Reseña: Crisis Infinita XP Vol.1, de Greg Rucka, Jesús Saiz, Gail Simone, Bill Willingham y VVAA

Crisis Infinita XP Vol.1 se publicó el último día del agosto pasado. Comprende toda una serie de cómics, arcos diversos que forman un todo (Countdown to Infinite Crisis, The OMAC Project núms. 1-3, Superman núm. 217, Day of Vegeance núms. 1-2, Action Comics núm. 832, JSA núms. 73-75, Batman núms. 639-641, Villains United núms. 1-3, Adventures of Superman núm. 641 USA, Outsiders núms. 21-22 USA). Pero es el primero de un enorme compendio de historias que han cambiado el mundo DC, diría que para siempre. Un primer tochal que se completa incluso con dibujo en el lomo en una colección que se pretende chulísima de coleccionar. Un macroevento que sigue dando que hablar entre el fan DCíta.

Un regustillo raro quedó en nuestro paladar después de aquella magnífica saga macro-heróica llamada Crisis en Tierras Infinitas. Queríamos más. Mucho más. Wolfman y Pérez habían creado un evento de magnas características que nunca olvidaríamos durante el resto de nuestra friki-vida lectora de cómics. Fueron buenos momentos, momentos estelares, pero también algunos muy duros para los seguidores; murieron personajes emblemáticos como Supergirl o mi querido Barry Allen/Flash, entre otros. Pero momentos marcados a fuego para los seguidores del mejor pijameo. Desde entonces, DC Cómics intentó superar aquel evento maestro con otras muchas sagas pero nunca llegó a conseguirlo. Fue en 2005, una época de altibajos pero en la que se cumplía el 20th Aniversario de Crisis…, cuando este editor no muy querido por los aficionados (Dan Didio), decidió hacer algo. Y lo consiguió. Removió cielo y tierra (nunca mejor dicho) y con una tremenda saga devolvió nuevamente el gran éxito a la editorial con un titulo llamado Crisis de Identidad. Y algo comenzó a vislumbrar en el horizonte. Empezaba a tomar forma esta Crisis Infinita.

Llegamos entonces a la muerte de Blue Beetle, la ejecución de Maxwell Lord por parte de Wonder Woman, los robots OMAC arrasándolo todo, la magia desapareciendo, los villanos unidos en una guerra que se les presenta fácil dado que algo en el cielo está destrozando el planeta, o mucho peor, la realidad temporal quebrada… Algo que nadie sabe qué es, está causando estragos en el universo. Pero un resquicio de esperanza surge cuando los tres héroes más grandes de la Tierra, la llamada Trinidad: Superman, Batman y Wonder Woman, se unen para enfrentar al enemigo. Las opiniones entre ellos son contradictorias pero el fin es común. Hay que salvar la Tierra de esa división que está a punto de suceder y que reabrirá cientos de realidades alternativas de las que surgirán numerosos héroes pero, sobre todo, numerosos villanos y la mayoría con roles impredecibles. Algunos héroes vivirán, otros morirán, sí, pero hay que hacer algo.

El Universo DC nunca volverá a ser el mismo después de esta crisis. Y mientras lees el tomo te das cuenta. Por que durante las crisis, la vida sigue, pero se altera de tal manera que tú mismo cambias y eso es lo que les pasa a nuestros héroes. El ejército de asesinos OMAC fue creación de un Batman paranoico que perdió el norte y ahora está ¿en remisión? Superboy quiere ser el único superhombre que quede en la Tierra y si para ello tiene que destruir a todos los demás, lo hará. Superman sólo desea salvar a su Louis Lane de ese lapsus temporal en el que muere vieja y decrépita… Pero otros tantos villanos tienen viles intenciones. Y para ellos es el momento adecuado. Para homenajear a las Crisis… originales Didio eligió a Geoff Johns, el nuevo chico de oro de la editorial y el único con conocimiento para simular a Marv Wolfman. Decidieron traer de vuelta al Superman de Tierra 2, a Louis Lane, al Superboy de Tierra Prima y a Alexander Luthor, el hijo del Lex Luthor de Tierra 3; al día más oscuro del Universo DC.

Estamos ante un tomo único que comprende toda una saga de sucesos que ahora ECC Ediciones publicará en seis geniales volúmenes en tapa dura, una edición maravillosa de una portentosa epopeya donde ocurren multitud de cosas, la mayoría de las cuales no puedo desvelar sin estropear argumentos. Pero tened por seguro, acontecimientos para la posteridad que no podrán ser remendados. Originales y enmarcables, historia en conjunto ultra-épica y bien labrada. Por que Crisis Infinita es el final de un proyecto que comenzó a principios de los dos-miles con esa Crisis de Identidad y que se iría desarrollando hasta la aparición de la miniserie en cuatro series en paralelo que culminaron en sendos especiales y en las páginas de esta Crisis Infinita XP.

Un tomo con brilli-brilli especial y portadas exquisitas en sus interior de una colección para el recuerdo. La destrucción de la magia. Una congregación de villanos. Una guerra interestelar. Un satélite entrometido. La muerte de un héroe muy querido… Estáis ante uno de los grandes Tesoro DCítas que existen.

Reseña: Star Trek. Picard. Countdown, de Kirsten Beyer, Mike Johnson y Ángel Hernández

Star Trek: Picard – Countdown, de los escritores Mike Johnson y Kirsten Beyer, y con ilustraciones de Ángel Hernández, generó bastante entusiasmo entre los fans de USA tras la serie Star Trek: Picard. Son tres numeritos más con este genial protagonista que ahora se recogen en un nuevo volumen y traduce a nuestro idioma Drakul Editorial. Pero seamos realistas: Star Trek tiene poco tirón en nuestro país. Sin embargo, los que la siguen desde siempre (viejóvenes hoy en día) o quienes gustan de leer todo-todito-todo de los diferentes universos creados como yo; compran, ven, leen fervientemente todo lo que se puede. Y para ellos/estos/nosotros ahora tenemos que ser realistas con otra cosa. Patrick Stewart dijo que nunca iba a volver al papel de Jean-Luc Picard. El actor lo dijo en varias ocasiones. Pero a través de la pasión y el convencimiento de ciertos autores y fans e incluso del director de la franquicia, y empujado por el formato literario, lo tenemos de nuevo. Ahora bien, todo esto no sirve de nada pero así estaba el tema hace unos, antes que se fraguara la miniserie de TV que ya se puede disfrutar en Amazon Prime Video. Donde encontré una historia que no me esperaba tan buena. Los escritores de IDW, Kirsten Beyer y Mike Johnson se unen una vez más. para un nuevo cómic de tres números con algunos de los nuevos personajes de la serie y darnos una idea de lo que ha estado haciendo el ex-capitán de la Enterprise desde la última vez que lo vimos en Star Trek: Nemesis.

Star Trek: Picard – Countdown comienza con un adelanto de hacia dónde irán las cosas, mirando brevemente hacia adelante a un año después de que se establezca la historia del cómic. Dos romulanos, Laris y Zhaban, se encuentran en el viñedo del Castillo Picard en la Tierra. Esa es la premisa de porqué él y otras personas viven en el Château Picard. Cómo llegaremos a esto no se aclara en el primer número, pero se establecen temas interesantes pues hablando entre sí, estos dos romulanos son, obviamente, refugiados que tienen una gran deuda con un hombre que presumiblemente es Jean-Luc Picard. No es anacrónico, es reconfortante. A veces, los caminos del pasado siguen siendo los mejores. Y no hay réplica de una buena cosecha. Es cuando después de este momento con los dos refugiados romulanos en presencia, la historia retrocede al año 2385, donde el comandante Geordi La Forge dirige el espectáculo a los astilleros de Utopia Planitia en Marte.

El almirante Picard contacta a Geordi a bordo de su nave estelar, la Verity, que parece ser una nave de clase Odyssey como la Enterprise-F que se ve en Star Trek: Online. Las imágenes del tiempo, la aceleración y el tic-tac de los relojes se utilizan repetidamente a lo largo de la historia, pero ahora es el deber de la Federación Unida de Planetas ser la salvación de una diáspora que abarca sistemas de una supernova mortal que se expande a través del espacio romulano. La misma supernova que resultó para que Spock y Nero fueran arrojados a la línea de tiempo Kelvin en la Estrella de 2009 (lo que pasó en la peli). Pero Picard siente profundamente que el tiempo se está escapando. A pesar de adelantarse a lo previsto en la construcción de la flota de naves de evacuación, el temor a una línea de tiempo desconocida pesa mucho sobre sus hombros. Lidiar con una evacuación masiva es difícil de muchas maneras, pero tiene una nueva fuente de confiabilidad que…

Y ya no cuento más. Hay que disfrutar de este cómic y sus moralejas. Un cómic que muestra una interesante inversión de la informalidad «número uno» de Picard. Y eso que tengo que decir que ciertas ilustraciones harán que los fans Patrick Stewart sientan una disonancia interesante. Esta sonrisa cautivadora sonaría como evidentemente falsa si no fuera por los años de contexto que hay detrás de este hombre. Algunos me entenderán.

No obstante, Countdown es una exploración en gran medida satisfactoria, pero en última instancia demasiado breve, de la evacuación romulana y el papel de Picard en sus primeros días. Hay mucho que me gusta de la historia en su conjunto. Proporciona presentaciones de Musiker, Laris y Zhaban, para todo aquel que no esté puesto. Es divertido ver cómo conocieron a Picard y por qué terminaron trabajando en su tripulación. Además, Countdown es el primer lugar donde realmente vemos a Picard trabajando en la evacuación romulana, mientras que la serie, al menos, lo que yo he visto, sólo se centra en el ataque a Utopía Planitia y las secuelas del desastre.

Buen cómic.

Reseña: Tif y Tondu. En los Límites de Lo Irreal, de Maurice Tillieux y Will

Tif y Tondu son de esas series, de esos personajes, que vas a llevar contigo toda la vida. En mi caso, incluso cuando escribo algún relato y todo se torna en algo detectivesco pero el personaje principal, se me vienen a la cabeza el modo de actuar de estos dos; el calvete y el de barbas y sus reacciones ante lo desconocido. Por eso insisto en que el dibujo de Will siempre es excelente y marca de por vida, además de crear atmósferas maravillosas para las historias como pocos.

Catalogué en su día a Tif y Tondu como puntal de lanza del cómic franco-belga y me reitero en ello. Es por eso que no voy a dejar pasar la oportunidad ahora que Dolmen Editorial nos está trayendo la serie en estos preciocérrimos tomos recopilatorios de su Colección Fuera Borda. Llega el tercer volumen de aventuras, tres nuevas hazañas de Tif y Tondu que contiene este En los Limites de Lo Irreal. Totalmente inéditas en castellano (que esa es otra), historias en las que he flipado porque se tocan los fenómenos ocultos que tanto amamos por aquí. No es por nada -y quizás hubiese sido retrasar mucho una publicación para gente que sigue con fervor esta serie y me consta-, pero estamos ante un tomo ideal para Halloween. Ahí lo dejo.

En Los resucitados encontramos a nuestros personajes perdidos en medio de la Bretaña, acompañados por un representante comercial de jabones que recogen y al que su coche le ha dejado tirado, cuando llegan a un pequeño pueblo llamado Kermez Er Oïc en el que son recibidos con bastante frialdad. La población les tiene miedo: o le tiran baldes de agua o les amenazan con un fusil. Finalmente encuentran refugio con una anciana quien les explica la situación. El pueblo no quiere saber nada de extranjeros. Los muertos del pueblo han empezado a levantarse. De hecho, los dos últimos fallecidos tienden a caminar por las calles por la noche…

En Un plan diabólico nos vamos a la Alemania profunda donde el calvo y el barbudo también se sumergen en una historia de Terror pero algo «pulp». Ayudando a la policía en todo momento, aquí se topan con un autómata gigante que fue creado en la Edad Media pero también contra un gorila invisible con cerebro humano… ¿Cómo? Hay un tipo que está creando aberraciones orgánicas a los que injerta consciencia con cerebros de gente difunta.

Cierra el tomo El retorno de la Cosa, una nueva historia a lo Mary Shelley. Aunque bastante diferente a la anterior. Pues a veinte kilómetros de la ciudad de Grimsby, costa este de Inglaterra, una noche, a altas horas de la madrugada, Smitty sale del pub después de beber mucho. Tropezando con farola por aquí, farola por  allá, se encuentra con algo increíble: cuatro esqueletos cubiertos con capucha portando un ataúd. Vuelve al pub corriendo y nadie le cree. De hecho, son Tif, Tondu y Kikí quienes le escuchan. Andan por la zona pues vienen a echar una mano a su amigo el inspector Fixchusset, con un negocio bastante inusual. Pero la pregunta es: ¿cómo diablos cuatro esqueletos portan un ataúd y cruzan las calles del pueblo sin problema?

Maurice Tillieux haciendo lo que mejor sabía hacer. El maravilloso pincel Will creando ambientación. Un volumen con extras que desvelarán a su vez más datos y anécdotas sobre las historias y sus autores. Serie que no puedes dejar de querer, tenerlo todo-todito-todo de ella. Ediciones para el amante del mejor cómic europeo de todos los tiempos. Excelente tomo una vez más, que mola ver reposar en tu cómicteca. Por otro lado, no sé porqué, me da la sensación que la edición de Dolmen Editorial está siendo un poco dirigida a construir estos volúmenes por temáticas. No me había dado cuenta hasta ahora pero En los Límites de Lo Irreal es bastante obvio. Sí había percibido entonces que para nada los álbumes iban correlativos en años de publicación como en otras colecciones Fuera Borda. Pero oye, no me parece mala idea. De hecho, mola. Todo esto siempre que nos traigan todo lo posible de esta espectacular serie de la BD, por supuesto.

Una serie de aventuras con una atmósfera cautivadora y un encanto fascinante con autorazos como Will, Dineur, Rosy, Tillieux, Desberg, Lapière y Sikorski, de por medio.

Insisto: un volumen ideal para el próximo Halloween.

Reseña: Cielos Radiantes, de Jiro Taniguchi

Cielos Radiantes, editado originalmente en 2005, es una de esas obras manga que hace que encumbres fácilmente a Jiro Taniguchi. Un exponente claro de lo que hace este autor. Taniguchi nos suele hacer vibrar con historias en principio costumbristas pero armadas de amor y valentía. También melancolía. Y nostalgia sobre aquellos buenos tiempos que fueron y ya no son. Y de como queremos/debemos aprovechar la vida cuando ya casi no podemos.

El tener, y no saberlo, ni apreciarlo, en su momento.

Gracias a editorial Ponent Mon se reedita este titulazo que ningún amante de las historias inolvidables se debería perder. Seguir disfrutando de la obra de Jiro Taniguchi es una opción…, pero qué opción. No me pierdo una obra de este hombre. Y ahora, después de revisitar la edición de Los Años Dulces, ya podemos hacernos con Cielos Radiantes entre las novedades.

En Cielos Radiantes vemos a un hombre conduciendo su coche, cansado, cantidad de horas encima de trabajo, ya sabéis… ¿Y en qué depara? Pues en un aparatoso accidente contra la moto de un joven de diecisiete años.

Ambos acaban en coma pero algo inexplicable sucede: mientras que el hombre adulto fallece, el joven consigue despertar pero con la conciencia del otro. Kubota (el hombre que ha muerto) ahora dentro de Takuya (el chico de la moto que ejercía de mensajero) tiene que enfrentarse al hecho de estar dentro de una persona joven otra vez. Y sobre todo, con una familia que no conoce. Sin embargo, el milagro se altera con el paso del tiempo y el espíritu de Takuya, el verdadero, desea volver. Kubota tiene así una carrera contrarreloj en la que necesita despedirse de su mujer y su hija antes de que suceda el cambio.

Momentos intensos y emocionales.

Lágrimas.

La tristeza y desesperación de sendas muertes inesperadas.

El mejor Taniguchi.

Cielos Radiantes recuerda muy mucho a uno de los mejores manga del autor, el conocido entre los amantes del manga Barrio Lejano (http://www.ponentmon.com/comics-castellano_old/taniguchi/barrio-lejano/index.html). En ambos casos, un suceso sobrenatural es el motor de la trama y lo que pone en visicitudes a los protagonistas. Un hecho racional se vuelve uno sin explicación normal y cambia las vidas de ciertas personas para siempre.

Jiro Taniguchi es un autor que tuvo la voluntad o la suerte de no caer en el serial manga y largo de capítulos interminables. No creo que sea de los que escribe para vivir sino de los vive para escribir. Es muy contemplativo. Y pese a que os he hablado de dos de sus obras con hechos fantásticos normalmente no los usa. Es todo lo contrario. Sus obras son una oda a la vida, a los recuerdos y capaz de hacer que valores a un personaje en una hoja observando simplemente un árbol y en silencio. Sus personajes son muy atractivos y muy pero que muy reales. Ha creado siempre proyectos concretos y tomos integrales. Volúmenes únicos que es en mi opinión, lo que mejor se lee. Taniguchi es de trabajar mucho en historias cotidianas que acercan al lector como si en vez de leer estuviera oyendo a alguien hablando de otro alguien. Jiro Taniguchi es uno de los mejores novelistas gráficos que existen.

Y lo demuestra con Cielos Radiantes.

Reseña: Corto Maltés. La Casa Dorada de Samarcanda, de Hugo Pratt

Cuando leí el primer cómic de Corto Maltés, una de las cosas que recuerdo es, el prometer hacerme con toda la colección. Esto figuraba tener que buscar títulos en librerías y mercadillos de segunda mano. No obstante, a poco que investigues, rápidamente te das cuenta que Norma Editorial, en realidad, siempre lo tiene catálogo. O al menos por entonces empezaron a salir los títulos de la serie y cada uno en diferentes formatos; blanco y negro y color. Fue toda una alegría. Lo que digo siempre y lo que tanto requiero a editoriales. La oportunidad a un paso. Lo mejor de lo mejor siempre en stock debería ser siempre una cláusula indispensable en la producción y edición de obras literarias. Es de lógica. Y Corto Maltés es, sin duda, una obra indispensable para cualquier lector de cómics que se precie. Por eso es de rigor que sus álbumes sigan publicándose casi de forma mensual. Que sehaga, es siempre-siempre una buena noticia. Leer guiones tan buenos casi como si fuesen una novedad es algo que pone y mucho.

La Casa Dorada de Samarcanda es la vigésimo sexta aventura de Corto Maltés creada por el maestro italiano Hugo Pratt. Una historia que abarca un largo periodo de tiempo pues comienza en diciembre de 1921 en Rodas y termina en septiembre de 1922 en la frontera entre Afganistán e India. Una trama con cantidad de viajes por el Medio Oriente, entre países exóticos donde la muerte ronda casi cada viñeta donde encontramos olores diferentes, licores de colores extraños o una cama sugerente donde reposar o retozar. Como siempre cantidad de personajes transitan por esta aventura de Corto que es, sin duda, otra indispensable. Tiene de todo. Diría incluso que te enseña mundo. Acumula giros y vueltas al más puro estilo aventura clásica mientras despoja el argumento de su carácter convencional, pues casi todos los misterios generalmente se resuelven en el acto. Pero me pareció muy curioso ver que en esta aventura Corto Maltés está más perdido que en álbumes anteriores. Es objeto de múltiples cargas irónicas por parte de Pratt, quien lo retrata lleno de incomprensión frente a la miríada de personajes secundarios que van apareciendo. Como si el autor estuviese molesto con él por alguna razón y hubiese decidido hacérselo pagar. Lo pone a veces incluso como compañero no digno usando drogas cuando no toca. Una aventura por momentos bastante onírica.

En La Casa Dorada de Samarcanda, Corto busca el tesoro del rey persa Ciro II que fue escondido por Alejandro Magno siglos atrás. Eso por un lado, pero esto a la vez le sirve como pretexto para intentar liberar al prisionero Rasputín de donde se encuentra encerrado. Para ello, atraviesa tres estados emergentes y en eterno conflicto como son la República Turca, la Unión Soviética y el Irán, de Reza Pahlavi. Recordemos que al final de Fábula de Venecia (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6143), Corto Maltés cruzó el umbral de un patio secreto en Venecia para entrar en otra historia. Las cúpulas de San Marcos, todavía presentes en su mente, confunden sus primeros pensamientos mientras se encuentra en los muelles del puerto de Rodas, Grecia… Volviendo a la conciencia, inmediatamente se pone en marcha en busca de un manuscrito que ha descubierto que existe, mientras lee las notas del barón Corvo. Así se entera de que el escritor Edward Trelawnay habría escondido los recuerdos de su amigo Lord Byron «bajo la luna de la mezquita de Kawakly». Después de encontrar el manuscrito, es detenido por un individuo que lo toma por un tal Timur Chevket. Sus negaciones son inútiles, porque el parecido es tal que no da a lugar a ninguna negación. Por lo tanto, es llevado a una reunión de un movimiento nacionalista donde hace tiempo se espera a este tal Chevket. El comandante Bahiar dice que el general Enver Pasha, derrocado por Kemal, que se ha convertido en presidente de Turquía, quiere vengarse. Para ganar el poder, rompió con los bolcheviques y se unió a los musulmanes anticomunistas. Chevket (Corto) debe ir a buscarlo a Bahiar en Adana (Turquía), antes de partir con ellos hacia Turquestán. Pero al salir de la reunión, Corto piensa en una sola cosa: desaparecer lo antes posible. Y es que alojado con su amiga Cassandre, ella le advierte que corre un gran peligro. Por la noche, estudia el mapa y el manuscrito encontrado, que lo pone en la pista del tesoro escondido por Alejandro Magno en Asia Central y se larga.

Según Hugo Pratt, no es Corto el personaje principal de esta historia sino Rasputín. Por lo tanto, su liberación es el objeto de la búsqueda de Corto, quien desea salvar a su amigo encarcelado de una sentencia de muerte. Estamos ante un álbum que fue analizado incluso en programas de TV franceses porque sigue de una forma muy visual la antigua Ruta de la Seda. Evoca el nombre de Samarcanda, ciudad uzbeka que fue un paso importante de esta ruta, y así tenemos delante una ocasión ideal para ver a un héroe atravesar cantidad de países mientras descubre una fuerte diversidad étnica y religiosa.

Un cómic fascinante.

Reseña: Nexus y Otros Relatos, de VVAA

Uno de los universos de Ciencia Ficción mejor diseñados que existen hoy en día, y uno que siempre me ha traído muchísimo pero con el que nunca me he puesto al cien por cien, es el mundo de Warhammer 40.000. Aunque os aviso que no es del todo desconocido para mí. Ya en los 90s jugué al juego de rol que lleva este titulo. Y una vez probé el juego en unas jornadas de juegos de mesa que se hicieron en Sevilla. No es tan desconocido para mí porque como muchos de vosotros soy consciente que tras esta idea hay un poderoso lore detrás. Novelas y tramas de cada uno de los personajes que se pueden comprar y pintar como figuras para el juego de tablero. O PJs o PNJs que se pueden usar en los juegos de rol. Esos lores que enriquecen aún un «mundo» y que le dan más vida. Mundos amplios por desarrollar al que se prestan cada vez más escritores de renombre también. Seguidos de cierta gente que ha dedicado toda su vida a ello. Pero, ¿una antología? Ay friends, veo una antología y me puede. Es la puerta abierta que necesito para entrar en cualquier nuevo universo.

Nexus y otros relatos comprende toda una colección de historias de esta ambientación y viene escrita por grandes autores del género. Un compendio de relatos de Warhammer 40K, donde autores como Dan Abnett, Guy Haley, Chris Wraight, Rachel Harrison, Mike Brooks, Danie Ware, Steve Parker, Peter McLean, Josh Reynolds, Phil Kelly, Robert Rath, Marc Collins y J C Stearns; se inmiscuyen en esta poderosa temática de ejércitos beligerantes que luchan por conquistar y hacerse con los más diversos mundos y estrellas de la galaxia. Un volumen con el que me topé entre las novedades de Minotauro de este mes y que, sin duda, es una excelente manera de meter el dedo del pie en el enorme lago que hay por delante. Quince relatos más la novela corta llamada Nexus, de Thomas Parrott, que inicia la antología. Pero antes aprovecho para aclarar que Nexus y otros relatos sirve como una buenísima introducción al estado actual del universo de Warhammer 40.000, especialmente la parte centrada en los Necrones, esos que vienen a demostrar en la mayoría de estas historias que representan a uno de los malos-malutos más temibles de la galaxia conocida.

Paso a desglosar los relatos, como siempre, sin spoilers: Nexus, de Thomas Parrott, es una novela corta donde los Ultramarines son empujados a la vanguardia de la batalla contra la fuerza imperecedera de los Necrones. A pesar de la abrumadora diferencia en términos de avance tecnológico entre las dos fuerzas.

Kraken, de Chris Wraight, nos lleva a un mundo acuático que ha sido atacado por una misteriosa criatura submarina. El Administrador del planeta pide ayuda y solo un Lobo Espacial acude.

En Redentor, de Guy Haley, el líder de un escuadrón de los Ángeles Sangrientos tiene la tarea de defender una colonia que es acosada por monstruos que han sucumbido a la Furia Negra y es tarea de Astorath localizarlo y traer la Misericordia del Emperador.

Una prueba de fe, del mencionado ya Thomas Parrott, cuenta la inducción de ciertos Primaris Marines en diferentes capítulos. En uno de los cuales, el nuevo Capellán Primaris ha sido asesinado.

Las horas crepusculares, de Rachel Harrison, habla de la comisaria Severina Raine la cual lidera un equipo asesino de Duskhounds para deshacerse de un psíquico del Caos que había hecho imposible el asalto a un complejo minero.

En Carrera Relámpago, de Peter McLean, sabemos de la piloto de transporte Valkyrie, Salvatoria Grant, que espera ayudar a su gobierno ya que fue adoctrinada bajo el dicho «Todas las mujeres tienen su responsabilidad con el Imperio».

Desaparecidos en combate, Dan Abnett, no cuenta lo mismo que la peli ochentera de Chuck Norris. Aquí el inquisidor Gregor Eisenhorn es convocado para investigar una serie de horripilantes asesinatos… Un relato de final impactante.

En La Catedral de Cristal, de Danie Ware, un escuadrón de Adeptus Sororitas tiene la misión de preservar la seguridad de un Crysta recién abierto en una catedral abandonada hace mil años debido a la infestación de unos seres extraterrestres.

Voces al unísono, de Guy Haley, trata la escolta de un prisionero llevado a los representantes del Primarca Guilliman por parte de un Inquisidor.

En Donde hay disformidad hay un camino, de Mike Brooks, Ufthak Snazzhammer tiene una rara oportunidad de convertirse en el líder de un escuadrón Orko.

Redención en Dal’yth, de Phil Kelly, habla del comandante Sha’kanthas de los Tau y como está enzarzado en combate con un Adeptus Astartes que ha entrado en éxtasis.

Vacío cruzado, de J. C. Stearns, es donde Aeldari (¿o Drukhari? No  lo recuerdo) tiene una larga historia en el campo de batalla, donde llega a estar en extremos opuestos.

En La luz del sol de cristal, de Josh Reynolds, Fabius Bile, después de obtener un fragmento de alma de un aeldari moribundo, se dispone a sacar todo el conocimiento para intentar alcanzar la inmortalidad.

Guerra en el museo, de Robert Rath, muestra un caso muy chulo donde un tipo a bordo de la nave de Trazyn anda en peligro cuando uno de los alienígenas que están dentro comienza a despertar.

En Reclutado, de Steve Parker, sabemos de un escuadrón de Marines Espaciales de la Guardia de la Muerte que tienen la tarea de recuperar la cabeza de un líder Orko en una nave Imperial infestada por esta raza.

Cierra la antología, Deber hasta la muerte, de Marc Collins, donde un escuadrón de cinco Adeptus Custodes luchan contra un enjambre de Tiránidos en una última batalla para proteger su preciado cargamento.

Una antología donde se recuerda este futuro lejano, muy lejano, maravillosamente ideado y que contiene CF de la buena e incluso terror. O como dicen en USA, fantasía oscura. Volumen ideal para entrar en esta ambientación.

Reseña: Folklords, de Matt Kindt, Matt Smith y Chris O´Halloran

Uno siempre está abierto a una historia original. A una trama diferente siempre que se toque de algún modo lo fantástico pues esa es la llama que me incita a poner las manos delante en noches de frío. De realidad ya rebosa bastante el vaso, ¿no os parece?

Una de estas curiosidades, atractiva como pocas, la publicó en USA la editorial BOOM! Studios el año pasado y acaba de llegar por estos lares de la mano de Planeta Cómic. Se llama Folklords. Como se ha dicho, una vuelta de tuerca a la clásica historia de Fantasía, pero en un mundo enorme lleno de buenas ideas que da para bastante más. Y es que en Folklords, esta miniserie de cinco números ahora recopilada en tomo, hay algo absolutamente cautivador. Un misterio bien contado, bien sostenido, con la cantidad justa de pistas y de migas de pan en el camino. Seducir, es solo una de las palabras o sensaciones por las que pasaréis con los fascinantes encantos de esta historia escrita por Matt Kindt, ilustrada por Matt Smith y coloreada por Chris O’Halloran; que tiene lugar en un mundo medieval ingeniosamente diseñado donde los monstruos y la magia son algo común. Pero también los demás seres fantásticos que son presionados a un servicio hipnótico y un tanto oscuro, por un grupo de seres llamados los Bibliotecarios que gobiernan la vida del populacho con la despiadada e implacable eficiencia de la Inquisición Española.

En esta tierra donde todos siguen la línea marcada con dócil sumisión (no hay otra opción), empieza a destacar un joven llamado Ansel, un chico poseído con visiones y que viste ropas extrañas y usa dispositivos desconocidos con los que a veces no puede evitar ir más allá… Un personaje importante porque la historia cuenta que todas las dictaduras se debilitan y caen ante el conocimiento, la razón, por eso estos regímenes intentan controlarlos tan rígidamente. Y van a por Ansel.

Si no lo habéis pillado ya, este chico que se viste de traje y chaqueta con traje de negocios en marcado contraste con el ropaje de la gente de una especia de Edad Media, sabe cosas que posiblemente no podría conocer si fuera de este mundo de antaño. Sabe sobre ciudades y automóviles y personas “bien vestidas” y de un mundo tan avanzado como diferente que no es el mismo por el que camina. Tiene que estar maldito y andar con brujas, demonios y maleficios porque está perdiendo el norte con las cosas que dice. Eso piensa la gente. Anda en sueños febriles, por el amor de Dios.

En Folklords, hasta que terminas la historia por completo, nunca llegas a estar seguro si Ansel es el «freak» en un mundo simple de aldeanos que se adhieren a la conformidad de lo que les ha tocado vivir, o si ellos son los rarunos y quizás Ansel es el tío normal cuyas ideas debieran ser secundadas. El guionista de forma muy inteligente sugiere en pequeñas pistas, arrojadas aquí y allá, que Ansel podría estar en coma o en un profundo sueño. Y que este mundo por el que deambula es la creación de un demonio particular.

Pero hay más de un dato que te hará pensar lo contrario.

Un mundo donde los monstruos deben ser combatidos y los dragones dormidos de Gador deben ser encontrados. Todo muy noble y aventurero hasta que llega el momento clave. Kindt, Smith y O’Halloran nos ponen delante y en viñeta un misterio que engancha. Gran parte del encanto de Folklords, aparte de su descarada voluntad de jugar con el género, es el protagonista principal. Ansel es un joven ingenuo. Tiene miedo de lo que pueda pasar pero no el suficiente. Y eso que sabe que no tiene más remedio que hacer el viaje. Tiene mucho en juego, no es simplemente atraer el oprobio y la censura de los Bibliotecarios, sino poder perder para siempre el amor de sus padres, una novia que le apoya (tal vez, porque es más de pensar en sí misma), una nueva amiga tímida y una nueva aliada que no parece serlo al final.

Una deliciosa mezcla de introspección y acción, un misterio persistente que se explica lo justo para mantenerte enganchado. Folklords es una fábula que goza de una fuerte ambientación e inspiración artística que se vuelve exquisita por el contenido visual que muestra.

Una chulada de cómic.

Reseña: Daphne Byrne, de Laura Marks, Kelley Jones y Michelle Madsen

¿Una sola portada puede llevar a un lector a convertirse en comprador? Apuesto a que sí. Y más cuando eres amante del género de Terror, un niño de los 80, cual nostálgico que vivió/sufrió aquella escena mítica de El Misterio de Salem´s Lot en formato serie de TV. La serie y el personaje de Barlow. Barlow y todo un elenco de personajes que comprendían esta maravillosa novela del gran Stephen King. Sin duda, para ellos, para mí y seguramente para ti, esta hecha con gancho esta portada de Daphne Byrne. El nuevo cómic de la colección especializada en Terror de la editorial Joe Hill House Comics que gracias a ECC Ediciones estamos pudiendo disfrutar en nuestro país. ¿Qué no sabéis aún de esta colección? ¡Por el gran Dios Cthulhu! A ver venga, os cuento, estas miniseries que integran el sello Hill House Comics están coordinadas por Joe Hill, hijo de Stephen King; un autor que se ha dado a valer por si solo con grandes novelas del género (El traje del muerto, Cuernos, Nos4A2…) pero, sobre todo, con cómics punteros como su Lock & Key considerado su gran salto al mundo del noveno arte. Un sello que no empieza a publicarse ahora, ya ECC Ediciones ha puesto en librerías varias joyitas de la colección. Donde podemos encontrar por el momento Un Cesto Lleno de Cabezas (https://www.cronicasliterarias.es/?p=4116), que ya va por su tercera edición); En lo Profundo del Bosque (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5922); La Familia de la Casa de Muñecas (segunda edición y en breve os la reseño); Daphne Byrne que tenemos hoy entre manos y acaba de publicarse; y la futura y ya anunciada para octubre Inmersión (https://www.ecccomics.com/comic/inmersion-hill-house-comics-11607.aspx), un nuevo cómic del propio Joe Hill. Una colección que se sabía indispensable desde el primer día para el verdadero amante del género de Terror.

¿Daphne Byrne? Es una historia inquietante y sangrienta creada por la guionista Laura Marks (The Good Fight) y el dibujante Kelley Jones (Batman, The Sandman). Ambos nos llevan a la Nueva York, de 1884, para saber que Frederick Byrne ha muerto y su viuda visita a un médium con la esperanza de contactar con su espíritu. Pero es la hija de la pareja, una niña de catorce años bastante tímida llamada Daphne, la que parece ser un imán para los fenómenos paranormales. Recurren a ella pesadillas con criaturas extrañas, sufre visiones desgarradoras cuando está despierta y es seguida por un niño fantasmal aparentemente invisible para todos los demás. Y al principio, Daphne está naturalmente perturbada por estos sucesos pero resulta que el mundo de los espíritus es tentador a la vez que pavoroso. Con su padre desaparecido y su madre obsesionada con el espiritismo, Daphne se convierte en una paria cada vez más distante de sus compañeros de clase. Es así como se centra en su único y verdadero amigo el misterioso niño fantasma. Y con su ayuda comienza a cultivar habilidades que la ayudan a contraatacar a ese mundo cruel que la rodea.

En Daphne Byrne, la guionista Laura Marks y la artista Kelley Jones nos llevan a un recorrido por la iconografía del gótico de finales del siglo XIX. El cómic representa un lugar en una Nueva York donde las sesiones espiritistas se centran en alcanzar el Más Allá, los cementerios derruidos brindan lugares de refugio, las bibliotecas polvorientas guardan secretos prohibidos, las sociedades ocultas practican ritos impíos y las emociones reprimidas por la sociedad del momento tienden a estallar bajo el disfraz de una vida moderna.

Con la lectura de Daphne Byrne he vuelto a pensar en algo curioso que percibí hace algún tiempo cuando me dio por leer bastante literatura gótica. Discerní sobre el cliché asociado con las heroínas de este tipo de narrativa las cuales se suelen desmayar mucho. Sí, sí, como si esto fuera algo que se enseña en clase de literatura creativa, Daphne pasa varias de las partes más importantes de la historia en estado de inconsciencia. Pero no confundáis esto con pasividad. Daphne llega a encontrar un papel como mediadora entre la mundanidad y el reino de las pesadillas. Curioso, ¿no?

Puedo decir sin miedo a equivocarme que este baile macabro se vuelve muy visual gracias a Kelley Jones, quizás el mejor dibujante para el género que hay en nómina en DC Cómics ahora mismo.

Daphne Byrne es otra maravilla de esta colección. Historia digna de la Weird Tales.

Reseña: Supervisor. El Disparador Rubicón, de Jed MacKay y Alessandro Vitti

Los que disfrutamos de los nuevos juegos de mesa y de joyitas como el nuevo Marvel Champions LCG hacemos una genial combinación con los cómics de Marvel que se publican actualmente pues las aventuras y enfrentamientos que se pueden dar en el juego dan lugar a que quieras saber más de ciertos personajes, sobre todo, y en mi caso, de villanos de los que poco sabía. Me parece tremendamente curioso pero obvio pensar que tanto Fantasy Flight Games como Panini Cómics están al tanto de las publicaciones de una editorial y otra para hypear aún más si cabe al verdadero fan de Marvel. Fue así como llegué con muchísimas ganas de querer leer este TPB de Marvel Héroes donde tenemos a Supervisor (Taskmaster) como protagonista. Una aventura en solitario del mercenario más mortífero del Universo Marvel. Supervisor es un villano que es percibido como amenaza legítima para héroes de primer nivel pero un espantoso ser para cualquier persona que no lleve capa. Esto lo tenían muy claro el equipo creativo de Jed MacKay y Alessandro Vitti cuando idearon la trama, y así inician con una mini escena de broma que pronto se convierte en el acto frío de un asesino sin miramientos.

Comenzamos con Supervisor usando sus súper habilidades fotorreflectantes como disparador de tragedias en un torneo de golf organizado por la mafia. Con momentos muy Deadpool, no pasa mucho tiempo hasta que todo se vuelve un caos; sangre, tiros, muertes por doquier… Y un asesino vestido con traje de cuero, motocicleta y metralleta a dos manos pegando tiros. Cuando es rescatado por Nick Furia, Supervisor se entera de que Maria Hill ha sido asesinada y que él es el principal sospechoso. Hasta aquí todo bien. O no. Por que Furia le dice necesitar que memorice la presencia física de tres de los mejores súper espías para abrir una bóveda en un lugar que contiene… Bueno, no voy a profundizar mucho más en esta misión. Sería un spoiler en toda regla. Pero una aventura que se degusta de una sentada y que lleva a pensar que quizás es posible que algunos estéis interesados en saber de este personaje tras conocer al tipo en la película Black Widow. Aunque ya os aviso que veréis poco semejanza entre ambos. Y eso que se puede decir que la agente Romanoff es la principal antagonista de este arco argumental.

La escritura en sí es divertida. Como os decía, encontramos a un Supervisor como una especie de Deadpool con momento melancólicos. Diría que es su punto fuerte, las constantes indirectas-directas entre Supervisor y Nick Furia te sacan la sonrisa mínimo. La trama tiene momentos que son bastante buenos (la pelea de Hyperion en particular es un punto culminante de la serie), seguidos de escenarios genéricos y algo “familiares” que siempre gustan. El ejemplo más claro es una escena en Corea del Sur, en la que Supervisor realiza una artimaña creativa para obtener acceso a la oficina de Ami Han, solo para que al final tenga que darse de tortas con lo que le espera dentro. También se puede alabar de esta aventura la consistencia del diseño de personajes y la fuerza de la coreografía que muestra. Escenas de combate dignas de película de acción, aunque la resolución del conflicto resulta muy apresurado, quedando la sensación que el guionista tenía para más.

Supervisor: El Disparador Rubicón recoge la miniserie de cinco números que se ubicó dentro del Vol.3 de Taskmaster que se publicó en USA al inicio de este mismo año. Un trama que no esperaba tan entretenida, la verdad, pues me quedaba la duda de si Supervisor me parecería tan intrigante como en el juego de cartas Marvel que al principio de la reseña mencionaba. Y cierto es que algo más he podido conocer. Aunque siendo sincero no es una trama que quedará en tu mente por siempre porque hay bastantes aventuras de este tipo. Pero el momento bueno de lectura te lo da. Una lectura ligera y divertida con acción bien renderizada y algunas púas decentes, o mejor dicho, bromas divertidas entre Supervisor y Nick Furia. Y una conjunta de escenas de lucha muy bien coreografiadas.

Lectura adecuada para un viaje en metro o en tren o para la sala de espera del dentista. Lectura palomitera que es lo que iba buscando.

Reseña: B.O. Como Dios, de Ugo Bienvenu

Preferencias del Sistema me demostró que Ugo Bienvenu era un tío diferente. Amante de la Ciencia Ficción pero de un modo especial a la hora de ser creativo. Capaz de idear perspectivas un tanto aterradoras a la vez que curiosas, de las que si te paras a pensar, seguramente el ser humano pasará por ellas antes de su extinción. Historias diferentes como la que podéis encontrar en B.O. Como Dios, el nuevo titulo de este autor que publica Ponent Mon este mes entre sus novedades. Y ahora decidme si no, un robot que viaja por el universo para satisfacer sexualmente al todo sexo femenino que lo requiera, no es una idea tan curiosa como aterradora. ¿O quizás solo sensual y sugerente?

Desde La Survivante, de Paul Gillon (1985), sabemos que los robots también pueden alimentar y despertar sentimientos en los humanos y compartir placeres sexuales con ellos. Ya está pasando aunque de una forma un tanto primaria. Sobre el mismo tema, también leí en su día la hermosa Sixella. Así que estoy de nuevo ante un tema que no me pilla de nuevas. Tema tremendamente atractivo y más con un autor como es Ugo Bienvenu que de algún modo siente algo al mezclar en sus tramas humanos y robots.

Ugo Bienvenu presenta en B.O. Como Dios a un humanoide muy particular. Una especie de gigoló intergaláctico que viene a proporcionar a pedidos a las hembras de todo el universo. ¡Viaja en una nave con forma fálica! ¿Los servicios? Servicios de alta gama para aquellas hembras que lo deseen y puedan pagar por sus trabajos. Un álbum que está compuesto casi en su totalidad por escenas de sexo, pero con una presentación de viñeta muy curiosa porque toda la historia parece estar como “retratada”, por el protagonista. Como si solo se estuviera ilustrando el discurso de B.O. por el universo, su vida artificial, la presentación de su oficio… B.O. es el narrador aunque apenas hay diálogo. Presenta a sus clientas lo que es capaz de hacer mientras analiza todo de una manera bastante fría y funcional. Esa frialdad acentuada por una coloración impersonal muy distinta y es porque a B.O. le gusta el trabajo bien hecho. Un ser artificial muy concienzudo.

Insisto, al igual que en Preferencias del Sistema (https://www.cronicasliterarias.es/?p=1642), Ugo Bienvenu consigue mostrar con muy poco un comportamiento muy real de lo que viene a ser una inteligencia artificial con una misión o destino concreto. No diría tanto una obra pornográfica sino más bien existencialista pues casi en cada página que sale B.O. se siente el deseo pero también la aceptación de su reto, tan certero, que siempre consigue mostrar en su trabajo una máquina.

Pese a todo, en la segunda parte del álbum se puede decir que B.O. se vuelve más humano, ganando en profundidad, personalidad, cuando comienza a explicar su origen contando porqué es el único ya que hace este trabajo. Repasa el porqué su existencia y como no debe ser conocida por las autoridades, ni por los machos de cada existencia interplanetaria. Se ve inmerso en una orgía que asume como un gran profesional, pero en la que nos analiza cada comportamiento erótico-festivo. Por que B.O. es el último de los robots sexuales. Es de la época en la que los bisabuelos de estas hembras ardientes de pasión aún no habían nacido. Una época en la que los seres humanos llegaron a apreciar tanto a los robots sexuales que la natalidad cayó en picado, y sólo se brindaba por liberar tensiones independientemente de con quién y con uno de ellos de por medio. De como los humanos ya solo querían a robots para el sexo. Y las prácticas se desataron en las más lujuriosas escenas y comenzó a haber accidentes. Una parte donde B.O. se vuelve menos cerebral y más carnal.

Ugo Bienvenu nos ofrece una pequeña joya narrativa y gráfica. La historia autobiográfica de B.O, un robot potente en personalidad, un verdadero juguete sexual viviente para mujeres humanas o alienígenas ricas y solitarias, una visión del amor bastante fría, clínica y desilusionada para algunos, pero terriblemente excitante para otros.

Desde luego, vive como Dios.

Lectura original como pocas.