto del clásico CyberPunk de los 90, que disfruté en mis carnes), CyberPunk 2077 se establece cincuenta y siete años más tarde en la ciudad distópica de Night City. Un enorme mundo con seis distritos diferentes, con una perspectiva en primera persona donde los jugadores asumen el papel del personaje personalizable llamado V; un videouego que se ha hecho famoso cuando se reveló que el actor Keanu Reeves formaría parte del elenco de personajes que tendrían relevancia en la historia. Por otro lado, y en mi caso, lo cierto es que por estos meses es cuando me da la «vena alien”, época en la que revisito las pelis (sólo la 1 y la 2, por supuesto), Blade Runner… y pelis del estilo. También repaso libros de rol como los incunables Traveller y Cyberpunk que aún conservo. En juegos de mesa me da por jugar a Battletech, Space Hulk, Nemesis… o así. Y me gusta leer CF de tema aventura espacial mezclada con acción, y si puede ser, sazonada de Terror. Me fijé entonces en CyberPunk 2077: Trauma Team , el tomito que acaba de publicar Panini Cómics y que de alguna forma lleva a eso.

The Trauma Team series (me encanta el nombre, y no es una serie de hospitales), tiene como personaje principal de Nadia que vive una montaña rusa de emociones desde que empieza todo. Un viaje corto pero frenético que se emprende en este cómic que se devora en nada. Más que frenético, un viaje chulo a la vez que horrible. De los que después de leer casi que tienes que coger aire. ¿La premisa? La básica es que Nadia trabaja para Trauma Team International y es la única sobreviviente de una misión de rescate fallida. No obstante, no se echa atrás y acepta una nueva misión (muy Aliens, El Regreso todo), y aquí comienza una búsqueda de la que costará salir viva. Y peor aún, indemne.

El cómic comienza con Nadia bajo evaluación psíquica para ver si debería regresar al trabajo. Su último equipo fue brutalmente asesinado en el trabajo anterior cuando tratando de salvar a un cliente, ella es la única que sobrevive. A su evaluadora le preocupa que pueda estar demasiado traumatizada para volver al trabajo considerando que vio a un solo tío matar a todo su equipo. Sin embargo, la ve con fuerzas. Ahora, en su nueva misión y con nuevo equipo debe ir a rescatar a un cliente secuestrado dentro de un rascacielos que está fuertemente controlado por un grupo armado hasta los dientes. Pero el shock viene cuando Nadia se entera que… (¡Seeeeeeh! ¡No spoilers aquí!)

Sorpresita final.

CyberPunk 2077: Trauma Team es un cómic que acompaña tanto a la mitología existente del juego de rol, como al videojuego que tanto ha dado que hablar en los últimos meses. El primer número de la serie captura tanto la distopía tecnológica del género como la acción brutal del escenario sin una exposición pesada ni frívola en el guión. Para vuestro conocimiento, CyberPunk 2077: Trauma Team se puede disfrutar de forma independiente. Esta historia no reemplaza la del juego, pero alimenta la necesidad de saber más de dicho mundo. Y me consta que ha sorprendido la interrelación entre personajes, a los que ya han podido disfrutar de ambas cosas. Me confesaron además (supongo que ya os queda claro que no tengo el videojuego, ¿no?), que no es un cómic que se ha lanzado para aprovechar el momento. Sino que contiene una buena historia. Te pone en contacto con lo que te vas a encontrar en la aventura gráfica, eso si, pero no sé si llega a la categoría de spin-off. Aunque me da que algo hay.

Buena historia se marca el guionista en auge Cullen Bunn, con un dibujazo colorido pero molón de Miguel Valderrama.

Reseña: El Placer de Quemar (Historias de Fahrenheit 451), de Ray Bradbury

Para los amantes de la obra Ray Bradbury llega un poco tarde El Placer de Quemar. Yo al menos no conozco otra edición en nuestro país de esta obra. Aunque tampoco he mirado mucho. Para ser sinceros hablamos de una recopilación de relatos que se publicó en 2010 por primera vez y cuando la conocí no pensé en algo mega-clásico como la novela Fahrenheit 451, obra culmen de la Ciencia Ficción, a la que va referenciada. Pero nunca es tarde si la dicha es buena, dicen, y la verdad es que sí. Se encuentran aquí más de una historia «que-pa-qué», como se dice en la tierra donde vivo.

Los editores Donn Albright y Jon Eller reúnen dieciséis historias que abarcan seis décadas de la extraordinaria carrera del maestro dios literario Bradbury. Una profunda expansión temática de su famosa novela que ahondaba en el tema de la quema de libros aprobada por un estado totalitario y donde unos bomberos «muy salerosos” tenían mucho que decir. La novela Fahrenheit 451 es una obra maestra perdurable de la literatura estadounidense del siglo XX: una visión escalofriante de un futuro distópico construido sobre los cimientos de la ignorancia, la censura y la represión brutal. Tras dicha joya surgieron cantidad de ideas en otros autores y se han visto tramas muy similares y se han copiado formas estructurales de la historia hasta la saciedad. De hecho, es una novela que sigue siendo estudiada en cursos de escritura creativa, de lo que doy fe de primero mano. Y ahora los orígenes y la evolución de la oscura y magnífica historia de Bradbury se exploran en El Placer de Quemar, una colección de cuentos interrelacionados temáticamente que de algún modo prefiguran la magnífica novela del maestro.

Las historias más extensas…, los dos cuentos largos de la colección que se incluyen son quizás el requisito indispensable para obtener el libro. Mucho después de medianoche (Long After Midnight) y El Bombero (The Fireman) son las dos historias más importantes o conocidas aparte de ser precursoras y reveladoras de Fahrenheit 451. Pero en mi opinión, las dos joyas que más me han alucinado ya que no los conocía son dos relatos cortos. El Reencarnado que abre la antología; en la que un hombre recientemente muerto experimenta una resurrección y busca desesperadamente a su viuda y Los genios locos de Marte, que cuenta como el planeta rojo está habitado por todos los autores y personajes de la literatura que es destruida en la Tierra.

Solo por leer estas maravillas, merece la pena la compra.

También hay tres piezas intensas e interconectadas como El Dragón que se mordía la cola, Antes del amanecer y Al futuro, que aparecen en una sección final del libro llamada Otros Relatos y que son aporte esencial a la estantería de todo fan de Bradbury. Tres historias de viajes en el tiempo, el tema favorito del autor. Con el tema del escapismo de gobiernos opresores muy presente como ocurre en Fahrenheit 451.

Anoche mismo terminé de leer esta maravilla que se devora en nada. El Placer de Quemar que publica Minotauro este mes, tengo que decir que el copyright de 2010 es algo engañoso. Son16 historias pero 9 se publicaron originalmente entre 1940 y 1950, una en los 60 y las otras seis entre 2002 y 2007. Es una buena colección. Curiosa. Había leído varios relatos del maestro aquí incluidos pero los disfruté de nuevo. Por supuesto, soy fan de Bradbury, ¿y qué lector de fantástico y aspirante a escritor no lo es? Disfrutas sus obras cada vez. Y sé que muchos de vosotros quizás queráis poseer este volumen solamente por conseguir sus dos cuentos largos (El Bombero y Mucho después de la medianoche), que son actualmente difíciles de conseguir. Vale, de acuerdo, pero sabed que dentro se encuentra más de un pastelito gustosito de leer como, por ejemplo, El grillo en la chimenea. No digo más…

Como anécdota contar que El Bombero es el relato de 1951 que se amplió y se revisó (este tema ocurre más de lo que creéis dentro de la CF) para convertirse en Fahrenheit 451, en 1953. Fahrenheit 451 es uno de los pocos libros junto a El Señor de los Anillos que se leen en clase de literatura en las High School Secondary de USA. Y ahora, lo cierto es que fue divertido leer la versión anterior al famoso libro, donde compruebas los elementos básicos de la trama, aunque algunos de los nombres de los personajes cambian. Oscuro, extraño y macabro. Compañero indispensable de metro, autobús y asiento que se precie, El Placer de Quemar es una maravillosa confirmación del inimitable brillo, magia y fuego del maestro Bradbury.

Reseña: Undiscovered Country, de Scott Snyder, Charles Soule, Camuncoli, Orlandini, Marcello y Matt Wilson

Tenemos otro buen volumen de tema apocalíptico. El tremendamente talentoso par de escritores como son Scott Snyder y Charles Soule se han unido para crear Undiscovered Country, cómic que encierra una trama súper atractiva. Como saben de qué va esto, se juntan con un buen equipo creativo para lo visual como son Giuseppe Camuncoli en los diseños, lápices de Daniele Orlandini y Leonardo Marcello Grassi y colores de Matt Wilson. Un primer volumen que recopila los seis primeros números de la serie y que componen el arco argumental «Destino». Una historia inmersiva con hilos cuidadosamente tejidos, personajes convincentes y efectos visuales absolutamente molones.

A partes iguales entre Mad Max, Escape From N.Y, Contagio o Saga; Undiscovered Country me ha parecido uno de los cómics más entretenidos y originales que uno puede encontrar en librerías en estos momentos. Su verdadera fuerza es la convincente dirección que toma desde la primera página y esto viene de la fuerza combinada de dos guionistas de los grandes como son Scott Snyder (Batman, American Vampire) y Charles Soule (Daredevil, La Carta 44); también los dos ex-guionistas de La Cosa del Pantano, los cuales utilizan sus dones para crear una historia que es rica en originalidad, carácter y complejidad, pero que nunca se siente sobrecargada pese a que trata los elementos típicos de thriller político, acción y ciencia ficción apocalíptica. Pero también un drama entre personajes muy bien construido con una coralidad considerable, traiciones y altos cargos de por medio.

¿Pero de qué va? En combinación de flashbacks y secuencias históricas se nos cuenta una trama que desvela constantemente lo que ha sido Estados Unidos desde que se selló. Una tierra envuelta en misterio desde que se separó del resto del mundo por un muro que ya tiene más de un siglo. Pero ocurre que, se acaba de recibir una llamada desde el interior y una pequeña expedición decide entrar para saber qué demonios está ocurriendo ahí dentro.

Es cierto que cuando vi que Snyder era parte del proyecto estaba un poco preocupado. Si bien sus trabajos anteriores con Batman o en Los New 52 y los primeros volúmenes de American Vampire se nota que adolece de estar sobrecargado de trabajo. Temía que para este cómic no tuviera la fuerza que le caracteriza para un proyecto tan impresionante y “peliculero” como es Undiscovered Country. Sin embargo, la fuerza la tiene y vuelve a ser increible. Su mejor don. Por que en esta obra se nota qué parte es de él y cuál no. Aparte, Soule está disponible para mantener el ritmo constante.

Undiscovered Country es una serie que arroja una cantidad considerable de información al lector, pero siempre logra ser atractiva gracias al ritmo y atención a los personajes. La inclusión de las características más grandilocuentes y salvajes como los hombres mutantes que deambulan por el desierto, las fortalezas rodantes y los tiburones voladores, adopta un enfoque de estilo Saga que parecen decir: simplemente, tómalo o déjalo. Si bien es obvio que existe un misterio en torno a porqué USA de repente se ve así, cualquier explicación en este punto sería spoilearos cosas que no quiero decir. Los diseños de los diversos habitantes de las tierras baldías y sus corceles, tanto mecánicos como animales mutados, son deliciosamente extravagantes, y su atención a los detalles de los personajes es estelar. Cada personaje se ve completamente único y su variedad de expresiones hace que sea fácil interactuar con ellos como lector. Y aunque se nota que los ilustradores cambian de tareas un poco más a la mitad de este volumen, sus estilos son tan similares que la diferencia es difícil de notar. Es probable que se deba al destacado colorido de Matt Wilson.

Echadle un ojo porque raramente no os mole.

Reseña: Hijos del Mundo Mutante, de Richard Corben y Jason Strnad

¿Una edición en tapa dura recopilada de historias que han estado agotadas durante treinta (casi cuarenta diría yo) años? ¿De los grandes maestros de la industria del cómic Richard Corben y Jan Strnad? ¡Caramba, Paco, no lo pillas! ¿Dónde andas? ¡Llámame y hablamos de esto! Que él dirá: «¿Y dónde encontrarlo antes que debatirlo?». Échale un ojo a lo que está publicando ECC Ediciones, melón, que ya publicó Mundo Mutante (https://www.cronicasliterarias.es/?p=3249) y ahora nos trae su secuela…

Mutant World fue creado en 1978, escrito por Richard Corben y Jan Strnad, con ilustraciones del propio Corben. La serie fue publicada originalmente en las revistas de Ciencia Ficción de la Warren que a nuestro país trajo su asociada Ediciones Toutain allá por los años 70 u 80. Contaba en la otra reseña que en particular, yo llegué a las obras de Corben por el camino del miedo, del buen Terror que publicaron revistas como Creepy, Eerie, Vampirella o 1984. Toda una serie de revistas geniales que en USA publicaba Warren Publishing y que aquí… Bueno, ya lo he dicho. Donde Richard Corben era referente. Revistas de historietas en blanco y negro, algunas en color para imponer más, “Fantasía para Adultos”, que provocaban a saltarse las normas como niños y trepar hasta lo más alto del ropero de tus padres.

Resumiendo: Mundo Mutante fue (en palabras de Jan Strnad)… una historia post-apocalíptica sobre un mutante llamado Dimento y su búsqueda del amor y la supervivencia en un mundo que ya no alberga apenas cariño por los seres vivos. Pero en el transcurso de su aventura, se enfrenta a bestias salvajes, un fanático religioso, criaturas del alcantarillado, científicos locos y mutantes deformados decididos a estafarlo, en especial, con esos escasos alimentos que uno gana con tanto esfuerzo. Cuentan que a Richard y Jan no les gustó nada cómo los editores de 1984 retocaron la serie para la revista. El diálogo se cambió y las viñetas se movieron de sitio sin ningún aporte creativo. Por lo que, posteriormente, se publicó una versión en formato novela gráfica de la historia, restaurando todos los cambios editoriales y agregando varias páginas para desarrollar la historia entre capítulos.

Hijos del Mundo Mutante fue una continuación que se imprimió en una serie de cinco cómics de la editorial clandestina, Fantagor Press. Los primeros problemas fue el color, la calidad de impresión no fue la mejor, los siguientes problemas se encontraron en el blanco y negro. Un formato que también se reimprimió en formato de novela gráfica para Europa pero nunca en inglés. Bien, pues ahora nos llega esta nueva edición restaurada y en color que junto a su hermana mayor Mundo Mutante queda genial en la cómicteca física pero también en la de nuestras cabezas. Comprender la historia como un todo se hace brillante con esta obra.

Hijos del Mundo Mutante se centra en la hija mayor de Dimento, Dimentia, su compañero oso, Ollie, y un puñado de otros supervivientes en un viaje por encontrar refugio seguro en una isla. Una historia que se resume en dos frases pero que hay que vivirla. Un proyecto que ahora podéis encontrar en librerías en dos ediciones de tapa dura, en un formato económico y llevadero, una obra que proviene de una versión deseada (y ansiada) por fans que salió adelante en Kickstarter. Donde por primera vez se rescató las obras en inglés en un solo volumen integral de esta maravilla del noveno arte contemporáneo.

Explosivamente violenta, mordaz, cargada de fatalidad, erotismo y brutalmente divertida, esta mini-saga.

Richard Corben siempre será uno de mis tres ilustradores favorito. Se centró en mi amado género de Terror y por eso tengo que quererlo más que a los demás. Pero siempre tuvo muy presente la CF y eso merece mis respetos. Tener por fin este volumen y su predecesora Mundo Mutante en mi poder después de tantos años, se resume en la bonita palabra que empieza por F y acaba por -dad. Una minicolección en tapa dura a un precio imbatible que nadie debería perderse si de verdad ama el buen cómic hecho en USA en las mejores décadas creativas que ha conocido el noveno arte.

Reseña: The Weather Man (El Hombre del Tiempo), de Jody LeHeup, Nathan Fox y Dave Stewart

¿No os pasa que leéis o visualizáis una historia que creéis nueva y, sin embargo, te pegas todo el viaje preguntándote por qué te suena? Eso me acaba de ocurrir al terminar este primer tomo de The Weather Man (El Hombre del Tiempo) que publica Norma Editorial y que engloba los primeros seis números de una historia que ha gustado bastante en USA por lo que he podido saber. Una de las mejores historias de Ciencia Ficción que he podido leer últimamente y eso que aún no ha terminado. Pero mucho tiene que cambiar el tema para que el argumento deje de gustarme porque estamos ante una trama que produce las sensaciones que me dejó (lo flipado) en su día en mi juventud y en el cine, el film de Desafío Total; la antigua, por supuesto, la de Arnold Schwarzenegger. Pero, ¿a eso me recuerda? No, no, creo que no. Hay algo más escondido in memory…

Recomendado por Rick Remender, Garth Ennis, Frank Quitely y Gerry Dugan y, por supuesto, por mi tito americano que hace de espía o de alerta-tsunami ante series tan chulas que podrían llegar a nuestro país; tuve que ponerme con The Weather Man (El Hombre del Tiempo). (¿De qué me suena este argumento?) Debo decir que no estaba preparado para esta obra. Con tanto rumor positivo temí que me decepcionara. Pensé que podría ser otro cómic típico de CF lleno de clichés, un debut que sorprende a los que apenas tienen bagaje lector detrás… Aunque para nada. Impactante lo que han creado Jody Leheup, Nathan Fox, Dave Stewart, Steve Wands y Tom Muller, y a las pruebas me remito: The Weather Man nos traslada a una civilización en Marte en el año 2770. Pero algo malo pasa, algo catastrófico sucede, la sociedad… Bueno, entra en escena Nathan Bright, el meteorólogo. Lleno de carisma y encanto, y el amor por su amado perro, que no puedes evitar que te guste Nathan. Pero las cosas se ponen patas arriba cuando un grupo de “señores” armados aparecen disparando contra Bright, dejándonos con el final de un primer número con eventos que no sabes muy bien por donde coger. Un primer número potente que provoca que quieras saber más y no sueltes el tomo.

Lo dicho: el lugar, Marte, el año, 2770. Una catástrofe inexplicable ocurrió en la Tierra y ahora todo lo que queda de la raza humana vive en Marte. La moral está baja y la gente necesita distracciones de la terrible realidad que les rodea. Bright es el meteorólogo matutino más popular del planeta rojo y está más que nada para distraer a la gente de sus problemas. También acaba de tener una cita que se arruina por la llegada de varios tipos cargados de balas hasta los dientes. Es algo diferente. A Nathan no le suele pasar que le arruinen una cita, es la celebridad de moda al que la mayoría de las mujeres ven como ponerse un pin en la minifalda. A pesar de esto, Nathan es un tipo básicamente decente si se ignora su total falta de ética laboral, su borrachera constante, su superficialidad, su pobre higiene y la falta de escrúpulos con respecto a su trabajo. Por lo general, le cae bastante bien a su perro. Aunque desafortunadamente su perro no podrá salvarlo ahora que ha sido acusado del asesinato de casi todos los habitantes de la Tierra.

Me cautivó el ritmo frenético y la excelente escritura de Jody Leheup. Me impidió mirar cualquier cosa fuera del viñetario que tenía delante. Secuencias bien representadas con el estilo artístico agradable de Nathan Fox. Sé que es un cliché comparar cualquier tipo de distopía futurista con Blade Runner, Cowboy Bebop, Desafío Total y demás. Pero The Weather Man se aprovecha de esa estética “cercana” y catastrofista de visión de cómo aparecerían las futuras ciudades de Marte y mola. También tiene un toque Aeon Flux en la coreografía de las escenas de acción, donde los colores de Dave Stewart lo bordan. Me gustó de la historia la profundidad en la trama que se va consiguiendo con cada número. Cuando llegas al sexto capítulo no queda otra que pensar que esta primera parte ha sido una montaña rusa de emociones. Una miniserie que guarda todo lo chungo para el final.

Acción emocionante y visceral, sientes cada golpe y… No voy a desvelaros nada más de la trama como podéis ver. Me encantó. Ahora que lo pienso…, creo haber escrito un relato hace años muy parecido y…, quizás, de eso me suena.

(Maldita sea)

Reseña: Trillium, de Jeff Lemire y José Villarrubia

De sobresaliente me categorizaron en su día esta historia de Jeff Lemire, cuando yo andaba buscando una buena historia de Ciencia Ficción para degustar en formato cómic. Algo actual. Pues resulta que ahora en la Biblioteca DC Black Label, la nueva colección de ECC Ediciones donde se están agrupando bastantes joyitas del autor (https://www.cronicasliterarias.es/?p=4194); llega una nueva edición, de Trillium revisada y ampliada con material inédito descriptivo de todo lo que conllevó al proceso creativo de esta trama que no deja indiferente. Sin duda, una mirada original a ese gran proyecto personal que brotó de Lemire y que fue nominado al mismísimo Premio Eisner a la Mejor Serie Limitada allá por 2014.

Una historia contada en paralelo, con un protagonista del futuro lejano y otro de casi cien años. Así se maneja la trama de Trillium, historia que expone una tesitura: ¿Sigues al hombre o sigues a una mujer? ¿Buscas sin cesar en el pasado o te apresuras desesperadamente a salvar el futuro? En el centro de toda tesis hay una base que podría contener la clave para la iluminación, la salvación… incluso para el amor. Lemire propone una trama audaz donde logra (¿fácilmente?) que los lectores se involucren en esta miniserie de ocho números ahora recopilada a modo de novela gráfica en un maravilloso tomo en tapa dura.

No adornado al estilo de Sweet Tooth (uno de mis cómics post-apocalípticos favoritos), este canadiense viejoven nos engancha de inmediato a este nuevo mundo intrépido (o viejo, según sea el caso) que se cuenta en el cómic. Un primer capítulo intrigante y lleno de fascinantes escenas alternativas que piden una disección en una buena tarde con amigos tomando té. Trillium, catalogada como la «última historia de amor jamás contada», cuenta el relato de dos personas diferentes, de dos lugares distintos tanto en el tiempo como en el espacio. Se empieza mostrando dos secuencias: una ambientada en el año 3797, siguiendo a la científica Nika Temsmith, y la otra ambientada en 1921, siguiendo a William Pike, mientras busca el Templo Perdido de los Incas. Cómo se encuentran estos dos es el quid de la cuestión, así que no lo estropearé aquí. Pero es seguro decir que ese misterio tras el por qué/cómo/quién de esta trama es la salsa alioli que convierte un serranito en manjar.

Lemire hace más trabajo en catorce páginas que la mayoría de los guionistas en veintitrés. Ejemplo claro es el primer número que abre esta serie. Divide temas pero los reúne pronto. Cada historia y cada mundo en Trillium están bien desarrollados. Lemire nunca pierde el ritmo, lo que demuestra que conoce el oficio. La mitad del problema de Pike es más fácil de digerir, debido a sus orígenes más terrenales, pero no lo empeora. De hecho, es un movimiento inteligente tener la mitad de la historia basada en una realidad más cercana a la nuestra, ya que se vuelve más fácil a la hora de identificarnos con Pike, mientras lucha contra sus propios demonios en tiempos de guerra. Pero eso no quiere decir que la parte de la historia de Nika sea infumable, a ver, un virus misterioso que está acabando lentamente con la raza humana y alguien tiene que hacer algo, no es moco de pavo.

Ser el héroe ante la niebla.

Hay una verdadera sensación de fin-de-todas-las-cosas en esta historia. Es evocadora en bastantes momentos, conmovedora e interesante. Y muchos detalles se extienden más allá de la ficción que nos están contando. Desde hace mucho, soy un gran admirador del estilo artístico de Lemire, y combinado con su antiguo colaborador en Sweet Tooth como es nuestro paisano José Villarrubia, realmente lo clavan aquí. Los personajes son expresivos y las acuarelas ofrecen una lectura gustosa en cantidad de momentos. Si bien algún lector se puede quejar del estilo surrealista de Lemire, es que no lo conoce. No es un dibujante para todo el mundo…, hasta que ves de lo que es capaz. Sabe cómo adaptar una historia a su trabajo.

Trillium es, para sorpresa de nadie, una obra brillante.

Reseña: Nathanaëlle, de Charles Berberian y Fred Beltran

¡Un poco de CF, maestro!, dice esa parte de mi cerebro cada no mucho. ¡Una utopía, una distopía, una space-opera, pero dale caña, men! En formato cómic ocurre como con el género de Terror: cuesta encontrar que se publique algo considerable. Aunque muchas veces no sabes hasta que lo pruebas. Y muchos me diréis: «Como todo en la vida, tío». Sí y no. Hay títulos que sabes a lo que vas y otros que, aunque hayas leído más libros y cómics que pelos tienes en la cabeza, no tienes ni pajolera idea. Y siendo un tipo que rara vez lee sinopsis editoriales, me enfrenté a esta chulada recién calentita que publica Ponent Mon. Un cómic al que me enfrenté únicamente atraído por su portada. Así de claro. Portada y titulo y pa´dentro. Eah, ¿ahora qué? ¿Tengo criterio o no? Jajaj… Viva el libre albedrío, hombre. Y viva Ponent Mon por el tremendo trabajo que hace por el aficionado español trayendo el mejor cómic europeo. Puedo decir sobre Nathanaëlle que en un chasquido de dedo me encontré cayendo en paracaídas sobre su página 80 y casi gritando llegue a su final. En un suspiro. No sé si esto es bueno o malo para el lector/devorador de cómics que compra mensualmente titulitos que llevarse a casa para disfrutar; pero para el que dice que no tiene tiempo para leer (siempre lo hay), algo debe contar. Nathanaëlle goza de una Ciencia Ficción muy marcada. La humanidad se ve transformada por una catástrofe nuclear que hizo imposible la vida en la faz de la Tierra, y ahora nuestro mundo está dividido en dos grupos, separados por la mentira de unos gobernantes insulsos. Pero ha llegado el momento de una insurgencia…

Aquí estamos de nuevo con un tema visto y revisado a menudo; el mundo de abajo y el mundo de arriba. No obstante, cuando esto sucede, tienes que ver si “el camino” es disfrutable. Y lo cierto es que uno espera de Nathanaëlle alguna originalidad, más escenarios post-apocalípticos o un whisky con sabor a milhojas. Pero no lo hay. La originalidad de Nathanaëlle está en sus personajes y en un tono, no sé muy bien como explicarlo, un mundo muy gris, un mundo basado en el metal como guión. Todo muy frío. El frío del metal, el sabor de la sangre. Como la trama que se centra en la relación entre Nathanaëlle, hija del gran sabio Tàbor, y Melville, una máquina de café robot.

Nathanaëlle está diseñada como historia, como mundo disfrutable para todo fan de un posible mundo-robot con salsa de humano. Precisamente, la historia, usa ideas que se han visto en otros lugares, sí, una sociedad totalitaria, ahora una buena parte de la población hacinada en chozas subterráneas (con el pretexto de una epidemia que hace mucho tiempo asola la superficie), una fuerza policial omnipresente responsable de hacer cumplir el orden… Y el inevitable grano en el culo para toda esa dictadura que en este caso se llama Nathanaëlle, la hija rechazada de uno de los principales dignatarios del régimen, que expondrá al mundo el engaño y organizará la revolución. Pero con algunos flashbacks para energizar la trama, Charles Berberian crea personajes inolvidables como el ingenuo y torpe robot que pone la pizca graciosa a más de una escena. Generoso, pegajoso, incluso odioso a veces, acumula catástrofes cuando pone todo de su parte para hacerlo bien. Un toque de humor del otro lado de los Pirineos muy chulo.

Como es de esperar en un cómic europeo encontramos en Nathanaëlle un diseño gráfico súper atractivo. Fred Beltran tiene talento, sin duda, y en este álbum, así como el bonito cuaderno gráfico que sigue la historia misma, lo confirma sobradamente. Mola el universo que desarrolla ante tus ojos, especialmente el vestuario de los personajes. Tiene detallitos “muy Moebius”, reminiscencias, sin duda, de su paso por los Associés Humanoïdes; una agrupación francesa de historietistas amantes de la Ciencia Ficción que se fundó en 1974, donde estuvieron grandes como Jean Giraud, Alejandro Jodorowsky, Milo Manara, Juan Giménez o Richard Corben. Entre más de mil dibujantes de cinco países diferentes que colaboraron para sacar adelante el proyecto. Lugar donde nació El Incal o Los Metabarones, por ejemplo.

No me gusta de Nathanaëlle el final. Es de esas historias que tienen mucho encanto y que temes que el final te decepcione. O te joda por que no existe. Y aunque amo los finales abiertos, una cosa es eso y otra que no haya conclusión real. Es como si los autores hubieran desarrollado una historia más para un universo global que para un álbum cerrado. La narración usa mucho tiempo de ida y vuelta para animar la historia y se alterna entre el ascenso de Nathanaëlle y la audiencia de Tabor. Hasta lo que tal vez sea un cliffhanger final. Mmmmmm…, no sé. El camino si vale mucho la pena.

Echadle un ojo.

Reseña: El Hombre Hembra, de Joanna Russ

Uno de los clásicos que nunca he tenido la oportunidad de leer y que gracias a la nueva edición de NOVA así ha sido, es la ópera prima El Hombre Hembra, de Joanna Russ. Os puedo decir que ni tan siquiera, jamás, en mis más de cuatro décadas de existencia, había visto una edición física en nuestro país. Nunca la había tenido a mano, aunque sabía de su existencia por que desde muy jovencito soy seguidor de la famosos Premios Hugo y Nebula norteamericanos, los más altos galardones que puede conseguir una obra dentro del mundo de la Ciencia Ficción. De hecho, soy ese forofo que desde chaval sigue la lista de nominados por categorías de ambos premios todos los años y disfruto leyendo títulos de autores y ganadores. Títulos que inspiran. Pero como suele pasar, hay obras que quizás no ganan, que quizás únicamente estuvieron nominadas y se acabó. Y después, con los años, se han convertido en clásicos gracias a la opinión del público. Le pasa a El Hombre Hembra, que tan solo fue nominada al Nebula del año que salió (1975), y que después, cualquier amante de la literatura fantástica que se precie, conoce.

Un libro que incluso me duele no haber leído antes como fan de la buena CF clásica que soy. Probablemente deambulara muy cerca de mí en aquellos años en los que disfrutaba saliendo de mi casita del bosque y yéndome a echar toda una mañana a la ciudad, entre librerías de viejo o segunda mano que también las llaman. Pues investigando para la reseña, consta que la eterna editorial Bruguera y alguna otra, sí que le sacaron edición en español. Pues seguramente una copia nadaría entre libros de bolsillo usados de los 60, 70 y/o 80 y al ver mi cara de tiburón desesperado, buscador de manjares de CF y Terror, huiría hacia el fondo. Pero da igual. Como decía al principio, NOVA, el sello editorial referente de la mejor CF en nuestro país, ha tenido a bien publicar esta joya en una edición en tapa dura con sobrecubierta súper chula que nadie debería perderse.

Debo admitir que inicialmente El Hombre Hembra me confundió. Sin saber nada de la historia, me enfrenté a ella pero asumí que sería una historia bastante directa y orientada a la acción que exploraría el feminismo por lo que había oído. No obstante, El Hombre Hembra es, sobre todo, una novela mucho más personal. Mirad, no se trata de cuatro mujeres, como descubrimos al final de la novela, se trata de la misma mujer en cuatro encarnaciones muy diferentes. Está Joanna, una feminista de los 70s que podemos decir sin miramientos que es la propia Russ y que vive en un mundo y época similar a lo que era la Tierra entonces. Jeannine, una mujer tímida que vive en un mundo donde la Gran Depresión nunca terminó y donde la Segunda Guerra Mundial nunca sucedió porque Hitler fue asesinado en 1936 pero donde Chiang Kai-shek sí que controla Hong Kong, dado que el imperialismo japonés domina aún sobre el continente chino. Bien. Janet es una mujer que vive en un mundo llamado Whileaway, un futuro donde todos los hombres han muerto a causa de una plaga, una sociedad utópica en un futuro lejano donde se sugiere que para procrear, las mujeres en relaciones lésbicas utilizan una tecnología para fusionar genéticamente los óvulos mediante un proceso al que llaman partenogénesis. Una sociedad que por el contrario a su evolución científica es principalmente agraria. Y por último, Jael, un asesino de un futuro en el que hombres y mujeres están en guerra.

Pero Janet y Jael se cruzan como les place, mientras que Joanna y Jeannine están al capricho del universo.

No digáis que la idea de estos cruces temporales entre utopías y distopías no es como mínimo atractivo. En resumen, El Hombre Hembra es una meditación sobre género y feminismo ejecutada a través de cuatro lentes, en principio, diferentes, en principio, iguales. Este dolor, de la feminista recién iluminada que intenta forjarse una identidad completa, verdadera y segura para sí misma, está en cada palabra. Hay capítulos que simplemente son una lista de todas las cosas que se han dicho sobre los escritos de Russ, precedido por una declaración de que si ella hubiera expuesto su caso con delicadeza, la habrían escuchado. (Difícil leer esa letanía sin reflexionar mirando al horizonte). En otro breve capítulo se detalla la supremacía entre las mujeres. Y toda una serie de apartados y capítulos que unidos, sinceramente, molan.

Sí que es verdad que la novela termina con cierto grado de conformismo que a mí por ejemplo, no me hizo gracia. Después de todo lo que se propone durante casi trescientas páginas, aceptar un destino obsoleto y ridículo, uno donde no eres feliz, pues como que no. Y esto vale para cualquier aspecto de nuestra vida, friends. Sé feliz donde vayas. O no vayas. El Hombre Hembra es en gran medida un producto del movimiento feminista dominante de aquellos momentos. Mucho más inclusivo que la homosexualidad, pero combina género y sexo de formas extrañas hasta el punto de ser binario. Por ejemplo, los hombres del mundo de Jael ocasionalmente se convierten en mujeres (o se detienen en algún punto intermedio), momento en el que se convierten en una propiedad llamada «hombre de verdad»… Ufff. Me quedé ahí, como historia, y no quise pensar en repercusiones políticas. No me va eso.

Lo que está claro es que estamos ante una novela que es una pieza importante de la historia de la Ciencia Ficción. Y una lectura obligatoria.