Reseña: Fantasmas, de Joshua Williamson y Goran Sudžuka

Mola ver que este es solo el primer volumen porque, madre de dios, vaya coitus-interruptus, me ha dejado este volumen de Fantasmas publicado por ECC Ediciones. Joshua Williamson y Goran Sudžuka forman equipo creativo en Fantasmas; una sorprendente combinación de género negro y terror que como bien dice su sinopsis, las bases de la trama se asientan en estos primeros números que enganchan lo más grande, que a pesar de todos los que son dejan con ganas de más, a un nivel tan alto como pocas historias leídas últimamente. Y contiene los diez primeros números de la serie. ¡10!

Fantasmas fue toda una sorpresa para mí por dos razones. En primer lugar, Joshua Williamson se ha convertido en uno de mis guionistas favoritos tras leer su Flash y, por supuesto, Nailbiter (Muerdeuñas). Sin embargo, nunca había oído hablar de Fantasmas. La segunda razón por la que me sorprendió esta historia es por la mezcla perfecta que hace de trama de atracos con Terror. El gancho de la intriga principal diría que no abarca ni la mitad de lo que la historia va a ofrecer. Y permitid que os adelante que lo que más me ha gustado de la historia ha sido la introducción de D. B. Cooper; aquel tipo extraño tan buscado, aquel misterio de persona o epíteto mediático de un hombre no identificado que secuestró el vuelo 305 de Northwest Orient Airlines, pidió pasta y cuatro paracaídas y tras retomar el vuelo, desapareció tras tirarse del avión en el suroeste de Washington. Nunca fue encontrado ni identificado de manera concluyente. Entonces, ¿una historia sobre un maestro del atraco al que le agregan una casa embrujada, algunos fantasmas y un misterio que rodea al susodicho? El hype por las nubes, ¿no? Aquí el personaje principal es un tal Jackson T. Winters, sentenciado a prisión después de un robo fallido de un casino que dejó a toda su tripulación muerta, siendo él mismo la única excepción. Parece contento con pudrirse en su celda, pero la vida y el asesino a sueldo Anderson Lake y el multimillonario Markus Schrecken tienen otros planes para él. Le organizan la fuga y le dicen lo que necesitan que haga: irrumpir en una casa embrujada y robar un fantasma.

Como en todas las buenas historias de atracos, necesitas formar un buen equipo pero, sobre todo, atractivo. Si bien Jackson tiene mucho margen para hacerlo, Markus tiene dos requisitos para los miembros: Anderson debe irse y también debe hacerlo cierto medio de su elección (Edzia Rusnak). El resto del grupo lo completan Oliver King (un escéptico de oficio), Robby Trick (un viejo amigo y estafador profesional) y Joe y Jay Burns (dos cazadores de fantasmas que tienen el equipo necesario para conseguir el trabajo). A diferencia de la mayoría de los cómics como este, uno de los personajes (Jackson) ha visto muchas películas de terror y sabe que hacer y que no hacer e intenta hacer «lo lógico» en el lugar embrujado. Por ejemplo, al grupo no se le permite permanecer en la casa después del anochecer bajo ninguna circunstancia.

A lo largo de la serie, Joshua Williamson da pistas sobre lo que sucedió en el atraco al casino que ayudó a dar forma al hombre en el que se convirtió Jackson. Hecho que mantiene al lector súper enganchado ya que no nos dan toda la información de una sola vez. Y ahí queda. Por lo que necesito TERMINAR esta historia de urgencia.

Creo que no hace falta decir que Fantasmas es un cómic que hay que leer si o si e intentar terminar de una atacada.

¿Robar un fantasma de una casa encantada?

Brillante.

Reseña: Compañero de Viaje, de Tristan Fillaire, Lucie Quéméner y Tiger Balm

Un thriller la mar de curioso, así catalogaría Compañero de Viaje, la novedad que nos trae este mes la siempre interesante editorial Ponent Mon. Editorial donde debéis poner un ojo, si no dos, para encontrar historias curiosas publicadas dentro del maravilloso cómic europeo.

Compañero de Viaje nos lleva a Moscú y a su fría noche. Olga reconoce a Yuri Gagarin acostado en un banco en un llamativo callejón… El susodicho está vestido con un jersey verde con el escudo de la Agencia Espacial Europea. Él también tiene la cara hinchada y no se atreve a corregir a la vagabunda que lo mete en su viejo coche. Por otro lado está Ahn, que espera dentro de una comisaría, ahora a salvo dentro de unas instalaciones de seguridad. Es prostituta y desea registrar una denuncia contra uno de sus clientes habituales. Y sabe que es esfuerzo malgastado. Aunque en alguna ocasión recibe consejos: “De ti depende gestionar a tus clientes”. Al salir de la comisaría, la vendedora de amor compra un cuchillo. Puede que no sea una mala idea, lo que piensa hacer…

Compañero de Viaje equivale a un álbum debut dos jóvenes autores descubiertos por la editorial Sabarcane, que unió en su día, el don de estos chicos para un proyecto que tras leerlo deja muy buen sabor de boca. Una historia al estilo de esas pelis indies que uno puede ver en Festivales como Sundance y que son muy gustosas de ver pero que muy poca repercusión tienen por su bajo presupuesto. Junto a Tiger Balm, Lucie Quéméner abordó con modestia su búsqueda de identidad con estas ilustraciones. Contrapuso entonces su educación marcada por sus raíces chinas y la rebeldía de una adolescente integrada en un estereotipo de cómic occidental. Y además del trato mesurado, su estilo agarra el estilo boceto y, en mi opinión, queda tan raruno como acertado para la historia en ciernes.

Por otro lado, Tristan Fillaire firma un escenario que es una mini orquesta coral donde se lleva a personajes muy diferentes a una especia de road-movie. Una carrera enloquecida aunque no tenemos la típica cronología de hechos continuados. Lo que hace el autor es darnos un puñado de flashbacks para situarnos y reforzar las intenciones de unos personajes que se les lleva al límite al más puro estilo Thelma y Louise. Desde Olga hasta Ahn, los personajes se transforman con cada adelanto de la historia como en un poema. Y Nils representa la guinda del pastel. Sus problemas de salud son solo el comienzo de un descenso a los infiernos que también recuerda a Un día de furia, de Joel Schumacher. En cuanto a las ilustraciones, más rectas que curvas. Líneas que parecen hechas a mano alzada, a una buena distancia del margen de viñeta, creo que intencionadamente para obtener esa representación “trepidante” de lo que se muestra.

Me gustó que Compañero de Viaje, friends, usa la narración centrada pero no utiliza un subtexto abiertamente social, sino que convoca a personajes marginados que se vuelven entrañables al conocer como actúan y los atrapa en una alineación tan extravagante como real.

Porque el libre albedrío siempre es inesperado…

Tremenda sorpresa.

Reseña: ¡Todo irá bien!, de JD Morvan, Julen Ribas y VVAA

Son ya unos cuantos cómics a mis espaldas leídos del prolífico guionista Jean-David Morvan. Así que en un porcentaje muy alto sabía que poco me podía defraudar este señor del que se puede decir que se le da bien escribir sobre casi cualquier género. Así que mis aplausos vayan por delante para Dolmen Editorial por haber decidido fichar este título del autor nacido en Marne (Francia). Y aunque ¡Todo irá bien! (Ah, ça ira !) fue uno de sus primeros títulos ya como autor consagrado, no es el más alabado. Pero a mi me ha parecido como poco, entretenido. A Morvan lo que le va es coger un momento concreto de la historia y hacer un cómic sobre ello. Y como es el caso, hace muy bien esto que os digo: retrotraernos con un guion a los conatos revolucionarios del 12 de julio de 1789 en el Palacio Real francés y llevarnos a saber qué ocurrió o pudo haber ocurrido, mejor dicho… porque algo de utopía hay.

Aquí en primer lugar nos vamos al invierno de 1775, donde Lisandro y su hermana pequeña intentan sobrevivir en París, ayudados por un misterioso amigo que les proporciona hogazas de pan. Mientras que en la ciudad la miseria inevitablemente se codea con la violencia. De pronto, un acontecimiento dramático obligará al joven a abandonar a su hermana para huir del país durante catorce largos años. Se unirá entonces a la lucha en un nuevo continente americano, para echar una mano a los insurgentes que luchan por su independencia contra las tropas de la corona de Inglaterra. Mas, años después regresa a Francia en abril de 1789 y descubre la opresión de los impuestos sobre el pueblo, lo que refuerza su deseo de luchar contra todas las injusticias impuestas por los poderosos del mundo. Será, “libertad o muerte”, y a través de las catacumbas, ingresa a las murallas de la ciudad para afiliarse con los armados ex-mercenarios de Lafayette, listos para liberar algunos amigos encarcelados.

Inicio potente, historia que te mantiene enganchado, no entiendo muy bien la crítica a esta obra al otro lado de los Pirineos. La Historia en movimiento. ¡He visto pelis del tema bastante más truño que el guion de Morvan. Y si que es cierto que el dibujo de Julen Ribas no es una maravilla en muchos momentos y eso lastra a cualquier obra que se tilda de buen cómic europeo; la vacuidad de los decorados, un trazo cercano al boceto y una narración que a veces no acompaña al dibujo… Creo que por aquí han tirado los que critican ¡Todo irá bien! Además, tengo la sensación de que quizás, en su estreno, los lectores llegaban a esta obra pensando que era un magnífico cómic con el que disfrutar de un buen traslado a la tan alabada Revolución Francesa, y no es exactamente eso.

Pero destaco el coloreado. Ayuda bastante a resaltar los ambientes. Y no pienso ir más allá porque en ¡Todo irá bien! importa, sobre todo, la historia. Así que si quieres sumergirte por “un momento” en ese gran y tumultuoso momento de la historia de Francia, te recomiendo Révolution, de Locard y Grouazel pero también ¡Todo irá bien!, de Morvan y Ribas. Una lectura histórica gabacha que pareces desear si estás leyendo esta reseña.

Incluye entrevista a Julen Ribas.

Reseña: Agujero Negro, de Charles Burns

¿Estamos de acuerdo con que una buena obra debe reeditarse una y otra vez, tener las ediciones que haga falta para que siempre esté disponible para todo aquel que quiera obtenerla? Creo que estáis en mi bando. Por eso, y por la película en ciernes que se acerca, es bueno que La Cúpula Ediciones haga lo que está haciendo con Agujero Negro, de Charles Burns. ¿Película en breve de este cómic? Fue en 2005 cuando el message-board de Comics Journal informó que Black Hole sería adaptado al cine. En 2006, la web de noticias Newsarama informó que Neil Gaiman y el co-guionista de Pulp Fiction, Roger Avary, adaptarían el guion. En 2008, Variety informó que la película sería producida por Paramount Pictures y dirigida por el nominado al Premio de la Academia, David Fincher (House of Cards, Mindhunter, Perdida, Love. Death + Robots). Y se informó que los guionistas Gaiman y Avary habían dejado la producción, informando que Fincher no quería usar su guion. Pero en 2010, David Fincher también se bajó del carro. Sin embargo, a partir de octubre de 2013 volvió a estar vinculado a la dirección de Black Hole y todos dimos gracias al cielo por ello. Y desde entonces el proyecto salió adelante. Y en Sundance esperamos algún año el estreno como agua de mayo.

Por eso, y quizás por muchas otras cosas, quizás es el momento que sepáis del genial argumento que aporta Agujero Negro, de Charles Burns. Un cómic con un guion apocalíptico original como pocos.

Agujero Negro fue una serie limitada de doce números escrita e ilustrada por Charles Burns y publicada primero por Kitchen Sink Press y luego por Fantagraphics. Fue publicada de forma recopilada en 2005 por Pantheon Books y traída a este lado del charco (entre otra obras del autor) por la siempre genial La Cúpula Ediciones. ¿De qué va exactamente? La historia trata sobre las secuelas de una enfermedad de transmisión sexual que provoca mutaciones grotescas en los adolescentes. Pero cuento más. Nos vamos a Seattle. A los suburbios, a mediados de los años 70. Y conocemos a un grupo de adolescentes que contraen dicha misteriosa enfermedad y vemos la repercusión en extrañas mutaciones físicas nunca vistas y como a consecuencia se convierten en marginados sociales. Muchos de ellos huyendo de casa para vivir en un bosque cercano. Pero la trama se centra en dos personajes que a menudo narran la historia. Chris, una estudiante popular y respetada, y Keith, un fumeta que parece experimentar ansiedad. El punto de vista cambia bastante (obviamente) de uno a otro. Pero están relacionados. Cuando los conocemos por primera vez, Keith está enamorado de Chris, quien es amable con él pero no le corresponde. Y es que en una fiesta Chris se enamora del popular estudiante Rob Fancicani, los dos abandonan la fiesta y tienen relaciones sexuales. Sin que Chris sepa que Rob lleva “el bicho”. Una vez que Chris se da cuenta de que ha sido infectada, ella y Rob no se hablan durante un tiempo. Keith y Chris comparten un momento en otra fiesta donde Keith venda el pie cortado de Chris. A medida que Keith se enamora aún más de Chris, ella no corresponde a sus sentimientos. Casi al mismo tiempo, Keith conoce a Eliza, una mujer joven que también tiene “el bicho”. Pero a pesar de la tensión sexual, no tienen sexo.

Mientras tanto, muchos otros adolescentes de la ciudad han contraído la enfermedad. Y empiezan a recluirse en el bosque que os comentaba. Y con la comuna formada, junto a toda una serie de sucesos, todo se torna en desgracia. Una infección no controlada que se convierte en epidemia. O pandemia. Quién sabe.

¿Os suena? Charles Burns dijo que las mutaciones provocada por “el bicho” pueden leerse como una metáfora de la adolescencia, el despertar sexual y la transición a la edad adulta. Pero creo que hay algo más detrás. Bien adaptada, puede salir un peliculón.

Reseña: Batman´89, de Sam Hamm, Joe Quiñones y Leonardo Ito

Entonces, sí, existe. Hubo una serie que nos llevaba a la continuación de la clásica película que lo petó en los 90. Pero nos llevaba de una forma chula y curiosa como es la idea de si aquella historia hubiera continuado y entonces obtenemos el origen de Dos Caras (en aquel entorno, ambientación). Por eso, una versión diferente y me encanta la forma en que sucede. Cómo Harvey se convierte en una especie de tipo famoso y se postula para los puestos de gobernador y cómo ocurre todo para que este tipo llegue a ser abrazado por su dualismo… El guionista, el señor Hamm, captura perfectamente eso colocándole una curiosa relación con Barbara Gordon y tratando el cara a cara con Bruce (también conocido como Batman, jajaj). Con todo, genial el cómo responde a este tipejo que nunca mejor dicho, tiene dos caras.

Batman´89 marcó el retorno del guionista Sam Hamm al cómic. Hamm es un guionista y autor de cómics estadounidense, conocido por co-escribir el guion del Batman, de Tim Burton. También estuvo en los créditos de Batman Returns aunque cuentan que la versión final de la película para nada se parecía a lo que él escribió y ahí se desvinculó de esa «sociedad». Tras ese desliz, DC Comics invitó a Hamm a escribir para Detective Comics y el resultado fue Blind Justice, cómic en el que se presentó por primera vez al mentor de Bruce, Henri Ducard. Pero fue en 2021, cuando Hamm regresó a sus creaciones originales del orejas picudas con la serie limitada Batman ’89, una continuación directa tanto de la película de 1989 como de Batman Returns y que ahora tiene disponible ECC Ediciones en nuestro país en un genial tomito que recopila al completo la serie.

¿Es un volumen que hay que tener por completismo? Por supuesto. En especial, los amantes de las pelis de Burton entre los que me incluyo, aunque soy del bando de los que solo destacan el potencial de la primera. Pero en este cómic salen cositas curiosas que uno como fan del Caballero Oscuro debe ver. Me encanta el nuevo Robin. Tiene un diseño de vestuario de Robin increíble en estas viñetas. Y el enfrentamiento entre Batman y Dos Caras creo que puede ser el mejor que existe dentro del noveno arte. Y el papel de Selina en toda la coreografía que muestra es una maravilla, que solo apreciará el lector constante de cómics de acción. Y el escenario propuesto es emocionante. Así que sí, definitivamente lo recomiendo. Es una serie muy divertida y sí, no es el mejor material de Batman, pero sigue siendo una buena lectura y si se tiene en cuenta que está escrito por el mismo tipo que escribió la película, es una lectura perfecta, sin duda. También me gusta la forma en que se usa el escenario noir de los 90 aquí y cómo se introduce la llegada de internet al escenario de entonces. E insisto, Selina, tremenda es Selina en este cómic. Que aparte de dar patadas como si no hubiese un mañana, es una genio de la tecnología, algo que nunca vimos en otra parte. Así que fue divertido presenciar sus disputas en ese tejemaneje que lleva con Bruce…, y no solo como Bat vs Cat.

El arte de Quiñones, una maravilla que nos lleva a la ambientación propuesta por las pelis en su día. Y esto lo podréis apreciar tanto en la historia como en los bocetos y la galería de portadas alternativas que trae el volumen. Muy recomendable.

Reseña: Redshirts, de John Scalzi

Redshirts es, además de sus premios, una novela de CF tremendamente divertida. Lo que Scalzi hace, de alguna manera, es explorar lo absurdo de lo típico mencionado sobre los redshirts (camisas rojas) y sin burlarse de los propios protagonistas, saca adelante una historia brillantemente divertida, insisto, con una cantidad inesperada de peso emocional, que deja un tremendo buen sabor de boca. Y deja con ganas de más como suele pasar con casi cualquier libro de Scalzi. Os lo confieso: mi autor favorito de Ciencia Ficción actualmente, al que me enganché con su obra de arte como es La Vieja Guardia.

Redshirts (originalmente titulada Redshirts: A Novel with Three Codas) es una aventura espacial que aprovecha esos toques que Star Trek y series de televisión similares aportaban a la CF. Fue un libro que la crítica en USA adoró desde el primer momento y se demuestra en como se hizo con los premios más valiosos del género como son el Premio Hugo (2013) a la Mejor Novela y el Premio Locus a la Mejor Novela de Ciencia Ficción. Scalzi combina una parodia directa, y además aporta esa característica narración de ritmo rápido y personajes ingeniosos que tenían las novelas de a duro (algunos me entenderán). Historias palomiteras. Y diría que, en ocasiones, llega a tener un nivel tan alto de gustosidad que la podría poner entre uno de los libros más disfrutables que se pueden leer actualmente dentro del género.

Ambientada en el siglo XXV y centrada en la tripulación del buque insignia de Universal Union, el Intrepid, esta novela es todo Scalzi en tono y estilo, desde el principio. En el primer prólogo, varios oficiales superiores de la nave lamentan el número inusualmente alto de bajas de miembros de la tripulación de bajo rango caídos durante misiones recientes. Y concluyen que necesitarán más tripulantes para reemplazarlos. Y adquieren cinco nuevos alféreces, incluido Andrew Dahl, un experto en religiones alienígenas y xenobiología.

Dahl rápidamente se da cuenta de que la tripulación es extremadamente fóbica de estar cerca de los oficiales superiores y de salir en misiones debido a su alta tasa de mortalidad. Así que en el transcurso de varias misiones, varios miembros de la tripulación sugieren que las muertes se deben a la incompetencia, la superstición o las fuerzas cósmicas, lo que requiere «sacrificios» de algunos miembros de la tripulación para que otros sobrevivan…

Hay docenas de esos momentos que capturan la inspiración y los chistes internos que ayudan a construir el mundo de Redshirts (en una entrevista, Scalzi habló sobre su enfoque del proyecto) y, si bien son divertidos, también son sorprendentemente efectivos. en atraerte a una historia que es más que una simple parodia.

Si estás leyendo esta reseña, tienes que leer este libro sí o sí.

Reseña: Thor y Loki. Hermanos de Sangre, de Rodi y Ribic

Los lectores de cómics sabemos mejor que nadie, cuando un titulo necesita reimpresión. Las solicitamos una y otra vez a la editorial pertinente hasta que los deseos se hacen realidad. Todo llega. Pero si además vuelve al candelero en una edición grandiosa, magnífica a cual lienzo que se precie, por que en realidad en ella prima el dibujo, prima que te deleites con cada trazo, con cada viñeta y con cada mega splash-page… A uno sólo le quedan los aplausos. Panini Cómics lo hizo hace no mucho con una gloriosa edición de la Parábola, de Stan Lee y Moebius. Ahora vuelve con un nuevo titulo en un mes en el que parece que Thor va a tener bastante protagonismo.

No me he podido resistir a Hermanos de Sangre. A esta maravilla que deberías pillar con poco que os guste la mitología nórdica, los lienzos de Esad Ribic (que aquí se echa a la espalda también coloreado y una tremenda portada), y por supuesto, haceros con él los que aún no tengáis esta chulada y os gusten los What if…?, así como, las disputas entre los herederos de Asgard. Una recopilación de lo que fue en los 90, una miniserie de cuatro números escrita por Robert Rodi. Una historia que captura perfectamente el encanto y el atractivo de la épica poderosa de los cantares mitológicos. Y es que Stan Lee siempre fue mucho más astuto de lo que aparentaba. Y al crear a Thor decidió confundir a la oposición tomando una mitología existente e insertándola en la mitología estadounidense moderna que él mismo elaboraba. Con Thor le salió bien. Y así, Asgard se convirtió en el mito constantemente reinventado, clásico y moderno, nuevo y antiguo, mitológico y de fantasía que a todos gustó. Mitos rediseñados y reescritos, esos mismos que Walter Simonson elevó a la cumbre.

Entonces llegó Robert Rodi y reconoció que Loki era quizás el vehículo perfecto para reflexiones metaficcionales sobre la naturaleza de los villanos y su co-dependencia con los héroes. Crea Hermanos de Sangre, con un Loki siempre amargado y herido en su ser que en un momento de locura acusa a su padre de manipular las reglas del Universo para criar a Thor como un héroe. «¿Cuál es la mejor forma de hacer un héroe?», se pregunta en voz alta y la respuesta llega: «Dale un hermano malvado para definirse». Odín lo niega, pero Loki no se convence. «Entonces mírame, padre, y dime claramente que no fui llevado a tu corte con el único propósito de galvanizar la bondad de Thor». Odín calla. No sé vosotros, pero creo que uno no puede evitar sentir cierta simpatía por Loki, por su desgracia, pobre villano. Es bastante malvado, pero quizás las circunstancias de la vida lo moldearon para que fuera así.

Mientras Loki domina a Asgard, la miniserie se atreve a preguntar qué pasa cuando el villano gana. No me refiero a eso como una especie de amenaza o convocatoria, solo una observación sobre el guion de Rodi. Entonces, ¿qué sucede cuando el villano derrota al héroe (particularmente en los cómics)? Los cómics y la mitología y varias otras formas narrativas serializadas dependen en gran medida de la dinámica héroe-villano para definirlas. Y los villanos suelen ser claramente secundarios en ese sentido. Después de todo, Loki no ha tenido tantos cómics propios para definirse, ¿verdad? Todo lo que hace es intentar matar a su guapo, encantador y querido hermano pero nunca nos preguntamos (ni él mismo lo hace) qué pasaría si tuviera éxito.

Pues aquí lo sabréis. Una idea muy chula este Hermanos de Sangre. Los villanos podrían argumentar que harían del mundo un lugar mejor, quizás sueñan con convertir el mundo en una utopía. Y aquí Robert Rodi hace algo fascinante. Sugiere una idea que une perfectamente los mitos y leyendas de antaño con el mundo más moderno de los cómics de superhéroes. Hay muchos Lokis esperando. Aquí con un Esad Ribic dibujándolo de forma absolutamente maravillosa y en una edición que su contraportada-portada-solapa se convierte en un póster digno de ser enmarcado. Ya me diréis si no es una verdadera joya.

Reseña: Historia Ilustrada de los Fantasmas, de Adam Allsuch Boardman

Uno que ve un libro que habla sobre fantasmas y allí que se mete. En especial, si habla de casos o testimonios supuestamente verídicos, encuentros con lo inexplicable y que se pretenden explicar.

Libros del Zorro Rojo es una editorial diferente y en ella se pueden encontrar títulos… pues eso, diferentes. Los amigos de tan característica editorial han publicado el An Illustrated History of Ghosts, de Adam Allsuch Boardman que tanto me atrajo en su versión inglesa pero novedad de la que me retuve con la esperanza de que tuviera algún día su edición en español. Y ese día llegó. Ya tenemos por estos lares la obra del ilustrador de Leeds que ha trabajado para la producción de imágenes de proyectos de varios museos y que impulsado por lo trivial (así se anuncia) muestra en esta obra su interés por el Más Allá.

Historia Ilustrada de los Fantasmas es un lindo librito que trata una lectura superficial y ligera sobre la historia de los fantasmas. Tiene un estilo muy parecido al contenido que traía aquella colección de El Mundo de lo Desconocido que se publicó en nuestro país en los 80 (que reeditó hace nada Diábolo Ediciones) y que tanta mella hizo en algunos interesados por lo Paranormal. Jóvenes de entonces, viejóvenes de ahora. Un libro al igual que este de estilo enciclopédico en cuanto a presentación pero que de interesante, se te quedaba corto en nada. Aún así se disfrutan. Aunque el libro de Adam Allsuch Boardman contiene ilustraciones simples pero divertidas, que en ocasiones no deja de ser una lectura perfecta por lo espeluznante de lo que cuenta pero cuyas imágenes lo vuelven asequible para jóvenes o para gente demasiado propensa al miedo.

Las ilustraciones realmente no transmiten el impacto de algunas de las cosas sobre las que estamos leyendo. Nosotros lo recomendamos leer a solas y de noche. Cambia totalmente. Pero, ¿por qué cree la gente en fantasmas? Y, sobre todo, ¿por qué la mayoría de los que creen nunca han visto uno? ¿Por qué ese tipo de gente que nunca ha tenido “una experiencia”, aún así cree fielmente en la existencia de esos seres que están pero no están? ¿Cuestión de tradición? ¿Lo llevamos dentro? Son muchos los fantasmas que han surgido a partir de viejos mitos y leyendas, casos en los que lo inexplicable da origen a una creencia. Cada vez que oímos un golpe misterioso, nuestra mente lo primero que piensa es en una entidad aterradora. ¿Por qué? Adam Allsuch Boardman se debió hacer estas preguntas y sacó este libro que yo os recomiendo.

Reseña: Blanco y Negro, de Tanizaki Junichiro

Satori Ediciones ha tenido la genial idea de traernos un clasicazo mundial para los que son entendidos en novela detectivesca. Una joyita nunca antes publicada en nuestro país como es Blanco y negro, de Tanizaki Junichiro, un título con el que se puede alucinar bastante con su trama, sobre todo, por como está llevada. Una trama detectivesca, ¡japonesa! Una obra tramada de forma muy inteligente que inspira con cada página y que, obviamente, se devora en nada. Y es que Tanizaki plantea importantes cuestiones estéticas sobre lo que hacen los escritores de ficción y porqué.

Tanizaki Junichiro (1886-1965) es más conocido por su obra maestra Las hermanas Makioka (publicada en serial entre los años 1943 y 1948), y por sus novelas cortas Naomi, Quicksand y The Key. Hablamos de un señor nacido de una familia de comerciantes de Tokio con fortunas en declive, que decidió estudiar literatura en la Universidad Imperial de Tokio hasta que no quedó dinero de su familia para pagar poco más que su matrícula escolar. Pero salió adelante y Tanizaki comenzó su vida profesional escribiendo obras de teatro, historias y guiones, a menudo relacionados con sus obsesiones eróticas y diabólicas. Cultivó su interés por la literatura japonesa tradicional y la literatura occidental y andaba profundamente preocupado por la estética, como se muestra en su colección de ensayos Elogio de las sombras.

Blanco y negro (también inicialmente serializado en 1928), nunca se publicó como un solo volumen en Japón. Pero ahora lo tenemos de este modo, en nuestro país, gracias a la edición de Satori. En términos de género, Blanco y negro es una novela cómica que satiriza la narrativa confesional japonesa, que tiene un parecido identificable con la vida del autor. Una trama que funciona como una historia enmarcada, o una historia dentro de una historia, anidando los destinos de dos escritores. Al principio, una revista llamada The People encarga al protagonista, Mizuno, que escriba una novela de misterio. Mizuno tiene la intención de describir un crimen perfecto, uno en el que el asesino no pueda ser atrapado. En esta historia, la víctima es un escritor llamado Codama. Para este personaje, Mizuno se basa en un escritor conocido suyo llamado Cojima. La dificultad comienza cuando Mizuno incluye por descuido su nombre al final del manuscrito y la historia se publica sin corregir. Paranoico, Mizuno cree que el mundo literario reconocerá al Cojima real como el modelo para Codama, y luego llega a la conclusión delirante de que si el Cojima real fuera asesinado, se culparía al mismo Mizuno. (De modo sutil, Tanizaki emplea el humor queriendo decir que para un escritor, la falta de un corrector de estilo, ya conlleva cargos de asesinato).

Entonces, Mizuno decide librarse de la verdadera culpa criminal y produce una secuela de su historia que presenta a un tipo llamado Hombre Sombra. Donde el lector no puede saber si este ser es real porque nunca aparece, pero es él quien orquestó la muerte de Codama para que el autor anónimo de la historia de misterio pudiera ser asesinado, torturado y obligado a confesar. Y posteriormente muerto. Pero no os contaré lo que sucede en la secuela ficticia final porque esto, my friends, es lo que os dejará con el culo torcido tras la lectura de esta meta-historia detectivesca genialmente imaginada en su día por el maestro Tanizaki Junichiro. La historia del asesinato literario de Tanizaki, como la llaman los entendidos.

En Blanco y negro, como en otras obras de Tanizaki, hay obsesiones sexuales y pjs femeninos reconocibles. Mizuno tiene una ex-esposa que lo dejó porque escribió demasiadas historias de asesinatos de esposas; ella termina casándose con un ministro metodista y convirtiéndose al cristianismo… Como lector, os vais a hacer muchas preguntas durante la lectura de esta curiosa novela: ¿Por qué Mizuno quiere que muera el Codama ficticio? ¿Por qué el Hombre Sombra quiere que Mizuno sea culpable de un crimen que no cometió y sea ejecutado? ¿Por qué Tanizaki quiere que su personaje central muera? Hay algo real detrás de toda esta trama. Pero para eso tenéis que iros a internet e investigar sobre la vida del autor. Es fácil.

Recomendaros esta maravilla de libro, es mi labor.

Reseña: Ángel del Proletariado. La Vida de Yuri Gagarin, de Nikolavitch y Félix Ruiz

Decían que su rostro sonriente y simpático lo convirtió en un ícono internacional, más allá de la Guerra Fría, pues Yuri Gagarin fue el primer héroe de la conquista espacial, personaje a la vanguardia de la mayor aventura del siglo XX. Y Gagarin, habiendo aceptado riesgos increíbles para con su integridad física, fue seleccionado por la Unión Soviética para representarla ante los ojos del mundo, mientras ésta ocultaba la enorme maquinaria técnica, científica e industrial que era capaz de poner en órbita a un hombre. Y en la sombra, un misterioso ingeniero jefe, Sergei Korolev, cuya identidad permanecería oculta durante años. ¿Quién? Korolev fue liberado de un gulag para equipar a su país de geniales lanzadores nucleares, mientras que en Estados Unidos, Wernher von Braun se vio exonerado de su pasado al servicio de la Alemania nazi para crear cohetes igualmente formidables. Que todo, no siempre se cuenta.

Alexis Racunica, conocido como Alex Nikolavitch, es un formidable guionista y traductor de la BD, donde se genera el mejor cómic europeo. También es ensayista y conferenciante, y llegado el momento dio el salto al otro lado del charco para también hacer sus pinitos en el cómic norteamericano de superhéroes. Pero aquí tenemos una de sus potentes obras creadas en el Viejo Continente. Ángel del Proletariado, publicada en nuestro país por Desfiladero Ediciones. Un cómic semi-biográfico que algunos andábamos locos por leer y ver traducido a nuestro idioma. Y que nos lleva a las décadas de 1950 y 1960, al programa espacial soviético logrando sus mayores éxitos. Mientras tanto, en la Rusia clásica, aún a día de hoy, siguen estando en el anonimato virtual ciertos personajes: obsesionados con el secreto, las autoridades han clasificado las identidades de los responsables de estos éxitos, en particular de todo lo que aconteció al comentado Korolev. Aunque todos aquellos cosmonautas fueron una excepción, y especialmente el primero de ellos: Yuri Alekseïevich Gagarin; hijo de obreros, mecánico, que se había convertido en el símbolo del sueño soviético… de buenas a primeras podría estar “clavado en el suelo”, sin que nadie quisiera correr el riesgo de verlo morir en una misión.

A pesar del subtítulo, no es una biografía de Gagarin lo que nos cuenta Alex Nikolavitch. Habla más ampliamente sobre la conquista del espacio, no dudando en hacer viajes cortos al otro lado del Pacífico para ver el progreso de Von Braun en la USA de los 50. También juega el acto de equilibrio con los personajes, siendo Korolev en particular tanto el que fríamente envía a Laika a la muerte o el que lanza cápsulas habitadas, estimando sus posibilidades de éxito en una de dos. Siendo el resultado, un cómic ameno, rítmico, bastante fiel a la historia y lo suficientemente complejo como para convencer.

Con pinceles de Félix Ruiz optando por una representación semirrealista tradicional, relativamente refinada y muy legible. Los diferentes personajes son reconocibles y el colorido juega hábilmente con las paletas para que los cambios en el contexto sean comprensibles. Sin ser irreprochable (sobre todo en los movimientos que a veces son un poco estáticos), es una obra limpia y contundente que recuerda aquí y allá a diseñadores clásicos como Edgar P. Jacobs. Y un cómic que recuerda que no todos los soviéticos fueron malos.

Por supuesto, que no.